abril 25, 2024

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#4 Tiempos

Ingrid Escamilla una víctima más… ¿Cuántas más? | Columna de Enrique Domínguez

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Ingrid Escamilla

Cuentas claras

 

Ni la letrina más asquerosa que hayamos visto en nuestra vida merece la deposición de un individuo que asesina a sangre fría y comete un acto repulsivo, doloroso y sin adjetivos al dar cuenta de una realidad en el que una vez más la mujer es víctima por parte de un energúmeno, loco, sádico y desquiciado personaje que no solo privó de la vida a una mujer, sino que abre los ojos a la consciencia y determina una verdadera reflexión acerca de la situación en que vivimos, un serio análisis y una visión introspectiva es necesaria para tomar cartas en el asunto y tener el olfato de señalar a aquellos que aún se dedican a tener actos misóginos y bárbaros vigentes en este siglo.

Abominable resulta que Ingrid Escamilla haya sido asesinada por su esposo de la manera más artera y vil que se tenga memoria en los últimos años, consternación e indignación en muchos ámbitos de la sociedad se manifiestan y piden castigo a Eric Francisco Robledo Rosas, aunque, sea cual fuere la justicia aplicada nada reparará el daño acontecido tanto para la víctima como para los familiares.

El problema es muy serio y merece gran notoriedad pues un crimen así no tiene por qué volver a ocurrir, no se trata solo de Ingrid, hay cientos de mujeres que son asesinadas años tras año por el hecho de ser mujer, es algo que nos debe llevar a plantearnos el papel que tenemos en esta sociedad.

Es de ofrecer una disculpa post mortem a las víctimas por parte de una sociedad que no ha sido capaz de frenar esta situación tan dolorosa que deja a las mujeres viviendo en un mundo de terror e incertidumbre al tener que cuidarse en todo momento de la violencia, atacantes, violadores y en el peor de los casos; carniceros deshumanizados.

Desollar, desmembrar, descuartizar, arrojar las vísceras por el drenaje y odiar de esa manera no es concebible y resulta increíble en un mundo aparentemente civilizado donde el infierno está más cerca de lo que imaginamos o simplemente estamos inmersos en él.

Existe aún el prejuicio y el machismo latente que se mantiene en la sangre como un modo de atentar contra la integridad de una mujer y descargar la ira irracional de psicópatas que no se detienen ante nada, el odio es parte de ellos y establecen como premisa su propio egoísmo para sentirse superiores y enarbolar carencias propias de una mentalidad retrógrada que son desquitadas por decenas de formas en perjuicio de la mujer.

De acuerdo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en 2015 se registraron 411 feminicidios, en 2016, 600; en 2017, 736; en 2018, 861 y en 2019, 940, es decir, de 4 años a la fecha el aumento fue del 128 por ciento.

Rabia, encabronamiento e incluso impotencia es un claro ejemplo de justos reclamos para que se tomen acciones inmediatas dejando a un lado la tibieza de las autoridades, como consecuencia, la digna manifestación de mujeres tiene que ser mediatizada.

Es urgente enfocar los reflectores y emprender de inmediato leyes que promuevan la denuncia rápida sin burocratismos ni trabas para la atención efectiva a mujeres que sufren de cualquier tipo de maltrato.

Denunciar y señalar al agresor no es una tarea fácil, sobretodo, si se trata de efectuar dicho trámite en alguna agencia del ministerio público o en una alcaldía, es necesario que se presenten pruebas físicas de maltrato, en la mayoría de los casos no existe la atención psicológica a la mano y las penurias de una mujer al hacer señalamientos no es precisamente algo que se caracterice por ser algo sencillo pues la vulnerabilidad, el agobio psicológico y el abatimiento generan la indefensión al aportar datos y sacar a la luz una serie de vejaciones que en ocasiones resultan indignas para la denunciante, ya sea por pena o por temor a actos pendencieros del agresor.

No dejemos que un acto deshumanizado nos haga acostumbrarnos a este tipo de violencia, el juicio ligero a las mujeres que protestan es una consecuencia de insensibilidad.

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#4 Tiempos

Semana Santa: “…no me voy, me quedo aquí” | Columna de Luis Miguel Dorador

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Un fin de semana sin celular

 

La semana Santa inicia tradicionalmente con el Domingo de Ramos que es una celebración Católica que nos recuerda el momento en que Jesús de Nazareth es recibido con hojas de palma que son símbolo de alabanza y en esa época se utilizaban para resaltar la presencia de monarcas. Actualmente, aquí en lo local, significa que el lunes no hay clases y la diversión de estos días de descanso comienza a partir de ese momento….

Las familias se organizan para agendar su asistencia a los eventos que se presentarán durante tooooda la semana, ya sean conciertos, exposiciones, partidos de los distintos torneos deportivos y cualquier forma cultural o recreativa que nos ofrezca un momento de convivencia distinto al día a día del año que estamos viviendo.

