#4 Tiempos
Si Nava viviera, que pena le diera | Columna de Jorge Saldaña

TERCERA LLAMADA.
Ayer la Plaza de la Democracia se convirtió, como lo cantaba Javier Solís, en un “cofre de vulgar hipocresía”. El lugar apestaba a doble moral. La contradicción cínica convertida en homenaje. La estatua de Salvador Nava Martínez, juro que crujía por dentro.
La moralidad representada en un hijo del doctor inhabilitado por el manejo deshonesto del dinero público.
La dignidad repartida entre un nieto también inhabilitado por los potosinos al encontrársele incapaz, incompetente y corrupto.
Los valores del navismo en las manos del hijo del tesorero de Nava Martínez, Alfredo Lujambio, que tuvo que dejar la representación de los ciudadanos en el Cabildo por estar señalado de acoso sexual a sus empleadas.
El suplente de Lujambio, nuevo rico gastando lo ajeno y el tiempo por el que se le paga para asistir en horas laborales a eventos políticos.
Hijos y nietos todos con señalamientos vergonzosos, otros con secretos inconfesables, pero compartiendo todos, sobándose las manos unos entre otros como dándose bendiciones, besándose las mejillas en un montaje de franca y plena desvergüenza.
Los perredistas acérrimos que se convirtieron en panistas infranqueables, que se cambiaron a Morena y que buscan cabida en Movimiento Ciudadano, ahí estaban como siempre: firmes y sólidos en sus ideales y desgarrándose las vestiduras por un movimiento civilista que no conocieron ni de lejos… pero ahí estaban.
Juro que la estatua crujía.
A 30 años de su partida, el Navismo no se parece en nada y el Frente Cívico no es que no se parezca, es que simplemente ya no existe.
El líder, el que se elevó democráticamente por dedazo en el púlpito de su presidencia, el de la altura moral intachable, Xavier Nava, tuvo que interrumpir sus francachelas públicas para ir, como doliente casto, humilde y probo, un poco encorvado y lento, a arrimar su brazo generoso para llevar con parsimonia de anciano venerable a su abuela, Doña Conchita Calvillo viuda de Nava, al evento de su extinto abuelo.
Frente a tan degradante espectáculo, queda claro que de aquel movimiento solo hay dos cosas solidas: La estatua y la fortaleza de doña Conchita. No existe más. Lo caradura de sus “herederos” no cuenta.
“Payasos con careta de alegría que ante la gente ocultan su derrota…”
¿El Regreso del PRI-Verde?
Más allá de los guiños recurrentes y los chascarrillos entre Ricardo Gallardo y Enrique Galindo por el color de los chalecos, hay un trasfondo que según los que se dedican al cálculo político podría convertirse en una alianza nacional entre esos dos partidos que se replicaría en el estado en el 2024.
Es muy temprano para vislumbrar caminos y escenarios, no obstante, no se pueden dejar de notar algunos factores, por ejemplo los rumbos de la militancia priista que se ha dividido en dos partes: los que de plano ya no ven esperanzas y están abandonando el barco para irse a otro partido (generalmente al naranja) y los que, más institucionales y cautos, han decidido quedarse en su tricolor partido que puede, una vez más, siendo el “mágico PRI”, reinventarse alimentado de su gasolina de siempre: el poder y la búsqueda del mismo.
En el caso potosino, desde la visita de Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” el pasado 26 de marzo, convocado por Enrique Galindo y el líder tricolor en el estado, Elías Pecina, los priistas han estado muy tranquilos. No hay grilla ni pugnas internas, la presidencia de Elías está a salvo y muy seguramente podrá terminar su periodo con tranquilidad. ¿Para qué acelerar las cosas?
