#4 Tiempos
Derecho a leer: otros formatos | Columna de Germán Bautista
HABLEMOS DE DERECHOS
Durante la entrega pasada hablamos muy someramente de otras alternativas para acceder a la lectura, necesarias para que ninguna persona con discapacidad se quede al margen del amplio menú de opciones literarias especializadas y convencionales.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, y en el marco del derecho a leer que protege el Tratado de Marrakech, todas las personas deben tener la misma oportunidad de acceder al texto impreso convencional, adecuando los textos cuando así se requiera.
A estas adecuaciones les vamos a denominar “formatos accesibles”, porque su propósito es fungir como un puente entre la persona y el contenido de una obra literaria, que puede oponer barreras lectoras a las personas por la manera en que ha sido impresa o estructurada. Su definición se encuentra desarrollada en el artículo 2 inciso b del Tratado y a simple apreciación, puede sonar un tanto rebuscada:
“b) Por “ejemplar en formato accesible” se entenderá la reproducción de una obra, de una manera o forma alternativa que dé a los beneficiarios acceso a ella, siendo dicho acceso tan viable y cómodo como el de las personas sin discapacidad visual o sin otras dificultades para acceder al texto impreso.”
Un acercamiento que ofrece mayor claridad sobre los tipos de formatos, lo encontramos en el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, correspondiente a las definiciones e incluidos en lo concerniente a la comunicación, tal como se cita enseguida:
“La “comunicación” incluirá los lenguajes, la visualización de textos, el Braille, la comunicación táctil, los macrotipos, los dispositivos multimedia de fácil acceso, así como el lenguaje escrito, los sistemas auditivos, el lenguaje sencillo, los medios de voz digitalizada y otros modos, medios y formatos aumentativos o alternativos de comunicación, incluida la tecnología de la información y las comunicaciones de fácil acceso.”
Esta definición ofrece una idea amplia sobre las diferentes alternativas para eliminar barreras lectoras a las personas con discapacidad, y de manera conjunta con el Tratado de Marrakech, indica a las personas responsables de asegurar el acceso a la lectura, las distintas formas en que debe hacerse accesible un contenido, incluso artístico.
Comenzaremos con la digitalización de textos, que puede ser una de las opciones más sencillas para brindar cobertura a un amplio número de personas con discapacidad, desde aquellas con baja visión o ceguera, hasta las que tienen dificultades para manipular las hojas de una obra física, y les resulta menos complicado leer mediante la pantalla de algún dispositivo tecnológico.
Los textos pueden ser escaneados con los instrumentos disponibles en una biblioteca, o incluso con el apoyo de dispositivos móviles y las aplicaciones creadas para ese propósito. Deben cuidarse dos cosas prioritariamente: limpiar de impurezas el texto, y no guardarlo como imagen; de lo contrario el contenido se vuelve inaccesible para lectores de pantalla y se limitan las opciones de manipulación del mismo para adaptarlo a otras formas de acceso.
A partir de un documento digitalizado apropiadamente, existen actualmente si se requiere, opciones tecnológicas para convertirlo a voz y guardarlo como archivo de audio, incluso con motores de voz con una nitidez cada vez más humana.
Con ciertas adecuaciones, si se cuenta con una impresora braille y el requerimiento de la persona usuaria es leer en ese formato, el texto digitalizado sigue siendo útil para garantizarle la oportunidad de leer en papel de manera táctil. Ese mismo texto se puede adecuar para amplificarlo y con las consabidas implicaciones para las personas expertas, generar una propuesta en macrotipo, para quienes son personas con baja visión.
El contenido de una obra también puede adaptarse a fácil lectura o lenguaje claro, para las personas con discapacidad intelectual, aunque hacerlo, actualmente es un poquito más complicado que simplemente digitalizar, porque debe evitarse usar palabras elevadas o rebuscadas a fin de facilitar su comprensión, además de ordenar el texto de cierta manera, no justificarlo, y cerrar las ideas en el menor número de líneas posible.
