#4 Tiempos
Que cada quién cargue sus cubetas | Columna de Jorge Saldaña
TERCERA LLAMADA
Para retratar la forma en que las autoridades de San Luis están abordando el tema de la crisis hídrica, una buena sugerencia sería una foto en la que aparezcan juntos el gobernador Gallardo, el alcalde Galindo y el rector de la Universidad Autónoma, Zermeño, disparándose como niños chisguetes con pistolas de agua. Todos contra todos.
Lo malo es que no son niños, son adultos con las más altas responsabilidades, y en su juego de mojarse para ver quién deja más salpicado al otro, se les van a evaporar los chisguetes, la ciudad, la gobernabilidad y la credibilidad centenaria. Los calores están fuertes.
Olvidan los juguetones que la escasez de un recurso tan básico no tiene culpables, al menos vivos, que tengan nombre y apellido y es absurdo disparar en ese sentido.
Se les escurre a los juguetones que buscar en el de enfrente y señalarlo como responsable de la crisis, no es una medida que genere espontáneamente el líquido.
O que el intercambio de “Boletinazos” entre los palacios, no arregla una válvula, ni prende un pozo.
Poner a cuestionables empresarios convertidos en presidentes de cámaras y a diputados federales en una esgrima declarativa contra senadoras, síndicos y líderes de partidos, no da agua para lavar los trastes.
En el torbellino del día a día, pierden de vista que el plan emergente, los estudios y hasta las voces e ideas contrarias al respecto, deberán ser avaladas genuina y exclusivamente por los ciudadanos cuando vean resuelto el problema junto a sus grifos dando agua y no antes.
Querer ganar la percepción desde ahora, es como querer anunciar el marcador final antes de los penalties.
En el mismo sentido va eso de tomar la postura de la UASLP, queriendo adornarse diciendo que tienen la solución en las manos a través de la evolución, reedición y elaboración de estudios especializados que han realizado tanto por décadas que recientemente.
Qué bueno que la tengan, pero sacar su última versión a la luz cuatro meses después de que se planteó y se socializó al máximo el problema “E-mer-gen-te” de 2023 pues…
Eso parece además de pomposo y trasnochado, francamente irrelevante para resolver la urgencia, la del diario, la de unas 100 mil casas.
Cierto y comprobable que la universidad lleva 55 años haciendo contribuciones de altísimo valor para la sociedad en el tema del agua.
Y ni se duda ni se regatea un solo renglón de lo presentado públicamente el lunes por el multidisciplinario y experto Grupo Universitario del Agua.
Tampoco se pone en tela de juicio que la sectorización propuesta como solución a mediano plazo reduciría en un 15 por ciento el desperdicio de tan valioso recurso.
Mucho menos se duda que el agua que extraerán de pozos que hoy se encuentran en proceso de excavación, puedan presentar niveles de contaminación, pero… ¿Por qué no lo dijeron antes como para encontrar mejores zonas de mantos acuíferos?
También es justo decir que es fehaciente, real y contundente lo que expuso la Máxima Casa de Estudios al respecto, y es que históricamente los gobiernos municipales (únicos responsables y ejecutores) habían sido de plano socarrones, necios, corruptos, ignorantes, omisos o todas las anteriores con las contribuciones universitarias, sin embargo, aunque en el pasado hayan sido relegadas sus investigaciones, la responsabilidad social le obliga a la UASLP seguir elaborándolas y entregándolas, así como lo hicieron, a toda la sociedad con generosidad genuina. La soberbia institucional y la actitud de púlpito inatacable ¿en qué es útil?
Las medallas, los abucheos o los aplausos son lo de menos, y en todo caso, la sociedad siempre ha reconocido y reconocerá la contribución académica al mismo tiempo que condena severamente a los gobiernos que han sido omisos.
Por cierto un breve paréntesis: consta que fue caprichoso y enteramente casual que empatara el día de la presentación universitaria con la llegada del “día cero”, y la mejor prueba está en que ni unos ni otros tenían cómo saber la fecha de la llegada del oficio de la Conagua anunciando el día en que acabaría el bombeo.
