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El aborto debe dejar de criminalizarse: activistas
Marcela García y Arely Torres indicaron que el Congreso del Estado debe armonizar las leyes que impulsó la Suprema Corte desde el 2021 para despenalizar la interrupción del embarazo
Por: Ana G Silva
Hace unos días, el colectivo ILE de San Luis Potosí presentó la iniciativa sobre la legalización del aborto en Pleno del Congreso del Estado y fue turnada a la Comisión de Justicia, Asistencia Social y Derechos Humanos; en ella se contempla que se brinden los servicios de salud necesarios para llevar a cabo la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación, pero se convertiría en un delito pasado este tiempo. La Orquesta conversó con las activistas Marcela García Vázquez, presidenta de la organización Nueva Luna, y la abogada Arely Torres Miranda, para conocer su opinión al respecto.
Las activistas coincidieron que en ningún momento del embarazo se debe criminalizar, hacerlo es inconstitucional y se debe eliminar del código penal del Estado. Arely apuntó que en septiembre de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que la interrupción del embarazo debía dejar de ser penalizada y por tanto esto debía ser armonizada en todas las entidades del país, aunque esto no ha sucedido en San Luis Potosí.
“Incluso la Corte instó que a resolver casos futuros, deberán considerar que son inconstitucionales las normas penales de las entidades federativas que criminalicen el aborto de manera absoluta, como lo son los tipos penales que no contemplan la posibilidad de interrumpir el embarazo en un periodo cercano a la implantación, o las normas que sólo prevean la posibilidad de abortar como excusas absolutorias, pues en esos supuestos la conducta se cataloga como un delito, aunque no se imponga una sanción”.
Marcela apuntó que la mujer que aborte en ningún momento debe ser criminalizada, porque “la decisión de abortar, es muy difícil y que, cuando se hace, se lleva a cabo debido a una situación límite en donde no tienen opción, recursos ni apoyo para garantizar la vida digna del recién nacido y mucho menos la salud mental y emocional”.
La presidenta de Nueva Luna resaltó que al Congreso del Estado le ha faltado valor, seguridad, información sobre los derechos sexuales y reproductivos, le ha sobrado miedo, conservadurismo y sumisión frente a lo desconocido; además, es carente de diálogo, estudio y capacidad de discernimiento; y sobre todo, no han conectado con las mujeres de juventudes.
“Tampoco dialoga con ellas para comprender que esto, no es una cuestión de cultura ni de costumbres potosinas, sino de un compromiso y de responsabilidad con los derechos de las mujeres, quienes sufren las consecuencias de leyes obsoletas, absurdas, dominadas por el patriarcado”.
Arely Torres destacó que pareciera que ni el Congreso del Estado ni el Ejecutivo en San Luis Potosí entienden que existe una resolución desde septiembre del 2021 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de despenalización del aborto, bajo la NOM 035 de atención a víctimas de violencia. Aclaró que también se debe comprender que a los estados no les corresponde decidir sobre la vida desde la concepción y se debe encargar de garantizar el acceso a los servicios necesarios ; mientras las mujeres son quienes deben tener control sobre su cuerpos.
“Piden hacer foros, ya no necesitamos foros, llevamos haciendo foros desde hace años. En el 2019 hicimos dos iniciativas sobre el tema, una que hicimos Alejandra Valdés y yo, hicimos foros y los diputados no van, ni mandan ni siquiera representaciones. No les interesa el tema y siguen dándole vueltas. La propuesta sigue en un proceso que llegó a la Corte para la impugnación, del que ni siquiera se sometió a discusión porque sacaron argumentos religiosos”.
Torres Miranda hizo un llamado a los integrantes del poder legislativo para dejar de simular, pues ya no hay nada que discutir y solo de debe apegar y obedecer a la resoluciones de la Corte; también exhortó al Ejecutivo, que tiene la facultad, de hacer valer la constitucionalidad de este derecho que ha dado la Suprema Corte.
García Vázquez apuntó que la iniciativa presentada por el colectivo ILE, aunque es consecuencia de otras iniciativas presentadas por el movimiento feminista en el pasado reciente, le parece que su valor radica en que es promovida por las juventudes:
“Son un grupo mayoritario hoy en día de la sociedad civil que ha despertado, o más bien, ya nació con la conciencia heredada y aprendida de las mujeres que iniciaron esta lucha y que hoy son sus madres o abuelas, por eso esta iniciativa cobra una poderosa dimensión en la entidad·.
Marcela reiteró que es lamentable que las y los congresistas no hayan volteado a ver la problemática de la interrupción del embarazo, una demanda social de las mujeres y que forma parte de la agenda de la 4T, del presidente Andres Manuel López Obrador: “Me parece que preexisten miedos, inseguridades, identidades fracturadas, visiones distorsionadas de la izquierda y del feminismo en algunas y algunos legisladores, que aun creen que legislar a favor del aborto les restaría votos, cuando es lo contrario”.
Arely subrayó que si el Congreso de San Luis Potosí continúa sin armonizar lo establecido por la Suprema Corte se buscará la acción de institucionalidad y se podría buscar sanción administrativa, ya que dilatan y obstaculizan el acceso a los Derechos Humanos, que es su obligación proteger y garantizar.
“A todas las mujeres les digo, que a pesar de esta resistencia siempre contarán con estas colectivas, que desde la organización de las feministas, hay grupos de acompañamiento para acceder aborto de manera segura”, finalizó.
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La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
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Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo
El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario
Por: Redacción
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.
Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.
El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año —refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.
Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.
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FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda
María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones
Por: Redacción
Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.
La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.
En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.
La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.
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