#4 Tiempos
La historia detrás de El Mijis | Columna de Jorge Saldaña
Tercera Llamada
Para desnudar más allá de la capa de sus tatuajes a Pedro César Carrizales Becerra, ahora conocido como “El Mijis”, y antes de 2011 como “Pedro Piedras”, me parece indispensable, Culto Público, citar la espléndida columna de Carlos López Medrano publicada en octubre del año pasado, en este mismo medio, sobre el personaje en cuestión.
Un hombre ya ni tan “chavo banda” que a sus 40 años, con hijos y hasta un par de nietas, sigue desempeñando su papel de niño víctima, primero de las circunstancias de su vida, pasando por adicciones, cárcel y “falsas acusaciones”, hasta las que le ha puesto enfrente la vida pública, en el que ahora es víctima –dice- de la discriminación, el clasismo y hasta la inseguridad que atentó contra su vida el lunes pasado.
Son al menos media docena de ocasiones, en los 5 meses que lleva de diputado y 3 de candidato, en que El Mijis ha denunciado violencia, levantones, ataques, secuestros, amenazas, extorsiones y por último, el más reciente y deleznable ataque armado que sufrió en un camino al oriente de la capital potosina.
Inicio pues con la cita a la columna Luces de Variedad, para conocer más sobre Pedro.
“El diputado potosino Pedro Carrizales —alias “El Mijis”— ha sido entrevistado por los periodistas más famosos del país. Cadenas internacionales han realizado reportajes laudatorios sobre su figura. Tiene el respaldo del presidente electo (a quien se refiere como “el mero machín”). Gana más de 80 mil pesos mensuales, lo cual lo ubica en el décil más afortunado de la población. La editorial Dharma Books está preparando un libro sobre su vida. Recibió un doctorado honoris causa. Grabó un videoclip rap. Da giras por todo México. Ha sido contactado por la ONU. Sus proyectos obtuvieron financiamiento de la empresa trasnacional Cummins. E incluso ha sido llamado “líder espiritual”.
Pero el Mijis dice ser víctima de discriminación.
Tal es la carta que El Mijis ha sacado cada que necesita defender su postura o cuando una crítica llega a sus pies. Ante la adversidad o la oposición, el diputado local de San Luis Potosí no argumenta ni acepta deslices, sino que es el primero en recurrir a su carácter de foráneo para repartir culpas e instalar la idea de que hay algo personal en su contra.
Pedro Carrizales es protagonista del documental “Dicen de mí”, otro trabajo que lo ensalza como personaje. El armado del documental contribuye a la configuración del mito. En el metraje no se ahonda en el pasado obscuro del ser humano, y se pasa casi de inmediato a lo mucho que ha sufrido. Sus días como cabecilla pandilleril son mostrados como algo lejano, abstracto, inocuo.El propio diputado se nota evasivo con aquellos días. No entra en detalles y simplifica. Se limita a decir que son “errores que cometí como chavo banda”.
El Mijis llora ante la cámara. La mayor parte de los testimonios que aparecen en el documental añaden elementos para erigir la leyenda. Son amigos, académicos e intelectuales que justifican cualquier vacío y que dan acrobacias retóricas para sostener la posición que Carrizales tiene en la arena política pese a su falta de preparación.
Aquello no es novedad. El patrón se repite en cada uno de los espacios mediáticos en los que El Mijis aparece. Minimiza los asuntos que resultan cuestionables sobre su persona y a continuación lanza acusaciones y señalamientos contra quienes considera los opresores, todos esos que han conspirado en su contra. Una marabunta, hay que decirlo, tan torpe que no ha logrado detener su ascenso meteórico en la escena.
La entrevista que le realizó Buzzfeed hace unos meses deja en claro, de nuevo, su estrategia discursiva. A El Mijis le cuesta asumir culpas, así que, entredientes, admite algunas minucias para luego desviar la atención hacia a) lo mucho que ha sufrido o b) los males arraigados a la sociedad, a los que atribuye todo lo infame que pudo haber hecho. Son los demás, no él, los que se comportan de forma nociva…”
Y continúa más adelante el autor de la pieza que tituló “El chantaje emocional de El Mijis” .
