octubre 6, 2025

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#4 Tiempos

La bajeza moral de la Señora Wallace al amparo de un corrupto sistema judicial | Columna de Enrique Domínguez

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Cuentas claras

 

Sin duda uno de los graves problemas que vivimos en nuestro país, está enmarcado por la inseguridad, la violencia y la corrupción, estas, permanecen ligadas y generan un sistema de justicia putrefacto que suele ser injusto en muchos casos, sobretodo, incriminando a inocentes.

En gestiones del sistema de justicia la simulación se manifiesta como una constante, donde las vejaciones, torturas físicas, psicológicas, métodos viles para obligar confesiones, la prisión de familiares, el incumplimiento de tratados internacionales como los derechos humanos y el caso omiso a los llamados de la comunidad internacional.

Estamos en un país donde los golpes, las violaciones sexuales, infringir dolor, no dejar marcas como golpes en genitales, métodos de asfixia, inhalación de gases, privación del sueño, confinamiento y aislamiento, celdas frías y pistolas eléctricas suelen ser una constante.

Resulta indignante escuchar y leer relatos de las víctimas que describen horrores para confesar crímenes que no cometieron, personas que son dañadas viviendo angustia todo el tiempo, el futuro es algo imposible de dilucidar, la esperanza no existe, señalamientos y evidencias falsas, se fabrican culpables y se da voz a personas que carecen de autoridad moral para hacer declaraciones completamente falaces, sesgadas y sin un afán de investigar lo que señalan por parte de quien difunde la noticia.

Es difícil para nosotros imaginar y, aun así, tener una visión sensible y empática de la situación, no es posible inmiscuirse de tal manera que uno pueda entender, aunque sea en mínima parte ese sufrimiento.

Los medios se encargan de enarbolar esa ira, pues en su mayoría, solo se dan a la tarea de dar voz a quien aparenta poseer dignidad y un poder emanado de actores corruptos; satanizando y crucificando sin una mínima gota de sensibilidad para ir más allá de declaraciones irresponsables y desvergonzadas. Desvirtuar y generar sensacionalismo vende, anteponen lo económico y se olvidan del sufrimiento de los desamparados y vulnerables.

Otorgar la voz también conlleva una responsabilidad y es evidente que se desecha todo aquello que no vaya con una línea que intenta sanar la sed de justicia que profesa el pueblo mexicano. Sin importar llevarse entre las patas a las víctimas articulando y fabricando culpables.

Más grave aún resulta dar voz a quien se corona como artífice de la justicia y tener la perversidad de utilizar a su hijo, para dar rienda suelta a lo más bajo y ruin en complicidad con el sistema de justicia mexicano.

El 11 de julio de 2005 Hugo Alberto Wallace Miranda estuvo en su casa, recibió una llamada de su madre, luego otra que le alteró visiblemente, subió a su recámara y media hora después, sale de su departamento, al día siguiente se le buscó sin resultados, el día 13 de Julio se ponía la primera denuncia y lo que sigue es uno de los eventos más terribles para la vida de muchas personas.

En la fabricación de culpables están involucrados funcionarios de alto nivel, se inculpa a inocentes y se juega con la sensibilidad de la audiencia a través de medios que se prestan a este juego.

Con un historial donde la trampa se manifiesta de manera continua, con reto a la autoridad, pasar por encima de la ley y haber permanecido en la cárcel por homicidio en grado de tentativa, la Sra. María Isabel Miranda de Wallace se erige como una víctima ante la opinión pública y un personaje abominable para corromper el sistema de justicia, en complicidad con personajes tristemente célebres como: Genaro García Luna (Ex Secretario de Seguridad Pública, Ex titular de la AFI, entre otros), Iñaki Blanco Cabrera (Ex procurador general de Justicia de Guerrero en el periodo del caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa), Luis Cárdenas Palomino (ex colaborador de la Secretaría de Seguridad Pública federal de México), Humberto Castillejos Cervantes (Ex asesor en la Procuraduría General de la República y muy cercano a Enrique Peña Nieto)

La fabricación de culpables, el montaje y la actuación de escenas policiacas forman parte de la simulación como característica innata de los gobiernos en los que participaron dichos personajes.

En el supuesto secuestro de Hugo Alberto Miranda Torres, también se interrelaciona el ataque a la Ex Líder comunitaria de Guerrero: Nestora Salgado¹ a quien le fueron fabricados casos de secuestro, detenciones arbitrarias e ilegales al igual que los casos de Florence Marie Louise Cassez Crepin, las 3 indígenas hñahñü: Teresa, Alberta y Jacinta, además de la desaparición forzada de 43 estudiantes en Ayotzinapa².

Si bien, en aquel entonces, las luminarias de los medios se encendieron para dar una amplia luz a la difusión del supuesto secuestro de Hugo Alberto Wallace, Hijo de Isabel Miranda de Wallace, que, por cierto, hasta la fecha no ha podido ser comprobado.

