octubre 17, 2024

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#4 Tiempos

El enfrentamiento REAL al “huachicoleo” | Columna de Enrique Domínguez

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Cuentas claras

 

Hasta el año pasado se habían reportado pérdidas superiores a los 3,400 millones de dólares anuales por el robo de combustible llamado ahora “huachicol”, esta palabra tiene su origen en una bebida adulterada, años atrás llamada así.

Hoy vivimos las consecuencias del hurto despiadado e incontrolable desde hace 18 años, nunca, ningún gobierno decidió hacer algo al respecto para cortar de raíz el problema, tuvieron que pasar también 6 legislaturas para poder, finalmente tipificar el “huachicoleo” como un delito grave, para ello se formó un periodo extraordinario de sesiones y considerarlo como tal.

El robo de combustible (huachicoleo) comenzó a darse desde el año 2000, es decir, 18 años con una escala ascendente.

En un principio se hacían tomas clandestinas en lugares apartados o comunidades lejos de los centros de almacenamiento, para poder hacer el desvío de manera rápida y alcanzar a huir en caso de ser detectados, el sistema de robo no es un procedimiento sencillo, se requiere conocimiento y la implementación de un sistema para poder obtener tan preciado elixir energético. Uno de los más comunes es”picar” la tubería y permitir el escape paulatino para que exista una pérdida de presión y actuar de manera rápida para obtener el combustible.

Conforme avanzaba el tiempo, los métodos para el robo, se hicieron más sofisticados, ahora ya había tuberías dirigidas a almacenes clandestinos, incluso a gasolineras.

En la red de ductos para el abastecimiento de combustible hay sensores y se monitorea cualquier pérdida de presión, se detecta de manera inmediata y genera la posibilidad de actuar en consecuencia, sin embargo, su enfoque era reparar la tubería dañada y no investigar el delito.

Es tan colosal el daño que PEMEX dejó de percibir miles de millones de pesos, se habla de 600,000 millones de pesos que son repartidos de manera ilegal entre los involucrados, entre ellos organizaciones delictivas, gasolineros, personal de PEMEX y funcionarios de gobierno.

Se han dado nombres como el general brigadier Eduardo León Trauwitz, exjefe de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de PEMEX, quien también fungió como jefe de escoltas del expresidente Enrique Peña Nieto y tuvo a su cargo a 2 mil 500 elementos del Ejército para vigilar los ductos de Pemex, justo durante la dirección de Emilio Lozoya, quien fue señalado de presuntamente recibir sobornos de la empresa Odebrecht.

Nombres como Silvano Aureoles (Gobernador de Michoacán) y el hoy extinto Rafael Moreno Valle también han sido señalados como beneficiarios de este delito.

El robo ha crecido durante los últimos años, PEMEX registró 40 mil 71 tomas clandestinas para el robo de combustibles, lo que significa un crecimiento de 752 por ciento.

El problema no solo se genera en la intercepción del combustible a través de tomas clandestinas, existen redes de ductos, pipas piratas y la complicidad de funcionarios de alto nivel, por tanto se han empezado a tomar acciones como el congelamiento de cuentas, la complicidad abarca la disminución en los montos solicitados por las gasolineras, muchas, al día de hoy permanecen cerradas y es un símbolo inequívoco de haber sido abastecidas con combustible “pirata”. No juzguemos a los gasolineros, si bien ellos podrían haber incurrido en un delito, también compraron bajo amenaza, el problema es complejo y no es fácil de arreglar, es necesaria una acción a fondo y dar con los responsables y que se les castigue de manera ejemplar.

No olvidemos que el combustible es el motor de la economía y es vital para el desarrollo, sin embargo, los detractores continúan con la guerra mediática para desacreditar todas aquellas acciones encaminadas al combate de la corrupción.

El egoísmo y el descrédito es un arma que genera situaciones ventajosas para desinformar a la opinión pública, solo basta escuchara los comunicadores (beneficiarios de regímenes anteriores) la ola de aberraciones que se dedican a las medias verdades o a difundir Fake News.

