#4 Tiempos
El verano que pensé que sería divertido ver todos los estrenos del anime de la temporada – Parte 2 | Columna de Guille Carregha
CRITICACIONES
EL VERANO QUE PENSÉ QUE SERÍA DIVERTIDO VER TODOS LOS ESTRENOS DE ANIME DE LA TEMPORADA PERO QUE, PRONTO, ME DI CUENTA DE MI TREMENDO ERROR CUANDO VI LA CANTIDAD DE SERIES QUE SE ESTRENABAN ESTE MES Y LO COMPARÉ CON LA EXTREMADAMENTE LIMITADA CANTIDAD DE HORAS LIBRES QUE EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI ME PERMITE TENER TODOS LOS DÍAS – PARTE 2
- Failure Frame: I Became the Strongest and Annihilated Everything with Low-Level Spells (TRES EPISODIOS)
Continuando con la tradición japonesa de “si vamos a hacer un anime para adolescentes, lo mejor sería que lo escribiéramos como sui fuéramos esos mismos adolescentes”, Failure Frame se puede definir como la serie edgy de la temporada. Por un lado, tenemos el hecho de que ABSOLUTAMENTE TODOS los personajes (que no sean una angelical, pura y virginal princesa), son los seres humanos más desagradables y deshumanizados del universo. La historia comienza con un grupo de preparatorianos que incluyen tremendos personajes con personalidades tipo “abuso a las personas que considero inferiores – y todos son inferiores”, o “no participo en el abuso, pero me río mucho en público de él e insto a mis amigos a burlarse conmigo” o el clásico “como líder de grupo, te pido que cuando abuses así a los plebeyos, lo hagas con cuidado para no manchar mi uniforme de sangre”, siendo transportados a otro mundo because reasons. Y ya, ahí, se desenvuelve como otro isekai del montón. Que si el rey malvado, que si cada uno tiene habilidades especiales, que si es una fantasía medieval más. Pero la que los invoca es una diosa medio encuerada (porque, si no hay fan service obsceno, ¿cómo sabremos que es para adolescentes?) que da la pinta de ser la mala de al final. Y para terminar de construir el pastel de adolescencia extrema, el protagonista es un man que “sufre mucho en la vida porque decidió ser bueno, y eso le ha causado ser la burla de la sociedad”. Procede entonces a matar todo lo que se le ponga enfrente envenenándolo lentamente. Pero como es magia no es feo ni cruel, así que sí podemos amarle.
Si un chico de 12 años llegara a contarles esta misma historia, diciendo que la escribió en su libreta de matemáticas a mitad de la clase de cívica y ética porque se dio cuenta que el mundo es injusto… creo nadie se sorprendería.
Pero a mi sí me sorprende que en el año del señor 2024 algo así se produzca. Aunque, claramente, no tiene mucho presupuesto. Más de la mitad del runtime de los episodios está animado con un CGI horroroso que, quizá, se hubiera visto muy bonito en un juego de PS2 en 2004. Ahorita, la neta no.
- Senpai Is An Otokonoko (CUATRO EPISODIOS)
Otokonoko es como se le conoce a la “subcultura” de chicos heterosexuales a quienes les gusta ir vestidos de niñas bonitas. OBVIAMENTE, el internet está dale y dale y dale que esto quiere decir que el personaje mencionado en el título es, de a huevísimo, transgénero. Y, a menos que la serie misma dentro de los próximos episodios me diga que quien está mal soy yo, me parece que tenemos aquí otro caso de “la media literacy se fue de sabático, cariño”. A pesar de que la humanidad vive en un mundo donde TODO son matices grises y rara vez las cosas son o blancas o negras, la comunidad en línea se empeña en leer equivocadamente lo que se le presenta en su cara para demarcar su “ESTO ES ASÍ, PORQUE ESTÁ DE MODA EL TEMA Y CLARO QUE ES SOBRE ESTE TEMA QUE YO NO SUPE LEER BIEN, PERO CREO QUE SÍ LEÍ BIEN, Y YO ESTOY BIEN Y TÚ ESTÁS MAL”. Bueno, al menos la parte de esa comunidad que tiene la habilidad de gritar más fuerte. Aunque sean menos, se hacen notar más.
