diciembre 17, 2024

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#4 Tiempos

Mourinho no está hecho para estos tiempos | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

“Quiero mantener buenas relaciones con todo el mundo, pero lo más importante es mantener una buena relación conmigo mismo”.

—José Mourinho.

 

José Mourinho fue invitado a realizar el saque de honor en un partido de hockey llevado a cabo en Rusia. Aunque él no pintaba mucho ahí, fue un gesto que reconocía su estatus como figura dentro del deporte. El problema es que después de atender el protocolo, el portugués se resbaló con la alfombra roja que algún lumbreras colocó en la cancha de hielo. El bochornoso momento quedó captado por múltiples camarógrafos que apuraron la viralización de la estampa.

El traspié parecía cerrar un ciclo de horror para el entrenador luso, pero todavía venía algo peor. Un día después fue condenado a un año de cárcel (que no tendrá que sufrir, al no contar con antecedentes penales) y a una multa de tres millones de euros por fraude fiscal en España. Esta vez sí que tocaba fondo o al menos un mínimo histórico. Su estatus está más cuestionado que nunca y no queda claro cómo podrá salir de la maraña en la que está metido.

El declive viene de tiempo atrás. Mes y medio antes de la caída fue echado del Manchester United por los malos resultados obtenidos. Los jugadores simplemente no carburaban con él, aunque a su salida milagrosamente recuperaron el talento para remontar posiciones en el campeonato local.

No son buenos días para Mourinho que a últimas fechas pareciera haber perdido el rumbo. Si bien no ha caído en el desastre, ha despertado señalamientos por acabar mal en sus últimas aventuras con el Chelsea y el United. Los detractores que se ha labrado a lo largo del camino están de plácemes, desfogando la bilis acumulada por medio de insultos.

Visto con frialdad, el haber ganado la Premier League en la temporada 2014/15, en la que también ganó la Copa de la Liga, así como UEFA Europa League en la 2016/17 (que coronó con otra Copa de la Liga), no está nada mal. Cualquier otro entrenador estaría contento con el botín y aquello sería suficiente para ser candidato a dirigir cualquier club del mundo. Pero con Mourinho no es así. El técnico luso está acostumbrado a arrasar y cualquier cosa que no sea ganar una Champions más Liga le sabe a fracaso.

Después de todo es alguien que ganó dos Copas de Europa de especial kilataje por haber sido conseguidas con el Oporto y el Inter de Milán. También ganó la Liga de los récords con el Madrid y sentó las bases para que los merengues retomaran su reinado en Europa. Lo respaldan alrededor de 25 trofeos, un mérito que ha logrado sostener en Portugal, Inglaterra, Italia y España.

Hubo algo más que lo marcó. Su enfrentamiento deportivo y dialéctico con Guardiola y todo lo que el Barcelona representa. Esa relación combativa dejó alguno de los episodios más memorables del futbol en el siglo XXI. El Mourinho más inspirado estuvo ahí, cuando plantó cara al falso buenismo de los catalanes a través de dureza y asumiendo el papel que se tenía que asumir. No fue sumiso ni aceptó la hegemonía culé que el resto de los clubes asumía como inapelable, con la cabeza baja y hasta de modo reverencial.

“Mourinho nos hizo espabilar. Estábamos aceptando una situación que no podía ser”, ha dicho Xabi Alonso sobre cómo Mou les ayudó a recuperar la confianza para competir con el Barcelona. El guiño también es de Álvaro Arbeloa, quien aún se muestra respetuoso con el portugués. “Fue capaz de bajar a ese Barcelona de la cima. Y no ha recibido suficiente reconocimiento por esto”, apuntó, al tiempo que recalcaba otro de los méritos del entrenador: haber dejado el ambiente de tal forma que finalmente Pep tuvo que abandonar al equipo blaugrana.

Para ello empeñó su cuerpo y alma. Fue un trabajo de 360 grados, no solo en el diseño táctico, los partidos y los entrenamientos, también en la agenda mediática, lo administrativo y el duelo ideológico. Quedó tocado por los reflectores y parecería que después de tal labor no ha vuelto a ser el mismo.

