#4 Tiempos
La bajeza moral de la Señora Wallace al amparo de un corrupto sistema judicial | Columna de Enrique Domínguez
Cuentas claras
Sin duda uno de los graves problemas que vivimos en nuestro país, está enmarcado por la inseguridad, la violencia y la corrupción, estas, permanecen ligadas y generan un sistema de justicia putrefacto que suele ser injusto en muchos casos, sobretodo, incriminando a inocentes.
En gestiones del sistema de justicia la simulación se manifiesta como una constante, donde las vejaciones, torturas físicas, psicológicas, métodos viles para obligar confesiones, la prisión de familiares, el incumplimiento de tratados internacionales como los derechos humanos y el caso omiso a los llamados de la comunidad internacional.
Estamos en un país donde los golpes, las violaciones sexuales, infringir dolor, no dejar marcas como golpes en genitales, métodos de asfixia, inhalación de gases, privación del sueño, confinamiento y aislamiento, celdas frías y pistolas eléctricas suelen ser una constante.
Resulta indignante escuchar y leer relatos de las víctimas que describen horrores para confesar crímenes que no cometieron, personas que son dañadas viviendo angustia todo el tiempo, el futuro es algo imposible de dilucidar, la esperanza no existe, señalamientos y evidencias falsas, se fabrican culpables y se da voz a personas que carecen de autoridad moral para hacer declaraciones completamente falaces, sesgadas y sin un afán de investigar lo que señalan por parte de quien difunde la noticia.
Es difícil para nosotros imaginar y, aun así, tener una visión sensible y empática de la situación, no es posible inmiscuirse de tal manera que uno pueda entender, aunque sea en mínima parte ese sufrimiento.
Los medios se encargan de enarbolar esa ira, pues en su mayoría, solo se dan a la tarea de dar voz a quien aparenta poseer dignidad y un poder emanado de actores corruptos; satanizando y crucificando sin una mínima gota de sensibilidad para ir más allá de declaraciones irresponsables y desvergonzadas. Desvirtuar y generar sensacionalismo vende, anteponen lo económico y se olvidan del sufrimiento de los desamparados y vulnerables.
Otorgar la voz también conlleva una responsabilidad y es evidente que se desecha todo aquello que no vaya con una línea que intenta sanar la sed de justicia que profesa el pueblo mexicano. Sin importar llevarse entre las patas a las víctimas articulando y fabricando culpables.
Más grave aún resulta dar voz a quien se corona como artífice de la justicia y tener la perversidad de utilizar a su hijo, para dar rienda suelta a lo más bajo y ruin en complicidad con el sistema de justicia mexicano.
El 11 de julio de 2005 Hugo Alberto Wallace Miranda estuvo en su casa, recibió una llamada de su madre, luego otra que le alteró visiblemente, subió a su recámara y media hora después, sale de su departamento, al día siguiente se le buscó sin resultados, el día 13 de Julio se ponía la primera denuncia y lo que sigue es uno de los eventos más terribles para la vida de muchas personas.
En la fabricación de culpables están involucrados funcionarios de alto nivel, se inculpa a inocentes y se juega con la sensibilidad de la audiencia a través de medios que se prestan a este juego.
Con un historial donde la trampa se manifiesta de manera continua, con reto a la autoridad, pasar por encima de la ley y haber permanecido en la cárcel por homicidio en grado de tentativa, la Sra. María Isabel Miranda de Wallace se erige como una víctima ante la opinión pública y un personaje abominable para corromper el sistema de justicia, en complicidad con personajes tristemente célebres como: Genaro García Luna (Ex Secretario de Seguridad Pública, Ex titular de la AFI, entre otros), Iñaki Blanco Cabrera (Ex procurador general de Justicia de Guerrero en el periodo del caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa), Luis Cárdenas Palomino (ex colaborador de la Secretaría de Seguridad Pública federal de México), Humberto Castillejos Cervantes (Ex asesor en la Procuraduría General de la República y muy cercano a Enrique Peña Nieto)
La fabricación de culpables, el montaje y la actuación de escenas policiacas forman parte de la simulación como característica innata de los gobiernos en los que participaron dichos personajes.
En el supuesto secuestro de Hugo Alberto Miranda Torres, también se interrelaciona el ataque a la Ex Líder comunitaria de Guerrero: Nestora Salgado¹ a quien le fueron fabricados casos de secuestro, detenciones arbitrarias e ilegales al igual que los casos de Florence Marie Louise Cassez Crepin, las 3 indígenas hñahñü: Teresa, Alberta y Jacinta, además de la desaparición forzada de 43 estudiantes en Ayotzinapa².
Si bien, en aquel entonces, las luminarias de los medios se encendieron para dar una amplia luz a la difusión del supuesto secuestro de Hugo Alberto Wallace, Hijo de Isabel Miranda de Wallace, que, por cierto, hasta la fecha no ha podido ser comprobado.
Un gran movimiento se gestó, declaraciones falsas por parte de María Isabel Miranda Torres (Isabel Miranda de Wallace y/o Isabel Torres) en colaboración de autoridades y manipulación de los hechos, se fueron conformando expedientes con diferentes testimoniales que abarcaban hechos inverosímiles que se generan a partir de una fotografía sustraída del departamento que en aquel entonces rentaba Juana Hilda González Lomelí en la calle de Perugino número 6 interior 4 en la colonia Extremadura Insurgentes en la ciudad de México; dicha fotografía fue utilizada para incriminar a quienes aparecían en ella, no solo eso, también a familiares cercanos como una medida para obligar confesiones mediante tortura, tal es el caso de César Freyre Morales, su hermana Julieta Freyre Morales, su Madre Rosa María Morales, Jacobo Tagle Dobín, Brenda Quevedo Cruz, Su madre, Enriqueta Cruz Gómez, los hermanos Albert y Tony Castillo Cruz, Jael Malangón Uscanga y su esposa Paola Patricia Díaz Romero.