Ya vendrán los tiempos en que Enrique Galindo tenga que decidir qué hacer con su partido al que –asegura- no abandonará nunca, y será el tiempo de elegir si quiere quedarse con el desde su dirigencia, o prefiere entregarlo en los hechos a otra corriente, y para decirlo con todas sus letras, será momento de impulsar a Fernando Chávez, su secretario general, o algún otro hombre o mujer con lealtades ciento por ciento tricolores pero sobre todo al propio Enrique.
A partir de esa decisión, se podrá empezar a tejer una circunstancial alianza en la que el Verde está considerado en primera fila. Los guiños toman sentido.
No hay casualidades, durante la visita de Alejandro Moreno de marzo, trascendió el saludo que “Alito” hizo en persona al gobernador Gallardo, cosa que no fue simple cortesía, sino una palmada de ida y vuelta a los grupos que ambos representan.
Hay que recordar, por ejemplo, que no será la primera vez que PRI y Verde juegan juntos y que en Campeche, Oaxaca y Chiapas principalmente los lazos entre los hombres más poderosos del PRI y del partido del Tucán, han formado una especie de “Cofradía” muy sólida, que los Murat y sus hijos pesan en Oaxaca, que los Velasco de Chiapas son cercanísimos a la cúpula verde y que Alejandro Moreno es de Campeche y su mano derecha se está encargando de la agenda partidista y (ojo) las Alianzas.
Acá en San Luis, esa cartera la otorgaron la semana pasada a Joel Ramírez, de los priistas que no escucharon el canto de las sirenas, de los institucionales, de los cautos. No hay casualidades.
BEMOLES
YA SIÉNTESE SEÑOR
Qué manera tan absurda de José Luis Urban de echar por tierra la presentación de la nueva Guardia Civil del Estado. El señor hace escenas y berrinches cada que tiene oportunidad, la última la protagonizó ayer maltratando a reporteros y periodistas que pedían explicación sobre la forma en que se desarticuló la manifestación de conductores de Uber y otras plataformas ante el asesinato de uno de ellos en Quintas de la Hacienda.
Urban salió con la ridícula acusación de que estaba siendo “acosado periodísticamente”. Por favor señor, si ya no tiene ganas, edad, criterio o de plano está cansado, pues retírese, pero no venga a maltratar comunicadores con tan absurdos argumentos. La Guardia Civil tiene un potencial y una esperanza depositada de parte de todos los potosinos como para que sus actitudes las derrochen.
Los ciudadanos y hasta la Unión de Usuarios de la Zona Industrial aplaudieron la intervención de la Guardia para desalojar las vías de comunicación, sin embargo, el éxito del operativo fue derrumbado por sus posturas intolerantes que parecen más berrinches de un necio adulto mayor. #Respeto
ANTROS EN EL CENTRO
Si alguien ve a Jorge García, titular de la dirección de Comercio Municipal, díganle de favor que el Centro Histórico ya no aguanta un solo antro más. Las fiestas clandestinas y la proliferación de antros de todos los tamaños y gustos, están dejando más molestias que beneficios en el primer cuadro de la ciudad. Los fines de semana es hasta peligroso ir al Centro por la cantidad de antros y parroquianos que generan desde pleitos hasta tragedias. Si no lo ven, pues no le digan nada. #AtentoRecado
DESARROLLADORES Y AUTORIDAD
Si se andaban preguntando qué hace el alcalde de la capital los sábados, me enteré que está llevando a cabo reuniones cara a cara con los desarrolladores de vivienda y entre autoridad y constructores están destrabando los laberintos burocráticos y las lagunas técnicas que el Plan Municipal de Desarrollo que dejó Xavier Nava les heredó. El déficit de unas 14 mil casas no es para menos. Las 3 mil que en este momento están en proceso, por lo menos no deberían tener tantas trabas por parte de la autoridad. Sábado a sábado el alcalde está agarrando ese torito por los cuernos y al parecer se han fortalecido las relaciones, se han ido relajando las fricciones y se está sacando el tema adelante. #YaEraHora
También lee: Defendiendo a Xavi y los Bemoles desidiosos | Columna de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
Sobre la oficina de la abogada de la UASLP: La réplica desperdiciada
El pasado 22 de agosto, quien esto escribe publicó una columna de opinión titulada “La abogada y el diablo”, en la que hice un recuento de las continuas, constantes y costosas derrotas jurídicas que ha venido acumulando la oficina de la abogada general de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
En el texto, también fui revelando las curiosas casualidades entre los actos jurídicos fallidos de la UASLP, representada por la licenciada Urenda Queletzú Navarro Sánchez, y las revelaciones de los medios propiedad del empresario Miguel Maya Romero, a quien me refiero cariñosamente en varias ocasiones con varios sinónimos y parafraseados de su apodo: “el diablo”.
