#4 Tiempos
Nava y Gallardo: La guerra de los mundos | Columna de Jorge Saldaña
Tercera llamada
Los datos de la columna de Salvador García Soto en el Universal son la Guerra de los Mundos, son Orson Welles en 1938 actuando como el profesor Pierson advirtiendo sobre la invasión extraterrestre.
“Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado… ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien… o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos… ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea…”
La narración fue trepidante, de inmediato causó pánico en el pequeño poblado de Grovers’s Mill en Nueva Jersey, la nación americana apenas salía de la depresión y la narrativa de terror parecía devastadora.
La obra de H.G. Welles se disfrazó de informativo y el montaje fue perfecto, al grado que aun con el par de advertencias durante el programa respecto a que se trataba una un episodio novelesco, el miedo colectivo venció a la ficción.
Nadie vio a los extraterrestres (se supone marcianos por las supuestas explosiones que el personaje del profesor McGill reportó se produjeron en el planeta rojo)
Nadie ha visto tampoco el expediente contra Ricardo Gallardo. La pluma de Salvador García Soto es la voz de Wells, narrando un episodio de The Mercury Theater.
La puntualidad de la narrativa del actor radiofónico de la CBS y el fantástico guion de Howard Koch se asemejan a la detallada información del autor de “Serpientes y Escaleras”, al grado de poder presumirse que tuvo acceso al expediente, o al grado de generar un episodio de histeria colectiva en un pequeño condado.
En lo personal, Culto Público, no dudo en que exista la denuncia (igualmente creo que no estamos solos en el universo) lo que me causa una intriga insomne es el uso que le darán a la misma y el mensaje que implica que el documento pronto sea público.
Reitero que no dudo en la existencia del expediente, sin embargo su publicación revelará las verdaderas intenciones detrás del mismo, es decir, con la “filtración” queda claro que no se tiene el noble objetivo de la búsqueda de la justicia y la verdad, sino el perverso uso mediático como arma bajuna contra un adversario político, tal como lo reconoce el mismo columnista en su segunda entrega de la semana, y que señala a Xavier Nava Palacios como el operador y financiador de una guerra sucia.
De aparecer el expediente, se corren dos riesgos: quedará claro que la intención de fondo es de escarnio mediático y segundo, que pondrán en ventaja a la defensa de Gallardo Cardona al hacer público un expediente de un tema jurídico en proceso.
“Mientras tanto, conservando nuestra fe en Dios, cada uno de nosotros debe continuar cumpliendo con sus deberes, de suerte que nos sea posible oponer a ese enemigo destructor una nación unida, valiente y consagrada a conservar la supremacía humana en esta tierra”.
Recomendaba el supuesto secretario de Estado en el montaje transmitido desde el Columbia Broadcasting Building (CBS)
“A mi que me señalen por los baches y la falta de iluminación, pero nunca por estar relacionado con el crimen organizado como otros”.
Rezó el guion del alcalde potosino en su montaje de inocente, desentendido y víctima.
Nada de que sorprenderse. El alcalde potosino ha producido mediáticamente muertes de colaboradores que resultaron falsas, ha montado asaltos a su casa de campaña, ha transmitido robos y ataques a sus luminarias cuando no prenden o robos y vandalismo fantasmal a los pozos de agua cuando se descomponen.
Y es que el alcalde Nava busca su nave. Quiere viajar a la velocidad del la luz hacia el palacio de enfrente y como lo ha hecho ya en distintos teatros, está dispuesto a montar cualquier falacia para repetirla hasta el agotamiento intentando convertirla en realidad.
Al menos eso intenta hacer a través de docenas de páginas anónimas y pseudo medios a los que les abona cientos de miles de pesos al mes pero que tienen la misma credibilidad y confianza que pudiera tener una notaría que, por ejemplo, también arreglara celulares.
Así es como intentan engañar a la gente crédula, esa que se espanta con el Ovni, esa que teme le saquen el líquido de las rodillas, esa que no cree en el Covid, esa que asegura vio al Chupacabras, la misma que teme al control mental de los chips que coloca el gobierno y que tiembla de horror si se instala una antena 5G. Ese es el público que aplaude al alcalde sus mentiras.
Pero para que quede claro, desde esta columna se exige que no se demerite ni minimice un ápice ni el nuevo expediente anunciado (y luego explicado electoralmente por García Soto) ni ninguno de los otros 11 interpuestos contra la administración de Ricardo Gallardo Juárez.
