diciembre 3, 2025

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#4 Tiempos

Hay de 2 sopas | Columna de Jorge Saldaña

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hay de 2 sopas

Tercera llamada 

 

Hay de dos sopas: de fideos o de jodeos. El viernes próximo quedará cerrado el periodo de consulta tanto del Programa Municipal de Ordenamiento Urbano y Territorial, como del Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población, que se deriva del primero. Si el fin del mundo no llega antes, o morimos todos de un contagio masivo de Coronavirus antes del día 7, el futuro de la ciudad estará echado. Alea iacta est

Los 16 años de espera para tener un plan estratégico de crecimiento urbano, desarrollo inmobiliario, ordenamiento territorial y en resumen la configuración física, habitacional y de servicios del San Luis de las próximas generaciones habrán sido un vano

Los administradores temporales de la capital decidieron imponer una visión de ciudad puesta de manifiesto en dos documentos que simularon socializar a través de una consulta mañosamente corta, pedantemente compleja y con muy poco o nulo margen de participación real de la ciudadanía. Vamos, fue difícil ser parte hasta para los más duchos e interesados en el tema.

En pocas palabras, nos invitaron a una fiesta con ganas de que nadie fuera. Se destacó lo técnico y enredado, se implementó una campaña mediática incomprensible y se activaron mecanismos de participación tan absurdos y difíciles como lo sería para un niño de 5 años explicar en 10 renglones la formación cuántica del universo.

No se preocuparon por comunicar con franqueza sus planes de desarrollo y densificación de la ciudad con sus respectivas consecuencias (se fomenta, por ejemplo, la construcción de vivienda vertical, sin considerar las capacidades de infraestructura hidráulica y sanitaria que dichos desarrollos conllevan).

Además, los constructores tendrán que buscar terrenos dentro de la mancha urbana, es decir, terrenos “salpicados” que estén por ahí y que tengan la vocación (dictada por la alcaldía) para desarrollar vivienda.

“Se estimulará la construcción al interior de las áreas urbanizables que ya existen”, dice el documento que impondrá el gobierno municipal en los próximos 25 días, y advierte que de acuerdo a sus cuentas existen unas 970 hectáreas disponibles con esas características.

Lo que no dicen, es que de esas 970 hectáreas, 470 se encuentran juntas y pertenecen a un solo dueño-desarrollador que es Grupo México, el cual ya presentó su “Plan San Luis” que contempla la construcción de 7 mil 500 viviendas en un complejo a construirse en los terrenos que ocupó la planta de Zinc y Cobre en el norponiente de la ciudad.

De las 500 hectáreas restantes “disponibles” según el municipio, serán 200 aproximadamente las que ocupe el desarrollo denominado San José de Buenavista, colindante a las colonias Villa Magna, Horizontes y Escalerillas.

Entonces, de las 970 que tenía, nada más me quedan 300 a “encontrar” en la mancha urbana. ¿Cuánto cree que costarán esos hallazgos de terrenos en el de por sí muy sobrevaluado mercado inmobiliario? ¿En cuánto se lo venderán a usted?

Si ya es exagerado el valor del terreno potosino comparado con Querétaro o Aguascalientes, imagine lo que ocurrirá en los próximos años en los que será más difícil encontrar un terreno con factibilidad para construir, que una aguja en un pajar.

Sobre el crecimiento hacia el sur-oriente, específicamente hacia la Sierra de San Miguelito, la imposición municipal desecha de entrada esta posibilidad, escondidos en las pantanosas aguas de los dictámenes estatales y federales sobre la protección de áreas naturales.

Es decir que se purifican en la protección ambiental al mismo tiempo que abren un frente de pronóstico reservado con la comunidad de San Juan de Guadalupe, y es que por el camino en que van, el proyecto de desarrollo en la Cañada del Lobo, de interés para los comuneros, entraría en un impasse jurídico-agrario tan largo que San José de Buena Vista y Plan San Luis bien aprovecharían para “comerse” al mercado mientras son peras o manzanas.

Cabe mencionar, como ya lo expliqué en una entrega anterior, que el Proyecto Cañadas no necesita de la bendición del alcalde Nava para realizarse (ni Nava a Cañadas para hacer realidad sus ambiciones, queda claro) sin embargo. el “timing” dejaría en clara desventaja al jugador de los ojos azules, socio de la comunidad.

