#4 Tiempos
El amigo potosino de López Obrador y el Bastión Bajío | Columna de Luis Moreno
Historias para perros callejeros
La fotografía que ilustra esta columna fue tomada durante la gira que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador para celebrar su victoria en las elecciones del 2018. No requiere mayor explicación. Habla, por un lado, del animal político más grande que ha dado México en lo que va del Siglo XXI: amado, querido, temido, odiado, carismático, necio… el mejor comunicador de la actualidad. Por el otro, muestra a uno de los gobernadores más grises de la historia de San Luis Potosí.
Cuando vi por primera vez la imagen, pensé que era el augurio del tipo de relación que López Obrador y Juan Manuel Carreras tendrían durante los tres años iniciales del primero en su cargo y los tres últimos del segundo, sin embargo, estuve profundamente equivocado. El paso de los meses ha mostrado que entre ambos ha surgido un entendimiento especial.
Muchas situaciones del accionar de Andrés Manuel son un misterio. Una de las que mayor interés me producen es la forma tan “casera” de operar sus alianzas, pareciera que convierte a quien le resulta útil en su amigo. El ejemplo más claro es su relación con Donald Trump: ¿Qué puntos en común existen entre un neoyorquino nacido en la opulencia y un macuspanense de cuna relativamente humilde? Aunque no lo parezca seguro hay varios y el más importante está en la consciencia que ambos tienen de su sitio en el ejercicio del poder. Esa misma lógica se aplica en su cercanía con Carreras López, quien parece, al igual que muchos gobernadores priistas, entender el tremendo poder que reside en el presidente, eso le ha permitido, como a casi ningún otro mandatario, asirse varios acuerdos que lo pueden convertir de golpe en un funcionario bien recordado.
El afecto que el presidente tiene por San Luis Potosí ha quedado demostrado en varias ocasiones, por ejemplo: es uno de los estados que más ha visitado; colocó una fotografía de Salvador Nava en la nueva sala de situación que lleva por nombre Los Olvidados, así mismo se ha referido al político potosino más veces de las que me gustaría durante su conferencia matutina; pero el guiño más importante, para con San Luis, llegó hace unos días, cuando Juan Manuel Carreras fue electo presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), en sustitución de Carlos Mendoza Davis, gobernador panista de Baja California Sur, que duró apenas cinco meses en el puesto. Si bien el nombramiento es hecho con base en el voto de todos los mandatarios y mandatarias, una parte importante de esa decisión está dirigida por Olga Sánchez Cordero, encargada de la política interior, a orden directa de AMLO.
Ser presidente de la Conago le brinca al gobernador Carreras atribuciones de poder, la mayoría simbólicas, que en un gobierno de símbolos, como el que ejerce López Obrador y en un momento de crisis, cobran una relevancia incalculable.
La foto entre el mandatario estatal, el presidente y la secretaria en Palacio Nacional envió un mensaje: Juan Manuel tiene en la composición geopolítica del país una atención privilegiada por parte de Andrés Manuel. La imagen de la gira de la victoria quedó muy atrás.
Ahora el propio Carreras López anunció que la próxima reunión de la Conago se realizará durante el mes de agosto en San Luis Potosí, y contará con la presencia de la mayoría de los gobernadores. La fecha exacta no está confirmada, incluso el súper delegado Gabino Morales, me comentó que no hay información sobre el día en que tendrá lugar, ni la posible agenda, tampoco acerca de los anuncios que se darán, mas ya corre un rumor que, de confirmarse, resultaría en un gesto de respaldo total para Carreras, y es que varios enterados afirman que la reunión se realizará el 25 de agosto, día de San Luis Rey; que el presidente traerá, en el día de su patrono, regalos en materia de infraestructura para el estado (los más aventurados hablan de que se afianzarán los primeros arreglos para la mudanza de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a San Luis, aunque esa información ha sido desmentida por fuentes al interior del Centro SCT) y que estarán presentes todos los mandatarios. El sitio oficial de la Conago adelantó que los temas que se abordarán estarán relacionados con el combate al coronavirus, la revisión del pacto fiscal y la reactivación económica de las entidades. Tres temas a los que los gobernadores opositores habían querido, sin éxito llevar la vista del presidente.
