agosto 16, 2025

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Amos Oz contra el fanatismo | Columna de Carlos López Medrano

Publicado hace

el

Mejor dormir

 

Amos Oz fue uno de esos escritores que hasta el final lucharon por convicciones morales acordes a la turbulencia de su época. Ya fuera a través de sus obras de ficción, sus ensayos o sus apariciones en la arena pública, fue alguien preocupado por los conflictos que acechaban en distintos flancos, en especial lo que concernía a la religión, la historia y las disputas entre colectividades.

El escritor israelí dejó varias lecciones para la posteridad, quizá la más importante de ellas tenía que ver con su estudio del fanatismo, ese veneno que inunda mentes hasta marchitarlas. Solía decir que se trataba de la peor epidemia del siglo XX… y más allá. Según sus propias palabras, el fanatismo antecedía a las religiones y era prácticamente un gen defectuoso en la naturaleza de los seres humanos.

En el libro “Contra el fanatismo”, una lectura imprescindible que debería repartirse masivamente en todos los idiomas, Amos Oz decía que la semilla del fanatismo provenía de una actitud de superioridad moral que cerraba de lleno al involucrado a entender otras posturas. Con frecuencia, aseguraba, esto venía acompañado de un culto a la personalidad, una “idealización de líderes políticos o religiosos, la adoración de individuos seductores”. Un vicio que, además, acostumbra a propagarse de boca a boca, de padre a hijo y generación a generación. Un afán de adoctrinar a los demás, de sentirse parte de una iluminación, asumirse en lo correcto por una simple convicción sin atender a criterios de objetividad alguna.

Como se puede apreciar, las ideas de Amos Oz están vigentes y reivindicarlas se antoja como una tarea muy importante en tiempos donde la política y el orden social han derivado en un torbellino que pega a todos los continentes.

Amos Oz, 10 septiembre de 1979. Foto de Herman Chanania. GPO.

Amos Oz no se dejaba engatusar por ilusiones vagas, prefería la observación pragmática y seria. Era un especialista sosegado, quien entendía que la historia no era tan simple como una guerra entre ángeles y demonios. Entre más pronto pudiera entenderse la psicología del otro, mejor. Detrás de las actitudes bélicas suele haber dolores. No se trata de deshumanizar a quien esté enfrente; por mucho que existan diferencias todas las partes son humanas, con  las virtudes y defectos que acarrea su paso por la tierra.

Como un tipo nutrido de la curiosidad, era alguien que reflexionaba, cuestionaba, sonreía. Tales características, tan sencillas como parecen, conformaban un verdadero portento. Son cualidades que no muchos conservan en su vertiente más pura. Tuvo además una cara amable. Como él mismo señalaba, es el humor y la curiosidad lo que separan al intelectual del fanático. El primero duda, lanza críticas, se retracta, pregunta. El segundo vive conforme con una versión, el dogma que asumen como móvil de existencia y al que no osan contradecir para no dejar caer el castillo de naipes al que se han entregado sin miramientos; los fanáticos no ironizan, tienen miedo de faltarle el respeto a la causa, a un ente que consideran como intocable.

Su lectura del conflicto palestino-israelí era ejemplar, sin caer en posiciones extremistas ni tirar para ninguno de los lados. Entendió que la enfrentamiento no era una película del viejo oeste. “No es una lucha entre el bien y el mal”, aseguraba, más bien se trataba de una tragedia, “un choque entre derecho y derecho, entre una reivindicación muy convincente, muy profunda, muy poderosa, y otra reivindicación muy diferente pero no menos convincente, no menos poderosa, no menos humana”.

Además de ser partidario de la creación de los dos estados, apuntaba que uno de los primeros pasos para suavizar la relación era el de pactar un acercamiento y ser solidarios con los dolores y visiones ajenas.

Si bien no se definía como pacifista, ya que entendía bien que la fuerza es necesaria para contener a los tiranos y a las agresiones de los demás, también estableció que las heridas no iban a sanar a base de garrotazos.

Por ello hizo una campaña constante por la empatía. El esfuerzo para entender al otro. Y a la vez nunca quiso asumir el papel de la sumisión, el de pasar de largo ante la barbarie. Tenía un gran sentido del deber y del compromiso. Combatía, eso sí, desde las ideas. La batalla que aconsejaba debía librarse también en las conversaciones, ante esos fanáticos en potencia a los que aún se les podía hacer entrar en razón, al igual que identificar los vicios propios que pudieran derivar en una ceguera analítica.

