marzo 20, 2023

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

“La Culebra” ft. Botellita | Columna de Daniel Tristán

Publicado hace

el

Lagunotas mentales

 

“Usted representa una amenaza tolerable para el sistema, de lo contrario ya lo sabría”

-Banksy-ente, pero sobre todo más acertado.

Hay veces que resulta injusto juzgar a las personas y los hechos por una primera impresión. En algunas ocasiones dos situaciones aparentan no tener relación alguna pero al final están unidos por un lazo sólido, casi inquebrantable. Tan sólo hace falta darle un segundo vistazo a los hechos para poder emitir un juicio más sustancioso y conciso.

En los últimos días la muerte de dos mexicanos inundaron las páginas frontales de todos los diarios y se convirtieron en trending topic en redes sociales. El primero, Luis Donaldo Colosio; el segundo, Armando Vega Gil.

Ambos casos, a primera vista parecieran tener poco, si no es que nada que ver uno con el otro. Uno político, el otro músico/escritor. Uno hace 25 años, el otro esta misma sema. Uno asesinado, el otro suicida.

Hace falta sentarse un momento, aclarar la mente y tomarse el tiempo para dar un segundo vistazo bajo la lupa para poder atar cabos cabos y comprender que, a pesar de la distancia en la línea cronológica, los dos casos parecieran estar vinculados por la misma terrible causa.

A decir verdad, del asesinato de Luis Donaldo Colosio recuerdo poco, casi nada. En 1994 mis prioridades y preocupaciones recaían básicamente en salir de la escuela y llegar casa a tiempo para ver Plaza Sésamo mientras comía la mayor cantidad posible de chocolates. Recuerdo cuando sucedió, tengo una imagen vaga de mi padre frente al televisor. Recuerdo también la escena, el tumulto y la música de fondo. Sabía que algo malo sucedía, pero no lo entendía y, honestamente, poco me importaba.

A Armando Vega Gil lo descubrí ya entrado en la adolescencia. Encontré las crónicas que escribía en las páginas de “La Mosca” bajo el pseudónimo de “Armiados Güeva Vil”. Devoré sus crónicas del “Diario Íntimo de un Guacarroquer” y todo lo que pude encontrar de su trabajo como escritor. Siendo honesto tardé muchos años en saber que se trataba de uno de los músicos más emblemáticos del rock mexicano. “Botellita de Jerez” nunca figuró entre mis intereses musicales ya que, generacionalmente, me correspondía la identificación con sus hijos menores, herederos de la fórmula musical del albur, la ironía y el humor negro: “Molotov”.

En una misma semana ambos personajes coincidieron en un cuello de botella mediático por demás interesante. Ante el 25 aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio se desempolvó la polémica de su asesinato. Los noticieros y programas de debate pusieron una vez más el tema sobre la mesa. Netflix lanzó una serie basada en el asesinato del ex candidato a la presidencia y yo, lejos de ser aquél niño con los cachetotes llenos de chocolate, había crecido y me había informado acerca del asunto al pasar de los años.

Tan sólo unos cuantos días después la noticia del suicidio de Armando Vega Gil sacudió las redes sociales y los encabezados de los diarios en todo el país. Un suicidio siempre va a resultar escalofriante e imposible de comprender. Pero el de Vega Gil había sido anunciado por él mismo es su perfil de Twitter lo cual lo hizo doblemente escabroso.

Estimado lector, a estas alturas doy por hecho que está usted enterado del contexto sobre el asesinato de Colosio y las causas del suicidio de Vega Gil. Sin afán de entrar en detalles acerca del crimen político cometido hace 25 años ni de las irregularidades del movimiento #MeTooMusicosMexicanos me gustaría compartirle mi óptica de este par de lamentables hechos.

Resulta que, como señalé al inicio, ambas muertes parecen estar estrechamente unidas una a la otra. A pesar de haber sucedido en épocas y circunstancias distintas he caído en cuenta de que tanto Colosio como Vega Gil fueron víctimas del sistema. El ex candidato presidencial fue llevado a la ratonera por un aparato político sucio y corrupto mismo que, no conforme con decidir al dedazo QUIÉN va a gobernar, también decide CÓMO se tiene que gobernar. A Colosio no lo asesinaron hace 25 años en Lomas Taurinas por ser Colosio, el sistema lo asesinó por querer gobernar como Colosio.

