#4 Tiempos
El interés de los mexicanos, ¡orden! | Columna de Óscar Esquivel

Desafinando
La descripción de nuestra realidad, como nación única en el planeta, sería prácticamente imposible, pero intentando coincidir con todos y cada uno de los ciudadanos habitantes de estas tierras, creo correspondería y aclamando en una sola voz: ¡estamos en el caos!
Tal vez sin exagerar, se fragua dentro de este desorden una revolución permitida desde el estado. No es casualidad, ni particular en este tiempo de socialismo analfabeto. Viene desde años atrás, cuando el legado de la Revolución Mexicana dejo de ser importante, convertida en noticia pasada y dar espacio a las nuevas ideas revolucionarias el capitalismo azteca, copiado, amalgamado en universidades de países donde, la idea central es la generación de la riqueza nacional en manos de particulares, a cualquier costo, sea a costa del exterminio de los recursos naturales, contaminación ambiental, de infraestructura construida por años, y no solo eso, también se fue robando parte de la identidad del mexicano, costumbres, cultura, arte, hasta en la comida, la apertura a la extranjerización cultural gastronómica, provoco que en los últimos treinta años, nos convirtiéramos en el país con más obesos, manifestando enfermedades como la diabetes e hipertensión.
De pronto, ante el fracaso revolucionario capitalista, impuesto desde Miguel de la Madrid, llega un personaje a la presidencia de la República: el infumable Vicente Fox, la gente votó por la esperanza y solo recibió una escena circense, que hoy, después de la declaración de guerra al narco, padecemos el enojo, la rabia de miles de familias, hijos en la orfandad y en la miseria, en 13 años han muerto más de 200 mil mexicanos, de ¿dónde surgió el problema? De la exagerada demanda por las drogas en Estados Unidos.
Sería conveniente reflexionar si el estado norteamericano no tendría que ver, si en la desbordada demanda para satisfacer a sus ansiados 40 millones de farmacodependientes, debiera hacerse ver como un protector e invaluable aliado, para después, laxar los requisitos para adquirir armas. El 95% del armamento de la delincuencia proviene y es de fabricación norteamericana.
Llegó la izquierda ¡por fin! Un cambio de verdad, un estilo diferente de gobernar, donde se privilegia a los pobres, se fomenta la libre empresa, el clientelismo se termina, la corrupción se erradica, la administración pública se eficientica, se castiga al rico que compra favores gubernamentales, se proyectan grandes obras siempre apegados al derecho, innumerables deberían ser las bondades de la social-democracia, pero, de fortuna, no ha sido de esta manera.
Con la entrega masiva de apoyos a personas vulnerables, ancianos, personas con discapacidad, personas en pobreza extrema, esto suena ¡muy bien, se aplaude! Pero del otro lado está apoyándose a personas jóvenes, que ni estudian, ni trabajan, reciben más dinero que becarios, científicos, médicos.
Se olvidaron, si lo supieron alguna vez, que el socialismo no es permisivo a la flojera, promueve la ciencia el desarrollo médico, el bienestar en salud, y no nos referimos a los estados comunistas, hablamos donde gobiernan socialistas y priorizan el crecimiento educativo, tecnológico, Dinamarca, Francia, Alemania, como ejemplo, si existen estos ejemplos ¿por qué el empeño de incentivar de manera inequitativa e injusta?
Lo hacen para incentivar el consumo, que la gente traiga dinero en sus bolsillos y pueda de esta manera adquirir productos básicos, están equivocados, la mayoría corren a comprar, aparatos extranjeros o en su defecto productos en tiendas extranjeras, el dinero sale de los impuestos de todos y debería estar en mano de emprendedores que ayuden a generar riqueza en sus comunidades.
El que avisa no traiciona, el Secretario de Hacienda ha dado el primer paso al anunciar una pronta recesión económica, debido fundamentalmente a factores externos, pero hacia lo interior, aun con baja inflación del 3%, el consumo interno se debilita, empleos se pierden, la industria de la construcción suplente está colapsada, muy poca obra pública, recortes del gasto a contentillo, como medicamentos y estancias infantiles, el pretexto de corrupción ya paso, ahora ¿cómo resolver el problema de desabasto y servicios?
