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La violencia homofóbica persiste en SLP
El activista Paul Ibarra habló sobre los últimos eventos en que la comunidad LGBT+ fue víctima de agresiones
Por: Ana G Silva
Hace una semana una pareja homosexual denunció, a través de redes sociales, que fue víctima de discriminación en Plaza Tangamanga, ya que un guardia les pidió que no se besaran o se tomaran de la mano en ese espacio, pues era “una falta a la moral”; luego de esto, la comunidad LGBT+ de San Luis Potosí se manifestó en este centro comercial realizando un “Besotón”. La Orquesta conversó con Paul Ibarra, presidente de la organización civil Red Diversificadores Sociales, quien comentó que este hecho es un retroceso en inclusión y no discriminación para San Luis Potosí.
Paul detalló que el hecho homofóbico ocurrido en Plaza Tangamanga lo sorprendió, pues se creía que ya había notables avances en el tema de la inclusión; sin embargo, “esto demuestra que aún falta mayor educación en los diferentes ámbitos, uno de ellos es el empresarial, pues no existe una capacitación hacia el personal de atención primaria, en este caso de un elemento de seguridad”.
El presidente de la Red de Diversificadores Sociales consideró que es necesario que como requisito para trabajar en algún espacio de este tipo se deban tomar cursos o capacitaciones en derechos humanos; agregó que en México existe una certificación de la “Norma Mexicana NMX R 025 SCFI 2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación” que se puede adquirir, esto debido al legado de discriminación y falta de inclusión en diferentes aspectos y grupos de personas:
“Es importante que exista por lo menos una capacitación, la Comisión de Derechos Humanos las imparte gratuitamente, tampoco es pretexto para las empresas que te digan que no tienen presupuesto para capacitar a sus empleados, a la mayoría se les da cursos de inducción y en uno de estos tendría que haber un módulo particular que toque estos temas, porque lo vemos desde la primaria y secundaria, donde uno de los artículos habla de la no discriminación, que está prohibida y que además existen diferentes grupos en situación de vulnerabilidad y hay que impulsar para que sean incluidos dentro de la dinámica social”.
El activista destacó que personalmente no considera que deba haber sanciones, aunque sí una llamada de atención para que se visibilice y la empresa trabaje en el área de la igualdad y la no discriminación: “porque no creo que no tengan la posibilidad de hacerlo, las acciones punitivas en realidad eso hace enojar a las empresas y que tengan mucha más resistencia, apunto más para que hayan más vías de comunicación y formas en las que podamos de manera conciliatoria realizar actividades que nos puedan ayuda a que las empresas entiendan porque es importante incluir y no discriminar”.
El activista también habló de lo interiorizada que está la discriminación en algunos sectores de la sociedad:
“Después de la manifestación fuimos a cenar algo y en el lugar donde estábamos pusieron la canción de Molotov que hace una apología de crímenes de odio hacia la la comunidad LGBT+, titulada “Puto”, y fue en un espacio LGBT, y me quedé pensando qué está pasando, por qué las demás mesas estaban bailando y cantando y también son de la comunidad; es una canción que le está diciendo a la gente que nos mate, pero hasta ese grado tenemos interiorizada la homofobia y la discriminación”.
Paul Ibarra argumentó que estas conductas se atribuyen a la educación machista y homofóbica que recibimos, pues en la sociedad no se incluye a las personas LGBT+, además de que tampoco se considera como parte de la sociedad de manera cotidiana.
“Como personas LGBT hemos tenido que luchar para ser incluidas de manera más visible, es por eso que existe el mes de junio como el mes del orgullo a nivel internacional, porque es un mes que nos ayuda a reconocer y a rememorar esas situaciones que nos ha llevado a estar en estos momentos en el que estamos, se han conquistado muchas luchas por la gente que ha estado en las calles manifestándose y negociado con el gobierno y las empresas privadas para que existan condiciones para colocarnos unos peldaños adelante, no en las condiciones de igualdad con las personas heterosexuales, pero sí por lo menos un poco más libres de discriminación, tiene que ver con este legado de prejuicios, de estigmas a la comunidad y van a ir desapareciendo mientras vayan existiendo este tipo de cuestiones, como las personas que se quejaban en la Plaza que decían que no tenía que pasar, creo que tiene que pasar más, tiene que haber más visibilidad de personas LGBT, sin que nos escondamos, porque esto ayudará a que cada vez sea más normal dentro de la sociedad”.
