#4 Tiempos
Campañas calurosas | Apuntes de Jorge Saldaña
APUNTES
De acuerdo al juego de la lotería, ¿qué tan pobres debemos ser los mexicanos para que nos den semejante y despiadada cobija?
Hijos de “cuando calienta el sol aquí en la plaza”: Es viernes de festejar a las que nos dieron su vida su amor y su espacio, como diría la clásica melodía diezdemayera, pero también es viernes de apuntes que se entregan ahora, justo cuando ya bajó el sol.
Esta entrega, si me lo permite usted, esta integrada por seminotas o “semitonos”… por Bemoles, pues. Para poder abordar temas variados, como canasta de taquitos en sudor: hay de todo.
Viene Claudia Sheinbaum
En exclusiva le adelantamos que la aspirante a la presidencia por Morena vendrá la capital potosina entre el 15 y 25 de mayo como parte de su gira de cierres de campaña.
Muy probablemente el escenario para su masivo sea el estadio 20 de Noviembre (al que habrá que valorar minuciosamente por la seguridad tanto de la aspirante como de los 15 mil asistentes que se esperan). Esta será muy seguramente la última vez que pise SLP en su calidad de candidata, y será ocasión para que sus aliados candidatos, tanto verdes como guindas, se comporten a la altura porque tendrán que compartir evento tanto los que van juntos, como los que no van revueltos.
Encuestas
Respecto a las preferencias electorales al Senado de la República, estos días circularon dos encuestas, la del periódico Reforma, que fue la que tuvo mayor penetración, y la de Arias y asociados.
La primera coloca al Partido Verde, con una ventaja de casi 20 puntos respecto de la formula de la alianza PRIAN, misma que está empatada según el estudio, con la fórmula de Morena. Lejos el PT.
Otra encuesta que circuló fue la de Arias y asociados, en la que también ponen un primer lugar al Verde, en segundo al PRIAN y en tercero, pero con una marcada diferencia, a la fórmula de Morena.
Hay que destacar en el análisis de estos ejercicios demoscópicos que la fórmula verde de Ruth y Gilberto comenzó esta carrera en tercer sitio, y que por cada punto que perdió la fórmula de Morena, de Rita y Nacho, como la de Verónica y Jaime, fueron los mismos que ganaron los del verde, que remontaron y aplicaron aquel viejo adagio “Caballo que alcanza gana”.
Para este caso, ya el caballo los alcanzó y los rebasó por casi 20 puntos. Al menos en este momento.
Pero… no solo de encuestas vive el hombre.
Y es que hay que recordar que la movilización que los políticos llaman del “día D” también cuenta (cuánta soberbia como para comparar una elección al desembarco del 44, pero bueno)
Lo mismo que la suerte que han corrido algunos candidatos a alcaldes y diputados locales, que han dado la sorpresa y que están moviendo las preferencias.
En todo caso, y desde la humilde opinión de este espacio, la elección del senado se convertirá en una de tercios, y es justo ahí donde se encuentra la apuesta más grande y que explico en el siguiente Bemol:
“No es lo mismo me río en el baño, que me baño en el río”.
Hay que revisar el lugar donde se esconde el diablo, es decir, los detalles: no es lo mismo que llegue al senado en primer lugar la fórmula del Verde a que llegue en primer lugar Morena, aunque ambos sean aliados de Sheinbaum.
Tampoco es lo mismo que la mayor cantidad de votos que se aporten para la candidata presidencial sean del Verde, a que sean de Morena.
Este par de “pequeños detalles” alteran tableros tiros largos de frente al próximo sexenio federal y por supuesto, rumbo a la elección del 2027 en San Luis Potosí.
Aunque el Plan C sea un éxito, serán ese par de consideraciones, las que definan en la realidad “quién ganó” en San Luis.
¿Y Verónica Rodríguez?