Aquel Madrid de Mourinho dejó de lado las normas sociales y regresó el futbol al fango, al sacrificio y a una manera de entender el compromiso. “Señorío es morir en el campo, no filosofía barata”, fue una de las tantas perlas que soltó ante micrófonos.

El éxito del mourinhismo recae en su primacía como jefe dentro del vestuario. Su estilo de dirección no permite la rebeldía, sino que demanda de los jugadores un compromiso y una devoción total por el entrenador. Sus mejores momentos en el banquillo han llegado cuando los futbolistas lo asumen como un comandante, más que como un gestor deportivo o un compañero de viaje.

Es el tipo duro, un tirano que debe controlar todo a su alrededor. La democracia no va con hombres así. Tal nivel de dominio es difícil de mantener a largo e incluso a mediano plazo. El nivel de exigencia y protagonismo es tan grande que pronto se erosiona. Pero sobre todo no funciona mucho con el perfil de los jugadores actuales, aspirantes a estrellas de Hollywood que buscan lucir por encima del DT y el grupo mismo. Esos que dejan de esforzarse y boicotean al jefe cuando les cae mal, les habla fuerte o los hace correr más de lo necesario.

Las complicaciones recientes de Mourinho tienen que ver con ese choque generacional. Le es difícil lidiar con el nuevo perfil de jugador que aspira a ser el centro de los proyectos deportivos. El pique que mantuvo con Paul Pogba como antes con Cristiano Ronaldo hablan de esa naturaleza que se nota desde el peinado. Para Mou solo debe haber un gallo en el corral. Y debe ser él, como indica su tradición futbolística, esa que lo vincula a la inclemencia y agitación de los Bill Shankly y Brian Clough.

The Special One se las ve canutas con la suavidad y lo políticamente correcto. Si Guardiola es fanático de Coldplay, Mourinho es un arrebato que no se anda con cursilerías. Antes que nada es un personaje, un hito de la cultura pop del que algún día se debe hacer un gran libro. El malestar que genera, las pullas de gracia y la pasión que genera lo consolidan como un genio más complejo que cualquier otro en el mercado.

Como aquella canción de los Beach Boys, Mourinho no está hecho para estos tiempos, tan afables, tan censores, tan aburridos. Tampoco va con futbolistas propensos a mirarse al espejo y a comer ensaladas.

El viejo lobo portugués apela al perfil de los espartanos. Materazzi, Xabi Alonso, Arbeloa, Sneijder, John Terry, Carvalho… sujetos que compensan cualquier limitante con honor y fidelidad absoluta. Hombres en serio.

A partir de hoy le tocará reinventarse. O esperar a la vuelta de un puñado de fieras. El objetivo que seguro aún tiene es volver a ser el puto amo. Que nadie lo dé por muerto.

@Bigmaud

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#4 Tiempos

Tómate ese cognac | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

«No le digas que no a lo bueno», me soltó Luis Ángel Bellota, mi amigo historiador, al verme vacilar frente a la copa de un viejo cognac que me ofrecía. Aquel día me encontraba abrumado ante la amabilidad de él y de su familia, que me habían convidado a un platillo que desconocía hasta entonces—ropa vieja— y del que terminé por volverme acolito tras el primer bocado.

Me resistía. No quería importunar, ni pellizcar una migaja más de alguien que ya había sido bastante generoso conmigo en uno de los periodos más en blanco de mi vida. Pero esa frase lo iluminó todo; no tuve más que aceptar esa copa para sellar una velada estupenda con alguien que además de alimento, me dijo una lección sin acaso darse cuenta. No hay que negarse a lo bueno. Tantas veces uno se priva de las bondades del destino por culpa de telarañas que uno mismo teje en el aire.

Las charlas son una de las manifestaciones más altas del arte efímero, aunque rara vez los propios interlocutores se percaten de las perlas que sueltan por la atmósfera. La sabiduría chapotea sobre las sobremesas como si nada, a menudo diluyéndose en la irrelevancia o en el humo de un café mal servido. Lo más frecuente es que nadie tome nota, y sin embargo, en esos encuentros se tiran frases que bien podrían animar una novela.

