#4 Tiempos
La orfandad ft. “Los Shamanes” | Columna de Daniel Tristán
																								
												
												
											LaguNotas Mentales
Culto público, juventud desorientada, muchachas de moral distraída y lectores en general. No quisiera arrancar mi columna de esta semana sin antes agradecerles por tomarse unos minutos de su día para echarle un vistazo a las líneas que, desde ya hace más de 6 meses, comparto por este medio con ustedes. Representa para mí un logro de valor incalculable que en una sociedad como la nuestra alguien tenga la rebeldía de hacer clic para dar, al menos, un vistazo a un puñado de letras sin ningún dibujito entre ellas.
Agradecer también al equipo de La Orquesta y a su inquebrantable lucha por la libertad de expresión y la no censura. Un equipo de periodistas libres como el viento y peligrosos como el mar, dicen por ahí. Y lo mejor de todo, vivitos y coleando en un país donde existen dos tipos de periodistas: el asesinado y el que están por asesinar. Vaya que hay que dar gracias, caray.
Y no es que esté nostálgico, simplemente quería recalcar mi agradecimiento pues en esta columna se me ha permitido hablar de cualquier tema, pero es esta la primera vez que abusaré de esa libertad para hablar de un asunto personal. Resulta que de escuincle decidí que que quería dedicarme a escribir. No conforme con eso, y por si hiciera falta algo más para que a mi familia le diera el patatús también decidí comenzar a tocar la batería.
Cuento con la fortuna de dedicarme y vivir de esas dos disciplinas que es lo que más disfruto en la vida y de haber logrado hacer grandes amigos en el camino. Actualmente uno de los proyectos musicales en los que estoy involucrado es la banda de metal alternativo “Los Shamanes”. Decidí aprovechar este espacio para compartirles la etapa que estamos por comenzar el día 13 de marzo.
Después de haber pasado por cambios de alineación, ajustes y otras mutaciones al fin logramos consolidar una banda con la cuál estamos por lanzar nuestro nuevo sencillo y videoclip. Entre los cambios por los cuales pasó el grupo estuvo el desprendernos de la mano paternal de nuestro productor Gus Santana (Angeles del Infierno y 3er Acto) y la mano maternal de nuestras dos últimas managers (nana-gers diría yo).
Ambas figuras nos guiaron en el proceso de nuestro anterior álbum (De Vida o Muerte) y, siendo sincero, resulta bastante cómodo tener ese par de guías diciéndote para dónde hay que ir, cómo, cuándo y hasta por qué. La vida se encargó de dejarnos huérfanos de un día para otro. Está más externar nuestro eterno eterno agradecimiento a ambas figuras, pues nos hicieron crecer y madurar. Pero nuestra orfandad trajo consigo también beneficios.
Al vernos a la deriva se activó una especie de alarma. Nadie iba a hacer las cosas por nosotros, nadie más que cada uno de los integrantes de esta banda. Hoy más que nunca estoy orgulloso de que de la incertidumbre logramos revertir la situación para bien. La banda ha tomado las riendas y a comenzado a caminar por fuerza propia.
Es la primera vez en la historia de Shamanes que la banda misma se echa al hombro el paquete entero. Desde el proceso creativo y de composición, grabación y mezcla del material, manejo y relaciones públicas, etc. Se han sumado al equipo figuras importantes como Humberto Delgadillo, quien nos ha guiado en la estrategia de mercado y así lograr llegar al punto en el que nos encontramos.
Vale la pena seguir apostando por la música original en pleno 2019, donde diariamente surgen millones de bandas y discos nuevos. Vale la pena dejar una aportación para futuras generaciones de músicos interesados en seguir el camino y dejar algo que perdurará muchos más años que nosotros mismos en este mundo.
Es por eso que me tomo la libertad de invitarlo, estimado lector, a que apoye no solo el proyecto de Los Shamanes, sino el de toda aquella mente creativa que dedique su tiempo a forjar nuevo material para que usted pueda degustarlo. Salud por los escritores, músicos, pintores, artistas plásticos, actores, bailarines y demás entes que luchan día a día por dejar un pedazo de sí en sus respectivas sociedades. Saludos por ellos que nunca paran sin importar las trabas, los coqueteos de los trabajos “normales” ni la perra orfandad.