Si desean saber más sobre la fácil lectura, les invito a visitar la página de “Plena Inclusión España”:
https://www.plenainclusion.org/
Otro formato o forma de garantizar el acceso a la lectura un tanto más complicada, es generar opciones para las personas sordas, pues aunque la mayoría imaginemos que al poder ver una persona sorda no tendría complicaciones para leer, lo cierto es que la forma de ordenar un texto conforme a lo que se ha denominado la “gramática del Sordo” implica cierta complejidad, además que en palabras de las propias personas sordas, les resulta mucho más sencillo comprender un texto en lengua de señas, lo que obliga a tener a disposición opciones en videolibros.
Al respecto, el Instituto Pedagógico para Problemas del Lenguaje I. A. P. (IPPLIAP), ha generado propuestas de acceso a la lectura para personas Sordas, en el marco del Tratado de Marrakech. Si desean saber más, visiten:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLNpBvPBkh4JR3Yif1XIK8UtRVOGTLlL7P
Finalmente, aunque sin agotar la amplia gama de formas y formatos para eliminar barreras lectoras, los pictogramas también son una opción para algunas personas con autismo y personas con discapacidad intelectual, entre algunas otras. Éstos son representaciones iconográficas que comunican ideas y facilitan la comprensión de un texto, y que demanda también preparación para ofrecer esta alternativa de lectura. Al ser persona ciega, desconozco qué tan eficientes sean, pero últimamente he encontrado por ahí aplicaciones que convierten el texto convencional en pictogramas.
Para darse una idea sobre estas opciones, les invito a visitar:
Garantizar el acceso a la lectura en formatos accesibles es desafiante, pero como ya se mencionó en la pasada entrega, es una obligación ineludible a partir de la entrada en vigor de los dos tratados internacionales citados en la presente columna.
Puedes leer la versión alternativa de esta columna en leguaje sencillo a continuación:
En la última entrega, mencionamos brevemente sobre diferentes formas de acceder a la lectura, especialmente para personas con discapacidad.
Según el Tratado de Marrakech, es un derecho humano que todos tengan la misma oportunidad de leer textos impresos. A veces, es necesario adaptar estos textos para que sean accesibles.
Los “formatos accesibles” son versiones de textos que se han modificado para que las personas con discapacidad puedan leerlos. Esto puede incluir cambiar el tamaño de la letra, usar un lenguaje más sencillo, o convertir el texto en audio.
Es importante que estos formatos sean tan fáciles de usar para las personas con discapacidad como lo son para las personas sin discapacidad.
Hay muchas formas de hacer que un texto sea accesible. Algunos ejemplos incluyen:
1. Digitalización de textos: Esto implica escanear un texto y convertirlo en un formato digital. Esto es útil para personas con baja visión o dificultades para manejar libros físicos. Es importante asegurarse de que el texto esté limpio y no se guarde como imagen, para que pueda ser leído por lectores de pantalla.
2. Conversión de texto a voz: Una vez digitalizado, el texto se puede convertir en audio. Esto es útil para personas con discapacidades visuales.
3. Impresión en Braille: Para aquellos que leen en Braille, el texto digitalizado se puede imprimir en este formato.
4. Uso de lenguaje sencillo: Esto implica cambiar el texto para que sea más fácil de entender, evitando palabras complicadas. Esto es útil para personas con discapacidad intelectual.
5. Videolibros en lengua de señas: Para personas sordas, los textos se pueden convertir en videos en lengua de señas.
6. Pictogramas: Son imágenes que representan palabras e ideas. Esto puede ser útil para personas con autismo o discapacidades intelectuales.
Es importante garantizar que todos tengan acceso a la lectura en un formato que puedan usar y entender.
Hay varias organizaciones y recursos en línea que pueden ayudar a acceder a estos formatos, como “Plena Inclusión España” y “Pictocuentos”.
En resumen, es esencial que se ofrezcan diferentes formatos accesibles para garantizar que todas las personas, independientemente de sus habilidades, tengan la oportunidad de disfrutar de la lectura. Esto no solo es un derecho, sino también una forma de inclusión y respeto hacia la diversidad.
Para más información, puedes visitar:
– Plena Inclusión España: https://www.plenainclusion.org/
– Pictocuentos: https://www.pictocuentos.com/
– IPPLIAP (para videolibros en lengua de señas): https://www.youtube.com/playlist?list=PLNpBvPBkh4JR3Yif1XIK8UtRVOGTLlL7P
Estos recursos son valiosos para aquellos que buscan opciones de lectura accesibles.
