abril 19, 2024

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#4 Tiempos

Anécdota de un provinciano | Apuntes de Jorge Saldaña

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Apuntes

Hemos sido groseros en las palabras entre nosotros, pero es más por un acto de confianza. Somos muy amigos.

Yo lo conocí por allá en 2004. Éramos compañeros de trabajo, aunque no a los mismos niveles.

Hice un video que lo conmovió y, de ahí para acá, siempre me encarga ese tipo de aventuras audiovisuales aunque, debo confesar, me encantan, pero no me dedico a ellas.

¿Con quien dice que viene?. –Me pregunta una oficial (hermosa por cierto) con un uniforme impecable y quepí de los más nuevos.

Con el Comisionado General Enrique Galindo Ceballos y me está esperando, así que no le haga perder su tiempo. –Le dije de mamón.

Estaba yo en las instalaciones de Constituyentes de la Policía Federal en la capital del país. Mi amigo era “el mero mero”, nadie podía creer que este pobre diablo bajado de la pecera, que se paró del otro lado de la avenidota, tenía cita con el Comisionado General de miles de policías federales en el país y tenía bajo su mando un presupuesto más grande que el gobernador potosino, en ese entonces, Toranzo.

Todo sudoroso y con almohadazo “ETN” ahí llegó el provinciano.

Toda una anécdota. Hasta pasar, inscribirse, caminar por largos jardines, volver a mostrar el INE, ponerse frente a una especie de rayos equis vertical y finalmente quedarse en la sala de espera.

El maestro está ocupado, pero nos solicitó que lo atendieran. ¿Quiere comer o tomar algo? –He de confesar que a mi me urgía un Brandy nada más por la ansiedad) pero pues pueblerino, pedí un agua.

Tres horas para 500 mililitros de H2O. Ni modo, el amigo está ocupado.

Por fin y a punto ya de una pestaña, me habla un oficial y me dice: –¿Es usted el de San Luis?
–Ajá. –Le respondí elocuente.
Pues que el maestro lo atenderá en traslado.
–Ah, ok, ¿y qué hago?
Acompáñeme al helipuerto dos. –Luego supe había cuatro.
–Ajá. –Seguí con mi elocuencia.

¿Es neta? Pensé para mí solito. ¿Me voy a subir a esa madre? ¿Y si se cae? Pueblerino y pobre, pues ¿qué esperaban?

Yo no me hice el espantado y vámonos.

Apenas me saludó mi amigo de la prepa “el Aguacate” (jaja le caga que le digan así) Beto Zavala.

“Súbete pendejo, ¿o te quedas? –Pues ahí va el pendejo.

Platicamos Enrique y yo a través de unos audífonos a pesar de estar a centímetros de distancia. Bajamos y junto a nosotros un “Blackhawk” artillado hasta los dientes.

Cerramos la conversación en la oficina de Galindo y hasta me invitó un sándwich que le preparó quién sabe quién.

Eran los 85 años de la entonces Policía Federal y había que hacer un video.

Fueron tres minutos, me acuerdo, que costaron sangre, sudor y lágrimas por más de dos meses.

Una aventura fantástica aunque ingrata.

Conocí los tres volcanes que tenemos entre México y Veracruz.

Carlitos, mi hermano calaca, cayó de nalgas cuando se levantaron al mismo tiempo cinco helicópteros en épocas de Peña Nieto en las instalaciones de allá por Xochimilco. La cámara, pues sabrá Dios.

Gran evento. Presidencial de esos que uno hasta traje compra. Llevé hasta a la esposa bien emperifollada (saludos mi Chany) y perfumada.

¡Eventazo! Aviones, paracaidistas, canciones, condecoraciones, muro de los caídos, arte y pasarela tanto de cadetes como de elementos perfectamente coordinados en movimiento y color.

Carajo, fue un gran evento.

De ese estilo de los que le gustan a Enrique, de los que saludó y presumió e impactó al entonces presidente copetón.

Por si fuera poco, a los pocos meses, el equipo de Enrique atrapó ni más ni menos que al “Chapo”. (Luego les cuento esa con unos tacos).

Anécdotas sobran. Mi video ni siquiera se transmitió por cuestiones técnicas, pero se consignó hasta al primer mandatario que lo vio en traslado a Los Pinos.

–Cabrón te luciste. Ya ni chingas con tu…
Nos interrumpió un invitado de los VIP, que hacía apenas meses le habían matado en un secuestro a su hijo.
–Me recaté, prudente y comencé a decirle a Enrique “si maestro”, que intercambié por pura compostura del “güey cómo andas” (Betty Benavente es testigo del momento aquel).

La plática ofisocial-salutatoria terminó y ya no pude yo comentar más nada. Creo que aquella conversación aún está pendiente.

Hoy Galindo es el alcalde de la capital de San Luis Potosí.

Ayer, se inauguraron los Juegos Latinoamericanos de Policías y Bomberos. Vino la potosina Rosa Icela Rodríguez, buena amiga, a dar por comenzada la justa. Gober y alcalde no dejaron pasar la oportunidad de con ella comentar la situación de esta tierra. Yo no los escuché, pero ojalá hayan logrado acuerdos.