Fuera de esa situación del discourse que sucede en línea sobre esta serie mientras la gente normal sigue con su vida sin meterse a Twitter y siendo felices, ES OTRA COMEDIA ROMÁNTICA DE PREPARATORIA CON UN TWIST. Ya a estas alturas del consume de anime regular no sé si existen más isekais o comedias de estas. Y de todas formas me atraganto viendo regularmente series de estos géneros como si no supiera exactamente hacia dónde me va a llevar la historia. Tanto así que apenas llevamos un tercio de esta serie transmitido y ya me veo poniéndola en algún lugar del top 5. O del top 6. Depende cómo se porten los demás estrenos.
Lo interesante aquí, el twist, es que una chica se enamora del protagonista otokonoko pensando que es mujer, mientras que el mejor amigo del protagonista TAMBIÉN se enamora de él deseando que fuera mujer. Y se forma el triángulo amoroso, y todos súper amiguísimos, y una cátedra contundente de “la gente es bien rara siempre, pero cuando aceptas que todos son bien raros siempre, la vida es más sencilla para todos los involucrados”. El estilo de arte y diseño de personajes está OK. Sigue la línea de anime de los 2020s que ya a veces se traspapela entre todas las series haciendo que todos los personajes se vean iguales sin importar qué anime veas, pero al menos tienen la decencia de hacer énfasis en las versiones super deformadas de los personajes al momento de hacer chistes y darnos más variedad visual. La serie está enfocada en ser tierna tanto interna como externamente, es wholesome to the max, y, aunque no resalta por los diseños, se esfuerza mucho en hacer metáforas y explicar detalles del tema principal de “aceptar las diferencias” con pequeños elementos gráficos que funcionan de lujo y son fáciles de notar. Además, la verdad si está chistosa.
- Quality Assurance In Another World (CUATRO EPISODIOS)
Efectivamente. Como dice ahí en el título, esta es OTRO isekai más. Y a que no adivinan su setting. EFECTIVAMENTE. Un mundo de aventura medieval con tropos de juegos RPG. ¿CÓMO SUPIERON? Si es súper novedoso este concepto. No es como que se haya estado repitiendo este patrón desde 2012 o algo así.
Aunque, una vez asumida la situación de que nos están dando el mismo atole con el mismo dedo, solo que repintado para que no nos demos cuenta, esta serie sí se esfuerza en ser un poco menos predecible y genérica que su competencia. Para empezar, explícitamente nos hace saber que estamos en un juego. O sea, no es un mundo real en donde la gente vive así y mágicamente el prota tiene la capacidad de hackear la realidad con menús de inventario y magia como si fuera Final Fantasy IV. Aquí es explícito la idea de que es un video juego. Obviamente es de realidad virtual. Y, obviamente, los humanos están atrapados en el juego sin saber cómo salir de ahí. De nuevo, 2012 habló, dice que por favor ya no repitan tan descaradamente tropos de hace más de una década.
Lo que hace que Quality Assurance sea más rescatable es que el personaje principal
- No es un ente súper mega ultra poderoso con quien quieren acostarse todos los personajes femeninos en un instante
- Se trata de un individuo que tiene el trabajo de testear TODO el universo del juego para encontrar bugs y reportarlos ante los creadores del juego.
Ya. Con eso se separa de ser otro clon de Sword Art Online pero con algún diferenciador pitero para que creas que hay variedad de ideas en la industria del anime.
Fuera de la premisa, también puedo rescatar que el estilo de arte y el diseño de personajes son verdaderamente bonitos. Quien sea que esté detrás de esas decisiones se esforzó en hacer resaltar visualmente a esta serie de las demás. El lineart de la serie está hecho para que parezca hecho a mano con errores y variaciones de grosor, la paleta de colores no está tan chillante ni es el grisáseo cafesoso con azules fuertes que se usa normalmente en los isekais del montón; realmente se esfuerzan. En especial con el diseño de monstruos y creaturas. No se parecen a las creaturas que se compran en los asset packs de Steam para programar tu primer videojuego sin saber dibujar ni codificar. El hecho de que todo tenga un aire de influencia clara de The Legend of Zelda: Breath of the Wild es un plus gigantesco.