Un gran movimiento se gestó, declaraciones falsas por parte de María Isabel Miranda Torres (Isabel Miranda de Wallace y/o Isabel Torres) en colaboración de autoridades y manipulación de los hechos, se fueron conformando expedientes con diferentes testimoniales que abarcaban hechos inverosímiles que se generan a partir de una fotografía sustraída del departamento que en aquel entonces rentaba Juana Hilda González Lomelí en la calle de Perugino número 6 interior 4 en la colonia Extremadura Insurgentes en la ciudad de México; dicha fotografía fue utilizada para incriminar a quienes aparecían en ella, no solo eso, también a familiares cercanos como una medida para obligar confesiones mediante tortura, tal es el caso de César Freyre Morales, su hermana Julieta Freyre Morales, su Madre Rosa María Morales, Jacobo Tagle Dobín, Brenda Quevedo Cruz, Su madre, Enriqueta Cruz Gómez, los hermanos Albert y Tony Castillo Cruz, Jael Malangón Uscanga y su esposa Paola Patricia Díaz Romero.

Sin tener pruebas, de inmediato Isabel Miranda Torres “la Wallace”, pronto se dio a la tarea de emplear espectaculares (Negocio al que se dedicaba a través de su empresa Showcase Publicidad), colocando fotografías de los presuntos secuestradores. En primer lugar, aparece César Freyre Morales, inicia su campaña de odio, con entrevistas pagadas, cabe mencionar que ninguna organización defensora de derechos humanos se manifestó, a pesar de que se violaba la presunción de inocencia. Se ofrecían recompensas de 250,000 pesos, pronto aparecería el rostro de Jacobo Tagle Dobín, Albert Castillo Cruz y Brenda Quevedo Cruz.

No se debe dejar de soslayar que la empresa Showcase Publicidad opera con amparos, cuyas estructuras espectaculares están sobredimensionadas, en azoteas, adosadas e invasión en la vía pública.

En sus declaraciones Isabel Miranda Torres “La Wallace” empezó a emplear apodos, para fortalecer la idea de que se trataba de un grupo delictivo. Esta idea nace de establecer entre los miembros de una organización, vínculos que atenúan un historial mediante el uso de apodos, una manera de retratar una característica especial por alguna habilidad dando a entender a la opinión pública de que se trata de una organización con gran historial de delitos.

Poco tiempo después del supuesto secuestro de Hugo Alberto, la simulación de “eficiencia policial” encabezada en aquel entonces por Genaro García Luna intenta ganar adeptos, pero pronto habría de caerse el teatro.

 

LUCES Y REFLECTORES A LA CAPTURA DE ISRAEL VALLARTA Y FLORENCE CASSEZ*

La totalidad de los siguientes párrafos fue tomada de una investigación realizada por Aristegui Noticias

“El 9 de diciembre de 2005: Un equipo de la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI) ingresa al rancho Las Chinitas, en la carretera México-Cuernavaca, para detener a una banda de secuestradores llamada Los Zodiaco (de la cual Florence Cassez supuestamente fue miembro) y liberar a tres de sus víctimas. El operativo es transmitido por televisión abierta”, como consta en Aristegui Noticias.

“10 de febrero de 2006: El entonces director de la AFI, Genaro García Luna, reconoce en el programa Punto de Partida que la detención de los presuntos plagiarios fue una recreación y que Cassez y su novio, Israel Vallarta, habían sido detenidos desde un día antes del montaje televisivo.

Días después de transmitirse el programa, dos de las presuntas víctimas, Cristina Ríos y su hijo Cristian, ampliaron su declaración y aseguraron reconocer la voz de Cassez”, dice también Aristegui Noticias.

“25 de abril de 2008: Cassez es sentenciada a 96 años de prisión por el secuestro de cuatro personas, asociación delictuosa y posesión de arma de fuego”, agrega Aristegui Noticias”.

Tiempo después el 4 de junio de 2008 el secuestro de Fernando Martí Haik cobra relevancia y de inmediato dos bandas son acusadas de manera simultánea por parte del gobierno Local y Federal, estableciendo una simulación, si bien, es evidente que el joven Martí fue asesinado, aun hay duda si realmente los secuestradores detenidos son realmente responsables.

Desde la sociedad civil y su organización “Alto al secuestro” Isabel Miranda Torres “La Wallace” se pronunció En el caso Ayotzinapa, Las indígenas Hñahñü, Teresa, Alberta y Jacinta (Quienes habían supuestamente secuestrado a agentes de la Agencia Federal de Investigaciones AFI), El secuestro y asesinato del joven Fernando Martí, entre muchos otros.

“Alto al secuestro” organización civil creada por Isabel Miranda Torres “La Wallace” gana con la existencia de secuestros, estableciendo una especie de extorsión a gobiernos estatales, utilizando una herramienta que genera indicadores para medir la incidencia de secuestros, visita a los gobernadores y 2 o 3 meses después, por arte de magia los índices bajan. No olvidemos que su cercanía a Genaro García Luna y a los hoy extintos Ricardo Martínez Chávez y José Luis Santiago Vasconcelos.

 

¿Quién era Ricardo Martínez Chávez?