Sin tener pruebas, de inmediato Isabel Miranda Torres “la Wallace”, pronto se dio a la tarea de emplear espectaculares (Negocio al que se dedicaba a través de su empresa Showcase Publicidad), colocando fotografías de los presuntos secuestradores. En primer lugar, aparece César Freyre Morales, inicia su campaña de odio, con entrevistas pagadas, cabe mencionar que ninguna organización defensora de derechos humanos se manifestó, a pesar de que se violaba la presunción de inocencia. Se ofrecían recompensas de 250,000 pesos, pronto aparecería el rostro de Jacobo Tagle Dobín, Albert Castillo Cruz y Brenda Quevedo Cruz.
No se debe dejar de soslayar que la empresa Showcase Publicidad opera con amparos, cuyas estructuras espectaculares están sobredimensionadas, en azoteas, adosadas e invasión en la vía pública.
En sus declaraciones Isabel Miranda Torres “La Wallace” empezó a emplear apodos, para fortalecer la idea de que se trataba de un grupo delictivo. Esta idea nace de establecer entre los miembros de una organización, vínculos que atenúan un historial mediante el uso de apodos, una manera de retratar una característica especial por alguna habilidad dando a entender a la opinión pública de que se trata de una organización con gran historial de delitos.
Poco tiempo después del supuesto secuestro de Hugo Alberto, la simulación de “eficiencia policial” encabezada en aquel entonces por Genaro García Luna intenta ganar adeptos, pero pronto habría de caerse el teatro.
LUCES Y REFLECTORES A LA CAPTURA DE ISRAEL VALLARTA Y FLORENCE CASSEZ*
La totalidad de los siguientes párrafos fue tomada de una investigación realizada por Aristegui Noticias
“El 9 de diciembre de 2005: Un equipo de la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI) ingresa al rancho Las Chinitas, en la carretera México-Cuernavaca, para detener a una banda de secuestradores llamada Los Zodiaco (de la cual Florence Cassez supuestamente fue miembro) y liberar a tres de sus víctimas. El operativo es transmitido por televisión abierta”, como consta en Aristegui Noticias.
“10 de febrero de 2006: El entonces director de la AFI, Genaro García Luna, reconoce en el programa Punto de Partida que la detención de los presuntos plagiarios fue una recreación y que Cassez y su novio, Israel Vallarta, habían sido detenidos desde un día antes del montaje televisivo.
Días después de transmitirse el programa, dos de las presuntas víctimas, Cristina Ríos y su hijo Cristian, ampliaron su declaración y aseguraron reconocer la voz de Cassez”, dice también Aristegui Noticias.
“25 de abril de 2008: Cassez es sentenciada a 96 años de prisión por el secuestro de cuatro personas, asociación delictuosa y posesión de arma de fuego”, agrega Aristegui Noticias”.
Tiempo después el 4 de junio de 2008 el secuestro de Fernando Martí Haik cobra relevancia y de inmediato dos bandas son acusadas de manera simultánea por parte del gobierno Local y Federal, estableciendo una simulación, si bien, es evidente que el joven Martí fue asesinado, aun hay duda si realmente los secuestradores detenidos son realmente responsables.
Desde la sociedad civil y su organización “Alto al secuestro” Isabel Miranda Torres “La Wallace” se pronunció En el caso Ayotzinapa, Las indígenas Hñahñü, Teresa, Alberta y Jacinta (Quienes habían supuestamente secuestrado a agentes de la Agencia Federal de Investigaciones AFI), El secuestro y asesinato del joven Fernando Martí, entre muchos otros.
“Alto al secuestro” organización civil creada por Isabel Miranda Torres “La Wallace” gana con la existencia de secuestros, estableciendo una especie de extorsión a gobiernos estatales, utilizando una herramienta que genera indicadores para medir la incidencia de secuestros, visita a los gobernadores y 2 o 3 meses después, por arte de magia los índices bajan. No olvidemos que su cercanía a Genaro García Luna y a los hoy extintos Ricardo Martínez Chávez y José Luis Santiago Vasconcelos.
¿Quién era Ricardo Martínez Chávez?
La totalidad de los siguientes párrafos fue tomada de una investigación realizada por ABC Noticias
“Ricardo Martínez Chávez fue nombrado jefe del área de investigación de secuestros por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), precisamente 1 día antes del presunto secuestro de Hugo Alberto. Era abogado y trabajador particular de Alejandro Iglesias Rebollo, dueño de los negocios Cadillac, Farenheit, Royal, Playboy y Astrodome, ubicados en la Ciudad de México, quien es investigado por delitos de trata de menores y mujeres” como dice una investigación de ABC Noticias”.
“El litigante encubría a Iglesias Rebollo en operativos, alertándolo de desalojar sus bares para evitar investigaciones, según reportes de prensa”, como igualmente dice la investigación de ABC noticias2.
“También, defendió a funcionarios involucrados con el fallido operativo de la discoteca New’s Divine de la capital del país donde, por una estampida, fallecieron 12 personas en junio del 2008 y litigó por 14 inculpados de trata de personas del bar Cadillac”, aparece en ABC Noticias.
“En su historial destaca la amenaza que realizó a un juez que dictó formal prisión a sus 14 acusados y la amenaza que realizó a las bailarinas del Cadillac, a quienes dijo que iba a boletinar para que no consiguieran trabajo en todo el país”, suma la investigación de ABC Noticias.