¿Dónde quedó entonces la equidad, la inclusión, la participación plural, democrática y la transparencia? 

Finalmente y sobre la vía alterna hay dos opciones en la mesa del plan municipal: conectar a la ciudad con la Zona Industrial a través de la prolongación de la Avenida Juárez (Calzada de Guadalupe, para mis conservadores) o usar la Avenida Salk.

Cualquiera de las opciones cuesta entre mil y mil 200 millones de pesos, la diferencia radica en que, para la vía de Juárez ya existe folio en la Secretaría de Hacienda, lo que significa que está muy cerca de tener recursos federales asignados, pero además en su trazo se encontraría con terrenos privados, lo que es una ventaja porque la mayoría son propiedad de conocidos desarrolladores que estarían más que dispuestos en ceder o donar el terreno necesario para el paso de la vía (ganan plusvalía automáticamente sus tierras). Sin embargo, desde el documento todavía en “supuesta” consulta, se desestima veladamente su viabilidad.

Por el otro lado, y a decir de los propios desarrolladores, el alcalde está empecinado en que la vía alterna se ejecute por la Avenida Salk, aunque implique mayor costo, la construcción de dos puentes extra, y el siempre complejo procedimiento de comprar terreno social, pues el trazo cruza por al menos 5 ejidos diferentes.

¿Y si detrás de tanto problema que anticipa el Plan municipal con las opciones A y B de la vía alterna existiera oculta y en secreto una opción C? 

Pues existe, querido y Culto Público, y dicha vía casualmente correría desde el punto de convergencia entre los terrenos de Grupo México y San José de Buenavista, hasta el eje 140 de la Zona Industrial.

La vía, de cuota y concesionada por décadas, la desarrollaría Grupo Valorán, que en automático podría ganar también la concesión para construir la vía rápida (y también de cuota) del eje 140 a Querétaro.

¿Qué tal? Muy conveniente para unos cuantos ¿verdad?

Me gustaría mucho hablar de las implicaciones políticas, las conexiones, los amarres, los compromisos y hasta de los escenarios posibles en las próximas elecciones vinculados al desarrollo inmobiliario potosino diseñado a modo, sin embargo, por el momento me abstendré.

Solamente le dejo un par de datos: El proyecto de San José de Buenavista pertenece a Don José Zendejas Hernández, padre del actual secretario particular del alcalde, Xavier Nava Palacios. 

El Plan San Luis pertenece a Grupo México, que cuenta entre sus asesores al exgobernador, Horacio Sánchez Unzueta.

Ambos proyectos, si no viene el fin del mundo antes del viernes, tienen luz verde prácticamente garantizada por parte del municipio.

Al proyecto Cañadas, de López Medina y sus socios, se le están poniendo piedras desde la autoridad.

Hay de dos sopas.

BEMOLES

INSPIRADOR

¿Ya recibió el recado Sebastián Pérez? Si lo ven díganle por favor que los diputados, inspirados en su deplorable desempeño como secretario general del Ayuntamiento, decidieron que a partir de la próxima administración municipal se tendrá que ser abogado para ocupar ese cargo. Así lo votaron los legisladores la semana pasada y quieren hacer saber por todos los medios que el mensaje está clarito y dirigido para el buen Sebas. #ServidosSeñores

LA TRAE VOLTEADA

Por cierto que a Sebastián Pérez, he sabido que le dicen el “Gachupín de Tequis” pero yo no sé por qué (a ver si me cuentan el chiste) y que existe una apuesta entre los diputados para ver quién es el primero que le contesta el teléfono porque ya ni eso. Los legisladores de dos fracciones en específico están muy cansados de que el funcionario de la administración navista no pueda arreglar un café soluble ni tomar un acuerdo. Sabrá Dios qué les haría para que anden en ese plan. #EnFin