Los invito a visitar las redes sociales de “Los Shamanes” (twitter, facebook, instagram y nos encuentran así, tal cual, como Los Shamanes) para mantenerse informados con detalle de los futuros pasos. Por ahora nuestro anterior álbum “De Vida o Muerte” continúa disponible en Spotify y el resto de las plataformas digitales. El próximo 13 de marzo estará disponible nuestro nuevo video y sencillo “Eclipse” en formato físico y digital. La presentación a medios y prensa será ese mismo día en la sala de conciertos del Búnker. Para mayor información acerca de la presentación y el acceso a la misma pueden visitar las redes de la banda.
No puedo dejar de agradecer nuevamente el espacio otorgado por La Orquesta y el tiempo de todos aquellos que han estado involucrados en el proyecto de “Los Shamanes”, no es necesario dar nombres, pues ellos lo saben y no me alcanzaría las líneas de esta columna para mencionarlos y agradecerles todo el conocimiento, tiempo y trabajo duro otorgado a este proyecto. Simplemente gracias.
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#4 Tiempos
Selección Femenil Sub-17 el despertar desde Marruecos | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
														TESTEANDO
En Marruecos se está escribiendo una historia que podría marcar el rumbo del fútbol femenil mexicano. La Selección Sub-17 llegó al Mundial con la ilusión intacta, pero también con el peso de representar a un país que exige crecimiento, identidad y resultados. No es solo una competencia juvenil, es la oportunidad de demostrar que el talento mexicano está listo para dar el salto.
El torneo comenzó con un tropiezo doloroso ante Corea del Norte. Fue un golpe que dejó lecciones más que heridas. Pero lo más importante no fue la derrota, sino la reacción. En el siguiente encuentro, frente a Países Bajos, México mostró carácter, temple y una madurez poco común para su edad. Ese triunfo ajustado cambió por completo la atmósfera del grupo y reavivó la confianza.
Con el paso de los partidos, la selección se reencontró con su mejor versión: ordenada en defensa, solidaria en el medio campo y valiente al frente. Las jugadoras comenzaron a jugar con una convicción distinta, sabiendo que el esfuerzo colectivo podía llevarlas lejos. Esa confianza las ha impulsado hasta los cuartos de final, donde ahora deberán enfrentar a Italia, un rival con tradición, técnica y ambición.
El duelo ante las italianas será una prueba de madurez. México llega con un grupo que no teme a los nombres ni a los antecedentes. Lo que se ha visto hasta ahora es un equipo que juega con personalidad, que corre cada b alón como si fuera el último
y que entiende que representar al país en una Copa del Mundo es un privilegio que se honra con entrega total.Más allá de los resultados, este torneo está dejando señales alentadoras. La evolución táctica, la inteligencia en la recuperación y la capacidad para sostener el ritmo de juego muestran que el proceso del fútbol femenil en México empieza a consolidarse. Ya no se trata de promesas, se trata de hechos.
Estas jóvenes futbolistas no compiten solo contra rivales extranjeros, sino también contra una historia que durante años les negó visibilidad. Hoy, ellas están cambiando la narrativa. Cada pase, cada jugada y cada gol son una afirmación de que el fútbol femenil mexicano está listo para ocupar su lugar en la élite.
La Selección Mexicana Femenil Sub-17 está viviendo un momento clave. Enfrentar a Italia en los cuartos de finalno es solo una cita deportiva, es la oportunidad de confirmar que México tiene una generación capaz de mirar de frente a cualquier potencia. Pase lo que pase, este equipo ya dejó claro que el futuro del fútbol femenil nacional no es una promesa: es una realidad que acaba de comenzar.
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#4 Tiempos
Agua, territorio y sociedad, el tema del mes de La Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
														EL CRONOPIO
Continúa el ciclo número cuarenta de La Ciencia en el Bar, que está por cumplir cuarenta años de actividades siendo el programa de este tipo, pionero en nuestro país y que fue establecido para festejar los cincuenta años de la Física en San Luis que ahora llegará a los setenta.
En este ciclo conmemorativo toca el turno a la Dra. Azalea Judith Ortiz Rodríguez que abordará el tema, Agua, Territorio y Sociedad: construyendo puentes entre la ciencia y la gente a través de la conectividad; tema por demás interesante e importante pues aborda el problema del agua, sustancia vital para la vida y el desarrollo de nuestras sociedades.