Aunque lo niegue tres veces antes de que cante el gallo de la pasión, o digan una y mil veces una verdad a medias, la realidad es que la candidata, mi amiga, y su supuesto (subrayado y con negritas) “enemigo” Xavier Azuara, saben perfectamente que la asamblea permanente del PAN del 22 de enero, fue un tremendo desastre, y que ella ni siquiera fue votada por sus compañeros panistas.
Pero sobre todo, saben que tarde o temprano el CEN nacional o local, tendrá que entregar por una u otra vía el acta en la que consta que David Azuara fue vencido por Santiago Zamanillo y que en el caso del Senado, se burlaron los derechos de una empresaria, Imelda Martínez, a la que invitaron para simular una cuota ciudadana.
Al final de cuentas, seguramente repondrán el proceso y seguirán siendo candidatos tanto Vero como David (si es que no antes el tribunal de la sala de MTY los tumba) pero ¿a qué precio? ¿Será que se prefiere ganar a pesar de lo que sea, a perder con dignidad?
Con claridad hay que decir que el asunto no está cerrado y que la fórmula sigue en la jugada.
Superar el empate técnico con Morena es su misión en estos últimos 20 días de campaña, y convertirse en primera minoría (que es como ganar perdiendo) es el único escenario en el que Verónica Rodríguez podría asegurar su escaño en el senado. Ya veremos si Morena se deja. Hay que recordar aquel refrán: “lo que mal empieza, mal acaba”
Morales
Paseando por el muy seco parque de Morales se me ocurrió que una estrategia retorcida para polarizar, apretar los números, influir en la percepción, abrir la caja de Pandora de las especulaciones y sacar taco de raja política electoral, sería la de ocasionar un escenario de enfrentamiento abierto entre el gobierno estatal y el gobierno municipal (el de Galindo con licencia, no con el de Daniela que es de “te lo encargo tantito”)
Lo que no se me ocurrió, ni me pude contestar es ¿a quién beneficiaria dicho enfrentamiento y como para qué?
Yo creo que ni Ricardo el gobernador, ni Galindo el alcalde con licencia, tienen ni tiempo ni ganas de distraerse en afrentas o infiernillos de caja de cerillos.
Más paseo
En el mismo paseo, pero ya rumbo a la colonia Polanco (como por Nereo Rodríguez Barragán) también se me ocurrió en contraparte, que la elección podría cambiar de matiz y de rumbo, si se deja ver la posibilidad, real o ficticia, de un rompimiento entre el grupo de Sonia con el grupo del partido que la propone.
Lo bueno que ninguno de los escenarios fueron reales. Prometo ya no pasear tanto y ponerme a trabajar.
Para terminar, una duda:
¿Por qué razón se cambió al suplente del candidato al V distrito federal, Daniel Guillén?
Desde hace unos pocos días, su nuevo suplente es Eloy Franklin Sarabia, actual dirigente del partido que, por cierto, tiene un gusto exquisito en el uso de sus calcetines.
Si alguien sabe la respuesta, que me la diga.
Hasta la próxima mi muy querido y Culto Público.
Jorge Saldaña.
También lee: Agua de limón, de jamaica y Claudia Sheinbaum | Crónica de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
Fantasmas y oportunidad | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Este domingo San Luis abre el Alfonso Lastras frente a Tijuana, y no es un choque cualquiera, para los potosinos es una prueba de carácter, de identidad, de si realmente están vivos en este torneo o sólo repitiendo errores bajo otro sol. Para Tijuana, la visita es de las incómodas, estos partidos lejos de casa suelen desnudar sus fisuras, y enfrente estará un equipo que ya aprendió a morder cuando tiene que hacerlo.
San Luis llega golpeado por la irregularidad. Ha ganado partidos fuera de casa, pero también ha perdido otros en los que se dejó intimidar por rivales que no parecían tener mucho; juegos en los que el pulso se va, la concentración se diluye y los goles encajados parecen inevitables. Esa vulnerabilidad ha sido la constante, una defensa que tiembla, un mediocampo que se pierde cuando faltan ideas y delanteros que dependen demasiado de la inspiración aislada o del error ajeno.
