noviembre 13, 2025

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Función sabatina de Libre Lucha Femenil (qué triste…)… | Columna de Luis Miguel Dorador

Publicado hace

el

Un fin de semana sin celular

 

Este ultimo fin de semana inició de manera muy agitada… Como lo hemos platicado a través de esta columna 2024 es un año de decisiones y los procesos internos de todos los partidos políticos han estado trabajando con gran intensidad. Mientras que en algunas organizaciones se tienen ya bien definidos los perfiles de quienes aspiran a postularse por una representación en el Congreso, hasta los que buscan atender las necesidades más apremiantes de su comunidad en las alcaldías de los municipios, también se dejan ver los intereses de políticos, en su mayoría experimentados, por una diputación federal o incluso senaduría. 

Tod@s los hilos de las distintas corrientes ideológicas se están moviendo y si bien, algunos que parecían incompatibles para poder llevar un proyecto en alianza, también lo es que algunas de esas asociaciones o acuerdos no se ven con claridad definida de su avance por lo excluyente que son las doctrinas que profesan unas de otras. 

Después de que recibí desde diciembre varias llamadas de feliz navidad y año nuevo, en varias de ellas se asomaba una pregunta que se repitió en varias ocasiones y que concretamente me cuestionaba si en este proceso me iba a lanzar por algún puesto de representación popular, específicamente por una diputación. La pregunta que parecía muletilla de muchas de esas llamadas me puso a analizar el contexto del escenario electoral que se nos presenta en este 2024 y llegué a varias conclusiones:

  1. Este año hay mucho en juego y aunque se ve muy clara una tendencia en lo federal, también es cierto que el voto va a ser mucho más razonado en el sentido de elegir candidatos y no partidos, ya que algunas de estas alianzas no van a funcionar de igual forma en los ámbitos locales que en el federal;
  2. Esa división, por los intereses que sean, provoca un estado de “río revuelto” electoral, ya que por muchos años en México hemos visto como el efecto dominó o cascada se produce en elecciones y al paso de los comicios, a veces nos quedamos con algunas representaciones incomodas, porque no era en realidad la ideología tal o cual, ni la que perseguíamos ni la que pensábamos elegir, pero nos entregaron boletas y nos fuimos como hilo de media marcando con una cruz todas a un solo color. 
  3. Si todo está tan dividido, las oportunidades de ganar una elección aumentan, pero ¡¡¡OJO!!! Cuando todo está tan dividido también los triunfos se dan con pocos votos y entonces gana quien obtuvo más votos, y no representa ni la mitad del electorado.

Con estas tres condiciones muy claras en la cabeza, ingresé a revisar la convocatoria de MC porque es la ideología con la que más me identifico desde hace algunos años y me di el tiempo (muy cortito) para integrar una carpeta de aspirante a la precandidatura por el distrito local 08, con cabecera en mi hermosísima ciudad y me registré el sábado para participar en el proceso como ciudadano. Ya veremos qué sorpresas nos trae el destino y que experiencias nos deja… 

Saliendo del trámite de registro, pasé por un tequila para llevarle a la festejada de este mes, La Güera, quien nos recibió en su casa con una comida deliciosa. Chiles Ventilla con arroz blanco y por supuesto, bilillo de La Superior. El encuentro de familia y amigos hizo de esa tarde un festejo especial para almacenar en el espacio de los recuerdos bonitos.
¡¡¡Muchas Felicidades Güera, te quiero!!! 

El sábado no terminó ahí, porque la ruleteada que nos toca a mis contemporane@s en fin de semana para llevar a la siguiente generación al antro y pasar más tarde por ell@s se vuelve una carrera contra reloj en la que damos libertad para que esa generación se divierta y vaya haciendo sus propias experiencias de vida, pero procuramos hacerlo con una precisión quirúrgica en el sentido de asegurarnos de que se hayan pasado un momento agradable de libertad, recomendándoles siempre que no hagan un consumo desmedido de alcohol y por otro lado, llegando por ellos a una hora en la que no salgan incómod@s por salirse cuando la fiesta se empezaba a poner de lo mejor y justo antes de que empiecen los efectos de los excesos…

