septiembre 16, 2024

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

¿Por qué demonios decidí ver una película de Menudo en 2024? | Columna de Guilla Carregha

Publicado hace

el

CRITICACIONES

 

Me quise tomar un pequeño descanso de ver la cantidad industrial de anime que me estoy obligando a consumir para ver algo, cualquier cosa, hablado en el idioma español. Claramente podía haber visto una película mexicana disponible en VIX o Prime Video, pero, bueh, no me odio tanto todavía. Denme un par de semanas y caeré en la tentación.

                  Por alguna razón que aún no logro entender cómo es que me pareció lógica, pensé que estaría divertido ver una película de Menudo. Sí. De Menudo. De esa boy band de Puerto Rico que fue popular a final de los 70 de la que no sabía absolutamente nada además de que cantaban Claridad y que, en algún punto, tuvieron a Ricky Martin entre sus filas. No sé qué me poseyó para tomar la decisión de ver una película de bajo presupuesto estelarizada por un grupo infantil pasado de moda y dirigida a personas de menos de 15 años, pero así está la cosa.

                  Supongo que me imaginaba que sería una experiencia como la de ver las películas de The Beatles, producciones hechas como en tres días con sólo el equivalente de 50 pesos de presupuesto, en donde podías disfrutar de Ringo Starr pretendiendo que sabe reírse y ver a los otros tres batallando para no voltear a ver a la cámara en una película tremendamente mala con una historia que no va a ningún lado y que solo es una excusa para ver a la banda cantar/tocar canciones nuevas en el cine.

No. Esperen. Eso es exactamente lo que obtuve. Es lo mismo.

Como suele suceder con las películas basadas en actos musicales que tienen que ser estrenadas siete días después de que un empresario random proponga la idea de hacer una película para no perder la relevancia del producto anunciado (la banda), y succionarle todo el dinero posible a (los papás) del público meta, la historia de Una Aventura Llamada Menudo se centra en las loquísimas aventuras que sufren los Menudo en camino a un concierto.

Fascinante.

De entrada, esta película nunca esconde que está hecha única y exclusivamente para fanáticas de la banda. Por principio, en ningún momento hacen el esfuerzo de introducir a los integrantes de Menudo de alguna forma que ponga en contexto a los papás que fueron obligados a acompañar a sus hijas menores de edad a ver esto en el cine. Se presupone que ya conoces sus nombres, sus personalidades y el estereotipo que representan dentro de la banda. Simplemente aparecen en pantalla y ya. Ya los conoces, ya sabes quiénes son, ya tienes tus pósters en tu cuarto, y ya suspiraste al sentir enamoramiento en esta relación parasocial. Ahí muere.

Disfruta.

La primera vez que vemos a los muchachos, están sentados alrededor de una mesa de su disquera, hablando con su supuesta mánager, una chica de trece años que debemos de creer que es lo suficientemente importante como para decidir el futuro de la “agrupación más popular de Puerto Rico” sin tener que preguntarle a ningún adulto responsable. Dentro de esa reunión, el principal tema a tratar es “¿cómo es que Menudo aparecerá en el escenario del primer concierto de su gira?”. Es una decisión difícil, pues ya han llegado al concierto en motocicleta y necesitan algo más impactante para que se sepa que esta es la mejor gira hasta la fecha.

Suspiro.

Y entonces, Ricky, EL ÚNICO MIEMBRO DE MENUDO AL QUE HACEN CONSTANTE REFERENCIA POR NOMBRE Y QUE TIENE UNA PERSONALIDAD MARCADA (pero que no es Ricky Martin, sino otro), dice que se imagina que estaría genial llegar al venue montados en un globo aerostático. Y, ya está. Como se imaginó que deberían ir en globo, mágicamente aparecen en un globo a mitad del cielo. El único problema es que Ricky no sabe manejar el globo aerostático que se acaba de imaginar y al que teletransportó mágicamente a sus compañeros de banda, por lo que aterrizan chocando contra un árbol en una isla. Ahora, Menudo debe correr contra el tiempo y salir de la isla para llegar a su concierto.

That’s it. That’s the story. That’s the movie.