““Las mujeres no son víctimas, se prostituyen porque así lo quieren”, exclamó en su momento.
Por increíble que parezca, fue abogado de Isabel Miranda de Wallace”, dice textualmente ABC Noticias.
Ricardo Martínez Chávez fue asesinado el 4 de enero de 2017, en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Una ráfaga, de más de doscientos disparos, lo interceptó en un auto oficial junto con otros tres agentes ministeriales a las 10: 30 de la noche.
Alto al secuestro, la falsedad y violaciones a los derechos humanos
La organización “Alto al Secuestro” a través de Isabel Miranda Torres “La Wallace”, se maneja hasta la fecha con impunidad, pues ha sido cómplice, juez y parte, ha emitido declaraciones que obstaculizan y alteran la actuación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y evitó la salida anticipada de 74 internos que llevan más de 20 años presos en Atlacholoaya, Morelos.
Ha promovido a través de su organización amparos, impidiendo la aplicación de protocolos para determinar si las víctimas han sido torturadas.
Se ha involucrado en instancias que no son de su competencia y se maneja con tal desparpajo que hasta califica, sentencia y culpa sin evidencia a presuntos criminales.
La señora Isabel Miranda de Wallace se maneja de manera siniestra, pendenciera y tenebrosa, su personalidad es una mentira en si, como ejemplo se detalla lo siguiente:
- Acta falsa de carta de no antecedentes penales con sellos alterados del gobierno del Distrito Federal
- “Actas falsas donde se establece doble identidad con el acta de nacimiento como Hugo Alberto Miranda Torres ante el Servicio de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, bajo la clave MITH691012T64, mientras que su registro como Hugo Alberto Wallace Miranda es WAMH6910123V8. Lo único real es la fecha de nacimiento”, como dice un texto de Los Ángeles Press.
- Actas falsas una, con nombre de Isabel Torres y la otra como María Isabel Miranda Torres en una de ellas nació en 1949 y en la otra nació en 1951
- Acta de defunción tramitada en 2013 (8 años después de la supuesta muerte de su hijo) cuya causa fue: “insuficiencia respiratoria aguda, asfixia mecánica por estrangulación, y asfixia por comprensión toracoabdominal”. La juez 18 del Registro Civil, Marsella Lizeth de la Torre Martínez, dio fe al acta. Tiempo después, Miranda tuvo que dar de baja esta acta por su carácter ilegal, al no existir un cadáver real ni un certificado de defunción. Cabe destacar que la Dra. Blanca Crespo Arellano fue quien emitió el acta y la juez 18 del Registro Civil, Marsella Lizeth de la Torre Martínez, dio fe al acta. Tiempo después, “La Wallace” tuvo que dar de baja esta acta por su carácter ilegal, al no existir un cadáver real ni un certificado de defunción.
- María Isabel Miranda Torres declara muerto a su hijo en 3 ocasiones por diferentes tipos de muerte:
- Por un balazo
- Por Asfixia
- Por cercenamiento con una sierra eléctrica.
Es difícil hasta la fecha poder determinar su verdadero nombre, por un lado, está María Isabel Miranda Torres y por otro Isabel Torres, pero, reconocida en el ámbito mediático como Isabel Miranda de Wallace, sobre todo con dos actas de nacimiento, cuya fecha de nacimiento es diferente, por un lado, establece que nació en el año de 1949 y por el otro en 1951.
El departamento donde supuestamente se le quitó la vida a Hugo Alberto fue inspeccionado de manera meticulosa y no se encontró ni rastros ni evidencia alguna, el inmueble fue rentado por Isabel Miranda Torres “La Wallace”, seis meses después la PGR realiza otra inspección y de la “nada” hallan bajo la alfombra una licencia de Hugo Alberto. Se encuentra un cabello y dentro de la coladera una minúscula mancha de sangre, en la cual peritos realizan una prueba de ADN y el resultado es:
- Positivo para el parentesco que se determina por la unión entre Enrique del Socorro Wallace e Isabel Miranda Torres, pero correspondían a una persona del sexo femenino.
- Al hacerles ver ese argumento científico, simplemente señalaron que fue un error de dedo.
- La licencia hallada estaba vencida, ¿Cómo es posible que no se tuviera la licencia vigente? Si ésta había sido renovada el mismo mes de su vencimiento.
- Según Isabel Miranda Torres “La Wallace”, su hijo fue secuestrado en el departamento de Juana Hilda Lomelí por un grupo dirigido por César Freyre. Todavía según esta versión, falleció en la madrugada del 12 de julio de 2015 de una golpiza; sus agresores descuartizaron el cuerpo en el baño con una sierra eléctrica –comprada horas antes en un Wal-Mart– y arrojaron sus restos al azar.
- Sin embargo, la defensa sostiene que el baño colinda con el cubo de luz del edificio; nadie escuchó el motor de la sierra eléctrica que supuestamente fue utilizada a las 8 de la mañana. El 13 de julio, peritos de la SIEDO, ahora Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), ingresaron a la vivienda y no encontraron rasgos de sangre. Salieron del departamento, dejando la puerta abierta durante dos semanas.
- Isabel Miranda Torres “La Wallace” mintió ante la justicia estadunidense, al aseverar que su hijo no tenía ningún antecedente penal.
- A raíz de una petición emitida en 2008 por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Illinois, que analizaba la petición para la extradición de Quevedo, la Agencia Federal de Investigación mandó una copia de la causa penal 196/2001, en la que se señaló a Hugo “penalmente responsable en la comisión del delito de contrabando, condenándolo a tres meses de prisión”.
