#4 Tiempos
1 de julio, entre dios y el hombre | Columna de Óscar Esquivel
Desafinando
Se multiplican las encías de ser felices, una, encontrando el equilibrio meciéndose entre lo esencial de la simplicidad y los bienes materiales. Algunos afirman “otros tiempos fueron mejores”; se buscaba la felicidad en la familia, amigos o logros académicos, sin desvirtuar la moral. Ahora en este tiempo se dirá que el oro y la riqueza es la felicidad. Hemos ampliado nuestras necesidades menguando nuestra capacidad de razonar que es lo que realmente nos satisface.
Cuanto más estrecho es nuestro círculo de visión de acción, más felices somos; cuanto más vasto es la visión del mundo, nos inquieta y hasta nos atormenta el no alcanzar aquello que otros tienen. Esto mantiene una relación entre lo que se vive en la actualidad: la cultura del consumismo, la violencia, la información falsa, las comodidades, lo superfluo… más aumentan los deseos casi obsesivos y las penas por no encajar en “sociedad”, generando sobresaltos emocionales.
Encontrando a Arthur Schopenhauer, filósofo alemán, cuyo pensamiento se concentraba en el “pensar hasta el final”, porque “no hay ningún viento favorable para el que no sabe a dónde se dirige”, la observación que tenía sobre la vida permitió generar una idea sobre la felicidad del hombre casi descriptiva para la época actual. “Nuestra felicidad está colocada enteramente fuera de nosotros; su residencia está en las cabezas ajenas” por eso “para no ser muy desgraciados, el medio más seguro es no desear ser muy dichosos” la medianía es lo que nos hace felices.
Posterior a Schopenhauer, está León Tolstoi, cuyo nombre se ha escuchado mucho en la última semana, por el entusiasmo que guarda a su lectura el señor presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pues aduce haberse formado políticamente gracias a los libros leídos por él, como la Guerra y la paz, Ana Karerina y el Reino de dios, este último con profunda reflexión sobre la filosofía cristiana obra y palabras de Jesucristo.
En sus obras Tolstoi describe un desarrollo con visión espiritual del mundo vinculada a los primeros cristianos y la figura de Jesucristo, algo que le llevó a manifestarse públicamente como pacifista además de escribir varios libros que fueron de gran influencia en el pensamiento sobre la no violencia en todo el mundo, destacando la relación que mantuvo con el político indio Mahatma Gandhi.
De ahí se desprende entonces el pensamiento político-religioso de AMLO, admirador de Jesús hombre y de la filosofía cristiana con un intento de llevarla a la política. Atreviéndome a asegurarlo, incluso ha olvidado un poco el precepto bíblico donde en sus enseñanzas Jesús contesta a un interlocutor “Al césar lo que es del césar y a dios lo que es de dios”.
El presidente en estos 7 meses de gobierno y a un año de su elección ha querido combinar la formación religiosa con la administración pública. Primero su frase épica y propagandística; “primero los pobres”, sí, de acuerdo total con él pero los pobres no son un producto canjeable donde las dádivas, las becas, los famosos apoyos harán por sí mismo que salgan de pobres. Solo el 2 por ciento en el país han logrado superar la pobreza en la siguiente generación, el pobre vive, se reproduce y muere pobre.
Desmantelando instituciones no es como se ayuda al pobre. El presidente se convirtió en “pescador de hombres”. Multiplicó los panes; “donde comen dos, comen tres”, regalando, ¡sí! Regalando 30 millones de dólares a El Salvador, y no es que este mal, pero se ataca el problema de raíz combatiendo la pobreza y la migración. Lo malo es que no tienen puntualmente en dónde, cuánto y qué metas pretenden para donde se invertirá el bono multimillonario que recibieron. La respuesta oficial ha sido: “en proyectos productivos agrícolas”, sí y aquí en el estado cientos de invernaderos abandonados a su suerte.
En el antiguo testamento Moisés recorrió el desierto con los hijos de David por cuarenta días y cuarenta noches hasta encontrar la tierra de Israel. Aquí los migrantes, miles, cientos en caravanas se les permitió el acceso sin control, entonces llegó el diablo (Trump) y al oído le dijo a Andrés Manuel, “despliega 40 mil hombres de la Guardia Nacional , y genera un muro que se infranqueable, so pena de desmantelarte la economía”… y así sucedió.
De vergüenza viendo a soldados mexicanos, “pueblo” como dice Andrés, deteniendo a migrantes corriendo en la rivera del río Bravo para alcanzar la orilla de la tierra prometida, resultado: el triste ahogamiento de un padre salvadoreño y su pequeña en las aguas del Jordán, perdón del río Grande, como prefieren llamarle los gringos.