Y, además, la historia es relativamente novedosa. En vez de ser el misterio de “por qué no podemos salir del juego” u otra historia de juego de la muerte donde “si mueres en el juego mueres en la vida real”, la serie se quiere tomar en serio la existencia del mundo digital y sus NPCs. De hecho, se enfoca en pintar como entes desagradables a quienes abusan de los sistemas de juego para aparentar ser más fuertes y poderosos, convirtiéndose así en dictadores reales de un mundo de mentira. Es como una posición extraña para tomar en un anime de este tipo, sobre todo tomando en cuenta lo divertido que es modificar tus propias partidas e instalar la mayor cantidad de cheats posibles (siempre y cuando no sea un juego competitivo en línea), pero me intriga de qué manera van a convencer a la audiencia de que es malo jugar con entes creados por código.
*SUCEDE EL EPISODIO CUATRO*
¡Ah! ¡Ya entendí cómo!
*Se siente mal por instalar mods y matar a los NPCs cuando juega*
#4 Tiempos
¿Y si un día dicen que ya no hay abortos… porque los escondieron todos? | Columna de Ana G Silva
CORREDOR HUMANITARIO
Imaginemos que dentro de unos años, alguien desde el poder diga: “En San Luis Potosí ya ni se practican abortos, ¿para qué mantenerlo legal?” Esa frase, tan simplona como peligrosa, podría ser suficiente para justificar que se dé marcha atrás a un derecho conquistado a pulso. Y lo más grave es que, si revisamos los datos oficiales, el argumento ya estaría servido.
Porque según los Servicios de Salud del Estado, desde que se despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación, 132 mujeres han interrumpido su embarazo en San Luis Potosí. Pero —y aquí está la trampa— ninguna lo hizo por decisión propia. De acuerdo con las cifras, las 132 interrupciones fueron por motivos médicos. Cero voluntarias. Cero por libre elección.
Entonces, ¿qué nos están diciendo? ¿Que en todo un estado, con más de dos millones de mujeres, ni una sola decidió interrumpir su embarazo de forma voluntaria? ¿O que los hospitales y las instituciones están borrando esos datos, diluyéndolos entre diagnósticos clínicos para esconder una realidad incómoda?
Hace un año, San Luis Potosí celebraba lo que parecía un triunfo de la razón sobre el prejuicio: la despenalización del aborto. Hoy, ese avance empieza a parecerse a una mentira institucional. Porque si las cifras se maquillan, si la objeción de conciencia se convierte en excusa y si las mujeres siguen siendo rechazadas en hospitales, entonces el derecho a decidir se está convirtiendo en una simulación.
De los 107 puestos médicos en hospitales habilitados para practicar la ILE, uno de cada tres profesionales es objetor de conciencia. En Ciudad Valles, por ejemplo, 10 de 17 médicos y enfermeros se niegan a realizar el procedimiento. ¿Y qué pasa con las mujeres que viven en la Huasteca o en el Altiplano, donde no hay alternativas cercanas? ¿Qué pasa si una mujer llega al hospital de Valles, con doce semanas cumplidas, y le dicen que nadie puede atenderla porque todos son objetores ? Lo que pasa es que su derecho desaparece.
La colectiva ILE San Luis Potosí ha documentado estos casos, las negativas, la opacidad y la simulación. Han sido ellas —y muchas otras colectivas— quienes han tenido que acompañar a mujeres que, en teoría, ya no deberían estar suplicando por un derecho reconocido por la ley.
Y entonces hay que decirlo con claridad: un derecho que no se garantiza, es un derecho abolido en silencio. La resistencia institucional existe, y es tan sutil como efectiva: se disfraza de papeleo, de moral médica, de estadísticas convenientes. Pero su consecuencia es brutal: mujeres obligadas a continuar embarazos que no desean, porque el Estado decide mirar hacia otro lado.
San Luis Potosí tiene una ley que reconoce el derecho a decidir, pero no una estructura que lo haga realidad. Y si las autoridades siguen escondiendo las decisiones de las mujeres tras diagnósticos médicos, no solo están borrando datos: están borrando voces.