La totalidad de los siguientes párrafos fue tomada de una investigación realizada por ABC Noticias

“Ricardo Martínez Chávez fue nombrado jefe del área de investigación de secuestros por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), precisamente 1 día antes del presunto secuestro de Hugo Alberto. Era abogado y trabajador particular de Alejandro Iglesias Rebollo, dueño de los negocios Cadillac, Farenheit, Royal, Playboy y Astrodome, ubicados en la Ciudad de México, quien es investigado por delitos de trata de menores y mujeres” como dice una investigación de ABC Noticias”.

“El litigante encubría a Iglesias Rebollo en operativos, alertándolo de desalojar sus bares para evitar investigaciones, según reportes de prensa”, como igualmente dice la investigación de ABC noticias2.

“También, defendió a funcionarios involucrados con el fallido operativo de la discoteca New’s Divine de la capital del país donde, por una estampida, fallecieron 12 personas en junio del 2008 y litigó por 14 inculpados de trata de personas del bar Cadillac”, aparece en ABC Noticias.

“En su historial destaca la amenaza que realizó a un juez que dictó formal prisión a sus 14 acusados y la amenaza que realizó a las bailarinas del Cadillac, a quienes dijo que iba a boletinar para que no consiguieran trabajo en todo el país”, suma la investigación de ABC Noticias.

““Las mujeres no son víctimas, se prostituyen porque así lo quieren”, exclamó en su momento.

Por increíble que parezca, fue abogado de Isabel Miranda de Wallace”, dice textualmente ABC Noticias.

Ricardo Martínez Chávez fue asesinado el 4 de enero de 2017, en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Una ráfaga, de más de doscientos disparos, lo interceptó en un auto oficial junto con otros tres agentes ministeriales a las 10: 30 de la noche.

 

Alto al secuestro, la falsedad y violaciones a los derechos humanos

La organización “Alto al Secuestro” a través de Isabel Miranda Torres “La Wallace”, se maneja hasta la fecha con impunidad, pues ha sido cómplice, juez y parte, ha emitido declaraciones que obstaculizan y alteran la actuación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y evitó la salida anticipada de 74 internos que llevan más de 20 años presos en Atlacholoaya, Morelos.

Ha promovido a través de su organización amparos, impidiendo la aplicación de protocolos para determinar si las víctimas han sido torturadas.

Se ha involucrado en instancias que no son de su competencia y se maneja con tal desparpajo que hasta califica, sentencia y culpa sin evidencia a presuntos criminales.

La señora Isabel Miranda de Wallace se maneja de manera siniestra, pendenciera y tenebrosa, su personalidad es una mentira en si, como ejemplo se detalla lo siguiente:

  • Acta falsa de carta de no antecedentes penales con sellos alterados del gobierno del Distrito Federal
  • “Actas falsas donde se establece doble identidad con el acta de nacimiento como Hugo Alberto Miranda Torres ante el Servicio de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo la clave MITH691012T64, mientras que su registro como Hugo Alberto Wallace Miranda es WAMH6910123V8. Lo único real es la fecha de nacimiento”, como dice un texto de Los Ángeles Press.
  • Actas falsas una, con nombre de Isabel Torres y la otra como María Isabel Miranda Torres en una de ellas nació en 1949 y en la otra nació en 1951
  • Acta de defunción tramitada en 2013 (8 años después de la supuesta muerte de su hijo) cuya causa fue: “insuficiencia respiratoria aguda, asfixia mecánica por estrangulación, y asfixia por comprensión toracoabdominal”. La juez 18 del Registro Civil, Marsella Lizeth de la Torre Martínez, dio fe al acta. Tiempo después, Miranda tuvo que dar de baja esta acta por su carácter ilegal, al no existir un cadáver real ni un certificado de defunción. Cabe destacar que la Dra. Blanca Crespo Arellano fue quien emitió el acta y la juez 18 del Registro Civil, Marsella Lizeth de la Torre Martínez, dio fe al acta. Tiempo después, “La Wallace” tuvo que dar de baja esta acta por su carácter ilegal, al no existir un cadáver real ni un certificado de defunción.
  • María Isabel Miranda Torres declara muerto a su hijo en 3 ocasiones por diferentes tipos de muerte:
    • Por un balazo
    • Por Asfixia
    • Por cercenamiento con una sierra eléctrica.

Es difícil hasta la fecha poder determinar su verdadero nombre, por un lado, está María Isabel Miranda Torres y por otro Isabel Torres, pero, reconocida en el ámbito mediático como Isabel Miranda de Wallace, sobre todo con dos actas de nacimiento, cuya fecha de nacimiento es diferente, por un lado, establece que nació en el año de 1949 y por el otro en 1951.