DIVULGUEN LA VERDAD

De no haberlo sabido por la vía y la fuente en que me informé, no hubiera creído jamás la versión de la Fiscalía respecto a la resolución del caso de Aurelio Gancedo. Pensando en que muchos potosinos podrían estar todavía en la misma condición de incredulidad, sería bueno que, dejando fuera los detalles personalísimos y sin manchar el debido proceso, la Fiscalía compartiera con la sociedad en general los videos (con las medidas de protección necesarias) y las pruebas más contundentes que tienen sobre el asunto, sobre todo para ganar credibilidad y confianza con los ciudadanos. No muchas veces tienen la oportunidad de demostrar que sí hacen bien su trabajo. #EsSugerencia

HISTORIAS QUE VIENEN

Se cuenta que desde la Secretaría General se están preparando documentos, expedientes y hasta fotos de la desahogada forma de vida que lleva un hijo del líder tricolor Elías Pecina. De ser cierta la versión, se estaría confirmando la animadversión que existe entre las dos personas a las que el gobernador tiene mayor confianza. ¿Serán celos? De cualquier modo. #QueModosTanFeos

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#4 Tiempos

El Piano eléctrico: desarrollo potosino | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Los diseños de pianos electromecánicos tuvieron su auge en 1929 y en la década de los cincuenta del siglo XX comenzaron a usarse en audiciones públicas. La historia de su desarrollo menciona los nombres de Lloyd Loar, Benjamin Meissner, Rudolph Wurlizer, Harold Rodhes y el piano Neo-Bechstein, entre los principales.

Sin embargo, el nombre de Francisco Javier Estrada no aparece en estos recuentos, a pesar de haber sido el primer reporte de un diseño de piano eléctrico a nivel mundial, como resultado de sus investigaciones en reproducción del sonido por medios eléctricos. El reporte público de Estrada se realizó el 19 de diciembre de 1878 en el periódico El Siglo XIX, donde Estrada daba cuenta de sus experimentos con una cuerda vibratoria y su transducción a señal eléctrica, mediante una membrana de tambor que amplificaba el sonido. Estrada, solo presentó su idea y diseño y la puso al servicio de los interesados a finde que pudieran materializarla y mejorarla, al no poder solventar los gastos necesarios para su construcción y la falta de servicios artesanales especializados. Estrada decidía publicar los principios y la descripción del instrumento citado, temeroso de que algún día, no muy lejano, se presentara del extranjero algún instrumento de música idéntico o semejante, o lo que era peor, alguna petición exótica de privilegio con perjuicio de los artesanos mexicanos.

Ochenta años mediaron entre la publicación del diseño de Estrada y la materialización en el extranjero de un piano eléctrico con funcionamiento electro-mecánico.

Para mayores detalles y más información pueden consultar mi artículo alojado en la dirección:

(PDF) Francisco Javier Estrada el inventor del piano eléctrico. Available from: https://www.researchgate.net/publication/396325293_Francisco_Javier_Estrada_el_inventor_del_piano_electrico.

Francisco Javier Estrada insigne científico potosino que destacó a nivel mundial en el ámbito de la física en el siglo XIX convirtiéndose en el físico más importante de México, tiene una numerosa contribución de aportes, de primicias mundiales, las cuales en su mayoría son desconocidas o adjudicadas a otros personajes.

Hemos estado realizando investigación y difusión sobre la vida y obra de este genial potosino, Francisco Javier Estrada y en esta columna del Cronopio en la Orquesta, hemos tratado algunas de esas trascendentales aportaciones.

Una de las aportaciones técnicas de Francisco Javier Estrada que no aparecen en los registros científicos históricos es la propuesta de reproducción del sonido por medios eléctricos. Su tema central de trabajo que implementó en la década de los setenta decimonónicos fue la reproducción del sonido, colocándose en la frontera del conocimiento en ese tema.

Como hemos apuntado en trabajos anteriores, muchas de sus aportaciones y primicias mundiales han quedado en el olvido y poco a poco se están rescatando para colocar en la palestra mundial el gran genio de Estrada, como el físico mexicano más importante del siglo XIX y uno de los principales a nivel mundial,

cuyas glorias no se proyectaron por la idiosincrasia social del país, aunque su genio de cierta forma era reconocido en el país, aunque no lo suficiente.