A un año de la despenalización, el aborto en San Luis Potosí sigue siendo un privilegio y no una garantía. Y si no se exige transparencia y acceso real, pronto podrían decirnos —con una sonrisa burocrática— que aquí ya nadie aborta. Y entonces, el silencio sería la excusa perfecta para volver atrás.
También lee: ¡Bienvenidos a la fiesta! Ponis cansados, gallos muertos y toros sangrando | Columna de Ana G Silva
#4 Tiempos
No serán de mi equipo | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Me agradan las personas que inspiran a escribir, aquellas que en medio de una charla sueltan una frase, un recuerdo o una anécdota que actúa como imán hacia otra memoria, y a partir de ahí dejan abierto el camino para un texto. Personas cuya sola presencia, cierta manera de ser o de estar, levanta un entusiasmo, aviva el carbón del espíritu. Es reconfortante rodearse de ellas y dejar que los encuentros transcurran como quien acumula horas de vuelo hacia destinos dorados.
Desdeño, en cambio, a los seres que traen tizne, que parecen no encajar con la belleza ni con las bondades del mundo. Truchas de ánimo encañado, bermejo, siempre al borde del desagrado. No diré que los abomino —sería exagerado—, ni que los quisiera lejos del continente, pero es evidente que nunca serán de mi equipo. Apenas figuran como personajes circunstanciales en el libreto de mi vida: los que callan cuando el resto entona Las mañanitas en una fiesta con vela encendida, los que permanecen inmóviles cuando uno les desea salud tras un estornudo, los que se mueven al ritmo de la conveniencia. No me cuadran, sencillamente.
Está bien tenerlos ahí, como recordatorio de lo que no hay que ser, e incluso como consuelo en las horas más bajas: uno puede mirarlos y pensar que, al menos, no se ha caído a tales niveles. Hablo de ciertos compinches del declive de la civilización: los locutores de voz impostada, los que confunden el énfasis con la elocuencia y la cursilería con la virtud. Titiriteros de esferas huecas, flautistas que conducen hacia la nada. Peor aún es toparlos fuera del micrófono, cuando usan las mismas inflexiones engolosinadas para pedir un kilo de arroz o contar que les duele una muela. Habría que estudiar la salud mental de quienes se dejan seducir por semejantes fachas.
Tampoco me fío de los que cruzan la calle con demasiada frivolidad, convencidos de que todo el tránsito debe detenerse por ellos. Se habla mucho —y con razón— de los malos automovilistas, sobre todo de esos que, viendo a un peatón cohibido, aceleran en vez de ceder el paso. Pero habría que alzar la voz también contra los malos caminantes, esos que avanzan sin cortesía, inconscientes de que estorban, y que parecen no percatarse de la lentitud que imponen a los demás.
La vida en sociedad implica coexistir con lo ingrato. Nosotros mismos, sin darnos cuenta, ocupamos esa posición para otros que cargan distintos marcos ideológicos o estéticos. Y, aun así, todo tiene límites. Los padres que dejan corretear a sus hijos en un restaurante sin reparar en el estruendo, o los que abren un producto en el supermercado antes de pagarlo y entregan a la cajera unas papas fritas a medio comer o un yogur ya vacío con el que se manchan los dedos… son gente que no entiende la cortesía y, por tanto, tampoco serán de mi equipo.
La desesperación es un punto de encuentro entre todos ellos, canalizada siempre del peor modo: sin preocuparse por los demás. Una de sus formas más puras es la de quienes tocan el timbre de una casa con violencia, como si el mundo les debiera atención inmediata. La mala educación se revela en esos detalles, igual que en la exhibición impudicia de los hombres que deambulan en camiseta sin mangas, como si sus bíceps y sobacos no fueran un espectáculo por los que uno quisiera echarlos directo a un trapiche. La proliferación de sujetos que salen en pijama a las calles es otro síntoma de esta deriva: una época que ha renunciado a la decencia, y a la que no pido mucho, salvo que se acerque unos centímetros al pudor.