Claro que este sábado no iba a ser una excepción en cuanto a esos excesos que llevan a los jóvenes, no a tod@s, a sacar lo mejor y también lo peor de cada quien. Y por qué no, al llegar al lugar justo en el lugar de acceso había una pelea en la que era difícil apostarle a la mejor peleadora, pues mientras que de un lado una chica tiraba golpes a otra con el puño bien cerrado, con intenciones de causarle daño, por el otro lado, no había el menor temor de poderse quedar con la mitad de la cabellera de la chica del puño cerrado…, en definitiva, no se veía una superioridad manifiesta de ningún lado, sin embargo, es súper entristecedor ver que a tod@s los presentes les parecía súper atractivo el espectáculo que se estaban disfrutando sin pagar cover para esa función de libre lucha con tantísimo coraje, sobre todo por el lenguaje de carretonero de las chicas y me disculpo con lo carretoneros porque se que muchos saben expresarse con cordialidad y hasta elocuencia mas gentil que las gladiadorsitas de esa noche. 

Al final, ninguna de las dos ganó y el que definitivamente perdió fue un chico que logró sacar de la trifulca a la arrebatadora de melenas pero este “caballero” salió con la playera hecha trizas como si se hubiera peleado con un tiburón y un cocodrilo al mismo tiempo, porque en cuanto su amiga o quedante o cómo se diga se dio un respiro, aprovechó para tomar un respiro profundo y remeter en su contra a bolsazos en la cabeza… En verdad, espero que la bolsa no haya traído uno de esos vapes bien cargados que le pudiera haber causado una lesión cerebral más grande de la que a la vista ya tiene por salir con chicas tan poco pacíficas. De cualquier forma sugiero Tylenol y Lonol para sus lesiones físicas. En lo material, recomendaría que compres una playera de algodón más resistente y en el plano de lo social… ojalá puedan desempeorar su comportamiento, porque fueron la burla de tod@s y sí hubo videos….. pues ¿qué les digo?.

Gracias a Dios llegó el domingo y el fin de semana concluye con dos juegos imperdibles: el primero y por horario, Real Madrid vs Barcelona en la Super Vopa Española donde el Real Madrid demostró una superioridad dejando una marcada diferencia de 4 goles a 1 sobre el Barça; el otro juego importante de este domingo era el de Dallas Cowboys vs Green Bay Packers y contra los pronósticos de esa gran afición Vaquera de México, los Cowboys se regresan “bien empackados” a casa al perder 48 – 32 frente a Green Bay. 

Así las cosas y no me queda más que pedirle a mis contemporáne@s que mantengan una buena comunicación con sus hijos para lograr que esas salidas de sábado por la noche no sean una fiebre con dolor de cabeza de nadie. 

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

También lee: ¡2024 ya está aquí! | Columna de Luis Miguel Dorador

Continuar leyendo

#4 Tiempos

La incansable divulgadora del conocimiento, Ikram Antaki | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

 

Hace cincuenta años llegaba a México una siria recién graduada de doctora en etnología en la Universidad de París VII, y fincaría su actividad profesional en este país nacionalizándose mexicana y realizando diversas actividades relacionadas con su área de interés convirtiéndose en una de las intelectuales mexicanas más importantes de la segunda mitad del siglo XX en México; Ikram Antaki que había nacido en Damasco en 1947 en el seno de una familia de juristas y humanistas.

Su madre estudió la literatura rusa del siglo XIX y su abuelo que fuera el último gobernador de Antioquía, salvó a miles de armenios del exterminio en 1915, durante el asedio otomano. En 1969 viajó a Europa y siguiendo la vena familiar estudiaría literatura comparada, antropología social y el doctorado en etnología del mundo árabe.

En 1975 abandonó Francia para venir a México; Antaki narra su decisión que tomó abriendo un compás sobre el mapamundi y, siguiendo una línea horizontal imaginaría paralela al Ecuador, determinó que México era el país más lejano a Siria, “era el fin del mundo” un lugar que ella quería conocer. Al poco tiempo nacería su hijo y formaba así una familia mexicana e iniciaba su intenso trabajo intelectual.

Ikram se dedicaría a la docencia, el ensayo, el periodismo y la radio, convirtiéndose en una de las más importantes divulgadoras del conocimiento, encajando de manera natural en la vieja tradición mexicana en divulgación de la ciencia, donde caben de manera conjunta todas las disciplinas y que inciden en el ámbito cultural.

Escribió alrededor de veintinueve libros y agradecía a sus lectores “el deseo de saber”. Libros que proyectó su creación desde los ocho años y que guiarían sus intensas lecturas de obras literarias y de ensayo. Dejó en borrador muchos otros escritos de sus ambiciosos proyectos de divulgación.