Sistemas como el motor eléctrico, nuevos sistemas de telefonía y la comunicación inalámbrica son parte de sus aportaciones trascendentes que cambiaron a nuestras sociedades y cuyas aportaciones aprovechadas por otros científicos dejan de lado la aportación primaria de Estrada en la historia de la ciencia y la tecnología. Como una aplicación de sus investigaciones en electromagnetismo y reproducción del sonido, se encuentra su propuesta de un piano eléctrico, cuyos experimentos base realizó en San Luis Potosí y con los que propuso un diseño para la construcción de un piano eléctrico que transformaba las vibraciones acústicas en eléctricas con el fin de amplificar el sonido.

El piano como tal no pudo construirlo por carecer de recursos suficientes, así como problemas para abastecerse de los materiales necesarios y el apoyo de los constructores artesanos; sin embargo, publicó en medios de comunicación masiva sus propuestas con el fin de registrar su idea, sus experimentos y su diseño para la construcción del piano eléctrico y su extensión a otros instrumentos de cuerda.

Su propuesta era resultado de experimentos anteriores de Estrada con sistemas telefónicos, donde había realizado mejoras a los ya existentes, logrando construir teléfonos cuya reproducción del sonido era más clara y de mayor intensidad. Parte de esas mejoras las utilizaría en su propuesta del piano eléctrico, entre ellas los fundamentos de micrófonos de carbón y de la comunicación inalámbrica.

Los potosinos debemos estar orgullosos de Francisco Estrada y colocar su nombre como debe de ser, en la historia de la civilización.

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Consideraciones sobre la amabilidad | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

Tenía Víctor Hugo, el gran escritor francés, veintisiete años de edad cuando publicó, en 1829, El último día de un condenado, novela o largo relato en el que se pone a describir los pensamientos íntimos, las agitaciones interiores y los estados de ánimo que se apoderan de un hombre que pronto -muy pronto- va a tener que morir. La justicia ha señalado ya el día y la hora en que deberá tener lugar la ejecución; todo, pues, está listo…

Pero, no: ¡no todo está listo! Puede que lo esté el cadalso, puede que lo esté el verdugo, pero este hombre todavía no está listo. ¡Aún no sabe por qué debe morir! «Soy joven, estoy sano y fuerte –gime en el calabozo-. La sangre circula libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; estoy robusto de cuerpo y de mente, preparado para una larga vida. Sí, todo esto es verdad; y, sin embargo, padezco una enfermedad, una enfermedad mortal, provocada por la mano del hombre».

Afuera, en la calle, todos ríen y se gozan: el calor del sol es bueno, la vida es bella. ¡Ah, tienen razón al mostrarse tan alegres! Para ellos hay futuro. ¿Cómo no sonreír cuando a la noche sigue el día, cuando se espera vivir muchas noches y muchos días? En cambio él… ¡Quizá no haya para él ni otra noche ni otro día!

Llama la atención, sin embargo, cómo es que este hombre se da cuenta de que no le queda mucho tiempo: ¡por la amabilidad del personal penitenciario! ¿De cuándo acá se mostraban tan amables estos monstruos de indiferencia? ¿De cuando acá? «El camarero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se quita el gorro, me saluda, pide perdón por molestarme y me pregunta, suavizando en lo posible su voz ruda, lo que deseo para el desayuno. Me entran escalofríos. ¿Será hoy?».

Es decir, ¿será hoy cuando tenga que ser ejecutado? Tanto refinamiento, tanta delicadeza le parecen francamente sospechosos. Hasta hace poco todos le hablaban a gritos, brutalmente, pero hoy se descubren la cabeza para saludarlo y hasta ejecutan ante él respetuosas reverencias. Sí, es posible que sea hoy. El condenado, entonces, se pone a temblar. Es que no era normal, no era normal en absoluto que…

Pero las cosas se complican todavía más cuando, de pronto, la reja del calabozo se abre y aparece en el marco de la puerta una figura pequeña, de largos bigotes negros, y amable hasta la falsedad. «Sí, es hoy –piensa el condenado al ver a este individuo ejecutando todas las ceremonias de la cortesía-. El mismo director de la prisión ha venido a visitarme. Me pregunta lo que me gustaría o podría serme de utilidad; incluso hasta expresó el deseo de que no tuviera quejas de él o de sus subordinados; se interesó por mi salud y por cómo había pasado la noche. ¡Al salir me llamó señor! ¡Sí, es hoy!».