Por cierto que ninguno ha prosperado…esperemos que no se trate, una vez más, de una farsa que, a sabiendas de improcedente, se haya puesto en escena para en un acto de incompetencia política pura, se pretendan usar las meras denuncias como herramienta de propagación del miedo: “Ahí vienen los marcianos, el coco, el diablo, y el lobo”
¿Será demasiada imaginación? Quién sabe, pero la mesa retratada de los perros grandes jugando al póker es real, la instantánea, que parece la firma de los tratados de Münich, donde están sentados los Magios, iluminados y privilegiados potosinos existe.
¿Es que Horacio mueve todos los hilos y que la mesa de la oligarquía en pleno está detrás de todo cuanto sucede en política local? ¿O solamente nos gusta creer en ello para no sentirnos tan pequeños y tan solos en el universo potosino? Si es la guerra de los mundos, a ver si no se eliminan uno al otro antes de tiempo.
Hasta la próxima
BEMOLES
AMLO VIENE
Si no ocurre algún hecho extraordinario, el próximo 25 de agosto, la fiesta del patrono de la ciudad estaría engalanada con la presencia de al menos 27 de los 32 gobernadores, gobernadora y jefa de gobierno del país, en un encuentro propuesto por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, al nuevo presidente de la Conago y gobernador estatal, Juan Manuel Carreras. Más allá del evento, que incluirá seguramente la mañanera y anuncios importantes de infraestructura, la interlocución del mandatario potosino con el jefe del ejecutivo estatal es innegable e imposible de no aprovechar para transitar de la mejor forma en temas económicos, de infraestructura y sobre todo de paz social para la elección que se avecina. Se verán señales más claras. #DeMiSeAcuerdan
CON LOS DÍAS CONTADOS
A Ernesto Cepeda Aldape, de triste memoria por ser el involucrado en el socavón del Paso Express en Cuernavaca y actual director (antes delegado) de la SCT en el estado, se le avecina una fuerte tormenta. Mientras tanto, los señalamientos de corrupción y las denuncias en su contra por parte de un grupo importante de constructores se le acumulan. #EspereNoticias
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#4 Tiempos
Fantasmas y oportunidad | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Este domingo San Luis abre el Alfonso Lastras frente a Tijuana, y no es un choque cualquiera, para los potosinos es una prueba de carácter, de identidad, de si realmente están vivos en este torneo o sólo repitiendo errores bajo otro sol. Para Tijuana, la visita es de las incómodas, estos partidos lejos de casa suelen desnudar sus fisuras, y enfrente estará un equipo que ya aprendió a morder cuando tiene que hacerlo.
San Luis llega golpeado por la irregularidad. Ha ganado partidos fuera de casa, pero también ha perdido otros en los que se dejó intimidar por rivales que no parecían tener mucho; juegos en los que el pulso se va, la concentración se diluye y los goles encajados parecen inevitables. Esa vulnerabilidad ha sido la constante, una defensa que tiembla, un mediocampo que se pierde cuando faltan ideas y delanteros que dependen demasiado de la inspiración aislada o del error ajeno.
Tijuana, por su parte, no es un paseo. Ha mostrado destellos de buen fútbol, ha sumado resultados decentes, pero también ha dejado ver que le cuesta imponerse fuera de casa cuando el rival presiona alto o lo obliga a construir desde atrás. Su equilibrio se tambalea si el marcador no le favorece pronto, y su carácter depende mucho de momentos puntuales de inspiración.
El historial entre ambos juega en favor de los fronterizos: más victorias, más empates, pocas derrotas. San Luis ha ganado escasas veces contra Tijuana, tanto de local como visitante, y eso pesa no sólo en la estadística, sino en la mente. Saber que enfrente hay un rival que te ha dominado más veces de las que quisieras recordar añade presión extra, obliga a estar mejor preparado, más concentrado y sin margen para regalar minutos.
La noticia que sacude el ambiente es el regreso de Vitinho al Alfonso Lastras. El brasileño, que dejó huella en San Luis por su desparpajo y verticalidad, vuelve ahora vestido de visitante. Su sola presencia añade una dosis de morbo, la afición potosina lo recuerda como una chispa capaz de encender partidos en segundos, y este domingo podría ser precisamente la amenaza que complique al equipo que alguna vez lo arropó. Su regreso no es un detalle menor, es un recordatorio de lo que San Luis tuvo y dejó ir.
Y la urgencia se siente en la grada, los aficionados ya no apuestan por promesas, quieren resultados. Si San Luis no se aferra a la localía, no sale con intensidad y no demuestra identidad desde el primer minuto, este partido puede volverse otro de esos en los que la ilusión apareció en la previa, pero el gol nunca llegó, o llegó demasiado tarde.
Este domingo no sólo se juega un partido, también se reencuentran viejos fantasmas. Si San Luis logra que la vuelta de Vitinho sea anécdota y no sentencia, tendrá mucho ganado. Pero si se deja arrastrar por la nostalgia y la fragilidad que lo persigue, Tijuana podría salir de nuevo airoso del Lastras. La diferencia entre fiesta y tormenta se definirá en noventa minutos.