No pasa nada. O sea, digo “nada” como si “un grupo de karatekas al azar intentando tirar adolescentes de motos en una playa” – lo cual, por cierto, sucede en esta película – fuera literalmente nada. Pero es más como implementar absolutamente cada idea loca que los productores (¿o tal vez la misma banda?) tuvieron, sin siquiera cuestionarla. Si se te ocurrió una idea para la película, esa idea VA A estar en la película.

Se podría decir que la película es una pérdida de tiempo, y lo es, pero también se podría decir que es una experiencia aburridísima, y también sería cierto. Las grandes aventuras que los Menudo viven intentando escapar de la isla son “hacerse amigos de unas niñas scout en una fogata”, “obtener techo camas y comida en una mansión de lujo”, “tener fiestas en la playa con carne asada y personas de su edad” y “salir a andar en motocicleta por la isla”. Claramente son situaciones extremadamente peligrosas que le pondrían los pelos de punta a cualquiera y que terminarían con la sanidad mental de quien las viva. Son tremendos castigos que jamás les podría desear ni a mi peor enemigo.

Se supone que hay una villana. La dueña de la mansión misteriosa en la mitad de la isla, aquella que las provee con ropa y comida, es la villana. No hace nada. Se supone que está intentando prevenir que Menudo abandone la isla, pero no hace nada. No los detiene, no los encierra; nada. Los únicos obstáculos en el “viaje” de Menudo son las hormonas de los adolescentes y el hecho de que siempre tienen hambre.

Si alguien decide ver esto en el año de nuestro señor 2024, las únicas dos opciones de streaming son dos usuarios que amablemente subieron la película a YouTube, porque no creo que nadie quiera preservar esta obra magna del cine latino en alguna plataforma de streaming. Se puede, entonces, elegir entre “calidad relativamente buena, pero con colores apagados” o “imagen de calidad terrible, pero con colores brillantes y un filtro oscurecido”. Aunado a lo aburrido de la película, no es como si mis ojos se pudieran entretener mucho con lo que veían. Tampoco es como si me hubiera perdido de mucho. Esto claramente se filmó en 5 días, donde el director de fotografía o estaba ausente o no le importaba lo que estaba haciendo, siempre y cuando se hiciera lo más rápido posible. No puedo culpar al tipo. No es como si fuera a hacer una diferencia el esforzarse en hacerlo bien. La película está compuesta enteramente de una colección de tomas que claramente fueron las primeras porque no había tiempo de retomar para conseguir algo mejor, pegadas hasta constituir algo que legalmente podría considerarse una película.

Tal y como está, esto parece ser nada más que una excusa para grabar más de 10 videos musicales en una semana, gastando el presupuesto de dos almuerzos. Luego, los unieron con el pretexto más endeble de pequeños sketches entre ellos y los lanzaron en cines para obtener ganancias. Ni siquiera son buenos videos musicales… a menos que ver a la banda al borde de la risa cada segundo y tener primeros planos incómodamente largos de niños bailando suban la calidad de un video musical con su mera existencia.

No se les puede echar la culpa a estos chicos de 14 años, pero su actuación es pésima. No ayuda que claramente les dijeron que improvisaran todo, lo que significa que tenemos unos 50 minutos sólidos de “adolescentes molestándose entre sí, riendo falsamente, gritando cosas al azar pensando que eso es un chiste y, por alguna razón, golpeando y empujando a Charlie en cada ocasión posible”. Diría “si te gusta ver adolescentes reírse, mira esta película”, pero esa es una declaración bastante creepy ya de por sí. Especialmente porque están sin camisa la mayor parte del tiempo.

Todos los demás personajes/actores sufren del mismo problema. Pueden intentar actuar y, ya sabes, hacer su trabajo, pero literalmente no tienen con qué trabajar. Aunque lo intentaran, aquí no hay nada. No pasa nada. Nada importa. Nada. Un verdadero y genuino vacío.

Me gustaría quejarme y decir que quiero de vuelta mis 90 minutos, pero yo soy el único culpable aquí. ¿Por qué fui y decidí ver esto? ¿POR QUÉ PENSÉ QUE SERÍA DIVERTIDO VER ESTO?

Y, por cierto, el plot twist, ¿la razón por la que la señora no les permite salir de la isla? ¡Es que es fan de Menudo! ¡Y quiere convivir con ellos todo el tiempo posible!