EVIDENCIA

El departamento donde supuestamente se le quitó la vida a Hugo Alberto fue inspeccionado de manera meticulosa y no se encontró ni rastros ni evidencia alguna, el inmueble fue rentado por Isabel Miranda Torres “La Wallace”, seis meses después la PGR realiza otra inspección y de la “nada” hallan bajo la alfombra una licencia de Hugo Alberto. Se encuentra un

cabello y dentro de la coladera una minúscula mancha de sangre, en la cual peritos realizan una prueba de ADN y el resultado es:

  • Positivo para el parentesco que se determina por la unión entre Enrique del Socorro Wallace e Isabel Miranda Torres, pero correspondían a una persona del sexo femenino.
  • Al hacerles ver ese argumento científico, simplemente señalaron que fue un error de dedo.
  • La licencia hallada estaba vencida, ¿Cómo es posible que no se tuviera la licencia vigente? Si ésta había sido renovada el mismo mes de su vencimiento.
  • Según Isabel Miranda Torres “La Wallace”, su hijo fue secuestrado en el departamento de Juana Hilda Lomelí por un grupo dirigido por César Freyre. Todavía según esta versión, falleció en la madrugada del 12 de julio de 2015 de una golpiza; sus agresores descuartizaron el cuerpo en el baño con una sierra eléctrica –comprada horas antes en un Wal-Mart– y arrojaron sus restos al azar.
  • Sin embargo, la defensa sostiene que el baño colinda con el cubo de luz del edificio; nadie escuchó el motor de la sierra eléctrica que supuestamente fue utilizada a las 8 de la mañana. El 13 de julio, peritos de la SIEDO, ahora Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), ingresaron a la vivienda y no encontraron rasgos de sangre. Salieron del departamento, dejando la puerta abierta durante dos semanas.
  • Isabel Miranda Torres “La Wallace” mintió ante la justicia estadunidense, al aseverar que su hijo no tenía ningún antecedente penal.
  • A raíz de una petición emitida en 2008 por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Illinois, que analizaba la petición para la extradición de Quevedo, la Agencia Federal de Investigación mandó una copia de la causa penal 196/2001, en la que se señaló a Hugo “penalmente responsable en la comisión del delito de contrabando, condenándolo a tres meses de prisión”.
  • Existe una fotografía donde aparece Hugo Alberto vendado y muerto, sin embargo, un perito de la delegación Benito Juárez establece que el individuo que aparece no puede estar muerto pues se presenta rigidez en el cuello.

DETENIDOS

Hasta este momento hay tres personas confesas, con declaraciones televisadas y expuestas después de una incesante tortura cuyos testimonios no concuerdan.

Cesar Freyre tardó 4 años en confesar después de 20 torturas, con su madre Rosa María Morales y a su hermana Julieta Freyre en la cárcel por 1 año y medio por falsas acusaciones, una semana después Julieta muere por un derrame cerebral dejando a dos menores de edad. se le impuso una condena de 131 años y 20 mil 987 días de multa por secuestro, delincuencia organizada y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército.

Jacobo Tagle detenido el 4 de diciembre de 2010, lleva 8 años en prisión sin sentencia, torturado de manera brutal, víctima de violación, utilización inmisericorde de la pistola taser, “piquete” en las órbitas de los ojos entre varios métodos empleados.

llegaron los custodios y me sometieron. Me despojaron de la ropa y me dejaron por más de veinte días esposado de pies y manos al banco del escritorio. El frío en ese lugar era insoportable. Y en el mes de noviembre de 2012, los oficiales llegaron, como de costumbre, a golpearme, a darme toques y usando de nuevo el gas lacrimógeno. Me esposaron y, al final de todo, me introdujeron un tolete por el ano que me desgarró por dentro y, no sólo físicamente, también me desgarró el alma, mi dignidad y mi autoestima. De nuevo, me dijeron que era la despedida que me mandaba “mi madrina, la señora Wallace”. JTD

Es de señalar que a Jacobo Tagle se le practicó el protocolo de Estambul que se emplea para determinar si fue víctima de tortura, el resultado, positivo.

Juana Hilda, Arraigada desde el 13 de enero de 2006, fue torturada y abusada sexualmente por los agentes ministeriales Fermín Ubaldo Cruz y Braulio Robles Zúñiga, el 6 y 8 de febrero de 2006, para que se incriminara. Antes, su hermano había sido golpeado severamente y hospitalizado. Fue sentenciada a 78 años y nueve meses de prisión y cuatro mil 292 días de multa.

También dentro de esta simulación, quienes no se han declarado culpables pese a las torturas interpuestas se encuentran:

Brenda Quevedo torturada en dos ocasiones con violencia sexual por agentes ministeriales, entre ellos Braulio Robles Zúñiga y Osvaldo Jiménez Juárez, lleva más de 11 años en prisión sin sentencia.

Jael Malangón Uscanga detenido de manera arbitraria e ilegal 12 años en prisión sin sentencia, se le “sembró” evidencia para ser aprehendido y fue arraigado junto con su esposa por 90 días, posteriormente se le incriminó en otro secuestro para fundamentar que la supuesta banda tenía otras actividades ilícitas y de esta manera calificar el presunto secuestro de Alberto Miranda Wallace como un hecho de crimen organizado. Ha sido torturado en varias ocasiones y atacado bajo la consigna de que “No es personal, pero me pagan bien por hacerlo”.

Albert Castillo Cruz, Víctima de tortura, detenido arbitraria e ilegalmente el 7 de marzo de 2006 lleva 12 años preso con una sentencia a 93 años y seis meses de prisión y se le impuso una multa de siete mil 775 días, por secuestro y delincuencia organizada.