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#4 Tiempos
De conformidad con Armani | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Le debo mucho a personas de las que ni siquiera recuerdo el nombre. Hace quince, quizá veinte años, leí un artículo sobre Giorgio Armani en una revista de la que no retengo ni el título ni el autor. Lo único que llevo clavado en el pecho es el párrafo inicial que aún conservo como recorte y que cada tanto acude a mi memoria por dejarme una lección sencilla e invaluable: la de resistir.
El texto decía:
Cuarenta y tantos años y te va… «bien». Ese sentimiento es tan común para muchos hombres. Es una sensación que les da escalofríos en el alma cuando se ven al espejo, porque es el momento en que se dan cuenta de que deben guardar en un cajón sus antiguas ambiciones juveniles. Es la hora de conformarse con lo que se tiene.
Pero Armani decidió que no se conformaría. En julio de 1975…
Es lo único que tengo de aquel artículo, y ha sido suficiente. Ahí estaba lo esencial: no renunciar a los ideales. El autor evocaba el carácter de Armani, esa estrella tardía que rozaba los cuarenta mientras seguía a la sombra; trazando para Cerruti, elogiado a medias, con algunos cumplidos y atenciones, aunque bajo el nombre de otro. Condenado al taller ajeno y volver vacío a casa.
Muchos habrían sido felices con lo que Armani tenía por entonces. No estaba nada mal. Una profesión estable, buena paga, un lugar en la industria, sin riesgos, cierta tranquilidad. Sé feliz con tu trabajo. Si se lo proponía, podría llevar una vida manejable, moderadamente satisfactoria.
Pero para los espíritus de primera línea la conformidad es intolerable. Armani sabía que dentro de sí había algo más, y se decidió a buscarlo. Tuvo la fortuna de un fino soporte: su querido Sergio Galeotti. Los primeros pasos de un visionario precisan de alguna confirmación, un guiño que eche para adelante en tiempos de flaqueza. Galeotti representó eso para él.
Al cabo de un tiempo, ese hombre que parecía llegar tarde acabó por adelantarse a todos. Armani se convirtió en el diseñador italiano más famoso de su época, un emblema del estilo europeo. También un magnate y un símbolo. Su apellido se volvió sinónimo de calidad y seducción.
Mucho aprendí de aquel ejemplo. Un volantazo siempre es posible, incluso cuando el calendario insiste en dictar lo contrario, por mucho que las circunstancias se empeñen a adjudicar espacio en un rincón. He vuelto a esas líneas en mis horas de duda para recordarme que no hay límite de edad para dar la batalla, y que nadie la dará por nosotros. Después he encontrado historias semejantes, de hombres y mujeres que, en sus cuarenta, cincuenta, setenta o más allá decidieron no resignarse y se levantaron de la mesa para reclamar lo que aún podían ser, imponiéndose ante un pa norama sin emoción.
De Armani supe más tarde otras cosas. Cada que me adentraba venía mayor fascinación. Trazó para mí un ideal: ir arreglado y rodeado de bellas mujeres. Morir entonces con lentitud, con la gracia de una hoja que cae en una danza admirable. Su apego a la limpieza, heredado de su madre (desde niño tuvo un paño entre las manos para borrar lo que está mal con el mundo); su capacidad de desprenderse de lo que sobra, de lo chillón, de lo que hace ruido. «Hay que descartar todo lo demasiado llamativo», repetía, «y buscar algo más sutil, más silencioso». Así eran sus trajes, bondadosos en su ligereza, como una segunda piel que no aplastaba a quien la vestía. Supo que la comodidad era una expresión de la libertad. Las tres camisas que llevaba en la maleta.
El tono de su piel recordaba a la pulpa de una naranja madura recién abierta, un resplandor cítrico rodeado siempre de gente guapa, como si la belleza tuviera que escoltarlo. Acqua di Giò fue el primer perfume que convirtió en universal lo exclusivo. Alberto Morillas atrapó en un frasco la luz de un mediodía frente al mar, y Armani supo reducirlo en una frase: lo más importante es ser normal.
Él y sus modelos eran un brillo en medio de la decadencia de la civilización, un lujo popular que los pasajeros de un autobús vislumbraban al pasar frente a un anuncio o al mirar una película de Richard Gere. Supo ser el verano en una piscina, un yate cargado de aceitunas y también un rascacielos con pisos de mármol. Como revés a un verso de aquel poema español del siglo XV «Edechas a la muerte de Guillén Peraza», con Armani no se veían pesares, sino placeres.
