#4 Tiempos
El fondo del NAIM y el FOBAPROA | Columna de Enrique Domínguez
Cuentas claras
Para agosto de 2018 el presupuesto para la construcción del NAIM (Nuevo aeropuerto Internacional de México) era de 300,000,000,000 (Trescientos mil millones de pesos), es decir 77% más de lo acordado en su inicio que era de 169,000,000,000 (Ciento sesenta y nueve mil millones de pesos).
Gerardo Ruiz Esparza, en ese entonces titular de la SCT (Secretaría de comunicaciones y transportes) dijo que el precio se elevó debido a un aumento en la demanda presentada en el actual aeropuerto, la depreciación del peso ante el dólar y un encarecimiento de los materiales. Pero jamás habló del sobreprecio de la barda perimetral y los “ajustes” por parte de los ganadores de las licitaciones aumentando de manera arbitraria y con anuencia del gobierno sus cotizaciones.
Al momento de la cancelación el NAIM no llevaba ni el 30 por ciento de avance, una inversión cuantiosa, eso sí, pero sin la posibilidad de tenerlo listo a corto plazo, los mejores augurios para este faraónico proyecto se proyectaban para empezar a funcionar hasta 2022 y solo de manera parcial. Por lo tanto, aquellas quejas de retrasos, tráfico aéreo, servicios y pérdidas económicas son hasta cierto modo una necedad de los “apoyadores” del NAIM. Seguir con el proyecto era una aberración, pues las molestias causadas serían exactamente las mismas. Y lo peor de todo, inutilizar el actual aeropuerto.
En la actualidad el gobierno ha hecho la propuesta de emplear aeropuertos alternos como el de Toluca y la habilitación del Aeropuerto de Santa Lucía que cubriría por varios años la demanda.
Para decidir la “viabilidad” del NAIM se contrataron a “expertos” que de manera anómala resultaron ser parte de organismos con intereses en su construcción.
Abominable el hecho de defender una obra tan cuestionada por diferentes sectores de la sociedad.
En contrapunto; en 1995 se planeó un plan de rescate bancario a través del FOBAPROA (Fondo Bancario de Protección al Ahorro), ahora llamado IPAB (Instituto para la Protección del Ahorro Bancario), éste, consistió en pagar la cantidad de 521,000,000,000 (Quinientos Veintiún mil millones de pesos). A pesar de que se han pagado entre 622 mil millones y 800 mil millones de pesos por el salvamento de los bancos, todavía se adeudan 901 mil 700 millones de pesos, así como ha establecido recientemente una nota del diario La Jornada.
“Es importante señalar que, para la administración de estos pasivos, el gobierno federal autoriza cada año la contratación de créditos o la emisión de valores para canjear o refinanciar las obligaciones financieras del IPAB”, dice también nota de La Jornada de reciente publicación.
“En aquel entonces, la cantidad de dinero del Fobaproa representaba el 40 por ciento del PIB en 1997, lo que representaba las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos de 1998 y el doble de la deuda pública interna, pero en 1998 cuando el Congreso aprobó la Ley del Ahorro Bancario, el monto de la deuda que absorbió el Gobierno Federal ascendió a 1 billón de pesos”, como apunta una nota de Polemón del 4 de octubre de 2018.
“Así, desde su creación y hasta el 31 de diciembre de 2018, el total de emisiones realizadas por el IPAB ascendieron a 985 mil 911 millones de pesos”, indica una nota de la Vanguardia.
“De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, al 31 de diciembre, los pasivos del IPAB ascendieron a un billón 32 mil 288 millones de pesos”, señala también la Vanguardia.
Conclusión:
Hay que decir que el FOBAPROA benefició a 310 multimillonarios empresarios mexicanos, que recibieron unos 11,229 millones de dólares, según denunció el PRD, y lo más inaudito es que 10 personajes de la selecta lista: The World’s Billionaires List de la revista Forbes, eran parte de los beneficiados con este rescate.
El monto del FOBAPROA convirtió sus pasivos, estimados en más de 80,000 millones de dólares, en deuda pública. Es decir, nosotros como ciudadanos estamos obligados a pagar la deuda que en ese entonces se consideró que terminaría de pagarse en 30 años, hoy, los expertos economistas hablan del pago total hasta 2076.