A tal grado ha llegado esto, que periódicos como el WSJ  (Wall Street Journal) ha difundido que México ha disminuido la importación de gasolina. Eso no tiene otra vertiente que la descalificación banal del gobierno actual.

Ante una minoría que se siente mayoría, es importante tener asegurado su abasto de gasolina sin importar su origen, prefieren su satisfacción personal, están acostumbrados a que les vean la cara y acceder a la información fácil.

Recordemos que durante años los gobiernos anteriores no invirtieron en infraestructura, tales como refinerías, centros estratégicos de almacenamiento (por cierto, las reservas de combustible son de apenas dos días) y se dedicaron al fácil método de importar combustible agregando con ello el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios).

Aquellos que vieron como un logro el alza de los combustibles, ahora piden que se disminuya el IEPS. Sinceramente es la doble moral, el oportunismo y el descaro de un país que dejaron hecho un asco.

Fuentes:

https://cnnespanol.cnn.com

https://www.diariodequeretaro.com.mx

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#4 Tiempos

Mi primer acercamiento al cine de terror | Columna de Guille Carregha

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CRITICACIONES

 

A raíz de la cantidad inhumana de películas horribles del género de terror que consumo cada año como si fueran Sabritones gratuitos en una fiesta universitaria aburrida o parte de mi dosis de medicamentos semanales para mantener con vida a este cuerpo decadente, es hasta un poco irónico recordar cómo es que no fue sino hasta los 16 años que me atreví a ver mi primer película de terror. Previo a ese fatídico día en el que una de las pantallas de Cinépolis me convenció de dedicarle mi existencia a consumir con gusto los bodrios más insoportables del género jamás grabados por la humanidad, pasé al menos una década de mi vida evitando a como diera lugar cualquier película que pudiese caer dentro de esta categoría. Los resultados variaban, pero el intento se hacía.

Quiero decir, no me encontraba viviendo en una simulación de vida en la que simplemente no se presentaran oportunidades de ver a algún asesino sobrenatural matar adolescentes cachondos de uno en uno a través de una pantalla o no conociera a nadie con el interés de creer que los efectos de pantalla verde de mediados de los 80 eran creíbles. Sencillamente estaba yo en una cruzada contra el mundo para activamente hacer como que ese género no existía. Esto incluía, por supuesto, la valiente decisión de evitar el pasillo denominado como “terror” en cualquier video centro al que accedía para evitar espantarme a mí y a mi antipática imaginación.

Y deja tú hablar de películas de terror. Incluso si tenía a mal escuchar alguna historia de terror toda pitera y mal contada a la luz de una fogata por algún niño con problemas de dicción y clara falta de presencia o carisma, terminaba siendo incapaz de dormir durante la subsecuente noche. Tan fácil como decir “y entonces vieron al chupacabras y se murieron”, sin dar nada de contexto o descripción o algo de utilidad, y mi cabeza ya estaba generando una cantidad brutal de pesadillas imaginarias en mi mente que se encargarían de arrebatarme el sueño por uno o dos días.

Ahora, esta aversión al terror en general no apareció de la nada o sin provocación alguna. Se generó a raíz de un evento traumático que me arrebató de la capacidad de escuchar “es una película sobre un monstruo que se esconde en una canasta de mimbre para matar gente” y que las pocas neuronas en mi cerebro se encendieran con la revelación de que es la idea más maravillosa jamás concebida, convirtiendo en “ver esa mierda” en el principal objetivo de mi vida. Todo comenzó en 1992, cuando teniendo yo 4 años aproximadamente, obtuve acceso a un canal de televisión llamado Multivisión.