En resumen y en economía: agua no hay, la que hay está contaminada, el Realito tomará meses para que vuelva a bombear el recurso y eso ni siquiera es el principal o único problema.
El recurso vital (odiosos lugares comunes) sufre de una pésima e histórica distribución, la red desperdicia, el agua tampoco tiene las mejores condiciones químicas para su consumo, la extracción, venta, tratamiento y desigualdad de acceso para unos y otros ciudadanos es patética y en el colmo, tomarla sin filtrar hasta esta bajando la capacidad intelectual de los niños, asunto gravísimo.
Mientras tanto, las estrategias del Ejecutivo, el gobierno municipal y la UASLP parecen jalar cada una por su lado (todas válidas, pero inconexas unas con otras).
¿Qué hacer? Pues que agarre cada quién sus cubetas, pero las acarreen para el mismo sitio.
Las soluciones académicas presentadas no están presupuestadas financieramente y aunque viables y deseables, no responden a la urgencia de poner agua en las casas de los potosinos ya, mañana.
Sus soluciones implican meses y meses, quizás más de los ocho meses que durará la reparación de la fallida presa y más de lo que tome al municipio sortear el álgido momento hasta recuperar los más de 460 litros por segundos ausentes (Y ya llevan poco más de la mitad recuperados en compensación).
Tampoco parece buen momento, en términos de solución social, que se fomente y genere un clima de enfrentamiento entre las autoridades.
Eso de nada y a nadie sirve.
Borrar a un probable rival político aprovechando un escenario de escasez líquida puede ser estratégico y rentable políticamente, pero saldrá carísimo el pleito porque en si mismo no abona a la tranquilidad y paz social que esta administración estatal ha logrado.
Tomemos en cuenta que la falta de absoluta de agua sí saca a la gente a las calles y paraliza la ciudad. Nadie desea ese escenario, ni resuelve el qué ponerle a la lavadora para asear la ropa, abre la regadera o llena el tanque de la taza del baño.
Es momento de dar golpes de timón y, por lo menos mientras dura la contingencia hídrica, cancelar todo pago de la CEA a Aquos El Realito.
Ni modo, hasta que la Conagua termine la reparación y hasta que Aqualia repare o de plano haga otro acueducto, no se contemple regresar al abusivo contrato. Cortar con la empresa solamente está en manos de gobierno a través de la CEA y del gobierno federal depende en exclusiva la reparación a la presa.
Tampoco debería Interapas en los próximos meses pagar un solo centavo a Aqualia sencillamente porque no se recibirá ni un litro.
Mientras tanto la clase empresarial (que parece estar poco más que extraviada) sus los líderes patronales, industriales y comerciales, podrían aportar mucho más que opiniones empapadas de babas.
Podrían por ejemplo empezar por pagar el agua que deben, esa que usan para sus procesos productivos, la que usan y no está tratada porque les sale más cara, esa que extraen de sus pozos que no comparten o de plano la que disfrutan simplemente porque los gobiernos anteriores les han condonado graciosamente los recibos.
Los ciudadanos y vecinos todos, tanto los que vivimos en las 59 colonias en las que se repartirán pipas cada cuatro días en diferentes horarios, como los que estamos conectados a la red, tenemos que ser conscientes del uso medido y restringido mientras dure la emergencia.
Los clubes sociales como el Deportivo, La Loma, Club de Golf, Campestre de Golf, Club dos mil y otros que tienen pozo, deben voluntariamente durante la crisis, compartir el beneficio de sus concesiones con todos los potosinos e inyectar de su recurso prestado a la red de toda la ciudad, misma de la que han obtenido tantos y tantos beneficios, de lo contrario, enfrentarse a la requisa que no es otra cosa que se les obligue a hacerlo advertidos que de negarse, podrían perder por completo la concesión, su permiso, su privilegio.
Si alguien tiene hoy las puertas abiertas con el presidente y su gabinete federal así como con las cámaras de diputados, y con casi todas las dependencias involucradas, es Ricardo Gallardo.