- Existe una fotografía donde aparece Hugo Alberto vendado y muerto, sin embargo, un perito de la delegación Benito Juárez establece que el individuo que aparece no puede estar muerto pues se presenta rigidez en el cuello.
DETENIDOS
Hasta este momento hay tres personas confesas, con declaraciones televisadas y expuestas después de una incesante tortura cuyos testimonios no concuerdan.
Cesar Freyre tardó 4 años en confesar después de 20 torturas, con su madre Rosa María Morales y a su hermana Julieta Freyre en la cárcel por 1 año y medio por falsas acusaciones, una semana después Julieta muere por un derrame cerebral dejando a dos menores de edad. se le impuso una condena de 131 años y 20 mil 987 días de multa por secuestro, delincuencia organizada y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército.
Jacobo Tagle detenido el 4 de diciembre de 2010, lleva 8 años en prisión sin sentencia, torturado de manera brutal, víctima de violación, utilización inmisericorde de la pistola taser, “piquete” en las órbitas de los ojos entre varios métodos empleados.
llegaron los custodios y me sometieron. Me despojaron de la ropa y me dejaron por más de veinte días esposado de pies y manos al banco del escritorio. El frío en ese lugar era insoportable. Y en el mes de noviembre de 2012, los oficiales llegaron, como de costumbre, a golpearme, a darme toques y usando de nuevo el gas lacrimógeno. Me esposaron y, al final de todo, me introdujeron un tolete por el ano que me desgarró por dentro y, no sólo físicamente, también me desgarró el alma, mi dignidad y mi autoestima. De nuevo, me dijeron que era la despedida que me mandaba “mi madrina, la señora Wallace”. JTD
Es de señalar que a Jacobo Tagle se le practicó el protocolo de Estambul que se emplea para determinar si fue víctima de tortura, el resultado, positivo.
Juana Hilda, Arraigada desde el 13 de enero de 2006, fue torturada y abusada sexualmente por los agentes ministeriales Fermín Ubaldo Cruz y Braulio Robles Zúñiga, el 6 y 8 de febrero de 2006, para que se incriminara. Antes, su hermano había sido golpeado severamente y hospitalizado. Fue sentenciada a 78 años y nueve meses de prisión y cuatro mil 292 días de multa.
También dentro de esta simulación, quienes no se han declarado culpables pese a las torturas interpuestas se encuentran:
Brenda Quevedo torturada en dos ocasiones con violencia sexual por agentes ministeriales, entre ellos Braulio Robles Zúñiga y Osvaldo Jiménez Juárez, lleva más de 11 años en prisión sin sentencia.
Jael Malangón Uscanga detenido de manera arbitraria e ilegal 12 años en prisión sin sentencia, se le “sembró” evidencia para ser aprehendido y fue arraigado junto con su esposa por 90 días, posteriormente se le incriminó en otro secuestro para fundamentar que la supuesta banda tenía otras actividades ilícitas y de esta manera calificar el presunto secuestro de Alberto Miranda Wallace como un hecho de crimen organizado. Ha sido torturado en varias ocasiones y atacado bajo la consigna de que “No es personal, pero me pagan bien por hacerlo”.
Albert Castillo Cruz, Víctima de tortura, detenido arbitraria e ilegalmente el 7 de marzo de 2006 lleva 12 años preso con una sentencia a 93 años y seis meses de prisión y se le impuso una multa de siete mil 775 días, por secuestro y delincuencia organizada.
Fui flanqueado por sombras anómalas, fui devorado por las fauces de la apatía social, he sido azotado por los látigos de la corrupción y condenado a usanzas de la inquisición. Sin vivirlo, no sería capaz de vislumbrar la grandeza de mi creador, quien día a día me demuestra que mi ímpetu, la fortaleza que me mantiene impertérrito ante el dragón de siete cabezas es infinito; porque él soy yo, y yo soy él; no importan las calamidades que acompañen, la condena, aquí estoy, de pie, lleno hasta el fin de los tiempos, domino mi camino, dueño de mi destino, para decirles que soy un hombre inocente.”
Tony Castillo Cruz, Torturado detenido de manera arbitraria e ilegal se presentó voluntariamente ante la autoridad al saber que su hermano estaba detenido, deseaba aclarar que no participaron en el presunto secuestro, que la acusación era falsa y que solo eran conocidos de César Freyre Morales. Tony Castillo, fue sentenciado a 93 años y seis meses de prisión y se le impuso una multa de siete mil 775 días, por secuestro y delincuencia organizada.
Valdría la pena leer el comunicado de la Asociación Canadiense por el derecho y la Verdad (ACVD) En la que se hace un análisis de las declaraciones obtenidas bajo tortura,
¿Hugo Alberto está vivo?
Laura Domínguez (La mejor amiga) tuvo múltiples encuentros con Hugo Alberto en 2007 misma fecha de su declaración, Fue amenazada y no corroboró su información.
Hugo Alberto Miranda Torres ante el SAT de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público permanece vigente clave MITH691012T64, mientras que su registro como Wallace Miranda es WAMH6910123V8.
Ante la Dirección General del Registro Nacional de Población e Identificación Personal de la Secretaría de Gobernación. El CURP de Wallace Miranda, con fecha de inscripción del 13 de septiembre de 1999, lleva la clave WAMH691012HMCLRG01, y la entidad del registro dice México; mientras que el de Miranda Torres con fecha de inscripción en el 24 de febrero de 2010, cinco años después de su supuesta muerte, tiene la clave MITH691012HDFRRG05 y la inscripción fue en el Distrito Federal.
la tarjeta de crédito de Hugo Alberto fue utilizada 9 días después de su muerte para hacer una compra en Liverpool. Su madre NUNCA pidió el video de la tienda para saber quién había hecho la compra. Las tarjetas de Hugo NUNCA fueron canceladas.
