#4 Tiempos
“Pinche”, teoría y practica | Columna de Óscar Esquivel
Desafinando
Todo es lo que parece
Las sociedades del mundo son un complejo nido donde cada individuo debe trabajar para que funcione el mecanismo de convivencia, si esta se establece como el principio fundamental para el desarrollo social, económico y político todo marchará bien.
Convivir es una palabra difícil para algunos, que en su trance diario lo establecen como algo imposible de llevar, se levantan después de dormir un sueño no reparador, porque su mente solo evoca pensamientos negativos, desde que pisan el suelo lo maldicen, su primeros pasos son de molestia, ya no temen al futuro que les causa ansiedad, solo lo aquello que podría ser creativo lo guardan para después, un después que quizás nunca llegue.
Las personas negativas existen en todas partes, así nacieron, así morirán. Su ego profundo lo alimentan con cosas banales, acaparan riquezas materiales, sin darse cuenta que lo más simple de la vida está en disfrutar lo que se tiene y ayudando a construir una sociedad justa e igual. Normalmente llevan tatuado el signo destructivo arrastrando un lastre en su vida, estas personas son útiles para la sociedad, aun cuando pareciera contradictorio, gracias a ellas, nacen otros humanos que su vida la hacen simple y ejemplar, esto no se tratar de ricos y pobres, es tomar lo mejor de nosotros para poder aprender, que la aportación a la sociedad desde cualquier trinchera se beneficie, y lograr la tan anhelada convivencia entre unos y otros.
En la sociedad actual se regula el comportamiento con reglas de convivencia que se traducen en leyes, establecidas en acuerdo y el cómo nos debemos conducir hacia los demás y con los demás. Bajo estos principios los mexicanos nos regimos, aun cuando siempre habrá distintos pareceres, formas de gobernar, reglas que se cumplen y otras que se desechan, pero una cosa es la diversidad de las ideas y otra los venenos de la sinrazón, la anarquía en las palabras que se escupen hacia fuera, como de una fuente que derrama agua lodosa de no moverse.
Un México que estancó el crecimiento por la locura insensata de unos cuantos de hacernos creer que el a pobreza terminaría en tres décadas y solo produjo millones de pobres, casi la mitad de la población, donde tuvieron la oportunidad privilegiada solo unos cuanto, con educación, salud, acceso a la cultura y todo eso que ya se conocemos.
Hoy después de más de treinta y seis años de neoliberalismo y como una esperanza, treinta millones de votos como aval, se manifestó el “¡estamos cansados de tanta “pinche tranza!”, y cierto, la tranza se convirtió en “pinche”, la tranza no se eliminará por decreto, para algunos, lo “pinche” se irá esfumando. ¿Cuándo? Si no se han dado cuenta que también dentro de la actual administración, existen quienes el desdén, la avaricia, el comportamiento irracional con sus supuestos logros políticos, son únicamente personales y no resultado de la avalancha anti corrupción de AMLO. Si bien el presidente logró la victoria esperada con base a su esfuerzo, también arrastró entre sus redes a personajes de poca reputación, o “sardinitas” que nada tienen que ver con la cuarta transformación.
El pueblo también se cansa de tanto inútil, gandalla “politiquillo” y simulador.
Nuestro estado es víctima, lo ”pinche” se relaciona con la opacidad, la corrupción y la ineficiencia del gobierno, como por ejemplo el ex oficial mayor del gobierno del estado, que según datos de Compranet, durante 3 años en el cargo, 79% de las licitaciones, carecen de información, fallos con ganadores encubiertos, nube gris cargada de olor a transa, ¿se la llevaría al PRI?, seguro que nada pasará, seguramente será cobijado comenzando por su “jefe Político” Juan Manuel Carreras.
Pinche es una grosería. Para el mexicano significa despreciable, mezquino, de baja calidad, pobre, o de bajo costo, “pinche” puede ser el carro, la casa, la comida, el perro, las llaves, o si se quiere, el mundo entero también es pinche, lo pinche carcome todo lo que toca.