En anteriores sesiones de La Ciencia en el Bar, se ha tratado este tema y ahora la Dra. Ortiz nos presentará nuevos aportes a esta problemática donde la participación ciudadana es de vital importancia en esa liga con los especialistas a fin de resolver los grandes problemas sociales asociados a el agua, incluyendo los aspectos territoriales. La sesión de hace diez años que consistió en una mesa redonda con el tema de agua, leyes y derechos, puede consultarse en mi canal de youtube:
La charla se llevará a cabo este miércoles 29 de octubre en punto de las ocho de la noche en la Cervecería San Luis, ubicada en Calzada de Guadalupe número 326, la entrada es gratuita y no hay obligación de consumo; es un escenario informal de convivencia entre el gran público y la comunidad científica potosina que aporta y pone a discusión sus resultados científicos en aras de formar mejores sociedades.
La formación de la Dra. Azalea Judith Ortiz Rodríguez ha sido muy variada, realizó una licenciatura en Geografía titulándose en 2010, posteriormente la maestría en ciencias en Geología Aplicada (2012) y, finalmente su doctorado en el programa institucional de la UASLP en ingeniería y ciencias de materiales graduándose en 2017.
Tuvo una estancia posdoctoral en el Instituto de Investigación en Zonas Desérticas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí de 2020 a 2024, donde se enfocó en cuestiones de la conectividad hidrológica en varios contextos ambientales, publicando sus resultados en revistas especializadas en cuestiones hídricas. El tema del que nos hablará es justamente lo que trabajó en el Instituto de Zonas Desérticas bajo la dirección del Dr. Carlos Alfonso Muñoz Robles.Ha colaborado en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México y en el campus Juriquilla en Querétaro de la misma universidad. Es una joven científica formada en los programas universitarios de la UASLP y formada como investigadora en el programa de Ingeniería y Ciencias de Materiales que es uno de los más importantes programas de formación científica de la UASLP que reúne a un buen número de dependencias universitarias dedicadas a la investigación científica y donde participan grupos de investigación en diversas áreas del conocimiento. En este programa que está cumpliendo veinte años, han egresado más de doscientos investigadores con el grado de doctor, entre los que se encuentra la Dra. Azalea Judith Ortiz Rodríguez.
Los invitamos este miércoles 29 de octubre en la Cervecería San Luis a escuchar la charla sobre agua en el tema de conectividad hídrica, que nos presentará la Dra. Judith Ortiz.
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#4 Tiempos
La seriedad y la risa | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
														LETRAS minúsculas
Un amigo mío, ejecutivo de cierta importancia, tan pronto como llega a su oficina arquea las cejas, se compone la corbata y adopta una pose tan autoritaria que a uno le dan ganas de obedecerle en todo. ¡Dios mío, qué transmutación de un minuto a otro y de una puerta a la siguiente! ¡Pero si apenas hace cinco minutos venía en su auto contando chistes rojos! Cuando se apeó del automóvil aún sonreía, pero apenas entró en el edificio adoptó un tono tan cadavérico y malhumorado que ya sólo verlo daba miedo. ¿Estoy ante uno de esos que los psicólogos llaman ciclotímicos?, me preguntaba yo lleno de asombro, pues no me explicaba cómo se podía pasar de un estado de ánimo a su contrario de manera tan radical y, sobre todo, en tan corto tiempo.
-Señorita –dijo mi amigo apretando un botón y levantando una bocina-, ayer por la tarde le pedí que revisara el expediente X. ¿Lo hizo usted?
La señorita tartamudeaba en la lejanía, presa de un pánico feroz.
-Sí, sí, lo he hecho. ¿Quiere usted revisarlo, licenciado?
Yo miraba a mi amigo como preguntándole: «¿Eres tú? ¿De veras eres tú?». Pero él hizo como que no entendió mi pregunta, y en eso la secretaria anunció la llegada del famoso y temido expediente X.
Entonces recordé lo que, según dicen, aconsejó una vez Anaximandro el filósofo a Pericles el político: «Acuérdate de lo que te digo: para seguir en el poder hay que ser serios». Y sonreí con cierta malicia, como entendiendo por fin de qué iba la cosa. Pero, ¿había leído mi amigo a los filósofos griegos?