Fui flanqueado por sombras anómalas, fui devorado por las fauces de la apatía social, he sido azotado por los látigos de la corrupción y condenado a usanzas de la inquisición. Sin vivirlo, no sería capaz de vislumbrar la grandeza de mi creador, quien día a día me demuestra que mi ímpetu, la fortaleza que me mantiene impertérrito ante el dragón de siete cabezas es infinito; porque él soy yo, y yo soy él; no importan las calamidades que acompañen, la condena, aquí estoy, de pie, lleno hasta el fin de los tiempos, domino mi camino, dueño de mi destino, para decirles que soy un hombre inocente.”

Tony Castillo Cruz, Torturado detenido de manera arbitraria e ilegal se presentó voluntariamente ante la autoridad al saber que su hermano estaba detenido, deseaba aclarar que no participaron en el presunto secuestro, que la acusación era falsa y que solo eran conocidos de César Freyre Morales. Tony Castillo, fue sentenciado a 93 años y seis meses de prisión y se le impuso una multa de siete mil 775 días, por secuestro y delincuencia organizada.

Valdría la pena leer el comunicado de la Asociación Canadiense por el derecho y la Verdad (ACVD) En la que se hace un análisis de las declaraciones obtenidas bajo tortura,

http://www.m-x.com.mx/2016-07-12/en-el-caso-wallace-se-fabricaron-culpables-con-base-en-torturas-asegura-estudio-de-ong-canadiense/

 

¿Hugo Alberto está vivo?

Laura Domínguez (La mejor amiga) tuvo múltiples encuentros con Hugo Alberto en 2007 misma fecha de su declaración, Fue amenazada y no corroboró su información.

Hugo Alberto Miranda Torres ante el SAT de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público permanece vigente clave MITH691012T64, mientras que su registro como Wallace Miranda es WAMH6910123V8.

Ante la Dirección General del Registro Nacional de Población e Identificación Personal de la Secretaría de Gobernación. El CURP de Wallace Miranda, con fecha de inscripción del 13 de septiembre de 1999, lleva la clave WAMH691012HMCLRG01, y la entidad del registro dice México; mientras que el de Miranda Torres con fecha de inscripción en el 24 de febrero de 2010, cinco años después de su supuesta muerte, tiene la clave MITH691012HDFRRG05 y la inscripción fue en el Distrito Federal.

la tarjeta de crédito de Hugo Alberto fue utilizada 9 días después de su muerte para hacer una compra en Liverpool. Su madre NUNCA pidió el video de la tienda para saber quién había hecho la compra. Las tarjetas de Hugo NUNCA fueron canceladas.

UNA BURLA A LA SOCIEDAD

Mientras Genaro García Luna recibe la medalla al mérito por el presidente colombiano Juan Manuel Luna Santos, en reconocimiento a la lucha de Felipe Calderón contra el crimen organizado, Isabel Miranda Torres “La Wallace” recibe el Premio Nacional de Derechos Humanos 2010, de manos del entonces presidente de México Felipe Calderón Hinojosa resaltando su labor en el combate al secuestro y a las víctimas, como “prueba indiscutible del enorme poder que tiene la ciudadanía”.

Se le da voz en diferentes medios como, Radio Fórmula, Uno TV, Televisa, TV azteca, Aristegui noticias, Excelsior, El Universal, entre muchos otros, con la manipulación y una falsa bandera de víctima.

¿Qué gana Isabel Miranda con el falso secuestro de su hijo?

La ambición y la sed de poder es tal, que el encumbramiento y utilizar a su hijo por una causa personal es en beneplácito a su codicia a obtener beneficios económicos por su cercanía a esa asquerosidad del corrupto sistema de justicia que tenemos en nuestro país, beneficiaria de apoyos económicos y quizá también de las recompensas con aliados inmiscuidos en el coto de poder.

Tráfico de influencias, poder económico, político y social es lo que gana, en su momento contendió por parte del PAN a la jefatura de gobierno de la ciudad de México.

Diatribas a la opinión pública, amenazando e intentando callar a quienes luchan y evidencian las injusticias.

La autora del libro: El falso Caso Wallace, Guadalupe Lizárraga, ha sufrido dos intentos de secuestro, amenazas por parte de Isabel Miranda Torres.

Ámbar Treviño Pérez, Abogada defensora fue detenida, acusada de falsificación de documentos, responsabilidad profesional y delincuencia organizada con finalidad de cometer secuestro. Meses después fue exonerada.

Los acosos son constantes hacia Luis Miguel Ipiña Doña, Escritor vasco, autor de “cárcel de mujeres”, Enriqueta Cruz Gómez Madre de Brenda Quevedo, Giel Meza, Activista de derechos humanos, María Guadalupe Vicencio Sánchez, Activista que increpó a Isabel Miranda, Anabel Hernández, Periodista, José Reveles, Periodista, Patricia Barba Ávila, Periodista radiofónica, Entre muchos otros casos.