Es un catálogo de expresiones, desde un novio “pinche”, hasta una injuria o como decía José Emilio Pacheco, como un sustantivo inapelable “no te lleves con él, es un tipo de lo más pinche”.
Pese a reclamos sociales, el gobernador Carreras nombró a Mario García Valdez, como director de CONALEP, sabiendo que tiene un proceso judicial abierto por corrupción, si bien no existe sentencia judicial, con este acto, le promueve un manto de impunidad, desde el mismo corazón del ejecutivo.
Hasta donde se quiera llegar, o hasta donde los intereses lo permitan, la política que se implementa en el estado a través el poder legislativo es prácticamente inexistente, sin rumbo, sin definiciones, sin liderazgo. A cinco meses de haber tomado posesión los diputados, el trabajo legislativo es “pinchisimo”. Bancadas completas de los partidos políticos, han presentado su plataforma de trabajo, como si fuera un examen de la preparatoria.
Si la anterior legislatura era menos que nada, tal parece que el poder otorgado a los imberbes diputados los ha mareado. El Mijis, como artista en revista de farándula, todo se sabe de él por los paparazzi que lo siguen a modo, parecía prometedor el muchacho pero las muchas cuentas pendientes y poco trabajo como diputado, lo han dejado lejos de ser quien decía ser.
Un Oscar Vera embajador de la misoginia y del abuso del poder, insultando y amenazando diputadas… lo peor del caso y como acuerdo parlamentario, “las mujeres callaron”.
Diputados de Morena, ¡pobres! Divina creación por sí mismos, lo dudamos, ellos se deben al Andrés Manuel López Obrador, sus ideas, su lucha, pero no los méritos que dicen estos diputados merecer, sus sueldo una majadería, su actuar es un avispero de chismes de cantina, su aportación a la vida pública en “cero”. Acosos sexuales, laborales, amigos, amantes y cómplices, siempre un tú y yo, los demás poco importa.
Los diputados del PRI con oficio político… pero no salen de su rutina de estar defendiendo lo indefendible del gobierno carrerista y de las oscuras y poco transparentes movimientos de la pasada e innombrable legislatura estatal y su administración.
Panistas bajo la nada, es mejor, nada se ve, nada hacen, nada les embona.
La poca “chamba” hace que la calificación de los diputados potosinos, hasta ahora, sea un “pinchurriento trabajo”.
Así, al significado real de pinche, “ayudante de cocinero”, el mexicano lo convirtió en su palabra entre muchas malsonantes, en su preferida, para denostar enojo, desdén por algo o alguien que les molesta y un de ellas que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República, fue la corrupción y transformándose como un sinónimo del lenguaje popular autóctono “¡el pueblo se cansa de tanta pinche transa!”
Nos saludamos pronto.
También lea: Los infiernillos de gobierno y el beso del diablo | Columna de Óscar Esquivel
#4 Tiempos
La diferencia | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
La señorita hace una pausa para secarse el sudor. Desde hace varios días no puede dormir y, lo que es peor, nada hay ya en este mundo –me dice- que suscite su interés o su emoción.
-Antes, por ejemplo, me gustaba ir al cine los fines de semana, y, a la salida, tomarme un café con mis amigas. ¡Cómo disfrutaba entonces de esa única escapada semanal! La disfrutaba, sí, y también la esperaba; pero ahora las cosas han cambiado tanto que…
-¿Qué pasa ahora?
-Que ahora todo me da lo mismo, y cuando mis compañeras me invitan a salir les digo siempre que no. ¡La vida me parece tan triste, tan sin chiste!
A la señorita se le ha estropeado el diapasón que la hacía vibrar interiormente, y hoy ya no quiere sino una sola cosa: que la dejen en paz.
-Antes, cuando llovía, me acercaba a la ventana de mi cuarto para ver las gotas que tamborileaban sobre los cristales; hoy ya tampoco hago nada de esto: la verdad es que me tiene sin cuidado que llueva o no. Que llueva o que haga sol, que granice o que nieve, todo me da igual.
