#4 Tiempos
Comisión sin derechos | Columna de Víctor Meade C.
SIGAMOS DERECHO.
Rosario Piedra Ibarra rindió protesta como Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ante el pleno de la Cámara de Senadores el 12 de noviembre de 2019. Entre gritos, jaloneos y empujones, los senadores de Morena formaron una barrera humana para que la entonces presidenta del Senado, Mónica Fernández, oficializara la posesión del cargo para el periodo 2019-2024.
Retrocedamos unos días para entender por qué rindió protesta en un verdadero circo. El 7 de noviembre se llevó a cabo la votación en el Senado de la terna compuesta por Alberto de Jesús Imbert, José de Jesús Orozco y la propia Rosario Piedra. La Constitución mexicana señala en su artículo 102, apartado B, que el o la presidenta de la CNDH será elegida con los votos de las dos terceras partes de los senadores presentes en la sesión. La terna fue votada en dos ocasiones, pero ninguno de los tres candidatos reunió los votos necesarios. Fue hasta la tercera votación que Rosario Piedra acumuló 76 votos a favor. El problema aquí fue que en la sesión se emitieron 116 votos; dos terceras partes de esos votos dan como resultado 78. ¿Por qué ganó la votación con dos sufragios menos? La respuesta es sencilla: al momento de la contabilización, hubo dos votos que se perdieron. Así es. Por tanto, con 114 votos, los 76 que Piedra Ibarra obtuvo a su favor sí son suficientes, según lo que manda la Constitución.
Si retrocedemos un poco más, podemos encontrar otra inconsistencia. Previo a su nominación, Rosario Piedra fungió como integrante del Consejo Nacional de Morena, lo cual, según los estatutos del partido, es un puesto de “dirección” y “ejecución”. En contraste, la Ley de la CNDH establece en su artículo 9°, fracción IV, que es requisito no haber desempeñado cargo de dirección nacional o estatal, en algún partido político en el año anterior a su designación. Todavía hasta el 24 de octubre del 2019 Rosario Ibarra aparecía en la lista de Consejeros Nacionales de Morena. Juzgue usted.
Esta designación, plagada de irregularidades e ilegalidades, provocó la renuncia de tres consejeras de la CNDH. Así, con Piedra Ibarra al frente, la Comisión solo puede ser descrita como auténticamente acéfala.
La palabra acéfalo proviene del latín acephalus, que significa “sin cabeza” o “descabezado”. Para tener una mejor representación gráfica, pensemos en su opuesto, por ejemplo, un águila bicéfala —o sea, con dos cabezas—. Este símbolo, muy utilizado como escudo por muchos imperios y naciones, representa poder y fortaleza. Muy por el contrario, lo que representa tener una CNDH acéfala es algo completamente alejado de sus principios fundacionales. La Comisión se encarga de defender, proteger, promover y estudiar los derechos humanos, pero perdió legitimidad alguna cuando dejó de ver, de escuchar y de expresarse.
Han sido ya varias situaciones en las que la CNDH no ha actuado de la manera en la que debería. Un claro ejemplo de ello fue la decisión de no presentar una acción de inconstitucionalidad al acuerdo emitido el 11 de mayo del presente año por el presidente López Obrador, mediante el cual pretendía disponer de las fuerzas armadas por cinco años para llevar a cabo tareas de seguridad pública en todo el territorio nacional. Rosario Ibarra se pronunció al respecto diciendo que la Comisión no está facultada para impugnar acuerdos, sino que solo pueden impugnar leyes. No obstante, con la jurisprudencia que ya ha emitido la Suprema Corte de Justicia y con una interpretación integral de la Constitución y de las funciones de la CNDH, sí era posible promover la inconstitucionalidad. Fue, finalmente, la entonces presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, quien la presentó.
Este es solo un ejemplo del actuar limitado en que se ha visto encasillada la CNDH, aunque, recientemente, el trato que recibieron dos mujeres potosinas por parte de Rosario Ibarra y de las instituciones de impartición de justicia terminó por desbordar el descontento generalizado de las víctimas de violencia de género en este país. En esta reunión, la titular de la Comisión le dijo a Marcela Alemán —madre de una niña de cuatro años víctima de violación en el 2017— y a Silvina Castillo —madre de un joven asesinado el año pasado— que “se regresaran a Matehuala”, argumentando que las carpetas de investigación estaban mal armadas desde un principio.