Para algunos, Juan Manuel Carreras puede pasar como agachón frente a la 4T. Por el contrario, lo veo como responsable, inteligente y calculador, al apegarse a los planes del presidente, aun y cuando sé, de un informante cercanísimo al gobernador, que ideológicamente no coincide con López Obrador, lo que le suma más puntos a su pragmatismo. Con estas cualidades, Carreras ha ganado protagonismo y relevancia, a diferencia de los mandatarios más combativos que se han llevado, ellos y sus estados, varias bofetadas innecesarias.
Desconozco el origen de la buena relación entre Carreras y AMLO, seguro fue casual y genuina, pero con el tamaño de político del presidente, es casi un hecho que ya tiene un plan para hacer útil a su interlocutor potosino. Los analistas, a los que no se les escapa nada, hablan de una negociación en la que el gobernador operaría a favor del presidente para que los diputados federales que San Luis aporte, de Morena o de otro partido, sean leales al proyecto de la Cuarta Transformación. Concuerdo con esa versión, no obstante, le agregaría un elemento más a la bolsa: el Bastión Bajío.
En este momento el Bajío se ha convertido en la zona económica de crecimiento más acelerado de todo México. Para bien y para mal, hoy Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro, Zacatecas y San Luis Potosí, conforman el polo favorito para las grandes empresas, por ello no tiene sentido que el partido del presidente no gobierne uno solo de esos estados.
Durante la elección del 2018, López Obrador ganó en en cinco de los seis estados que son parte del Bajío mexicano, solo en Guanajuato fue vencido por Ricardo Anaya (la única victoria del panista), por ese motivo llama la atención que ningún morenista haya ganado alguna de las gubernaturas en juego. Para 2021, el presidente tendrá tres oportunidades de hacerse con su Bastión Bajío, ya que San Luis Potosí, Querétaro y Zacatecas elegirán gobernador.
Hace dos años, Andrés Manuel obtuvo la victoria en esas tres entidades, en Querétaro (estado de origen de Anaya) fue donde menos ventaja sacó al candidato panista, con un porcentaje de 41.36% a 33.9%; en San Luis obtuvo un 41.91% contra un 26.59% de los azules; y finalmente, en Zacatecas, su triunfo fue más rotundo, al alcanzar un 48.1% vs el 20.59% del derechista.
Si nos basamos en estas cifras, la opción más viable resulta Zacatecas. Ahora, aunque el gobernador Alejandro Tello ha sido aliado de López Obrador, ni de cerca está tan consentido como Juan Manuel Carreras. Zacatecas tampoco tiene las ventajas logísticas de San Luis, que es la entidad con más fronteras a otros estados, es el centro geográfico del país, la unión del norte y el sur, y posee ciudades industriales, desiertos, selvas y montañas. Además de ser dueño de una fuerte carga histórica en la Revolución Mexicana, la Guerra de Reforma y el imperio de Maximiliano, los pasajes favoritos del presidente (quien lo dude, que visite el Palacio de Gobierno y encontrará a la princesa Salm-Salm rogando a Benito Juárez por la vida de Maximiliano).
En San Luis Potosí, el presidente tiene buenos amigos: el súper delegado Gabino Morales a quien quiere y cuida; el magistrado Juan Ramiro Robledo que respeta y admira; el notario Leonel Serrato, que le ha sido útil y fiel; el diputado Ricardo Gallardo, que siempre ha estado de su lado, pese a todo; pero basados en las cambiantes leyes del pragmatismo, su mejor amigo hoy se llama Juan Manuel Carreras, él tendrá la responsabilidad de entregarle uno de los pocos bastiones que le faltan al presidente y, de paso, se abrirá la posibilidad de abrigarse bien de cara a su séptimo año como gobernador (siempre el más difícil). Por ello, quien quiera ser candidato a dirigir el estado y aún más, quien tenga aspiraciones reales de gobernar, tendrá que ser amigo del mejor amigo del presidente.