El gobierno mexicano, hoy socialista, debe y se le exige, dejar, sin olvidar el pasado, de quejarse, y comenzar hacer una verdadera revolución administrativa, que incentive al ciudadano a participar, al empresario ha invertir, la columna vertebral de un buen gobierno debería ser su aplicación ideológica con una buena dosis de eficiencia burocrática.
El permitir la impunidad, en un gobierno como el nuestro, en clara violación a las leyes, está generando delincuentes, adoctrinándolos indirectamente como en el año 50-60s.
Jóvenes de una escuela normal, en el Estado de México, robaron, secuestraron a 92 choferes con sus unidades, delitos graves y fueron exonerados, con una libertad que no merecen les otorgaron 87 plazas para ejercer la profesión de maestro, ¿les confiaría la educación de sus hijos a estos delincuentes? La pasividad ante actos delincuenciales, disfrazando en exigencias de causa “justa”. En esta indolencia de no aplicar orden, mano dura, se corre el riesgo de generar grupos de choque, guardias blancas, subversivos al estado o para el mismo estado.
La violencia no para, además de la delincuencia, en las calles, en las protestas públicas, todas con el sello de destrucción, de la afectación a las mayorías. Las minorías como los taxistas poniendo sus condiciones no aceptadas e incongruentes por el pueblo, como aquí en nuestro estado se aprobaron modificaciones a la ley de transporte, sin consultar a la ciudadanía, beneficiando siempre al incumplido, al déspota, ineficiente gremio de taxistas. En la Ciudad de México, un caos generado por el 0.46% de taxistas a palabras de la Jefa de Gobierno, ufanándose por ello, mientras la mayoría sufrió un verdadero infierno vial, “seremos tolerantes, no caeremos en provocaciones” valiéndole un comino el derecho de las mayorías.
El gobierno de México debe definir cuál es su propósito, su fin, nacidos en la socialdemocracia con tendencias mayormente socialistas, si desean un país de grupos facciosos que velaran por sus intereses propios, o redescubrir que el mandato le fue otorgado, para cuidar los intereses supremos de la mayorías de pueblo de México, incluyendo a los pobres y no tan pobres.
Nos saludamos pronto.
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#4 Tiempos
El Porvenir de Gerli y la eterna lucha barrial | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Aquella noche en el barrio de Gerli, en la provincia de Lanús en Buenos Aires, el aire parecía teñido de historia: me acerqué al portón del Club Atlético El Porvenir, en Blanco Encalada 400, rodeado de otras instituciones barriales que comparten el paisaje. Entrar al predio es respirar un siglo de pasión llevada por vecinos, familias y generaciones.
Me recibió el viejo estadio Gildo Francisco Ghersinich cuyo césped guarda las huellas de aquellos fundadores anarquistas de 1915 con sus tablones, su cemento y esa capacidad para aliviar el alma de casi 14,000 simpatizantes. Imaginar su fundación y primeros ascensos, las historias de lucha para conseguir una cancha propia y su gloria en la B intermedia y profesional es entender por qué El Porvenir no es solo un club: es un refugio.
Me tocó conocer a Fede, hincha de toda la vida que cuenta cómo resistieron desde el ascenso hasta el triunfo en la Primera D en mayo de 2023, pasando por aquella legendaria victoria en Copa Argentina frente a Lanús, un símbolo del ascenso que sueña con ser grande de nuevo. Esta es la magia del fútbol íntimo, el fútbol romántico de los clubes de barrio: esfuerzo colectivo, identidad barrial y orgullo poblado de relato y sudor.
Pero la visita también mostró grietas profundas: la dirigencia que encabeza Enrique Merelas (presidente por más de cuatro décadas) no esquiva el conflicto. El Porvenir enfrenta una crisis institucional que pone en riesgo todo ese legado comunitario. En febrero de 2025, la AFA suspendió la afiliación del club tras una denuncia presentada por el intendente Julián Álvarez ante Personas Jurídicas, acusando al municipio de intentar intervenir en la entidad. La intención habría sido deslindar el control sobre El Porvenir, excluyéndolo de todos los subsidios y dejando al Porve a su suerte.
La respuesta del club no fue tímida: se presentó una denuncia penal contra Álvarez por abuso de autoridad, discriminación, violencia institucional y filtración de información confidencial, denunciando marginación y persecución institucional. Las pintadas amenazantes aparecidas en los alrededores del estadio contra Merelas intensificaron la tensión, y la dirigencia llamó a socios y vecinos a defender su autonomía.
