#4 Tiempos
Carta abierta al Lic. Zenón Santiago | Por León García Lam

Estimado Licenciado Santiago:
Es de conocimiento público que la administración Municipal de San Luis Potosí lo ha nombrado a usted como Director de Asuntos Indígenas. Aunque sé que lo que le pediré es difícil de aceptar, le escribo para que quede constancia de los sucesos y de los agravios cometidos contra las comunidades Mazahua, Mixteca Baja de San Luis Potosí y Triqui.
Dirigirme con usted tiene una doble ventaja porque es abogado y también originario teenek de Tancanhuitz de Santos, me parece que, de la comunidad de Xolol. Es decir, usted entiende de leyes y piensa como persona indígena. Me hubiera gustado haberlo conocido en otro contexto, de otra manera; en una fiesta comiendo un bolim y tomando un poquito de aguardiente. Espero que un día podamos hacerlo.
Usted, Lic. Zenón, sabe muy bien que los lafchik (los no-indígenas) son la población dominante de nuestro país. Ellos, aunque comen maíz, no entienden de los modos ni del pensamiento indígena; no saben nada del agua, ni de los aires, ni de las nubes, ni de las cuevas; aunque rezan no saben del poder que tienen los humos, ni del aguardiente; son como personas sin corazón. No tener corazón facilita mucho la tarea de la colonización: por eso, los lafchik piensan que lo mejor para las comunidades indígenas es que les (im)pongan un mega proyecto y les cuesta tanto entender que el corazón de una comunidad es su asamblea. Yo personalmente hablé con varios funcionarios de la actual administración, y créame no son simples lafchik, sino verdaderos teneklafchik (diablos), que están dispuestos a desconocer la ley y las pocas ventajas legales que tienen las poblaciones indígenas, con tal de no ceder ni un poquito el poder ni el control de sus puestos; a los lafchik les da pavor que los indígenas realmente puedan ejercer el presupuesto y el poder público mediante sus usos y costumbres.
Desde hace años que las comunidades Mazahua y Mixteca Baja de San Luis Potosí han luchado por sus derechos y reconocimientos. Todos los que hemos laborado en alguna institución pública hemos observado, a veces con coraje, ese esfuerzo que han hecho por hacerse reconocer, porque en ocasiones han tenido que recurrir a protestas y exigencias fuertes. Ellos han puesto en aprietos al Gobierno del Estado al no realizarles las debidas consultas como lo exige la ley. Asimismo, a la Administración Municipal anterior, le hicieron notar a través de una recomendación de la CEDH que se ha violado su derecho al agua y a los servicios municipales mínimos. Es cierto, que no han sido personajes cómodos para las instancias gubernamentales, especialmente para el Instituto para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (INDEPI), ni para el Gobernador, ni para los últimos presidentes municipales. Pero tienen razón: sus derechos no pueden negociarse y los derechos no se piden, se ejercen.
Como abogado que es, Lic. Zenón, usted sabe que, en el Libro de Gobierno, en El Padrón de Comunidades Indígenas, en donde están reconocidas las comunidades indígenas de los municipios del Estado, la ciudad capital de San Luis Potosí registra tres comunidades indígenas (Mazahua, Mixteca Baja de San Luis Potosí y Triqui), cada una pertenece a un pueblo originario distinto (Mazahua, Mixteco y Triqui). De acuerdo con el derecho, el Municipio está obligado a consultar a estas tres comunidades (y solo a estas tres). Usted sabe que los nahuas, los teenek, los pames, ni mucho menos los supuestos guachichiles tienen derechos colectivos en nuestro municipio, porque no hay comunidades así reconocidas. En su caso, Lic. Zenón usted es una persona indígena, cuyos derechos colectivos se encuentran a salvo, en su comunidad de origen –en donde existe una asamblea indígena que, regida por sus usos y costumbres, lo reconoce a usted como parte de ella- y aquí, de lo que hablamos es de eso: derechos colectivos, no individuales. Estoy seguro, que usted entiende perfectamente de lo que se trata este asunto.
Quiero comentarle, que no son nuevas las triquiñuelas que usan los lafchik para no reconocer los derechos de los pueblos indígenas: usan indígenas contra indígenas; aprovechan los conflictos internos para dividir a las comunidades; les otorgan pírricos privilegios a unos para aplastar a otros y estoy seguro que, ni a usted, ni a sus ancestros les da orgullo ser parte de la discriminación indígena. Acuérdese de sus abuelos y de sus ancestros siendo discriminados por los lafchik y en esa discriminación hubo apoyo de otros indígenas. Recuerde Lic. Zenón que la historia pone a cada quien en su lugar y no será tarde cuando estos acontecimientos se coloquen en la historia de las luchas indígenas de San Luis Potosí, y piense en qué lugar quiere estar usted. Como el indígena que le engordó el caldo a los funcionarios racistas o como el indígena que siendo abogado coadyuvó a que las comunidades indígenas de San Luis Potosí, lograran el ejercicio de sus derechos.