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣀⣠⣤⣤⣤⣤⣤⣤⣤⣤⣀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣀⣶⠿⠛⠋⠉⠀⠀⠀⠀⠀⠈⠉⠙⠻⢷⣦⣀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⣠⡾⠋⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠈⠛⢷⣤⡀⠀⠀⠀

⠀⠀⢀⣴⠟⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠙⢿⣆⠀⠀

⠀⢀⡾⠃⠀⠀⠀⠀⣀⡄⠀⢇⣧⢰⣄⣠⣤⣶⣶⠿⠛⠀⠀⠀⠀⠀⢻⣧⠀

⠀⣾⠃⠠⣤⣤⣴⡶⠿⠋⠀⣈⡁⠀⠉⠉⣀⣠⣤⣤⣤⣀⡀⠀⠀⠀⠀⢿⡆

⢸⡏⠀⠀⠀⢀⣀⣀⣤⣐⠈⠀⠀⢀⣴⠟⠉⠀⣴⣿⣿⣿⡿⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣷

⣼⠇⠀⣰⠞⠉⠉⣴⣿⣿⡇⠨⠭⢈⣳⠶⠛⠋⠉⠉⠉⠁⠀⠀⠀⠀⠀⢸⡿

⣿⠀⠀⠿⠖⠛⠛⠛⠛⠉⠤⠁⠠⠄⠒⡊⠁⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣼⡇

⢿⡄⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⢀⠀⠀⠀⠀⠀⠈⠲⣄⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀   ⣰⡟⠀

⢸⣧⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⢸⣀⣠⣴⠶⠮⠭⠵⠞⠳⡄⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣰⡟⠀⠀

⠀⠹⣧⡀⠀⠀⠀⠀⠀⡏⠛⠉⠀⢢⡠⣄⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⢠⣾⠏⠀⠀⠀

⠀⠀⠙⢷⣤⡀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠳⠞⠀⠀⠀⠀⠀⠀⣠⣶⠟⠁⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠉⠛⠷⣦⣄⣀⣀⡀⠀⠀⠀⠀⠀⣀⣀⣤⡶⠟⠋⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠈⠙⠛⠛⠛⠛⠟⠛⠛⠛⠉⠁⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

También lee: El verano que pensé que sería divertido ver todos los estrenos del anime de la temporada – Parte 4 | Columna de Guille Carregha

Continuar leyendo

#4 Tiempos

El diputado 28 no tiene curul, pero le pusieron sillita | Crónica de Jorge Saldaña

Publicado hace

el

CRÓNICA

 

Son casi las doce y media del sábado 14 de septiembre cuando por primera vez en su historia, la legislatura potosina tomó protesta, gracias a una controversia administrativa, a 28 diputados, 27 sentados en curul y uno en sillita.

Eran poco antes de las 10 de la mañana cuando la solemnidad de la sesión convocada empezó a diluirse.

El saliententrante legislador Rubén Guajardo, tuvo que empujar literalmente al interior a su compañero de partido, Marcelino Rivera Hernández, al que los guardianes externos le querían impedir su ingreso.

Por fin se sentó el de San Martín Chalchicuautla en una curul de la que previamente se había retirado la placa con su nombre, igual que desaparecieron sus generales durante el desarrollo de la sesión.

Tanto la mesa directiva saliente como la entrante, intentaron ignorar la presencia de un personaje extra. Era como ver un partido de futbol con 12 integrantes sin que el árbitro sacara tarjeta de amonestación.

El cuchicheo al respecto subía desde los asientos de los legisladores, las dos filas de invitados especiales, el pasillo de los aventones reporteriles y anexos, y el graderío del recinto.

Durante la toma de protesta de los entrantes no faltaron los tropiezos de lectura por parte de Roberto Ulises Mendoza en ese momento todavía presidente de la mesa directiva saliente pero aún así todos tomaron protesta todos, los 28, todos.

Fueron 28 brazos derechos los que se levantaron y se consumó oficialmente el cambio de legislatura, y extra oficialmente una irregularidad administrativa que, de prosperar -dijo en entrevista la senadora y presidenta del comité blanquiazul, Verónica Rodríguez, podría tumbar toda la sesión y todo lo solemne de la misma.

El orden del día avanza. Es momento de que se lea, otra vez con errores, los memorándum en que cada fracción parlamentaria define al o la líder de su bancada.