Con esa cantidad, en inicio se pagarían 2 NAIM (Mejores que el de Panamá) y hasta 10 Aeropuertos para el 2076.
Era posible construir un NAIM si no se robaran el combustible.
Se podría construir el NAIM No. 2 si no se vendiera el petróleo crudo de manera ilegal en el mercado Negro
Se podría también construir el NAIM No. 3 si no se hubieran hecho contratos Leoninos a empresas privadas por parte de la CFE.
Y se hubieran podido otorgar los 88,000 millones de pesos que se requerían para la finalización del NAIM si no hubiera “Estafa Maestra”, “Apoyos” del Conacyt a empresas privadas y Subsidios por parte de la petroquímica Siglo XXI a la filial de ODEBRECHT.
Como nota adicional y ante los cuestionamientos probables, las grandes ciudades poseen más de 3 aeropuertos como Nueva York con 7: John F Kennedy, LaGuardia, Long Island MacArthur, Newark Liberty, Steward, Trenton-Mercer y Westchester County. Londres con 6: Heathrow, Gatwick, Stansted, Luton, London City Airport y Southend. Los Ángeles con 5 y París, Estocolmo, Melbourne y Boston con 4 y vaya que están alejados uno de otro.
Fuentes:
También lea: La bipolaridad de los conservadores | Columna de Enrique Domínguez
#4 Tiempos
Consideraciones sobre la amabilidad | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
Tenía Víctor Hugo, el gran escritor francés, veintisiete años de edad cuando publicó, en 1829, El último día de un condenado, novela o largo relato en el que se pone a describir los pensamientos íntimos, las agitaciones interiores y los estados de ánimo que se apoderan de un hombre que pronto -muy pronto- va a tener que morir. La justicia ha señalado ya el día y la hora en que deberá tener lugar la ejecución; todo, pues, está listo…
Pero, no: ¡no todo está listo! Puede que lo esté el cadalso, puede que lo esté el verdugo, pero este hombre todavía no está listo. ¡Aún no sabe por qué debe morir! «Soy joven, estoy sano y fuerte –gime en el calabozo-. La sangre circula libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; estoy robusto de cuerpo y de mente, preparado para una larga vida. Sí, todo esto es verdad; y, sin embargo, padezco una enfermedad, una enfermedad mortal, provocada por la mano del hombre».
Afuera, en la calle, todos ríen y se gozan: el calor del sol es bueno, la vida es bella. ¡Ah, tienen razón al mostrarse tan alegres! Para ellos hay futuro. ¿Cómo no sonreír cuando a la noche sigue el día, cuando se espera vivir muchas noches y muchos días? En cambio él… ¡Quizá no haya para él ni otra noche ni otro día!
Llama la atención, sin embargo, cómo es que este hombre se da cuenta de que no le queda mucho tiempo: ¡por la amabilidad del personal penitenciario! ¿De cuándo acá se mostraban tan amables estos monstruos de indiferencia? ¿De cuando acá? «El camarero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se quita el gorro, me saluda, pide perdón por molestarme y me pregunta, suavizando en lo posible su voz ruda, lo que deseo para el desayuno. Me entran escalofríos. ¿Será hoy?».
Es decir, ¿será hoy cuando tenga que ser ejecutado? Tanto refinamiento, tanta delicadeza le parecen francamente sospechosos. Hasta hace poco todos le hablaban a gritos, brutalmente, pero hoy se descubren la cabeza para saludarlo y hasta ejecutan ante él respetuosas reverencias. Sí, es posible que sea hoy. El condenado, entonces, se pone a temblar. Es que no era normal, no era normal en absoluto que…
Pero las cosas se complican todavía más cuando, de pronto, la reja del calabozo se abre y aparece en el marco de la puerta una figura pequeña, de largos bigotes negros, y amable hasta la falsedad. «Sí, es hoy –piensa el condenado al ver a este individuo ejecutando todas las ceremonias de la cortesía-. El mismo director de la prisión ha venido a visitarme. Me pregunta lo que me gustaría o podría serme de utilidad; incluso hasta expresó el deseo de que no tuviera quejas de él o de sus subordinados; se interesó por mi salud y por cómo había pasado la noche. ¡Al salir me llamó señor! ¡Sí, es hoy!».
Y admírese usted: los pensamientos del condenado resultaron ser ciertos; su intuición no lo engañó. Era hoy, precisamente cuando debía morir. No se equivocaba.
