#4 Tiempos
Función sabatina de Libre Lucha Femenil (qué triste…)… | Columna de Luis Miguel Dorador

Un fin de semana sin celular
Este ultimo fin de semana inició de manera muy agitada… Como lo hemos platicado a través de esta columna 2024 es un año de decisiones y los procesos internos de todos los partidos políticos han estado trabajando con gran intensidad. Mientras que en algunas organizaciones se tienen ya bien definidos los perfiles de quienes aspiran a postularse por una representación en el Congreso, hasta los que buscan atender las necesidades más apremiantes de su comunidad en las alcaldías de los municipios, también se dejan ver los intereses de políticos, en su mayoría experimentados, por una diputación federal o incluso senaduría.
Tod@s los hilos de las distintas corrientes ideológicas se están moviendo y si bien, algunos que parecían incompatibles para poder llevar un proyecto en alianza, también lo es que algunas de esas asociaciones o acuerdos no se ven con claridad definida de su avance por lo excluyente que son las doctrinas que profesan unas de otras.
Después de que recibí desde diciembre varias llamadas de feliz navidad y año nuevo, en varias de ellas se asomaba una pregunta que se repitió en varias ocasiones y que concretamente me cuestionaba si en este proceso me iba a lanzar por algún puesto de representación popular, específicamente por una diputación. La pregunta que parecía muletilla de muchas de esas llamadas me puso a analizar el contexto del escenario electoral que se nos presenta en este 2024 y llegué a varias conclusiones:
- Este año hay mucho en juego y aunque se ve muy clara una tendencia en lo federal, también es cierto que el voto va a ser mucho más razonado en el sentido de elegir candidatos y no partidos, ya que algunas de estas alianzas no van a funcionar de igual forma en los ámbitos locales que en el federal;
- Esa división, por los intereses que sean, provoca un estado de “río revuelto” electoral, ya que por muchos años en México hemos visto como el efecto dominó o cascada se produce en elecciones y al paso de los comicios, a veces nos quedamos con algunas representaciones incomodas, porque no era en realidad la ideología tal o cual, ni la que perseguíamos ni la que pensábamos elegir, pero nos entregaron boletas y nos fuimos como hilo de media marcando con una cruz todas a un solo color.
- Si todo está tan dividido, las oportunidades de ganar una elección aumentan, pero ¡¡¡OJO!!! Cuando todo está tan dividido también los triunfos se dan con pocos votos y entonces gana quien obtuvo más votos, y no representa ni la mitad del electorado.
Con estas tres condiciones muy claras en la cabeza, ingresé a revisar la convocatoria de MC porque es la ideología con la que más me identifico desde hace algunos años y me di el tiempo (muy cortito) para integrar una carpeta de aspirante a la precandidatura por el distrito local 08, con cabecera en mi hermosísima ciudad y me registré el sábado para participar en el proceso como ciudadano. Ya veremos qué sorpresas nos trae el destino y que experiencias nos deja…
Saliendo del trámite de registro, pasé por un tequila para llevarle a la festejada de este mes, La Güera, quien nos recibió en su casa con una comida deliciosa. Chiles Ventilla con arroz blanco y por supuesto, bilillo de La Superior. El encuentro de familia y amigos hizo de esa tarde un festejo especial para almacenar en el espacio de los recuerdos bonitos.
¡¡¡Muchas Felicidades Güera, te quiero!!!