Si alguien tiene relaciones y comunicación directa con los poderes en la capital del país y el extranjero construidas durante su trayectoria profesional, es Enrique Galindo.
Sí alguien es reconocido, querido y muy altamente respetado en la comunidad académica nacional se llama Alejandro Zermeño.
¿Por qué en lugar de dispararse chisguetes de agua con pistolas de juguete no unen esas capacidades de gestión? No en beneficio de sus trayectorias, ni de sus futuros, sino en beneficio de la ciudad y el de las próximas generaciones. (Ya quieran poquito a la ciudad no?)
Algo que los une es que los tres reconocen el agua como derecho humano, pero igualmente deberían reconocer un poco su responsabilidad y comportarse como estadistas en la oportunidad que tienen para hacerlo y jueguen aunque sea por una vez, en equipo.
Para terminar, y en la feroz ignorancia de quien esto escribe así como mi conocida ausencia de sentido común, solo diré que así como un deseo, me hubiera gustado ver que el gobierno estatal, municipal, la universidad, los tres poderes, todos los alcaldes de la Zona Metropolitana, las cámaras empresariales, los industriales y la sociedad civil contemplaran hacer un pacto:
Un convenio de todos, en el que se resuelva a través del plan emergente municipal la urgencia de todos los días, pero al mismo tiempo se buscase con entidades nacionales e internacionales, civiles y públicas, los recursos, los 3 mil o 5 mil millones que hacen falta para resolver el problema de fondo, en el corto, en el mediano y en el largo plazo.
Un pacto temporal en el que los mejores técnicos universitarios honorariamente se aboquen a trabajar como funcionarios del organismo intermunicipal para asesorar en el campo y todos los días tanto el plan inmediato como en la planeación y ejecución de su plan multidisciplinario.
Un plan en el que, por voluntad (y si no por decreto) los que tienen agua concesionada la sumen a los que no tienen y se recuperen mucho más pronto los litros perdidos.
Un acuerdo amplio en el que se plantee la reestructura del Interapas, se integre al resto de los municipios o de plano se desintegre el organismo, pero mientras tanto, se le apoye para contener y enfrentar el acarreo de agua por colonia y por horarios, se acelere la perforación, se ubiquen nuevos y mejores lugares de extracción y se consiga el recurso suficiente para pagar a los ejidatarios los espacios de las presas jamás concluidas de El Palmarito y Las Escobas que tanta falta hacen.
Que funcione El Morro, que sea autosuficiente financieramente Tanque Tenorio, que se rehabiliten las plantas tratadoras, que se exija a los desarrolladores usar y tratar el agua en cada proyecto y por ley la industria solamente use agua tratada.
¿Será muy difícil aún unir todos esos esfuerzos?
Las autoridades, todas, llaman a la solidaridad de los ciudadanos. ¿Por qué no empiezan a ser solidarios entre ustedes?
A nadie vendría mal dar ejemplo nacional de tres buenos estadistas emprendiendo una acción conjunta, responsable y de enorme valor e impacto social del más grande nivel.
Agarren…agarrémos pues, cada quién nuestra cubeta.
Quiero terminar esta entrega, Culto Público, con un cuento, uno muy corto y de trágico e inesperado final:
Uno que relata la historia de tres niños que se encontraron un perro deshidratado. El primero quiere darle agua de la llave y de inmediato, el segundo lo criticó porque el agua no está limpia y presume de tener la solución, pero en su casa que está lejos, y que además quitará la sed del perro en unos meses (porque así debe ser según él). El tercer personaje les hace ver a ambos lo equivocado que están, les propone ayuda, unas jarras de agua grandes y hasta medidas contra la deshidratación de los perros permanentes, siempre y cuando solo lo haga él y los demás se hacen un lado, lo que también llevaría tiempo.
¿Cómo acabó la historia?
No lo sé, porque mientras se pusieron de acuerdo los niños, el perro se les murió de sed.
Hasta la próxima.
Atentamente:
Jorge Saldaña
También lee: Adán está enojado y muy lejos de Tabasco | Crónica de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
Por lo menos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
A toro pasado, ganarle a Chivas no era tan complicado.