Lo dudo. Ya el Memín Pinguín hubiera sido demasiado para él. Y esto lo digo no en plan de mofa, sino ateniéndome a lo que él mismo me dijo un día, a saber: que el único libro que había leído en su vida, y de eso hacía ya muchos años, era el instructivo de una cámara Nikon que acababa de comprar en aquel entonces; pero, de ahí en fuera, nada más…
–Es apasionante leer los instructivos y a la vez muy divertido –me dijo aquella vez-. Pero, ¿quién lee ya estas obras maestras de la concisión? ¡Es la literatura más olvidada de todas! No miento si te digo que mi modesta biblioteca personal, si puedo llamarla así, está formada sólo por esos instructivos o manuales de uso que la gente desecha con desconsiderada facilidad. ¡Tengo más de cien! Algún día leeré los noventa y nueve que me faltan.
¿Bromeaba mi amigo diciéndome estas cosas? Pero no, no bromeaba: recordemos que estaba en su oficina y que él, allí, no se habría permitido ni la sonrisa más discreta.
Pero ahora hablemos de una mujer a la que conozco. En su juventud fue algo hermosa, según pude verlo en viejas fotografías conservadas con devoción por ella misma en un álbum que, de tan pesado, nadie aceptaría cargar durante cinco minutos seguidos. Sí, digamos que fue bella. Pero cometió en su juventud el error de hacer caso a una amiga suya del colegio que le dijo un día:
-No permitas que tu hermosura se estropee. Evita, sobre todo, las patas de gallo.
-¿Y cómo las he de evitar? –preguntó ella, pues realmente le quitaban el sueño todas estas cosas.
-No rías. Y, si puedes, evita también las sonrisas. ¡Estropean el rostro como no tienes una idea! Lo arrugan, lo ajan, lo deforman.
¡Lo mismo pensaba aquel monje amargado de El nombre de la rosa!: «La risa sacude el cuerpo, deforma los rasgos de la cara y hace que el hombre parezca un mono».
Desde entonces aquella mujer ya nunca rió, conformándose, para manifestar su alegría, con estirar la boca y hacer una mueca, cual si estuviera ante un espejo comprobando que no se le ha quedado nada entre los dientes después de haber comido. ¿Sonreír de veras? No, gracias. Debo cuidarme de las patas de gallo.
Y así podría contra infinidad de historias más; baste por el momento con decir que, si bien la sonrisa tiene enemigos, yo preferiría mil veces que nadie me obedeciera y todo se me arrugara, a andar por la vida mostrando una horripilante cara de tabla.
Escribió el padre Auguste Valensin en su diario (anotación del 10 de mayo de 1937): «No sentir miedo de Jesús, no sentir miedo de mi Padre. Me imagino a Jesús con sus apóstoles. Llega a la orilla del lago donde los niños juegan. Y, al verlo, huyen los niños. Una madre le trae a su niñito de seis años y el pequeñín, aterrorizado, se agarra a las faldas de su madre, grita, quiere escaparse de allí. ¡Lo contrario de lo que sabemos que ocurría! Y me pregunto: ¿qué sentimientos hubiera experimentado Jesús? ¡Es tan doloroso darse cuenta de que se infunde miedo! Y todavía el miedo de un niño no puede realmente entristecernos porque es irrazonado, pero Jesús, que vino por amar a los hombres y fue todo amor para ellos, si hubiera visto a los que se acercaban a Él y a quienes ofrecía su afecto retirarse muertos de miedo; si hubiera visto a sus apóstoles tratarle como un maestro severo, mientras que Él se mostraba para con ellos indulgente y suave; si hubiera visto que los pecadores evitaban incluso por respeto su presencia, ¡qué pena hubiera experimentado!».
Jesús debió sonreír, y muy a menudo; debió ser incluso un maestro en el arte de la sonrisa, pues de no haber sido así, ¿por qué iban los niños a correr a abrazarlo espontáneamente, como sabemos que lo hacían? Somos más bien nosotros, sus discípulos, quienes hemos caído a veces en la tentación de la seriedad. ¡Como si por parecer serios nuestros enemigos fueran a respetarnos más! Quizá sea demasiado injusto al decir esto, pero un cristiano que infunde miedo –sea cual fuere su trabajo en la viña del Señor-, aún no ha podido ser cristiano más que a medias.
¿O me equivoco, estimado lector?
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