El sábado no terminó ahí, porque la ruleteada que nos toca a mis contemporane@s en fin de semana para llevar a la siguiente generación al antro y pasar más tarde por ell@s se vuelve una carrera contra reloj en la que damos libertad para que esa generación se divierta y vaya haciendo sus propias experiencias de vida, pero procuramos hacerlo con una precisión quirúrgica en el sentido de asegurarnos de que se hayan pasado un momento agradable de libertad, recomendándoles siempre que no hagan un consumo desmedido de alcohol y por otro lado, llegando por ellos a una hora en la que no salgan incómod@s por salirse cuando la fiesta se empezaba a poner de lo mejor y justo antes de que empiecen los efectos de los excesos…
Claro que este sábado no iba a ser una excepción en cuanto a esos excesos que llevan a los jóvenes, no a tod@s, a sacar lo mejor y también lo peor de cada quien. Y por qué no, al llegar al lugar justo en el lugar de acceso había una pelea en la que era difícil apostarle a la mejor peleadora, pues mientras que de un lado una chica tiraba golpes a otra con el puño bien cerrado, con intenciones de causarle daño, por el otro lado, no había el menor temor de poderse quedar con la mitad de la cabellera de la chica del puño cerrado…, en definitiva, no se veía una superioridad manifiesta de ningún lado, sin embargo, es súper entristecedor ver que a tod@s los presentes les parecía súper atractivo el espectáculo que se estaban disfrutando sin pagar cover para esa función de libre lucha con tantísimo coraje, sobre todo por el lenguaje de carretonero de las chicas y me disculpo con lo carretoneros porque se que muchos saben expresarse con cordialidad y hasta elocuencia mas gentil que las gladiadorsitas de esa noche.
Al final, ninguna de las dos ganó y el que definitivamente perdió fue un chico que logró sacar de la trifulca a la arrebatadora de melenas pero este “caballero” salió con la playera hecha trizas como si se hubiera peleado con un tiburón y un cocodrilo al mismo tiempo, porque en cuanto su amiga o quedante o cómo se diga se dio un respiro, aprovechó para tomar un respiro profundo y remeter en su contra a bolsazos en la cabeza… En verdad, espero que la bolsa no haya traído uno de esos vapes bien cargados que le pudiera haber causado una lesión cerebral más grande de la que a la vista ya tiene por salir con chicas tan poco pacíficas. De cualquier forma sugiero Tylenol y Lonol para sus lesiones físicas. En lo material, recomendaría que compres una playera de algodón más resistente y en el plano de lo social… ojalá puedan desempeorar su comportamiento, porque fueron la burla de tod@s y sí hubo videos….. pues ¿qué les digo?.
Gracias a Dios llegó el domingo y el fin de semana concluye con dos juegos imperdibles: el primero y por horario, Real Madrid vs Barcelona en la Super Vopa Española donde el Real Madrid demostró una superioridad dejando una marcada diferencia de 4 goles a 1 sobre el Barça; el otro juego importante de este domingo era el de Dallas Cowboys vs Green Bay Packers y contra los pronósticos de esa gran afición Vaquera de México, los Cowboys se regresan “bien empackados” a casa al perder 48 – 32 frente a Green Bay.
Así las cosas y no me queda más que pedirle a mis contemporáne@s que mantengan una buena comunicación con sus hijos para lograr que esas salidas de sábado por la noche no sean una fiebre con dolor de cabeza de nadie.
¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!
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#4 Tiempos
Tamtoc, cuna del calendario mesoamericano | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En el año 2005 se llevó a acabo el proyecto arqueológico Tamtoc en la huasteca potosina, donde se localizó una gran lápida esculpida en bajo y alto relieve en el fondo de un estanque que se conecta a un canal que desemboca en la llamada Laguna de los Patos. Junto a la lápida se encontró cerámica a manera de ofrenda cuyos análisis indicaron que correspondían a tradiciones alfareras asociadas a la costa del Golfo de México del periodo 900 años antes de Cristo a 650 años antes de Cristo.
Análisis posteriores indicaron que esa lápida conocida como Monumento 32, así como la escultura femenina asociada corresponde al periodo Preclásico tardío con inicio en 350 antes de Cristo. El monolito en cuestión está labrado con un mensaje simbólico que no se asemeja a ninguna otra muestra de arte mesoamericano.
Una vez colocado en su posición original y con estudios sobre su orientación con la ayuda de herramientas de la arqueoastronomía se encontró que la orientación implica una peculiar división del año, la cual define la temporada de iluminación del monolito por los rayos solares. La conclusión actual, por parte de los investigadores, es que Tamtoc es una de las ciudades donde tempranamente se utilizó el calendario mesoamericano.
