septiembre 17, 2025

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Historias de neurosis (Parte I)

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La Orquesta presenta las anécdotas del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas, una comunidad de autoayuda para personas con problemas emocionales en la capital potosina

Por: Bernardo Vera

Cuando el camión de la ruta 20 cambió su ruta, dejó de pasar por Pedro Moreno, frente a la Torres Bodet, para circular ahora por Damián Carmona y doblar en la calle de Julián de los Reyes. Un cambio insignificante, si se toma en cuenta que cumplía el mismo objetivo de trasladarse desde el Centro Histórico de la capital potosina hacia el poniente de la ciudad, pero que a mis escasos quince años me hizo notar un detalle revelador.

La figura de un hombre con un semblante angustiado, descubierto de cabeza y pies, a punto de flaquear en su intento por sostener sobre sus espaldas una esfera que parece superarle en tamaño y peso. En la enorme pelota se inscriben las palabras:

“Ira, Celos, Tristeza, Angustia, Miedo”

Dicha estampa, plasmada en el muro de una casa sobre Julián de los Reyes, justo antes de su cruce con Reforma era visible desde el asiento derecho del camión mientras esperaba el cambio del semáforo a verde.

Muchos años después, el mismo hombre sigue ahí. Su semblante no ha cambiado ni el peso de la carga a su espalda –tal vez el color de su ropa–. Pero ahora me dispongo a cruzar la entrada de madera, conocer las historias dentro de esa casa y saber por qué nadie parece ayudar a ese hombre en la pared.

Ahí me entero: tiene una enfermedad. Neurosis.

Para el Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos, la neurosis es una enfermedad: comprende un grupo de trastornos emocionales que afectan al ser humano y les impide relacionarse con otras personas de manera cotidiana. Para ellos, la neurosis no tiene cura, y todas las personas somos propensas a padecer esta enfermedad. Pero sí hay un tratamiento. Y ellos son una opción.

El primero en recibirme es Fernando. Maestro de profesión y quien, tras una ruptura sentimental, comenzó a experimentar sentimientos de soledad y abandono.

Estas emociones afectaron su trabajo, al grado que no podía concentrarse en sus planeaciones. Sus alumnos notaban su falta de entusiasmo, sus retardos fueron más constantes e injustificados; pero también, aislándose cada vez más de su familia y amigos.

“Yo ya sabía dónde estaba el grupo. Creo que desde chiquito, porque yo acostumbro mucho venir aquí al centro; desde niño me llamaba mucho la atención el monito que está aquí afuera, de la persona cargando el mundo. Y yo tenía mis mis juicios: ‘nunca voy a ir ahí, ha de estar bien gacho, han de estar como amarrados con camisa de fuerza’ o algo así, con muchos estereotipos que yo tenía en mi cabeza”.

Con más edad, Fernando redescubrió el Movimiento, a través de una entrevista que vio en televisión. Ahí se dio cuenta que es un grupo con presencia en diferentes estados de la República y de otros países. Entonces, decidió acudir, y en ese recibimiento perdió estereotipos y ganó confianza

“Cuando pedí información, yo me esperaba algo como lo que te comentaba. Un ambiente muy hostil, muy deprimente. Imaginaba que el piso era de tierra, o sea, como una cantina. Pero llegué y me gustó mucho. El grupo limpio, el compañero que me dio la información sonriente. Se fue mi primera impresión”.

Fernando me contó que en su primera reunión, un compañero habló entre lágrimas de los problemas con su pareja.

Fernando se identificó con él, se abrazaron y se dirigió a él con una sonrisa cálida. Era la paz que Fernando necesitaba, y por eso continuó yendo a sus reuniones.

“Ahorita ya no doy clases, pero en su momento pude retomar mis clases, pensar un poquito más en mis alumnos, en mi casa. Hace mucho que mi mamá no me ve llorar“.

Jocelyn es otra de las integrantes que decidió compartirme su experiencia en el Movimiento Buena Voluntad. Ella, acudió inicialmente con la psicóloga de su secundaria, quien le ayudó a identificar rasgos de estrés y ansiedad a la hora de hacer actividades en su salón de clase. Pero sentía que la terapia no era suficiente, y necesitaba algo más.

“Yo conozco el movimiento desde que era muy pequeña. Contamos con el servicio de guardería y yo venía al grupo con mi mamá desde chiquita y paso a la sala de adultos a la edad de 14 años. Ya estaba un poco familiarizada con el ambiente físico. Sin embargo cuando llegué, aunque venía muy mal, dije ‘ay, son puros señores’ pero a través de estar aquí este y de empezar a hablar y de escucharlos, yo me di cuenta que no importaba que fueran señores o señoras. Yo me sentía exactamente igual que ellos, eso es algo que me movió mucho, los escuché y me sentí muy identificada”.

