Deportes
Raúl González, o cómo ganar oro y plata en una semana | Columna de Roberto Rocha
SUEÑOS OLÍMPICOS
Solo un grupo reducido de atletas mexicanos han logrado conseguir más de una medalla olímpica en su carrera. Raúl González fue el último que logró subirse dos veces al podio en una misma justa, en Los Ángeles 1984.
Raúl González era un atleta prodigioso desde la juventud. Cuando entró a la Universidad Autónoma de Nuevo León, en 1970, con 18 años, consiguió el título nacional juvenil en la caminata. Eso le dio el pase al equipo mexicano de marchistas, encabezado por el mítico entrenador polaco Jerzy Hausleber.
Solo tenía un año de dedicarse a la caminata cuando llegó al equipo nacional y a los tres años en el deporte participó en sus primeras olimpiadas, las de Múnich 72, aunque alejado de las medallas.
El crecimiento exponencial de su carrera siguió: en 1974, cuando se convirtió en campeón de los Juegos Centroamericanos y en 1977, campeón del mundo de los 50 kilómetros. Antes de eso, también había estado en las Olimpiadas de Montreal 76
Para 1978, Raúl González rompió el récord mundial un par de ocasiones: 3:45:52 en la Ciudad de México y 3:41:20 en Eslovaquia un tiempo después. Después logró el título panamericano en 1979, pero para los Juegos Olímpicos de Moscú, Raúl González no logró terminar la prueba de los 50 kilómetros. El ganador del oro hizo 8 minutos más que el récord de González.
En 1982 ganó medalla de plata en los 20 kilómetros y de oro en los 50 kilómetros de los Juegos Centroamericanos; en 1983, las mismas medallas llegaron en las mismas pruebas. Este fue un presagio de Los Ángeles 1984.
Raúl González llegó a sus cuartos Juegos Olímpicos con 32 años de edad. El 3 de agosto de 1984, en los 20 kilómetros, el Himno Mexicano sonó en lo más alto del podio, con el oro de Ernesto Canto y la plata para Raúl González.
Ocho días después, Raúl González llegó a su prueba favorita: los 50 kilómetros. Era un atleta maduro, pero también sabía que era su última oportunidad para poder colgarse el oro olímpico.
Raúl González dominó la prueba y al llegar a los cien metros finales -dijo-, sintió un gran deseo de no terminar: “No quería que aquello acabara y, sin embargo, estaba a unos metros del final. Caminé firme, con la respiración al máximo, agitado por el cansancio extremo que para esos momentos no sentía. No sentía nada físicamente; mi mente divagaba entre la alegría y la tristeza”.
Cuatro Juegos Olímpicos tuvieron que pasar para que Raúl González lograra meterse al podio olímpico, pero cuando lo hizo, fue con toda la gloria, con su medalla de plata y oro, además del récord olímpico, al terminar los 50 kilómetros en 3 horas 47 minutos y 26 segundos.
El prodigioso atletismo de Raúl González no fue lo único que lo llevó a la gloria en Los Ángeles 84, fue la perseverancia de mantenerse en el trabajo constante, hasta conseguir las medallas olímpicas y convertirse en el último mexicano que se colgó dos medallas en los mismos juegos.
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Deportes
SSPC destaca saldo favorable en partidos en el Alfonso Lastras
Jesus Juárez indicó que la Guardia Civil Estatal coordina medidas preventivas para el próximo encuentro ante los rayos del Necaxa
Por: Cristian Betancourt
Jesús Juarez Hernández, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado (SSPC), informó que los últimos encuentros del Atlético de San Luis
se han registrado una disminución en incidentes relacionados con el consumo de alcohol dentro del estadio Alfonso Lastras.A pesar de ello se mantendrán protocolos de prevención durante el partido del siguiente domingo 27 de octubre ante Necaxa.
De acuerdo con el funcionario estatal, los casos atendidos en partidos recientes han sido menores y sin consecuencias. “No hemos tenido eventos significativos últimamente los pocos casos presentados se han controlado de inmediato, señaló.
El protocolo de actuación establece que la primera intervención la realiza seguridad privada del estadio
Juárez Hernández apuntó que los filtros de seguridad también se reforzarán para impedir el ingreso de personas en estado de ebriedad y se vigilarán zonas de venta de alcohol para evitar consumo excesivo. Las autoridades reiteraron que el objetivo es preservar el ambiente deportivo y familiar dentro del estadio.