Los hechos que sucedieron después ya le han dado la vuelta al mundo; las madres se amarraron a sus sillas y comenzaron una huelga de hambre. Posteriormente, colectivas feministas llegaron a tomar las instalaciones de la CNDH y la convirtieron en la “Casa de Refugio Ni Una Menos”, en donde reciben a mujeres cuyos derechos han sido violentados.
Las colectivas feministas de todo el país se han movilizado; han ocupado también las Visitadurías de la CNDH de Michoacán, Aguascalientes, Puebla, Tabasco, Veracruz, Chiapas, Morelos y el Estado de México. En ésta última, ubicada en Ecatepec, grupos policiacos desalojaron en camionetas no oficiales a las mujeres y mantuvieron a muchas de ellas incomunicadas y desaparecidas por varias horas. ¿Cómo es que la autoridad estatal responde desapareciendo mujeres que precisamente están luchando contra estos abusos y violencia desenfrenada?
Mientras que el presidente López Obrador pide que ya no pinten sobre los cuadros de “nuestros héroes revolucionarios”, tomemos un momento para dimensionar lo ocurrido: un verdadero contrapeso —en la forma de colectivas feministas— ha venido a regresarle la capacidad de ver, de escuchar y de expresarse a una institución auténticamente acéfala.
*Imagen de Cuarto Obscuro.
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#4 Tiempos
Los torcidos caminos por andar | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
Culto Público, hijos de mi “caminante no hay camino, se hace camino al andar”:
En el San Luis adelantado, nos hemos concentrado en escenarios y personajes finales, en multiversos o realidades paralelas respecto a lo que es posible que venga para la elección del 2027.
No hemos puesto atención a todo lo que puede pasar en el camino y alrededor de la construcción final de los escenarios.
Ojo, todo es posible, pero no todo es igual de probable.
El escenario uno, (que además parece en este momento el multiverso más probable) es el de una elección de tercios, una en el que ganador necesita menos votos para lograr el triunfo.
En este escenario la protagonista es la senadora Ruth González, que logró una cantidad histórica de votos en el 24. Más de 500 mil, sufragios que no obtuvo ni el gobernador Ricardo Gallardo en el 21.
La senadora, lo que tiene que hacer en los casi dos años que faltan para la jornada electoral, es no perder ninguno de esos votos, o perder los menos que se pueda en el largo camino que aún falta por andar de aquí al primer domingo de junio del 27.
La táctica generalmente en estas condiciones, es hacer que la oposición se divida, que se arrebaten votos entre las otras dos opciones y no logren ni una ni otra, alcanzar a quien lleve la delantera, en este caso, y según las encuestas aceleradas del momento, la senadora y esposa del gobernador.
En este panorama, es evidente que no se contempla la alianza “cuatro te”, pues ya lo vino a decir fuerte y claro Luisa María Alcalde, que bajo ninguna condición Morena podría postular a un familiar directo de un gobernante, condición estatutaria guinda que poco les preocupa a los verdes en esta configuración política que tienen medida: Verde, Morena y PAN, cada quién por su lado. Es el escenario que mejor les conviene.
Decir que están abiertos al diálogo y que no se descarta la alianza, es precaución política para dejar abierta una ventana si es que las condiciones cambian. Por si se abre otro multiverso.
Mientras tanto, desde el Verde, la carta Ruth no la tienen tapada, el poker que juegan es abierto y prácticamente desde que ganó la elección, comenzó el proyecto Gallardista a construir una narrativa del tiempo de las mujeres y a sembrar la idea de que en San Luis se tendrá gobernadora.
No pierden oportunidad para decirlo, y por eso no cesan en sus esfuerzos, desde el partido, desde el senado, y desde las “Redes de Gestión” (Qué bien les acomodaron las siglas RG: Ruth González, RG: Ricardo Gallardo) que ejecutan mes con mes desplegando a todas las dependencias del estado para que la senadora pueda tramitar o resolver para sus representados asuntos de toda índole con el soporte del ejecutivo.
Tampoco desaprovechan evento alguno de entrega de programas sociales y otros, para invitar a la representante de la cámara alta, a estar presente, tenga foro para dar su mensaje a potosinos y recorra todas las regiones.