Ikram Antaki, se definía a si misma: “Ahora me proclamo, de manera un poco simple, conservadora, aunque de hecho no es exactamente así; en la práctica sigo la frase de Averroes: ‘sean renovadores en todo lo que se refiere a la ciencia y el pensamiento, sean conservadores en lo que se refiere a los asuntos de los hombres’”.

Al morir en la Ciudad de México en el año 2000, Ikram Antaki estaba completamente dedicada a cumplir con la meta más ambiciosa de su vida: “He descubierto, en este país, que soy un ‘buen maestro’, no solo ‘un buen escritor’, alguien que sabe algunas cosas y que no las quiere guardar, sino compartir”.

Además de la escritura, a la que considera resguardadora de la memoria ante la memoria de la información mediática que es frágil, tuvo un importante papel en medios audiovisuales colaborando en los canales oficiales, once y trece

, y en numerosos programas de radio y conduciendo los propios, como fueron los célebres: el Banquete de Platón y el Ágora.

Los interesados en adentrarse al mundo de la divulgación científica, sobre todo cuando no existen instituciones formadoras para ello, pueden recurrir a las obras de Ikram Antaki y aleccionarse con sus narrativas llenas de información y basadas en el pensamiento crítico, como trabajos de síntesis del pensamiento y que traspasan los campos de la especialidad uniendo de manera natural la ciencia y el humanismo y su responsabilidad con la sociedad.

Su programa El Banquete de Platón, ha sido base de varios de sus escritos donde recoge lo tratado en el programa. En especial el libro, mas que recomendado, que lleva como título, simplemente: Ciencia, editado por Penguin en su colección De Bolsillo, no puede faltar en la lectura de quienes se interesan por el pensamiento y conocimiento desarrollado a lo largo de la historia de la humanidad.

Escrito en forma rigurosa y fácilmente asimilable, ayuda al lector a tener una idea rápida y actualizada de la naturaleza humana, el origen de las lenguas, las razas, el racismo, la inteligencia, la genética, el principio del universo, el tiempo, el cerebro y la descorazonada aventura de la modernidad científica que venció el oscurantismo.

Como le decía Ikram Antaki: “El merito de su parte (refiriéndose al lector), está en el hermoso y agradecible deseo de saber. El mérito, de mi parte, está, en la tentativa de síntesis”.

Recordamos así a una extraordinaria mujer que tomó a México como su casa y que contribuyó a la educación del pueblo con base en la divulgación y educación no formal, a través de sus libros y programas audiovisuales, convirtiéndose en una importante divulgadora del conocimiento en México.

También lee: El surcador de los cielos potosinos, Alfonso Ledezma Zavala | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Buscad el alfiler | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

Publicado hace

el

LETRAS minúsculas

 

-¡Qué hombre tan amargado! –exclamó una vez una dama de cierta edad señalando con el dedo, desde la distancia, a un compañero al que yo estimaba mucho-. ¿Qué traumas habrá sufrido en su infancia para haber perdido de tal manera el gusto por vivir?

¡Los traumas de la infancia! Sí, he oído hablar de ellos, pero no me convencen ni mucho ni poco. ¿Por qué debemos ir hasta la infancia de un hombre para explicarnos su mal humor de hoy? ¿Y si la infancia, por lo menos en el caso de este conocido mío, no tuviera nada que ver? ¡Ir tan lejos cuando la causa podría estar tan cerca!

Pero yo conocía la razón de ese permanente mal humor, de esa amargura: este amigo sufría a causa de su jefe, un déspota que trataba a sus subordinados como le daba la gana. ¡Ya sólo faltaba que les exigiera a todos bolearle los zapatos! Además, el ambiente de trabajo era, en aquella oficina, atroz y deprimente: allí todos envidiaban a todos y se ponían zancadillas los unos a los otros por el puro placer de ver cómo caían de la gracia de su superior, para observar cómo se despeñaban y se rompían la cabeza. Cada día de trabajo transcurría casi siempre entre gritos, susurros y rumores, y, por lo que he podido saber, nadie estaba seguro –ni lo está todavía hoy- de que mañana seguiría conservando el puesto que ocupaba apenas el mes pasado. Ahora bien, ¿quién no va a amargarse en un ambiente rancio como éste?

