abril 19, 2024

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Ronald Knox, el resplandor de la inteligencia | Columna de Julián de la Canal

Publicado hace

el

 

Honrándose con esmero sobre fondo blue green, Floreat Etona hospeda a una cabeza privilegiada a inicios del siglo XX. Ronald Knox (1888-1957) ingresó a las aulas aristocráticas en 1900 para acceder en 1906 a los vetustos murallones de Balliol College en que brama el eco espeso de la tradición, donde concluyó su instrucción académica cuatro años después. En su autobiografía, A Spiritual Aeneid (1917), consigna: “Sin duda dejar Eton fue para mí una tragedia; Oxford, en comparación, a pesar de su tradición histórica y su libertad, siempre me ha parecido una pobre segundona”. Abandonándolo, nunca se despidió del todo. En la elitista escuela se familiarizó con el humor inglés, la cortesía cordial, la cálida reserva. Et in Arcadia ego. De inmediato destaca por su pericia en latín y griego en que redacta su primer poemario Signa Severa (1906), que alterna con inglés. Cierta inseguridad debida a su físico enturbió la entrada en los recintos oxonienses como registra Evelyn Waugh: “un aspecto frágil, ligeramente mustio, con una nariz prominente y un labio inferior gordo que la pipa acentuaba, una mandíbula pequeña y ojos grandes”. Ya entonces había adoptado la decisión de ordenarse presbítero de la Iglesia de Inglaterra apegado a la tradición familiar. Recibe el diaconado en 1911 en la catedral de Oxford y, el 22 de septiembre de 1912, el sacerdocio en St. Giles’ Church, Reading. Aun cuando pertenece a la Iglesia Alta o High Church, alberga inconvenientes sobre el anglicanismo. Converso a la iglesia de Roma en 1917, se ordena sacerdote católico al año siguiente.

Dos ingredientes impulsan su determinación: el Movimiento de Oxford, vigente a mediados del siglo XIX, encabezado por el cardenal John Henry Newman; y el Tractarianismo que debe su nombre a la serie de artículos titulados Tracts for the Times (1833-1841). A principios de la década de los veinte, Ronald Knox estrecha amistad con Hilaire Belloc, Maurice Baring y G. K. Chesterton, cuyos escritos habían influido en su decisión de adherirse al rito romano. Su obra, distribuida en dos periodos (anglicano y católico), registra numerosos títulos adscritos a diferentes géneros: poesía, ensayo, sermón, novela, biografía, autobiografía, traducción de libros sagrados, estudios religiosos. Sobresalió en la sátira como se aprecia en la póstuma Literary Distractions

(1958), precedida de Essays in Satire (1928) o Difficulties (1932), en que no desestima la crítica literaria. Bizarra se antoja su curiosidad hacia la novela de detectives a la que contribuyó con algunas piezas, proponiendo un decálogo para autores a manera de prólogo en The Best Detective Stories of the Year 1929 (1930). Integró el Club de Detección, cuyo primer presidente fue Chesterton (1930-1936), sociedad que aglutinó a escritores de novela negra.