¿Por qué los humanos dejamos la amabilidad y la cortesía para el último momento? Al parecer, sólo los muertos –o los que están a punto de serlo- logran conmovernos. «¡Cómo admiramos a los maestros que ya no hablan y que tienen la boca llena de tierra! –exclama el personaje único de La caída , el famoso monólogo de Albert Camus (1913-1960)-. El homenaje se les ofrece entonces con toda naturalidad, ese homenaje que, tal vez, ellos habían estado esperando que les rindiésemos durante toda su vida… Observe usted a mis vecinos, si por casualidad sobreviene un deceso en el edificio en el que usted vive. Los inquilinos dormían su vida insignificante y, de pronto, por ejemplo, muere el portero. Inmediatamente se despiertan, se agitan, se informan, se apiadan».
¡Los hombres sólo somos corteses con los muertos! He aquí lo que el Nóbel francés quiso decir. Pero no sólo lo dice él. He aquí, por ejemplo, lo que Máximo Gorki (1868-1936), el escritor ruso, escribió en su autobiografía: «¡Las misas de difuntos son las más bellas de toda la liturgia! ¡Hay en ellas ternura y piedad para los hombres! ¡Nuestros semejantes no compadecen sino a los muertos!».
Está bien, está bien, así es. Y, sin embargo –me digo-, he aquí un método para cultivar la cortesía: ver en el otro, ese que ahora está junto a mí, un condenado a muerte -¡que lo es, sólo que él no lo sabe, o lo ignora, o no quiere pensar en ello!- y tratarlo como si mañana ya no fuera a estar aquí; tratarlo, en una palabra, con las mismas atenciones que el carcelero dispensó al condenado a muerte en el relato de Víctor Hugo. ¡Ah, si nos viéramos como somos, es decir, como mortales, qué dulces seríamos en nuestras relaciones, y qué corteses!
Dice Aliosha a Lisa en Los hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski (1821-1881): «Hay que tratar muy a menudo a las personas como si fueran niños, y a veces como si fueran enfermos». No está mal, no está del todo mal. ¿Con qué delicadeza no trataríamos a una persona si supiéramos que quizá hoy mismo va a morirse? ¿Y cómo estar seguros que no será hoy el día en que morirá? Por eso, más vale ser amables con él.
Otra cita más; ahora la he tomado de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato (1911-2011), el escritor argentino: «¿Sería uno tan duro con los seres humanos si se supiese la verdad que algún día se han de morir y que nada de lo que se les dijo se podrá ya rectificar?».
Todos los hombres son mortales, Juan es hombre, luego Juan es mortal. El silogismo nos sale bien; en el fondo, los hombres no somos tan ilógicos como parecemos a primera vista. Sólo que no siempre sacamos de nuestros razonamientos todas las consecuencias pertinentes al caso.
También lee: Buscad el alfiler | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
#4 Tiempos
Se acabó el Clausura 2025 | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Llegó a su fin el torneo de la Liga MX con un nuevo campeón, el Toluca destronó al América y se sienta en la cima. Ahora es momento de hacer cuentas, de esas que sirven para alimentar la estadística.
En total, en el Clausura 2025, se jugaron 170 partidos: 153 de temporada regular y 17 de liguilla.
En la jornada 9 se dio el resultado más abultado del campeonato, un 5-0 que le propinó Toluca a Querétaro en la bombonera. En contraparte, 12 partidos terminaron con un empate a 0, incluyendo el partido de ida de la final entre América y Toluca.
El equipo más goleador fue Toluca, con 51 tantos entre torneo regular y liguilla, a diferencia de Querétaro que fue el que menos anotó con tan solo 10 en toda la fase regular.
Algunos de los récords que se rompieron en este Clausura 2025 destacan al Toluca anotando 5 goles en dos partidos, primero ante Querétaro en la jornada 9 y después frente a Necaxa en la jornada 11.
Jhon Kennedy de Pachuca logró anotar en cuatro partidos consecutivos en casa, alcanzando a Edwin Cardona en 2019.
Atlas logró una remontada 4-3 después de ir perdiendo 0-3 ante Tijuana, algo que igualó a América en 2016 ante Cruz Azul, por cierto, este partido entre Atlas y Tijuana fue uno de los dos con más anotaciones del torneo.
