noviembre 18, 2025

Conecta con nosotros

Destacadas

AMLO y la prensa: una relación que comienza a tensarse

Publicado hace

el

AMLO

Las conferencias diarias de AMLO abonan para tener su opinión todos los días, pero también han provocado que la relación con los medios se vuelva ríspida

Por: El Saxofón

La relación de Andrés Manuel López Obrador con los medios de comunicación se ha vuelto tensa. Por un lado su gobierno ha disminuido considerablemente el presupuesto destinado a comunicación social, lo cual golpea la economía de los grandes medios, por otra parte algunos medios acusan al presidente de amenazar el trabajo periodístico que él asegura respetar. En este contexto, los grandes consorcios de medios pierden dinero, y por otro lado periodistas mexicanos siguen perdiendo la vida por hacer su trabajo.

Todos los días, a las siete de la mañana, en Palacio Nacional, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, atiende a la prensa nacional. Las conferencias mañaneras son vistas por algunos como una práctica que abona a la transparencia y a la cercanía del Ejecutivo Federal con los medios de comunicación y a través de ellos con la ciudadanía. Para otros, este ejercicio no es más que el escenario desde el cual López Obrador se apropia de la agenda mediática y pretende imponer el ritmo a la información sobre los problemas nacionales.

Sin duda, se trata de ambas cosas. Los periodistas tienen, como nunca antes, la oportunidad de cuestionar al primer mandatario, pero también tienen que enfrentar el sermón diario acerca de cómo hacer su trabajo.

A lo largo de hora y media, López Obrador hace anuncios, responde cuestionamientos y hace declaraciones que, por superfluas que pudieran ser, ameritan una nota, y a veces sirven para desviar la atención de los aspectos importantes de los diversos temas nacionales.

Sin embargo, uno de los aspectos que se han venido señalando en la relación de López Obrador con la prensa, son las supuestas “amenazas veladas” que el presidente hace a los periodistas y medios que escriben o tienen opiniones distintas a las suyas.

Él ha dicho que en su gobierno hay libertad de expresión y pleno respeto a esta garantía, sin embargo, cuando ha sido cuestionado respecto a los calificativos que dirige a ciertos medios e informadores, llamándolos integrantes de la “prensa fifí”, sus respuestas han sido, por decir lo menos, ambiguas.

Esta crítica a López Obrador ha sido hecha desde su campaña, cuando hablaba de medios y periodistas que estaban al servicio de la “Mafia del Poder”, ahora, ya como presidente, ha dicho que hasta para ellos “hay libertad”, sin embargo, en la conferencia del pasado 15 de abril, López Obrador hizo lo que fue interpretado como una amenaza velada a los periodistas.

Durante la rueda de prensa, uno de los asistentes a “la mañanera” cuestionó al presidente, acerca de la confrontación que había vivido con el periodista Jorge Ramos, sobre las cifras de homicidios dolosos cometidos en el país, en los siguientes términos:

“El viernes pasado estuvo aquí un reportero, yo le diría cirquero, del grupo Televisa, filial de Univisión, increpándole por el tema de la inseguridad en el país. Yo no recuerdo, o yo revisé, que el señor no haya hecho reportajes por los miles de muertos que hay el Libia, que hay en Irak, que hay en Haití, consecuencia de las invasiones ordenadas por Bush y Barack Obama. Tampoco recuerdo que haya hecho un reportaje por los miles de pesos que recibió Televisa por publicidad cuando acallaron la violencia sobre los gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto. ¿Qué opinión le merece, presidente o que sabor de boca le deja, que reporteros vengan a increparlo y que acallen la violencia que existe en el país a cambio de publicidad?

La respuesta de AMLO: “Miren lo mejor es la libertad, el que nos podamos manifestar. Yo le tengo mucha confianza a los ciudadanos. Los ciudadanos están muy informados, muy avispados -dice López Obrador-. ‘El pueblo no es tonto. Tonto es quien piensa que el pueblo es tonto”, aseguró. Luego hizo una digresión para relatar un episodio histórico relacionado con una carta que el intelectual conservador Lucas Alamán le envía a Antonio López de Santa Anna para que regrese al país, y que según López Obrador describe de manera extraordinaria “la manipulación de la opinión pública”.

