diciembre 27, 2025

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#4 Tiempos

Derecho a leer | Columna de Germán Bautista

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HABLEMOS DE DERECHOS

 

Este pasado 30 de septiembre se cumplieron siete años de la entrada en vigor del Tratado de Marrakech. A muy pocas personas en México este Tratado les suena de algo, y muchas menos saben qué es, para qué sirve y a quién beneficia.

Quizá sea que no se ha promovido lo suficiente, quizá sea que quienes lo están promoviendo son menos personas de las que se involucraron en la promoción de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, quizá sea que Marrakech nos suene muy, muy lejano, quizá sea que garantizar el derecho a leer a las personas con discapacidad sea muy complicado, o quizá sea que el gobierno piensa que la accesibilidad y la inclusión son asuntos que pueden dejar para después.

Según la Unión Mundial de Ciegos, a las personas con discapacidad en todo el mundo nos aqueja una hambruna de libros, pues de acuerdo a datos aportados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, en el mundo sólo siete por ciento del total de los libros son accesibles y en los países en desarrollo como el nuestro, menos del uno por ciento.

Eso significa que de todo el menú de obras disponibles, las personas con discapacidad enfrentamos barreras para acceder a ellas, no por nuestra condición, sino porque a pesar de la tecnología, a pesar de las opciones que ofrece el mundo actual, no se generan las alternativas en los formatos adecuados para nosotros.

Ya profundizaré en otra entrega sobre los diferentes formatos que requerimos las personas con discapacidad, pero sólo para que comprueben lo que comparto en estas líneas, la próxima vez que entren a una librería, a una biblioteca pública, privada o universitaria, echen una miradita rápida, e identifiquen cuántos libros están disponibles en formatos distintos a la tinta convencional; por más fácil, busquen opciones en braille, audio o letra más grande. Si encuentran alguna, por favor échennos un grito; nos encantará visitarla, a ver qué vemos y qué encontramos para leer.

El Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las Obras Publicadas a las Personas ciegas, con discapacidad Visual y con otras Dificultades para Acceder al texto Impreso (así se llama), es un tratado que al igual que la Convención, protege derechos de las personas con discapacidad, particularmente el derecho a leer.

¿Por qué proteger este derecho?

Porque así como las constructoras y los arquitectos se olvidan de que hay personas que necesitan ingresar a los recintos de otra manera, a las editoriales también se les olvida que hay otras formas de leer, además de que en términos económicos, muchas de ellas señalan que producir alternativas en formatos accesibles es costoso, y el número de lectores con discapacidad no justifica la inversión.

Como resultado, las personas sordas, las personas con discapacidad intelectual, algunas personas con autismo, las personas que por cuestiones físicas o motoras no pueden sostener un libro, las personas ciegas y con baja visión, por mencionar algunas, quedamos fuera de la oferta de lectura y lo peor, es que si hasta hace pocos años se generaba alguna alternativa para que disfrutásemos de alguna obra en un formato adecuado a nuestros requerimientos, se corría el riesgo de violar disposiciones relacionadas con la protección de los derechos de autor.

Es decir: cuando las editoriales producen obras, lo hacen sin generar alternativas de lectura en otros formatos, pero si alguien generaba esa alternativa, entonces podía ser demandada por violaciones a los derechos de autor. Así, proteger una obra y a su autor, se convertía en una barrera que aseguraba que quien ya estaba afuera, por falta de alternativas de lectura, se siguiera quedando afuera. ¿Justo o injusto?

A partir de la entrada en vigor de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad el 3 de mayo de 2008, comenzó a reflexionarse sobre lo dispuesto en su artículo 30: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas pertinentes, de conformidad con el derecho internacional, a fin de asegurar que las leyes de protección de los derechos de propiedad intelectual no constituyan una barrera excesiva o discriminatoria para el acceso de las personas con discapacidad a materiales culturales.”

Paralelamente, las personas con discapacidad en el mundo a través de sus organizaciones, se movilizaban para poner en la agenda de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual la protección del derecho a leer, mediante la adopción de un Tratado que estableciera que producir alternativas de una obra para eliminar las barreras lectoras a las personas con discapacidad no estaba mal, y que tampoco podían prevalecer leyes que sustentaran lógicas injustas y discriminatorias.

El Tratado de Marrakech es un instrumento jurídico internacional que protege derechos humanos a las personas con discapacidad, en particular, uno esencial y necesario para el ejercicio de muchos otros derechos humanos. Beneficia a todas aquellas personas que experimentan barreras lectoras, y es útil para que quienes se encargan de garantizar el acceso al libro o a la lectura, lo hagan sin preocuparse por estar vulnerando derechos de autor.