Hay que decir que por lo general, el discurso de la senadora es cuidadoso, habla de su trabajo legislativo y de las acciones del gobierno de su esposo contrastándolas con las del pasado (la “herencia maldita” para mayor referencia).
De esta forma, se protegen para que ningún mal pensado interprete sus actividades, gestiones y giras, como eventos anticipados de campaña. Todo está fríamente calculado.
Con todas estas acciones, el proyecto de continuidad Gallardista se fomenta, se refuerza, se fortalece y se alimenta, desde ahora aunque parezca adelantado, y sin descanso.
La razón para hacerlo, de acuerdo a una fuente muy cercana al primer círculo del mandatario Gallardo que me lo confió hace poco, es que en su momento, el proyecto Verde-Gallardo, pueda tener la mejor carta de negociación con la presidenta.
Para que cuando se sienten Claudia y Ricardo (creo que todos nos imaginamos a los dos personajes en una oficina de Palacio Nacional a solas, sentados frente a frente en un escritorio de brillante y fina madera) Gallardo pueda justificar ante Sheinbaum que es el Verde el único que puede ganar en San Luis… y que además pueden hacerlo solos, sin Morena.
En esas condiciones de negociación, y con una candidata para ellos invencible, la insistencia presidencial sería muy costosa:
¿A cambio de qué, presidenta, me puedes pedir ir juntos y bajar de la contienda a mi esposa si no te necesito para ganar?
¿Tienes, Claudia, algo que yo quiera a cambio?
Son preguntas que podría hacer Ricardo en el escritorio de madera fina.
Para plantearlo así, todo les tendría que salir bien, por nota y pensar que la presidenta no tiene elementos de negociación… esas cosas casi nunca suceden.
Pero, asumiendo que así fuera, entonces el proyecto de continuidad del Gallardismo, a través de una elección terciada, con una candidata muy fortalecida, y hasta una presidenta resignada a perder San Luis (siempre se ha dicho que a la federación poco le importa el estado potosino por lo poco que aporta electoralmente hablando) todo parecería sonar a que el Verde-Gallardo navega con viento de cola y mar en calma, que en el 27 van a tirar penalti sin portero y que traen poker de ases.
Sin embargo, este aprendiz de reportero se pregunta: De ser así, y concediendo que hasta el momento todo les ha salido bien, ¿Por qué entonces parecen estar alterados, nerviosos y preocupados por los posibles opositores?
Para responderme, debo decir que si algo me queda claro es que el gobernador no es ningún ingenuo ni es confiado, todo lo contrario, es creyente de la constancia y la perseverancia.
Sus lecturas políticas le alcanzan a ver varias jugadas adelante y por lo tanto sabe que no todo es tan simple como parece, que hay muchas circunstancias, condiciones, opositores a los que no se puede subestimar, obstáculos, amarres, desamarres y conflictos todavía por sortear en el trayecto. Es decir, no se fía de escenarios triunfalistas ni se echa a la hamaca.
Y es que la vida es así de caprichosa, Dios escribe torcido, no hay nada escrito, la única constante es el cambio y en las luchas por el poder se puede y debe esperar lo peor. (Agoté todos los lugares comunes que me se)
De mi se acuerda, pero no tardan, por ejemplo, en resurgir personajes como el “Batman” de Tanquián” (Gerardo Sánchez, para los que no saben que, igual que el personaje del murciélago, su único super poder es tener dinero, dicen que mal habido por cierto, gracias a su cercanía a Andy -que no quiere que le digan Andy- López Beltrán y a los contratos de Pemex que le procuró Adán Augusto López… ya escribiré a profundidad sobre el personaje).
Así como otros que, resentidos y derrotados como Xavier Nava Palacios, van a ser utilizados no para ser candidatos (ninguno tiene posibilidades y en la próxima entrega le explicaré por que) sino para ser incómodos, para intentar manipular la percepción pública con sus conocidos trucos y dinero, para denunciar y denostar todo lo que puedan y así según ellos, generar un entusiasmo de oposición, o un movimiento “anti-Gallardista”.
Ese es solo un ejemplo de lo que es muy posible que veamos en el camino, que será sinuoso y con pendiente para arriba.
Ufff… me falta escribir de Morena, de sus posibles candidatos, ahondar y desmenuzar a fondo a Batman de Tanquián y Xavi bb, también hay que analizar el factor Galindo y sus opciones, de Rosa Icela, del factor de género, de la capital y del resto de los escenarios a la gubernatura.