UNA BURLA A LA SOCIEDAD
Mientras Genaro García Luna recibe la medalla al mérito por el presidente colombiano Juan Manuel Luna Santos, en reconocimiento a la lucha de Felipe Calderón contra el crimen organizado, Isabel Miranda Torres “La Wallace” recibe el Premio Nacional de Derechos Humanos 2010, de manos del entonces presidente de México Felipe Calderón Hinojosa resaltando su labor en el combate al secuestro y a las víctimas, como “prueba indiscutible del enorme poder que tiene la ciudadanía”.
Se le da voz en diferentes medios como, Radio Fórmula, Uno TV, Televisa, TV azteca, Aristegui noticias, Excelsior, El Universal, entre muchos otros, con la manipulación y una falsa bandera de víctima.
¿Qué gana Isabel Miranda con el falso secuestro de su hijo?
La ambición y la sed de poder es tal, que el encumbramiento y utilizar a su hijo por una causa personal es en beneplácito a su codicia a obtener beneficios económicos por su cercanía a esa asquerosidad del corrupto sistema de justicia que tenemos en nuestro país, beneficiaria de apoyos económicos y quizá también de las recompensas con aliados inmiscuidos en el coto de poder.
Tráfico de influencias, poder económico, político y social es lo que gana, en su momento contendió por parte del PAN a la jefatura de gobierno de la ciudad de México.
Diatribas a la opinión pública, amenazando e intentando callar a quienes luchan y evidencian las injusticias.
La autora del libro: El falso Caso Wallace, Guadalupe Lizárraga, ha sufrido dos intentos de secuestro, amenazas por parte de Isabel Miranda Torres.
Ámbar Treviño Pérez, Abogada defensora fue detenida, acusada de falsificación de documentos, responsabilidad profesional y delincuencia organizada con finalidad de cometer secuestro. Meses después fue exonerada.
Los acosos son constantes hacia Luis Miguel Ipiña Doña, Escritor vasco, autor de “cárcel de mujeres”, Enriqueta Cruz Gómez Madre de Brenda Quevedo, Giel Meza, Activista de derechos humanos, María Guadalupe Vicencio Sánchez, Activista que increpó a Isabel Miranda, Anabel Hernández, Periodista, José Reveles, Periodista, Patricia Barba Ávila, Periodista radiofónica, Entre muchos otros casos.
En un falso secuestro, donde no hay ni cuerpo, ni cadáver, ni arma, ni sierra, ni huellas dactilares, existen pruebas contundentes de tortura, de violaciones flagrantes a los derechos humanos, acusaciones falsas sin coherencia cronológica, contradicción en declaraciones es muy importante hacer justicia y liberar de inmediato a las víctimas de este ser abominable llamado Isabel Miranda Torres “La Wallace”.
Hasta el día de hoy, la periodista Guadalupe Lizárraga ha tenido acercamientos con el nuevo gobierno siendo recibida por la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, El Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas y el Procurador Alejandro Gertz Manero quien el 12 de diciembre de 2018, dio la instrucción de que se abriera el expediente para la investigación penal del caso Wallace “con las normativas más estrictas de la institución, sin dejar ninguna fisura”, tal como habían sido las indicaciones de la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero y también se desearía como lo indicó en su momento, que Israel Vallarta debería tener el mismo trato que Florence Cassez.
En conclusión: Una mentalidad sociópata, daña el tejido social, pisotea y se le dan las facilidades para actuar de manera impune. Esta señora merece un castigo ejemplar y pagar por los daños generados, no es venganza lo que se pide, solo es justicia.
Agradezco las facilidades otorgadas por Guadalupe Lizárraga y el apoyo de losangelespress.org para la elaboración de este artículo con el fin de informar a la opinión pública.
Fuentes:
¹ https://laorquesta.mx/quien-es-nestora-salgado-columna-de-enrique-dominguez/
² https://laorquesta.mx/ayotzinapa-crimen-de-estado-columna-de-enrique-dominguez/
https://www.jornada.com.mx/2018/12/13/politica/017n1pol
https://www.abcnoticias.mx/tenia-negro-historial-mando-abatido-en-nuevo-laredo/71966
http://www.losangelespress.org/presos-con-mas-de-20-anos-en-prision-denuncian-consigna-en-morelos/
http://www.losangelespress.org/doble-identidad-de-hugo-alberto-wallace-miranda-activa-en-hacienda/
http://brendalibre.blogspot.com/p/hugo-alberto-wallace_19.html
http://www.losangelespress.org/pgr-abre-expediente-para-investigacion-penal-por-falso-caso-wallace/
#4 Tiempos
Visita presidencial de “caras y gestos” | Crónica de Jorge Saldaña
“Shhhhhhh… cállense”. El dedo índice de Rosa Icela Rodríguez, la potosina de carrera en el periodismo y en la política, llevaba y traía su dedo índice hacia sus labios como metrónomo de maestra en salón rebelde. La escena ocurría en la entrada sur del Centro de Negocios Potosí, donde se agrupaban familiares, diputados, dirigentes y devotos de Morena. Esa especie de club VIP de primera fila, que coreaba sin pudor:
—“¡Gooo-ber-nadora, gooo-ber-nadora, gooo-ber-nadora!”
La secretaria de Gobernación, vestida como maestra de convento —ataviada de negro, pelo recogido de bolita, lentes de armazón grueso—, parecía cargar todavía las tablas de quien sabe poner orden con solo mirar.