Amos Oz durante una lectura de su libro, El mismo océano.

Amos Oz honraba su propio intelecto al contar con un atributo no muy común en el orgullo de los hombres: la autocrítica y la capacidad de leer el panorama desde una óptica ecuánime, sin dejarse llevar por respuestas fáciles, reafirmantes o consoladoras. Buscaba la rigurosidad, asumía la realidad tal cual era (aunque sabía bien que no era infalible) y desde ese punto partía a dejar indicios de lo que podía abonar al debate.

Fue severo cuando debía contra gobierno israelí ya que supo bien que el amor por los suyos y por su hogar no estaba peleado con el muy sano desacuerdo. Pese a recibir una educación nacionalista y tendiente al mesianismo, supo dar espacio a la sensatez y a ver la situación bajo su propios márgenes, no los que le eran impuestos. Fue igualmente alguien que sabía expresar sus ideas sin el embuste de la pomposidad. En conferencias daba voz a aquellas personas y corrientes que de vez en cuando, en conversaciones casuales,  le manifestaban sus inquietudes.

Su presencia se echará en falta en tiempos donde el caos del mundo moderno ha derivado en una pléyade de demagogos que en distintas latitudes se encargan de erigirse como salvadores a través de posturas vacías que en su hechicera sencillez no alcanzan a atender a los problemas complejos de fondo, y por el contrario echan gasolina a un incendio ya difícil de controlar.

La obra de Amos Oz es un antídoto para inmunizarse ante aquellos que polarizan, los que dividen entre blancos y negros y quienes con su dedo pretenden señalar a los inocentes como si fueran una plaga. Esta peste se manifestaba “en todas sus formas: religioso, ideológico, económico…, incluso feminista”, dijo en una entrevista a El País.

Eran estos tiranos populistas a quienes identificaba como maniáticos de las “respuestas de una sola frase, respuestas que señalen sin ninguna duda a los culpables de todos nuestros sufrimientos, respuestas que nos aseguren que, si aniquilamos y exterminamos a los malvados, al instante desaparecerán todos nuestros problemas […] y así abrir de una vez por todas las puertas del Paraíso”, según apareció en “Queridos fanáticos”, el último de sus libros editados en español.

El fallecimiento de Amos Oz a los 79 años deja una especie de orfandad. Sus seguidores no podrán escuchar más su voz ni deleitarse con su aparición en eventos o ante medios de comunicación. El paso del tiempo jugó su papel inclemente. Queda, por fortuna, el faro de su trabajo que fluye todavía. Ahí donde cualquiera puede refugiarse y encontrar un horizonte. Un legado que muestra que la realidad está abierta. No hay sentencia definitiva que explique lo cotidiano bajo reglas universales. Queda el escrutinio, la sensibilidad y la misión que con responsabilidad debe plantearse cada día.

 

@Bigmaud

Contacto: [email protected]

También leaLa pertinencia de un cocktail | Columna de Carlos López Medrano

#4 Tiempos

San Luis frente a Puebla: partido para valientes, no para excusas | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

Si San Luis no puede ganarle a este Puebla, que viene tambaleando como boxeador en el último asalto, mejor que empiece a buscar excusas desde hoy. No es crueldad, es sentido común: el rival llega golpeado, con la moral baja y con una defensa que con cualquier ráfaga se desmorona. El que no sepa aprovechar eso, que se dedique a otra cosa.

El antecedente del cuadro camotero es el bochornoso 7-0 contra Tigres, un resultado que no sólo evidenció las carencias defensivas, sino que dejó claro que, cuando se desconectan, el desastre es inmediato. Y aun así, Puebla sigue vivo en la Leagues Cup; un respiro que, aunque breve, les da algo de motivación extra para no hundirse del todo en la Liga MX. Ojo, un equipo que todavía compite en dos frentes no se tira al piso tan fácil, y esa doble agenda puede darle un giro inesperado a un partido que, en el papel, muchos ya ven como trámite para San Luis.

Los potosinos, sin embargo, no llegan con la mesa servida. Apenas el fin de semana pasado, contra Cruz Azul, volvieron a mostrar que las buenas intenciones no alcanzan si el fútbol no es constante. Un partido en el que por momentos parecían competir de igual a igual, pero se diluyeron cuando había que apretar. Si quieren que el discurso post-Leagues Cup no quede como humo, este viernes es el momento para respaldarlo.