Yo conocía pormenorizadamente esta triste historia. Por eso me reí en silencio de las suposiciones de aquella señora que, por haber tomado un curso relámpago de psicología, ahora me hablaba de traumas infantiles y actos fallidos.

Sí, los humanos somos muy propensos a generalizar y elaborar hondas teorías que se vienen abajo justo en el momento en que comprendemos que las cosas no eran como pensábamos. De esta manía elucubradora se burló Alain (1868-1951), el filósofo francés, al escribir así en uno de sus Propos sur le bonheur: «Cuando un bebé llora sin consuelo, la nodriza suele hacer las más ingeniosas suposiciones respecto a este joven carácter y a lo que le gusta o le disgusta; invocando incluso a la herencia, ya reconoce al padre en el hijo. Estos ensayos de psicología se prolongan hasta el momento en que la nodriza descubre el alfiler, causa efectiva y real del llanto».

¡Ah, era eso! ¡Había un alfiler entre los pañales! Y pensar que la nodriza ya empezaba a sospechar ciertas cosas…

El hombre, según se ha dicho aquí y allá, es un filósofo que se ignora a sí mismo. Yo de esto nada sé. Lo que sí sé, en cambio, es que muchas veces, en lugar de buscar el alfiler, se pone a concebir graves y hondas teorías cuyo fundamento, para decirlo ya, es más que dudoso.

Una vez se quejaba conmigo un dentista diciéndome:

-¿Por qué la gente ya casi no me busca para arreglarse los dientes? Las nuevas generaciones son muy descuidadas. ¡En qué tiempos tan tristes nos han tocado vivir!, etcétera.

Pero no; por lo menos aquí no se trataba de los tiempos: era que este dentista tenía fama de trabajar sin anestesia –para ahorrarse un dinerito-, y la verdad es que sus pacientes lo que menos querían en su consultorio era ponerse a practicar el estoicismo.

El 4 de julio de 1765, Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)

estaba quitadísimo de la pena leyendo un libro al pie de una ventana cuando de pronto… Pero dejemos que sea él mismo quien nos cuente lo que le pasó aquella vez: «Leía, cuando, de pronto, la mano que sostenía el libro se movió imperceptiblemente y esto hizo que recibiera menos luz. Entonces pensé que una nube espesa debía estar pasando de frente al sol y todo me pareció más oscuro, por más que no había perdido nada de luz». Y concluye el pensador alemán: «Con frecuencia sacamos nuestras conclusiones de esta forma: buscamos en la lejanía causas que muchas veces están junto a nosotros». «¡Oh! –hubiese exclamado otro que no fuera él-. El cielo se está nublando. Acaso llueva toda la tarde. ¡Y maldita la gana que tengo de que llueva esta tarde!». Pero no, el cielo no se nublaba: era el ángulo de su cabeza lo que había variado, produciendo en la página del libro una sombra que en el cielo no existía.

Yo me entretenía recordando estas palabras mientras aquella señora se quejaba de mi amigo. ¿Y por qué había que ir tan lejos -¡nada menos que hasta los traumas infantiles!- para buscar las causas de su amargura, puesto que éstas estaban casi al alcance de la mano? ¡Era el ambiente en el que se movía el que lo sacaba de sus casillas y lo ponía de mal humor! De modo que, una vez aireado ese ambiente, ¡adiós traumas infantiles!

Además, convendría no olvidar la lección que las semillas nos imparten todos los días. ¿Qué lección? Ésta: que no es posible crecer y desarrollarse en cualquier terreno. Una semilla de arroz, por ejemplo, jamás crecerá en el desierto, ni una semilla de mostaza en el frío de la tundra. Cada semilla, para crecer, necesita estar, por decirlo así, en su ambiente.

«Hay que florecer donde Dios nos ha plantado», dice una frase que aceptamos sólo por el hecho de que Dios es un buen sembrador que no se equivoca nunca, aunque por lo demás bien podría ser cursi y hasta falsa. ¡Un grano de trigo, por más que quiera hacerlo, jamás dará nada de sí si es sembrada en los hielos polares!

Y bien, tal es lo que había sucedido con mi amigo: que sencillamente no estaba en su elemento. ¿Y cómo, entonces, iba a crecer y a desarrollarse? «La impaciencia de un hombre –vuelve a decir Alain- tiene a veces por causa el haber estado mucho tiempo de pie; en vez de razonar contra su mal humor, ofrecedle un asiento… No, no digáis nunca que los hombres son malos; no digáis jamás que tienen tal carácter. Buscad el alfiler».