Esos son los eventos que le gusta organizar a Enrique. Son los eventos que, se quiera o no, internacionalmente ya nos distinguen a los potosinos.

Competidores a darle sin miedo. Que no se les vea, como a mí en aquel diciembre, lo pueblerino.

Que venga el mano a mano. Que San Luis vibre una vez más en el continente.

Que el evento no pase desapercibido.

Bienvenidos a todas y todos.

Gracias mi querido amigo.

Atentamente: Jorge Saldaña, el muy herido.

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#4 Tiempos

Lo único que nos falta | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Ya no sé que pensar de este San Luis, hemos perdido una temporada que parecía de consolidación, hemos olvidado jugar al futbol, algunos futbolistas simplemente no aparecieron en toda la temporada, ya hemos pasado de todo.

Cuidado, el rival en puerta es un gigante dormido, un Toluca que sin ser brillante como otros, están en la pelea por el liderato general, el equipo histórico que nadie considera grande, visita hoy el Alfonso Lastras.

Toluca solo ha perdido dos partidos en el torneo, por cierto uno, el último, por goleada frente al América, hoy Toluca parece que no busca quien se la hizo, sino quien se la pague, hoy Toluca buscará revancha personal. El cuadro del Edomex es un equipo bien armado, con buena dirección y a pesar de no tener grandes nombres, juega bien, práctico, simple y sabe ganar de local o visitante.

Por su parte, San Luis es una caricatura, es el rival que ya no le gana a nadie, ni siquiera a los que están por debajo de su lugar en la tabla, un equipo que ha perdido mística y que muy apenas sabe a lo que juega. San Luis no solo perdió un torneo, sino que también perdió credibilidad, esta noche solo nos falta perder por goleada.

Repasemos brevemente las peores goleadas de esta franquicia. En el Clausura 2020, el 28 de febrero, Juárez metió 0-3 en la jornada 8 en la cancha del Lastras, afortunadamente ese torneo se suspende en la jornada 10.

En el Apertura 2020, Mazatlán vino y jugando de visitante, barrió 0-5 en la jornada 16 a un San Luis que ya solo peleaba por levantar un poco el orgullo, al menos la gente no lo vivió en el estadio, ya que jugábamos aún a puerta cerrada.

En el Clausura 2021 la cosa fue aún peor, pues Puebla se lleva del Lastras 3 puntos con un 1-4 en favor de la franja en la jornada 15, para rematar en la jornada 17, Pachuca visita y golea 1-5 a una de las peores caras de San Luis con esta franquicia.

En el Apertura 2021, Atlas goleó en su casa a los potosinos con un 2-6 que pudo terminar en peor catástrofe.

Y como olvidar la última y tal vez más dolorosa derrota, 0-5 a manos del América en las semifinales del torneo pasado, justo ahí es cuando se comenzaron a ver las carencias de San Luis, eso que hoy nos tiene preocupados.

Lo único que nos falta es despedir un torneo en el Lastras, pasando vergüenzas, ojalá que Toluca no juegue tan bien como acostumbra. A pesar de que se pronostica una derrota del equipo de casa, que esta no sea compleja, que no se de abultada, ojalá no pase más allá de perder a lo mucho, 3 puntos.

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#4 Tiempos

¡Las cosas buenas que tengo! | Columna de Luis Miguel Dorador

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Un fin de semana sin celular

 

El viernes inició el fin de semana con una exquisita comida en Marengo, por el rumbo de Chapultepec. Cuando se da el encuentro de tres almas que han recorrido existencias juntos y vuelven a la mesa redonda en la que todos somos iguales, la comunicación entre el caballero, el consejero y el escudero, convierten una sesión ordinaria en una cumbre de altos vuelos en la que toooodo se puede lograr.

La sopa de lentejas tiene un sabor especial, pues la tradición nos habla de que alguien fue capaz de hacer a un lado su herencia por un plato de lentejas… ¿Te imaginas cuando además del plato de lentejas recibes el legado que está escrito y destinado para ti? Eso es extraordinario y permite que se comparta la sal y el vino de la mejor uva en un ambiente en el que las señales nos hablan claramente sobre la importancia de mantener activo el lado femenino de las cosas para poder caminar con los pies firmes sobre un piso que no dejará de tambalear en ese sendero que continuarás avanzando con facilidad porque estás consciente de tu esencia.
¡¡¡Gracias Toño y Gracias Mau!!!

Luego de un silencio casi sepulcral de varios días, la noche del viernes recibí una llamada que me alegró el corazón. Cuando pasa mucho tiempo sin saber de alguien que amas de verdad y de repente aparece nuevamente, todo parece tomar sentido y como se dice, te vuelve el alma al cuerpo.
Gracias, Gracias, Gracias….