La neurosis, según Jocelyn, es una enfermedad que no respeta edad, condición social, sexo, religión o ideología; puede darle a cualquiera. Por eso, aunque al principio se sintió intimidada con su corta edad, sus compañeros exponían sus historias de manera tan abierta y sin juzgar.

Marcos es otro de los integrantes de este movimiento. Aunque es originario de otra ciudad, ha radicado en San Luis Potosí desde hace mucho tiempo. A su llegada a la capital potosina, experimentó emociones como la frustración, ira y el miedo, particularmente al tener que cambiar de trabajo y en situaciones con su familia.

Él experimentó los mismos estigmas al conocer el movimiento, sin embargo, tras dudar de ese sujeto cargando el mundo en la pared, decidió entrar.

“En una ocasión discutí fuertemente con la mamá de mis hijas y no sabía dónde ir. Me acordé de la dirección y me vine para el centro. Me estacioné en la calle de Bolívar, caminó unos pasos y cuando salí a Julián de los Reyes, estaba precisamente el logo de las caritas. No me atreví a entrar porque decía ‘híjole ¿y cómo será ahí adentro?’ Me arrepentí, me di la vuelta a la cuadra y dije ‘sí voy a entrar’. Y fue como yo llegué aquí al grupo”.

Continuará…

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Las tres monedas | Cuento breve de Jorge Saldaña

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Lo afirmaban los muertos: Eran las ocho cuarenta de una noche tibia en Tequis. El incienso todavía flotaba como nube sobre el atrio, cuando Manuel Nava y sus hermanos salieron de misa. Llevaban el porte discreto de médicos de barrio, con la bata blanca doblada en el alma, la fe en los ojos y la dignidad en los pasos.

Del otro extremo de la plaza, tambaleándose entre el poder y el coñac, apareció Don Gonzalo N. Santos, recién salido de una cantina de Carranza. Traía en el aliento la insolencia de quien se sabe dueño de todo.

¡Doctor Nava! —vociferó el Alazán—, dirigiéndose específicamente a Manuel—. ¿Todavía me vas a recordar aquellas tres monedas que dices que te debo?

Se trataba de tres centenarios, oro puro que, en un encuentro anterior, se dice, había pedido de urgencia Gonzalo a Manuel.
Una deuda mínima para el de Tampamolón, pero bíblica para el doctor capitalino.
Tres monedas que se habían vuelto como las de Judas: no por el precio, sino por lo que se tomó como traición.

Manuel lo miró sin miedo, pero con la incomodidad de quien carga en los bolsillos una moral que pesa más que el oro.

No son las tres monedas, Don Gonzalo. Es la dignidad lo que se paga.

El cacique sonrió con cinismo:
“La moral es un árbol que da moras”, dijo, escupiendo la frase como si fuera acta notarial que le gustaba repetir en toda oportunidad.
Y se fue tambaleando, dejando atrás la deuda, a los Nava y medio siglo de historia.

Cuentan que en su testamento político, Don Gonzalo dejó escrito un mandamiento no para sus familiares, sino para sus herederos del poder: “Nunca paguen a los Nava. Y no permitan jamás que gobiernen San Luis.”

Y así se cumplió, pues que se sepa, ningún Nava ha gobernado ni la deuda ha sido saldada.

Se dice también que Don Carlos Jonguitud Barrios heredó la consigna testamentaria de Santos y fue quien instruyó que ese fragmento de la última voluntad del huasteco fuera advertido a cada gobernador entrante.

Medio siglo de inestabilidad electoral azotaron San Luis.
Salvador Nava ganó en 1991, pero le arrebataron la victoria.
Su yerno tomó el poder oficial por cuatro años y el poder no oficial por décadas. Años en los que, se dice, se olvidó, pero no se perdonó la deuda.

En 1992, la muerte llevó a Salvador Nava a la cantina celestial donde Don Gonzalo ya lo esperaba con vaso en mano. En la mesa, también estaba su hermano y ex rector Manuel.

Bienvenido, Salvador. De eso hablaba con tu hermano, de que aquí tampoco se pagan deudas.

Pero el doctor Salvador Nava, con la dignidad aún intacta, respondió:

No vine a cobrar monedas, Gonzalo. Vine a recordarte que el pueblo nunca olvida lo que se le debe.

En esa cantina de humo eterno, los Nava y el Alazán siguen discutiendo.
Uno defiende que las deudas son solo papel y oro; los otros, que las deudas de dignidad pesan más que el plomo.