En Tamtoc se desarrollaron importantes rituales vinculados a la vida y la fertilidad, que concurren en la noción de la cosmogonía mesoamericana y por extensión en la cosmovisión. Resultados que tras largos años de análisis son dado a conocer por uno de los involucrados en los estudios astronómicos de la ciudad de Tamtoc, Jesús Galindo Trejo, en una reciente publicación de los Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Las primicias de este descubrimiento nos las compartió Jesús Galindo en el 2007 en lo que fue la primera charla del ciclo Noches de Museo que organizamos en el entonces Museo de Historia de la Ciencia de San Luis Potosí. Dieciocho años después, publica sus resultados aportando a la historia de uno de los más antiguos pueblos originarios del país situada en la huasteca potosina y que marca esa cosmovisión huasteca reflejada en el Monumento 32, que es uno de los monumentos importantes de ese sitio arqueológico.
Parte de los cálculos astronómicos que realizó Jesús Galindo nos los reservamos, como nos lo pidiera entonces, hasta que sean publicados.
Jesús Galindo Trejo es Licenciado en Física y Matemáticas por la Escuela Superior de Física y Matemáticas del IPN. Realizó estudios de Posgrado en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Obtuvo el doctorado en Astrofísica Teórica en la Ruhr Universitaet Bochum en la República Federal de Alemania. Fue Investigador Titular en el Instituto de Astronomía de la UNAM durante más de 20 años en las áreas de Plasmas Astrofísicos y Física Solar. Actualmente es Investigador Titular en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Su actividad de investigación se centra principalmente en la Arqueoastronomía de Mesoamérica. Es miembro del SNI. Pertenece a la Unión Astronómica Internacional. Ha realizado investigación Arqueoastronómica en Malinalco, en el Templo Mayor de Tenochtitlan, en Teotihuacan, en Oaxaca, en la Huaxteca, en Baja California y en algunos sitios de la Región Maya.
Sus inicios en la arqueoastronomía se remontan a fines de la década de los ochenta, cuando participó en nuestro programa de divulgación científica Domingos en la Ciencia de San Luis Potosí, charlas en las que nos hablaba todavía de sus investigaciones sobre física solar y nos adelantaba sus inquietudes en iniciar estudios de arqueoastronomía en el sitio de Malinalco cuando conoció al cronista de Malinalco, quien le señaló que en la historia de ese pueblo había aspectos que podrían estar conectados con la disciplina astronómica. Asimismo, su participación en el proyecto coordinado por la doctora Beatriz de la Fuente, del Instituto de Investigaciones Estéticas, sobre pintura mural prehispánica, lo interesó en la cosmogonía de los antiguos mexicanos.
En una entrevista para la revista ¿cómo ves?, Galindo aseguró que el acercamiento al estudio de las antiguas civilizaciones del país lo ha llevado a acercarse a las 60 lenguas de México, porque de esta manera “se puede penetrar en la mentalidad de aquellos que hace más de 500 años construyeron sociedades y levantaron templos, legados actualmente ignorados por muchos mexicanos”.
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#4 Tiempos
Meditación sobre el azar | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
-Dudé de Dios –dijo el hombre visiblemente apenado-. Creo, según he oído decir, que es el único pecado que no tiene perdón. Pero es que estaba al borde del colapso…
El hombre se mesaba los cabellos, se secaba el sudor, lloraba más que gemía.
-Incluso hasta llegué a blasfemar. Dije a Dios cosas que no me hubiese atrevido a decir ni siquiera al peor de mis contrarios. ¿Verdad que para esto no hay perdón?
Yo me limitaba a dejarlo hablar. A todas luces se veía que lo necesitaba. Era necesario que lo dijera todo, que se desahogara. ¿Para qué, pues, interrumpirlo?
