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El coronavirus en SLP: sí hay riesgo de contagio y habría repercusiones
Debido a sus características, la enfermedad causada por coronavirus es de fácil transmisión y hay muchas probabilidades de que llegue a México
Por: Sebastián Escorza
Miguel Ángel Lutzow Steiner, director de Salud Pública de la Secretaría de Salud en el Estado, aceptó que existe la posibilidad de que los casos de enfermedad respiratoria causada por el coronavirus (COVID-19) lleguen a San Luis Potosí.
“El riesgo existe, la posibilidad de que tengamos casos existe, tenemos un enorme comercio, actividades culturales, académicas y hay turismo que viene de China; mientras más días pasen es más probable que tengamos casos”.
Detalló que los viajes y las actividades económicas no se pueden “llevar a cero” por un tiempo prolongado, pues ello causaría un costo económico al país asiático.
Sobre las acciones implementadas en San Luis Potosí, Lutzow Steiner señaló que la Secretaría de Salud ha trabajado en coordinación con el sistema de vigilancia epidemiológica del gobierno federal, con lo cual se han hecho trabajos de capacitación con el personal de salud en las jurisdicciones sanitarias, instituciones educativas y aeropuertos.
Añadió que ni en México ni en San Luis Potosí se han presentado casos confirmados, solamente 16 casos sospechosos que resultaron ser negativos en los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Ciudad de México, Estado de México y Oaxaca.
¿Cómo se actuaría frente al coronavirus?
“Hay protocolos para identificar los casos y acciones a seguir; hemos ensayado esos protocolos y trabajamos en la reconversión hospitalaria, estudiamos este tipo de epidemias y es complicado poder contenerlo, el gobierno de China ha hecho un gran esfuerzo para contener el brote, pero por ser una enfermedad respiratoria no puedes garantizar que las personas estén contenidas en un mismo espacio”, añadió.
Detalló que los países lejos de la zona cero, ubicada en Wuhan, tienen tiempo para prepararse y hacer capacitaciones para hacer frente al coronavirus; “eventualmente si tenemos casos hay que actuar de manera responsable y sin entrar en paranoia”.
Explicó que existe un programa de urgencias y atención a los casos sospechosos de coronavirus, los cuales cuentan con un coordinador de programa en cada jurisdicción sanitaria; “el IMSS y el ISSSTE tienen los mismos, en estas semanas se hizo inventario de material de protección, en los aeropuertos hemos tenido coordinación para que en caso de que una persona presente fiebre o datos de que regresa de China, que pudieran notificarlo y ellos tener información de qué es lo que tienen qué hacer”.
Describió que una persona que sale de China para llegar a México debe atravesar por cuatro filtros: “dos antes de subir al avión, una en las zonas de enlace y una en Estados Unidos donde se canalizan a ciertas áreas, donde se les realizan interrogatorios y se les mide la temperatura para identificar a algún posible enfermo”.
¿Por qué hay riesgo de que el Coronavirus llegue a México?
Miguel Ángel Lutzow dijo que el coronavirus no se puede contener porque el virus se caracteriza por tener portadores asintomáticos, “hay casos confirmados donde no se sentían mal, hicieron pruebas y salieron positivos; si salen positivos en la faringe quiere decir que al toser o al hablar están expulsando el virus”, mencionó.
El funcionario de Salud también dijo que el periodo de incubación de los virus que causan enfermedades respiratorias es de 2 a 5 días, aunque en el caso del coronavirus se ha dado un periodo de 2 a 14 días para vigilar a una persona que se sospeche sea portadora de esta infección.
“Una persona puede salir de China en periodo de incubación sin sentirse mal y no hay una forma legal, sería violatorio el detenerlo, se le puede informar sobre los riesgos y establecer contacto, si desarrollan síntomas se le toma una muestra, pero no hay forma de detectarlo porque tampoco se puede tomar una muestra a todas las personas”.
Lutzow Steiner aclaró que el coronavirus no puede ser detectado si está en periodo de incubación, pues el resultado será negativo y el posible enfermo podría llegar a su casa o a su trabajo y desarrollar los síntomas de la enfermedad en un periodo de 3 o 4 días.
Protocolo para contener el coronavirus sería diferente que con la influenza
El director de Salud Pública de la Secretaría de Salud dijo que la diferencia entre la influenza y el coronavirus está en el hecho de que ya se tiene experiencia inmunológica con la primera, “nos defendemos, aunque mute el virus cada año, y cada año hay que vacunarnos, hay ciertos rasgos de nuestra inmunidad que reconocen ciertas fracciones del virus que no han cambiado”.
En tanto, la desventaja con la cepa del COVID-19 es que ninguna persona tiene experiencia inmunológica y puede enfermar a muchas personas al mismo tiempo, por lo cual resaltó las medidas preventivas que se han seguido para evitar el contagio por influenza.
“Hay que evitar el saludo de beso o de mano, si hay alguien con enfermedad respiratoria que vaya al médico, que no vaya a trabajar, si presenta fatiga, cuerpo cortado, es posible que sea influenza o alguna otra enfermedad respiratoria (…) Si llegamos a tener casos de coronavirus, estas medidas podrían contener la dispersión de la enfermedad”.
Lutzow Steiner descartó de momento que se implementen medidas similares a aquellas durante la epidemia de influenza AH1N1 durante 2009, como el cancelar clases y contener a la ciudadanía dentro de sus casas:
“Por lo pronto no se tiene previsto, hay una discusión si estas medidas son de utilidad o no, el virus se transmite desde antes, portadores asintomáticos, si es costo efectivo, social, si con eso se reduce muertes o transmisión. En caso de que se llegaran a necesitar otras medidas se tendría que valorar, nosotros trabajamos en un sistema de salud, hoy día no está previsto, las recomendaciones son las que están publicadas”.
Explicó que, en esa pandemia, en México se dieron los denominados casos índices, aquellos que indicaron que había un problema de salud, además de que hubo una gran dispersión de la enfermedad y defunciones, mientras que, con el coronavirus, la “zona cero” se encuentra en Wuhan: “Vivimos una situación diferente, China ya lo había vivido antes con el SARS en 2002-2003, este virus tiene mejor capacidad de transmisión”.
El coronavirus no ha afectado a la inversión china en SLP
Por su parte, Julio César Galindo Pérez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), aceptó que la pandemia de coronavirus tendrá una repercusión de manera colateral en México, “habrá una repercusión, hasta el momento no se conoce la magnitud o el tamaño, es de pronóstico reservado esta situación”, explicó.
Galindo Pérez negó que la pandemia haya afectado a la cadena de producción de empresas chinas en San Luis Potosí, aunque sí ha causado afectaciones de manera interna en la región de Wuhan:
“No tenemos un reporte porque esta situación está focalizada en una región en China, desafortunadamente los intercambios comerciales, académicos, políticos, dan dinamismo a esta región. No tenemos un reporte de que esta situación haya afectado a una empresa de inversión asiática o a una inversión china”, explicó.
El empresario hizo un llamado al gobierno federal y a las autoridades sanitarias a que estén pendientes de esta situación y que no se combine con los casos de influenza: “Pedimos que no llegue a México ni a San Luis Potosí, y si es necesario que se activen los cercos sanitarios”, mencionó.
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La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
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Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo
El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario
Por: Redacción
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.
Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.
El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año —refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.
Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.
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FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda
María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones
Por: Redacción
Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.
La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.
En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.
La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.
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