El equipo de Guadalajara es el peor visitante del torneo: 0 ganados en 4 partidos disputados, 10 goles en contra y 5 a favor. Chivas es un chiste jugando fuera de casa.
Ahora bien, hablemos del partido de San Luis. Interesante el planteamiento de Torrent para el inicio: salir con 3 en el fondo (Cata, Águila y Cruz), acompañados en las laterales por Sanabria y Torres. Suena bien, aunque me encantaría que intentara la línea de 4 desde el inicio en algún partido. Los 3 en el fondo son un riesgo y ya lo hemos visto.
En media cancha, jugando como doble escudo, tuvo a Dourado y Salles-Lamonge; de interior, a un completamente desaparecido Nájera, y adelante a Vitinho y Klimowicz. Por su parte, Chivas intentó dejar a sus centrales muy abiertos, cubriendo las posibles incorporaciones de los delanteros potosinos, con el “Oso” González como contención, brincando líneas para sofocar cualquier balón que pudiera tomar Nájera, y lo logró.
Es increíble cómo el 24 de San Luis salió a caminar en la cancha. Cada balón que llegaba a su zona se perdía, y peor aún, al tener a Salles-Lamonge atrás, se perdían no uno, sino dos jugadores, mismos que fueron aprovechados por Guadalajara para “bailar” a San Luis.
Los primeros 20 minutos, Chivas fueron amos y señores en el Lastras, mismos minutos que no pudieron capitalizar (afortunadamente) con alguna anotación. Antes de terminar la primera parte, Torrent ajustó: retiró del campo a Nájera, entró Macías, adelantó a Salles-Lamonge, puso a Klimo de 9 y abrió por derecha a Vitinho, dandoles sacrificio a Sanabria y Torres por los laterales. Justo ahí, San Luis comenzó a jugar el partido.
3-0 que al final fue un 3-1. Chivas, un equipo sin ataque, y cuyo delantero tuvo que venir de la banca para levantar el ánimo. San Luis, por su parte, otra vez tuvo muy buenos momentos, pero sobre todo tuvo suerte: suerte de no recibir gol en esos primeros minutos donde fue completamente superado. Suerte de anotar las claras que tuvo.
En fin, se ganó y se compuso el barco. Un partido que pintaba para ser horrible terminó en lo que tenía que ser: San Luis venciendo al peor visitante de la liga. No cantemos victoria ni pensemos que se va a mejorar. Fue solo un partido con un rival muy débil. Si bien San Luis fue contundente, los errores siguen existiendo, desde Torrent por mover sus piezas hasta todos y cada uno de los jugadores, mismos cuya continuidad y consistencia jornada tras jornada simplemente no existe.
Entiendo perfectamente las limitaciones de esta escuadra: la poca respuesta en momentos clave, la falta de contundencia en la mayoría de los partidos y los errores defensivos que cuestan muchos goles. Aún así, a veces (muy pocas veces) se puede volver a ver un poquito del San Luis que nos ilusionó el torneo pasado.
También lee: El mundo en la Liga MX | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
#4 Tiempos
Bardo: tres horas de ‘mira que profundo soy’ y nada de sustancia | Columna de Guille Carregha
Criticaciones
Muy a pesar de todo lo que me representa como ser humano, y contra todo pronóstico, después de ser obligado a ver una película de Alejandro González Iñárritu post-Guillermo Arriaga, no la aborrecí con cada fibra de mi ser. A pesar de haber sido dirigida por un señor cuyo trabajo me parece insoportable desde que alguna persona tuvo a mal decirle en 2008 que escribir guiones era muy fácil y que las historias que a él se le ocurrían valían mucho la pena, no puedo decir que su más reciente película sea mala.
Tampoco puedo decir que sea buena. No vamos a andar mintiendo aquí namás por convivir.