Tijuana, por su parte, no es un paseo. Ha mostrado destellos de buen fútbol, ha sumado resultados decentes, pero también ha dejado ver que le cuesta imponerse fuera de casa cuando el rival presiona alto o lo obliga a construir desde atrás. Su equilibrio se tambalea si el marcador no le favorece pronto, y su carácter depende mucho de momentos puntuales de inspiración.
El historial entre ambos juega en favor de los fronterizos: más victorias, más empates, pocas derrotas. San Luis ha ganado escasas veces contra Tijuana, tanto de local como visitante, y eso pesa no sólo en la estadística, sino en la mente. Saber que enfrente hay un rival que te ha dominado más veces de las que quisieras recordar añade presión extra, obliga a estar mejor preparado, más concentrado y sin margen para regalar minutos.
La noticia que sacude el ambiente es el regreso de Vitinho al Alfonso Lastras. El brasileño, que dejó huella en San Luis por su desparpajo y verticalidad, vuelve ahora vestido de visitante. Su sola presencia añade una dosis de morbo, la afición potosina lo recuerda como una chispa capaz de encender partidos en segundos, y este domingo podría ser precisamente la amenaza que complique al equipo que alguna vez lo arropó. Su regreso no es un detalle menor, es un recordatorio de lo que San Luis tuvo y dejó ir.
Y la urgencia se siente en la grada, los aficionados ya no apuestan por promesas, quieren resultados. Si San Luis no se aferra a la localía, no sale con intensidad y no demuestra identidad desde el primer minuto, este partido puede volverse otro de esos en los que la ilusión apareció en la previa, pero el gol nunca llegó, o llegó demasiado tarde.
Este domingo no sólo se juega un partido, también se reencuentran viejos fantasmas. Si San Luis logra que la vuelta de Vitinho sea anécdota y no sentencia, tendrá mucho ganado. Pero si se deja arrastrar por la nostalgia y la fragilidad que lo persigue, Tijuana podría salir de nuevo airoso del Lastras. La diferencia entre fiesta y tormenta se definirá en noventa minutos.
También lee: El eterno | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
#4 Tiempos
De conformidad con Armani | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Le debo mucho a personas de las que ni siquiera recuerdo el nombre. Hace quince, quizá veinte años, leí un artículo sobre Giorgio Armani en una revista de la que no retengo ni el título ni el autor. Lo único que llevo clavado en el pecho es el párrafo inicial que aún conservo como recorte y que cada tanto acude a mi memoria por dejarme una lección sencilla e invaluable: la de resistir.
El texto decía:
Cuarenta y tantos años y te va… «bien». Ese sentimiento es tan común para muchos hombres. Es una sensación que les da escalofríos en el alma cuando se ven al espejo, porque es el momento en que se dan cuenta de que deben guardar en un cajón sus antiguas ambiciones juveniles. Es la hora de conformarse con lo que se tiene.
Pero Armani decidió que no se conformaría. En julio de 1975…
Es lo único que tengo de aquel artículo, y ha sido suficiente. Ahí estaba lo esencial: no renunciar a los ideales. El autor evocaba el carácter de Armani, esa estrella tardía que rozaba los cuarenta mientras seguía a la sombra; trazando para Cerruti, elogiado a medias, con algunos cumplidos y atenciones, aunque bajo el nombre de otro. Condenado al taller ajeno y volver vacío a casa.
Muchos habrían sido felices con lo que Armani tenía por entonces. No estaba nada mal. Una profesión estable, buena paga, un lugar en la industria, sin riesgos, cierta tranquilidad. Sé feliz con tu trabajo. Si se lo proponía, podría llevar una vida manejable, moderadamente satisfactoria.