¿De dónde le podía haber venido a esta señorita semejante indiferencia por la vida? Algo había pasado con ella, seguramente, pero ¿qué? Como no soy psicólogo, me guardé mucho de pronunciar la palabra fatal: depresión. ¿Quién soy yo para diagnosticar una cosa como ésta? Sin embargo, para ayudarla, era necesario hacerle a mi interlocutora unas cuantas preguntas. Empecé por la más obvia:
-¿Dónde trabaja usted?
-En una fábrica.
-¿Y qué hace allí?
-Soy recepcionista. Contesto el teléfono, recibo a los visitantes, atiendo a los proveedores, envío e-mails y también los contesto. ¡En fin, todo eso!
–¿Y le gusta lo que hace? –no sé por qué se me ocurrió hacerle esta pregunta, pues pensaba brincar cuanto antes al terreno sentimental.
-No es que me guste, pero necesito el trabajo.
-Lo necesita…
-Mucho. Tome en cuenta que mi madre depende enteramente de mí. Ella es soltera –quiero decir, fue abandonada- y está enferma desde hace meses.
-¿Siempre ha sido usted recepcionista?
-No siempre; antes cuidaba niños en una guardería. Pero eso fue en otros tiempos, en los tiempos en que iba al cine y…
-Y era feliz, si puedo decirlo así.
-Puede decirlo así. Quizá entonces yo era feliz. Feliz sin saberlo, ya me entiende…
-¿Y le gustaba mucho cuidar niños? No a todos les gusta este oficio.
-¡A mí me encantaba! ¡Los niños son mi adoración!
-Usted, pues, disfrutaba de su trabajo.
-La verdad es que sí.
-¿Y por qué lo dejó?
-Porque ahora gano más.
-Pero ahora no es feliz.
La mujer se quedó pensativa durante unos instantes. Volvió a secarse el sudor. Yo la comprendía; quiero decir, comprendía su angustia. Ahora su sueldo era mejor, pero, en el fondo, estaba haciendo algo que no le gustaba.
–No hay sentimiento más destructor –dije- que realizar lo que uno no quiere. ¿Será por eso que no puede usted considerarse feliz?
-Feliz, feliz –dijo-. ¿Quién cree todavía en la felicidad? La felicidad no existe.
-¿Y si existiera? Yo todavía creo en ella. Pero no a la manera en que lo hacen los ilusos. Por lo pronto, no creo que sea ese sentimiento eufórico en el quizá está usted pensando ahora. Para mí, la felicidad es algo mucho más modesto: es, simplemente, hacer lo que uno quiere, lo que uno disfruta haciendo: aquello, en fin, para lo que se siente nacido.
Don José Ortega y Gasset (1883-1955), el filósofo español, lo dijo mejor que nadie: «La felicidad consiste en la dedicación a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación». Y también: «La felicidad es la lucha frenética por conseguir ser de hecho lo que somos en proyecto». Una mujer cuida niños y su tarea la pone contenta, pero luego cambia de trabajo y tiene que dedicarse a hacer cosas que no le importan nada: con ello basta, a mi ver, para que ésta se hunda en la más negra de las noches. Ella y quien quiera que sea. Si a un maestro con verdadera vocación lo quitas de dar clases para ponerlo a ajustar tornillos, y no por un día, sino por toda la vida, no sólo acabas con el maestro, sino que matas al hombre.
Vivimos en la era de las enfermedades mentales, como se ha dicho una y otra vez. Ahora bien, yo estoy seguro de una cosa, y creo que siempre lo estaré: que mucho de ese sufrimiento es debido a que la gente se ve obligada a ocuparse de cosas que no le interesan. ¡No realizar la propia vocación es algo que se paga caro!
-Entonces –dijo la señorita-, ¿usted me aconseja buscarme un trabajo parecido al que tenía, aunque gane menos?
-¿Cuánto gana usted más que antes? –y me dijo una cifra que, la verdad sea dicha, no me impresionó.