El prefacio a Una Eneida espiritual se inaugura con una metáfora que dota de sentido a las vicisitudes de Knox hasta 1917, año de ingreso en la Iglesia Católica: “Troya es una religión imperturbable”, amenazada por el escepticismo heleno, siempre derribada y siempre reconstruida. “Cártago es cualquier meta falsa”, en que está ausente todo propósito que no sea animadversión hacia la patria de Escipión el Africano. Finalmente, “Roma es Roma”. Las alusiones resumen las tres directrices hasta ese momento: devoción por la cultura griega, anglicanismo confrontado al catolicismo y Roma como iglesia verdadera. Los tres factores en mayor o menor proporción sostienen el relato autobiográfico aunque el relato no se apegue estrictamente a los tres factores. El volumen narra una aventura al servicio del proceso de conversión en que la búsqueda de la verdad es la auténtica aventura de la conversión. Recelos, titubeos, vacilaciones asaltan estas cuartillas dirigidas a alumbrar las causas del cambio, destinadas a levantar testimonio, orientadas a proporcionar pautas de actuación. El mundo clásico opera como ámbito al que regresar después de luchas íntimas, como espacio en que recobrar fuerzas a la espera de nuevos combates de conciencia, como lugar privilegiado al que instintivamente se vuelve instado por la querencia intelectual. El autor pondera, evalúa, reflexiona. No está en juego en exclusiva el abrazo a la nueva fe, sino el abandono del doméstico credo anglicano consecuencia del abrazo a la nueva fe. La renuncia a la memoria familiar, a amistades, a distinciones. El olvido de una vida a cambio de otra bajo la expectativa de la incertidumbre. La duda resuelta en adhesión que a su vez invita a nuevas dudas socorridas por paliativos vaticanos. De Ronald Knox puede decirse aquello que él mismo pronunció en el funeral de G. K. Chesterton: “Él será ciertamente recordado como un profeta, en una época llena de falsos profetas”.

También lee: Enrique Krauze, con Baruch en Tortas Ahasverus | Columna de Julián de la Canal

Continuar leyendo

#4 Tiempos

¡Las cosas buenas que tengo! | Columna de Luis Miguel Dorador

Publicado hace

el

Un fin de semana sin celular

 

El viernes inició el fin de semana con una exquisita comida en Marengo, por el rumbo de Chapultepec. Cuando se da el encuentro de tres almas que han recorrido existencias juntos y vuelven a la mesa redonda en la que todos somos iguales, la comunicación entre el caballero, el consejero y el escudero, convierten una sesión ordinaria en una cumbre de altos vuelos en la que toooodo se puede lograr.

La sopa de lentejas tiene un sabor especial, pues la tradición nos habla de que alguien fue capaz de hacer a un lado su herencia por un plato de lentejas… ¿Te imaginas cuando además del plato de lentejas recibes el legado que está escrito y destinado para ti? Eso es extraordinario y permite que se comparta la sal y el vino de la mejor uva en un ambiente en el que las señales nos hablan claramente sobre la importancia de mantener activo el lado femenino de las cosas para poder caminar con los pies firmes sobre un piso que no dejará de tambalear en ese sendero que continuarás avanzando con facilidad porque estás consciente de tu esencia.
¡¡¡Gracias Toño y Gracias Mau!!!

Luego de un silencio casi sepulcral de varios días, la noche del viernes recibí una llamada que me alegró el corazón. Cuando pasa mucho tiempo sin saber de alguien que amas de verdad y de repente aparece nuevamente, todo parece tomar sentido y como se dice, te vuelve el alma al cuerpo.
Gracias, Gracias, Gracias….

Con el alma bien puesta en el cuerpo desperté el sábado muy temprano para ir a realizar la selección de cada uno de los ingredientes para cocinar paella y si bien, los pedidos eran suficientes para resolverlo todo de manera sencilla….. me quedé sin gas. Pero cuando sabes cocinar, el combustible es solamente un factor que no debe alterar el orden de los conocimientos para poder obtener el resultado que buscas y lo logramos. En cuestión de unos minutos ya teníamos un fogón improvisado de carbón y la flama dio lugar a la brasa blanca con la que, una temperatura sostenida nos dio el resultado para poder entregar a los clientes sus pedidos a tiempo y en su punto.

Tantos años de convivir con el carbón en la Sultana del Norte y el aprendizaje de su uso y sus formas, adquirido por la generosidad de mis mejores amigos regiomontanos hizo posible el reto y tooooodo salió bien.
¡¡¡Gracias Monterrey!!!
#soypaella

Por la tarde, tuve la oportunidad de encontrarme con un amigo muy querido en el Hermoso Cariñito, por el rumbo de Juan de Oñate, antes de llegar a Carranza. El lugar es súper agradable porque tiene una terraza que permite en estos días de calor intenso, disfrutar de una atmósfera en la que el aroma del café y el puro envuelven la conversación sobre proyectos que pronto se convertirán en realidad. En la música estuvimos acompañados por “El Ipod” que es el seudónimo de un trovador excepcional y de pronto, ya era de noche y buena hora para ir a descansar.
¡¡¡Gracias Luchito!!!