El PRI escoge a Sara Rocha, Morena a Cuauhtli Badillo, el Verde a Héctor Serrano, Marco Gama se propone a sí mismo y será líder de sí mismo por Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza hace lo propio.

En la lectura se vuelve a omitir a Rivera Hernández que de pronto se para de su curul para que sea contado, el presidente de la mesa saliente le recrimina y le suelta: “Usted solo es un ciudadano”, Ruben Guajardo sale al quite y le revira al de la mala lectura : “Usted no es autoridad jurisdiccional”. El ambiente se tensa y a algunos hasta toma desapercibidos.

“Es que allá está Enrique” “¿Entonces quién es el diputado?” ¿Entonces para qué lo invitan? son algunas de las preguntas que se escuchaban al vuelo.

En efecto, Enrique Ortiz está y estuvo, sin curul ni anuncio ni placa con su nombre, pero con protesta y reconocimiento del pleno.

Fue entonces que le arrimaron una sillita, una de esas sencillas tipo secretarial que acomodaron a un lado de los lugares asignados a la bancada verde.

Transcurre el orden del día y es tiempo de que, para integrar la nueva directiva, tanto los neodiputados como los saliente entrantes reciban su cédula, un instrumento en papel que hace de boleta de votación y que circula a través de asistentes legislativas que lo entregan a cada diputado.

Faltó una.

El qué está sentado en la curul sin placa pero con protesta encima, arrebata una de las papeletas y vota. El se hace legislador pero la mesa lo desconoce y por lo tanto, y en disimulo se cancela la votación, se recogen las cédulas y se sellan en un rinconcito del recinto. No valió la primera votación y se extiende el programa.

En los recesos entre procedimiento y otro, en las dos filas de invitados especiales se hacen relaciones públicas y guiños políticos.

El alcalde de la capital Enrique Galindo bromea y se toma fotografías con la dirigente de Morena, Rita Ozalia Rodríguez, quien chancea con los reporteros “Ya lo vemos muy Morena”. Galindo aguanta la broma resuelto, se fotografía y se abraza con la dirigente de los guindas que entusiasta saluda, abraza, escucha y anima a su nueva bancada.

También en la fila de los “verymportants” está la Fiscal, Manuela García Cázares, y por breves instantes hasta el ex candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez junto a su amigo y diputado federal Juan Zavala que vinieron, entre otras cosas, a apoyar a su candidato Marco Gama.

La ya no tan solemne sesión, el partido con más jugadores en la cancha prosigue, se nombra comisión de cortesía y se reciben a los invitados especiales.

Llegó el gobernador Ricardo Gallardo, y su esposa, la senadora Ruth González, el secretario general, Guadalupe Torres Sánchez, el diputado federal, Ricardo Gallardo Juárez junto a su compañero en San Lázaro, José Luis Fernández.

La repartición de abrazos, fotos y saludos no se hace esperar, el recorrido en herradura del jefe del ejecutivo y su señora esposa relaja solo por un momento la sesión y se aprovecha para re acomodos geográficos, Galindo saluda al resto de los invitados y a los nuevos diputados de todas las fracciones y regresa ahora a sentarse ya no con el color guinda sino a un lado de la presidenta del blanquiazul que lucía un vestido de la misma combinación que el logotipo de su partido.

De negro pero junto a los verdes, Enrique Ortiz esperó el abrazo del primer mandatario, lo mismo que el de San Martín pero del otro lado del recinto.

El discurso del gobernador llamó al respeto y al trabajo por las familias de las cuatro regiones sin importar colores partidistas y agradeció a la legislatura saliente por apoyar algunas de las iniciativas por el ejecutivo y también -dijo- por “mantenerse alejada de escándalos”.

Se retiraron los invitados, nadie supo ni a qué hora partió Máynez y algunos tiempos de receso se aprovechaban por los invitados de las gradas para vitorear a los diputados de Nueva Alianza y de Morena.

Luego de la segunda votación, con 23 votos a favor, 3 nulos y una abstención (ya no hubo cédula para el diputado 28) se nombró a la nueva mesa directiva en la que quedó al frente Cuauhtli Badillo por Morena por un periodo de un año y medio, como secretarias fungirán Frinné Azuara del PRI y Jacquelinn Jáuregui del Partido Verde.