Cierto es que la muerte de Vega Gil se dio en otras circunstancias, no menos lamentables y complejas, pero sí distintas. Aún así, Armando fue también víctima del mismo sistema chafa, lacra y corrupto. Con esto no quiero decir que las acusaciones de abuso sexual en su contra sean falsas, ni pretendo poner su nombre en un pedestal de pureza. Simplemente creo que el sistema de justicia en México es obsoleto y lleno de corrupción e impunidad.

Ante la falta de eficiencia del sistema judicial mexicano surgen movimientos sociales como #MeTooMusicosMexicanos. La sed de justicia es mucha y la respuesta del sistema poca. De una cosa estoy seguro: si la justicia en México existiera y se encontraran las pruebas suficientes del supuesto abuso Armando Vega Gil seguiría vivo. Tras las rejas, pero vivo.

De la misma forma, si el sistema político funcionara de manera saludable no habría necesidad de haberle volado la cabeza a Luis Donaldo Colosio hace 25 años. Resultan ambas muertes un hecho lamentable, al igual que la de millones de mexicanos que han muerto durante décadas víctimas de un sistema podrido de raíz que está dispuesto a quitar del camino a cualquier persona que represente una amenaza para su funcionamiento sucio, corrupto e insoportablemente pinche.

[email protected]

También lea: Póngale usted precio querido Mr. Trump | Columna de Daniel Tristán

#4 Tiempos

Movimiento Ciudadano, nuestra esperanza | Columna de Jacobo Pineda

Publicado hace

el

 

La democracia mexicana se ha convertido en oligarquía de partidos. Los institutos políticos han renunciado a encauzar las inquietudes de los ciudadanos para transformarse en empresas administradas por una dirigencia que opera como consejo de administración, en que lo menos significativo es su servicio a la población y lo más relevante es saturar la cartera. Sólo así se explica que el meme Marko Cortés sea todavía presidente de Acción Nacional o que el bufón Xavier Azuara maneje a su antojo al PAN potosino. Azuara publicó este sábado un tweet que lo retrata: “Felicito a Guillermo del Toro por su Oscar, pero sobre todo felicito a Marko Cortés por haber felicitado a Guillermo del Toro”. Epatante. Semejante irrumpe Movimiento Ciudadano, un partido cuya exclusiva virtud reside en postrarse al servicio y mejor interés de su dirigente nacional, Dante Delgado. MC es una formación que hace un par de años aprobó abrazar el ideario de la socialdemocracia, aquel en que también se sitúan de acuerdo con sus estatutos PRI y PRD, y que ahora espera la adhesión de PAN y Morena.

En San Luis Potosí, Marco Gama ha relevado como coordinador de MC a Eugenio Govea quien en veinte años no hizo otra cosa que engrosar sus cuentas corrientes, sacar a pasear su gracejo y conceder entrevistas estúpidas. Marco Gama declara orondo que “el PAN quedó en el pasado”. Pues será un pasado muy presente porque el PAN defiende la ideología de género con la misma extravagancia que MC. Gama asegura que se siente “visionario y actualizado”. No hay duda de que es un visionario: tras quedar descartado para hacerse con la candidatura a gobernador por el PAN decidió que era necesario asaltar otro espacio que se la asegurara para los próximos comicios, es decir, MC. Desde luego, no abandonó Acción Nacional por resentimiento, ni ojeriza, ni rencor. Cambió de opción para servir a San Luis como San Luis merece ser servido. Con él se llevó a viejos panistas a quienes no dio tiempo de ser nuevos panistas que igualmente abandonaron el PAN para servir con generosidad e integridad a los potosinos.

En este sentido, Marco Gama está actualizado, pero menos puesto que no experimentó el nuevo PAN. La nómina de viejos panistas que perdieron oportunidad de ser nuevos panistas -se trasladaron a MC sin dar opción a que el PAN diera el paso que a la postre dio para por fin ser nuevo-, era previsible por lo que no hay sorpresas, ni siquiera en que todos acaparen los puestos directivos del instituto. Hay una excepción, Adriana Marvely Costanzo.