Si alguien se perdió la columna de opinión a la que me refiero, les comparto el enlace para que tengamos, tengan todos mis lectores y Culto Público, el mismo contexto.
🔗 https://laorquesta.mx/la-abogada-y-el-diablo-apuntes-de-jorge-saldana/
Producto de esa publicación, la oficina jurídica y su titular usó el derecho de réplica que nos concede a todos la Constitución y sus leyes reglamentarias, por considerar que la publicación –como se asentó por oficio– incurre en “inconsistencias derivadas de información incorrecta e imprecisa”.
El texto que mandó la titular de la oficina jurídica universitaria a este medio (mismo que también adjunto) no solo es triste, disperso y contradictorio, sino que deja claro, punto por punto, que a quien defiende su titular, Urenda Navarro, no es a la Universidad Autónoma… sino a sí misma.
En cuatro cuartillas repletas de errores ortográficos, de sintaxis y gramaticales, que se podrían esperar de cualquiera, pero no de una doctora en Derecho (tengo la duda: ¿sí tiene el grado? Porque eso nunca ha quedado claro) y titular de la representación legal de la centenaria institución académica.
Pero eso es lo de menos, creo que nadie espera que la autora de la réplica (con acento, licenciada) sea también experta en redacción y sintaxis. Lo que sí se espera por parte de toda la comunidad universitaria y la sociedad en general es que la titular del área sea, por lo menos, conocedora y entendida en temas legales. No obstante, uno a uno de los asuntos legales que enlisté en mi columna original se han confirmado como errores, omisiones y derrotas, legales o de facto, que se apuntan a su gestión, mismas que, inexplicablemente, no los combate en su airada respuesta y en su lugar se exhibe y expone al rector Alejandro Zermeño Guerra.
En el primer punto de las aclaraciones, la oficina de la abogada intenta precisar que, respecto al contrato de arrendamiento (“contrato” va en minúscula porque no es nombre propio) de los terrenos propiedad de la universidad con la empresa VEM, que no fue Urenda Navarro quien elaboró el documento, sino su antecesor, Joel González de Anda, y advierte que en la columna de opinión no se partió de la verificación de las fuentes a las que se alude.
Si fuera acuciosa su oficina y su titular en leer mi columna en cuestión, en ningún fragmento se afirma que fue ella la que redactó el documento, lo que se cuestiona es la razón por la cual, después de un año de estar al frente de la responsabilidad jurídica, no advirtió de los detalles del poroso (y lo reitero: poroso y abusivo) contrato que les generó un problema jurídico mayúsculo en el que aún están inmersos como institución.
Y lo más grave: con la redacción de su réplica, deja ver explícitamente que ni ella, ni el rector Zermeño conocían siquiera los detalles del contrato elaborado por su antecesor, y que de manera reactiva, tuvieron que buscar el contrato para apenas conocer sus cláusulas.
¿Es así como la titular de la oficina de la abogada general defiende a la Universidad y a su jefe que lleva el mando de la misma?
El texto –insisto– evidentemente redactado para la propia defensa de quien lo firma, Urenda Navarro Sánchez, pone de manifiesto la irresponsabilidad con la que tanto ella como su jefe dejaron pasar en absoluto descuido un asunto tan delicado.