“Él es, encima, el primero en alimentar y sostener su segregación respecto al resto. Viste de forma diferente para no ser vinculado con los demás. Usa la falacia de asociación: como los políticos que han saqueado al país usaban traje, vestir formal es un mal síntoma. Se empuja la idea de que ir en mezclilla y en tenis al Congreso es una especie de muestra de honradez.
Preocupa además el extravío intelectual de la que El Mijis es presa. Lo mismo cita al Che Guevara que a Winston Churchill. Por un lado pugna por la legalización del aborto y los matrimonios igualitarios al tiempo que recurre a la iglesia, máxima opositora de tales medidas, para que bendigan su lugar de trabajo…
Fin de la cita.
Así va por la vida nuestro querido Mijis, faltando a las sesiones, pero acudiendo a Harvard. En público acusando de extorsión, pero en privado apurándose a pagar las deudas contraídas por la fallida gestión de escrituras de la Colonia Juvenil, tal como quedó evidenciado en una llamada telefónica entre uno de sus antiguos representados de apodo “El Azul” y el propio diputado.
Celebra y agradece El Mijis el apoyo que le ha dado de forma sostenida la federación, sobre todo la que proviene del escritorio de Yeidckol Polevnsky, poderosa secretaria nacional de Morena, pero olvida agradecer el apoyo que obtuvo al mismo tiempo de Tekmol, y del PRD, a quienes sirvió como contratista en el pintado de bardas durante las campañas, amarillas o blancas según el cliente.
Por separado, tanto el desaparecido José Luis Romero Calzada, como el PRD, aseguran que durante la campaña El Mijis cobró a uno y a otro cantidades entre los 40 y 80 mil pesos para que sus cuadrillas pintaran casas y edificios en Soledad de Graciano Sánchez. Luego se fue con el recurso y a ambos les quedó a deber. Los tiempos coinciden con la denuncia de su secuestro y pago de 400 mil pesos que, dice el Mijis, su familia tuvo que pagar por recuperararlo, la misma razón dio a sus dos contratistas para no reintegrar el dinero que no fue utilizado.
En aquel entonces a Tekmol le aseguró que los Gallardo lo perseguían y a los Gallardo les dijo lo contrario, incluso se recuerda aquella fotografía en la que estuvo dispuesto a cambiar su candidatura alineándose a las filas amarillas. Lo mismo que existen videos del Mijis en casa de Tekmol.
Eso no está denunciado ni anunciado. Esas historias no las cuenta en los noticieros nacionales o internacionales, tampoco en Cambridge. Es tatuaje de los que no se ven, pero se sabe que se llevan.
Total que mucho trabajo tiene la Fiscalía General del Estado en investigar y castigar las amenazas, el levantón, el secuestro y ahora el terrible atentado a balazos que ha sufrido El Mijis en los últimos meses y días.
Ya de pasada, y si no es mucha molestia, también se agradecería que la Fiscalía presentara avances en la investigación del misterioso robo de las firmas (y la botella de whisky) del que fueron víctimas unos días antes de registrarse como candidatos independientes los hoy asesores justamente de Pedro Carrizales.
-Yo ya las tenía todas, todas…pero me las robaron, dijeron en aquella ocasión.
Ojalá que Pedro no espante al lobo, que todo se esclarezca y no sea, como algunos infieren, asuntos derivados de otra mala decisión tomada bajo el influjo de una nueva adicción…a los reflectores.
Cámara Mijis… Hasta la próxima
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#4 Tiempos
El administrador astuto | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
«Un hombre rico tenía un administrador y le fueron con el cuento de que éste derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que oigo decir de ti? Dame cuenta de tu gestión porque quedas despedido”» (Lucas 16, 1-15).
Cuando Jesús contó esta parábola nada dijo de cómo recibió el administrador tan mala noticia. ¿Retrocedió espantado?, ¿sintió que el piso se movía bajo sus pies como un tapete?, ¿intentó defenderse o ya por lo menos justificarse? Nada de esto sabemos; lo que sí sabemos, en cambio, es que más bien se puso a hacer cálculos en su interior, diciendo:
«-¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, haya quien me reciba en su casa!».