El domingo por la mañana me fui a desayunar a un cafecito que está por Arista, antes de llegar al Jardín de Tequis. Luego de unos chilaquiles con aldilla era prácticamente obligado pasear por ese Jardín que es un verdadero tesoro.

En este fin de semana también sucedieron muchas cosas en otras partes del mundo y el ataque masivo, por la cantidad de armas empleadas por Irán sobre el cielo de Israel fue neutralizado por una respuesta que evitó de manera muy eficaz el derramamiento de sangre, aunque la tensión en medio oriente sube a niveles en los que los ejes del Mundo manifiestan sus intenciones de encontrar la fórmula pacífica de evitar el crecimiento de un conflicto de siglos… esperamos con verdadera intensión que se encuentre una buena solución.

Con el gran entusiasmo de que esta semana que inicia sea una derrama de bendiciones para tod@s, solo me queda decirles:

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

También lee: Van Gogh se va… pero viene algo más! | Columna de Luis Miguel Dorador

Continuar leyendo

#4 Tiempos

El cine todavía | Columna de Carlos López Medrano

Publicado hace

el

Mejor dormir

 

Debería haber una palabra para describir esa sensación que se tiene al salir del cine después de ver una buena película. Es un ánimo inigualable. Tocas tierra con un nuevo brío. La gente del centro comercial no lo vislumbra, pero eres alguien distinto al que compró su entrada dos horas antes.

Emerges de la penumbra con una membrana renovada. Con ella replanteas tus esquemas (aunque quizá lo olvides al día siguiente tras contaminarte de la rutina). Reconectas con lo que en verdad importa. Es como si una aspiradora le diera un servicio a tu mundo interior con calefacción incluida.

La manida (y estéril) controversia sobre si las series han superado al cine, queda desacreditada por momento así. Por más buenas que las series sean, no ofrecen eso que el cine sí. La intimidad acompañada en la sala. Los rituales previos. El camino de regreso en el que rememoras diálogos, en el que te acuerdas de una persona a la que le hubiera gustado esa cinta, aunque ya no se lo dirás nunca. Un gran plan cuando no tienes planes.

Solo esmérate un toque. La gran pantalla impone sus reglas, exige un mínimo de compromiso de tu parte. No te quedes derrotado en casa, envuelto en una triste pijama mientras comes una quesadilla. No: tienes que ponerte de pie, venir, sentarte con propiedad y luego levantar la cara. Alza la oreja también. Déjate llevar por el celuloide.

Ir al cine es como mirar el mar por un rato. Es una terraza particular, lo audiovisual en su tinta. La máxima expresión a la sombra. Así que haz el favor de no hablar en la butaca, si eres tan amable. Que la proyección se encargue de remover lo que hay que remover en ti. Métete en la burbuja sin pesar demasiado. Estás ante un acontecimiento. No es como esos episodios que te echas de un tirón tirado en la cama con la tableta, ese maratón que alimenta tus vicios.

La fortuna aumenta cuando alguna película añosa se cuela en cartelera y se multiplica el efecto de viaje en el tiempo. Como aquella noche en que presenciamos a Olivia Newton-John resucitar en un cine cualquiera. Los movimientos imperfectos de la cámara mientras ella entonaba «Hopelessly Devoted To You» nos transportaban. Estábamos con ella, en un jardín de pasto recién cortado en Los Ángeles. Eso parecía.

Más de una aflicción se cura yendo al cine. Olvida lo horrendo que es todo allá afuera, en donde no encuentras a Sophia Loren ni a Marlon Brando. Maldice la vida que te aleja de las películas. Y vuelve a ellas. Pese a lo infumable de otra épica de superhéroes y secuelas con carteles chillantes (una producción de más de cien millones ya me da desconfianza), recuerda que ante el embate de las desgracias tienes un refugio en ellas. Un escape de las responsabilidades y un respiro incluso respecto a tu propio hogar. Hay que ir al cine todavía.