Así comenzó este mega fin de semana sin celular en martes para tod@s l@s que se dieron cita en la plaza de Los Fundadores, donde se presentó Emmanuel con muchísimo éxito y nos puso a bailar y cantar con los temas que tod@s conocemos y el miércoles, Camila que con la reintegración de Sabo (el vocalista) hicieron que las canciones de Mario Dom y la guitarra de Pablito Hurtado sonaran vibrantes ante los ojos de tod@s l@s expectadores….

El jueves, ya más en lo local, se presentó Bravo en la terraza del Depor y fue una noche muy divertida en la que, el calor del tequila y el ambiente familiar que se vive en el CDP nos hizo olvidarnos del intenso frío que ese día pegó a partir de la tarde (en algún momento llegué a pensar que este domingo de pascua en lugar de huevos iba a esconder frazadas para ese frío tan fuerte) y tod@s bailamos coreando las canciones que Jesús Aguilar interpretó con singular estilo en una serie de sets muy bien estructurados acompañado por Carlos a la guitarra (muy bañadito), Meave en el bajo

(impresionante), Toño en la bataca (maestro) y en esta ocasión se integraron tecladista y corista de una forma espectacular…. El viernes luego de una desvelada muy agradable y llena de emociones regresamos a esa terraza para disfrutar de la presentación de Eduardo Medina quien también nos hizo recordar épocas importantes con temas como “Cariño” y muchos más, acompañado del Niño del Tambor que imprimió el ritmo a cada canción durante toda la noche con una pasión indescriptible…

El sábado tuvimos una reunión súper familiar en la que se nos fue el tiempo como agua jugando UNO y varios doritos después pasamos por la gene que nos sigue para rematar con un taquito de los arandenses de Sierra Leona….. bueeeeeeno, el fin también nos dio la oportunidad de cocinar paella y – agradezco a tod@s quienes se dieron la oportunidad de probarla – valió la pena la cocinada porque eso es un gran placer. #soypaella agardece a: Moy, Tuky, Sandra, Tito, Gato, Juancho, Fer, Ricky, Salvador, Gabo, Libeth, JuanMa, Toñin y Ramoncito entre muchos otros, en verdad GRACIAS!!!

El Domingo de Pascua es un momento de regocijo porque la resurrección de todos se da cuando te llenas de energía positiva con las experiencias de una Semana tan intensa y de alta vibración.

Gracias por las invitaciones a salir de la ciudad para visitar otros lugares en estos días, pero la verdad es que con tan buena agenda, “…no me voy, me quedo aquí!” (G Cerati).

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

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Cirina Portales, Primera mujer en terminar estudios de medicina en San Luis Potosí | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Setenta y seis médicos se habían titulado en la Escuela de Medicina del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí, cuando se presentaría a examen de titulación la primera mujer, Cirina Portales Carvajal, que en 1920 sería la titulación número 77 en ese Instituto Potosino.

Con ello Cirina Portales se convertía en la primera mujer en titularse en medicina en San Luis Potosí completando de manera integra sus estudios en el Instituto Científico y Literario el 27 de febrero de 1920. Aunque, ya se había abierto el camino a la mujer en esa escuela con María Castro de Amerena que se titularía en 1912 haciendo estudios combinados en San Luis Potosí y en la Ciudad de México, donde obtendría su título como médica en 1911 aunque le fue firmado un título por el gobernador de San Luis Potosí en 1912. Sin embargo, podemos considerar a la Dra. Cirina Portales como la primera mujer graduada en San Luis Potosí completando de manera absoluta sus cursos y exámenes finales teórico y práctico en la Ciudad de San Luis Potosí.

En 1915 cursaría sus primeros cursos en medicina y terminaría los cursos íntegros de la carrera en 1919, cubriendo las prácticas y guardias de hospital, que eran requisito, en el Hospital Civil “Miguel Otero”. Profesionalmente desarrolló su trabajo médico en Tampico en el Hospital Pizaño donde implementaría los primeros procedimientos en México para tratar el cáncer en cuello de la matriz, lo que realizó en la década de los cuarenta al mismo tiempo que se implementaba el método del Dr. George Nicholas Papanicolau que había desarrollado desde veinte años antes. Aportación relevante que la coloca como una de las médicas mexicanas más relevantes.

Cirina Portales es originaria de Cerro de San Pedro, aunque no se conoce con exactitud la fecha de su nacimiento que debió ser en el cambio de siglo XIX al XX, pues en 1906 comenzaría a cursar la primaria en la Escuela Pública número 8 del estado de San Luis Potosí bajo la dirección de la profesora María Estrada, continuaría sus estudios de preparatoria lo que le permitiría poder estudiar alguna carrera

. Al parecer, no tuvo dificultades para realizar sus estudios, como el caso de otras mujeres que de cierta forma eran inducidas a estudiar estudios propios para las mujeres, como se estilaba entonces, ya sea para profesoras en escuelas de artes y oficios de las que contaba la ciudad de San Luis Potosí.

Así, Cirina Portales ingresaba en 1915 a la Escuela de medicina del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí en pleno movimiento revolucionario. Su ingreso al Instituto, al parecer no tuvo impedimento, como en el caso de María Castro Amerena primera estudiante de medicina en San Luis, pues había quedado superada la oposición al ingreso de mujeres al Instituto Científico que despertara la solicitud de Castro de Amerena una década antes.