Silencio, les exigía, porque tras de ella estaba por entrar la mujer con la que compartió luchas, marchas, sobremesas y hasta hospedajes serranos en casa de las hermanas Rodríguez Velázquez, allá en Xilitla. Era su amiga de décadas, su aliada, su cómplice: Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México.
La presidenta, la primera en la historia, llegaba a San Luis Potosí. Y no era cualquier visita: era el estreno de su primer informe en territorio potosino, ese suelo donde las lealtades se pintan de guinda y verde fosforescente, y donde la coreografía del poder es más elocuente que cualquier discurso.
El bloque guinda y el invitado inesperado
En el corazón del bloque morenista, tras las vallas que los separaban del resto de mortales, una presencia destacaba como pez en pecera ajena: Enrique Galindo, alcalde de la capital, priista de cepa y panista circunstancial, en un raro equilibrio de acercamientos. Invitado directo desde la oficina presidencial, se estrenaba en un evento federal en su propia ciudad. Una foto en ese lugar y con esa compañía, equivalió a un mensaje cifrado.
El resto del cortejo federal entró casi inadvertido: Mario Delgado, secretario de Educación, prefería mirar su celular que a la multitud; otros pasaban como sombras de reparto en una obra que no les pertenece. La expectativa estaba arriba: Sheinbaum aún no entraba, y ya el aire olía a electricidad contenida.
La entrada del “Pollo”
Un poco antes, del otro lado del recinto, por la puerta opuesta, apareció Ricardo Gallardo Cardona, gobernador del estado. Pantalón claro, camisa blanca de lino, aire festivo pero contenido. Su arribo fue anunciado por el micrófono, pero el sonido falló y nadie pareció darse cuenta. El gobernador, acostumbrado a entradas estruendosas, se detuvo un instante: esperaba reacción, y la reacción no llegaba.
El salvavidas vino de José Luis Fernández, diputado federal y animador de la “pollobancada”. Con brazos en alto, agitó a la multitud como director de orquesta desesperado:
—“¡Ya entró el gobernador!”
Entonces sí, estalló el coro verde:
—“¡Gobernador, gobernador, pollooo, poollooo!”
Aplausos, algarabía, una ola que creció de norte a sur. El gobernador respondió saludando a la primera fila, esa franja VIP donde se mezclaban empresarios, diputados locales, rectores, dirigentes sindicales, dueños de medios y hasta representantes de pueblos originarios con su quesqueme de gala. Un mural de México en miniatura, puesto ahí como escenografía.
De un lado, la élite verde, con chalecos que parecían uniforme; y si en la zona VIP de Morena resaltó la presencia de Galindo, en del Verde se extrañó a la senadora Ruth González.
Entre ambos bandos, saludos medidos y a lo lejos. Sonrisas tensas, cortesías que se dan mirando de reojo. La política en versión zoológico.
El templete y el ruido
El salón estaba lleno: 12 mil asistentes, según el conteo oficial. Playeras blancas con vivos verdes, otras con letras guindas, contingentes magisteriales con camisas del SNTE. Un mosaico tricolor que parecía más un mitin de campaña que un acto de gobierno.
El sonido, pésimo. Se anunciaban nombres y cargos en el presidium, pero la mayoría no escuchaba nada.
Cuando llegó el turno de la presentación de la secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez, se escuchó un vergonzoso abucheo: —“Buuuuuuuuuhhhhhh”.
Un bochorno. Gallardo, serio, negó con la cabeza, apretó los dientes y recriminó con la mirada a los suyos, como maestro a niños indisciplinados. Ese gesto, más que regaño, era advertencia: ¿Cómo se les ocurre?
Minutos después, vino el turno del gobernador que dudó de su presentación hasta que se inclinó hacia la presidenta:
—“¿Ya me nombraron? ¿Ya paso?” —“No sé…”, respondió Sheinbaum. —“Es que no se oye nada.”
Y se levantó al atril.
Gallardo habló breve, cálido, festivo. Usó la frase de Sheinbaum en Palacio: “Con nuestra presidenta vamos bien y vamos a ir mejor”.
El aplauso verde sofocó los abucheos tímidos de algunos mor enistas y maestros. Otra vez, la marea fosforescente se impuso en volumen.
El turno de la presidenta
Y entonces sí, llegó la voz que todos esperaban. Claudia Sheinbaum, con brazos alzados, saludó a la multitud. El grito fue unánime:
—“¡Presidenta, presidenta!”
Pero el griterío no paraba y la presidenta tuvo que poner orden:
—“¿Me van a escuchar? Les traigo buenas noticias…”
El silencio se abrió paso. Anunció que el gobierno federal apoyaría a San Luis Potosí para pagar a los maestros. No explicó cómo ni cuándo, pero bastó. El alivio se convirtió en aplausos, como si una promesa ya fuera pago en efectivo.
Enumeró programas sociales, destacó la labor de las mujeres, habló del tren de pasajeros, del aeropuerto de Tamuín, de 40 mil viviendas y de un programa de agua. Más que detalles técnicos, ofreció horizonte político. Y como en cada gira, recordó que no se volvería al pasado de la “noche triste neoliberal”.
El evento, con presidenta presente, duró cincuenta minutos. Al final, abrazo con palmadas al gobernador; abrazo fraternal, largo, entrañable con Rosa Icela. Ese gesto se volvió foto, y la foto mensaje.
Caras, gestos y señales
El himno nacional cerró el acto oficial. Todos de pie, todos correctos, todos con la misma solemnidad que en segundos se esfuma cuando el poder baja del templete.