 

Contacto:

Twitter: @Bigmaud

Correo: [email protected]

También lee: Cómo ser un buen ex | Columna de Carlos López Medrano

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Descifrando los secretos de las proteínas con la Dra. Patricia Pérez | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

 

En la sesión del mes de abril de La Ciencia en el Bar, la Dra. Patricia Pérez Cornejo, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí estará platicando sobre los secretos que encierran las proteínas, en lo que es el ciclo treinta y siete de esta serie de charlas que está cumpliendo dieciocho años de realizarse en San Luis Potosí.

La proteína es esencial para la vida, se forman de aminoácidos que son necesarios para el crecimiento y mantenimiento de células y tejidos, por lo que nuestro cuerpo requiere de proteínas en nuestra dieta. Las proteínas provienen de origen animal y vegetal. Las proteínas de origen vegetal y animal varían en su calidad y digestibilidad, pero esto no suele ser una preocupación para la mayoría de las personas si su proteína total satisface sus necesidades. Debemos aspirar a consumir proteínas de una variedad de fuentes que beneficien tanto nuestra salud como la del planeta. Como comemos alimentos y no nutrientes, debemos elegir alimentos ricos en proteínas que no solo proporcionen aminoácidos esenciales, sino que también respalden una dieta saludable y sostenible.

Este importante tema para nuestra salud será explicado por la Dra. Patricia Pérez, y nos explicará los diversos aspectos que suelen ser desconocidos referentes a las proteínas y que debemos de conocer. Así, esta es una buena oportunidad para enterarnos de este tema y ayudarnos a regular nuestra dieta, entendiendo de qué están hechas las proteínas y algunas de sus propiedades. Igualmente nos podremos enterar de las nuevas aportaciones en el estudio de proteínas y conocer el papel que realizan los investigadores potosinos en la generación de nuevo conocimiento relacionado con las proteínas. Como es costumbre, será una oportunidad para que el gran público interactué con los investigadores universitarios, en este caso la Dra. Patricia Pérez e informarse de primera mano de sus contribuciones científicas.

La Dra. Patricia Pérez obtuvo su licenciatura en química farmacológica en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en 1987

; realizó su doctorado en fisiología en la Universidad de Rochester, en Nueva York, Estados Unidos graduándose en 1996, realizó una estancia posdoctoral en el Departamento de Bioquímica de la Escuela de Medicina y Odontología de la Universidad de Rochester por dos años de 2000 al 2002. Sus líneas de investigación, con las cuales colabora en el Doctorado Institucional de Ingeniería y Ciencias de Materiales de la UASLP tratan sobre propiedades biofísicas del canal de cloruro activado por calcio TMEM16A. Estudios de los mecanismos de regulación de TMEM16A por iones y proteínas intracelulares. Así como, función de receptores purinergicos P2X4 y P2X7 en células del sistema inmune.

Los temas de investigación que ha abordado la Dra. Patricia Pérez están dirigidos a biomembranas, estudio de proteínas de transporte presentes en la membrana plasmática de células de mamífero. En particular estudia a las proteínas TMEM16A utilizando técnicas de luminiscencia (fluorescencia, quimioluminiscencia, inmunofluorescencia), técnicas de separación (electroforesis), así como técnicas electrofisiológicas.

El núcleo de su trabajo realizado en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí desde al año de 1997, puede seguirlo en la entrevista que Edgar Jiménez en el programa de Copocyt Radio transmitido por Magnética FM en la siguiente dirección:

Los esperamos el próximo miércoles 24 de abril a las ocho de la noche en la Cervecería San Luis ubicada en la Calzada de Guadalupe número 326 en una sesión más de La Ciencia en el Bar, un lugar privilegiado de debate ciudadano entre investigadores y el gran público.

También lee: Químicas, médicas, licenciadas unidas en Universitarias Mexicanas en San Luis Potosí | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

Opinión