Y admírese usted: los pensamientos del condenado resultaron ser ciertos; su intuición no lo engañó. Era hoy, precisamente cuando debía morir. No se equivocaba.

¿Por qué los humanos dejamos la amabilidad y la cortesía para el último momento? Al parecer, sólo los muertos –o los que están a punto de serlo- logran conmovernos. «¡Cómo admiramos a los maestros que ya no hablan y que tienen la boca llena de tierra! –exclama el personaje único de La caída

, el famoso monólogo de Albert Camus (1913-1960)-. El homenaje se les ofrece entonces con toda naturalidad, ese homenaje que, tal vez, ellos habían estado esperando que les rindiésemos durante toda su vida… Observe usted a mis vecinos, si por casualidad sobreviene un deceso en el edificio en el que usted vive. Los inquilinos dormían su vida insignificante y, de pronto, por ejemplo, muere el portero. Inmediatamente se despiertan, se agitan, se informan, se apiadan».

¡Los hombres sólo somos corteses con los muertos! He aquí lo que el Nóbel francés quiso decir. Pero no sólo lo dice él. He aquí, por ejemplo, lo que Máximo Gorki (1868-1936), el escritor ruso, escribió en su autobiografía: «¡Las misas de difuntos son las más bellas de toda la liturgia! ¡Hay en ellas ternura y piedad para los hombres! ¡Nuestros semejantes no compadecen sino a los muertos!».

Está bien, está bien, así es. Y, sin embargo –me digo-, he aquí un método para cultivar la cortesía: ver en el otro, ese que ahora está junto a mí, un condenado a muerte -¡que lo es, sólo que él no lo sabe, o lo ignora, o no quiere pensar en ello!- y tratarlo como si mañana ya no fuera a estar aquí; tratarlo, en una palabra, con las mismas atenciones que el carcelero dispensó al condenado a muerte en el relato de Víctor Hugo. ¡Ah, si nos viéramos como somos, es decir, como mortales, qué dulces seríamos en nuestras relaciones, y qué corteses!

Dice Aliosha a Lisa en Los hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski (1821-1881): «Hay que tratar muy a menudo a las personas como si fueran niños, y a veces como si fueran enfermos». No está mal, no está del todo mal. ¿Con qué delicadeza no trataríamos a una persona si supiéramos que quizá hoy mismo va a morirse? ¿Y cómo estar seguros que no será hoy el día en que morirá? Por eso, más vale ser amables con él.

Otra cita más; ahora la he tomado de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato (1911-2011), el escritor argentino: «¿Sería uno tan duro con los seres humanos si se supiese la verdad que algún día se han de morir y que nada de lo que se les dijo se podrá ya rectificar?».

Todos los hombres son mortales, Juan es hombre, luego Juan es mortal. El silogismo nos sale bien; en el fondo, los hombres no somos tan ilógicos como parecemos a primera vista. Sólo que no siempre sacamos de nuestros razonamientos todas las consecuencias pertinentes al caso.

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#4 Tiempos

“México, esta niebla que arde” | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

Culto Público, si no han leído la novela “Niebla Ardiente” de la muy joven escritora, Laura Baeza, les recomiendo hacerlo como desde ayer

Tuve la oportunidad de conocer a Laura personalmente hará unos cuatro años, ¿Qué les digo? Una de esas circunstancias alineadas que convergieron en el segundo piso de la librería Gandhi del centro, la de los Arcos Ipiña.

Fue en un taller breve de escritura creativa previo a la presentación formal de su libro, el que les recomiendo. Si conocerla fue una circunstancia, convivir con ella e intercambiar casualidades fue de plano como regalo de estrella fugaz.

Fui de los selectos y afortunados que en grupo terminamos sentados con ella en “La Oruga y la Cebada” en el Callejón San Francisco, conversando sobre lo que duele y lo que salva, entre un par de cervezas y una cena sencilla.

Ella me firmó su libro con una frase que ahora, en este 25 de noviembre, regresó a mi atormentada cabeza: “A Jorge, que siempre nos una el deseo por hallar algo más en esta realidad tan rara…con todo cariño, Laura Baeza”. El momento de por sí, ya era una realidad rara.