También lee: La seriedad y la risa | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

Continuar leyendo

#4 Tiempos

¿Y si un día dicen que ya no hay abortos… porque los escondieron todos? | Columna de Ana G Silva

Publicado hace

el

CORREDOR HUMANITARIO

 

Imaginemos que dentro de unos años, alguien desde el poder diga: “En San Luis Potosí ya ni se practican abortos, ¿para qué mantenerlo legal?” Esa frase, tan simplona como peligrosa, podría ser suficiente para justificar que se dé marcha atrás a un derecho conquistado a pulso. Y lo más grave es que, si revisamos los datos oficiales, el argumento ya estaría servido.

Porque según los Servicios de Salud del Estado, desde que se despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación, 132 mujeres han interrumpido su embarazo en San Luis Potosí. Pero —y aquí está la trampa— ninguna lo hizo por decisión propia. De acuerdo con las cifras, las 132 interrupciones fueron por motivos médicos. Cero voluntarias. Cero por libre elección.

Entonces, ¿qué nos están diciendo? ¿Que en todo un estado, con más de dos millones de mujeres, ni una sola decidió interrumpir su embarazo de forma voluntaria? ¿O que los hospitales y las instituciones están borrando esos datos, diluyéndolos entre diagnósticos clínicos para esconder una realidad incómoda?

Hace un año, San Luis Potosí celebraba lo que parecía un triunfo de la razón sobre el prejuicio: la despenalización del aborto. Hoy, ese avance empieza a parecerse a una mentira institucional. Porque si las cifras se maquillan, si la objeción de conciencia se convierte en excusa y si las mujeres siguen siendo rechazadas en hospitales, entonces el derecho a decidir se está convirtiendo en una simulación.

De los 107 puestos médicos en hospitales habilitados para practicar la ILE, uno de cada tres profesionales es objetor de conciencia. En Ciudad Valles, por ejemplo, 10 de 17 médicos y enfermeros se niegan a realizar el procedimiento. ¿Y qué pasa con las mujeres que viven en la Huasteca o en el Altiplano, donde no hay alternativas cercanas? ¿Qué pasa si una mujer llega al hospital de Valles, con doce semanas cumplidas, y le dicen que nadie puede atenderla porque todos son objetores

? Lo que pasa es que su derecho desaparece.

La colectiva ILE San Luis Potosí ha documentado estos casos, las negativas, la opacidad y la simulación. Han sido ellas —y muchas otras colectivas— quienes han tenido que acompañar a mujeres que, en teoría, ya no deberían estar suplicando por un derecho reconocido por la ley.

Y entonces hay que decirlo con claridad: un derecho que no se garantiza, es un derecho abolido en silencio. La resistencia institucional existe, y es tan sutil como efectiva: se disfraza de papeleo, de moral médica, de estadísticas convenientes. Pero su consecuencia es brutal: mujeres obligadas a continuar embarazos que no desean, porque el Estado decide mirar hacia otro lado.

San Luis Potosí tiene una ley que reconoce el derecho a decidir, pero no una estructura que lo haga realidad. Y si las autoridades siguen escondiendo las decisiones de las mujeres tras diagnósticos médicos, no solo están borrando datos: están borrando voces.

A un año de la despenalización, el aborto en San Luis Potosí sigue siendo un privilegio y no una garantía. Y si no se exige transparencia y acceso real, pronto podrían decirnos —con una sonrisa burocrática— que aquí ya nadie aborta. Y entonces, el silencio sería la excusa perfecta para volver atrás.

También lee: ¡Bienvenidos a la fiesta! Ponis cansados, gallos muertos y toros sangrando | Columna de Ana G Silva

Continuar leyendo

Opinión

Pautas y Redes de México S.A. de C.V.
Miguel de Cervantes Saavedra 140
Col. Polanco CP 78220
San Luis Potosí, S.L.P.
Teléfono 444 2440971

EL EQUIPO:

Director General
Jorge Francisco Saldaña Hernández

Director Administrativo
Luis Antonio Martínez Rivera

Directora Editorial
Ana G. Silva

Periodistas
Bernardo Vera

Sergio Aurelio Diaz Reyna

Diseño
Karlo Sayd Sauceda Ahumada

Productor
Fermin Saldaña Ocampo

 

 

 

Copyright ©, La Orquesta de Comunicaciones S.A. de C.V. Todos los Derechos Reservados