Le exhorto, Lic. Zenón, a que reflexione el papel que juega usted en esta trama; a que nos ayude a fortalecer el proceso de consulta que es la única arma con la que cuentan las comunidades indígenas del Estado y del país; lo invito a que nos ayude a reponer todo el proceso, y si usted tiene un liderazgo con el resto de personas indígenas que viven y conviven aquí en nuestro municipio, a sumarse a la lucha de las demás comunidades, no a estar en contra de ellas.
Hoy 29 de noviembre, día de San Andrés Apóstol, día del Santo Patrono de la comunidad Mixteca Baja de San Luis Potosí, y día que se regresan los difuntos a su morada.
In jalvil tu tenek k’uat ti viayal tajvilaf. xi xo y t’ajal netz ka vialmé!
Atentamente
Dr. León García Lam
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#4 Tiempos
Las dos mujeres de Truman. Palabras con cicuta
Apuntes
Hay autores que escriben un solo amor con distintos nombres. Truman Capote lo hizo con los de Nancy Clutter y Holly Golightly: la muchacha asesinada y la mujer que huye. Dos rostros de la misma herida.
Nancy era todo lo que el mundo aprueba: pureza, promesa, familia. Una adolescente que hacía listas, organizaba fiestas y creía que el bien era una costumbre diaria. Holly, en cambio, era todo lo que el mundo juzga: libre, contradictoria, caprichosa, superviviente. Todo sinónimo de “libre y espontánea”.
Ambas están solas frente a una sociedad que las define, una desde la muerte y otra desde el deseo.
Yo creo que Capote estuvo enamorado de una mujer que fue las dos. Una que lo deslumbró por su bondad y lo desarmó por su caos. En Nancy encontró la integridad que él nunca tuvo; en Holly, la libertad que siempre le fue negada. Una mujer que cocinaba con delantal los domingos, pero que podía desaparecer una semana sin explicar por qué. La amaba por lo que lo salvaba y por lo que lo destruía.
En A sangre fría, Capote mira a Nancy como si aún pudiera rescatarla. La describe con ternura casi maternal, pero también con una envidia melancólica: ella no sabía lo que era la vergüenza ni el exceso. En Desayuno en Tiffany’s, en cambio, elige no salvar a Holly. La deja ir. Le permite el privilegio que Nancy nunca tuvo: seguir viva aunque nadie la entienda.
Quizá esa fue la forma en que Truman se reconcilió con su propia culpa. Escribir a la que murió como víctima y a la que se fue como promesa. Una purificada por la muerte, la otra condenada a vivir
. Entre ambas, Capote puso su propia alma: la de un niño que soñaba con el orden de Nancy y despertaba con el desorden de Holly.No se puede amar a dos mujeres tan distintas sin romperse un poco. Pero Capote lo hizo. Amó la pureza que se deja matar y la libertad que se mata sola.
Y quizá, como tantos de nosotros, entendió demasiado tarde que una y otra eran la misma. Que la vida te puede matar por ser buena o por querer ser libre. Y que entre esas dos muertes —la literal y la simbólica— se esconde el precio de vivir como uno quiere.
Punto.
Y aquí estoy yo, leyendo a Truman y sintiendo que me contó la historia antes de que ocurriera. Porque yo también quise que Holly fuera Nancy: que se quedara, que colgara su vestido brillante y se sentara a esperar el desayuno. Pero ella eligió la noche, otro hombre, otra ciudad.
Yo sigo aquí, recogiendo los platos, preguntándome si alguna vez alguien puede amar a una mujer así sin terminar escribiendo sobre su ausencia.
Quizá eso somos los que escribimos: los que convertimos el abandono en literatura.
Los que seguimos hablando con las Holly que quisimos que fueran Nancy, aun sabiendo que la vida —como en Capote— siempre acaba a sangre fría.
Yo soy Jorge Saldaña.
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#4 Tiempos
Antonio Castro Leal, su papel por la autonomía universitaria | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En los movimientos y propuestas por la autonomía universitaria en el país, son varios los potosinos que figuran como pioneros, algunos no muy mencionados en este proceso. Entre estas figuras encontramos a Valentín Gama y Cruz, Rafael Nieto Compeán, Manuel Nava Martínez y Antonio Castro Leal quien estaría involucrado en los dos más importantes movimientos por la autonomía universitaria, el caso potosino y el de la universidad nacional.
Antonio Castro leal, abogado de formación y literato por vocación nació en San Luis Potosí en la última década del siglo XIX, el 2 de abril de 1896 y como varios potosinos iría a la Ciudad de México a continuar sus estudios a principios del siglo XX, donde fincaría su formación intelectual en la Escuela Nacional Preparatoria adquiriendo una formación humanística que guiaría su vida profesional. Fue uno de los fundadores del proyecto conocido como Ateneo de la Juventud y la fundación de la Preparatoria Libre.
