diciembre 28, 2025

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#4 Tiempos

Con utopía hay futuro | Columna de Jorge Ramírez Pardo

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Enred@rte

 

… fui la ilusión de tu vida
un día lejano ya…
María Teresa Vera

 

El anhelo/lema de la 4T, “Primero los pobres”, resulta:

  • Una locura utopista (algo iluso, de locos) para algunos privilegiados empresarios, grandes comerciantes, y elites ejecutivas, creativas e intelectuales en condición de privilegio.

El comentarista Pedro Ferriz de Con, convocó, el domingo pasado, a la desobediencia civil y dijo: “el límite de López Obrador y sus payasadas (de locos) fue ayer”.

  • Utopía es, acaso sin conocer el término, para los siempre marginados y perennes paga-platos-rotos, una necesidad ingente.

A Andrés Manuel López Obrador, dice también Ferriz, lo llevó a la Presidencia una zona que no tiene educación, que no paga impuestos…, les aseguro que el 80% del que votó no paga impuestos…, gravita en la economía informal y no tiene ninguna responsabilidad frente al país.

Lo dicho por Ferriz, se filtró e hizo viral, por la grabación de una conversación que tuvo con empresarios mexicanos, autodenominados “amigos del ITAM” –Carlos Chavero, Carlos Sánchez, Eduardo de la Fuente, Gustavo de la Serna, Jorge Alegría, Javier de Uriarte, José Tena-.

Quien primero habla con Ferriz –sin identificarse-, califica a AMLO como presidente comediante, y le pregunta ¿Qué podemos hacer para no darle más tiempo a este cuate por sus disparates?

Ferriz, en su respuesta, llama a la organización antigubernamental, pero, a la vez, muestra desencanto porque considera a la cúpula empresarial dividida y a los partidos políticos de oposición desmembrados. También afirmó:

  • Cuando estuve en el Capitolio de Estados Unidos había la preocupación de republicanos y demócratas de que México va al socialismo (pre-juicio anti utópico).
  • Voy a iniciar una campaña, “No tenemos presidente, no hay gobierno, no tenemos presidente”.
  • Hay un gobierno que no nos hace concesiones.
  • No le veo remedio a este pinche gobierno.

De una isla imaginada

La palabra Utopía se emplea, con frecuencia, de manera errónea. Se dice de algo utópico como sinónimo de inalcanzable o idealista, incluso, de locos. Durante décadas predominó esa connotación de pre-juciada o pre-conceptual, con matiz de anti-comunismo, inducida por el Tío Sam, o desde púlpitos y agrupaciones neofascistas.

El neoliberalismo, hoy es exhibido en el espejo de la pandemia, como generador de enorme riqueza acumulada y, a la vez, pobreza como nunca. Auspició lo contrario a la utopía, la distopía, esto es, el ejercicio social inequitativo y excluyente para las mayorías; de fatalismo e inducción de miedos y parálisis ante la posibilidad para el hombre de ser libre y auto-determinado.

Tomás Moro, el inventor del término utopía y su contexto, era canciller de Inglaterra durante el reinado de Enrique VIII. Con el tiempo y divergencias, Enrique mandó matar a Tomás porque no ajustaba las leyes a sus intereses personales.

Algo similar al linchamiento que intentan hacer algunos grandes capitalistas en México y el mundo a quienes procuran la construcción de modelos de desarrollo equitativos; porque ello afectaría su demasiado enriquecimiento soportado en sobornos y evasión de impuestos.

Entre esos acaudalados distópicos, se encuentran también propietarios de sobrevaloradas p atentes medicinales; mientras ocultan el costo de producción de sus patentes.

 

La Utopía de Tomás Moro

Moro, preocupado por los acontecimientos de su época –y cercano al rey– adopta una manera sutil de hacer denuncias a través del relato novelado Utopía. Isla imaginaria donde la interacción y los escenarios de sus personajes contrastan con la realidad y, por lo mismo, cuestiona infames y equivocadas prácticas legales y aplaudidas en la Inglaterra de principios del siglo XVI.

La isla Utopía, es un sitio maravilloso y singular. Su nombre, de acuerdo a la etimología griega, está compuesta por ou

 + topos. Si la primera es la partícula de la negación, se trataría de un no-lugar, o un sitio inexistente.

En Utopía hay leyes justas, según relato del supuesto narrador/viajero que la describe. La legislación y modelo de sociedad de Utopía pueden ser imitados por otras ciudades, países y reinos “para corregir sus faltas, enormidades y errores”.

Más de Utopía

Tomás Moro remarca algunas taras a corregir: la avaricia, el ansia desmedida de posesión de riquezas, poder o tierras como fuente de todos los males y desgracias tanto para las repúblicas como para los individuos que las habitan.