Aún a pesar de que no recuerdo exactamente la cantidad obscena de los títulos de las caricaturas con las que rellené mi cerebro y personalidad a esa edad, recuerdo especialmente que una de mis series favoritas en ese entonces era la serie animada de Beetlejuice. Ahora, debemos recordar que, una vez más, tenía 4 años en aquel entonces, por lo que la idea de que existiera una película live action con el mismo nombre en la cual se basaba esta serie era completamente ajena a mí. En aquel momento de la vida asumía que lo único que existía en la tele eran las caricaturas y, a veces, los anuncios que las interrumpían. Eso era todo. Cualquier otro elemento me parecía foráneo e inimaginable.

Tampoco sabría decir qué era exactamente lo que me llamaba la atención tanto de esa serie como para ser de las pocas caricaturas de aquella época de las cuales aún guardo pequeños clips en mi memoria. De la mayoría de sus contemporáneas solo queda algún recuerdo del diseño de los personajes principales o, a lo mucho, unos cuantos segundos de la canción del intro enterrados entre alguna de las neuronas que me servían para encontrarle sentido al álgebra hace 20 años. Y, sin embargo, de la serie animada de Beetlejuice

recuerdo con cariño incluso las voces de sus protagonistas, lo raros que me parecían los elementos en 3D que utilizaban de vez en cuando en el opening y los capítulos, y alguno que otro chiste – sobre todo los que pretendía entender para sentirme parte del grupo.

Tal era mi amor por los personajes de la serie que, aproximadamente un año después, en una de las tantas visitas al Video Centro de mi infancia, encontré que estaba a la renta un VHS con el título de Beetlejuice sobre la carátula, misma que presentaba una fotografía de unos individuos que parecía estaban disfrazados de los personajes principales de la serie animada que justo había estado viendo antes de salir de la casa. Sin dudarlo, le pedí a mis padres que, en vez de mis consabidas compilaciones de episodios de [inserte aquí caricatura clásica de principio de los 90’s], me rentaran esa cinta que había encontrado. Por cuestiones de no difamar a nadie, quiero pensar que hubo cierta reticencia de su parte por rentarle esa película a alguien de mi edad, pero pasó hace tantísimo tiempo que he olvidado algunos de estos detalles. Pero digamos que sí lo hicieron. Vamos a decir que fueron lo suficientemente responsables para cuestionarme.

Aún así, regresamos a casa con la cinta en nuestras manos.

Ni bien habíamos llegado a la casa, mi versión de ahora 5 años subió en lo que se dice en chinga hacia el cuarto de la televisión para empezar a ver lo que prometía ser el episodio perdido de mi serie. A decir verdad, no tengo la más mínima idea de cuánta película alcancé a ver antes de sucumbir al terror completo. Solo recuerdo vivamente estar sentado de espaldas a la televisión gritando a todo pulmón mientras mi mamá corría a apagar la televisión.

Han pasado años desde aquel fatídico día, años en los que he podido ver la película de Beetlejuice de principio a fin por lo menos tres veces sin haber despertado mi trauma infantil en algún momento. Sigo sin saber exactamente qué fue lo que rompió mi psique de cinco años, aunque he creído encontrar un par de escenas que pudieron haber sido las culpables de crearme una necesidad imperiosa de evitar cualquier tipo de historia de fantasmas, monstruos, aparecidos o similares por el resto de mi vida. Claramente, aquella necesidad se vio superada eventualmente con el pasar de los años, pero creo que jamás seré capaz de determinar con precisión el momento en que perdí la compostura y me convertí en un amasijo de lágrimas que necesitaba ser salvado por sus padres.

Pero eso sí, a qué no adivinan a partir de qué momento tuvimos PIN parental en la televisión y se me cuestionaba acerca de cualquier tipo de contenido audiovisual que consumía. A ver. A que no adivinan.