No es falta de espacio, pero ya me dio sueño y me puse la pijama. Mejor mañana continuamos ¿le parece?.
Hasta mañana.
Yo soy Jorge Saldaña
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#4 Tiempos
Te amo, te odio | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
Una de las mejores novelas de Chaim Potok, el novelista judío, es sin duda ‘La promesa’; en ella aparece un adolescente –Michael- que es internado en una clínica psiquiátrica a causa de sus frecuentes e inexplicables accesos de ira. Nadie sabe lo que le pasa, pero él se muestra casi siempre molesto. ¿Molesto de qué, o por qué? Eso es lo que sus padres quisieran saber. Una vez, incluso, llegó hasta el extremo de quererse quitar la vida, y esto ya era demasiado. La única solución, a juicio de sus padres, era, pues, internarlo, saber por qué se comportaba de esa manera…
El padre de Michael era un famoso erudito judío que escribía libros y dictaba lecciones de judaísmo en una famosa universidad norteamericana; sólo que había una cosa digna de mencionarse, y es que los libros que Abraham Gordon escribía no eran muy ortodoxos que digamos. Para decirlo ya, en ellos negaba abiertamente la posibilidad de que un Dios personal y misericordioso existiera realmente. Dios, en todo caso, era sólo una Idea, una Nostalgia, un Suspiro, pero de ninguna manera ese Ser ante el que los judíos se arrodillaban en señal de alabanza y adoración. «Un Dios así –confesó un día a Reuven, el protagonista del relato y único amigo de su hijo Michael- resulta incomprensible en vista de lo que hoy sabemos sobre el mundo y sobre el mal… Un Dios que se preocupa por cada ser humano, por cada criatura me parece inconcebible. Un concepto primitivo. ¿Qué hago con la verdad, Reuven?».
Cada vez que salía al mercado un libro de Abraham Gordon, se armaba una revolución: al instante sus adversarios tomaban la pluma y esgrimían contra él todas sus armas dialécticas. Uno de ellos, acaso el más peligroso de todos, escribió en un periódico, lleno de indignación: «Abraham Gordon cree que los judíos íbamos a los campos de exterminio a morir por una Idea. ¿Quién se cree que somos: unos estúpidos?». En efecto, millones de judíos habían muerto en los hornos crematorios durante la segunda guerra mundial. ¿Para qué? ¿Para morir por una Idea, por un Suspiro, por un Sueño? ¡Abraham Gordon debía andarse con cuidado!
Pues bien, al final de la novela se descubre cuál es la causa de la enfermedad de Michael, pues él mismo, en un momento de extrema desesperación, lo dice gritando:
«-Lo odio –se refería, claro está, a su padre-. Lo amo y lo odio. Lo odio por todo lo que debí pasar. No era sólo su nombre el que todos atacaban… ¡Era también el mío! Gordon. Gordon. Casi nunca decían Abraham Gordon. Decían Gordon. Y los alumnos en mi clase decían Gordon. Y a veces yo oía que la gente por la calle decía Gordon. Gordon destruye el judaísmo. Gordon es un hereje. Gordon será castigado con el infierno después de la muerte. Gordon es un apóstata… Gordon. Odiaban a Gordon. Nadie me preguntó jamás si él debía escribir estas cosas. Nadie estaba interesado en lo que yo sentía. El simplemente se limitaba a escribir. Yo odiaba esos libros. Cada vez que aparecía alguno, provocab a nuevos ataques. Yo lo amaba. Y ellos lo atacaban. Me dolía verlo sufrir. ¡Dios, cuánto me dolía! ¡Dios, cuánto sufría! ¡Todo lo que debí pasar por su causa! ¡Lo odio! Y mi madre…, ella lo ayudaba a escribir…
¿Cómo es que ella no se dab a cuenta de lo que yo sufría? Se supone que una madre debe darse cuenta…, que debe consola a su hijo. ¿No se supone que las madres consuelan a sus hijos? Amo a mi madre. Y la odio».