En el segundo punto del reclamo, se argumenta que en mi columna afirmé que la vía por la que se debió presentar un recurso contra la empresa VEM era la vía penal, lo que es totalmente falso y se contradice al citar mi texto de opinión, que deja claro que en la redacción nunca se sugirió una u otra vía, lo que se escribió fue una aclaración, entre paréntesis, para dejar claro que no es lo mismo una denuncia y una demanda. Nada más.
En el mismo punto, la oficina de la abogada explica la razón por la que la demanda mercantil contra la empresa fue presentada hasta el mes de junio y no en enero, esgrimiendo que su equipo tuvo que trazar la ruta más adecuada y que se abocaron a dar cumplimiento al contrato y reunir los elementos necesarios para después tomar una decisión.
Sin embargo, la explicación apura una pregunta: ¿Por qué en la primera parte del texto se asegura, y hace hincapié, en que la vía correcta de proceder era la de imponer una demanda mercantil, pero en la segunda parte de su argumento concede que su oficina tardó cuatro meses en llegar a esa conclusión?
¿Estaba segura o no la oficina jurídica universitaria en el cómo proceder?
Porque lo que declara la firmante en su atento oficio es que para decidir entre interponer o no una demanda, se tardaron cuatro meses. Que es justamente lo que le hago ver y le cuestiono en mi texto, al que por lo menos en este punto, y tras su respuesta, se me otorga la razón cuando hago ver su evidente tardanza.
El tercer punto aclaratorio de la abogada general de la UASLP es una joya:
Luego de citar mi texto (siempre en negrillas, detalle que agradezco) en la parte en la que infiero que el convenio en cuestión fue filtrado a los medios del empresario Maya Romero, la abogada general responde y ahora yo la cito:
“…al momento en que se puso en conocimiento al titular de la rectoría (con minúscula porque se refiere al cargo) del contenido del contrato de arrendamiento, también se le informó que mi antecesor en el cargo había ordenado no subir el instrumento jurídico a las obligaciones de transparencia en las que se dan cuenta los convenios y contratos que suscribe la institución…”
En pocas palabras, lo que dice el oficio es que por más de un año, como lo admiten explícitamente, tanto la oficina de la abogada general como el doctor Alejandro Zermeño fueron omisos en cumplir una obligación de transparencia, y hasta ese momento, (en el que se filtra a los medios propiedad de Maya Romero) se giró la instrucción de atender la normativa.
A continuación, la titular y solicitante de la réplica, niega que el documento se haya “filtrado” a los medios, y asegura que se giró una instrucción para que se subiera a la plataforma de transparencia, además de que –plasma en su texto y confirma con su anexo 4– que la Universidad recibió y atendió una solicitud de transparencia el 20 de noviembre por parte de un periodista para obtener el documento.
Esto es evidentemente contradictorio y falaz, pues antes de ese 20 de noviembre, el portal Astrolabio ya tenía en su poder el documento, mismo que recibió en un sobre cerrado, tal como lo confirmó a este reportero, cara a cara, el empresario Maya Romero.
Por lo demás, los anexos que acompañan al oficio de réplica, fechados el 20 de noviembre y recibidos por la oficina de la abogada general el día 25 del mismo mes, pudieron ser confeccionados y sellados cualquier día, es la oficina a cargo de Urenda Navarro la que tiene la papelería y los sellos para poder hacerlos.
No hay evidencia real de una solicitud de transparencia registrada por una plataforma, y sí la palabra del empresario de medios, al que podemos, si la oficina de la solicitante de la réplica está de acuerdo, invitar para que nos confirme la versión, tanto a la abogada universitaria como a este reportero.
En todo caso, ¿no es demasiada casualidad que el mismo día que usted, por instrucciones de la máxima autoridad, instruyó subir a las plataformas de transparencia la documentación, haya sido presentada una solicitud de transparencia expresa sobre el documento?