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#4 Tiempos

La académica que incide en las comunidades rurales y remotas | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Graves problemas, presenta la zona de la huasteca sur, su condición social y de desarrollo con comunidades originarias y comunidades de aquellas poblaciones donde se presentan problemas de salud pública, entre otros impactan fuertemente en su desarrollo. El uso del conocimiento y la generación de conocimiento orientado a enfrentar estos problemas, son uno de los objetivos que se ha planteado el trabajo educativo, académico y de investigación de Pilar Suárez Rodríguez que realiza en Tamazunchale como profesora investigadora de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Alejada de los temas académicos recurrentes en las instituciones de educación superior ha incursionado en aquellos que tienen una visión útil en aquellas regiones de la huasteca, teniendo en cuenta la idiosincrasia de la población con ese grado de multicultural que manifiesta. Su formación en ciencia le ha permitido transitar entre temas científicos que pudieran clasificarse como transdisciplinares, que van de las humanidades a la ciencia.

Ese desarrollo de conocimiento ha tratado de aplicarlo a ese complejo entramado de problemas sociales que presenta la sociedad donde ahora despliega su tarea académica. Dentro de su formación, una vena importante de su interés académico lo ha sido la enseñanza de las ciencias y, en especial la educación informal, donde se incluyen actividades de divulgación de la ciencia a través de las cuales incide en la educación de la población para el uso de ese conocimiento que generan los especialistas que colaboran con Pilar Suárez. Así se despliega ese uso de la ciencia con responsabilidad social que debería ser uno de los aspectos que deberían de cubrirse en nuestro medio.

Su formación así lo indica, licenciada en electrónica física, con una maestría en metalurgia e ingeniería de materiales, y un doctorado en física educativa. Variedad de temas que de cierta forma enriquecen sus trabajos de investigación y principalmente su orientación a generar conocimiento con responsabilidad social. Su perfil académico indicado en el portal de su institución lo manifiesta: Mas de 30 años como docente en diferentes niveles educativos, desde nivel medio superior al Posgrado. Diseño e implementación actividades de apropiación social de la ciencia en la población y fomento de vocaciones científicas en estudiantes desde la primera infancia. Ha impartido cursos en varios países.  Ha participado activamente en la organización de eventos como ferias de ciencia, concursos, conferencias, talleres, cursos. Asesor de estudiantes en concursos nacionales e  internacionales.  Trabaja activamente en la aplicación de la ciencia a la solución de problemas comunitarios. Coordinadora del “Teacher Fellowship” y “Equipos temáticos & Experta en educación STEM” en la Red Interamericana de Educación Docente de la Organización de Estados Americanos.

Participación activa en asociaciones profesionales sobre educación en Ciencias en América.

Algunos de sus proyectos de investigación, también nos dan la muestra de su importante trabajo, de importancia nacional e internacional y primordiales para aquellas regiones huastecas del estado: Establecimiento del cultivo de cacao a través de sistemas agroforestales, su producción, y comercialización en la Huasteca Sur; Optimización del cultivo, producción, y comercialización de Cacao en la Finca Reyna Liz, El Guadal parroquia Alto Tambo, Canton San Lorenzo, Provincia de Esmeraldas, Ecuador; Red Interamericana de Educación Docente de la OEA; Diseño y validación de un instrumento para la identificación de ideas previas en estudiantes rurales de escuelas en Antioquia; Desarrollo de habilidades cognitivas de orden superior; Conservación de loros a través de nidos artificiales; Análisis de Variables Climatológicas Incidentes en Sistemas de Energías Renovables en la Región Huasteca, entre otros.

De esta forma Pilar Suárez se ha destacado en despertar vocaciones entre la niñez y juventud potosina, así como en liderar actividades de divulgación científica en las comunidades de la huasteca sur, impulsando y colaborando con las más importantes actividades en esa disciplina en la entidad.

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#Crónica | El Reteto 2024; la ñoñería tiene nuevo campeón

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Comedia, ciencia, invitados especiales y un resultado tan emocionante como controversial; así fue la tercera edición de este evento en San Luis Potosí

Por: Bernardo Vera

Este fin de semana pasado, El Reteto Pro tuvo su edición 2024, en la que el título retenido por Gabo Pozos pasó de manos. Entre charlas de ciencia contadas por seis comediantes y divulgadores, la noche del 12 de octubre tuvo un espacio para la ñoñería y las risas libres de bullying.