Antes de bajarse la directiva saliente se hizo una precisión a modo de advertencia en la que se dejó claro que, para el pleno, el diputado era Ortiz, el de negro, y no Rivera Hérnandez.

Se especuló a momentos si se utilizaría la fuerza para sacarlo del recinto, asunto que finalmente no ocurrió. Ortiz permaneció en su sillita.

Todos de pie y se cantó el Himno Nacional, la sesión con la solemnidad disminuida por la controversia llegaba a su fin.

Salieron los que aprobaron la Guardia Civil Estatal, y crearon un nuevo municipio. Los mismos que dejaron en el tintero la discusión sobre el aborto y la autonomía financiera para la Universidad.

Entraron 28 en una sesión que se puede venir abajo luego de que se dirima la validez de una postura u otra, la primera avalada por el CEEPAC que reconoce a Marcelino Rivera, así como un mandato judicial de la sala de Monterrey que portaba como bandera la fracción panista, y la segunda, que tomó como válida una inhabilitación por parte del Instituto de Fiscalización del estado que deja fuera al de San Martín.

Para hoy domingo nuevamente están convocados a sesión ordinaria los 27. Siempre habrá una sillita arrimada si es que llegan 28.

También lee: El juego 2027: Ruth, Rita, Rosa,Enrique, Lupe y Juan Carlos | Apuntes de Jorge Saldaña

Continuar leyendo

#4 Tiempos

El Corazón de Tigres UANL | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

 

El Estadio Universitario, conocido como “El Volcán”, es más que un simple recinto deportivo; es un símbolo de identidad y pasión para los aficionados del Club Tigres. Ubicado en el campus de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en San Nicolás de los Garza, este estadio ha sido testigo de la evolución del fútbol en México desde su inauguración el 30 de mayo de 1967.

Con una capacidad para 42,500 espectadores, el Estadio Universitario es uno de los estadios más emblemáticos de México. Su diseño arquitectónico, que evoca la forma de un volcán, contribuye a la atmósfera única que se vive durante los partidos. Los aficionados pueden disfrutar de una experiencia inigualable que incluyen 220 palcos y 10 suites de lujo, así como a la pantalla más grande de Latinoamérica, que permite a los espectadores seguir la acción de cerca.

Desde su apertura, el Estadio Universitario ha sido el escenario de numerosos eventos memorables. Ha albergado partidos de la Copa Mundial de la FIFA 1986, donde se jugaron varios encuentros importantes, así como la Copa Mundial Sub-17 en 2011. Estos eventos no solo han puesto al estadio en el mapa internacional, sino que también han contribuido a su reputación como uno de los mejores lugares para disfrutar del fútbol.

Uno de los momentos más icónicos en la historia del estadio fue el nacimiento de “La Ola” en un partido amistoso entre México y Argentina en 1984. Este fenómeno se ha convertido en un elemento esencial de la cultura del fútbol mexicano y es un testimonio del entusiasmo de los aficionados de Tigres.

A pesar de los planes anunciados en 2022 para la construcción de un nuevo estadio, que prometía ser aún más moderno y funcional, el proyecto ha enfrentado una serie de complicaciones legales y de financiamiento. Esto ha generado incertidumbre sobre su realización, lo que significa que, por el momento, el Estadio Universitario seguirá siendo el hogar indiscutible de Tigres UANL.

Ahora bien, lo que nos interesa, el próximo partido de Tigres en su estadio, será el esta noche frente a San Luis. Tigres UANL actualmente ocupa la segunda posición en la tabla de la Liga MX, mientras que Atlético de San Luis se encuentra en el séptimo lugar, aunque con un partido más que muchos de sus rivales. Este encuentro es crucial para Tigres, que busca consolidar su posición en la parte alta de la tabla y continuar su lucha por el título, algo que le debe a su afición, tomando en cuenta la nómina y el poderío de los del norte.

En sus últimos enfrentamientos en San Nicolas, Tigres no ha podido derrotar a San Luis, siendo dos empates la marca desde enero de 2023. Sin embargo, en el torneo anterior, Tigres ganó 2-1 en un partido disputado el 24 de enero de 2024 en el Alfonso Lastras.