Planteado por Moro, los utopienses son un pueblo que reniega de atesorar; para hacer la compra va a la plaza del mercado y allí “el padre o cabeza de familia va a buscar todo lo que él y los suyos necesitan y se lo lleva sin dinero, sin intercambio, sin fianza, prenda ni garantía”. ¿Por qué se ha de pensar que aquel hombre tenga que pedir más de lo suficiente si está seguro de que nunca le faltará?

“Zona que no tiene educación, que no paga impuestos…”, diría el filósofo de marras.

Utopía es un pueblo con tesoro, sí, pero este se reserva para casos de “riesgo extremo o peligro repentino”. 

En Utopía, no hay pobres ni mendigos, “aunque nadie tiene nada, todo el mundo es rico, pues ¿qué mayor riqueza hay que vivir alegres y contentos (…) sin preocuparse de la propia manutención?

Tomás Moro denuncia –hace 500 años- la perversa complicidad de ricos, poderosos y legisladores para validar las injusticias: “Los ricos, tanto por fraude particular como por leyes públicas, cada día esquilman y arrebatan al pobre parte de sus medios de vida diarios. Si antes parecía injusto recompensar con ingratitud los esfuerzos que han sido beneficiosos para la república, ahora (…) lo llaman justicia”. 

La ecología y la sostenibilidad no existían en aquella época. Pero, la agricultura ya era una tarea practicada por los utopienses con esmero. Cada casa tenía un huerto y su cultivo “es una ciencia común a hombres y mujeres; todos son expertos y hábiles”.

Utopía es un libro complejo, una reflexión tensa sobre el ser y el deber ser, entre la realidad y el deseo. Vale la reflexión acerca de Utopía como posibilidad parabólica/reflexiva a contrastar con el acontecer actual.

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#4 Tiempos

2025, el año en que Toluca volvió a mandar | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

El 2025 dejó claro que en la Liga MX los ciclos no desaparecen, solo esperan el momento adecuado para reaparecer. Entre torneos cortos, liguillas impredecibles y proyectos que se diluyen con rapidez, hubo una certeza que se fue construyendo jornada tras jornada: Toluca fue, sin discusión, el equipo del año. No por un destello aislado, sino por la forma en la que recuperó autoridad, identidad y presencia en los momentos que definen temporadas.

Los diablos entendieron mejor que nadie cómo navegar el caos natural del campeonato. No fue un equipo espectacular todo el tiempo, pero sí uno profundamente competitivo. Supo cuándo imponer ritmo, cuándo resistir y cuándo ser práctico. En una liga donde muchos confunden intensidad con urgencia, los escarlatas apostaron por la calma y terminaron encontrando resultados. El bicampeonato fue la confirmación de un proceso que dejó de mirar al pasado y decidió construirse desde el presente.

Mientras tanto, América siguió ocupando el papel de referencia obligada. Su regularidad y su capacidad para llegar a finales lo mantuvieron en la conversación durante todo el año. Sin embargo, 2025 también expuso una verdad incómoda para los azulcremas: dominar fases largas no siempre garantiza cerrar con éxito. América fue protagonista, sí, pero terminó cediendo ante un Toluca que entendió mejor los tiempos del torneo.

Otro de los puntos altos del año fue la vigencia de Tigres. Sin el ruido mediático de otros ciclos, el conjunto regiomontano volvió a competir con seriedad, recordando que los proyectos largos no pierden valor de un día para otro. Tigres no necesitó reinventarse para seguir siendo incómodo; le bastó con sostener su estructura y su carácter competitivo.

Pero el 2025 también dejó señales alentadoras fuera de los nombres habituales. La aparición de jóvenes futbolistas en distintos clubes refrescó el panorama. No todos lograron continuidad, pero varios demostraron que el talento existe y que, con confianza, puede influir en el desarrollo del torneo. En un contexto donde la inmediatez suele devorarlo todo, esas irrupciones fueron un respiro. Nombres como el de Camberos, Lainez, y sobre todo Mora,

suenan de nueva cuenta para levantar la mano justo meses antes del mundial, esperanza abierta para sumar un futuro a corto plazo que ojalá se alargue por muchos ciclos mundialistas más.

A nivel colectivo, el año volvió a confirmar que la Liga MX se decide en detalles. Un error tardío, una desconcentración mínima o una racha breve pueden cambiar destinos completos. Toluca lo entendió mejor que nadie: fue sólido cuando debía serlo y oportuno cuando el margen se redujo. Esa lectura fina del torneo fue la diferencia.

Por eso, cuando se haga el balance de 2025, el relato será claro. No fue el año de la espectacularidad permanente ni de un dominio aplastante. Fue el año de la eficacia, la madurez y la paciencia, y en ese contexto, Toluca se levantó por encima del resto.