La presidenta, una vez más acompañada de Gallardo, recorrió la primera fila, esa parte que no atendió en su llegada. Saludó rápido a diputados, (extrañamente el diputado Héctor Serrano ya no se encontraba. Testigos aseguran que al llegar la presidenta, se le vio salir apurado del recinto) empresarios, sindicalistas. Pausa breve con el rector Zermeño, y otra pequeña parada para recibir un obsequio y firmar un libro. Más selfies que conversaciones. Más sonrisas que palabras.
José Luis Fernández, siempre dispuesto al guiño, se presentó: —“Soy diputado federal de la pollobancada.” La presidenta sonrió.
Pero el tiempo real de Sheinbaum estaba reservado. El reencuentro fue en el bloque guinda, donde Rosa Icela había impuesto silencio al inicio. Ahí, sin prisa, Sheinbaum se tomó fotos con todos, abrazó, escuchó, sonrió. Ahí sí se detuvo.
Afuera, la realidad
Mientras tanto, los asistentes —12 mil según el conteo— esperaban la salida. No había puertas abiertas hasta que la presidenta abandonara el recinto. El aire se hacía espeso, los ánimos cansados.
No llegaron caminando ni tarde. Desde las seis de la mañana, camiones verdes y guindas se estacionaron en el Tangamanga. El acarreo de siempre, con lonas y listas. Para muchos, la visita presidencial duró diez horas entre esperar, escuchar, aplaudir, salir.
La crónica se cierra como se abre: con gestos. El silencio impuesto por Rosa Icela, la sonrisa diplomática de Gallardo, los abucheos inoportunos, el abrazo largo, las palmadas de rigor, los camiones alineados en el parque. Todo cuenta, todo dice.
Así se vivió y se sintió la gira de Claudia Sheinbaum en territorio potosino: un acto de Estado vestido de mitin, una coreografía donde cada quien jugó su papel, un episodio contado con caras y gestos que, más que narrarse, se lee entre líneas.
Una visita que más que registrarse en boletines, se recordará como postal política: entre presencias y ausencias notorias, entusiasmos forzados, abucheos imprudentes, abrazos sinceros y silencios que pesan más que los discursos.
San Luis Potosí, por un día, se convirtió en espejo: verde y guinda frente a frente, disputando el micrófono, midiendo aplausos, compartiendo escenario. Y en medio, una presidenta que promete futuro con frases de alivio inmediato.
Una visita que, como suele pasar en la política mexicana, más que se cuenta… se descifra.
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#4 Tiempos
Elogio de la literatura | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
¡Qué tristes son los personajes de Iván Bunin (1870-1953), qué tristes casi todos sus cuentos! Hay en ellos un no sé qué, una nostalgia que embelesa al lector desde el momento en que toma el libro y que no lo abandona sino muchos días después de que lo deja.
Acabo de leer, precisamente hoy, la pequeña antología de sus relatos breves que publicó en 1924 la vieja editorial Calpe y cierro el libro con un suspiro que no sé si será de pena o de dolor. El escritor ruso lo sabe; por lo menos él no se engaña: la vida del hombre está llena de desamparo, de abandono, de tristeza.
El personaje de uno de estos relatos, al ver llegar a su casa a un amigo al que no veía desde hacía mucho tiempo –desde el tiempo en que combatieron juntos en la guerra de Crimea- lo saluda con los brazos extendidos, avanza hacia él y le dice lleno de júbilo: «¡Kovalev! ¿Estás vivo?». ¡Dios mío, qué pregunta! Así nos deberíamos saludar todos, pues la verdad es que nadie sabe si mañana aún estará aquí. A nuestro saludo habitual habría que agregarle una coma para que suene más sincero; no preguntar: «¿Cómo estás?», sino: «¿Cómo, estás?».
Entonces los amigos se abrazan, se besan según la usanza rusa y encienden el samovar mientras afuera, en la estepa, los elementos se enfurecen y la nieve cae sepultándolo todo. «Yakov Petrovich estaba de muy buen humor; pero en el fondo de su alma había nostalgia. Al día siguiente era Navidad…, y él estaba solo. ¡Gracias a Dios que Kovalev no lo había olvidado!». En realidad, Kovalev era el único que no había olvidado a este pobre viejo, pues todos a su alrededor o habían muerto o simplemente habían desaparecido de su vida sin dejar rastro.
¡De cuántas desapariciones puede ser testigo un hombre en el curso de una vida! Sí: envejecer es haber asistido a muchas muertes. «Todo ha pasado y ha desaparecido –dice Yakov Petrovich al amigo recién llegado, al único amigo que le queda-. ¡Cuántos parientes y compañeros tuve! ¡Todos están ahora bajo tierra!».
Sin que él se diera cuenta, el tiempo había pasado. ¿A qué hora crecieron los demás, en qué momento fueron haciéndose mayores y tomando cada uno su propio camino? ¡Huyeron como de puntillas, sin decir adiós! Y ahora, si no fuera por este viejo amigo que aún se acordaba él, Yakov Petrovich tendría que pasar las fiestas de Navidad como había pasado casi todas las horas de su ya larga existencia: solo.
En otro relato del mismo volumen un caballero se encontró por el camino a un anciano que comía en silencio y sin más compañía que los árboles y las piedras. Le preguntó:
«-¿Y tu mujer?
»-Hace seis años que murió –dijo el anciano.
»-¿Y tus hijos?
»-Tuve seis.
»-¿Viven?
»-No; todo han muerto.
»Y de nuevo calló –cuenta el hombre del caballo-, masticando con cuidado la patata. Mientras él estaba sentado y con los ojos bajos, yo examinaba su cara y pensaba: “¡Nunca conseguiré penetrar el misterio de su taciturna tristeza!”».