Cerca de las 9 de la noche de este sábado, la ubicación secreta –el Teatro del IMSS– recibió a los más de 200 nerds, frikis y amantes de la ciencia y el conocimiento. Transcurrió alrededor de media hora para que Axel Tejada, organizador de este evento, apareciera en el escenario y hacer un ejercicio de risa con el público, explicar las reglas e indicaciones de esta edición, para luego dar inicio a las presentaciones de ocho minutos de cada uno de los participantes.

La noche abrió con Marino Chavez, divulgador originario del Estado de México, con el tema “¿Para qué chingados sirve la raíz cuadrada en la vida cotidiana?”. Una presentación que, aunque con mucha solidez informativa, tuvo poca preparación escénica, pero sirvió para romper el hielo y poner al público en modo ñoño.

Bevella, comediante de San Luis Potosí, siguió con el tema de “¿Qué pedo con los árboles robot?”, quien no usó una presentación en Power Point, pero tuvo una exposición más dinámica, con un amplio dominio del escenario y que supo conectar al público con el humor habitual de su personaje en “Las Princetz”.

Javier Villalvazo, comediante originario de Chiapas, fue el invitado sorpresa de la noche, quien habló sobre “¿Por qué la música nos gusta tanto?”; aunque enfrentó estragos técnicos, supo compensarlos en la la conexión con el público. 

Lumara La Bióloga, comediante y divulgadora de Guadalajara, continuó la noche con “¿Cuál es la Importancia Social y Económica en el mundo, de la franquicia Pokémon?” Ella reconoció que antes de saber del tema, no conocía absolutamente nada de Pokemon, pero después de este evento tiene toda la intención de salir a atrapar todas las esferas del Dragón.

La expectativa estaba muy alta con la presencia de Rafa Carbajal, divulgador y tiktoker duranguense. Él prosiguió con “¿Por qué los humanos somos supersticiosos?”, quien reconoció ser la primera ocasión que realizaba una participación en stand-up. Pese a ello, solo le tomó un minuto para ganarse la risa y el aplauso de la gente.

Gabo Pozos, comediante de San Luis Potosí y ganador de la edición anterior, subió a defender su título con el tema “¿Qué madre es eso de los fractales?”. Una exposición que interactuó con el público y sacó las últimas carcajadas antes de decretarse el veredicto.

Luego de unos minutos, el público pudo votar de manera electrónica mediante un código QR, y tras anunciarse que los tres finalistas eran Lumara la Bióloga, Javier Villalvazo y Rafa Carbajal, se eliminó toda posibilidad de mantener el título en la entidad potosina.

El ganador de la noche fue Javi Villalvazo. Sin embargo, la eliminación de Rafa Carbajal como ganador del título, generó polémica entre las y los asistentes, acusando fraude y reprochando al jurado. Villalvazo, por su parte, agradeció a San Luis Potosí por la realización del evento, a las y los asistentes… y por supuesto, a Beyonce.

Rafa Carbajal dijo que pese al resultado, se trató de una decisión del público, y felicitó al ganador de esta edición, pues Javier le ayudó a pulir y mejorar su presentación.

Gabo Pozos, por su parte, prometió y hasta amenazó con recuperar el título y arrebatárselo a Villalvazo.

Axel Tejada adelantó que este “WrestleMania de la Ciencia” estará disponible en el canal de You Tube de Rafa Carbajal. Además, adelantó que la siguiente edición podría llegar a Guadalajara, y la participación de Villalvazo, Rafa Carbajal y el campeón Gabo Pozos, crea una alta expectativa de lo que se espera para 2025.

Antes de concluir el evento, las y los participantes se tomaron fotos con el público, y no se fueron hasta que el últimos de los ñoños tuvo su selfie con los participantes. 

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