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#4 Tiempos
La UASLP: el parte de guerra | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
No, no hubo ni habrá regreso a la normalidad. Eso sería imposible. Después de la guerra o se reconstruye, o se aprende a caminar sobre las ruinas. Tras las semanas de una batalla intensa se regresó a clase, se recuperaron los espacios y se apaciguaron los frentes, pero no, la UASLP y su historia ya se escriben en otro capítulo. La Universidad ya no es la misma.
El episodio del viernes 17 de octubre al lunes 3 de noviembre será la herida de guerra que se llevará en el rostro el doctor Zermeño no solo para los años que le restan al frente de la centenaria institución, sino para el resto de su vida.
Los tambores de guerra ya resonaban en algunos corazones azul dorados antes de la detonación del viernes 17. Son antecedentes que, aunque no lo parezcan, importan, y es que no todos los miembros del Consejo Directivo Universitario estaban de acuerdo con la diplomacia y prudencia (para algunos interpretada como tibieza y miedo) con la que el rector alertó de las consecuencias de un impago por parte de gobierno del estado.
El argumento de la inteligencia y altura institucional de Zermeño fue sólido para algunas alas del CDU sobre todo tras la advertencia precautoria respecto a que por ninguna cantidad, se pondría en riesgo la vida de algún miembro de la comunidad.
En Palacio de Gobierno coincidieron. No había necesidad de enfrentamiento callejero, ni se deseaba, no obstante las contradicciones empezaron a brotar. Una cosa era lo que le daban como argumento al gobernador y otra muy distinta lo que probaron públicamente los medios al tener a la mano el convenio entre el Gobierno del Estado y la Federación.
Por más vueltas que le dieron a la madeja discursiva el hilo se les atoró en el cuello y por fin se tuvo claro -lo que ya era claro- pero que se resistían en Palacio a aceptar: que su secretaria de Finanzas estuvo siempre equivocada, el convenio es inatacable, contundente en las fechas, explícito en las cantidades, y firmado a tiempo. A maromas, se llegó a la realidad.
Junto al gobernador, quien supo leer la circunstancia fue el secretario general de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, que llamó al equipo rectoril para comenzar el juego de a ver quién jalaba más la cuerda. El colmo de estos enfrentamientos fue cuando de emergencia se llamó a Zermeño una vez más a Palacio y le dieron la instrucción que, de los acuerdos, sería gobierno quien tomaría la palabra para hacerlo público.
Entre un vaivén de anuncios, y la decepción de algunos por interpretar que se cediera el control del tema al Palacio de Madero, al final no hubo mayor avance que el reconocimiento de la deuda en líquido, con retortijones discursivos que no faltaron.
Se juntaron los ingredientes: el jaloneo, un impulso latente de salir a las calles apenas contenido, el peso de una opinión pública que volteaba a ver como enemigo al gobierno por deudor y algunas salpicaduras de manifestación pública en Estomatología y Economía. Hubo condiciones, hubo antecedentes y vino la bomba: un detonante inesperado que cambió la narrativa.
Para el viernes 17 por la noche, el rector estaba enterado de un incidente grave y flojamente atendido: en las oficinas de la FUP en la Facultad de Derecho, tres amigos en la peda (porque eso eran) cometieron lo que se investiga como una violación que deberá investigarse y castigarse hasta las últimas consecuencias.
Entonces el escenario de la deuda dejó de tener espectadores. Fue un intermedio violento a una obra trágico dramática.
Los tambores de guerra se batieron, y es que (asunto que todavía no se explica quien esto escribe en más de 25 años de reportero…o mejor dicho sí me explico…) en media hora el expediente de una denuncia penal por violación llegó a dos redacciones, la del periódico Reforma y la del nuevo medio El Mañana de San Luis.
Lo ocurrido la tarde noche de ese viernes, entre chelas, churros, denuncia y su publicación, licuó todos los ingredientes para que se desatara un enojo contenido, y de lo que se alimentan las masas enardecidas es de tener un enemigo, aunque sea uno equivocado y así fue: en menos de lo que se destapa una cerveza, el enemigo no era gobierno ahorcándolos financieramente, sino la rectoría –esta y otras- a las que se les cobró la deuda profunda y dolorosa del acoso, del agravio añejo y nuevo contra sus alumnas, del inmenso rencor guardado en cientos de historias, todas repugnantes.