En un falso secuestro, donde no hay ni cuerpo, ni cadáver, ni arma, ni sierra, ni huellas dactilares, existen pruebas contundentes de tortura, de violaciones flagrantes a los derechos humanos, acusaciones falsas sin coherencia cronológica, contradicción en declaraciones es muy importante hacer justicia y liberar de inmediato a las víctimas de este ser abominable llamado Isabel Miranda Torres “La Wallace”.

Hasta el día de hoy, la periodista Guadalupe Lizárraga ha tenido acercamientos con el nuevo gobierno siendo recibida por la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, El Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas y el Procurador Alejandro Gertz Manero quien el 12 de diciembre de 2018, dio la instrucción de que se abriera el expediente para la investigación penal del caso Wallace “con las normativas más estrictas de la institución, sin dejar ninguna fisura”, tal como habían sido las indicaciones de la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y también se desearía como lo indicó en su momento, que Israel Vallarta debería tener el mismo trato que Florence Cassez.

En conclusión: Una mentalidad sociópata, daña el tejido social, pisotea y se le dan las facilidades para actuar de manera impune. Esta señora merece un castigo ejemplar y pagar por los daños generados, no es venganza lo que se pide, solo es justicia.

Agradezco las facilidades otorgadas por Guadalupe Lizárraga y el apoyo de losangelespress.org para la elaboración de este artículo con el fin de informar a la opinión pública.

Fuentes:

¹ https://laorquesta.mx/quien-es-nestora-salgado-columna-de-enrique-dominguez/

² https://laorquesta.mx/ayotzinapa-crimen-de-estado-columna-de-enrique-dominguez/

https://www.jornada.com.mx/2018/12/13/politica/017n1pol

https://www.abcnoticias.mx/tenia-negro-historial-mando-abatido-en-nuevo-laredo/71966

http://www.losangelespress.org/detenciones-y-torturas-directas-de-isabel-miranda-para-sostener-caso-wallace/

http://www.losangelespress.org/presos-con-mas-de-20-anos-en-prision-denuncian-consigna-en-morelos/

http://www.losangelespress.org/doble-identidad-de-hugo-alberto-wallace-miranda-activa-en-hacienda/

http://brendalibre.blogspot.com/p/hugo-alberto-wallace_19.html

http://www.losangelespress.org/pgr-abre-expediente-para-investigacion-penal-por-falso-caso-wallace/

 

#4 Tiempos

Pena de muerte | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

Imagine que un día, mientras se baña, descubre en alguna parte de su cuerpo –por ejemplo, en la planta del pie izquierdo, aunque bien podría ser en cualquier otro lugar- unos números tatuados que nunca antes había visto. ¿Cómo es que aparecieron allí? Hace usted memoria: ¿quién pudo haberle jugado una broma tan pesada? Y, sobre todo, ¿cuándo y a qué hora, que usted no se dio cuenta?

Como quiera que sea, trata de averiguar el significado de aquella cifra misteriosa. Lee una vez y luego otra vez: 290614. Doscientos noventa mil seiscientos catorce. ¿Y qué quiere decir? Piensa usted en las cantidades de dinero que debe e, incluso, en el saldo de su cuenta bancaria. ¡No, imposible! Por más que ha tratado de ahorrar, nunca le ha sido posible reunir una suma semejante. ¡Ojalá tuviera esa cantidad! Pero no: sospecha que, por lo menos aquí, no se trata de dinero. ¿Y si hubiera que leer la cifra de otro modo, es decir, no de corrido sino por partes? 29-06-14. Así la cosa está más clara. Parece una fecha. ¿Veintinueve de junio del año dos mil catorce? Ahora imagine que, de pronto, lo invaden ciertas sospechas. ¿Y si esa fecha fuera la de su futura muerte?

Sí, eso es: usted ha desentrañado un misterio: esos números que nadie pudo haber tatuado -por la sencilla razón de que, si alguien lo hubiese hecho, usted se habría dado cuenta- son una revelación, algo así como un mensaje. Usted se morirá, pues, el veintinueve de junio del año dos mil catorce. Y cuando ha caído en la cuenta del significado de los números misteriosos, éstos desaparecen y no vuelven a dejarse ver nunca más. Fueron como un relámpago en la noche, sí, y, sin embargo, usted ya sabe…

¿Cómo sería la vida de los hombres si Dios, valiéndose de estos avisos o de otros, nos hiciera conocer el día de nuestra muerte? ¡Que sencillamente no podríamos vivir! Cada mañana nos despertaríamos con la boca pastosa pensando que la fecha fatídica está hoy más cerca que nunca. ¿Cómo vivir en semejantes condiciones?, ¿cómo no pegarnos entonces un tiro en la cabeza? Pero no. Dios, aunque conoce el día y la hora de cada uno, se la calla. Al crearnos, no nos puso en ningún ángulo del cuerpo nuestra fecha de caducidad. ¿Para qué conocerla? ¿Para vivir aterrorizados? Sin embargo, lo que ni Dios se ha atrevido a hacer, los humanos sí que lo hacemos, y hasta con una naturalidad que habría que llamar mejor ensañamiento. Nosotros sí, para castigar a los culpables, los condenamos a muerte y hasta les decimos, armados con el código penal, el día en que deberán ser ejecutados. ¿No es esto salvaje e inhumano? Imaginemos, en efecto, la vida de un hombre que deberá morir el 29 de junio del año 2014… ¿Cómo transcurrirían las horas de este hombre?