El foco, como se dice, se le había prendido. Pero, ¿qué era eso? Quiero decir, ¿qué fue se le ocurrió para que ahora que estaba desempleado no le faltara por lo menos un mendrugo de pan y un vaso de agua fresca? En realidad, algo muy ingenioso y sutil: como aún no había rendido el informe que le exigía su amo, todavía era tiempo de alterar ciertos papeles… Y esto es lo que hizo:
«Fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y preguntó al primero:
»-¿Cuánto debes a mi patrón?».
La pregunta, por supuesto, era retórica, pues los documentos los tenía él en su mano y a la vista, y bien escrito estaba en ellos el monto de la deuda; lo que quería, más bien, era causar en su interlocutor un cierto impacto difícil de olvidar.
«-Cien barriles de aceite –respondió el deudor, que aún no sabía muy bien de qué iba la cosa.
»-Aquí está tu recibo; date prisa, siéntate y escribe: cincuenta».
Ya podemos imaginar el gozo con el que éste hizo lo que el administrador le pedía. ¡Le estaba perdonando nada menos que la mitad de la deuda! Es como si yo debiera al banco 100.000 pesos y de pronto el gerente me mandara llamar para decirme, guiñándome el ojo, que a partir de ahora no debo más que 50.000. ¿No era esto como para ponerse a gritar de alegría e invitarle un café en el restaurante más elegante de la ciudad?
El administrador mandó llamar al segundo deudor y le hizo la misma pregunta que al primero:
«-¿Cuánto debes a mi patrón?
»-Cien costales de trigo –dijo éste a su vez.
»-Aquí está tu recibo: escribe ochenta».
Y así hizo con todos los otros. Si de cualquier manera lo iban a despedir; mejor dicho, si ya estaba despedido, ¿qué perdía haciendo lo que hizo? ¡No perdía nada! Todo lo contrario: se jugó la última carta y había ganado, porque estos deudores iban a quedar eternamente agradecidos con él. ¡Su vejez estaba asegurada, pues un día lo invitaría uno a su casa a comer, y otro día otro! Ya no tendría que mendigar ni que andar por las calles del pueblo extendiendo la mano en busca de un pedazo de pan… Se retiraba, por decir así, con la cabeza levantada y pisando fuerte.
¡Qué hombre más inteligente!
Jesús mismo no pudo menos de alabar su ingenio. ¡Cómo, antes de ser despedido, supo hacerse amigos que después ya no lo dejarían solo! «Por eso les digo yo –concluyó el Maestro-: con el dinero, tan lleno de injusticia, gánense amigos para que, cando esto se acabe, los reciban en las moradas eternas».
Con esta sencilla historia, Jesús ha querido responder a estas dos preguntas que, si no fueran eternas, creeríamos que son banales «¿Para qué sirve el dinero?, ¿para qué sirve el poder?». Y su respuesta es: para que te hagas todos los amigos que puedas: sólo para eso. ¿Eres rico? Hazte amigos. ¿Eres poderoso, ocupas un cargo de cierta importancia? Hazte amigos igualmente.
Hay quienes, al tomar posesión de un cargo, empiezan a ver a los demás mortales como a hormigas (¡tan encumbrados se sienten ocupando su flamante escritorio de caoba!). Bien, que se anden con cuidado, porque no siempre estarán ahí, porque la rueda de la fortuna gira y gira y no es nada seguro que los que están arriba permanezcan en la cumbre eternamente. Sí, la fortuna es una rueda que no deja de girar: los que hace poco estaban abajo, resulta que ahora están arriba, y si no los trataste bien cuando tenías la sartén por el mango, como se dice, ellos lo recordarán una y otra vez, y ahora será la suya.
Hay quienes piensan que el poder es necesario para enriquecerse, y que el enriquecimiento es ya en sí mismo una forma de poder; en una palabra, que la riqueza y el poder se bastan a sí mismos. Si así es como piensas tú, déjame decirte, lector, que te equivocas. ¡Rompe el círculo! Hoy que la vida te ha favorecido, favorece a los que puedas, porque nada sabes del futuro. Haz como el hombre de la parábola: gánatelos a todos, porque no siempre serás administrador y quizá un día el patrón de turno te mande llamar para decirte:
-Dame cuenta de tu gestión porque estás despedido.