Hoy San Luis regresa al corazón de la nación Tigres, hoy San Luis vuelve al Estadio Universitario, ese que no es solo un lugar donde se juegan partidos de fútbol; ese que es un espacio que ha forjado la historia del deporte en Nuevo León y en México. Con una rica historia, su arquitectura impresionante a pesar de lo viejo y su ambiente vibrante, “El Volcán” sigue siendo un pilar fundamental en la cultura futbolística del país y un lugar donde los sueños de los aficionados y jugadores se hacen realidad, hasta hoy, el corazón de Tigres ese que pesa y es (a veces) inquebrantable!

También lee: Se asoma la fecha FIFA | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Oralia Domínguez, la diva potosina | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

 

San Luis Potosí ha tenido dos grandes cantantes del bel canto en la primera parte del siglo XX, Ernestina Perea, de quien ya hemos tratado en esta columna y, Oralia Domínguez una de las voces más relevantes de la ópera durante el siglo XX. Su voz privilegiada la convirtió en una de las estrellas mundiales en el mundo de la ópera, actuando en los más importantes escenarios mundiales, destacando al lado de la gran María Callas en la ópera Aida.

Con tesitura de mezzosoprano Oralia Domínguez debutó en el Palacio de Bellas Artes en 1945 en la obra Manon Lescaut de Giacomo Puccini, después de haber estudiado canto en el Conservatorio Nacional de Música de Bellas Artes. Para 1953 debutaba en la Scala de Milán, el escenario de ópera más importante del mundo en el papel de la Princesa de Bouillon, en Adriana Lecouvreur, de Francesco Cilea, sala en la que sólo dos mexicanas han participado, Oralia Domínguez y cincuenta años después María Alejandres en la ópera Romeo y Julieta.

Recorrió los más importantes teatros del mundo durante veinticinco años, entre los que se encuentran, además de la Escala de Milán de mucha significación para ella, Covent Garden de Londres, en el Festival de Glyndebourne y el Teatro Colón de Buenos Aires, además, perteneció al elenco estable de Glyndebourne y de la Opera del Rin en Düsseldorf, en el Teatro San Carlo de Nápoles, entre otros. Actuó bajo la batuta de los más importantes directores, entre ellos, Herbert von Karajan, Lorin Maazel y Leonard Bernstein, en 1954 debutó en el Teatro San Carlo de Nápoles bajo Tulio Serafín. En Bruselas fue dirigida por Igor Markevitch, en París la batuta fue de Ataulfo Argenta, en Viena trabajó con Paul Kletzki y Herbert Von Karajan, con célebres conciertos con las mejores orquestas del mundo.

En sus inicios pisó los escenarios mexicanos donde se presentaban obras operísticas, con la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por Carlos Chávez que la distinguió para intervenir con La Demoiselle élue de Debussy, y en obras del propio director, en conciertos realizados en la segunda parte de la década de los cuarenta; a inicios de los cincuenta Oralia Domínguez comienza su recorrido por los escenarios mundiales y se convierte en la cantante mexicana más importante de nuestro tiempo.

Oralia Domínguez fincaría su residencia en Milán donde vivió hasta su muerte, y regresaría al país a participar en conciertos que, igual se convirtieron en célebres, pues representó su despedida de los escenarios mexicanos y mundiales. Así en 1982 se presentaba en el palacio de Bellas Artes, lugar donde debutará, ahora para despedirse en tan emblemático lugar para los mexicanos.

En el año de 1980, también pisaría para despedirse en su lugar de nacimiento en el majestuoso Teatro de la Paz, en el Festival Primavera Potosina, donde cantó como último número la canción de Manuel M. Ponce “que lejos ando” que rememora la tierra potosina, así entonaba esos versos con que cierra la canción: “…pues soy de muy lejos tierra, soy de San Luis Potosí”, emocionando al público potosino que la aclamó al final de la canción de despedida.

Oralia Domínguez nació en San Luis Potosí el 25 de octubre de 1925 y falleció en Milán, Italia el 25 de noviembre de 2013. A pesar de haber puesto en alto el nombre de México y de San Luis Potosí a través de su arte vocal, sus obras son poco difundidas y por lo mismo poco escuchadas, estando en general ausente en la programación de radiodifusoras con tendencia cultural como radio universidad. Su voz merece ser escuchada por los potosinos por lo que conminamos a que se acerquen a sus obras que están dispuestas en internet.

También lee: Angela Martínez en el festival de la niñez a Julián Carrillo | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

Opinión