(Apenas termino de leer esta frase, me pongo de pie y busco entre mis libros la Antología del cuento triste que publicaron hace ya muchos años Augusto Monterroso y Bárbara Jacobs; sólo quería comprobar una cosa: que hubiera en el libro por lo menos un cuento de Iván Bunin. Me digo a mí mismo mientras reviso el volumen: «Si no hay aquí, entre estas 600 páginas, un solo relato de este autor, pensaré que la selección ha sido hecha a la ligera ». Pero no. Ahí estaba, en efecto, el nombre de Iván Bunin; los recopiladores habían elegido uno de sus cuentos más famosos: El caballero de San Francisco. ¡Menos mal!).
En otro de sus relatos aparece un tal Basilio Chkut, y de él dice nuestro autor lo que sigue: «Era alto, ancho de hombros y encorvado. Toda su figura muestra aún el vigor de la estepa. ¡Pero qué triste está su cara! Ya está cerca de la tumba, pero jamás escuchará una palabra cariñosa».
¡Dios mío –pensé al cerrar el libro-, cuánta gente se va de este mundo sin haber escuchado jamás una palabra de afecto! Nunca hubo para ellos una sonrisa, una palmada en el hombro, una declaración de amor. Nada. ¿Qué hacen los que se mueven a su alrededor que parecen estar mudos? ¡Apenas si reparan en ellos! Y me pregunto: «¿He dicho a los que me son queridos cuánto importan para mí? ¿Se lo he dicho, o me he limitado a dejarles la tarea de que ellos por sí mismos lo adivinen?».
Antes de apagar la luz de mi cuarto –ya es noche cerrada, como siempre: no tengo otra hora para leer- pongo sobre el buró el libro de Iván Bunin y le acaricio las tapas en señal de gratitud. No fue, la de esta madrugada, una lectura infructuosa. Me recordó que cerca, muy cerca de mí, hay gente que aunque no me diga nunca nada, espera que abra la boca y les diga una palabra que les alegre el corazón. ¿Por qué nunca le he dicho a esta gente cuánto la quiero? ¡Sería demasiado injusto que se marcharan de este mundo sin que lo supieran de mi propia boca!
Y, finalmente, mientras apago la luz, sonrío satisfecho. Hoy la literatura me ha enseñado algo: que las gentes sufren porque están solas y que el tiempo pasa. Pero, ¿es que no lo sabía? Sí, lo sabía, pero aún no se me había ocurrido tomar las medidas pertinentes al caso.
¿Que no sirve de nada la literatura? ¿Que no sirve de nada? Vuelvo a sonreír, pensado en lo equivocados que están lo que esto dicen, cierro los ojos y me quedo dormido. ¡Ah, si no fuera por la literatura, qué poco sabríamos de nosotros mismos!
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#4 Tiempos
Fantasmas y oportunidad | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Este domingo San Luis abre el Alfonso Lastras frente a Tijuana, y no es un choque cualquiera, para los potosinos es una prueba de carácter, de identidad, de si realmente están vivos en este torneo o sólo repitiendo errores bajo otro sol. Para Tijuana, la visita es de las incómodas, estos partidos lejos de casa suelen desnudar sus fisuras, y enfrente estará un equipo que ya aprendió a morder cuando tiene que hacerlo.
San Luis llega golpeado por la irregularidad. Ha ganado partidos fuera de casa, pero también ha perdido otros en los que se dejó intimidar por rivales que no parecían tener mucho; juegos en los que el pulso se va, la concentración se diluye y los goles encajados parecen inevitables. Esa vulnerabilidad ha sido la constante, una defensa que tiembla, un mediocampo que se pierde cuando faltan ideas y delanteros que dependen demasiado de la inspiración aislada o del error ajeno.
Tijuana, por su parte, no es un paseo. Ha mostrado destellos de buen fútbol, ha sumado resultados decentes, pero también ha dejado ver que le cuesta imponerse fuera de casa cuando el rival presiona alto o lo obliga a construir desde atrás. Su equilibrio se tambalea si el marcador no le favorece pronto, y su carácter depende mucho de momentos puntuales de inspiración.
El historial entre ambos juega en favor de los fronterizos: más victorias, más empates, pocas derrotas. San Luis ha ganado escasas veces contra Tijuana, tanto de local como visitante, y eso pesa no sólo en la estadística, sino en la mente. Saber que enfrente hay un rival que te ha dominado más veces de las que quisieras recordar añade presión extra, obliga a estar mejor preparado, más concentrado y sin margen para regalar minutos.
La noticia que sacude el ambiente es el regreso de Vitinho al Alfonso Lastras. El brasileño, que dejó huella en San Luis por su desparpajo y verticalidad, vuelve ahora vestido de visitante. Su sola presencia añade una dosis de morbo, la afición potosina lo recuerda como una chispa capaz de encender partidos en segundos, y este domingo podría ser precisamente la amenaza que complique al equipo que alguna vez lo arropó. Su regreso no es un detalle menor, es un recordatorio de lo que San Luis tuvo y dejó ir.
Y la urgencia se siente en la grada, los aficionados ya no apuestan por promesas, quieren resultados. Si San Luis no se aferra a la localía, no sale con intensidad y no demuestra identidad desde el primer minuto, este partido puede volverse otro de esos en los que la ilusión apareció en la previa, pero el gol nunca llegó, o llegó demasiado tarde.
Este domingo no sólo se juega un partido, también se reencuentran viejos fantasmas. Si San Luis logra que la vuelta de Vitinho sea anécdota y no sentencia, tendrá mucho ganado. Pero si se deja arrastrar por la nostalgia y la fragilidad que lo persigue, Tijuana podría salir de nuevo airoso del Lastras. La diferencia entre fiesta y tormenta se definirá en noventa minutos.
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