Si esto te dijeran sin que te hubieras hecho amigo de nadie, entonces sí que estarás perdido.
Toda la sabiduría de la vida está en esta sencilla parábola. Hazte amigos ahora que puedes; porque, si no lo haces ahora, quién sabe si lo podrás hacer mañana. «Conoce la ocasión o la oportunidad»: según Pítaco, el filosofo griego, no había conocimiento en el mundo más útil que éste.
Sí, aprovecha la oportunidad, porque mañana, sin que te des cuenta, quizá sea ya demasiado tarde.
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#4 Tiempos
Una carrera interesante | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Hablar de Javier Hernández es repasar una de las trayectorias más influyentes en la historia del fútbol mexicano. Durante más de una década, su nombre fue sinónimo de gol, entrega y ambición. Desde aquel salto meteórico con Chivas y su inesperada irrupción en el Manchester United, su carrera parecía escrita con tinta dorada, la sonrisa eterna, los goles decisivos, la capacidad de transformar oportunidades mínimas en celebraciones memorables.
Fue un delantero que supo abrir puertas donde antes había muros, ese killer del área de los goles inverosímiles, ese que se autoasistía y remataba de forma poco ortodoxa. Marcó en Champions, conquistó Inglaterra, dejó huella en Alemania, se reinventó en Estados Unidos y llevó la camiseta de la selección mexicana con una voracidad que lo convirtió en el máximo goleador nacional. Por años, “Chicharito” representó la imagen internacional del fútbol mexicano, un jugador valiente, de carácter humilde pero competitivo, respetado en los mejores estadios del mundo.
Sin embargo, el final de su recorrido no ha tenido el brillo que merecía. Lo que alguna vez fue una historia ascendente hoy se siente atravesada por decisiones discutibles, lesiones inoportunas y un desgaste emocional evidente. Su último tramo estuvo marcado por conflictos internos, mensajes crípticos, ausencias prolongadas y un regreso al fútbol mexicano que lejos de ser un homenaje terminó convirtiéndose en un episodio incómodo.
El fútbol (caprichoso como es) rara vez permite despedidas perfectas. Pero en el caso de Hernández, la caída se volvió más abrupta porque contrastó con la grandeza de su pasado. El delantero que antes definía clásicos europeos comenzó a perder protagonismo, a caer en dinámicas polémicas y a mostrarse d esconectado del nivel competitivo que lo acompañó tantos años.
El problema no es que el tiempo pase, eso es inevitable, sino que su final se alejó del tono que él mismo construyó, profesional, disciplinado, alegre y comprometido. En lugar de un cierre elegante, lo que quedó fue un recorrido lleno de dudas, con más conversaciones sobre su comportamiento que sobre su fútbol. Y eso, para una figura de su magnitud, duele más que cualquier descenso de rendimiento.
Aun así, su legado permanece intacto. Javier Hernández abrió puertas para generaciones completas. Demostró que un jugador mexicano puede competir, destacar y ser determinante en las ligas más exigentes del planeta. Su historia inspira no por su final, sino por su cima; no por su último capítulo, sino por todos los que escribió antes con una pasión que marcó época.
El cierre no fue el ideal, es cierto. Pero incluso en medio de su declive, hay una verdad que nadie puede borrar: México no ha tenido (ni tendrá pronto) un delantero con su impacto internacional. Su carrera merece leerse como lo que fue, un ejemplo de cómo la disciplina puede convertir sueños improbables en realidades extraordinarias, aunque el final no haya estado a la altura de su legado.
A veces, las grandes historias no terminan como quisiéramos… pero siguen siendo grandes, y por lo menos, interesantes.
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#4 Tiempos
El Piano eléctrico: desarrollo potosino | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Los diseños de pianos electromecánicos tuvieron su auge en 1929 y en la década de los cincuenta del siglo XX comenzaron a usarse en audiciones públicas. La historia de su desarrollo menciona los nombres de Lloyd Loar, Benjamin Meissner, Rudolph Wurlizer, Harold Rodhes y el piano Neo-Bechstein, entre los principales.