Hasta donde me quedé, en San Luis Potosí sólo hay una institución bibliotecaria que ha asumido la obligación y responsabilidad de garantizar el derecho a leer a las personas con discapacidad, incluso antes de la entrada en vigor de la Convención y del Tratado; la Biblioteca Pública Universitaria. Sé de buena fuente que estudiantes particularmente con discapacidad visual, acuden a ella con frecuencia para solicitar la digitalización de textos e interpretarlos a través de sus lectores de pantalla; también fui uno de ellos.

Desconozco sin embargo si en la capital y en el estado, las demás bibliotecas han asumido esta obligación, si la identifican como tal, o si continúan pensando que se trata de una alternativa de buena voluntad. De ser esto último, hago de su conocimiento que se encuentran en una importante falta, y en consecuencia, en una flagrante omisión.

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#4 Tiempos

2025, el año en que Toluca volvió a mandar | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

El 2025 dejó claro que en la Liga MX los ciclos no desaparecen, solo esperan el momento adecuado para reaparecer. Entre torneos cortos, liguillas impredecibles y proyectos que se diluyen con rapidez, hubo una certeza que se fue construyendo jornada tras jornada: Toluca fue, sin discusión, el equipo del año. No por un destello aislado, sino por la forma en la que recuperó autoridad, identidad y presencia en los momentos que definen temporadas.

Los diablos entendieron mejor que nadie cómo navegar el caos natural del campeonato. No fue un equipo espectacular todo el tiempo, pero sí uno profundamente competitivo. Supo cuándo imponer ritmo, cuándo resistir y cuándo ser práctico. En una liga donde muchos confunden intensidad con urgencia, los escarlatas apostaron por la calma y terminaron encontrando resultados. El bicampeonato fue la confirmación de un proceso que dejó de mirar al pasado y decidió construirse desde el presente.

Mientras tanto, América siguió ocupando el papel de referencia obligada. Su regularidad y su capacidad para llegar a finales lo mantuvieron en la conversación durante todo el año. Sin embargo, 2025 también expuso una verdad incómoda para los azulcremas: dominar fases largas no siempre garantiza cerrar con éxito. América fue protagonista, sí, pero terminó cediendo ante un Toluca que entendió mejor los tiempos del torneo.

Otro de los puntos altos del año fue la vigencia de Tigres. Sin el ruido mediático de otros ciclos, el conjunto regiomontano volvió a competir con seriedad, recordando que los proyectos largos no pierden valor de un día para otro. Tigres no necesitó reinventarse para seguir siendo incómodo; le bastó con sostener su estructura y su carácter competitivo.

Pero el 2025 también dejó señales alentadoras fuera de los nombres habituales. La aparición de jóvenes futbolistas en distintos clubes refrescó el panorama. No todos lograron continuidad, pero varios demostraron que el talento existe y que, con confianza, puede influir en el desarrollo del torneo. En un contexto donde la inmediatez suele devorarlo todo, esas irrupciones fueron un respiro. Nombres como el de Camberos, Lainez, y sobre todo Mora,

suenan de nueva cuenta para levantar la mano justo meses antes del mundial, esperanza abierta para sumar un futuro a corto plazo que ojalá se alargue por muchos ciclos mundialistas más.

A nivel colectivo, el año volvió a confirmar que la Liga MX se decide en detalles. Un error tardío, una desconcentración mínima o una racha breve pueden cambiar destinos completos. Toluca lo entendió mejor que nadie: fue sólido cuando debía serlo y oportuno cuando el margen se redujo. Esa lectura fina del torneo fue la diferencia.

Por eso, cuando se haga el balance de 2025, el relato será claro. No fue el año de la espectacularidad permanente ni de un dominio aplastante. Fue el año de la eficacia, la madurez y la paciencia, y en ese contexto, Toluca se levantó por encima del resto.

En una liga que pocas veces permite certezas, 2025 tuvo una, Toluca volvió a mandar. Y lo hizo recordándole al futbol mexicano que los proyectos con identidad, cuando se sostienen, siempre encuentran la manera de regresar a lo más alto.

Por último, en el ámbito local, 2025 fue para el olvido, San Luis no logró los objetivos trazados quedando fuera de competencia en ambos torneos locales y despidiéndose pronto como ya es costumbre de la Leagues Cup, un equipo que a veces resulta ser incómodo para algunos rivales, este año resultó serlo para su afición, hoy San Luis luce poco atractivo y sin mucho que ofrecer a nivel espectáculo, ojalá las cosas mejoren por el bien del equipo local, se ve complejo pero como bien se dice, año nuevo, esperanzas renovadas, ojalá.