Sobre la presencia de “una tercera persona” en la reunión entre la titular de la oficina de la abogada general y el rector, se solicitaría que sea mencionado su nombre, para que así tenga capacidad de defenderse ante la inferencia de la oficina jurídica universitaria de ser el autor de la filtración.
El reportero no tiene ni tuvo por qué saber quién o quiénes se presentan a las reuniones en las que, de manera privada, la Universidad Autónoma y sus funcionarios toman decisiones.
La mención de ese tercer personaje misterioso, suena más a un truco velado para proteger, una vez más, a la abogada general Urenda Navarro, y no a la Universidad Autónoma.
Sobre el cuarto punto de la réplica, hay poco que decir, pues solo confirma que la controversia constitucional interpuesta por la Universidad a la que representa, fue efectivamente desechada por ser “no-to-ria-mente improcedente.”
En el resto del texto de ese punto, solo se resume que, en anteriores ocasiones, también ha fracasado en sus intentosporque la corte considere a la UASLP como un ente autónomo con capacidad jurídica para presentar ese tipo de controversias.
En referencia a que no hace falta tener el número de expediente para conocer el documento de la controversia constitucional, tiene la oficina de la abogada general toda la razón, y fue erróneo por parte del autor, quien esto escribe, inferir que de alguna manera la oficina reclamante facilitó a un medio en particular el camino para encontrar el documento en los archivos públicos de la SCJN.
Sin embargo, yo le solicitaría a la oficina que comanda, Urenda Navarro Sánchez, que se diera a conocer, no solamente a este medio, sino a la sociedad en general, el comunicado, boletín, entrevista o aviso público en el que se haya informado a la comunidad y a los potosinos que la Universidad interpuso esta herramienta jurídica.
Y de no existir un comunicado público, se me ayude a explicar cómo fue que el medio de comunicación que lo publicó tuvo la capacidad de adivinar a ciegas que la oficina de la abogada general de la UASLP había promovido dicha controversia.
Las dos solicitudes que rematan el oficio de la oficina de la abogada general han sido resueltas:
-
Se resolvió y se publicó íntegra la solicitud de réplica de la abogada de la UASLP y sus anexos el pasado 5 de septiembre en la página, redes sociales y listas de difusión en el mismo espacio y características en que fue publicada la columna que originó el debate.
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Se publicó la réplica íntegra con inserción pagada.
Para finalizar, respecto al anexo 1 en que la abogada universitaria Urenda Navarro Sánchez comprueba que la columna fue impulsada con una pauta en redes sociales por 800 pesos, se puntualiza que la abogada debió ser más exhaustiva en su búsqueda, pues no solo esa columna fue impulsada económicamente en redes sociales.
Todos los días, a conveniencia estratégica del medio, se impulsan y segmentan artículos, videos, columnas y noticias. Todos los días y sobre diversos temas.
Dicho lo anterior, le informo a usted, licenciada Urenda Navarro, y a la oficina a su cargo, que la réplica que usted nos envió no solamente fue pautada por los 800 pesos que nos solicita, sino que se invirtió el doble de recursos.
La razón para hacer esto no responde ni a la generosidad del director y propietario del medio –su servidor– ni a una presuntuosa holgura económica, sino a la necesidad del medio que dirijo para que la comunidad universitaria tenga más posibilidades de darse cuenta en qué términos y en qué formas responde y redacta su oficina, o usted, algo tan valioso como una réplica mediática.
Para que los universitarios y la comunidad en general tengan más elementos para explicarse el por qué la oficina de la abogada general pierde, una y otra vez, casi todos sus asuntos legales, y para que los universitarios sepan que no tienen una defensora de la institución, sino una abogada que antepone sus intereses personales a los valores que representan el logotipo del águila universitaria.
Si así como responde la oficina jurídica un derecho de réplica, atiende los asuntos de mayor relevancia para la institución, es fácil descubrir el por qué se arrastran y acumulan los fracasos.