Bien, Víctor Hugo (1802-1885), el gran escritor francés, trató de imaginarlo escribiendo una novela publicada en 1829 que llevaba por título El último día de un condenado a muerte. En ella aparece un hombre acusado de asesinato al que la ley está a punto de dar el último golpe. ¿En qué piensa este hombre al saber que sus días están contados? ¿Qué ideas concibe mientras la fecha se aproxima y los minutos vuelan?

Para enterarnos es preciso leer la novela. Yo, por mi parte, sólo quiero detenerme allí donde el prisionero, en su celda, se pone a observar las paredes con curiosidad. ¡Va a morir, él va a morir! ¡Y cuantos ocuparon esta misma celda antes que él están ya muertos, y bien muertos, desde hace tiempo! Sin embargo, antes de irse de este mundo escribieron algo en las paredes que era como su último adiós. Se puso a leer…

«¿Qué hacer con la noche cuando aún no despunta el día? Se me ocurrió una idea. Me levanté y paseé mi lámpara por las cuatro paredes de la celda. Están llenas de frases, de dibujos, de extrañas figuras, de nombres que se mezclan y se tapan unos a otros. Parece como si, aquí al menos, cada condenado hubiera querido dejar su huella. Con lápiz, con tizón, con carbón, letras negras, blancas, grises, con frecuencia profundas hendiduras en la piedra, por doquier caracteres oxidados, como si estuvieran escritos con sangre… A la altura de mi cabeza hay dos corazones inflamados, atravesados por una flecha y, por encima, la leyenda: Amor para toda la vida. El desgraciado no se comprometió por mucho tiempo. Al lado, una especie de tricornio con una figurita groseramente dibujada por debajo y estas palabras: ¡Viva el emperador!. Y luego otros dos corazones inflamados con esta inscripción: Amo y adoro a Mathieu Danvin. Jacques. En la pared de enfrente se lee este nombre: Papavoine. La p mayúscula está bordada con arabescos y adornada con esmero»…

La celda que describe Víctor Hugo es la celda de los condenados, sí, y, sin embargo, antes de tomar el camino del cadalso unos hombres dibujaron corazones y escribieron unas cuantas palabras de amor. Amo y adoro a Mathieu Danvin. ¿Quién era este Jacques que, a escasas horas de morir, resumía así las andanzas y quehaceres de toda una vida? Antes de irse de este mundo, Jacques había escrito las palabras decisivas; palabras que nunca leería Mathieu Danvin, pero que él se sentía en el deber de dejar grabadas para siempre. ¡A punto de ser llevado a la guillotina, Jacques declaraba su amor en la distancia a Mathieu Danvin! Por ahora no quiero leer más. Y cierro la novela de Hugo pensando en esto: que acaso lo único que hemos venido a hacer a este mundo es decir unas cuantas palabras de amor, unas pocas, para luego irnos un poco así como los barcos se pierden en la lejanía del mar durante la noche. ¿Que no somos correspondidos? Eso no importa. ¿Que no dio nunca nadie importancia a nuestro afecto? Eso importa menos aún. Nosotros hemos amado, lo hemos dicho y con eso nos basta.

Cuando hemos pronunciado las palabras esenciales, cuando hemos escrito nuestra declaración de amor en una de las paredes de la vasta prisión que es este mundo, ya nada nos falta. ¡Hemos dicho ya lo único que importa decir! Que venga entonces el carcelero: nosotros tendemos las manos hacia él y lo acompañamos a donde quiera llevarnos…

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#4 Tiempos

El secuestro de 7 vidas al barranco | Crónica de Jorge Saldaña

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CRÓNICA

Por: Jorge Saldaña

Todos perdieron. En San Luis, a veces la justicia no llega por la puerta grande de los tribunales, sino por la rendija torcida del rencor. Cuatro adolescentes, todavía con el olor a niñez pegado en la piel, decidieron convertirse en verdugos de otro recién salido de la adolescencia. Lo subieron a un Mazda gris como si se tratara de un ritual iniciático: una venganza disfrazada de justicia.

El nombre del capturado era Fidel. Lo golpeaban dentro del auto, le gritaban lo que creían que era verdad: que había embarazado a una amiga, que la golpeaba, que la humillaba y que dejó junto a su hijo a la deriva. Ellos, convencidos de ser vengadores, eran apenas muchachos con un arma de balines que parecía real. Creían portar justicia, pero cargaban sólo una farsa de poder.

En la huida desesperada, Fidel se arrojó del vehículo. No era valentía ni cobardía: era instinto de supervivencia. Saltó, y el destino lo arrojó todavía más abajo, al barranco. El golpe contra las rocas fue la sentencia que ninguno de los adolescentes imaginó, pero todos firmaron con ese acto.