Nos haríamos un gran favor si lleváramos un registro de estas miniaturas existenciales, como el personaje de Vila-Matas que anotaba las conversaciones que escuchaba en el transporte público con método archivista. Una colección sobresaliente no tanto por lo escuchado, sino por la mirada de un padre que mira con cariño a sus criaturas hasta verles cara de Kakfa. «La felicidad está en el martirio», decía una las frases recogidas. Quizá la felicidad también se esconde en la atención que prestamos a las naderías. Sin pasarse, eso sí. Bukowski alguna vez topó con un niño en el tren mientras viajaba por la costa. De pronto el niño dijo «el mar no es nada bonito», lo cual fue considerado una genialidad por el escritor angelino, aunque muchos otros lo consideraríamos un mocoso.

En la conversación tumultuosa —ese buffet en el que picoteas bocadillos mientras el mesero se lleva tu plato— vienen a mí destellos ajenos, aforismos de genios espontáneos al calor de la conversación. Como aquella mañana en que Pedro, mi amigo abogado, me dijo: «Hay momentos en los que hay que decidir. Y hay que decidir rápido», una sentencia que soltó tras un breve silencio, con su habitual tono que aparenta lejanía, en el que parece que no está ahí, sino distraído en otra cosa, pero que, al soltarse, revela que más bien se encontraba en un proceso de cálculo que nadie más adivinaba a la redonda. Tras escucharlo di al fin con lo obvio: debía decidir y confiar. Pensar mucho había dejado de ser opción.

Distinto, aunque igualmente concluyente, fue Juan Manuel, a quien alguna vez consulté cómo se podía uno quitar de la cabeza a una mujer «Para olvidar a una mujer», respondió con su tono campechano habitual, «tienes que estar con otras veinte». La recomendación acabó por ser probadamente equivocada —hay gente a la que no se puede olvidar, qué le vamos a hacer—, pero ese mediodía, en una Oaxaca a finales de septiembre, logró algo valioso: quitarle dramatismo a lo que hasta minutos antes parecía una lápida. Y fui haciéndome de un nuevo camino. Todo pasa. O como diría De Gaulle: los tratados son como las chicas y las rosas… duran lo que duran.

Las palabras justas, en el minuto preciso, te quitan la anestesia del ensimismamiento, y aunque las puntadas duelan, sirven también para dar golpes de timón. Por más que uno quiera dárselas de solitario (y en esa condición broten una variedad de bondades), de vez en cuando necesitamos el aire fresco de una charla, esa mirada externa que divisa lo que tu embrutecimiento te ha tapado.

Con los años, las conversaciones con los amigos tienden a regresar siempre a los mismos territorios. Nos descubrimos reiterando los recuerdos, calcando las anécdotas en versiones ligeramente modificadas, sin cansarnos jamás de asentir y sonreír, como si todo fuera nuevo. Llegan las dolencias, las obsesiones gastadas, los silencios necesarios. Pero si uno escucha —escucha de verdad— puede que hasta halle vida extraterrestre desde la propia cocina, como decía Mariano Gistaín. Eventualmente hay que darse cuenta, en las charlas uno se nutre más cuando se escucha que cuando se parlotea.

Benditas sean esas reincidencias que cargan las baterías, igual que esas películas de confort a las que hay que volver cada tanto para recordar quiénes somos cuando hemos perdido el rumbo. Las mejores conversaciones nacen sin que te des cuenta, sin grandes pretensiones. Cuando uno reacciona, ya es noche cerrada, la garganta está rasposa y al otro día tienes que levantarte temprano (la mañana amenaza con sus prisas). Pero qué más da. Acepta esa copa. No le digas que no a lo bueno. Siéntate y escucha.