Y para concluir a todo esto, quien esto escribe deja una aclaración y una pregunta:
El texto se encuentra dentro de los géneros periodísticos de opinión. ¿Qué hace la abogada general de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí debatiendo en medios la opinión, subjetiva, de un aprendiz de reportero?
¿No tiene otros temas que atender de mayor relevancia?
Cinco-cero.
Jorge Saldaña
Aquí el enlace a la réplica íntegra y sus respectivos documentos:
#4 Tiempos
Centenario del concierto de Sonido 13 en el Teatro de la Paz | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Para el mes de febrero de 1925, Julián Carrillo y sus alumnos tenían todo listo para interpretar por primera vez a nivel mundial música en fracciones de tono en un concierto programado en el Teatro Principal de la Ciudad de México, que promocionaba como el concierto en el cual: “por primera vez en el mundo se oirán en un concierto composiciones musicales con dieciseisavos, octavos y cuartos de tono, elementos conquistados por México en el año de 1895”.
En ese concierto se estrenaría la obra de Carrillo: “Preludio a Colón” que inauguraba la entrada a un nuevo universo musical; participarían también sus alumnos con composiciones en fracciones de tono basado en la teoría de Sonido 13 con obras de Soledad Padilla, Elvira Larios y Rafael Adame.
El domingo 15 de febrero de 1925 se tocaba por primera vez en el mundo música basada en la teoría musical de Sonido 13 desarrollada por el potosino Julián Carrillo. Después de este histórico concierto se programaba una gira nacional para dar a conocer el nuevo sistema musical, la cual iniciaría en la tierra natal de Julián Carrillo, San Luis Potosí, anunciándose la llegada del maestro al estado potosino y siendo recibido en Ahualulco, su lugar de nacimiento, en el mes de septiembre de 1925.
El gran concierto de Sonido 13 se efectuaría en el Teatro de la Paz el 13 de septiembre de 1925 para después recorrer la mayor parte del país. El concierto, al igual que aquel concierto inaugural en el Teatro Principal, tenía el carácter de demostración de las nuevas teorías y despedida al mismo tiempo, pues Julián Carrillo iría a radicar por un tiempo a Nueva York.
Carrillo fue declarado Huésped de Honor de la ciudad de San Luis Potosí y fue entusiastamente homenajeado por los artistas, estudiantes, y en general el pueblo potosino, como demostración de su sincero aprecio, como rezaba la nota periodística de Acción, el periódico de esa época en San Luis.
Producto de su visita a San Luis a ofrecer el concierto de Sonido 13 por primera vez en San Luis, el 24 de julio de 1925 se formó el Comité de los 13 pro Julián Carrillo con el objetivo de hacer promoción y organizar los festejos, el cual quedó formado por las siguientes personalidades potosinas: presidente, Juan H. Sánchez; vicepresidente, Lic. Manuel Rodríguez Martínez; tesorero, Juan Silos; secretario, Francisco Salazar; y vocales, señorita profesora Guadalupe Moreno, Rodrigo de G. Arriaga, señorita profesora Esther de Santiago, profesor Lino Gómez, José T. Nevares y Manuel R. Flores.
De los arreglos efectuados por este Comité se logró que el concierto en San Luis Potosí se realizara como prólogo a las fiestas patrias con el fin de que ese año tuvieran un esplendor inusitado . La fiesta se pretendía que fuera doblemente memorable: evocadora de nuestras viejas tradiciones y demostrativa de las actuales glorias.
Carrillo dictaría una serie de conferencias sobre el Sonido 13 como preámbulo al gran concierto; su llegada a San Luis fue apoteótica, después de un cuarto de siglo regresaba a tierras potosinas para iniciar su gira nacional. La recepción que se dispuso en los andenes de la estación de ferrocarril fue grandiosa, a pesar de las inclemencias del tiempo. Distinguidas damas y honorables caballeros lo acompañaron desde la estación al Palacio del Ayuntamiento donde fue declarado huésped de honor.