-Cuando me dijeron que ya no había trabajo para mí, creí que nunca perdonaría a Dios. ¿Por qué me había dado cuatro hijos si ya no iba a poder mantenerlos? Hoy, claro está, veo las cosas desde otra luz, pero en aquellos días de incertidumbre y desasosiego… ¡Quería morirme! Y, lo que es peor, quería que también mis hijos se murieran. ¿Comprende usted que les deseé la muerte?
Pensé en esos cuatro niños a los que yo no conocía. ¿Sabrían alguna vez que su padre, en un momento de desesperación, pensó lo que acababa de decirme? Pero no, no lo sabrán. Los pensamientos de su padre quedarán guardados para siempre en el silencio de Dios. ¡Que no lo sepan, que su padre no se lo diga nunca! Hay sinceridades que matan.
¡Y pensar que era necesario que yo perdiera aquel trabajo para poder tener el que ahora tengo! Cuando pienso en esto, me lleno de vergüenza. Sí, era necesario vivir esa pena para conocer la satisfacción que ahora experimento. Mis hijos, hoy, están mucho mejor que antes, y me digo a mí mismo: «¡Qué bueno que perdí aquel empleo!».
Sonreí. Porque siempre he creído que la palabra azar es una palabra bastarda que no debió acuñarse nunca. ¿Quién la inventó y qué quiso decir con ella? ¿Que el mundo se mueve como un barco sin timón? ¡Casualidad! ¿Quién es el tonto que cree en las casualidades? La palabra azar no debería existir en el vocabulario cristiano, pero, ya que existe, habría que darle el significado que le daba, por ejemplo, Anatole France (1844-1924): «Azar: aquello que Dios hace cuando no quiere poner su nombre».
A estas alturas de mi vida he llegado a la conclusión de que ni siquiera los libros que caen en nuestras manos lo hacen por casualidad. A veces pienso que, si nos los encontramos en el estante de una librería cualquiera, es porque Dios ha querido decirnos algo a través de ellos.
Y de los encuentros, ¿qué decir? Que es Dios quien nos envía a estas personas que no buscábamos por una razón que generalmente desconocemos pero que forma parte de su misterioso querer. «El destino, al igual que todo lo humano –dijo una vez el escritor argentino Ernesto Sábato (1911-2011)-, no se manifiesta en abstracto, sino que se encarna en alguna circunstancia. Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obras de las casualidades, sino que nos están misteriosamente reservados. ¡Cuántas veces en la vida me ha sorprendido cómo, entre las multitudes de personas que existen en el mundo, nos cruzamos con aquellas que, de alguna manera, poseían las tablas de nuestro destino como si hubiéramos pertenecido a los capítulos de un mismo libro! Nunca supe si se los reconoce porque ya se los busca o se los busca porque ya bordeaban los aledaños de nuestro destino» (Conferencia en la Feria del Libro de Sevilla, 2002).
También ahora, como en los tiempos de Moisés, sólo nos es permitido ver a Dios «de espaldas», es decir, cuando ya ha pasado. Únicamente entonces podemos decir como aquel hombre de quien acabo de contar la historia: «¡Y pensar que era necesario que yo perdiera aquel trabajo para poder tener el que ahora tengo!». Siempre es hasta después cuando se comprende por qué ocurrieron ciertas cosas que en su momento nos parecieron horrorosas, ininteligibles e insoportables.
En un libro sobre Jesucristo (El Jesús desconocido), Donald Spoto hace la siguiente reflexión: «El azar no implica necesariamente falta de propósito; lo que llamamos caos quizá no sea desorden, sino un claro signo de las limitaciones de nuestra comprensión… La experiencia humana valida este enfoque. En nuestra historia individual, ¿no vemos un momento aparentemente accidental o fortuito, a posteriori, como sumamente significativo e incluso como el comienzo de una nueva etapa de la vida? Si yo no hubiera asistido a tal escuela en tal momento, por ejemplo, no habría tenido ese excelente maestro, seguido ese importante curso ni trabado esa duradera amistad. Si nuestros padres no se hubieran conocido en tal momento, nunca jamás lo habrían sido. Si no hubiéramos asistido a tal reunión, no habríamos conocido al amor de nuestra vida ni iniciado una carrera importante. No es exagerado afirmar que los elementos más importantes de la vida del amor dependen tanto de lo que podríamos llamar accidente significativo como deliberación. El novelista y dramaturgo francés Georges Bernanos lo expresó muy bien: Lo que llamamos azar tal vez sea la lógica de Dios».