En una liga que pocas veces permite certezas, 2025 tuvo una, Toluca volvió a mandar. Y lo hizo recordándole al futbol mexicano que los proyectos con identidad, cuando se sostienen, siempre encuentran la manera de regresar a lo más alto.

Por último, en el ámbito local, 2025 fue para el olvido, San Luis no logró los objetivos trazados quedando fuera de competencia en ambos torneos locales y despidiéndose pronto como ya es costumbre de la Leagues Cup, un equipo que a veces resulta ser incómodo para algunos rivales, este año resultó serlo para su afición, hoy San Luis luce poco atractivo y sin mucho que ofrecer a nivel espectáculo, ojalá las cosas mejoren por el bien del equipo local, se ve complejo pero como bien se dice, año nuevo, esperanzas renovadas, ojalá.

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El padre de la física potosina, Gustavo del Castillo y Gama | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Con el título de El Padre de la Física Potosina, Gustavo de Castillo y Gama, publiqué un libro conmemorativo sobre la vida y obra de Gustavo del Castillo y Gama, físico potosino que fundó las instituciones educativas y de investigación en física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Este 24 de diciembre estaría cumpliendo ciento cuatro años.

El libro en cuestión es de descarga gratuita y puede conseguirse en cualquiera de las siguientes dos direcciones:

http://galia.fc.uaslp.mx/museo/libros/EL%20PADRE%20DE%20LA%20FISICA%20POTOSINA.pdf

https://www.researchgate.net/publication/357203097_El_Padre_de_la_Fisica_Potosina_Gustavo_del_Castillo_y_Gama

Justo en Noche Buena del 2025, Gustavo del Castillo y Gama estaría cumpliendo ciento cuatro años. Nacería en el famoso Barrio de San Miguelito en San Luis Potosí al dar las últimas campanadas del 24 de diciembre, como lo comentaba el propio Gustavo del Castillo. Su vida se desarrolló en San Luis Potosí, Tampico, la Ciudad de México y las ciudades norteamericanas de Lafayette y Chicago; se nutrió de un ambiente científico desde pequeño, pues al menos, un par de sus tíos trabajaban en astronomía en el Observatorio Nacional de Tacubaya, Rodolfo Jurado y Valentín Gama. Ambos de la dinastía Gama de gran influencia en la sociedad potosina.

No es de extrañar que orientara su vocación hacia la física, siendo estudiante de preparatoria, en una época donde no existían aún escuelas de física en el país, y, se planteó poder formarse como físico en los Estados Unidos. La situación bélica mundial, lo llevó a seguir estudiando en su ciudad natal, ingresando a la carrera de químico industrial que su grupo de estudiantes de preparatoria había propuesto, de la cual se tituló tocándole el privilegio de ser el primer titulado. De ahí pasó a la Facultad de Ciencias de la UNAM a estudiar la maestría en física y al terminar continuar con su proyecto de formarse como investigador en física en Estados Unidos, donde obtuvo el grado de doctor en la Universidad de Purdue.

Fue de los primeros investigadores que tuvo el Instituto Nacional de la Investigación Científica (INIC) y se incorporó a la UASLP, impartiendo cátedra y formando el Laboratorio de Radiación Cósmica bajo los auspicios y emolumentos del INIC del que seguía siendo investigador. Su ingreso a la UASLP fue afortunado para impulsar el programa académico del Dr. Manuel Nava Martínez que era el rector de la UASLP en la década de los cincu enta. De esta manera se convertía en el primer doctorado que impartía clase en la UASLP y el único con dicho grado en la década de los cincuenta.

Fundó el Departamento de Física de la UASLP, de donde se derivarían la entonces Escuela de Física y el Instituto de Física de la UASLP que constituían un solo ente académico, que dividía el trabajo docente y el de investigación. El Laboratorio de Radiación Cósmica formaría parte del Instituto de Física y con ello inauguraba de manera formal trabajos de investigación científica, como tales, en la universidad potosina.

Creó el programa de construcción de cohetes de sondeo con el fin de realizar investigación científica en las altas capas de la atmósfera colocando al país en los pioneros en desarrollo aeroespacial, programa que ahora es conocido como Cabo Tuna. Su trabajo de investigación en radiación cósmica y en ciencias espaciales colocó a la UASLP en el escenario mundial en investigación en física. Si bien su labor en la UASLP se redujo a un lustro, este fue muy intenso y productivo y sentó las bases para el camino académico que seguiría la UASLP años después recorriendo las sendas y abriendo otras en torno a las raíces sembradas por Gustavo del Castillo, cuestión que luego es menospreciada o en el mejor de los casos olvidada.