También lee: Derecho a leer | Columna de Germán Bautista
#4 Tiempos
La IA, periodismo, y la coartada perfecta | Apuntes de Jorge Saldaña
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Qué peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al Código Penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de Estomatología confesando un delito… (saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero… ¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
También lee: La IA, periodismo, y la coartada perfecta | Apuntes de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
Francisco Gándara, primer ingeniero higromensor potosino | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En 1886 se titulaba de ingeniero en el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí un joven que aportaría al estudio y solución de problemas de sistemas hídricos en la población, así como contribuiría y sería testigo de uno de los acontecimientos científicos más importantes a nivel mundial y que impacta en la sociedad actual, la comunicación inalámbrica, el joven en cuestión Francisco de la Gándara.
Sobre este personaje ambientado en el San Luis potosí de 1886 escribí un artículo que puede consultarse en: San Luis Potosí en 1886, esplendor de la alta cultura potosina: https://www.researchgate.net/publication/394853478_San_Luis_Potosi_en_1886_esplendor_de_la_alta_cultura_potosina
En 1885 se abría en San Luis Potosí el Liceo Científico y Literario “José María Morelos”, fundado por los estudiantes del Instituto Científico y Literario que habían sido expulsados de este por el gobernador del estado. De esta forma el 23 de febrero de 1885 el Liceo abría sus puertas para que los estudiantes expulsados pudieran continuar sus estudios.
El director del Liceo y parte de sus profesores serían alumnos aventajados del Instituto que habían sido expulsados. Entre ellos se encontraba Francisco Gándara, alumno de excelencia del Instituto, en su momento ayudante de Francisco Estrada en algunos de sus experimentos y demostraciones en la cátedra de física. Este personaje tendría un papel importante y se convertiría en uno de los ingenieros egresados del Instituto Científico y Literario.
Los alumnos del Liceo que terminaban sus estudios superiores en esa institución, podían presentarse al Instituto Científico y Literario para examinarse en las materias que tenían pendientes en el Instituto después de cursarlas en el Liceo. Así, el 5 de septiembre de 1885 se examinaba en el Instituto Científico y Literario el alumno expulsado Francisco Gándara que era catedrático de física en el Liceo Morelos ; Gándara fue examinado en topografía y mecánica siendo calificado por el jurado con PB en ambas materias.
A fines de 1886 Francisco Gándara se titulaba como ingeniero topógrafo e higromensor en el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí y ofrecía sus servicios profesionales como tal en la cuarta calle del Apartado número 52, ahora calle de Francisco I. Madero.
Gándara con el tiempo se convertiría en un reconocido ingeniero experto en perforación de pozos y quien terminó la construcción de la Presa de San José.
En su época de estudiante de la cátedra de física, de 1881 a 1882, ayudó a Francisco Javier Estrada en sus experimentos de comunicación y fue testigo de los experimentos de comunicación inalámbrica que sería una de las aportaciones extraordinarias y de primicia mundial realizadas en ese año de 1886.
En 1897 Gándara recordaba, al anunciarse el descubrimiento de Marconi de la comunicación inalámbrica y que la prensa local y nacional promovía con loas a su autor, que dicho descubrimiento había sido realizado más de diez años antes por el potosino Francisco Javier Estrada en pleno centro de la ciudad de San Luis Potosí y en el edificio donde profesaba su cátedra de física. Para entonces, el olvido sobre la obra de Estrada y su persona, ya hacia acto de presencia, y sus motivos deben ser dignos de estudio.
Francisco Gándara, estudiante del curso de física que dictaba Estrada, narra, su reacción ante la noticia del experimento de Marconi, asegura que el tema fue para él, nada sorpresivo, pues él, al igual que sus condiscípulos, pudieron presenciar la comunicación telegráfica sin hilo conductor, tanto en el aire (en el espacio dice Gándara) como a través de la tierra (refiriéndose a la detección de temblores de tierra). Refiere Gándara que los experimentos con los más mínimos detalles quedaron consignados en los libros en que Estrada apuntaba el resultado de sus grandes estudios. Libro que infructuosamente, hasta el momento, hemos buscado y que representa un tesoro para la historia de la ciencia y para la historia de nuestra propia cultura.