Pero para los espíritus de primera línea la conformidad es intolerable. Armani sabía que dentro de sí había algo más, y se decidió a buscarlo. Tuvo la fortuna de un fino soporte: su querido Sergio Galeotti. Los primeros pasos de un visionario precisan de alguna confirmación, un guiño que eche para adelante en tiempos de flaqueza. Galeotti representó eso para él.
Al cabo de un tiempo, ese hombre que parecía llegar tarde acabó por adelantarse a todos. Armani se convirtió en el diseñador italiano más famoso de su época, un emblema del estilo europeo. También un magnate y un símbolo. Su apellido se volvió sinónimo de calidad y seducción.
Mucho aprendí de aquel ejemplo. Un volantazo siempre es posible, incluso cuando el calendario insiste en dictar lo contrario, por mucho que las circunstancias se empeñen a adjudicar espacio en un rincón. He vuelto a esas líneas en mis horas de duda para recordarme que no hay límite de edad para dar la batalla, y que nadie la dará por nosotros. Después he encontrado historias semejantes, de hombres y mujeres que, en sus cuarenta, cincuenta, setenta o más allá decidieron no resignarse y se levantaron de la mesa para reclamar lo que aún podían ser, imponiéndose ante un pa norama sin emoción.
De Armani supe más tarde otras cosas. Cada que me adentraba venía mayor fascinación. Trazó para mí un ideal: ir arreglado y rodeado de bellas mujeres. Morir entonces con lentitud, con la gracia de una hoja que cae en una danza admirable. Su apego a la limpieza, heredado de su madre (desde niño tuvo un paño entre las manos para borrar lo que está mal con el mundo); su capacidad de desprenderse de lo que sobra, de lo chillón, de lo que hace ruido. «Hay que descartar todo lo demasiado llamativo», repetía, «y buscar algo más sutil, más silencioso». Así eran sus trajes, bondadosos en su ligereza, como una segunda piel que no aplastaba a quien la vestía. Supo que la comodidad era una expresión de la libertad. Las tres camisas que llevaba en la maleta.
El tono de su piel recordaba a la pulpa de una naranja madura recién abierta, un resplandor cítrico rodeado siempre de gente guapa, como si la belleza tuviera que escoltarlo. Acqua di Giò fue el primer perfume que convirtió en universal lo exclusivo. Alberto Morillas atrapó en un frasco la luz de un mediodía frente al mar, y Armani supo reducirlo en una frase: lo más importante es ser normal.
Él y sus modelos eran un brillo en medio de la decadencia de la civilización, un lujo popular que los pasajeros de un autobús vislumbraban al pasar frente a un anuncio o al mirar una película de Richard Gere. Supo ser el verano en una piscina, un yate cargado de aceitunas y también un rascacielos con pisos de mármol. Como revés a un verso de aquel poema español del siglo XV «Edechas a la muerte de Guillén Peraza», con Armani no se veían pesares, sino placeres.
Los maniquíes sueñan con portar piezas de Armani y ser acomodados por él en un escaparate, con la calma de un pintor impresionista. Diseños que juegan con los ojos, el anhelado capricho de llevar sus telas, que al final él resumía en su atuendo ligero, camiseta, pantalón, chaqueta, el peinado echado para atrás y esa sonrisa simétrica, flecha del estilo que entra por las fosas nasales. Gracias sus propuestas más de uno se animó a ser un yuppie es vez de caer en las sucias garras del jipismo.
En el delirio de mis comparaciones, pensaba en cierto diseñador estadounidense de cara atomizada como una extensión de Burger King, ahí donde Armani era una vuelta al Mediterráneo. Como Giorgio, desprecio a la gente que se aprovecha de la ingenuidad de la gente para alcanzar el éxito o, en última instancia, llegar al poder.