“Tiren de la red del lado derecho” les dijo el Mesías a los pescadores, posteriormente serían su discípulos y fue tal la pesca que casi hunde la barca. Andrés emulando al maestro: “el sargazo es un problema menor… construiremos barcas y quedará resuelto el problema”. Mientras, la playas de Cancún en peligro de perder arrecifes, la arena, el ecosistema mismo. Económicamente el turismo a la baja, un 30% menor que el año pasado.
El PIB en México recibió 166 mil millones de dólares de parte del turismo, tanto de placer, como de negocios, que se refleja en un 16% del PIB del país. Ello coloca a esta industria como el sector que más aportaciones ofrece.
“No mentir, no robar, no traicionar al pueblo”, no mentir es no mentir, las verdades a medias ¿también es mentir?, no robar, no es solamente la sustracción de algún objeto o bien, es el desmantelamiento de lo ya construido, y si tiene razón, como es el caso del aeropuerto, prueben que todo está mal. No traicionar al pueblo es mantenerse fiel a los principios de los mal llamados de izquierda, progresistas, que luchan por la igualdad y la libertad de todos, no solo por unos cuantos, luchar por los pobres no es crucificar a los ricos, a los empresarios, al comerciante, a la ciencia, al arte, a la cultura.
Si bien el tiempo es muy corto para ver resultados probados, el rumbo del país está en manos un hombre culto, de izquierda cristiana, con amor profundo a México y eso se nota. Conoce la gente y sus costumbres, pero el gobernar bien es un poco de técnica combinado con el sentido común, ahora Andrés Manuel López Obrador, tiene el sentido común. Lo que requiere la gente para ser felices lo plasma en su plan pero la técnica, la operación de gobierno, deja mucho que desear.
“De los pobres, los desposeídos ser el reino de los cielos” no regalándoles, es enseñarlos a pescar.
Es el momento de ejercer a cabalidad nuestra herencia de lucha por el pueblo oprimido de apoyo a empresarios que generen riqueza, de acabar de una vez por toda la corrupción y que no sea pretexto del desmantelamiento institucional. Que se ejerza en este país la social democracia.
Nos saludamos pronto
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#4 Tiempos
Gente que se rindió | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Sobran maneras de identificar a quienes han sido derrotados por la vida. Basta con observar al que no responde a los buenos días soltados por un desconocido, rocas impermeables ante un bello gesto. O al que, en el elevador, presiona con ansia el botón de cerrar la puerta, apenas por ganar un par de segundos, como si el destino que lo espera —ay, el trabajo— fuese algo más que una condena.
Se rinden también quienes ya no se detienen a disfrutar las curiosidades ofrecidas por las calles: la estampa de un borrego pegada en un poste, una hoja seca con forma de corazón, un perro rascándose el lomo con la ayuda de una banca. Poco queda de espíritu en quienes llevan semanas, quizá meses, sin alzar la vista al cielo para contemplar las estrellas por la noche o descubrir, como niños, las formas caprichosas de las nubes.
Hemos perdido a los que olvidan vacacionar al menos una vez al año. No se trata del dinero, que al final siempre encuentra su acomodo; basta con cruzar la esquina para pasarlo en grande si uno sabe cómo acomodar las piernas. También se pierden los que llevan demasiado tiempo sin brindar, como si faltaran motivos, cuando cualquier pretexto sirve para alzar la copa y desbordarse en espuma, aunque sea por el estreno de un tapete en la cocina. Y sabemos que estamos ante un alma en coma cuando alguien deja de celebrar la Navidad. Porque, cariño, aunque la ilusión se haya marchado, hay que forzarse a poner el árbol con luces y esferas. Así es como comienza el ascenso.
Sobre todo, alguien está derrotado cuando deja de arreglarse. Cuando sale al supermercado en pijama o se olvida de la ducha. El pudor es síntoma de amor propio y de cortesía hacia los demás. Soy muy importante como para ser visto en fachas por el vecino, debería pensar uno. Pero mal vamos si ni siquiera eso te detiene. Un hombre conserva su dignidad mientras se afeita o da forma a su bigote; sé que sigo en pie de lucha cuando me miro al espejo y trato componer lo que ya no tiene compostura.
Es un fantasma quien ha perdido el pulso amoroso. Quien ha dejado de coquetear y no intenta ya ninguna aventura. El que no suelta un piropo a su pareja, quien no imagina una nueva vida con la mesera o la cajera en el supermercado, muy lejos de aquí, donde nadie nos juzgue, donde nadie nos diga que hacemos mal; alejados del mundo, donde no haya leyes ni nada.