Con la venda en los ojos de la pena física, moral y emocional la turba se lanzó a las calles y con ello se abrió la ventana para los pescadores de agua turbia.
El rector tomó decisiones, y echó mano de lo que su autoridad le permite, pidió la renuncia del director de la Facultad de Derecho así como de la titular de la comisión que atiende esos casos, sin embargo no está entre sus facultades aprehender a presuntos violadores, tema estrictamente en manos de la Fiscalía.
Enviar ese mensaje costó algunos días. Si lo que los manifestantes exigían era la aprehensión del victimario, era a la fiscal a la que debieron exigirle pero no… para entonces (y tras una ausencia cuestionable del día de la crisis de Zermeño) ya se había metido Morena, ya se habían metido los porros del pasado a través de gorilas amaestrados y encapuchados “rompelotodo” que no responden a causas, respondieron al caos enfermizo de la cabeza de pseudo líderes que se creen todavía con feudos en la uni, y sí, también se metieron los grupos comandados por acomedidos, que sin mayor sustancia pensaron que harían un favor al gobernador generando desmanes.
Por la oficina del gobernador ni del secretario general no pasó ni se tomó una decisión violenta ni se fomentó la crisis. Al contrario, aunque eso no significa que se tomaron decisiones por la libre en otras oficinas de Palacio y que a nombre del mandatario se hayan liberado órdenes (asunto por demás grave).
Me atrevo a decir y sostener lo anterior porque el gobernador calcula, y si se mete en algo sabe por dónde salirse, es jugador de ajedrez con alma de tahúr: mide la jugada, pero lanza los dados.
Porque si desde Palacio de Gobierno se hubiera fraguado el asedio, los destrozos y la toma del Edificio Central, entonces hubieran tenido táctica, estrategia, una ruta de batalla, un segundo y tercer paso, pero no fue así.
Hacer enemigo público a Zermeño por ocurrencia es un asunto efímero, inútil y contraproducente para su gobierno con su discurso de paz y gobernabilidad, si a caso la afrenta entre rector y gobernador se hablaba en el idioma de tiempos y dinero, no de fuerza.
Pero con la crisis en las calles, las facultades tomadas y la información desarticulada, la única forma de reencauzar la narrativa y hacer que la turba estudiantil volteara a ver a la Fiscalía era anunciar que ya se había detenido al principal responsable.
Me consta que la UASLP tuvo la información sobre la aprehensión una noche antes, pero la desaprovechó y fue hasta el día siguiente que el gobernador la anunció muy temprano y con ello el panorama cambió.
(Cuestionable en cierta medida que el gobernador haya anunciado lo que le correspondía a la Fiscal, pero también es una prueba más de que el gobernador quería desactivar el conflicto y no fomentarlo)
El IFSE y otros personajes quisieron figurar aprovechando el conflicto, e incluso algunos medios dieron voz a personajes doloridos por su falta de pericia para hacer negocios. Todo eso fue pura paja y ganas de hacer el ridículo unos minutos.
Si gobierno (o mejor dicho los acomedidos del gobierno) no planearon el siguiente o los siguientes pasos, los arrimados de Morena (que no todo el partido, sino dos de sus integrantes más visibles), pues mucho menos. A los encapuchados porriles pues no se les puede pedir más, es suficiente darles su banana.
En adelante y por lo que responde a la universidad, hay que reconocer que se llevó todo el resto del parte de guerra y ganaron de todas, todas en el tablero instalado:
No se dejaron como Cuba, ni se agacharon a ningún imperio propio o externo. Resistieron como las viejas murallas y desplegaron estrategia, control de daños, y certezas.
Aunque muchos hubiéramos querido ver al rector Zermeño defender su castillo tomado, por suerte o estrategia evitó ser expulsado y exhibido públicamente y un día después de la tormenta salió de forma elegante, sin estridencias a hablarle a la sociedad y a su comunidad.