El mundo bien pueda dividirse en conformistas e inconformes. Los primeros se abandonan al asiento torcido de la rutina en cuanto les parece tolerable (y no les va tan mal); los segundos viven con el aguijón de no estar nunca en su sitio, y por eso se levantan y vuelven a intentarlo en su despecho. No siempre logran lo que persiguen, pero su combate en sí mismo ya es una inspiración. Giorgio Armani contaba que el mayor legado de sus padres fue un «sentido de dignidad», junto con la tenacidad y fortaleza mental suficiente para resistir en los momentos difíciles. Ropajes aparte, la historia de aquel hombre que, cumplidos los cuarenta, se lanzó a por todas, constituye un regalo de buen moño para quienes aún creemos que nunca es tarde para empezar de nuevo.
Contacto
Correo: yomiss@gmail.com
Twitter: @Bigmaud
También lee: Personas como espejos | Columna de Carlos López Medrano
#4 Tiempos
Gustavo López, presentación de su libro He aquí al hombre | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Una introspección reconstruyendo su propia génesis a través de la palabra Gustavo López Hernández escribe He aquí al hombre, su libro de poemas que recorre sus sentimientos forjados a lo largo de su vida artística y cotidiana. Si el designio del cometa es el regreso el designio de Gustavo López es transcurrir. Transcurrir que describe en su libro, si bien personal, de gozo universal, pues su palabra se disfruta y nos hace reflexionar sobre nuestro propio transcurrir.
Su libro He aquí el hombre, será presentado en la librería Gandhi que se encuentra en el edificio Ipiña en Plaza de Fundadores, el día 12 de septiembre en punto de las seis de la tarde, contando con la participación de la poetiza Fabiola Amaro y un servidor.
Gustavo López es un referente en la música popular mexicana y en especial la denominada folclórica, que tuvo su momento de brillantez en los setenta y ochenta en ese México que se apuraba en formar músicos y cantantes que rescataran nuestras raíces musicales y dieran frescura con nuevas obras a ese arte lirico que mezcla la música y la palabra.
López Hernández participó en la formación de ese tipo de grupos musicales, como el caso del grupo “CADE” que difundía el folklor mexicano y a experimentar con composiciones que mezclan ese folklor con otros elementos musicales. Funda, en compañía de otros jóvenes el Centro para el Estudio del Folklor Latinoamericano (CEFOL). Este Centro fue el crisol en la formación de compositores interpretes y músicos que refrescaron el ambiente musical mexicano. Figuras como Eugenia León, Marcial Alejandro, Guadalupe Pineda, Roberto Morales, entre muchos otros, emergieron de ese Centro.
Gustavo López lleva en la sangre la vena musical de su tierra juchiteca donde nació y de donde fue a la ciudad de México a fincar su formación. Estudiando la preparatoria y posteriormente Letras Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, estudios que combinaba con los de música, haciendo algunos estudios en la Escuela Superior de Música.
El célebre grupo de música folclórica latinoamericana, Los Folkloristas, lo tuvo como uno de sus miembros desde 1978 y hasta 1982. Desde entonces se le conoce como un compositor cuyas obras han sido estrenadas en los mejores escenarios mexicanos y sus canciones se han convertido en refrentes de la nueva música mexicana.
Como artista, también ha incursionado con éxito en la pintura, donde su obra se ha presentado en exposiciones individuales y colectivas en Oaxaca y Ciudad de México, así como fuera del país como fue su exposición en Puerto Rico.
Su impronta en la cultura de su estado ha quedado, además de su trabajo musical y pictórico, en la ilustración y creación de obra en el libro Oaxaca Recóndita de Wilfrido C. Cruz que editara el Instituto de Educación Pública de Oaxaca.
En agosto de 2024 publica su primer poemario He Aquí al Hombre, bajo el sello de Laberinto Ediciones, el cual ha estado promocionando en diversas sedes del país, y que ahora llega a San Luis Potosí, con la presentación del libro el viernes 12 de septiembre a las 18:00 horas en la librería Gandhi de Plaza de las Fundadores.
También lee: José Rafael Campoy padre del pensamiento moderno mexicano | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
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