Marvely es una señora extraviada en los vericuetos del narcisismo y la insensatez, que anima a las mujeres a abortar porque considera que es lo más significativo que pueden hacer con sus vidas. Una apóstata del feminismo si el feminismo es obstáculo para que los transgéneros se presenten finalmente como esa mayoría que son y que la mayoría todavía no reconoce porque no sabe que es transgénero. También se entretiene en acusar de acoso a quienes no son acosadores, incurriendo en el delito de difamación y calumnia, que es una manera como otra cualquiera de pasar el tiempo. Su principal aportación es exigir que los hombres se deconstruyan porque de otra manera serán hombres no deconstruidos. Cunde el pánico entre la población masculina. Costanzo es ridícula, incluso satura el significado de lo ridículo para convertirse ella misma en el significado más depurado de lo ridículo. Habría que cambiar el significante “ridículo” por “costanzo”. Dentro del aparato estatal, recibió el nombramiento de secretaria de acuerdos, es decir, la que toma las actas de las reuniones, sirve el café y ofrece chocolates, pero informa que en realidad es secretaria general del partido en el Estado. Una mujer con iniciativa. Entre sus cualidades sobresale la afición por promover a defensoras de acosadores sexuales y por hiper exponerse en Instagram haciendo nada. A pesar de las apariencias es muy ecuánime: acusa de acoso a quienes no son acosadores, pero protege a quienes lo son. Marvely defiende a feministas y transexuales, pero a la vez encubre a compañeras de partido que protegen a acosadores, como Isa Lastras, amiga del acosador Chemo Castillo, que a pesar de las numerosas denuncias insiste en que no es acosador, sólo muy amistoso. 

MC empieza con fuerza, presentándose como opción atractiva a los electores, priorizando necesidades, separando con criterio lo importante de lo superfluo, discriminando las peras del olmo. MC le ofrece a San Luis lo que urge en San Luis: un partido de gente joven, caras nuevas y entusiastas, sin pasado comprometido e ideas claras. Todo indica que MC es nuestra esperanza: lo mismo que Govea pero más.

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Muy escasos «Los demasiados libros» de Gabriel Zaid | Columna de Julián de la Canal

Publicado hace

el

 

No todos los aniversarios merecen celebrarse, pero hay aniversarios que merecen celebrarse siempre. No todos los libros merecen publicarse, pero hay libros que merecen publicarse siempre. No todos los autores ameritan encomio, pero hay autores que siempre lo ameritan. Excepcionalmente coinciden las tres celebraciones y la concomitancia requiere la celebración de lo excepcional. La ejemplaridad intelectual de Gabriel Zaid reside en la ejemplaridad del ser humano en que se hospeda el intelectual. El autor de Leer poesía nos dice que la calidad del hombre dota de sentido a su desarrollo, que su actividad se desprende y regresa a lo que en él es más auténtico, que la tarea es irreductible a su categoría humana. Gabriel Zaid es excepción como intelectual porque es excepción como ser humano. Reúne distinciones personales transformadas en circunstancias cotidianas que lo vuelven rareza en el ámbito cultural. La reticencia a la hora de mostrar imágenes de su persona parece irrelevante frente a su libertad de pensamiento que ofrece imagen cabal de su persona.

La libertad lo emplaza ante un entorno intelectual en que esa libertad solo se expresa de labios hacia afuera. El inconfesable interés personal arrumba el libre examen disfrazado de independencia para justificar inconfesable interés personal. Extraviada la integridad, la verdad se adelgaza a palabra vacía desautorizando al intelectual que necesita de grupo para acreditar un estatus del que la sociedad lo proscribe. El intelectual se limita a intelectual de grupo, pero no a intelectual, a máscara, pero no a verdad. Escasos son los que todavía se deben a la sociedad mediante un contrato tácito suscrito entre ambas partes. Contados son los intelectuales cuya mirada franca hacia problemas y coyunturas se recibe como generosidad de un temperamento desinteresadamente interesado. La integridad de Gabriel Zaid se exhibe en su amor a la verdad aunque no siempre la tenga, en su combate por acceder a ella aunque en ocasiones se le resista, en su esfuerzo por conquistarla aun cuando esa conquista concluya en derrota. Pero hay algo tan decisivo como la verdad incluso cuando fracasa en su tentativa: la generosidad. Zaid es genuinamente pródigo, no sometido a interés de cálculo, que lo reivindica como ser humano que es intelectual además de otras cosas del mismo modo significativas. Verdad, generosidad, integridad y otras cosas del mismo modo significativas operan como factores determinantes que le otorgan en tanto que intelectual obligada independencia, cuya deserción generalizada certifica la ausencia de legítimos hommes de lettres. La naturalidad con que obsequia su pensamiento quizás sea una causa más de lo innecesario que considera prestarle atención a su imagen pública.