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#4 Tiempos

Radio México, invaluable labor en pro de la cultura potosina | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

La ausencia de espacios radiofónicos dedicados a la cultura popular, por llamarle a esa parte de cultura que es segregada de los espacios culturales elitistas, afortunadamente ha sido atendida por el entusiasmo de personajes que dedican su vida a la difusión de la cultura de nuestros pueblos. En San Luis Potosí, prácticamente no existen esos espacios radiofónicos; radio universidad que se define como una estación cultural, deja mucho que desear en este tipo de actividad. Principalmente en los últimos años donde ha degenerado su propuesta cultural, sobre todo en la frecuencia modulada. Así que la presencia de una propuesta radiofónica difundida por internet merece ser conocida y apoyada, sobre todo por ser una actividad que se asume sin objetivos de lucro y solo por el amor a la cultura de nuestras comunidades. Esta propuesta es Radio México, la Radio Cultural por Internet que manejan Laura Olivia D’león Montesinos y Anatolio Vázquez García.

En este ciclo que hemos dedicado a las mujeres, difundiendo sus obras y actividades que han contribuido a la cultura potosina, damos espacio a esos binomios, parejas que comparten su vida y su compromiso por el desarrollo y difusión cultural, como es el caso de Laura Olivia y Anatolio, con su trabajo en Radio México, que puede escucharse en la dirección: https://www.radiomexico.com.mx/

En su programación, centrada en temas y en música poco difundida en estaciones convencionales, e incluso en las catalogadas como culturales, cuenta con secciones ya tradicionales como: La huasteca arte y cultura; Saludos y complacencias y, Que suene… el son, donde es posible escuchar la música tradicional del estado de San Luis Potosí y de otros lugares. Música de quienes emigraron a los Estados Unidos y que fincaron lo que ahora se conoce como TexMex, como Lidia Mendoza, entre otros, la presencia de boleros y mucha música más que ha sido desplazada de las fuentes radiofónicas, son difundidas por estos personajes. Además, pueden escucharse sonidos de todas las culturas del planeta, manteniendo vivas las tradiciones, como rezan sus entradas a las diversas secciones.

De la información que proporcionan sobre sus perfiles reproducimos lo indicado en su página.

Anatolio Vázquez García nació en Xichú, Guanajuato. De 1968 a la fecha ha vivido en la Ciudad de México. Estudió Bibliotecología y Pedagogía en la UNAM, es fotógrafo, locutor con licencia tipo A, y técnico en computación. De 1994 a la fecha ha realizado una gran cantidad de proyectos musico-culturales, la mayoría de ellos en la Ciudad de México. A partir de 1992 inicia su trayectoria en radio, participando en varios y variados programas de corte cultural en Radio Educación, Radio 1440, Radio Cañón, Radio Chapultepec, en el Sistema Estatal de Radio y Televisión en el estado de Hidalgo y Radio Ciudadana. Ha incursionado en la música como ejecutante de vihuela, jarana huasteca y quinta huapanguera. Ha realizado varias grabaciones discográficas profesionales. Es creador y administrador de la plataforma Facebook, YouTube y sitio Web de Radio México: la radio cultural por internet, así como de la administración tecnológica de la misma, quehacer en el que lleva 14 años ininterrumpidos.

Laura Olivia D´león Montesinos fue registrada en Tlacotepec de Mejía, Veracruz. Psicóloga Educativa por la UNAM, Académica numérica de la Sociedad Mexicana de Geografía e Historia, en el rubro de Folclor. En 1992 inicia su travesía en radio participando como asistente con el Maestro René Villanueva en Radio UNAM, ha colaborado en programas para Radio Educación, Radio 1440, Radio Chapultepec, el Sistema Estatal de Radio y Televisión en el estado de Hidalgo y Radio Ciudadana. En 1994 forma GRUFAPI, Grupo Filantrópico en Apoyo a los Pueblos Indígenas, agrupación con la que se da a la tarea de alfabetizar e ingresar a la educación primaria a 262 niños en situación de calle a lo largo de 14 años, para lo cual realizó un sin fin de eventos musico-culturales en el Museo Nacional de Culturas Populares, Plaza Hidalgo en Coyoacán, Museo de las Intervenciones, Exconvento de Culhuacán, Casa Frissac, Explanada de la Alcaldía de Tlalpan, Centro Nacional de la Cultura y las Artes, Zócalo Capitalino, etc. Ha asesorado a diversos grupos culturales e impartido cursos y talleres. Actualmente es productora y guionista de Radio México: la radio cultural por internet.