Del vecino de Juan Manuel, ese al que le gusta ir a las casas de las personas a gritarles barbaridades (a veces solo, a veces acompañado de otros alcaldes), no tiene ni caso mencionarlo y debería darse por bien servido con aparecer en la boleta para repetir como alcalde. Aunque venda la idea de que puede ir por Morena, el PAN o el PRD, debe recordar que la amistad se demuestra y él no lo ha hecho con nadie.
Oportunistas muchos, amigos pocos y el presidente sabe bien quién es quién.
*Agradezco al autor de la fotografía. Me hubiera gustado darle el crédito por la imagen, pero no ubiqué en dónde la publicó originalmente, solo la encontré en algunas páginas de memes.
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#4 Tiempos
Gente que se rindió | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Sobran maneras de identificar a quienes han sido derrotados por la vida. Basta con observar al que no responde a los buenos días soltados por un desconocido, rocas impermeables ante un bello gesto. O al que, en el elevador, presiona con ansia el botón de cerrar la puerta, apenas por ganar un par de segundos, como si el destino que lo espera —ay, el trabajo— fuese algo más que una condena.
Se rinden también quienes ya no se detienen a disfrutar las curiosidades ofrecidas por las calles: la estampa de un borrego pegada en un poste, una hoja seca con forma de corazón, un perro rascándose el lomo con la ayuda de una banca. Poco queda de espíritu en quienes llevan semanas, quizá meses, sin alzar la vista al cielo para contemplar las estrellas por la noche o descubrir, como niños, las formas caprichosas de las nubes.
Hemos perdido a los que olvidan vacacionar al menos una vez al año. No se trata del dinero, que al final siempre encuentra su acomodo; basta con cruzar la esquina para pasarlo en grande si uno sabe cómo acomodar las piernas. También se pierden los que llevan demasiado tiempo sin brindar, como si faltaran motivos, cuando cualquier pretexto sirve para alzar la copa y desbordarse en espuma, aunque sea por el estreno de un tapete en la cocina. Y sabemos que estamos ante un alma en coma cuando alguien deja de celebrar la Navidad. Porque, cariño, aunque la ilusión se haya marchado, hay que forzarse a poner el árbol con luces y esferas. Así es como comienza el ascenso.
Sobre todo, alguien está derrotado cuando deja de arreglarse. Cuando sale al supermercado en pijama o se olvida de la ducha. El pudor es síntoma de amor propio y de cortesía hacia los demás. Soy muy importante como para ser visto en fachas por el vecino, debería pensar uno. Pero mal vamos si ni siquiera eso te detiene. Un hombre conserva su dignidad mientras se afeita o da forma a su bigote; sé que sigo en pie de lucha cuando me miro al espejo y trato componer lo que ya no tiene compostura.
Es un fantasma quien ha perdido el pulso amoroso. Quien ha dejado de coquetear y no intenta ya ninguna aventura. El que no suelta un piropo a su pareja, quien no imagina una nueva vida con la mesera o la cajera en el supermercado, muy lejos de aquí, donde nadie nos juzgue, donde nadie nos diga que hacemos mal; alejados del mundo, donde no haya leyes ni nada.
Está muerto en vida quien no se cree merecedor del amor y el deseo, quien descuidado su cuerpo como si no tuviera nada bello que preservar.
He topado tantas veces con estos derrotados. Se les percibe en la mirada, en el vacío que se abre paso hacia la negrura. Gente que se rindió. Banderas blancas —lavadas con llanto— tras tantas decepciones y reveses. Los ves derrumbados en el transporte público, indiferentes incluso a las injusticias más obvias, conformes con lo que hay, sin hervidura de sangre (otro síntoma de la debacle: dejar de ceder el asiento a mujeres y ancianos; desprovisto de galantería, un ideal perdido). Son piltrafas resignadas, oxidadas allí donde un día hubo fuentes y jardines.
Y, con todo, me consuela saber que hay remedio para un buen número de estos casos. Los suficiente como para creer que merece la pena luchar por la resurrección. Porque, al final, se trata de un arte: el arte de remontar. Y de entender que nadie lo hará por ti. Nadie ayudará con la parte que más cuenta, la más difícil. Y no desanimarse por ello, al contrario, encontrar ahí un estímulo para imponerse ante la adversidad.