En la previa, una noticia que, al menos, les quita una piedra del zapato: la anulación de la expulsión a João Pedro. El delantero podrá estar disponible tras la revisión que borró la roja injusta del juego pasado. Su presencia es vital no sólo por lo que aporta al ataque, sino por la sensación de que, con él en el campo, San Luis tiene una referencia que obliga a los rivales a estar atentos.

Pero la realidad es que este encuentro en el Cuauhtémoc se juega en varios niveles: para Puebla, la oportunidad de lavarse un poco la cara después de ser humillado y de responder ante su gente. Para San Luis, el examen perfecto para demostrar que sabe ganar cuando las condiciones están a su favor. Porque si no pueden sacar tres puntos ante un equipo que viene arrastrando la cobija, entonces el resto del torneo pinta para seguir en esa tierra de nadie que ya conocen demasiado bien, no lo suficientemente malos para dar pena, pero tampoco lo suficientemente buenos para ilusionar a nadie.

Ganar este partido no sería una hazaña; sería apenas cumplir con lo que se espera de un club que dice aspirar a más. Y si no lo logran, entonces el discurso optimista de las últimas semanas quedará reducido a lo que tantas veces hemos escuchado en San Luis: palabras bonitas para adornar otra temporada gris.

En el fútbol, hay partidos que definen un campeonato, y otros que definen una actitud. Este viernes, en Puebla, San Luis no está jugando por la cima, pero sí por algo igual de importante: la credibilidad. Y si la pierden aquí, ya no habrá árbitro, VAR ni anulación de roja que los salve.

También lee: Victoria tardía y la misma deuda pendiente | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Los torcidos caminos por andar (segunda parte) | Apuntes de Jorge Saldaña

Publicado hace

el

Culto Público, hijos de Sabines y su amor-odio por el poder:

Desde el martes nos quedamos pendientes con el análisis de los caminos torcidos, de todos aquellos eventos y circunstancias que aún faltan por caminar y sortearse. Rumbos de los que dependen los escenarios a formarse.

Apenas estábamos con el escenario uno y repasamos rápido:

De acuerdo al cálculo que se puede mirar desde lejos, el Verde construye todos los días una ruta para llegar a las negociaciones, más que con Morena, con la presidenta Sheinbaum (en el escritorio de madera fina que imaginamos la entrega anterior) con una candidata muy sólida, con ventajas comprobables en las encuestas, con las miras de generar una elección de tercios y en pocas palabras, una carta de negociación que le dice “podemos ganar contigo o sin tí”.

Ponerse así, de tú a tú con la presidenta, y en esos términos de aparente ventaja, no es tan simple, es un paso temerario y audaz que podría dar solo alguien que tenga (spoiler de lugar común) “todos los pelos de la burra en la mano”, o toda la baraja bajo la manga.

Antes de avanzar le comparto el enlace de mi columna anterior por si se lo perdió y para que estemos todos en la misma sintonía.

Bueno ahora sí, continuemos.

Aún si todo se le alinea (como Mercurio, Venus, Marte, Jupiter y Saturno en este momento) al gobernador Ricardo Gallardo, de aquí al 2027 como lo tiene planeado y en primera fase de ejecución, el sabe perfecto que tiene que considerar que la del otro lado de la mesa, la presidenta, no va a llegar con las manos vacías a la charla San Luis.

El argumento de que San Luis “poco importa a la federación” tiene sus goteras, porque todo suma, y lo más importante: La presidenta tiene tatuado a su corazón a Morena y eso no hay que perderlo de vista.

Pero, ¿tiene la presidenta algo en contra de Gallardo?

Fuera de que el Verde junto a Adán Augusto y Monreal le jugaron las contras a Claudia y pospusieron su propuesta anti-nepotismo y anti-reelección para el 2030, de manera particular no es una cuenta que necesariamente la presidenta se la apunte en lo personal a Ricardo Gallardo. 

Más allá de lo señalado arriba, no se sabe de algún agravio o animadversión personal o pendiente por cobrar a Ricardo desde la presidencia, sin embargo, aunque no tenga nada en su contra, es difícil creer que Sheinbaum conceda, sin condiciones, que el estado potosino siga gobernado solo por el Verde. 

En ese contexto (repito, al que le faltan muchas puntadas por tejer) se abren muchas rutas.