El Teatro de la Paz sería el escenario del magno concierto de Sonido 13, el 13 de septiembre de 1925, donde se colocaría, en la entrada del recinto, una placa al Sonido 13 que sería retirada años después. Como instrumentistas microtonales participaron: Luis González y González, Manuel C. Ascencio, Luis G. Galindo, Rafael G. Adame, José M. Torres, Gerónimo Baqueiro Foster, Santos Carlos y José López Alavez (compositor de la popular Canción Mixteca).
En los coros participaron: María Sebastiana Ahedo, María García Ganda, Elvira Larios, Cecilia Larios, Soledad Padilla, María del Refugio Lomely, Guadalupe Solís, Anita Valderrama, Josefina Carlos, Marcelina Carlos, Amalia Tamayo, María de los Ángeles Ortiz, Josefina Buendía, Celia Jiménez, y los señores: Luis G. Galindo, Rafael G. Adame, Manuel C. Ascencio, Santos Carlos, Gerónimo Baqueiro Foster, Enrique Rodríguez, Tomás Ponce Reyes, José María Flores, Manuel León Mariscal, Antonio Hernández Montoya, José López Flores, Vicente T. Mendoza (famoso investigador de música popular mexicana) y José López Alavés autor de la célebre canción mixteca.
Seis años después, el 13 de septiembre de 1931 se volvió a celebrar un concierto de Sonido 13 dirigido por Carrillo y con obras clásicas de Mozart y Schubert, en el Teatro de la Paz donde se presentaba por primera vez la Orquesta Sinfónica de la Unión Filarmónica Potosina.
También lee: Gustavo López, presentación de su libro He aquí al hombre | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
Elogio de la literatura | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
¡Qué tristes son los personajes de Iván Bunin (1870-1953), qué tristes casi todos sus cuentos! Hay en ellos un no sé qué, una nostalgia que embelesa al lector desde el momento en que toma el libro y que no lo abandona sino muchos días después de que lo deja.
Acabo de leer, precisamente hoy, la pequeña antología de sus relatos breves que publicó en 1924 la vieja editorial Calpe y cierro el libro con un suspiro que no sé si será de pena o de dolor. El escritor ruso lo sabe; por lo menos él no se engaña: la vida del hombre está llena de desamparo, de abandono, de tristeza.
El personaje de uno de estos relatos, al ver llegar a su casa a un amigo al que no veía desde hacía mucho tiempo –desde el tiempo en que combatieron juntos en la guerra de Crimea- lo saluda con los brazos extendidos, avanza hacia él y le dice lleno de júbilo: «¡Kovalev! ¿Estás vivo?». ¡Dios mío, qué pregunta! Así nos deberíamos saludar todos, pues la verdad es que nadie sabe si mañana aún estará aquí. A nuestro saludo habitual habría que agregarle una coma para que suene más sincero; no preguntar: «¿Cómo estás?», sino: «¿Cómo, estás?».
Entonces los amigos se abrazan, se besan según la usanza rusa y encienden el samovar mientras afuera, en la estepa, los elementos se enfurecen y la nieve cae sepultándolo todo. «Yakov Petrovich estaba de muy buen humor; pero en el fondo de su alma había nostalgia. Al día siguiente era Navidad…, y él estaba solo. ¡Gracias a Dios que Kovalev no lo había olvidado!». En realidad, Kovalev era el único que no había olvidado a este pobre viejo, pues todos a su alrededor o habían muerto o simplemente habían desaparecido de su vida sin dejar rastro.
¡De cuántas desapariciones puede ser testigo un hombre en el curso de una vida! Sí: envejecer es haber asistido a muchas muertes. «Todo ha pasado y ha desaparecido –dice Yakov Petrovich al amigo recién llegado, al único amigo que le queda-. ¡Cuántos parientes y compañeros tuve! ¡Todos están ahora bajo tierra!».