El autor de Leer sabe muy bien que lo que perdura es lo atinado de las ideas privadas y no lo atildado de las imágenes públicas. No ignora que la vida interior saturada de generosidad es más verdadera que la de los espectáculos de intelectuales que no son en absoluto ni espectaculares ni intelectuales.

Cumple Zaid noventa años de entregarse, de darse, de ofrecerse. Una existencia volcada hacia México desde la discreción y la compostura que no extrañan la pasión y la firmeza. No hay imágenes de Gabriel Zaid, pero su palabra esculpe un retrato en piedra de cantera más verdadero que el captado por un lente fotográfico. Aniversario también de Los demasiados libros publicado en Buenos Aires en 1972, sometido a constantes revisiones, reescrituras y adiciones hasta la edición homenaje de 2022, que impiden que haya perdido una actualidad amenazada por la naturaleza de los asuntos. La solicitud con que se esmera en sus escritos exhibe esa generosidad que demanda la exigencia del quehacer intelectual. La palabra abre a una realidad cambiante y mudable que urge a un ajuste constante de la palabra. El pensamiento se mueve en función de una realidad que a su vez mueve la palabra que testifica la realidad. Ánimo jovial, desmiente a cada momento la edad, alentado por irrenunciable curiosidad hacia la existencia. Algo hay de evangélica contemplación, aunque sus apreciaciones no sean a veces evangélicas excepto alusivas a la expulsión de los mercaderes del templo. Gabriel Zaid es autor de escasos demasiados libros, excepcionales desde el amor a la verdad, inauditos desde la generosidad intelectual, exclusivos desde la integridad de su adhesión al otro, privativos desde su independencia insumisa y singular. Gabriel Zaid sobresale en un medio cultural y académico egoísta y corrupto, destaca insólito en la soledad de quien se reconoce en la condición humana, virtuoso en su transparente mirada hacia sus semejantes. Ni una imagen ni todas juntas labran el recio autorretrato que cincelan sus páginas. Se antojan muy escasos los demasiados libros de Gabriel Zaid.

También lee: Roger Bartra, el perseguidor | Columna de Julián de la Canal

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Difícil visita | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

 

Podríamos pensar que la tormenta para San Luis, ya ha pasado. El calendario luce más favorable y, lo hemos dicho, parece que si todo sale como debe, el equipo potosino podrá estar dentro de los 12 que lucharán por el título final.

Sin embargo, la visita del fin de semana luce peligrosa: ir al Azteca siempre es motivo de emociones encontradas, por un lado está el ver a tu equipo en una catedral del futbol mundial, y por otro pensar en lo complicada que es su cancha para los visitantes.

Cruz Azul es el rival, un equipo de claroscuros, a veces jugando por nota, otras perdiendo inexplicablemente; lo que presenten los azules en su cancha el próximo partido, es un verdadero enigma.

Justo esto es lo que hace al juego de la jornada algo complejo de entender. San Luis volvió a ganar, derrotó sin mucho problema a uno de los peores equipos del torneo, pero su rival en turno no es igual, la máquina está obligada a sumar en casa, si aspira a meterse a liguilla.

Hay que tomar en cuenta que Cruz Azul tiene 13 puntos y se ubica en el lugar 9 de la tabla, pero con un partido menos, si dejara ir la victoria este fin, las cosas no se ponen tan complicadas aún, pero de ganar, la presión disminuye, sobre todo tomando en cuenta que su partido pendiente es visitando Querétaro, un juego que ellos pronostican, les dará 3 puntos.

Por el otro lado, San Luis viene recuperando confianza, después de su mala racha, regresaron al triunfo en un juego que era obvio para el triunfo, ahora visitan la capital en búsqueda de otros tres puntos que serían un total balsamo para los potosinos. Pero hay que ser claros: San Luis no tiene los argumentos completos para pensar en sacar 3 puntos del Azteca, y menos ante un enigmático Cruz Azul, ese partido es de pronóstico reservado.

Ojalá San Luis pueda mantener un funcionamiento interesante. Qué la presión no los sofoque y hagan un juego intenso e inteligente durante todo el encuentro; si las cosas van bien, podría darse la sorpresa que todos deseamos. Una visita complicada, un partido difícil, pero ante el rival en turno, todo puede pasar.

También lee: Se gana o se gana | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

Opinión