¿Se puede amar y odiar al mismo tiempo? ¿Se puede detestar lo que más se quiere? Eso es lo que sugieren las palabras de este adolescente que se revuelve de dolor en la habitación de una clínica psiquiátrica de los Estados Unidos…
Michael ama a su padre; a nadie ama más que a él. Pero su padre escribe libros que hacen daño, que destilan el veneno del ateísmo, que lo separan de su comunidad. Michael lee en el periódico las palabras que personajes prominentes y estimados dirigen contra su padre, y sufre por ver odiado a quien tanto quiere. ¡Su padre no debía escribir esas cosas! Porque los dardos que lanzaban contra el escritor, también lo alcanzaban a él, que no tenía la culpa de nada. ¿Por qué no renunciaba su padre a seguir escribiendo? ¿Es que no era capaz de ver el sufrimiento que provocaba a su alrededor con la publicación de esos libros malditos? Y ahora Michael odia a su padre con la misa intensidad con que antes lo amaba. Pero no: no es que hubiera dejado de quererlo; es que ahora sabía que también lo odiaba. «Te amo, te odio».
¿Se puede amar y odiar al mismo tiempo? ¿Se puede detestar lo que más se quiere? Sí. Pero no nos espantemos: el corazón humano es así, exactamente así. En este mundo no existen sentimientos puros, como no existe en las vetas oro sin escoria. Los padres, que aman a sus hijos con un amor grande e indestructible, también se enojan con ellos a veces, y hasta les levantan la voz y les pegan. «¡Dios mío! ¿Te callarás de una vez por todas?». Los quieren, los quieren hasta el punto de dar la vida por ellos, pero eso no quita que más de una vez digan que se han vuelto insoportables. Además, no lo olvidemos: las heridas que más nos han hecho sufrir nos las han causado no los extraños, ni nuestros enemigos –sus palabras y sus gestos apenas nos alcanzan-, sino los que decían querernos más que nadie.
Tal es nuestra tragedia: que no hay amores puros, como no existe tampoco el agua pura; que todo en esta vida está como envenenado por el desamor, incluso los afectos más puros y bellos. Y no es preciso espantarnos por ello: la vida es así.
El hombre, visto desde esta perspectiva, es un ser desdichado. Hace lo que no quiere y quiere lo que no hace; ama lo que dice odiar y odia lo que jura querer. Ama y odia al mismo tiempo. Odia, aunque sólo sea por breves momentos, a los seres que más quiere, y ama secretamente –sin que él mismo lo sepa- a aquellos mismos que dice aborrecer. ¿Y no ha dicho alguien, por lo demás, que el odio no es sino un amor fracasado?
¡El hombre! ¿Quién lo comprenderá, si ni él mismo se entiende?
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#4 Tiempos
Victoria tardía y la misma deuda pendiente | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
San Luis salió de la Leagues Cup con una sonrisa que, si se mira de cerca, es más una mueca de alivio que un gesto de orgullo. Sí, le ganaron 2-0 a Minnesota United y firmaron su primera victoria en tiempo regular en este torneo. Pero, ¿de qué sirve cerrar bien cuando todo el torneo fuiste invisible? La historia no se escribe con epílogos bonitos, sino con capítulos consistentes, y San Luis no tuvo ni trama ni constancia.
El triunfo, adornado por el cabezazo de João Pedro y el buen gol de Sebastián Pérez Bouquet, se siente más como el premio de consolación que te dan en la feria por no haberle atinado a nada en el juego de tiro al blanco. Andrés Sánchez, eso sí, atajó lo que tenía que atajar y firmó su primer cero en el torneo, pero hasta en eso queda la sensación de que llegó tarde la reacción.
Pero no hay que olvidar: este equipo viene de un Clausura 2025 para el olvido, con un horrible lugar 15 que exhibió todas sus carencias. La llegada de Guillermo Abascal inyectó algo de orden y discurso, pero el fútbol sigue siendo tan intermitente como una lámpara con falso.
Ahora, regresan a la Liga MX con un reto mayúsculo: demostrar que este chispazo en Leagues Cup no fue otro espejismo. El calendario no espera y Cruz Azul será su primer examen serio. Si repiten los vicios de siempre defensa frágil, mediocampo sin ideas y delanteros desconectados, la liga los volverá a poner en su lugar.
En resumen: ganaron, sí. Recuperaron confianza, tal vez. Pero mientras San Luis siga viviendo de partidos aislados y no de un proyecto sólido, cada victoria será apenas un paréntesis entre largos párrafos de mediocridad. Y la afición potosina, que no se traga cuentos, seguirá esperando el día en que su equipo no sólo cierre bien, sino que empiece, siga y termine igual de fuerte.
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