Se exhibió a los intrusos de los tres tipos, se blindó al alumnado con el uso de las credenciales, se hicieron acuerdos con cada facultad y de ahí se generó un documento público, salieron rápido a mostrar a una comunidad buena y resistente, bloquearon el flanqueo oportunista del IFSE al que volvieron a batear y por si fuera poco, gobierno les dio fecha de pago.
Hace mucho que no veía una operación así, con soldados que saben cuando sí y cuando no disparar.
¿Se llevaron una cicatriz en el rostro? Sí, pero de esas que dan honor. ¿Equivocaciones en el camino o de interpretaciones? También, pero nadie es perfecto y no es lo mismo ver los toros desde la barrera.
Si bien en términos de estrategia la UASLP pudo rehacerse y actuó con mayor habilidad, tras la tormenta no hay ganadores, ni perdedores, hay sobrevivientes, renacimiento y reconstrucciones.
Se le atribuye a Octavio Paz la frase “la muerte es la gran reconciliadora; todo lo que la vida separa, la muerte lo une” (muy acorde además a este mes de la celebración a la muerte).
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí, tuvo que morir un poco para renacer, los templos se reconstruyen. Solo así se logran nuevos acuerdos con su comunidad, solo así se curan las heridas del pasado y se pueden desprender de la idea de que son una isla.
La universidad debe aprovechar para replantearse y reconocer que necesita aliados, no solamente enemigos, y no por interés sino por generar comunidad, porque el conocimiento y la verdad no sirven si no están al servicio del crecimiento de toda la sociedad a la que se debe y al mismo tiempo pertenece.
La autonomía no los convierte en una isla y mejorar los puentes de comunicación con otras instituciones no los hace vulnerables. Son sólidos y ya lo demostraron. El rector y el gobernador no son rivales aunque insistan (o les hagan creer a uno y a otro) que deben usar sus trajes de villanos necios.
La Máxima Casa de Estudios existe y ha existido gracias a una relación simbiótica con la ciudad y con el Estado. No se entiende a la ciudad y al Estado sin la UASLP y viceversa.
La universidad sobrevivió a una tormenta perfecta, gobierno hizo lo suyo con las capacidades a su alcance, y la comunidad, como todo el que vuelve de la guerra, no es la misma, pero sigue de pie y respirando, están en clase, las actividades continúan y eso también es un modo de vencer.
Las preguntas que no se ha hecho y urge plantear son: ¿Cómo se evitará una situación similar, de presión económica, para los próximos meses entre gobierno y UASLP ? ¿En qué términos se firmará el convenio 2026 entre Federación y Estado? ¿Cómo se blindará la Universidad para que con los 4 mil millones de presupuesto con los que cuenta, pueda administrarse de forma tal que no tenga que estar en aprietos decembrinos ni tenga que estar rogando al Estado por la liberación de los recursos?
Por lo demás, (que no es lo de menos) en alivio y combate a los dolores y heridas profundas en materia de acoso y seguridad, además de todos los acuerdos ya tomados, ya están por arrancarse foros de consulta. Seguramente habrá buenos resultados, que siempre serán perfectibles. Lo que no se puede soslayar es que por más sólidos que sean, estarán a merced de la kriptonita de todas las normas: la imprevisible condición humana. Esa que nadie prevé, esa que detona un conflicto físico, simbólico, institucional, histórico y moral cualquier viernes por la tarde.
Jorge Saldaña.
BEMOLES
GALLARDO Y GALINDO
En otros temas y aprovechando la frase Octaviana pacezca, también tuvieron que morir un poco los egos y los ataques entre el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento capitalino. Ayer enviaron ambos mandatarios un mensaje de concordia en la sesión solemne de Cabildo a la que acudió el gobernador Gallardo. Ambos ganaron tiempo. Es muy temprano para autodestruirse.
¿LO TOPAS?
Pregunta para Carlos Arreola: ¿Quién es Luis Raúl Hernández Herrera?. Estaré muy al pendiente amigo porque ha despertado mi interés tanto el changuito como en su entrenador.
HALLAZGO
Para los muy interesados en los recursos propios de la UASLP, me encontré en la página de transparencia de la propia universidad, fechas, montos, cheques… También encontré que hay un despacho externo que los audita. Si los del IFSE gustan, les mando los links.
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