-¿Y cuánto está pagando ahora en antidepresivos y ansiolíticos?
-No he hecho la cuenta.
-Hágala hoy o mañana. Verá que, en realidad, ha salido usted perdiendo.
La conversación entre esta chica y yo prosiguió durante mucho más tiempo. Pero como no podría transcribirla entera por evidentes y molestos motivos de espacio, yo, por lo pronto, la dejo aquí.
También lee: La visita | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
#4 Tiempos
El Porvenir de Gerli y la eterna lucha barrial | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Aquella noche en el barrio de Gerli, en la provincia de Lanús en Buenos Aires, el aire parecía teñido de historia: me acerqué al portón del Club Atlético El Porvenir, en Blanco Encalada 400, rodeado de otras instituciones barriales que comparten el paisaje. Entrar al predio es respirar un siglo de pasión llevada por vecinos, familias y generaciones.
Me recibió el viejo estadio Gildo Francisco Ghersinich cuyo césped guarda las huellas de aquellos fundadores anarquistas de 1915 con sus tablones, su cemento y esa capacidad para aliviar el alma de casi 14,000 simpatizantes. Imaginar su fundación y primeros ascensos, las historias de lucha para conseguir una cancha propia y su gloria en la B intermedia y profesional es entender por qué El Porvenir no es solo un club: es un refugio.
Me tocó conocer a Fede, hincha de toda la vida que cuenta cómo resistieron desde el ascenso hasta el triunfo en la Primera D en mayo de 2023, pasando por aquella legendaria victoria en Copa Argentina frente a Lanús, un símbolo del ascenso que sueña con ser grande de nuevo. Esta es la magia del fútbol íntimo, el fútbol romántico de los clubes de barrio: esfuerzo colectivo, identidad barrial y orgullo poblado de relato y sudor.
Pero la visita también mostró grietas profundas: la dirigencia que encabeza Enrique Merelas (presidente por más de cuatro décadas) no esquiva el conflicto. El Porvenir enfrenta una crisis institucional que pone en riesgo todo ese legado comunitario. En febrero de 2025, la AFA suspendió la afiliación del club tras una denuncia presentada por el intendente Julián Álvarez ante Personas Jurídicas, acusando al municipio de intentar intervenir en la entidad. La intención habría sido deslindar el control sobre El Porvenir, excluyéndolo de todos los subsidios y dejando al Porve a su suerte.
La respuesta del club no fue tímida: se presentó una denuncia penal contra Álvarez por abuso de autoridad, discriminación, violencia institucional y filtración de información confidencial, denunciando marginación y persecución institucional. Las pintadas amenazantes aparecidas en los alrededores del estadio contra Merelas intensificaron la tensión, y la dirigencia llamó a socios y vecinos a defender su autonomía.
Afortunadamente, en marzo la AFA levantó la desafiliación preventiva: El Porvenir pudo volver a competir en la Primera C, debutando oficialmente el 18 de marzo ante Club Mercedes, tras semanas de incertidumbre. Pero aún pesa sobre el club un futuro incierto y una dirigencia cuestionada por aquellos que entienden que 44 años al frente de una institución no pueden justificarse con tradición si dejan estancamiento y despoblación de sueños.
En mi paso por la sede sentí esa contradicción: el club late con fuerza colectiva, con un barrio que lo respeta y lo habita, mientras que en los despachos internos se libra una batalla política que podría definir si El Porvenir se preserva como corazón barrial o se apaga por políticas ajenas.
Este club resume lo mejor y lo más complicado del fútbol argentino: su capacidad de emocionar desde lo modesto y lo comunitario, sin más hierro que la camiseta blanca y negra heredada del Sunderland argentino, y sin más ambición que resistir como espacio de encuentro. Pero también muestra cómo la política pretende apoderarse del alma de los clubes y puede quebrar ese romance que lo hace único.
Mi visita a Gerli me dejó el eco de cantos que nacen en gradas humildes y el pulso firme de gente que no se rinde. Ojalá los clubes de barrio, como El Porvenir, sigan siendo faros de pasión y memoria, y ojalá sus dirigentes internos y externos entiendan que la máxima autoridad no es el poder político, sino el cariño del socio y la voz del barrio.