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El padre de la física potosina, Gustavo del Castillo y Gama | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Con el título de El Padre de la Física Potosina, Gustavo de Castillo y Gama, publiqué un libro conmemorativo sobre la vida y obra de Gustavo del Castillo y Gama, físico potosino que fundó las instituciones educativas y de investigación en física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Este 24 de diciembre estaría cumpliendo ciento cuatro años.

El libro en cuestión es de descarga gratuita y puede conseguirse en cualquiera de las siguientes dos direcciones:

http://galia.fc.uaslp.mx/museo/libros/EL%20PADRE%20DE%20LA%20FISICA%20POTOSINA.pdf

https://www.researchgate.net/publication/357203097_El_Padre_de_la_Fisica_Potosina_Gustavo_del_Castillo_y_Gama

Justo en Noche Buena del 2025, Gustavo del Castillo y Gama estaría cumpliendo ciento cuatro años. Nacería en el famoso Barrio de San Miguelito en San Luis Potosí al dar las últimas campanadas del 24 de diciembre, como lo comentaba el propio Gustavo del Castillo. Su vida se desarrolló en San Luis Potosí, Tampico, la Ciudad de México y las ciudades norteamericanas de Lafayette y Chicago; se nutrió de un ambiente científico desde pequeño, pues al menos, un par de sus tíos trabajaban en astronomía en el Observatorio Nacional de Tacubaya, Rodolfo Jurado y Valentín Gama. Ambos de la dinastía Gama de gran influencia en la sociedad potosina.

No es de extrañar que orientara su vocación hacia la física, siendo estudiante de preparatoria, en una época donde no existían aún escuelas de física en el país, y, se planteó poder formarse como físico en los Estados Unidos. La situación bélica mundial, lo llevó a seguir estudiando en su ciudad natal, ingresando a la carrera de químico industrial que su grupo de estudiantes de preparatoria había propuesto, de la cual se tituló tocándole el privilegio de ser el primer titulado. De ahí pasó a la Facultad de Ciencias de la UNAM a estudiar la maestría en física y al terminar continuar con su proyecto de formarse como investigador en física en Estados Unidos, donde obtuvo el grado de doctor en la Universidad de Purdue.

Fue de los primeros investigadores que tuvo el Instituto Nacional de la Investigación Científica (INIC) y se incorporó a la UASLP, impartiendo cátedra y formando el Laboratorio de Radiación Cósmica bajo los auspicios y emolumentos del INIC del que seguía siendo investigador. Su ingreso a la UASLP fue afortunado para impulsar el programa académico del Dr. Manuel Nava Martínez que era el rector de la UASLP en la década de los cincu enta. De esta manera se convertía en el primer doctorado que impartía clase en la UASLP y el único con dicho grado en la década de los cincuenta.

Fundó el Departamento de Física de la UASLP, de donde se derivarían la entonces Escuela de Física y el Instituto de Física de la UASLP que constituían un solo ente académico, que dividía el trabajo docente y el de investigación. El Laboratorio de Radiación Cósmica formaría parte del Instituto de Física y con ello inauguraba de manera formal trabajos de investigación científica, como tales, en la universidad potosina.

Creó el programa de construcción de cohetes de sondeo con el fin de realizar investigación científica en las altas capas de la atmósfera colocando al país en los pioneros en desarrollo aeroespacial, programa que ahora es conocido como Cabo Tuna. Su trabajo de investigación en radiación cósmica y en ciencias espaciales colocó a la UASLP en el escenario mundial en investigación en física. Si bien su labor en la UASLP se redujo a un lustro, este fue muy intenso y productivo y sentó las bases para el camino académico que seguiría la UASLP años después recorriendo las sendas y abriendo otras en torno a las raíces sembradas por Gustavo del Castillo, cuestión que luego es menospreciada o en el mejor de los casos olvidada.

La UASLP en la actualidad es reconocida nacionalmente y en algunas áreas internacionalmente gracias al trabajo docente y principalmente al trabajo de investigación científica que despliegan sus investigadores. La UASLP está situada como una de las mejores del país y en áreas como la física dentro de las primeras tres universidades del país. Esta situación se debe a la calidad de su personal académico, pero de manera muy especial por el trabajo pionero que fincara esta tradición por personajes como Gustavo del Castillo y Gama.