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#Crónica | Tres cobertores y una promesa: relato de un camino guadalupano
Francisco avanzó de rodillas con ayuda de cobertores rumbo al Santuario, mientras cientos de historias pasaban a su lado
Por: Ana G Silva
A las 9:17 de la noche, la Calzada de Guadalupe respira una solemnidad que solo se siente en diciembre. El día 12 todavía no llega, pero desde horas antes la fe ya comienza a mover cuerpos, a sostener promesas, a encender velas que iluminan el camino como pequeñas estrellas terrenales.
Frente al reloj junto al Mercado Tangamanga, Francisco se coloca sobre sus rodillas. No hay ceremonia, no hay discursos; solo el silencio íntimo de dos hombres —él y su primo, Alex— que saben que el camino será duro, pero necesario. A unos pasos, su familia organiza los tres cobertores envueltos con cinta, improvisación que la experiencia ha enseñado para que el pavimento, frío y áspero, no hiera más de lo inevitable.
Inician.
Las luces del reloj en este emblemático corredor peatonal quedan atrás; la Caja del Agua se acerca. Los cobertores se colocan, se levantan, vuelven a colocarse. Dos familiares avanzan unos pasos, extienden el siguiente tramo de tela para que Francisco y Alex puedan seguir. Se turnan sin decir palabra.
La Calzada esta noche no es un tránsito: es una procesión viva. Y aunque hay momentos en que otras personas rebasan a Francisco, también hay instantes en que él y su primo pasan frente a peregrinos que han pausado a recobrar fuerzas. Pero nadie compite. Aquí, cada quien camina —o avanza de rodillas— al paso de su promesa.
A los lados, un río de historias avanza en silencio y oración.
Hay quienes caminan sosteniendo un rosario, murmurando avemarías que se pierden entre las luces navideñas. Muchos peregrinan de rodillas: algunos con rodilleras; otros sin nada que amortigüe el dolor; algunos acompañados solo por una persona que les ofrece agua o un hombro; y otros rodeados por familias enteras que avanzan como escudos humanos para protegerlos del tumulto.
Entre los miles de cuerpos alineados hacia el Santuario, aparece un hombre que llama la atención: camina de rodillas con la espalda descubierta, y en ella luce un gran tatuaje de la Virgen que brilla con el sudor y el reflejo de las luces. A su lado, un amigo lo acompaña de cerca, moviendo un cobertor, ayudándolo a incorporarse cada ciertos metros, dándole palabras de aliento mientras ambos escuchan, desde un aparato portátil, canciones dedicadas a la Virgen de Guadalupe. Sus rostros muestran cansancio y devoción en partes iguales.
En distintos puntos se encuentran elementos de Protección Civil, la Cruz Roja, voluntariado de la iglesia, Policía Municipal y Guardia Civil Estatal. Se detienen junto a quienes necesitan descansar; cargan botellas de agua; preguntan por mareos y dolores; algunos alumbran el camino con linternas mientras otros ofrecen palabras de calma. Son pr esencia discreta pero esencial, un recordatorio de que la fe es un acto personal, pero el camino siempre es acompañado.
Y aunque a esa hora el flujo de peregrinos es constante, conforme la noche avanza hacia las 12:00 de la madrugada, la Calzada comienza a llenarse aún más. Cada vez llegan más personas —familias completas, parejas, jóvenes, adultos mayores— todos atraídos por la misma intención: ir al encuentro de la Virgen.
En el trayecto, Francisco sigue avanzando, lento pero firme. Sus familiares continúan el ritual de los cobertores: uno se coloca bajo sus rodillas, otro se prepara metros adelante, un tercero queda listo para el siguiente turno. El tiempo se convierte en una mezcla extraña: a ratos parece detenerse en el peso del dolor y la concentración; a ratos parece correr, empujado por la multitud que pasa, que susurra, que reza.