En su momento, cuando se estrenó este bodrio y por lo único que se le celebraba era haber sido rodada en gran parte en Ahualulco, me prometí a mí mismo que jamás vería esta cosa mientras siguiera respirando. Pero, como suele pasar con la vida y los planes que uno hace, no pasó tanto tiempo antes de que el universo me obligara que romper mi propia promesa. Resulta que en la empresa donde trabajo decidieron que TODOS los empleados de mi área teníamos que ver la película porque, supuestamente, es una gran inspiración para el proyecto en el que estamos metidos. No me dieron opción. No hubo escapatoria. Me quejé, hice berrinche, puse cara de fuchi, pero me sentaron a verla de todas formas. Y lo hice. Con cara de asco durante casi todo el metraje esperando odiarla, pero lo hice.
Como es la costumbre con el trabajo de uno de los únicos directores de cine mexicanos que a la gente si le importan, y que no se apellida Franco, Bardo es un golpe de pretensión directo desde la psique de Iñárritu hacia los sentidos de quien se preste a gastar tres horas de su vida escuchando los desvaríos de un señor con más ego que talento. Lo que me sorprendió no es que todo esto fuera un bufido de pretensión que se cree más profundo de lo que en verdad es – eso se veía venir desde lejos –, sino que, de alguna forma, el señor haya logrado hacer algo que no me hiciera querer arrancarme los ojos con una cuchara después de verlo.
Y… ¿pues está bien? O sea, no está al nivel de tortura psicológica que esperaba, pero tampoco es que haya cambiado mi opinión sobre el tipo.
Como absolutamente todo lo que Iñárritu ha cagado en el mundo, esta cosa es una esfera masiva de autofelaciones de principio a fin. La película se cree mucho más profunda e importante de lo que realmente es – un reflecto perfecto del director mismo. Está repleta hasta el borde de imágenes que, supuestamente, te llevan a un gran viaje filosófico, pero la mayoría de estas ideas “grandes” son tan obvias y superficiales que la película pierde en un instante cualquier encanto que podría haber tenido.
Algunas de las grandes ideas que Iñárritu parece creer que descubrió hace poco y que no entiende cómo es que nadie más habla de ellas son:
“El nacionalismo es solo un conjunto de mitos”.
“Los humanos no saben compartir sus sentimientos”.
“La sociedad no tiene sentido”.
O sea, no es que estos temas sean malos de por sí, pero la forma en las que se retratan son derivados de “y, pues, así pasa a veces, ¿cómo ves?” en lugar de pensar en las ramificaciones o razones de fondo por las que suceden. Es un constante “¿Sabías que…?” de datos de trivia escritos para una cuenta de Twitter que aún tiene el límite de los 140 caracteres. Si ya escuchaste a un man que apenas puede articular palabras llegar a estas mismas conclusiones en una peda tornada en mesa de debate filosófica a las tres de la mañana, básicamente ya tuviste la experiencia que ofrece esta película.
Eso sí, al menos la forma en la que Iñárritu decide abordar estas obviedades es visualmente llamativa, así que, por lo menos a nivel estético, no es aburrida. Pero tampoco es que las imágenes sean tan impactantes como deberían o que transmiten el mensaje de una forma maravillosa. Todo es tan exagerado, tan forzado, que en lugar de parecer una reflexión profunda, parece un comercial de perfume mal editado.
Por ejemplo, hay una escena al principio en la que un bebé, justo después de nacer, básicamente dice “nel, yo no quiero vivir en este mundo”, y el doctor procede a empujarlo de vuelta al útero de su madre. Esa escena, en cualquier otra circunstancia, debería ser hilarante. Pero la película la filma con una solemnidad tan ridícula que simplemente no funciona. Se siente falsa, innecesaria, cuando debería ser un momento absurdamente gracioso. Es un chiste que se cuenta como si fuera un rezo.
¿Y PUEDES ADIVINAR QUÉ SIGNIFICA ESA METÁFORA? Sí. Lo que sea que hayas pensado primero, eso es. Así de sutil es esta película.
Y ni hablemos de la estúpida conversación que tiene el personaje principal que DEFINITIVAMENTE no es un self-insert del director con Hernán Cortés sobre la Conquista en donde concluyen que “La Conquista es complicada de abordar. No fue ni buena ni mala. Hay matices”.