Vistas así las cosas, aun cuando me halle en cama y afiebrado –y quiera morirme de pura pesadumbre-, debo poder decirme a mí mismo con convencimiento y seguridad:
-Sí, quizá sea necesario que hoy no salga de casa. Si Dios me tiene encerrado aquí, por alguna razón será. ¿Iba hoy a atropellar a un caminante distraído en la avenida, o es que un camión carguero iba a arrollarme a mí? En efecto, tal vez sea éste el motivo por el que no debo salir. Después de todo, es muy posible…
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#4 Tiempos
Las dos mujeres de Truman. Palabras con cicuta
Apuntes
Hay autores que escriben un solo amor con distintos nombres. Truman Capote lo hizo con los de Nancy Clutter y Holly Golightly: la muchacha asesinada y la mujer que huye. Dos rostros de la misma herida.
Nancy era todo lo que el mundo aprueba: pureza, promesa, familia. Una adolescente que hacía listas, organizaba fiestas y creía que el bien era una costumbre diaria. Holly, en cambio, era todo lo que el mundo juzga: libre, contradictoria, caprichosa, superviviente. Todo sinónimo de “libre y espontánea”.
Ambas están solas frente a una sociedad que las define, una desde la muerte y otra desde el deseo.
Yo creo que Capote estuvo enamorado de una mujer que fue las dos. Una que lo deslumbró por su bondad y lo desarmó por su caos. En Nancy encontró la integridad que él nunca tuvo; en Holly, la libertad que siempre le fue negada. Una mujer que cocinaba con delantal los domingos, pero que podía desaparecer una semana sin explicar por qué. La amaba por lo que lo salvaba y por lo que lo destruía.
En A sangre fría, Capote mira a Nancy como si aún pudiera rescatarla. La describe con ternura casi maternal, pero también con una envidia melancólica: ella no sabía lo que era la vergüenza ni el exceso. En Desayuno en Tiffany’s, en cambio, elige no salvar a Holly. La deja ir. Le permite el privilegio que Nancy nunca tuvo: seguir viva aunque nadie la entienda.
Quizá esa fue la forma en que Truman se reconcilió con su propia culpa. Escribir a la que murió como víctima y a la que se fue como promesa. Una purificada por la muerte, la otra condenada a vivir
. Entre ambas, Capote puso su propia alma: la de un niño que soñaba con el orden de Nancy y despertaba con el desorden de Holly.No se puede amar a dos mujeres tan distintas sin romperse un poco. Pero Capote lo hizo. Amó la pureza que se deja matar y la libertad que se mata sola.
Y quizá, como tantos de nosotros, entendió demasiado tarde que una y otra eran la misma. Que la vida te puede matar por ser buena o por querer ser libre. Y que entre esas dos muertes —la literal y la simbólica— se esconde el precio de vivir como uno quiere.
Punto.
Y aquí estoy yo, leyendo a Truman y sintiendo que me contó la historia antes de que ocurriera. Porque yo también quise que Holly fuera Nancy: que se quedara, que colgara su vestido brillante y se sentara a esperar el desayuno. Pero ella eligió la noche, otro hombre, otra ciudad.
Yo sigo aquí, recogiendo los platos, preguntándome si alguna vez alguien puede amar a una mujer así sin terminar escribiendo sobre su ausencia.
Quizá eso somos los que escribimos: los que convertimos el abandono en literatura.
Los que seguimos hablando con las Holly que quisimos que fueran Nancy, aun sabiendo que la vida —como en Capote— siempre acaba a sangre fría.
Yo soy Jorge Saldaña.
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