En ese mar de historias, ocurre una escena que queda grabada:
Una mujer, también de rodillas, comienza a llorar del dolor. Faltan apenas unos 250 metros para llegar al Santuario. Sus familiares intentan darle ánimo, pero sus piernas ya no responden. Paramédicos de la Cruz Roja se acercan de inmediato; revisan su respiración, valoran si puede continuar. Desde la distancia, Francisco alcanza a ver el movimiento, los gestos de preocupación. Por respeto, no se sabe si la mujer pudo seguir o no. Pero la imagen queda como un recordatorio del límite humano… y de la inmensidad de la fe que empuja incluso cuando el cuerpo falla.
Finalmente, después de una hora y cuarenta minutos, Francisco y su primo llegan al Santuario.
Ahí, la imagen cambia por completo: frente al templo no hay silencio, sino un océano de personas que ya aguardan su turno para entrar, para agradecer, para ofrecer un ramo, una veladora, una intención. Algunos llegan caminando, otros llorando, otros con las rodillas marcadas por el trayecto. Pero todos llegan.
Porque aunque cada uno trae su propia historia —un milagro pedido, una promesa, un agradecimiento, un duelo, un deseo de consuelo—, lo que los une es ese movimiento colectivo, esa peregrinación que no se mide en kilómetros, sino en fe.
Y así, en la víspera del 12 de diciembre, la Calzada de Guadalupe vuelve a demostrar que el camino a la Virgen nunca se recorre solo. Se avanza con la familia, con desconocidos que ayudan, con cuerpos cansados que dan ejemplo, con autoridades y voluntarios que cuidan, con música que consuela… y con la certeza de que al final, la fe siempre encuentra su destino.
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Destacadas
Reforma educativa abre paso para que 30 docentes regresen a aula en SLP
La medida deriva de una reciente reforma legislativa que busca proteger a quienes enfrentan acusaciones sin fundamento
Por: Redacción
La Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) estima la reincorporación de 30 docentes que habían sido separados temporalmente de sus funciones tras enfrentar diversas denuncias. Según varios medios de comunicación, esta medida deriva de la reciente aprobación de una reforma legislativa diseñada para salvaguardar al personal docente.
El titular de la SEGE, Juan Carlos Torres Cedillo, explicó que el objetivo de esta nueva legislación es defender a las y los catedráticos que son señalados sin fundamento por parte de padres de familia o tutores. Si bien los 30 docentes aún no han sido exonerados de manera definitiva, su reincorporación es un paso que se prevé gracias al nuevo marco legal.
El funcionario estatal detalló que cuando existe una acusación contra un maestro, ya sea ante la SEGE o la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), se procede a su separación parcial de la impartición de clases. Torres Cedillo reconoció que este proceso administrativo provoca una carencia de maestros frente a grupo, lo que a su vez genera afectaciones directas a los escolares, quienes pierden continuidad en sus clases.
La reforma legislativa, de acuerdo con las declaraciones del titular de la SEGE, busca mitigar estas afectaciones al proporcionar un mecanismo legal que defiende a los docentes de acusaciones infundadas, permitiendo que la mayoría regrese a sus aulas para continuar con su labor educativa.
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Ciudad
Vecinos del Centro Histórico denuncian posible antro clandestino
Habitantes reclaman omisión oficial pese a los reportes por ruido y venta ilegal de alcohol
Por: Redacción
Habitantes de la zona del Centro Histórico han comenzado a expresar su preocupación por la operación de un centro nocturno que opera en la calle Julián de los Reyes, pues aseguraron que opera sin regulación.
Mediante publicaciones en redes sociales, residentes compartieron videos en los que se observa actividad en el inmueble durante la noche y primeras horas de la madrugada lo que ha generado quejas por el volumen elevado de la música.
El lugar también estaría vendiendo bebidas alcohólicas sin los permisos correspondientes lo que representa un riesgo para los vecinos de la zona.
Ante esta situación, las autoridades locales indicaron a este medio que desde el mes de septiembre se han realizado múltiples inspecciones y clausuras del sitio. No obstante, son reincidentes.
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