Si la idea era hacer un comentario profundo sobre la historia de México, de la identidad nacional, o de lo que sea que Iñárritu cree que está diciendo, lo único que logró fue un monólogo de secundaria disfrazado de arte. Es ese momento en una clase de historia donde el maestro dice “y ahora vamos a hablar del contexto social” y todos se duermen.
Las tres horas de esta película son básicamente un monólogo de flujo de conciencia de alguien que probó DMT por primera vez y está decidido a convencerte de que tú también lo hagas. Y si alguna vez has estado en esa situación, sabes perfectamente lo poco atractivo que es y que lo mejor que puedes hacer es sonreír, asentir y esperar a que pase la tormenta para ir a hacer algo mejor con tu vida como, no sé, doomscrollear TikTok por dos horas o algo así.
Pero incluso si intentas verla sin pensar en sus “GRANDES IDEAS PROFUNDAS”, simplemente no tiene sentido. Como historia, si le quitas toda la mamonería metafórica, es completamente plana. No pasa nada. No hay conflicto. No hay tensión. No hay nada a lo que aferrarte si intentas analizarla con lógica. Es la historia de un periodista que regresa a México a recibir un premio y… pues ya. Le dan el premio. FIN.
Exhilarante, ¿no?
O la ves como metáfora o mejor ni la veas, pero las ideas están tan metidas en el tubo de gases de Iñárritu que al final terminas sintiéndote más tonto por haberlo intentado.
Encima de todo, la película es una especie de autobiografía disfrazada de cine de arte, lo cual, bueno, cada quien. Pero hay UNA escena. UNA. Dura unos cinco minutos y es pura verborrea cringe. Básicamente es el personaje-autorretrato de Iñárritu burlándose de su propia película (sí, la que estás viendo), defendiéndose de cualquier crítica antes de que puedas hacerla y, de paso, mofándose de la gente que no ha logrado hacerla en la industria porque “jijiji, todo se logra con trabajo duro”.
El no-Iñárritu hablando con un periodista quien, en resumidas cuentas, le increpa por irse de México para convertirse en el director de cine que siempre soñó. Le reclama que se sienta mexicano a pesar de vivir en Estados Unidos y que, por eso, su discurso es falso.
¿La respuesta magistral de no-Iñárritu?
“Mensos ustedes que se quedan en un país que los trata mal.”
¡MAESTRO DEL DEBATE, GENTE!
Literalmente estamos a un “los pobres son pobres porque quieren” de que esto sea el paquete completo de filosofía boomer.
Si bien no puedo decir que odio esta película con cada fibra de mi ser, sí me recordó exactamente por qué no me gusta el trabajo de este tipo. Y esa escena en particular me confirmó que, como persona, Iñárritu me parece un absoluto imbécil, idea que ha sido corroborada por varios conocidos que han trabajado con él en sus sets de películas.
Sobra decir que, si esto fue la gran inspiración para el proyecto en el que estoy trabajando, alguien debería reevaluar nuestras decisiones creativas. O al menos, buscar inspiraciones que no huelan tanto a pedantería.
También lee: ¿Podemos dejar de hablar de “esa” película? ¿Plis? | Columna de Guille Carregha
#4 Tiempos
70 años del Instituto de Física de la UASLP | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
El 2 de enero de 1955 iniciaban las actividades del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Este año se conmemoran los setenta años de existencia de esta institución que se ha convertido en un referente mundial en el área de la física, y con el cual se iniciara en la UASLP la actividad de investigación científica, que al día de hoy es uno de los aspectos en los que es reconocida la universidad potosina.
Como un homenaje a los personajes que a lo largo de setenta años han construido esta importante institución, he escrito un libro que recoge el devenir del Instituto de Física desde su creación en 1955 hasta el año de 1991, periodo que se considera como su periodo de consolidación. El libro lleva como título: Vida media del Instituto de Física de la UASLP 1955-1991, su periodo de consolidación, y puede conseguirse directamente con el autor a la dirección de correo: [email protected], y tiene un costo de doscientos pesos.