Está muerto en vida quien no se cree merecedor del amor y el deseo, quien descuidado su cuerpo como si no tuviera nada bello que preservar.
He topado tantas veces con estos derrotados. Se les percibe en la mirada, en el vacío que se abre paso hacia la negrura. Gente que se rindió. Banderas blancas —lavadas con llanto— tras tantas decepciones y reveses. Los ves derrumbados en el transporte público, indiferentes incluso a las injusticias más obvias, conformes con lo que hay, sin hervidura de sangre (otro síntoma de la debacle: dejar de ceder el asiento a mujeres y ancianos; desprovisto de galantería, un ideal perdido). Son piltrafas resignadas, oxidadas allí donde un día hubo fuentes y jardines.
Y, con todo, me consuela saber que hay remedio para un buen número de estos casos. Los suficiente como para creer que merece la pena luchar por la resurrección. Porque, al final, se trata de un arte: el arte de remontar. Y de entender que nadie lo hará por ti. Nadie ayudará con la parte que más cuenta, la más difícil. Y no desanimarse por ello, al contrario, encontrar ahí un estímulo para imponerse ante la adversidad.
Como Richard Dadier le decía a su esposa en Blackboard Jungle: Sí, me han golpeado, pero no estoy derrotado. Hay una gran diferencia. No estoy derrotado, y no voy a rendirme. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado, frase de Hemingway.
El truco está en la determinación. Seguir el consejo de San Agustín: ser mejores que los tiempos malos. Una fe que baja el humo a los demonios. Levantarse un round más tras notar que el lloriqueo te dejó seco. Eres ya tu propia tierra firme.
Contacto:
Twitter: @Bigmaud
Correo: [email protected]
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#4 Tiempos
Del semi desierto potosino a misiones espaciales | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
A principios del siglo XX y durante su primera mitad, hubo una emigración importante de familias del altiplano potosino a los Estados Unidos. Varios matrimonios comenzaron a formar sus familias en los Estados Unidos mientras trabajan para subsistir e incluso apoyar a familiares que quedaban en México, en especial en esa región del semi desierto potosino. Uno de esos matrimonios fueron los padres de Dorothy Ruiz Martínez que de Matehuala emigraron a Texas, donde Dorothy nacería.
En su niñez sus padres la trajeron a Matehuala a casa de sus abuelos donde vivió toda su niñez y parte de su adolescencia, porque la situación de sus padres no era muy estable. Estudió secundaria en la escuela Francisco Zarco, entre otras cuestiones se caracteriza por dar buena enseñanza en matemáticas, es una de las características que tiene esta región comparada con el resto del estado y del país. De esa escuela ha salido mucha gente destacada en matemáticas para posteriormente trasladarse a Texas a continuar sus estudios en busca de mejores opciones de preparación en los temas que ya le habían llamado la atención desde su vida en Matehuala. El área aeroespacial le había llamado la atención cuando, en 1986, le tocó ver en la televisión el accidente del transbordador Challenger, lo que la hizo interesarse por su actual profesión.
Su formación básica en Matehuala le permitió desarrollarse en un lugar donde se suele ser muy competitivo como es en Estados Unidos, donde después de estudiar la preparatoria, Dorothy Ruiz ingresara a la Universidad de Oklahoma y posteriormente a la Universidad de Texas, conocida como A&M a estudiar ingeniería espacial. Al titularse hizo, en 1998, una pasantía académica por medio del programa de Langley Aerospace Research Summer Scholars del centro de investigaciones de NASA Langley lo que le permitió tener su primer acercamiento a lo que sería su carrera profesional.
Tuvo la oportunidad de entrar a varios de los proyectos de la NASA cuando empezaba su formación y eso le ha permitido ingresar a varias áreas relacionadas todas con ingeniería espacial que fue donde se interesó en formarse, pero además dentro de esos proyectos ha estado en contacto con otras agencias aeroespaciales como la Rusa, donde trabajó un tiempo.
Dotothy Ruíz Martínez es una ingeniera aeroespacial que actualmente trabaja para National Aeronautics and Space Administration (NASA), la agencia del gobierno estadounidense más importante del programa espacial, donde realiza actividades como control de misiones de vuelo . El trabajo de Dorothy Ruíz consiste en enlazar comunicaciones entre la tierra y los astronautas que se encuentran en un satélite espacial.
De sus primeros trabajos en el área aeroespacial fungió como instructora de astronautas y de operadores de vuelo en el sistema de control y propulsión para el Transbordador Espacial, de ahí pasó al área de Operaciones de Misiones Espaciales como Ingeniera de Planificación de Actividades Espaciales en Tiempo Real (RPE). Ha participado en la planificación total de actividades espaciales de 12 misiones espaciales del transbordador, contribuyendo desde la tierra con otros ingenieros y científicos, en el ensamblaje final de la Estación Espacial Internacional.