Así para 1920, se convertía en la primera mujer en terminar de manera integra sus cursos de medicina, sus prácticas y estancias de hospital, así como la presentación de examen teórico y práctico que exigía el plan de estudios de la carrera de medico cirujano del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí. El 27 de febrero de 1920 era examinada en el Salón de Actos del Instituto Científico por los doctores Francisco de A. Castro, José M. Quijano, Manuel Nava Sr., José C. Páramo e Ismael Vela Velázquez. Celebrando al siguiente día su examen práctico en el Hospital Civil “Miguel Otero”, siendo aprobada por unanimidad y registrado el compromiso académico con el folio número setenta y siete.

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Cómo ser un buen ex | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Hay áreas de la vida en los que un gran acto no precisa mucho. A veces solo hace falta dar un paso al costado, callar, quedarse quieto. Dejar ir. Es un buen regalo cuando se termina un capítulo amoroso. No hacer nada requiere una dosis elevada de valentía. Último tributo a quien se le tuvo cariño. La obra concluye sin aplauso alguno: el público al que estaba dirigida no lo nota siquiera. Y de eso se trata. Dejar en paz a quien ha de continuar con su trayectoria, que es, de paso, la forma en que tú mismo puedes continuar con la tuya.

El aspaviento paga poco y si crees que es necesario atizar para revivir la chispa del amor, pregúntate por qué piensas en lo que queda como si fuera un avispero. Conviene dejar la obsesión de remediar lo que no existe más. Ya habrá alivio en otros páramos, en otros rostros, en manos que sabrán quitar el pelambre que ahora te atormenta. Las espinas clavadas no tienen que ser sacadas por la misma persona que las hundió.

Lo que pudo decirse y lo que no, la inquietud, los episodios donde debiste hacer dicho esto o aquello, fábulas incumplidas… quedan las ráfagas. En retrospectiva todos tenemos ojo clínico, sabemos dónde estuvo el fallo, qué debimos haber dicho o hecho ―cómo no lo viste en su momento―. Pero es un engaño, un juicio fácil e injusto: en tiempo real pasa lo que pasa, uno se las apaña como puede y hace lo mejor de acuerdo con la información que se dispone. Sí, nos equivocamos, tenemos torpezas, hacemos lo contrario a lo que queríamos. C’est la vie

.

Un secreto para que dejes de torturarte con tanto arrepentimiento: siempre y cuando no hayas cometido una auténtica vileza, los errores que hayas cometido no son la única explicación del rompimiento. Al final lo que cuenta es la disposición de componer y continuar. De uno y el otro lado. Mientras eso persista, hay opciones de remontada, pero si una de las partes deja de remar, se acabó. Por más lo intentes. Por más impoluto que seas. No hay perfección que pueda complacer a quien ya se ve de salida, y muchos yerros son perdonados por quienes están con la voluntad de construir un proyecto en común. Solo no te excedas ni abuses de esta revelación.

Ante los defectos que cargas hay quien brinda comprensión y hay quienes se van. Es lo normal, lo previsible. De tu puesto queda aprender, que aquel devaneo no vuelva a ocurrir, tener la precaución añadida para que esta vez el tocadiscos transcurra sin saltos, sin canciones que remuevan el páncreas. Como esa de Jarvis Cocker en las que se burlaba del amor sustituto y sus besos sabor sacarina. O la desdicha al hueso de David Gedge, la belleza de la mujer amada consumida por la esencia de otro hombre, uno que ahora pone sus manos sobre el que era tu vestido favorito. Siempre queda algo atrás.

Elvis Costello era otro que podía ser un pesado como ex. Dejó así letras que son auténticas perlas de un nervio dolido: veo que ahora tienes un marido al que tomas de la mano, mientras él ha tomado todo lo que pudo de ti. Él tiene todo lo que necesitas (y todo lo que no). Y cuando hablas de él suena como si hablaras de comida congelada… estoy seguro de que su amor durará por siempre. Espero que seas feliz ahora.

Detrás de la ironía y la aflicción mal disimulada, aquellas canciones aún apelaban a la familiaridad. Costello aún se sentía cercano a la mujer que lo había dejado. Creía comprenderla mejor que su actual amante. Conocía más su estilo, sus deseos, sus expectativas. En el fondo anidaba la esperanza de un regreso, de que la provocación trajera un latigazo de vuelta.

El compositor británico no se daba cuenta del factor que marca el fin de una relación. Un lento proceso en el que ambos vuelven extraños el uno para el otro (olvidarás la voz que alguna vez endulzó tus oídos). Una transición en que las afinidades ―esos puntos de encuentro― aflojan y dejan de existir, para adaptarse al temple de una nueva pareja con la que se construye un destino alternativo.

Elvis Costello no lo descifraba presa, ay, de la pasión. Para ser un buen ex no se necesita mucho, solo callar y desaparecer.

 

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