Afortunadamente, en marzo la AFA levantó la desafiliación preventiva: El Porvenir pudo volver a competir en la Primera C, debutando oficialmente el 18 de marzo ante Club Mercedes, tras semanas de incertidumbre. Pero aún pesa sobre el club un futuro incierto y una dirigencia cuestionada por aquellos que entienden que 44 años al frente de una institución no pueden justificarse con tradición si dejan estancamiento y despoblación de sueños.
En mi paso por la sede sentí esa contradicción: el club late con fuerza colectiva, con un barrio que lo respeta y lo habita, mientras que en los despachos internos se libra una batalla política que podría definir si El Porvenir se preserva como corazón barrial o se apaga por políticas ajenas.
Este club resume lo mejor y lo más complicado del fútbol argentino: su capacidad de emocionar desde lo modesto y lo comunitario, sin más hierro que la camiseta blanca y negra heredada del Sunderland argentino, y sin más ambición que resistir como espacio de encuentro. Pero también muestra cómo la política pretende apoderarse del alma de los clubes y puede quebrar ese romance que lo hace único.
Mi visita a Gerli me dejó el eco de cantos que nacen en gradas humildes y el pulso firme de gente que no se rinde. Ojalá los clubes de barrio, como El Porvenir, sigan siendo faros de pasión y memoria, y ojalá sus dirigentes internos y externos entiendan que la máxima autoridad no es el poder político, sino el cariño del socio y la voz del barrio.
Ojalá un día en México, entendiéramos un poco del fútbol de barrio.
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#4 Tiempos
Medio siglo del FIS-MAT, en honor a Mat. Silvia Sermeño | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En 1975 se realizó el primer Concurso Estatal de Física y Matemáticas para Escuelas Secundarias del Estado de San Luis Potosí, que ahora se conoce como Fis-Mat, el Concurso Regional Pauling de Física y Matemáticas que llega a estar conformado hasta por veintitrés concursos en las áreas de física, matemáticas, biología, química, astronomía, nanotecnología, ciencias naturales, ciencias del espacio, filosofía, donde participan estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria. El Fis-Mat es el segundo concurso más antiguo del país y ha sido de cierta forma el conformador de los diversos concursos en México en las áreas en las que se enfoca, tales como las olimpiadas de física, matemáticas, química, etc.
El Fis-Mat es el único concurso de este tipo en el país y ha fincado toda una tradición. Con lo cual la edición 2025 del concurso marca cincuenta años de historia de uno de los concursos más importantes del país. Cada año el Fis-Mat es dedicado a un personaje relacionado con las áreas del conocimiento que abarca que haya destacado y contribuido al desarrollo de las mismas. Este año el concurso ha sido dedicado como un homenaje a la matemática Silvia Sermeño Lima por su papel desarrollado a lo largo de treinta años al desarrollo y enseñanza de las matemáticas en la Facultad de Ciencias de la UASLP, por lo que el Fis-Mat se ha denominado XLVI Concurso Regional “Pauling” de Física y Matemáticas “Silvia Elvira Sermeño Lima”.
El Fis-Mat nació como una iniciativa para alentar el estudio de disciplinas científicas en los jóvenes mexicanos con énfasis en los potosinos, apoyando su formación con actividades extraescolares y despertando vocaciones. Fue una iniciativa de los estudiantes de la antigua Escuela de Física y del dos veces galardonado con el Premio Nobel, el Dr. Linus Pauling, por lo que ahora asume su apellido y se dedicada a un personaje en especial como en esta ocasión es la Mat. Silvia Elvira Sermeño Lima.
Silvia Sermeño Lima estudió matemáticas en El Salvador su país natal y vino a México a continuar sus estudios y desarrollarse profesionalmente. En 1981 ingresó como profesora a la entonces Escuela de Física de la UASLP a colaborar en el desarrollo de la carrera de profesor de Matemáticas que acababa de iniciar actividades, así como encargarse de los cursos básicos formativos de las carreras de física y electrónica que existían en aquella época. Posteriormente se abrirían más opciones profesionales en el área de matemáticas y estaría participando en la formación de esas nuevas carreras de matemáticas.