Ingresa a la Escuela Nacional de Jurisprudencia y cofundaría la Sociedad de Conferencias y Conciertos en 1916, a cuyos siete fundadores se les llamaría “los siete sabios”, junto a Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín, Teófilo Olea y Leyva, Jesús Moreno Baca, Alfonso Caso y Alberto Vázquez del Mercado. “Los siete sabios”, nombre que nació mas en tono de burla que de reconocimiento, se caracterizaban por ser un grupo lleno de inquietudes culturales y políticas, aficionados a la música, la literatura y cultura en general; jóvenes precoces de 19 y 20 años de edad que ya eran profesores universitarios.
El papel pionero de Valentín Gama, por la autonomía universitaria cuando asumió el rectorado de la entonces Universidad Nacional de México, ya lo hemos tratado en esta columna, pero por aquella época revolucionaria Antonio Castro Leal, figuraría entre los primeros mexicanos que impulsarían los proyectos de autonomía universitaria.
Su interés político se manifestaría en 1917, cuando con sus compañeros universitarios que integraban “los siete sabios” extendieron al Congreso de la Unión la primera solicitud de autonomía universitaria, como protesta ante la Constitución de ese año, que suprimía a la Secretaría de Educación Pública creando a cambio un Departamento Universitario que el Senado integró a la Secretaría de Gobernación; determinación que molestó a estudiantes y profesores y como parte de la protesta, Castro Leal y sus amigos de los siete sabios enviaban la solicitud de autonomía universitaria al Congreso de la Unión, de la cual nunca hubo respuesta.
Años después, Antonio Castro Leal, sería rector de la Universidad Nacional de México, siendo el segundo potosino en ocupar ese puesto y durante su rectorado se conseguiría como un gran triunfo histórico la autonomía universitaria transformándose la Universidad Nacional en Universidad Nacional Autónoma de México. Por ese entonces la autonomía de la universidad potosina, que se considera la primera a nivel nacional en haber obtenido ese carácter con la iniciativa de Rafael Nieto, le había sido retirada y la recuperaría en parcialmente en 1935 siendo gobernador Idelfonso Turrubiartes. La completa autonomía y formación estructural académica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la lograría el Dr. Manuel Nava con el apoyo del gobernador Ismael Salas en la década de los cincuenta del siglo XX, como apuntamos en la entrega anterior de esta columna. En este movimiento académico en San Luis, estaría participando de manera indirecta también Antonio Castro Leal como miembro de la Academia Potosina de Ciencias y Artes que impulsó el movimiento renovador de alta cultura que incidió en la moderna formación de la UASLP.
Antonio Castro Leal obtuvo los grados de licenciado y doctor en derecho por la UNAM y doctor en filosofía por la Universidad Georgetown en Washington, Estados Unidos. Durante algún tiempo se dedicó a la docencia como actividad principal dictando cátedra de literatura en la Escuela de Altos Estudios, en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, también impartió la cátedra de derecho internacional en la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
Su papel en las instituciones educativas y culturales mexicanas fue muy importante teniendo un destacado papel protagónico, entre ellas la dirección del Instituto Nacional de Bellas Artes, entre muchas otras.
Su actividad literaria, otra de sus pasiones, la inicia en 1914 distinguiéndose como escritor, ensayista y crítico de las letras mexicanas. Escribió poesía usando el pseudónimo de “Miguel Potosí”. Castro Leal es uno de los muchos potosinos que escribieron su historia en el mundo de las letras y que figura como un protagonista por la autonomía universitaria en el país.
Antonio Castro Leal murió en la Ciudad de México el 7 de enero de 1981.
También lee: Manuel Nava, médico, humanista impulsor de la autonomía universitaria | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
Siempre Autónoma… ¿o hasta la victoria siempre?
APUNTES
Así “sin querer queriendo” me encontré una película que para mí es fabulosa: “13 días”. John Efe, era encantador… Fidel, un hombre que jamás se hincó ante el “imperio” mmmm… ¿De qué lado están ustedes? ¿“Team Fidel, que no se rinde pero tampoco se alinea”, o “Team John”?
La UASLP es como la Cuba de Fidel: No, ¿cómo cree presidente? Nosotros no tenemos nada en su contra, pero pues la hermana República de Rusia nos regaló unos misiles… ¿Qué haría usted?
Presidente… nuestra patria es autónoma, libre, independiente… no se meta, pero queremos el mismo derecho que usted a meternos en lo que nos dé la gana y golpearlo a contentillo… métase cuando a nosotros nos convenga… es nuestro derecho y hasta deber.
Presidente: vamos a lanzar nuestros misiles, pero no queremos hacerles daño… solo que usted nos hace daño y nos comportamos IGUAL que usted.
¿Autonomía? Claro. Que hermosa palabra. Caperucita pudo ser la más puta con el lobo, pero… fue decisión de ella (muy autónoma) señalar a quien ella consideró culpable… y mataron al lobo.
Deme una salida, presidente…
— Ok.
Eres a partir de hoy, autónomo. Pero bloqueado. Aceptas lo que te diga, pero dirás que no aceptaste. Hablo yo. No tú
… y te tienes que agachar, aunque tú tengas los misiles.
—Ganamos.
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña
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