Las monedas son caprichosas, como las amantes: se entregan un día y te abandonan al siguiente —ironiza Don Gonzalo.
No, Gonzalo. La dignidad es distinta: es una deuda que se multiplica en la memoria de los pueblos —responde Manuel, con la serenidad de quien cura ojos y también conciencias.

Así, se cuenta que cada vez que en San Luis una deuda con la universidad amenaza con ahogar sueldos, aulas y sueños, en esa cantina eterna alguien brinda y alguien se persigna.
Porque la historia, como el vino barato, siempre regresa con el mismo sabor amargo.

Las tres monedas siguen sin pagarse.
Y una comunidad entera, como un acreedor paciente, espera el día de cobrar intereses.

No. Ya no hay navismo. El último reducto fue un nieto descolorido y vergüenza para la ciudad.
Lo que sí hay son doctores, oftalmólogos y rectores, igualito que Manuel Nava el de la historia.

El cuento no tiene moraleja, pero cuando los números no cuadren y la dignidad se atragante, tal vez alguien rescate aquellas tres monedas y, como entonces, San Luis vuelva a la calle a pedir cuentas.

Porque en esta tierra, lo que no paga el poderoso, lo termina cobrando el pueblo.

Fin.

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Avanzan estudios para implementar teleférico en SLP

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El proyecto podría representar una solución clave para la movilidad en zonas de alta demanda estudiantil, aunque enfrenta retos presupuestales importantes

Por: Redacción

Araceli Martínez Acosta, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de San Luis Potosí dio a conocer que ya iniciaron los estudios relacionados con el proyecto del teleférico y que actualmente se encuentran a la espera de contar con el recurso económico necesario para su implementación. Adelantó que se trata de un proyecto costoso en términos presupuestales.

La funcionaria señaló que, desde principios de este año, a través de la Asociación Nacional de Autoridades de Movilidad (ANAM), se sostuvieron conversaciones con la entonces jefa de Gobierno y actual presidenta, Claudia Sheinbaum, para solicitarle la asignación de recursos a los estados, especialmente para temas de movilidad y transporte. Además, se buscó que dicho recurso fuera etiquetado específicamente para iniciativas que generen acciones y políticas públicas en beneficio de todos los estados del país.

“Es un tema de transporte, en este caso, y responde a la necesidad que tiene San Luis. Sobre todo, que vaya en función de la demanda. Se ha pensado en cabinas grandes, y los proyectistas con los que hemos estado trabajando son los mismos que implementaron el proyecto en la Ciudad de México, y que ya han colaborado con la doctora Claudia. Solo hay dos empresas en el país con la capacidad necesaria para llevarlo a cabo

“, detalló la funcionaria.

También adelantó que ya están listos para reunirse con el gobernador del estado, Ricardo Gallardo, con el fin de analizar y discutir a fondo el tema.

Finalmente, Acosta Martínez destacó los beneficios y avances que este proyecto podría traer a la ciudad: “En la ruta donde hemos realizado los estudios, sabemos que hay una población importante, especialmente estudiantil, que se beneficiaría enormemente. Muchos estudiantes acuden diariamente a la zona universitaria. Entonces, creo que el beneficio sería mayor. La idea es que exista un transbordo en la zona de transferencia”, explicó la funcionaria estatal.

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Tras reunión con Sheinbaum, avanzan proyectos de agua en SLP

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Ricardo Gallardo confirmó la visita de Conagua a Villa Hidalgo para evaluar baterías de pozos, así como un ducto desde El Peaje hasta los Filtros

Por: Redacción

Ricardo Gallardo Cardona, gobernador de San Luis Potosí, informó que durante la visita de la presidenta de la República Claudia Sheinbaum, abordaron temas estratégicos para garantizar el suministro de agua en la capital.

“Antes de que subiera al estrado, tuvimos un rato para platicar sobre el tema del agua. Ya la Comisión Nacional del Agua (Conagua) vendrá la siguiente semana a explorar la factibilidad de baterías de pozos en Villa Hidalgo”, explicó Gallardo.

El mandatario destacó que, con este proyecto, se espera cubrir prácticamente toda la demanda de agua en la ciudad. Además, adelantó que se trabajará en un ducto directo desde el Peaje hasta los Filtros

, una obra conjunta entre el gobierno estatal y federal que permitirá mejorar la distribución y eficiencia del suministro.

Gallardo subrayó que estas acciones forman parte de la coordinación continua con la Federación para garantizar agua suficiente y de calidad a las familias potosinas.

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Opinión

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