Los maniquíes sueñan con portar piezas de Armani y ser acomodados por él en un escaparate, con la calma de un pintor impresionista. Diseños que juegan con los ojos, el anhelado capricho de llevar sus telas, que al final él resumía en su atuendo ligero, camiseta, pantalón, chaqueta, el peinado echado para atrás y esa sonrisa simétrica, flecha del estilo que entra por las fosas nasales. Gracias sus propuestas más de uno se animó a ser un yuppie es vez de caer en las sucias garras del jipismo.
En el delirio de mis comparaciones, pensaba en cierto diseñador estadounidense de cara atomizada como una extensión de Burger King, ahí donde Armani era una vuelta al Mediterráneo. Como Giorgio, desprecio a la gente que se aprovecha de la ingenuidad de la gente para alcanzar el éxito o, en última instancia, llegar al poder.
El mundo bien pueda dividirse en conformistas e inconformes. Los primeros se abandonan al asiento torcido de la rutina en cuanto les parece tolerable (y no les va tan mal); los segundos viven con el aguijón de no estar nunca en su sitio, y por eso se levantan y vuelven a intentarlo en su despecho. No siempre logran lo que persiguen, pero su combate en sí mismo ya es una inspiración. Giorgio Armani contaba que el mayor legado de sus padres fue un «sentido de dignidad», junto con la tenacidad y fortaleza mental suficiente para resistir en los momentos difíciles. Ropajes aparte, la historia de aquel hombre que, cumplidos los cuarenta, se lanzó a por todas, constituye un regalo de buen moño para quienes aún creemos que nunca es tarde para empezar de nuevo.
Contacto
Correo: yomiss@gmail.com
Twitter: @Bigmaud
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#4 Tiempos
Gustavo López, presentación de su libro He aquí al hombre | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Una introspección reconstruyendo su propia génesis a través de la palabra Gustavo López Hernández escribe He aquí al hombre, su libro de poemas que recorre sus sentimientos forjados a lo largo de su vida artística y cotidiana. Si el designio del cometa es el regreso el designio de Gustavo López es transcurrir. Transcurrir que describe en su libro, si bien personal, de gozo universal, pues su palabra se disfruta y nos hace reflexionar sobre nuestro propio transcurrir.
Su libro He aquí el hombre, será presentado en la librería Gandhi que se encuentra en el edificio Ipiña en Plaza de Fundadores, el día 12 de septiembre en punto de las seis de la tarde, contando con la participación de la poetiza Fabiola Amaro y un servidor.
Gustavo López es un referente en la música popular mexicana y en especial la denominada folclórica, que tuvo su momento de brillantez en los setenta y ochenta en ese México que se apuraba en formar músicos y cantantes que rescataran nuestras raíces musicales y dieran frescura con nuevas obras a ese arte lirico que mezcla la música y la palabra.
López Hernández participó en la formación de ese tipo de grupos musicales, como el caso del grupo “CADE” que difundía el folklor mexicano y a experimentar con composiciones que mezclan ese folklor con otros elementos musicales. Funda, en compañía de otros jóvenes el Centro para el Estudio del Folklor Latinoamericano (CEFOL). Este Centro fue el crisol en la formación de compositores interpretes y músicos que refrescaron el ambiente musical mexicano. Figuras como Eugenia León, Marcial Alejandro, Guadalupe Pineda, Roberto Morales, entre muchos otros, emergieron de ese Centro.
Gustavo López lleva en la sangre la vena musical de su tierra juchiteca donde nació y de donde fue a la ciudad de México a fincar su formación. Estudiando la preparatoria y posteriormente Letras Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, estudios que combinaba con los de música, haciendo algunos estudios en la Escuela Superior de Música.
El célebre grupo de música folclórica latinoamericana, Los Folkloristas, lo tuvo como uno de sus miembros desde 1978 y hasta 1982. Desde entonces se le conoce como un compositor cuyas obras han sido estrenadas en los mejores escenarios mexicanos y sus canciones se han convertido en refrentes de la nueva música mexicana.
Como artista, también ha incursionado con éxito en la pintura, donde su obra se ha presentado en exposiciones individuales y colectivas en Oaxaca y Ciudad de México, así como fuera del país como fue su exposición en Puerto Rico.
Su impronta en la cultura de su estado ha quedado, además de su trabajo musical y pictórico, en la ilustración y creación de obra en el libro Oaxaca Recóndita de Wilfrido C. Cruz que editara el Instituto de Educación Pública de Oaxaca.
En agosto de 2024 publica su primer poemario He Aquí al Hombre, bajo el sello de Laberinto Ediciones, el cual ha estado promocionando en diversas sedes del país, y que ahora llega a San Luis Potosí, con la presentación del libro el viernes 12 de septiembre a las 18:00 horas en la librería Gandhi de Plaza de las Fundadores.
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