Dorothy Ruiz dice con orgullo:
“Los nopales, representan la región del desierto del altiplano donde crecí, pero también son parte de mi historia de vida y de mis tradiciones en familia. Mi bisabuela removía las espinas y cortaba las pencas de los nopales en trocitos con una destreza y rapidez incomparables y luego los cocinaba muy al estilo ranchero (de la región donde ella creció en los ejidos de La Puerta de Aguilar y San Miguel, en el municipio de Doctor Arroyo). Esa manera de cocinar los nopales fue traspasado a mi abuela y después a mí.
En el 2011 propuse un proyecto de investigación en la NASA junto con otro colega para estudiar el nopal opuntia y sus posibles usos en la Estación Espacial Internacional. En este proyecto también invitamos a un colaborador científico de México. El proyecto fue aprobado e hicimos la investigación, pero nunca fue mandado al espacio. Aun así, espero un día retomar este proyecto y, que fregón sería, mandar nopales a la luna y a Marte”.
Dorothy Ruiz es un ejemplo de inspiración para jóvenes mujeres que quieren desarrollarse en áreas que en principio no consideran socialmente para mujeres. Su desempeño y formación es digno de alabarse.
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#4 Tiempos
Tiempo de mejora | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Hoy, San Luis enfrenta a Puebla, un equipo que viene con sed de revancha, justo después de dar un muy buen partido en Monterrey, donde salieron vivos con un punto. San Luis, por su parte, tuvo su primer tropiezo en casa en la era Torrent, una dolorosa derrota frente a Tigres que jugó bien y, a pesar de sus errores, pudo controlar el partido y salir con los 3 puntos del Lastras.
En el trámite, parece un partido no tan complicado, tomando en cuenta los últimos torneos de cada equipo, pero las realidades cambian y cada encuentro es una nueva oportunidad. Hay que poner atención a Puebla, equipo al que es más peligroso enfrentar en la jornada 2 que en la 15. Pero hablemos de lo visto en el Lastras.
San Luis perdió en los primeros 90 minutos del torneo su principal fortaleza del campeonato anterior, su invicto en casa. Pero además cometió el único error que no había hecho antes: una expulsión, la de Yan Phillipe fue la primera tarjeta roja de un equipo de Torrent en Liga MX. Lo del brasileño fue un partido para el olvido.
En la zona baja, la ausencia de Cata y de Chávez fue bien cubierta, pero falta coordinación. Tanto Piccini como Águila y Cruz son defensas que pueden sacar el partido, siempre y cuando atiendan en todo momento y se coordinen. Dos goles a balón parado en el mismo partido es imperdonable en jornadas avanzadas.
Por la lateral derecha, Galdames bien, a secas, un jugador que normalmente no veíamos defender, ahora tuvo que cargar con el recuerdo de Chávez y correr toda la banda. Lo hizo bien, pero se nota que necesita acostumbrarse a esa posición.
El verdadero problema de San Luis, al menos en ese partido, fue la zona ofensiva: un equipo perdido, de poca creatividad en la última zona. En pocas palabras, no hubo delanteros. Vitinho volvió a ser ese jugador que conduce mucho y define poco. Murillo tan solo flotó en la cancha y no tuvo oportunidades. Villal solo estuvo dentro unos minutos, y de Yan Phillipe, mejor no hablamos.
Es preocupante el panorama ofensivo del equipo, teniendo la salida de Boli, la ausencia (espero temporal) de Bonatini y la confianza en un Yan que no ha demostrado ser solución en los partidos que tiene con la camiseta de San Luis. Es criticable que no se haya reforzado aún en esa zona, que se haya dicho que se jugará con jóvenes y sigan los mismos. Algo tendrán que resolver para no tener ese problema.
Confío en que el cuerpo técnico tiene propuestas, confío en que saben bien lo que están enviando a la cancha. Espero que no estén solo intentando, y más bien estén proponiendo. Creo que Torrent y su cuerpo técnico tienen la capacidad y la experiencia para saber si algo hace falta en este cuadro, si es necesario reforzar de forma inteligente lo que pueden tener en el terreno de juego.
El partido de hoy es complicado por la presión del torneo anterior, por haber perdido en el arranque y porque, en el papel, Puebla parece un equipo a modo. Si esta noche San Luis no saca puntos de su visita al Cuauhtémoc, la presión comenzará a subir en un equipo que hasta el momento poco la ha sentido. Sí o sí, es tiempo de mejora.
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