Con el alma bien puesta en el cuerpo desperté el sábado muy temprano para ir a realizar la selección de cada uno de los ingredientes para cocinar paella y si bien, los pedidos eran suficientes para resolverlo todo de manera sencilla….. me quedé sin gas. Pero cuando sabes cocinar, el combustible es solamente un factor que no debe alterar el orden de los conocimientos para poder obtener el resultado que buscas y lo logramos. En cuestión de unos minutos ya teníamos un fogón improvisado de carbón y la flama dio lugar a la brasa blanca con la que, una temperatura sostenida nos dio el resultado para poder entregar a los clientes sus pedidos a tiempo y en su punto.

Tantos años de convivir con el carbón en la Sultana del Norte y el aprendizaje de su uso y sus formas, adquirido por la generosidad de mis mejores amigos regiomontanos hizo posible el reto y tooooodo salió bien.
¡¡¡Gracias Monterrey!!!
#soypaella

Por la tarde, tuve la oportunidad de encontrarme con un amigo muy querido en el Hermoso Cariñito, por el rumbo de Juan de Oñate, antes de llegar a Carranza. El lugar es súper agradable porque tiene una terraza que permite en estos días de calor intenso, disfrutar de una atmósfera en la que el aroma del café y el puro envuelven la conversación sobre proyectos que pronto se convertirán en realidad. En la música estuvimos acompañados por “El Ipod” que es el seudónimo de un trovador excepcional y de pronto, ya era de noche y buena hora para ir a descansar.
¡¡¡Gracias Luchito!!!

El domingo por la mañana me fui a desayunar a un cafecito que está por Arista, antes de llegar al Jardín de Tequis. Luego de unos chilaquiles con aldilla era prácticamente obligado pasear por ese Jardín que es un verdadero tesoro.

En este fin de semana también sucedieron muchas cosas en otras partes del mundo y el ataque masivo, por la cantidad de armas empleadas por Irán sobre el cielo de Israel fue neutralizado por una respuesta que evitó de manera muy eficaz el derramamiento de sangre, aunque la tensión en medio oriente sube a niveles en los que los ejes del Mundo manifiestan sus intenciones de encontrar la fórmula pacífica de evitar el crecimiento de un conflicto de siglos… esperamos con verdadera intensión que se encuentre una buena solución.

Con el gran entusiasmo de que esta semana que inicia sea una derrama de bendiciones para tod@s, solo me queda decirles:

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

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#4 Tiempos

El cine todavía | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Debería haber una palabra para describir esa sensación que se tiene al salir del cine después de ver una buena película. Es un ánimo inigualable. Tocas tierra con un nuevo brío. La gente del centro comercial no lo vislumbra, pero eres alguien distinto al que compró su entrada dos horas antes.

Emerges de la penumbra con una membrana renovada. Con ella replanteas tus esquemas (aunque quizá lo olvides al día siguiente tras contaminarte de la rutina). Reconectas con lo que en verdad importa. Es como si una aspiradora le diera un servicio a tu mundo interior con calefacción incluida.

La manida (y estéril) controversia sobre si las series han superado al cine, queda desacreditada por momento así. Por más buenas que las series sean, no ofrecen eso que el cine sí. La intimidad acompañada en la sala. Los rituales previos. El camino de regreso en el que rememoras diálogos, en el que te acuerdas de una persona a la que le hubiera gustado esa cinta, aunque ya no se lo dirás nunca. Un gran plan cuando no tienes planes.

Solo esmérate un toque. La gran pantalla impone sus reglas, exige un mínimo de compromiso de tu parte. No te quedes derrotado en casa, envuelto en una triste pijama mientras comes una quesadilla. No: tienes que ponerte de pie, venir, sentarte con propiedad y luego levantar la cara. Alza la oreja también. Déjate llevar por el celuloide.

Ir al cine es como mirar el mar por un rato. Es una terraza particular, lo audiovisual en su tinta. La máxima expresión a la sombra. Así que haz el favor de no hablar en la butaca, si eres tan amable. Que la proyección se encargue de remover lo que hay que remover en ti. Métete en la burbuja sin pesar demasiado. Estás ante un acontecimiento. No es como esos episodios que te echas de un tirón tirado en la cama con la tableta, ese maratón que alimenta tus vicios.

La fortuna aumenta cuando alguna película añosa se cuela en cartelera y se multiplica el efecto de viaje en el tiempo. Como aquella noche en que presenciamos a Olivia Newton-John resucitar en un cine cualquiera. Los movimientos imperfectos de la cámara mientras ella entonaba «Hopelessly Devoted To You» nos transportaban. Estábamos con ella, en un jardín de pasto recién cortado en Los Ángeles. Eso parecía.

Más de una aflicción se cura yendo al cine. Olvida lo horrendo que es todo allá afuera, en donde no encuentras a Sophia Loren ni a Marlon Brando. Maldice la vida que te aleja de las películas. Y vuelve a ellas. Pese a lo infumable de otra épica de superhéroes y secuelas con carteles chillantes (una producción de más de cien millones ya me da desconfianza), recuerda que ante el embate de las desgracias tienes un refugio en ellas. Un escape de las responsabilidades y un respiro incluso respecto a tu propio hogar. Hay que ir al cine todavía.

 

Contacto:

Twitter: @Bigmaud

Correo: [email protected]

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Opinión