El libro está dedicado a la memoria del Dr. Francisco Mejía Lira, personaje clave en el desarrollo de esa institución y de la ciencia en San Luis Potosí que muriera tempranamente, justo el año de 1991. Una lamentable perdida para la Universidad Autónoma de San Luis potosí y de quien ya hemos tratado en esta columna.
En enero de 1955 se instalaba el Instituto de Física en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, con un solo investigador al frente, Gustavo del Castillo y Gama, quien recientemente había obtenido su doctorado en física en la Universidad de Purdue y, hacía planes para contribuir al desarrollo de la física en México y muy especialmente en San Luis Potosí. Un año antes, Gustavo del Castillo y Candelario Pérez, en el bar Shamrock, soñaban con establecer los estudios de física en San Luis Potosí donde los contertulios, habían planeado realizar su trabajo profesional.
De esta forma Gustavo del Castillo comenzaba a ser válidos esos acuerdos tomados en el bar Shamrock en Lafallete, Indiana. Comenzaban las actividades modestas del nuevo Instituto de Física con el esfuerzo de Gustavo del Castillo a fin de instalar el laboratorio de radiación cósmica en la UASLP con el equipo que para esos efectos estaba construyendo y que significaba siete años de actividad experimental relacionada con la instrumentación para detectar radiación cósmica a través de cámaras de niebla.
Ese inicio de actividades en enero de 1955, seguiría un camino que fue allanado gracias al apoyo del Dr. Manuel Sandoval Vallarta que dirigía el Instituto Nacional de la Investigación Científica y del Dr. Manuel Nava Martínez, rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí que impulsaba un programa académico donde la investigación científica se convertía en el eje de desarrollo de una verdadera universidad.
El camino tendría obstáculos, mismos que se manifestaron de manera importante a fines de la década de los cincuenta donde en un ambiente de hostilidad hacia el trabajo académico se presentó una considerable disminución en la actividad de investigación que se realizaba en el Instituto de Física y a la postre significaría la partida del Dr. Gustavo del Castillo a los Estados Unidos y el peligro de que se perdiera el trabajo realizado en ese primer periodo de 1955 a 1959.
Esta historia académica del Instituto de Física, que al final de cuenta tendría cierta continuidad, la presentamos en periodos académicos que marcan su derrotero en el camino de enraizar la investigación científica en la UASLP, situación que sucedió desde el primer minuto de actividades del Instituto de Física en enero de 1955.
De esta forma abarcamos un primer periodo de actividades que van de 1955 a 1959; un segundo periodo de 1960 a 1968; un tercer periodo de 1969 a 1978 y un cuarto periodo de 1979 a 1991. El periodo total abarcado de 1955 a 1991 marca el proceso de consolidación de la investigación en física en San Luis y de la investigación científica en la UASLP, que originó que el periodo moderno de 1992 a la fecha sea la estructura que tiene la UASLP en materia de investigación científica y en formación de recursos humanos de nivel especializado en las diversas ramas del conocimiento. Estructura y actividad empujada desde su trinchera por el Instituto de Física.
Actualmente el Instituto de Física de la UASLP tiene cuarenta y tres investigadores, de los cuales cuarenta y dos son doctores en ciencias y uno es maestro en ciencias. La composición en el SNI es impresionante, ya que 17 de ellos son nivel 3, de los cuales tres son Investigadores Eméritos; 12 son nivel 2 y 12 son nivel 1. Estas estadísticas colocan al Instituto de Física como uno de los líderes a nivel nacional e internacional.
Sus líneas de investigación, en las cuales se congregan en cuerpos académicos, son: dinámica y combinatoria, física de altas energías, fisicoquímica y física estadística, fluidos complejos, magnetismo y materiales magnéticos, materia condensada en sólidos, materiales biomoleculares y biofísica, nanoestructuras.
Considerando las dependencias de investigación “derivadas” del Instituto de Física, se cuenta con 110 investigadores nacionales, donde el treinta y tres por ciento pertenece al nivel tres del SNI.
También lee: 100 años de música de Sonido 13 | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
-
Destacadas10 meses
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad2 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad3 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado1 año
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad2 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos2 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas2 años
SLP podría volver en enero a clases online