La actividad de esta pareja es de apreciarse, con su labor la cultura potosina de esos pueblos de la Huasteca, del Altiplano y Zona Media que caracterizan la geografía de San Luis Potosí, es dada a conocer e impulsada a través de sus transmisiones en vivo de aquellos eventos populares donde se dan cita músicos de nuestra región interpretando sones abajeños y arribeños, así como las clásicas topadas que a través de su señal por internet es escuchada por los paisanos potosinos que trabajan en el gabacho.

Felicitamos su labor y los invitamos a escuchar Radio México, la radio cultural por internet.

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#4 Tiempos

La Noche de la Vergüenza: Los peores 45 minutos del Atlético de San Luis | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

La noche del pasado sábado fue una de esas que al menos yo querré olvidar. En un partido que parecía prometedor, el equipo potosino se desplomó de manera estrepitosa en el segundo tiempo, dejando a todos con la boca abierta y el corazón partido.

A pesar de la derrota, debo decir que estoy orgulloso del torneo que se ha hecho. El equipo ha demostrado una gran capacidad para competir contra los mejores equipos de la liga, y se logró alcanzar nuevamente la semifinal, lo que es un gran resultado para un equipo como San Luis.

Sin embargo, esperaba más en ese partido. Esperaba que el equipo saliera con más intensidad, con más pasión y con más determinación. Pero lamentablemente, eso no sucedió.

Los primeros 45 minutos del partido fueron un verdadero desastre para el San Luis. El equipo parecía desconectado, sin ritmo ni coordinación, a pesar de eso, la suerte estuvo de nuestro lado, Monterrey no encontró el gol y creo, se hubiera podido replantear algo para los segundos 45. Donde por cierto, todo se derrumbó, los errores defensivos se sucedieron uno tras otro, y el portero no pudo hacer gran cosa para evitar la goleada.

Pero lo que más duele es que el equipo parecía haber abandonado la lucha. La falta de intensidad y la ausencia de liderazgo en el campo fueron patentes. Los jugadores parecían perdidos, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar ante la presión del rival.

La derrota final fue un reflejo de la pobre actuación del equipo en el primer tiempo, y el debacle del segundo. Aunque San Luis intentó reaccionar en la segunda mitad, con el p enal, el daño ya estaba hecho.

La noche había sido un desastre.

San Luis fue un equipo distinto este torneo, la forma en que jugó de local y sobre todo en liguilla, enamoró a más de uno,

el equipo considerado el caballo negro, nos hizo soñar y parecía que podrían pelear en Monterrey, pero lo que más sorprendió a todos fue la cantidad de goles que recibió el equipo allá. Nunca en la temporada de San Luis, un rival les había metido más de 3 goles en un partido. La defensa, que había sido una de las fortalezas del equipo, se desplomó de manera estrepitosa, permitiendo que Monterrey se llevara una victoria aplastante.

Pero demos vuelta a la página, un buen torneo puede ser el inicio de algo mejor, San Luis demostró que puede competir, solo espero que la directiva no tome decisiones precipitadas y no desarme al equipo. Es importante mantener la base y sumar jugadores que puedan aportar calidad y experiencia.

También espero que la directiva del equipo aproveche la oportunidad para sumar jugadores de la cantera. El equipo tiene una gran cantidad de talento joven que puede ser aprovechado para fortalecer al cuadro.

El San Luis debe levantarse de esta derrota y mirar hacia adelante. El equipo tiene el potencial para hacer grandes cosas, pero debe trabajar duro para mejorar y alcanzar sus objetivos. La afición espera con ansias ver a su equipo volver a jugar alegre, mantener los triunfos en casa, pero sobre todo, regresar a jugar sin miedo, pintándole la cara a cualquier rival. Lección aprendida San Luis, ojalá que no te vuelvan a meter 5, en tu siguiente partido de semifinales, ojalá a la acción.

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