Gracias a Francisco Gándara sabemos detalles de esos históricos experimentos de Estrada, al ser participa en ellos y registrarlos en su diario de experimentos.
“Al que esto escribe, discípulo del Sr. Estrada por aquellos años, cúpole en suerte ayudarle en la práctica de sus experiencias, para las cuales por la imposibilidad en que el sabio electricista se encontraba, necesitaba el concurso mecánico de alguien, y ¡cuántas veces me dejó sorprendido del resultado maravilloso de sus ideas que yo ejecutaba sin conciencia!
Yo mismo escribí de mi puño y letra la teoría del descubrimiento que hoy como de Marconi se presenta y asenté los experimentos que llevábamos a efecto con magníficos resultados, así como muchísimos de los frutos de la singular ilustración y gran saber del Sr. Estrada”.
Francisco Gándara (1897)
También lee: La incansable divulgadora del conocimiento, Ikram Antaki | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
Tomar chocolate y ponerse amarillos | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
Culto Público, hijos de “a mano y jugando”:
Cómo se los adelanté en exclusiva desde el jueves por la tarde (porque ya saben que los quiero) el trámite del pago del adeudo de gobierno a la UASLP sería realizado en cuestión de horas (dije entre 24 y 48) y que sería hoy lunes cuando se diera el anuncio oficial.
Pues así es. El propio rector, Alejandro Zermeño declaró el viernes que habría recibido una llamada de parte de las más altas esferas del gobierno estatal para avisarle que estaría por recibir el pago. (No es un pago que se haga en el cajero o desde el teléfono…) También confirmó, tanto él, como el secretario general de gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, que se llevaría acabo una reunión entre el jefe del ejecutivo y el rector hoy, pero el pago era un hecho.
Tengo confirmada además la reunión que se llevará a cabo en las próximas horas y en privado, entre el gobernador Ricardo Gallardo y el rector Alejandro Zermeño en las oficinas del primero.
Pero, en esta mañanita de asueto les doy más novedades: Durante este fin de semana hubo negociaciones de último minuto, y es que previo a la transferencia, se planteó por ambas partes el tema de la construcción de los estacionamientos en la facultad de ciencias y la construcción de un gimnasio en la facultad del Hábitat.
Se puso en la mesa que el gobierno invirtiera 50 millones en ambas obras y entregase en recursos líquidos el resto, los otros 158 MDP.
Esta posibilidad puesta en la mesa fue analizada, sin embargo, tanto el gobierno del estado y sus asesores como la rectoría y su equipo, encontraron que se debían apegar al convenio con la federación, que no tiene contemplado los pagos en especie.
Por lo tanto, el gobierno d el estado cumplirá con su obligación pactada
en los términos estrictamente apegados al convenio y entiendo que será a través de un cheque de caja y certificado, (de los que no rebotan como los míos) que el gobernador entregue en mano al rector el documento esta mañana y se ponga fin a la larga y torcida historia de multi-capítulos.Asumo por la información que tengo a la mano que la entrega del cheque se llevará a cabo de manera privada (Gobernador y rector en solitario)
Lo que sí sé de cierto es que por ahí de la una “pe eme” se dará a conocer de manera pública y a medios de comunicación el anuncio en el que podría solo estar el gobernador o ambos personajes, eso todavía no lo tengo claro.
Del modo que sea faltan pocas horas para saberlo y les estaré informando.
Lo importante es que se cumple lo anunciado y se paga lo debido. La comunidad puede estar tranquila, los salarios, prestaciones y aguinaldos están asegurados. Los paros serán innecesarios.
En otras noticias, como seguramente ya lo saben para esta hora, está confirmada la detención del homicida del estudiante de estomatología y dos de sus tres cómplices.
Toda la información y el video (que obtuvo en exclusiva Plano Informativo y al que le reconozco todo el crédito por el material) la puede encontrar en nuestras redes y en nuestra página.
Todo concuerda con lo que les he ido contando, lo único que no me “cuadra” es el por qué bajaron del auto a Jorge Dávila y lo vuelven a subir en la parte trasera… eso sigue estando muy extraño.
En fin, les daré más información más tarde y agradezco su atención.
Yo soy Jorge Saldaña y les mando un abrazo a todos y todas.
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