Ojalá un día en México, entendiéramos un poco del fútbol de barrio.
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#4 Tiempos
Medio siglo del FIS-MAT, en honor a Mat. Silvia Sermeño | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En 1975 se realizó el primer Concurso Estatal de Física y Matemáticas para Escuelas Secundarias del Estado de San Luis Potosí, que ahora se conoce como Fis-Mat, el Concurso Regional Pauling de Física y Matemáticas que llega a estar conformado hasta por veintitrés concursos en las áreas de física, matemáticas, biología, química, astronomía, nanotecnología, ciencias naturales, ciencias del espacio, filosofía, donde participan estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria. El Fis-Mat es el segundo concurso más antiguo del país y ha sido de cierta forma el conformador de los diversos concursos en México en las áreas en las que se enfoca, tales como las olimpiadas de física, matemáticas, química, etc.
El Fis-Mat es el único concurso de este tipo en el país y ha fincado toda una tradición. Con lo cual la edición 2025 del concurso marca cincuenta años de historia de uno de los concursos más importantes del país. Cada año el Fis-Mat es dedicado a un personaje relacionado con las áreas del conocimiento que abarca que haya destacado y contribuido al desarrollo de las mismas. Este año el concurso ha sido dedicado como un homenaje a la matemática Silvia Sermeño Lima por su papel desarrollado a lo largo de treinta años al desarrollo y enseñanza de las matemáticas en la Facultad de Ciencias de la UASLP, por lo que el Fis-Mat se ha denominado XLVI Concurso Regional “Pauling” de Física y Matemáticas “Silvia Elvira Sermeño Lima”.
El Fis-Mat nació como una iniciativa para alentar el estudio de disciplinas científicas en los jóvenes mexicanos con énfasis en los potosinos, apoyando su formación con actividades extraescolares y despertando vocaciones. Fue una iniciativa de los estudiantes de la antigua Escuela de Física y del dos veces galardonado con el Premio Nobel, el Dr. Linus Pauling, por lo que ahora asume su apellido y se dedicada a un personaje en especial como en esta ocasión es la Mat. Silvia Elvira Sermeño Lima.
Silvia Sermeño Lima estudió matemáticas en El Salvador su país natal y vino a México a continuar sus estudios y desarrollarse profesionalmente. En 1981 ingresó como profesora a la entonces Escuela de Física de la UASLP a colaborar en el desarrollo de la carrera de profesor de Matemáticas que acababa de iniciar actividades, así como encargarse de los cursos básicos formativos de las carreras de física y electrónica que existían en aquella época. Posteriormente se abrirían más opciones profesionales en el área de matemáticas y estaría participando en la formación de esas nuevas carreras de matemáticas.
Su labor en la ya Facultad de Ciencias fue intensa y estuvo a cargo de materias de matemáticas y formando a los jóvenes interesados en esta disciplina, en especial a quienes deseaban dedicarse a la enseñanza de las matemáticas en los diversos niveles educativos.
Su profesionalismo y dedicación en la educación y formación de matemáticos en San Luis Potosí fue determinante para consolidar este proceso que en la actualidad sigue siendo formador de matemáticos por la Facultad de Ciencias de la UASLP a nivel licenciatura y de posgrado en las áreas de educación matemática y matemáticas aplicadas.
Como un reconocimiento a su labor en la Facultad de Ciencias desde 1981 hasta el año 2009, cuando se jubiló como profesora de matemáticas se le han dedicado los trabajos del XLVI Concurso Regional “Pauling” de Física y Matemáticas, asignándole su nombre en este marco conmemorativo de medio siglo de existencia de tan importante concurso, donde se han dado cita estudiantes del nivel básico de diversos estados del país y que ha sembrado toda una tradición en nuestro estado.
Felicidades a la Mat. Silvia Elvira Sermeño Lima, y al Fís-Mat.
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