A la distancia, empiezo a creer que su frase fue más que optimismo, y es más un deber moral, y es que su ficción (vuelta a releer en estos días) se parece demasiado a México.

No es “spoiler” (o como se diga) pero “Niebla Ardiente” detalla el regreso de su protagonista Esther a México pensando en encontrar a su hermana Irene, quien había desaparecido hace años, y a quien creía muerta, cuando de la nada, un primero de enero en un reportaje que vio en la televisión, Esther la reconoce en una marcha y se lanza en su búsqueda.

Pero la novela, la primera de Laura (y creo que premiada) realmente no comienza allí. Comienza donde casi todas las historias de violencia en este país empiezan: en los pasillos de la burocracia, en los que los papeles cuentan más que las personas.

Esther aparece en un México reconocible para cualquiera: expedientes mutilados, archivos “perdidos”, oficinas donde la verdad siempre llega después de que las secretarias coman sus gorditas grasosas y funcionarios que usan el futuro para encubrir lo que nunca harán.

Es en esa atmósfera donde la desaparición deja de ser un crimen y se convierte en un proceso. Como alguien escribió: los países se definen por cómo recuerdan; México, al parecer, se define en cómo olvida.

En medio de esa maquinaria oxidada, Esther descubre a un policía. No es un héroe: es un hombre cansado que simplemente no rompe las reglas pero las dobla para que la realidad duela un poco menos. Ese personaje era como algo que escribió una pensadora feminista de la que en este momento no recuerdo su nombre “la dignidad aparece cuando alguien no mira hacia otro lado”.

En fin, siguiendo con la novela y nuestra realidad, este policía mira. Acompaña. Abre una grieta. Y sin embargo, ni siquiera es lo suficientemente poderoso para luchar contra un país donde las fosas clandestinas actúan como el archivo nacional.

La comparativa y reflexión con la novela va porque hoy es 25 de noviembre y México sigue siendo esa tierra donde la violencia parece que no importa, sino que se repite. Casi 2 feminicidios cada día. 3,284 mujeres asesinadas en 2024. 89% de impunidad. Una agresión física cada siete minutos. Más de 10 millones de mujeres violentadas digitalmente. En San Luis Potosí, 24,000 víctimas por cada 100,000 mujeres.

Uno quisiera creer que estos números son de un país lejano, pero no. Están aquí, sobre las mismas banquetas que caminamos todos los días. Ese es el verdadero crimen de México: haber entrenado a la gente para no sorprenderse.

Sí, no se debe negar que mucho se ha hecho pero poco alivia (hoy casi todos los gobiernos e instituciones hablan de esto, pero mañana la rutina sigue).

Sí, con la llegada de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, llegaron todas…excepto las que no alcanzaron a llegar porque les truncaron la vida.

El nuestro, es un país donde buscar es amor—y protesta.

Igual que como ocurre en la novela de Laura, que no describe un país imaginado sino nuestro México. Uno donde las hermanas encuentran hermanas, donde las madres encuentran hijas, donde las mujeres salvan mujeres. Un país donde todavía hay justicia, pero casi siempre fuera de los edificios públicos.

Y así como Esther enfrenta la niebla, miles enfrentan la opacidad del Estado día tras día: ventanas cerradas, sistemas incompatibles, versiones contradictorias, funcionarios que deletrean la palabra “protocolo” como si lanzaran un hechizo contra la verdad.

México es hogar de una burocracia tan grande que hasta la violencia tiene formularios que completar.

Tras varios años de no recordar la anécdota con la escritora, hoy vuelvo a esa dedicatoria: “encontrar algo más en esta extraña realidad…”

Ese “algo más” no es una esperanza ingenua. Es algo que se parece más a la obligación de nunca acostumbrarse, “la memoria es la única defensa contra la repetición del horror”.

Por esa razón, espero, que por cada mujer desaparecida o mujer luchando por no desaparecer, o lidiando contra cualquier tipo de violencia, recordemos que la niebla espesa arde. Y que si arde, es porque la herida está abierta.

Hasta la próxima. Jorge Saldaña.

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