Para cerrar con los números, el promedio de asistencia a los partidos fue de 23,783, mientras que la mejor asistencia fue el partido entre Monterrey y San Luis, en la jornada 8, con 50,023 aficionados, esto gracias a la expectativa del debut de Sergio Ramos. Del otro lado, el partido con menos asistentes fue el Pumas vs Mazatlán con tan solo 8,845 espectadores, esto provocado por jugar al mismo tiempo que se llevaba a cabo el Super Bowl 59.
Por último, en temas financieros, se presume que el campeón del futbol mexicano recibe aproximadamente 78 millones de pesos más la clasificación a la Copa de campeones de Concacaf y un considerable aumento en los bonos de patrocinadores tanto propios como de la liga.
Se fue un torneo, y aunque todavía quedan por lo menos dos partidos más que interesan a los aficionados locales (Cruz Azul vs Vancouver y América vs LAFC), la liga llegó a su fin y por ahora vivimos la emoción del futbol de estufa, hagan sus apuestas y esperemos que el próximo torneo vuelva a emocionar.
También lee: Todo para la vuelta | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
#4 Tiempos
Micrometría y la paz del espíritu en la Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Braulio Gutiérrez Medina es un investigador del Instituto Potosino de Ciencia y Tecnología, IPICyT, que realiza trabajo de investigación en biofísica, biomateriales bionanotecnología, siendo especialista en técnicas de Microscopia óptica, que incluyen herramientas de pinzas ópticas y fluorescencia.
Sobre estos temas estará participando con una plática en La Ciencia en el Bar que ha titulado, La Micrometría y la Paz del Espíritu; sugerente título que nos remite a asuntos de medición en sistemas biológicos los cuales tienen tamaños micrométricos y nanométricos y en los que se requiere para su estudio de mediciones de microscopía con luz para muy pequeños tamaños.
La charla se llevará a cabo el jueves 29 de mayo a las ocho de la tarde noche en La Cervecería San Luis, ubicada en la Calzada de Guadalupe número 326, con entrada libre. La charla forma parte del ciclo treinta y nueve de esta serie que corresponde a diecinueve años de actividades. La Ciencia en el Bar es un programa pionero en el país y ha sido replicado en varias partes del país, generando escenarios de interacción entre la comunidad científica nacional y el gran público.
Este jueves, es una buena oportunidad para escuchar al Dr. Braulio Gutiérrez y conocer parte de su trabajo de investigación que realiza en el IPICyT. El Dr. Braulio Gutiérrez es un físico egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1997 y realizó sus estudios de doctorado en Física en la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos en 2004 y un Posdoctorado en Biofísica en la Universidad de Stanford en 2009. Ha recibido los premios Jorge Lomnitz Adler 2018 del Instituto de Física-UNAM y Academia Mexicana de Ciencias en el 2018, y el premio George E. Brown, Jr. UC MEXUS en 2010. Cuenta con un par de patentes, entre ellas método para obtener imágenes tridimensionales usando un microscopio de campo brillante otorgado en 2021.
Con la técnica de pinzas ópticas que ha desarrollado el Dr. Braulio Gutiérrez, ha logrado entender un poco más el funcionamiento de pequeñas proteínas de las células, llamadas motores moleculares, que funcionan como mensajeros al interior de la célula.
En una entrevista que concedió el Dr. Gutiérrez detalló el desarrollo de sus pinzas ópticas: “Construimos un instrumento de pinzas ópticas, que se basa en un microscopio óptico con el cual podemos observar muestras biológicas y micropartículas. Un microscopio óptico utiliza lentes para formar una imagen amplificada de la muestra de interés. La lente más importante del microscopio es el objetivo que se encuentra inmediato a la muestra. Al microscopio le acoplamos un haz láser que hacemos pasar a través del lente objetivo, con lo cual logramos tener el láser enfocado sobre la muestra. Este láser es el que captura y manipula nano-objetos como las proteínas llamadas cinesinas”.
Por lo regular las charlas de La Ciencia en el Bar se realizan en día miércoles, en esta ocasión se realizará el jueves que es día 29 de mayo. Los esperamos este jueves a las ocho de la noche en La Cervecería San Luis y disfrutar la charla del Dr. Braulio Gutiérrez sobre Micrometría y la Paz del Espíritu.
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