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Deportes
SLP vivirá el Mundial 2026 en pantallas gigantes: Gallardo
Se proyectarán los partidos en puntos estratégicos de la capital y las principales plazas de algunos municipios
Por: Cristian Betancourt
Ricardo Gallardo Cardona, gobernador del Estado de San Luis Potosí, comentó para los medios de comunicación que trabajará con autoridades estatales y municipales para llevar las transmisiones de los partidos del Mundial 2026 a las plazas públicas con la instalación de pantallas gigantes, con el objetivo de acercar la emoción del Mundial 2026 a todos los ciudadanos.
El proyecto contempla tanto como la capital como los municipios de Matehuala, Rioverde y Ciudad Valles, buscando que un mayor número de personas disfruten del ambiente mundialista
sin tener que ir a lugares exclusivos. Además, las transmisiones estarán acompañadas de diferentes actividades.Así San Luis Potosí se unirá a la pasión mundialista, convirtiendo sus espacios públicos en puntos de encuentro llenos de emoción y alegría.
El Mundial 2026 arrancará en junio de 2026 y por primera vez en la historia se jugará en tres países México, Estados Unidos y Canadá y contará con la participación de 48 selecciones, lo que lo convierte en la edición más larga de los mundiales.
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#4 Tiempos
El sueño que parecía imposible | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Durante décadas, el fútbol mexicano ha vivido con una deuda pendiente, la de encontrar a ese jugador distinto, capaz de cambiar un partido con una sola jugada, de desatar emociones colectivas y de encender la esperanza de millones. Y de pronto, en medio de la rutina de un campeonato que pocas veces sorprende, aparece un adolescente llamado Gilberto Mora para recordarnos que el sueño sí puede ser real.
Con apenas dieciséis años ya hizo historia. Debutó en la Primera División con Xolos y no fue un relleno, no fue una anécdota, se convirtió en protagonista, dio una asistencia, marcó un gol y rompió el récord de precocidad. Desde entonces, cada vez que pisa la cancha transmite esa sensación de que algo diferente va a ocurrir. Es el tipo de jugador por el que uno prende la televisión o se sienta en la tribuna con la ilusión de ver magia.
Lo extraordinario de Mora no es solo su juventud ni sus estadísticas. Es la manera en que juega con naturalidad, como si la presión no existiera, como si la cancha le perteneciera. Ve espacios que los demás ignoran, inventa caminos en lugares cerrados, toma decisiones que parecen dictadas por un instinto superior. Y lo más impresionante es que ya lo hace con la Selección Mexicana, donde su talento no se disfraza entre adultos, sino que se multiplica. En la Copa Oro lo vimos asistir, competir, atreverse, y ganar un título con una madurez que contrasta con su edad.
El horizonte para Mora es tan prometedor como inédito. Si el proceso se maneja bien, no solo podría disputar el Mundial Sub-17 —ese que corresponde a su categoría natural y donde sería la estr ella indiscutida—, sino que incluso está en condiciones de aspirar al Mundial Mayor , en un salto que pocos futbolistas en el planeta pueden presumir. Imaginarlo jugando ambos torneos, en paralelo, sería confirmar que estamos frente a un fenómeno.
México ha tenido buenos futbolistas, jugadores de época, líderes de vestidor o símbolos nacionales. Pero pocas veces hemos sentido tan cerca la posibilidad de tener a alguien con el aura de un Messi o un Maradona: un joven que no solo juega, sino que transmite la sensación de que su historia puede transformar la del fútbol mexicano. Por eso cada partido suyo parece más grande que el marcador. Porque lo que está en juego es la ilusión de un país entero que lleva generaciones esperando a “ese” futbolista que cambie todo.
Claro, el riesgo existe. La presión mediática, los clubes europeos que pronto tocarán la puerta, la exigencia desmedida de una afición que no suele tener paciencia. Pero si Mora encuentra el entorno adecuado, si logra madurar sin perder la magia, entonces podemos estar al inicio de la historia que tanto tiempo se nos negó.
Gilberto Mora es hoy más que un jugador: es la encarnación de un sueño que parecía imposible. Si mantiene el rumbo, no estaremos hablando solo del más joven en debutar, anotar o asistir. Estaremos hablando del crack que México llevaba décadas esperando, capaz de unir en un mismo calendario el Mundial Sub y el Mundial Mayor, para después escribir la página que nos acerque, por fin, a la eternidad futbolística.
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