El saldo es un inventario de pérdidas: Fidel perdió la vida en la caída. Los cuatro jóvenes perdieron la libertad, y con ella, cualquier atisbo de futuro. La muchacha, centro invisible de la tragedia, perdió al padre de su hijo y a los amigos que quiso como vengadores. Se quedó sola, con un bebé en brazos y la sombra de un muerto sobre la cuna.

El niño crecerá huérfano de padre, y su madre, huérfana de red. No hay vencedores: sólo cenizas.

La historia parece sacada de una novela de Arriaga: adolescentes que creen en la épica de la violencia, que juegan a dioses con armas falsas, que hacen justicia con las uñas sucias del odio

. El final es tan brutal como inevitable: cuando la violencia se hereda, los hijos juegan con ella.

El barrio El Aguaje se quedó con una postal difícil de olvidar: sirenas iluminando la noche, un cuerpo roto en el fondo del barranco, y cuatro chamacos esposados, con la mirada aturdida de quien no alcanza a comprender que la adolescencia terminó en un segundo.

Nadie hablará de ellos en la sobremesa. Nadie los pondrá en canciones. Pero ahí está la historia, un espejo áspero que refleja a al del país entero: un lugar donde la justicia se busca a golpes, donde la violencia se hereda como apellido, y donde hasta los niños cargan con la fatalidad de ser verdugos o víctimas.

En esta tragedia, no hubo malos ni buenos: sólo cinco adolescentes devorados por un mismo monstruo, el de la violencia que crece como plaga en los rincones donde el Estado no llega, pero sí llega Netflix y todas las plataformas con series donde se exalta la violencia como único camino, y la justicia por propia mano como un acto de valentía en una selva que no tiene otra ley que el ojo por ojo y diente por diente.

La pregunta queda flotando como un eco incómodo: ¿A quién le importa?
Simplemente es una corriente y cruda historia más, en la que nadie gana.
Un reflejo del barranco en el que todos estamos al borde.

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#4 Tiempos

El sueño que parecía imposible | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Durante décadas, el fútbol mexicano ha vivido con una deuda pendiente, la de encontrar a ese jugador distinto, capaz de cambiar un partido con una sola jugada, de desatar emociones colectivas y de encender la esperanza de millones. Y de pronto, en medio de la rutina de un campeonato que pocas veces sorprende, aparece un adolescente llamado Gilberto Mora para recordarnos que el sueño sí puede ser real.

Con apenas dieciséis años ya hizo historia. Debutó en la Primera División con Xolos y no fue un relleno, no fue una anécdota, se convirtió en protagonista, dio una asistencia, marcó un gol y rompió el récord de precocidad. Desde entonces, cada vez que pisa la cancha transmite esa sensación de que algo diferente va a ocurrir. Es el tipo de jugador por el que uno prende la televisión o se sienta en la tribuna con la ilusión de ver magia.

Lo extraordinario de Mora no es solo su juventud ni sus estadísticas. Es la manera en que juega con naturalidad, como si la presión no existiera, como si la cancha le perteneciera. Ve espacios que los demás ignoran, inventa caminos en lugares cerrados, toma decisiones que parecen dictadas por un instinto superior. Y lo más impresionante es que ya lo hace con la Selección Mexicana, donde su talento no se disfraza entre adultos, sino que se multiplica. En la Copa Oro lo vimos asistir, competir, atreverse, y ganar un título con una madurez que contrasta con su edad.

El horizonte para Mora es tan prometedor como inédito. Si el proceso se maneja bien, no solo podría disputar el Mundial Sub-17 —ese que corresponde a su categoría natural y donde sería la estr ella indiscutida—, sino que incluso está en condiciones de aspirar al Mundial Mayor

, en un salto que pocos futbolistas en el planeta pueden presumir. Imaginarlo jugando ambos torneos, en paralelo, sería confirmar que estamos frente a un fenómeno.

México ha tenido buenos futbolistas, jugadores de época, líderes de vestidor o símbolos nacionales. Pero pocas veces hemos sentido tan cerca la posibilidad de tener a alguien con el aura de un Messi o un Maradona: un joven que no solo juega, sino que transmite la sensación de que su historia puede transformar la del fútbol mexicano. Por eso cada partido suyo parece más grande que el marcador. Porque lo que está en juego es la ilusión de un país entero que lleva generaciones esperando a “ese” futbolista que cambie todo.

Claro, el riesgo existe. La presión mediática, los clubes europeos que pronto tocarán la puerta, la exigencia desmedida de una afición que no suele tener paciencia. Pero si Mora encuentra el entorno adecuado, si logra madurar sin perder la magia, entonces podemos estar al inicio de la historia que tanto tiempo se nos negó.

Gilberto Mora es hoy más que un jugador: es la encarnación de un sueño que parecía imposible. Si mantiene el rumbo, no estaremos hablando solo del más joven en debutar, anotar o asistir. Estaremos hablando del crack que México llevaba décadas esperando, capaz de unir en un mismo calendario el Mundial Sub y el Mundial Mayor, para después escribir la página que nos acerque, por fin, a la eternidad futbolística.

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