Sin que él se diera cuenta, el tiempo había pasado. ¿A qué hora crecieron los demás, en qué momento fueron haciéndose mayores y tomando cada uno su propio camino? ¡Huyeron como de puntillas, sin decir adiós! Y ahora, si no fuera por este viejo amigo que aún se acordaba él, Yakov Petrovich tendría que pasar las fiestas de Navidad como había pasado casi todas las horas de su ya larga existencia: solo.
En otro relato del mismo volumen un caballero se encontró por el camino a un anciano que comía en silencio y sin más compañía que los árboles y las piedras. Le preguntó:
«-¿Y tu mujer?
»-Hace seis años que murió –dijo el anciano.
»-¿Y tus hijos?
»-Tuve seis.
»-¿Viven?
»-No; todo han muerto.
»Y de nuevo calló –cuenta el hombre del caballo-, masticando con cuidado la patata. Mientras él estaba sentado y con los ojos bajos, yo examinaba su cara y pensaba: “¡Nunca conseguiré penetrar el misterio de su taciturna tristeza!”».
(Apenas termino de leer esta frase, me pongo de pie y busco entre mis libros la Antología del cuento triste que publicaron hace ya muchos años Augusto Monterroso y Bárbara Jacobs; sólo quería comprobar una cosa: que hubiera en el libro por lo menos un cuento de Iván Bunin. Me digo a mí mismo mientras reviso el volumen: «Si no hay aquí, entre estas 600 páginas, un solo relato de este autor, pensaré que la selección ha sido hecha a la ligera ». Pero no. Ahí estaba, en efecto, el nombre de Iván Bunin; los recopiladores habían elegido uno de sus cuentos más famosos: El caballero de San Francisco. ¡Menos mal!).
En otro de sus relatos aparece un tal Basilio Chkut, y de él dice nuestro autor lo que sigue: «Era alto, ancho de hombros y encorvado. Toda su figura muestra aún el vigor de la estepa. ¡Pero qué triste está su cara! Ya está cerca de la tumba, pero jamás escuchará una palabra cariñosa».
¡Dios mío –pensé al cerrar el libro-, cuánta gente se va de este mundo sin haber escuchado jamás una palabra de afecto! Nunca hubo para ellos una sonrisa, una palmada en el hombro, una declaración de amor. Nada. ¿Qué hacen los que se mueven a su alrededor que parecen estar mudos? ¡Apenas si reparan en ellos! Y me pregunto: «¿He dicho a los que me son queridos cuánto importan para mí? ¿Se lo he dicho, o me he limitado a dejarles la tarea de que ellos por sí mismos lo adivinen?».
Antes de apagar la luz de mi cuarto –ya es noche cerrada, como siempre: no tengo otra hora para leer- pongo sobre el buró el libro de Iván Bunin y le acaricio las tapas en señal de gratitud. No fue, la de esta madrugada, una lectura infructuosa. Me recordó que cerca, muy cerca de mí, hay gente que aunque no me diga nunca nada, espera que abra la boca y les diga una palabra que les alegre el corazón. ¿Por qué nunca le he dicho a esta gente cuánto la quiero? ¡Sería demasiado injusto que se marcharan de este mundo sin que lo supieran de mi propia boca!
Y, finalmente, mientras apago la luz, sonrío satisfecho. Hoy la literatura me ha enseñado algo: que las gentes sufren porque están solas y que el tiempo pasa. Pero, ¿es que no lo sabía? Sí, lo sabía, pero aún no se me había ocurrido tomar las medidas pertinentes al caso.
¿Que no sirve de nada la literatura? ¿Que no sirve de nada? Vuelvo a sonreír, pensado en lo equivocados que están lo que esto dicen, cierro los ojos y me quedo dormido. ¡Ah, si no fuera por la literatura, qué poco sabríamos de nosotros mismos!
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