El “vamos solos y no te necesitamos” puede activar detonadores en el orgullo presidencial y se actúe en consecuencia, produciendo una coyuntura del estilo:

¿Ah, vas solo? Ok, pues “a ver de qué cuero salen más correas…”

También está la otra cara de la moneda, a la que le apuesta el proyecto Gallardista, (otra alineación astral) y es que, la presidenta asuma que San Luis siga siendo Verde a cambio de continuar su alianza en las cámaras e intercambiando el apoyo del partido del Tucán en alguna de las otras 16 gubernaturas en juego (que, seamos francos, en otros estados el Verde no pesa) o concedan el cambio de género en alguno de los estados que estarán en contienda.

Será muy fácil reconocer cual será el resultado de las negociaciones y cual de los dos escenarios expuestos arriba (de muchos otros posibles) es el que se convierta en realidad.

Si la presidenta se siente retada por el Verde y se engancha en ganar San Luis para Morena, entonces elegirán a un candidato, o candidata, muy incómodo para Gallardo, alguien que represente todo lo contrario al proyecto Verde y al que le pondrían a disposición no la estructura de Morena estatal, sino toda la maquinaria del estado.

¿Nombres? Enrique Galindo o Rosa Icela Rodríguez.

En sentido opuesto, en el que la presidenta ceda a la continuidad del proyecto Verde, a cambio de diputaciones federales, la reafirmación de la alianza en cámaras y el apoyo de color limón en otros estados, entonces se mandaría por parte a competir por Morena a algún candidato de sacrificio, un candidato flojito y fácil de vencer para el Verde.

¿Nombres? Gerardo Sánchez o Xavier Nava Palacios.

Se preguntará, y con razón, mi Culto Público, por qué en la entrega anterior escribí que ninguno de ellos podría ser candidato. 

Le explico y lo sostengo: El “Batman de Tanquián” Gerardo Sánchez, se enriqueció de súbito, pasó de cero a mansión en tres adjudicaciones directas, se convirtió en rico express, como sopa Maruchan pero con yate, gracias a los contratos que le consiguió Adán Augusto López, enemigo hoy, y rival antes, de la presidenta.

Las puertas a esas pistas, se las abrió Andy (ya no le digan Andy, no le gusta) López Beltrán, hoy enfrentado con Luisa María Alcalde, presidenta de Morena y pieza del tablero de Sheinbaum.

¿Qué mejor manera de exhibir las tranzas de tus enemigos que haciendo candidato a uno de sus cómplices? En la campaña todo sale a flote. La venganza es dulce y en dos por uno: lo mandas a perder y derrumbas a tus antagonistas sin meter las manos.

Sobre Xavier Nava hay poco qué explicar, está en la lona en la percepción pública, no trae nada y en perder por Morena ya tiene experiencia.

Lo sostengo, no pueden ser candidatos, pero me faltó decir… con posibilidades, lo podrán ser para el sacrificio.

Claro, en el camino serán utilizados para ser incómodos y para que no llegue Gallardo al 27 con una carta de negociación irrebatible ni la presidenta con las manos vacías. Es política.

En resumen, diría Jaime Sabines con esa intensidad y complejidad que exploraba el amor y el conflicto con el poder:

 “No me digan ustedes en dónde están mis ojos, pregunten hacia dónde va mi corazón.” (Dedicado a Claudia y a Ricardo)

¿Factor Galindo y Factor Rosa Icela? En la siguiente entrega.

Yo soy Jorge Saldaña

Hasta mañana.

También lee: Gallardo y sus mensajeros de algodón | Apuntes de Jorge Saldaña

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Gallardo y sus mensajeros de algodón | Apuntes de Jorge Saldaña

Publicado hace

el

APUNTES

 

Culto público, hijos del dato que mata relato: ¿Quién es un amigo más leal? ¿El que habla con la verdad y advierte del peligro aunque incomode? ¿O el que, por evitar el conflicto, deja que su amigo se caiga al barranco? Las preguntas son retóricas.

Las entrevistas al gobernador, de esas diarias “banqueteras” o del “chacaleo” como se conocen en la jerga reporteril, tienen poco margen de control. El caos siempre se hace presente y casi todo depende de cómo el mandatario capoté los cuestionamientos.

El ejercicio se repite casi a diario, pero ayer específicamente, transitando en uno de esos episodios, el gobernador no solo sostuvo información que es errónea, sino incluso se abalanzó contra quienes la hicieron pública.

A los presidentes de CMIC, y de pasada al de Coparmex, les dijo, de muchas maneras lo que en pocas palabras se puede traducir como tontos y mal intencionados en su contra.

En el mismo tono, y con toda la seguridad de quien sabe que está en lo cierto, aseguró hasta con cierta soberbia, que la CEA no se prestaba al “negocio” de las pipas y que por eso ellos no rentaban los vehículos sino que los adquirieron. Dato que también es erróneo.