Su labor en la ya Facultad de Ciencias fue intensa y estuvo a cargo de materias de matemáticas y formando a los jóvenes interesados en esta disciplina, en especial a quienes deseaban dedicarse a la enseñanza de las matemáticas en los diversos niveles educativos.
Su profesionalismo y dedicación en la educación y formación de matemáticos en San Luis Potosí fue determinante para consolidar este proceso que en la actualidad sigue siendo formador de matemáticos por la Facultad de Ciencias de la UASLP a nivel licenciatura y de posgrado en las áreas de educación matemática y matemáticas aplicadas.
Como un reconocimiento a su labor en la Facultad de Ciencias desde 1981 hasta el año 2009, cuando se jubiló como profesora de matemáticas se le han dedicado los trabajos del XLVI Concurso Regional “Pauling” de Física y Matemáticas, asignándole su nombre en este marco conmemorativo de medio siglo de existencia de tan importante concurso, donde se han dado cita estudiantes del nivel básico de diversos estados del país y que ha sembrado toda una tradición en nuestro estado.
Felicidades a la Mat. Silvia Elvira Sermeño Lima, y al Fís-Mat.
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#4 Tiempos
El poder y los tigres que llevamos dentro | Columna de León García Lam
LA VOLUTA
Trump está en el aparador internacional acusado -otra vez- de un escándalo sexual. Quiero aprovechar ese caso -y otros- para comentar que, cuando alguien ostenta una dosis de poder, algo en su interior se desata. ¿Por qué ese descontrol adquiere casi siempre un tinte sexual? ¿Por qué políticos, sacerdotes y artistas son recurrentemente acusados de sexualidad desbordada? Y, sobre todo: ¿por qué deberíamos vigilar especialmente el comportamiento sexual de quienes ostentan cargos públicos?
Vayamos a las civilizaciones clásicas, aquellas que asociamos con bacanales y hieródulas. ¿No prueban esas civilizaciones que el desenfreno sexual es una constante de la naturaleza humana? En efecto, pero hay una diferencia clave: aquel desenfreno era ritualizado y regulado. Si nos parece escandaloso solo es porque lo juzgamos con nuestra moral. El verdadero exceso ocurre cuando se transgreden las normas de la propia época: piense usted culta lectora de La Orquesta, en Calígula o Nerón, cuyas prácticas nefandas —que conocemos por Suetonio—escandalizaron incluso a sus contemporáneos.
Ante el riesgo del desenfreno, las primeras comunidades cristianas optaron por una solución radical: si el poder corrompe, mejor amputar la sexualidad de quienes lo ejercen. Así nació el celibato sacerdotal. Hoy sabemos que la estrategia clerical fracasó en incontables casos—como los “sobrinos” que eran hijos y las “amas de llaves” que eran concubinas—, pero reconozcamos que la intuición católica fue certera: lo reprimido se desata con el poder.
Freud nos ha gritado la respuesta que buscamos en su famoso libro El malestar de la cultura. La civilización exige reprimir nuestros deseos: trabajamos cuando queremos dormir, callamos cuando ansiamos gritar. Esas renuncias se acumulan en el inconsciente como energía latente. No hay ser humano—hombre o mujer— que escape a este control de la voluntad. Todos llevamos tigres agazapados en la psique , esperando su momento de saltar, sacar las garras y desenfrenarse.
He aquí el problema: cuando alguien accede al poder —político, económico o social—, sus tigres hambrientos quedan en libertad. El brillo en los ojos del recién investido es la alegría de la fiera que siente la cercanía de sus presas. Trump es el ejemplo obvio, pero basta mirar alrededor para encontrar casos nacionales y locales —políticos, empresarios, artistas— que usaron su influencia para liberar demonios personales. Redes de niños y niñas, secretarias, alumnas, asistentes, clientas, chicos y chicas buscando fama y un largo etcétera.
¿Está mal ser un libertino? Me parece que no. Siempre y cuando los actos empleados no sean por medio del poder público o en contra de las leyes civiles.
Si exigimos declaraciones patrimoniales a los funcionarios, para garantizar que no se hinchen de dinero con el erario, quizá deberíamos pedir también “declaraciones mentales”. Porque todo poder libera a las bestias interiores.
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