Como Richard Dadier le decía a su esposa en Blackboard Jungle: Sí, me han golpeado, pero no estoy derrotado. Hay una gran diferencia. No estoy derrotado, y no voy a rendirme. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado, frase de Hemingway.
El truco está en la determinación. Seguir el consejo de San Agustín: ser mejores que los tiempos malos. Una fe que baja el humo a los demonios. Levantarse un round más tras notar que el lloriqueo te dejó seco. Eres ya tu propia tierra firme.
Contacto:
Twitter: @Bigmaud
Correo: [email protected]
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#4 Tiempos
Del semi desierto potosino a misiones espaciales | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
A principios del siglo XX y durante su primera mitad, hubo una emigración importante de familias del altiplano potosino a los Estados Unidos. Varios matrimonios comenzaron a formar sus familias en los Estados Unidos mientras trabajan para subsistir e incluso apoyar a familiares que quedaban en México, en especial en esa región del semi desierto potosino. Uno de esos matrimonios fueron los padres de Dorothy Ruiz Martínez que de Matehuala emigraron a Texas, donde Dorothy nacería.
En su niñez sus padres la trajeron a Matehuala a casa de sus abuelos donde vivió toda su niñez y parte de su adolescencia, porque la situación de sus padres no era muy estable. Estudió secundaria en la escuela Francisco Zarco, entre otras cuestiones se caracteriza por dar buena enseñanza en matemáticas, es una de las características que tiene esta región comparada con el resto del estado y del país. De esa escuela ha salido mucha gente destacada en matemáticas para posteriormente trasladarse a Texas a continuar sus estudios en busca de mejores opciones de preparación en los temas que ya le habían llamado la atención desde su vida en Matehuala. El área aeroespacial le había llamado la atención cuando, en 1986, le tocó ver en la televisión el accidente del transbordador Challenger, lo que la hizo interesarse por su actual profesión.
Su formación básica en Matehuala le permitió desarrollarse en un lugar donde se suele ser muy competitivo como es en Estados Unidos, donde después de estudiar la preparatoria, Dorothy Ruiz ingresara a la Universidad de Oklahoma y posteriormente a la Universidad de Texas, conocida como A&M a estudiar ingeniería espacial. Al titularse hizo, en 1998, una pasantía académica por medio del programa de Langley Aerospace Research Summer Scholars del centro de investigaciones de NASA Langley lo que le permitió tener su primer acercamiento a lo que sería su carrera profesional.
Tuvo la oportunidad de entrar a varios de los proyectos de la NASA cuando empezaba su formación y eso le ha permitido ingresar a varias áreas relacionadas todas con ingeniería espacial que fue donde se interesó en formarse, pero además dentro de esos proyectos ha estado en contacto con otras agencias aeroespaciales como la Rusa, donde trabajó un tiempo.
Dotothy Ruíz Martínez es una ingeniera aeroespacial que actualmente trabaja para National Aeronautics and Space Administration (NASA), la agencia del gobierno estadounidense más importante del programa espacial, donde realiza actividades como control de misiones de vuelo . El trabajo de Dorothy Ruíz consiste en enlazar comunicaciones entre la tierra y los astronautas que se encuentran en un satélite espacial.
De sus primeros trabajos en el área aeroespacial fungió como instructora de astronautas y de operadores de vuelo en el sistema de control y propulsión para el Transbordador Espacial, de ahí pasó al área de Operaciones de Misiones Espaciales como Ingeniera de Planificación de Actividades Espaciales en Tiempo Real (RPE). Ha participado en la planificación total de actividades espaciales de 12 misiones espaciales del transbordador, contribuyendo desde la tierra con otros ingenieros y científicos, en el ensamblaje final de la Estación Espacial Internacional.
Dorothy Ruiz dice con orgullo:
“Los nopales, representan la región del desierto del altiplano donde crecí, pero también son parte de mi historia de vida y de mis tradiciones en familia. Mi bisabuela removía las espinas y cortaba las pencas de los nopales en trocitos con una destreza y rapidez incomparables y luego los cocinaba muy al estilo ranchero (de la región donde ella creció en los ejidos de La Puerta de Aguilar y San Miguel, en el municipio de Doctor Arroyo). Esa manera de cocinar los nopales fue traspasado a mi abuela y después a mí.