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#4 Tiempos

Una vida dedicada a la ciencia, Candelario Pérez Rosales | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Hoy, 16 de diciembre, el peotillense Candelario Pérez Rosales, baluarte de la ciencia e ingeniería mexicana y consolidador de la física profesional en San Luis Potosí, estaría cumpliendo noventa y cinco años de edad.

Candelario Pérez Rosales nació el 16 de diciembre de 1930 en Peotillos, comunidad del municipio de Villa de Hidalgo, San Luis Potosí, donde estudió los primeros años de primaria, para luego venir a San Luis Potosí a terminarlos y continuar los estudios de secundaria y preparatoria, ambos en el turno nocturno, donde compartía las horas de estudio con las horas de trabajo. Estudiaría Física en la Universidad de Purdue y vendría a San Luis Potosí a colaborar con la fundación de la Escuela de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, hoy Facultad de Ciencias y del Instituto de Física de la propia Universidad Autónoma de San Luis Potosí, instituciones que están cumpliendo setenta años.

Como parte de los trabajos de difusión y divulgación sobre personajes de la ciencia potosina que llevo a cabo publiqué en el 2012 un libro intitulado Una Vida Dedicada a la Ciencia, el papel de Candelario Pérez Rosales, que recoge la trayectoria de Candelario Pérez Rosales, cuyo papel para el establecimiento, desarrollo y consolidación de la física en San Luis fue determinante; de esta forma el desarrollo de la ciencia potosina en la segunda parte del siglo XX, en el seno de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, fue posible con la participación de varios personajes, entre los que se encuentra indiscutiblemente Candelario Pérez Rosales. Su papel fue determinante para que la física potosina y en general la ciencia potosina sea lo que es hoy, ese importante polo de desarrollo que tiene un reconocimiento a nivel mundial. Sin su participación, entusiasmo, compromiso y cierto apostolado, la física en San Luis, y la propia universidad potosina, no serían lo que son hoy.

En este sentido la Universidad Autónoma de San Luis Potosí se encuentra en deuda con Candelario Pérez Rosales.

Su aportación a la ciencia e ingeniería mexicana va más allá de su labor en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Continuó siendo pionero en otras aventuras académicas, contribuyendo notablemente al desarrollo de la ciencia mexicana. En particular ingresó como investigador fundador al Instituto Mexicano del Petróleo.

Como investigador del Instituto Mexicano del Petróleo desarrollo una gran cantidad de proyectos que colocaron al país como un innovador en procesos de extracción de petróleo. Larga sería la lista de ellos, mismos que recogen en las páginas del libro que le dedicamos a este importante científico potosino.

Esta larga lista de proyectos que dirigió Candelario Pérez, desarrollados bajo el demandante factor de tiempo, da muestra de la importancia de su contribución al desarrollo de la industria petrolera al enfrascarse en proyectos dirigidos a resolver los diversos problemas técnicos y científicos asociados a la industria petrolera.

Estas tres facetas de Candelario Pérez que se presentan en el libro, constructor de instituciones y formador de recursos humanos, científico orientado a problemas de aplicación en la industria petrolera y escritor científico, lo colocan como uno de los baluartes nacionales en el desarrollo de la ciencia e ingeniería en nuestro país, y muy enfáticamente al desarrollo de la física mexicana.

Candelario Pérez ingresa como investigador fundador del Instituto Mexicano del Petróleo en 1966, como ya hemos mencionado, después de haber sentado las bases y asegurado el desarrollo de la Escuela e Instituto de Física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

En este libro se recoge su labor como escritor científico, profesor e investigador, tareas que suelen ser consideradas como labores fundamentales de las universidades mexicanas. En todas ellas tuvo, y sigue teniendo a pesar de estar retirado, una contribución importante y valiosa, además de sobresaliente.

Sea esta obra un homenaje a uno de los fundadores de la Escuela de Física de la UASLP, ahora Facultad de Ciencias, y del Instituto de Física de la UASLP, que estaban englobados en el Departamento de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cuya creación se diera el 1 de diciembre de 1955, mediante la aprobación del Consejo Directivo Universitario a un recurso sometido por el Dr. Gustavo del Castillo y Gama.

A los interesados, el libro pueden comprarlo bajo pedido en el correo electrónico de un servidor.

Candelario Pérez murió en San Luis Potosí, el 1 de mayo de 2016. El homenaje que le tributamos, se recogen en una serie de videos que pueden consultarse en youtube en el canal de José Refugio Martínez Mendoza. Para una muestra compartimos el siguiente:

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