El gobernador fue desmentido y ni modo, -hay que decirlo- exhibido.

El INEGI confirmó que hay una contracción en la obra pública, y con información de la plataforma de transparencia se encontraron contratos por más de 10 mdp de parte de la CEA que efectivamente, rentó pipas, este y el año pasado. (También compró otras, que quede claro).

Tan fácil que hubiera sido, con una lectura rápida de la agenda periodística, advertir al mandatario que muy seguramente le preguntarían del tema y ofrecerle salidas.

Se me ocurren a la rápida al menos cinco respuestas inocuas con las que Gallardo pudo haber salido al paso.

Aunque según su percepción la obra pública se está impulsando como nunca, y tenga razón en que existen obras multimillonarias como la autopista que se construye a Matehuala por más de 22 mil millones de pesos, no necesariamente quiere decir que esas obras se reflejen en los indicadores que maneja el Instituto Nacional de Geografía e Informática.

“Vamos a analizar los datos del INEGI, pero quiero comentarles que en San Luis se está invirtiendo como nunca en ….”

Hubiera sido una respuesta más ejecutiva, que la de lanzar ofensas a las cámaras empresariales.

(Aunque insisto y esta opinión es personalísima de quien esto escribe, que las cámaras se comportan igual que los antorchistas, y otros grupos que con chantajes quieren beneficiarse del gobierno

, con la diferencia de que los líderes empresariales usan American Express en el extranjero y se bañan más seguidos que los seguidores de Aquiles Córdova).

Respecto a la CEA y las pipas… ¿Por qué el gobernador está seguro de que las compraron pero no está enterado de que en algún momento las rentaron?

¿Por qué le escondieron esa información?

Un tercer ejemplo de las contradicciones del aparato gubernamental es el de las declaraciones de la secretaria de Finanzas, Ariana García Vidal, que estos días así y a la muy ligera, declaró que van al corriente con los pagos, en líquido y en especie con la UASLP, que se lleva de maravilla con el rector y que, según ella, seguro los reporteros agarran en mal momento al titular de la Universidad cuando declara sobre los adeudos.

En contraste, solo hace falta ir a la página de la SEP para conocer, con datos duros que los adeudos tienen monto, número de folio, fecha, nombre y apellido, y que las aportaciones en especie nada más no avanzan y eso es visible.

En resumen, ¿qué está pasando? ¿Quién le esconde información al gobernador? (que es lo mismo que mentirle) y… ¿Por qué? ¿Le tienen miedo a su jefe para hablarle con la verdad?

Lo único que se consigue con esas actitudes de “contención” para no llevarse un regaño maquillándole la realidad al mandatario, es que se desgaste la credibilidad del gobernador, se aumente el número de personas que se sienten agraviadas y engañadas por su gobierno, y que en adelante se ponga en tela de juicio todo lo que declare.

El episodio de ayer deja ver eso, y algo más: que cuando no se coincide con la “verdad” gubernamental, se acude a la fabricación de culpables y justificaciones perversas:

“Quieren demeritar el trabajo”, “Es una operación de los de enfrente”, “Nos quieren desgastar” o, lo peor: “son traidores”.

Ricardo: quien esto escribe te puede decir que no son ganas de “chingar”, ni de demeritar nada ni a nadie, pero que te escondan los datos o no te digan la verdad, no te ayuda.

Nadie te quiere traicionar al hacerte ver las cosas, y si hay ganas de algo… es de que no te vayas por el camino del barranco.

Jorge Saldaña.

(Mañana le seguimos con el análisis de los escenarios políticos)

Hasta mañana.

También lee: Los torcidos caminos por andar | Apuntes de Jorge Saldaña

Continuar leyendo

Opinión

Pautas y Redes de México S.A. de C.V.
Miguel de Cervantes Saavedra 140
Col. Polanco CP 78220
San Luis Potosí, S.L.P.
Teléfono 444 2440971

EL EQUIPO:

Director General
Jorge Francisco Saldaña Hernández

Director Administrativo
Luis Antonio Martínez Rivera

Directora Editorial
Ana G. Silva

Periodistas
Bernardo Vera

Sergio Aurelio Diaz Reyna

Diseño
Karlo Sayd Sauceda Ahumada

Productor
Fermin Saldaña Ocampo

 

 

 

Copyright ©, La Orquesta de Comunicaciones S.A. de C.V. Todos los Derechos Reservados