Sin embargo, el nombre de Francisco Javier Estrada no aparece en estos recuentos, a pesar de haber sido el primer reporte de un diseño de piano eléctrico a nivel mundial, como resultado de sus investigaciones en reproducción del sonido por medios eléctricos. El reporte público de Estrada se realizó el 19 de diciembre de 1878 en el periódico El Siglo XIX, donde Estrada daba cuenta de sus experimentos con una cuerda vibratoria y su transducción a señal eléctrica, mediante una membrana de tambor que amplificaba el sonido. Estrada, solo presentó su idea y diseño y la puso al servicio de los interesados a finde que pudieran materializarla y mejorarla, al no poder solventar los gastos necesarios para su construcción y la falta de servicios artesanales especializados. Estrada decidía publicar los principios y la descripción del instrumento citado, temeroso de que algún día, no muy lejano, se presentara del extranjero algún instrumento de música idéntico o semejante, o lo que era peor, alguna petición exótica de privilegio con perjuicio de los artesanos mexicanos.
Ochenta años mediaron entre la publicación del diseño de Estrada y la materialización en el extranjero de un piano eléctrico con funcionamiento electro-mecánico.
Para mayores detalles y más información pueden consultar mi artículo alojado en la dirección:
(PDF) Francisco Javier Estrada el inventor del piano eléctrico. Available from: https://www.researchgate.net/publication/396325293_Francisco_Javier_Estrada_el_inventor_del_piano_electrico.
Francisco Javier Estrada insigne científico potosino que destacó a nivel mundial en el ámbito de la física en el siglo XIX convirtiéndose en el físico más importante de México, tiene una numerosa contribución de aportes, de primicias mundiales, las cuales en su mayoría son desconocidas o adjudicadas a otros personajes.
Hemos estado realizando investigación y difusión sobre la vida y obra de este genial potosino, Francisco Javier Estrada y en esta columna del Cronopio en la Orquesta, hemos tratado algunas de esas trascendentales aportaciones.
Una de las aportaciones técnicas de Francisco Javier Estrada que no aparecen en los registros científicos históricos es la propuesta de reproducción del sonido por medios eléctricos. Su tema central de trabajo que implementó en la década de los setenta decimonónicos fue la reproducción del sonido, colocándose en la frontera del conocimiento en ese tema.
Como hemos apuntado en trabajos anteriores, muchas de sus aportaciones y primicias mundiales han quedado en el olvido y poco a poco se están rescatando para colocar en la palestra mundial el gran genio de Estrada, como el físico mexicano más importante del siglo XIX y uno de los principales a nivel mundial, cuyas glorias no se proyectaron por la idiosincrasia social del país, aunque su genio de cierta forma era reconocido en el país, aunque no lo suficiente.
Sistemas como el motor eléctrico, nuevos sistemas de telefonía y la comunicación inalámbrica son parte de sus aportaciones trascendentes que cambiaron a nuestras sociedades y cuyas aportaciones aprovechadas por otros científicos dejan de lado la aportación primaria de Estrada en la historia de la ciencia y la tecnología. Como una aplicación de sus investigaciones en electromagnetismo y reproducción del sonido, se encuentra su propuesta de un piano eléctrico, cuyos experimentos base realizó en San Luis Potosí y con los que propuso un diseño para la construcción de un piano eléctrico que transformaba las vibraciones acústicas en eléctricas con el fin de amplificar el sonido.
El piano como tal no pudo construirlo por carecer de recursos suficientes, así como problemas para abastecerse de los materiales necesarios y el apoyo de los constructores artesanos; sin embargo, publicó en medios de comunicación masiva sus propuestas con el fin de registrar su idea, sus experimentos y su diseño para la construcción del piano eléctrico y su extensión a otros instrumentos de cuerda.
Su propuesta era resultado de experimentos anteriores de Estrada con sistemas telefónicos, donde había realizado mejoras a los ya existentes, logrando construir teléfonos cuya reproducción del sonido era más clara y de mayor intensidad. Parte de esas mejoras las utilizaría en su propuesta del piano eléctrico, entre ellas los fundamentos de micrófonos de carbón y de la comunicación inalámbrica.
Los potosinos debemos estar orgullosos de Francisco Estrada y colocar su nombre como debe de ser, en la historia de la civilización.
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