En el 2011 propuse un proyecto de investigación en la NASA junto con otro colega para estudiar el nopal opuntia y sus posibles usos en la Estación Espacial Internacional. En este proyecto también invitamos a un colaborador científico de México. El proyecto fue aprobado e hicimos la investigación, pero nunca fue mandado al espacio. Aun así, espero un día retomar este proyecto y, que fregón sería, mandar nopales a la luna y a Marte”.
Dorothy Ruiz es un ejemplo de inspiración para jóvenes mujeres que quieren desarrollarse en áreas que en principio no consideran socialmente para mujeres. Su desempeño y formación es digno de alabarse.
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#4 Tiempos
Tiempo de mejora | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Hoy, San Luis enfrenta a Puebla, un equipo que viene con sed de revancha, justo después de dar un muy buen partido en Monterrey, donde salieron vivos con un punto. San Luis, por su parte, tuvo su primer tropiezo en casa en la era Torrent, una dolorosa derrota frente a Tigres que jugó bien y, a pesar de sus errores, pudo controlar el partido y salir con los 3 puntos del Lastras.
En el trámite, parece un partido no tan complicado, tomando en cuenta los últimos torneos de cada equipo, pero las realidades cambian y cada encuentro es una nueva oportunidad. Hay que poner atención a Puebla, equipo al que es más peligroso enfrentar en la jornada 2 que en la 15. Pero hablemos de lo visto en el Lastras.
San Luis perdió en los primeros 90 minutos del torneo su principal fortaleza del campeonato anterior, su invicto en casa. Pero además cometió el único error que no había hecho antes: una expulsión, la de Yan Phillipe fue la primera tarjeta roja de un equipo de Torrent en Liga MX. Lo del brasileño fue un partido para el olvido.
En la zona baja, la ausencia de Cata y de Chávez fue bien cubierta, pero falta coordinación. Tanto Piccini como Águila y Cruz son defensas que pueden sacar el partido, siempre y cuando atiendan en todo momento y se coordinen. Dos goles a balón parado en el mismo partido es imperdonable en jornadas avanzadas.
Por la lateral derecha, Galdames bien, a secas, un jugador que normalmente no veíamos defender, ahora tuvo que cargar con el recuerdo de Chávez y correr toda la banda. Lo hizo bien, pero se nota que necesita acostumbrarse a esa posición.
El verdadero problema de San Luis, al menos en ese partido, fue la zona ofensiva: un equipo perdido, de poca creatividad en la última zona. En pocas palabras, no hubo delanteros. Vitinho volvió a ser ese jugador que conduce mucho y define poco. Murillo tan solo flotó en la cancha y no tuvo oportunidades. Villal solo estuvo dentro unos minutos, y de Yan Phillipe, mejor no hablamos.
Es preocupante el panorama ofensivo del equipo, teniendo la salida de Boli, la ausencia (espero temporal) de Bonatini y la confianza en un Yan que no ha demostrado ser solución en los partidos que tiene con la camiseta de San Luis. Es criticable que no se haya reforzado aún en esa zona, que se haya dicho que se jugará con jóvenes y sigan los mismos. Algo tendrán que resolver para no tener ese problema.
Confío en que el cuerpo técnico tiene propuestas, confío en que saben bien lo que están enviando a la cancha. Espero que no estén solo intentando, y más bien estén proponiendo. Creo que Torrent y su cuerpo técnico tienen la capacidad y la experiencia para saber si algo hace falta en este cuadro, si es necesario reforzar de forma inteligente lo que pueden tener en el terreno de juego.
El partido de hoy es complicado por la presión del torneo anterior, por haber perdido en el arranque y porque, en el papel, Puebla parece un equipo a modo. Si esta noche San Luis no saca puntos de su visita al Cuauhtémoc, la presión comenzará a subir en un equipo que hasta el momento poco la ha sentido. Sí o sí, es tiempo de mejora.
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