Destacadas
Violencia familiar en SLP: casi el 99% de los casos queda impune
Durante la actual de Juan Manuel Carreras solo se ha detenido al 1.54% de los agresores y únicamente el 0.81% ha sido condenado por el delito de violencia familiar
Por: El Saxofón
A partir de 2016, las denuncias por violencia familiar han repuntado de manera considerable. Las denuncias por este delito, que afecta principalmente a mujeres y menores de edad, en 2015 fueron apenas 942, sin embargo, al siguiente año el número de carpetas de investigación abiertas por las denuncias presentadas por las víctimas escaló a 3 mil 930.
Desde entonces, las querellas por violencia familiar no han parado de aumentar, en 2017 la Fiscalía General del Estado recibió 5 mil 723 denuncias y abrió igual número de carpetas de investigación y para el 2018 se alcanzó la cifra de 6 mil 48 denuncias presentadas.
Sin embargo, aunque cada vez más mujeres denuncian, la procuración de justicia sigue siendo muy lenta, a tal grado que en los últimos tres años, solo 247 acusados por violencia familiar han sido detenidos, y solo 128 han sido sentenciados condenatoriamente entre el 1 de octubre de 2015 y el 28 de febrero de 2019. Por tanto, la procuración de justicia es una asignatura pendiente en los casos de violencia familiar.
La cifra resulta ínfima si se toma en cuenta que en el mismo periodo se han recibido las denuncias de 15 mil 969 víctimas de violencia familiar. Es decir, solo han sido detenidos el 1.54 por ciento de los presuntos agresores, y solo el 0.81 por ciento han sido castigados.
En el primer cuatrimestre de 2019 suman ya 2 mil 589 carpetas de investigación abiertas por la FGE, y abril pasado se ubicó como el mes con más denuncias presentadas por violencia familiar con 705.
El repunte sin duda obedece a que, por un lado, la violencia familiar es un problema frecuente al interior de los hogares potosinos, pero también se podría decir que cada vez un mayor número de mujeres están dispuestas a denunciar a sus agresores, principalmente sus parejas sentimentales.
Ahora, si bien se reconoce que cada vez es mayor el número de mujeres que denuncia, habría que decir que el mayor número de denuncias se concentra en las zonas urbanas, por lo que se puede inferir que las mujeres que habitan en el ámbito rural siguen padeciendo este flagelo en silencio.
De las carpetas de investigación abiertas entre enero y abril del presente año, mil 685 se trata de casos ocurridos en la zona metropolitana que integran San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez. Esta cantidad equivale al 65.08 por ciento de los casos.
Tan solo en la capital potosina se concentra el 46.81 por ciento de las denuncias (mil 212), mientras que en Soledad se registra el 18.26 por ciento (473 denuncias).
Otros municipios del estado en los que se denuncia mayormente la violencia familiar coinciden con los más densamente poblados de la entidad, como son Ciudad Valles con 184 casos, Rioverde con 98, Matehuala con 81 y Tamazunchale con 60 casos.
Si bien los programas para sensibilizar a las mujeres y apoyarlas a visibilizar y denunciar esta problemática parecen estar dando resultados, haría falta llevar o impulsar estos esfuerzos en los municipios del interior del estado.
De acuerdo con el Diagnóstico de Tipos y Modalidades de Violencia contra las mujeres en San Luis Potosí, en las localidades de la zona Huasteca, la forma más recurrente de violencia contra las mujeres es la violencia física, la cual han sufrido el 45.9 por ciento de las mujeres.
En la zona Media, también la violencia física es la más frecuente, con un 47.4 por ciento de mujeres víctima de esta modalidad de agresiones.
El diagnóstico realizado por El Colegio de San Luis, en la zona Centro, señala que el 42.7 por ciento de las mujeres han sufrido violencia por parte de sus parejas; el 38.8 por ciento han sufrido violencia física (empujones, jaloneos, bofetadas, jalones de cabello, entre otro tipo de agresiones).
En la zona Altiplano, el 41 por ciento han recibido violencia en el ámbito de la pareja, 32.7 por ciento refieren que sufrieron jalones de cabello, empujones, jaloneos, o bofetadas. Además el 26.9 por ciento han sido objeto de gritos, humillaciones, insultos o amenazas.
En la Huasteca, el 45.9 por ciento han sido víctimas de empujones, jaloneos, bofetadas, pellizcos o les han arrojado algún objeto. Además el 41.8 por ciento refieren haber sido víctimas de violencia de pareja, y 30.6 por ciento refieren haber sido humilladas, insultadas o amenazadas.
En la Zona Media, el 47.4 por ciento declararon haber sido objeto de empujones, jalones de cabello, bofetadas y otras agresiones físicas.
El 42.3 por ciento han sido violentadas por sus parejas; al 39.7 por ciento les han dicho piropos groseros u ofensivos de tipo sexual sobre su cuerpo, e incluso al 32.1 por ciento refieren haber sido pateadas o golpeadas con el puño.
Dicho estudio ofrece un panorama preocupante, y aún y cuando tal parece que cada vez es mayor el número de mujeres que denuncian, queda claro que urge por un lado incentivar la cultura de la denuncia y por otro, tratar se sensibilizar a los propios agresores.
En resumen, la lentitud en la procuración e impartición de justicia siguen siendo la norma y los violentadores siguen gozando de impunidad.
Destacadas
La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
Destacadas
Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo
El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario
Por: Redacción
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.
Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.
El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año —refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.
Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.
También lee: En firme pago a la UASLP; Gobierno cumplió
Destacadas
FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda
María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones
Por: Redacción
Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.
La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.
En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.
La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.
También lee: De apelación a amparo: el camino legal que sigue Miguel Ángel Lutzow
-
Destacadas2 años
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad3 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad4 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado2 años
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad3 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos3 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas3 años
SLP podría volver en enero a clases online