De ahí entra en materia y se refiere a un artículo que reseña su confrontación con Jorge Ramos, y es donde lanza la supuesta amenaza velada:

“El otro día, vi con motivo de esta entrevista, vi a un columnista diciendo que los que venían aquí no eran buenos periodistas, que Jorge Ramos si era buen periodista, no, yo pienso con todo respeto, discrepo, creo que ustedes no solo son buenos periodistas, son prudentes, porque aquí les están viendo, y si ustedes se pasan pues ya saben, ¿no?, lo que sucede ¿no?, entonces, pero no soy yo, es la gente, no es conmigo, es con los ciudadanos que ya no son ciudadanos imaginarios, hay mucha inteligencia en nuestro pueblo. Antes se menospreciaba a la gente. Entonces que digo, vamos a garantizar las libertades, diálogo circular, debate, cuestionamientos con respeto y mensajes de ida y vuelta, porque también eso es importante. Dicen: es que el presidente no debe de desacreditar a los medios; ah, los medios si pueden desacreditar al presidente y el presidente no se debe de defender, se tiene que quedar callado, eso íi no, voy a ofrecer mi derecho de réplica, con respeto.”

Al día siguiente, aseguró que no se había tratado de ninguna amenaza velada:

“Aclaro esto porque algunos sintieron que era una amenaza. Ya les he dicho, nosotros no vamos a actuar como los gobiernos conservadores, no vamos a hacer lo que injustamente le hicieron a José Gutiérrez Vivó, que lo expulsaron del país, o lo que le hicieron a Carmen Aristegui (…) Son otros tiempos, para que no nos confundan”, recalcó.

Sin embargo, la polémica no ha quedado ahí, pues hay quienes acusan a López Obrador de azuzar a la gente contra los periodistas, lo cual fue negado por el mandatario.

“A nadie instruyo ni le digo que este periodista se pasa, ni le pido ayuda para ponerlos en su lugar, eso nunca lo he hecho, ni lo haré jamás”, aseveró.

Argumentó que en su movimiento participan millones de mexicanos: “Esta transformación no depende de un solo hombre o grupo de dirigentes, la estamos llevando entre muchos. Cuando hay un cuestionamiento sin fundamento, los que nos están escuchando pues contestan, responden. A eso me refiero a que no me estén viendo sólo a mí. Ni modo que me haga responsable de lo que opinan los que participan en este movimiento. A nadie instruyo ni le digo que este periodista se pasa, ni le pido ayuda para ponerlos en su lugar, eso nunca lo he hecho, ni lo haré jamás”, concluyó.

En la práctica, tal parece que, efectivamente, hay libertad de expresión por parte del gobierno de López Obrador, sin embargo, las declaraciones del presidente y sus calificativos hacia la prensa, e incluso algunas “recomendaciones” que ha hecho a los periodistas como revelar las fuentes y “ser prudentes”, no abonan a su relación con los medios.

Y más aún, la realidad puede jugar en contra de López Obrador. En lo que va de su gobierno han sido asesinados ocho periodistas. La cifra ya casi alcanza el número de informadores asesinados en 2018, el último año de Enrique Peña Nieto como presidente, cuando fueron nueve.

Sin pruebas, Oviedo Ábrego niega primer lugar de SLP como productor de drogas

Destacadas

La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.

Publicado hace

el

riesgos de legislar sobre IA

““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”

Por: Jorge Saldaña

Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.

Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.

No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.

Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?

Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.

Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.

Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.

No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.

Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.

Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.

Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.

Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.

El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.

Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.

Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).

¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?

La IA escribe el guion; las redes, el miedo.

Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?

El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:

1) La coartada perfecta del poderoso.

Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.

2) La puerta trasera de la censura.

Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.

3) La prueba imposible.

En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.

Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.

Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).

Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.

Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?

No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.

A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:

Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.

Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.

Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.

La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.

Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.

Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.

Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.

Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).

Hasta la próxima.

Yo soy Jorge Saldaña.

Continuar leyendo

Destacadas

Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo

Publicado hace

el

El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario

Por: Redacción

El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.

Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.

El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año

—refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.

Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.

También lee: En firme pago a la UASLP; Gobierno cumplió

Continuar leyendo

Destacadas

FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda

Publicado hace

el

María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones

Por: Redacción

Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.

La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.

En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.

La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.

También lee: De apelación a amparo: el camino legal que sigue Miguel Ángel Lutzow

Continuar leyendo

Opinión

Pautas y Redes de México S.A. de C.V.
Miguel de Cervantes Saavedra 140
Col. Polanco CP 78220
San Luis Potosí, S.L.P.
Teléfono 444 2440971

EL EQUIPO:

Director General
Jorge Francisco Saldaña Hernández

Director Administrativo
Luis Antonio Martínez Rivera

Directora Editorial
Ana G. Silva

Periodistas
Bernardo Vera

Sergio Aurelio Diaz Reyna

Diseño
Karlo Sayd Sauceda Ahumada

Productor
Fermin Saldaña Ocampo

 

 

 

Copyright ©, La Orquesta de Comunicaciones S.A. de C.V. Todos los Derechos Reservados