La UASLP en la actualidad es reconocida nacionalmente y en algunas áreas internacionalmente gracias al trabajo docente y principalmente al trabajo de investigación científica que despliegan sus investigadores. La UASLP está situada como una de las mejores del país y en áreas como la física dentro de las primeras tres universidades del país. Esta situación se debe a la calidad de su personal académico, pero de manera muy especial por el trabajo pionero que fincara esta tradición por personajes como Gustavo del Castillo y Gama.

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#4 Tiempos

Una vida dedicada a la ciencia, Candelario Pérez Rosales | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Hoy, 16 de diciembre, el peotillense Candelario Pérez Rosales, baluarte de la ciencia e ingeniería mexicana y consolidador de la física profesional en San Luis Potosí, estaría cumpliendo noventa y cinco años de edad.

Candelario Pérez Rosales nació el 16 de diciembre de 1930 en Peotillos, comunidad del municipio de Villa de Hidalgo, San Luis Potosí, donde estudió los primeros años de primaria, para luego venir a San Luis Potosí a terminarlos y continuar los estudios de secundaria y preparatoria, ambos en el turno nocturno, donde compartía las horas de estudio con las horas de trabajo. Estudiaría Física en la Universidad de Purdue y vendría a San Luis Potosí a colaborar con la fundación de la Escuela de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, hoy Facultad de Ciencias y del Instituto de Física de la propia Universidad Autónoma de San Luis Potosí, instituciones que están cumpliendo setenta años.

Como parte de los trabajos de difusión y divulgación sobre personajes de la ciencia potosina que llevo a cabo publiqué en el 2012 un libro intitulado Una Vida Dedicada a la Ciencia, el papel de Candelario Pérez Rosales, que recoge la trayectoria de Candelario Pérez Rosales, cuyo papel para el establecimiento, desarrollo y consolidación de la física en San Luis fue determinante; de esta forma el desarrollo de la ciencia potosina en la segunda parte del siglo XX, en el seno de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, fue posible con la participación de varios personajes, entre los que se encuentra indiscutiblemente Candelario Pérez Rosales. Su papel fue determinante para que la física potosina y en general la ciencia potosina sea lo que es hoy, ese importante polo de desarrollo que tiene un reconocimiento a nivel mundial. Sin su participación, entusiasmo, compromiso y cierto apostolado, la física en San Luis, y la propia universidad potosina, no serían lo que son hoy.

En este sentido la Universidad Autónoma de San Luis Potosí se encuentra en deuda con Candelario Pérez Rosales.

Su aportación a la ciencia e ingeniería mexicana va más allá de su labor en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Continuó siendo pionero en otras aventuras académicas, contribuyendo notablemente al desarrollo de la ciencia mexicana. En particular ingresó como investigador fundador al Instituto Mexicano del Petróleo.

Como investigador del Instituto Mexicano del Petróleo desarrollo una gran cantidad de proyectos que colocaron al país como un innovador en procesos de extracción de petróleo. Larga sería la lista de ellos, mismos que recogen en las páginas del libro que le dedicamos a este importante científico potosino.

Esta larga lista de proyectos que dirigió Candelario Pérez, desarrollados bajo el demandante factor de tiempo, da muestra de la importancia de su contribución al desarrollo de la industria petrolera al enfrascarse en proyectos dirigidos a resolver los diversos problemas técnicos y científicos asociados a la industria petrolera.

Estas tres facetas de Candelario Pérez que se presentan en el libro, constructor de instituciones y formador de recursos humanos, científico orientado a problemas de aplicación en la industria petrolera y escritor científico, lo colocan como uno de los baluartes nacionales en el desarrollo de la ciencia e ingeniería en nuestro país, y muy enfáticamente al desarrollo de la física mexicana.

Candelario Pérez ingresa como investigador fundador del Instituto Mexicano del Petróleo en 1966, como ya hemos mencionado, después de haber sentado las bases y asegurado el desarrollo de la Escuela e Instituto de Física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

En este libro se recoge su labor como escritor científico, profesor e investigador, tareas que suelen ser consideradas como labores fundamentales de las universidades mexicanas. En todas ellas tuvo, y sigue teniendo a pesar de estar retirado, una contribución importante y valiosa, además de sobresaliente.

Sea esta obra un homenaje a uno de los fundadores de la Escuela de Física de la UASLP, ahora Facultad de Ciencias, y del Instituto de Física de la UASLP, que estaban englobados en el Departamento de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cuya creación se diera el 1 de diciembre de 1955, mediante la aprobación del Consejo Directivo Universitario a un recurso sometido por el Dr. Gustavo del Castillo y Gama.

A los interesados, el libro pueden comprarlo bajo pedido en el correo electrónico de un servidor.

Candelario Pérez murió en San Luis Potosí, el 1 de mayo de 2016. El homenaje que le tributamos, se recogen en una serie de videos que pueden consultarse en youtube en el canal de José Refugio Martínez Mendoza. Para una muestra compartimos el siguiente:

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Opinión

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