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Presupuesto 2019 para SLP: ¿Quién gana y quién pierde?
El Pleno del Congreso votará hoy la repartición de recursos para este año
Por Roberto Rocha
El invernadero de Santa Rita podría considerarse el mayor perdedor en la Ley de Ingresos estatal para el próximo año, pues el dictamen de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, que será votado hoy por el Pleno del Legislativo, le redujo en 53.1 por ciento la entrada de dinero.
El año pasado, el invernadero de Santa Rita recibió del gobierno del estado 55 millones de pesos, mientras que este año, se invertirán solo 25 millones 784 mil pesos.
El Centro de Producción Santa Rita es una empresa que se dedica a la producción de tomates, que opera dentro de la administración pública estatal desde 2004. Los informes de esa paraestatal en 2016 y 2017 mostraron un aumento de ingresos por 46.6 millones de pesos, lo que fue absorbido en gran medida por el pago de sus trabajadores, ya que 151.6 millones de pesos destinados a la nómina de 2016, pasaron a 173.8 millones de pesos en 2017. Actualmente el sueldo de al menos 5 directivos y un trabajador del centro es superior a los 174 mil pesos mensuales.
Sin embargo, son varias las dependencias y organismos estatales que tendrán una caída en sus ingresos para este año.
El Hospital Central, por ejemplo, pese a que está pasando por una transformación que le hará convertirse en Hospital de Especialidades, tendrá menos recursos estatales este año, comparado con los que recibió en 2018.
El año pasado, el Hospital Central Ignacio Morones Prieto recibió del gobierno del estado 583 millones de pesos, mientras que este año solo tendrá 507 millones, una reducción de 13 por ciento.
El Instituto Potosino del Deporte tendrá también una ligera baja en sus recursos para este año, de 3.8 por ciento, que en términos reales representa poco más de 400 mil pesos.
El Instituto Tecnológico Superior de Tamazunchale también perderá 2.6 por ciento de sus ingresos estatales.
El Museo Francisco Cossío tendrá 14.4 por ciento menos ingresos que el año pasado, mismo caso que la Secretaría de Cultura, que tendrá 7.99 por ciento menos dinero estatal.
El Instituto Estatal de Infraestructura Física Educativa perderá 41.8 por ciento de sus recursos, pues de 3 millones 200 mil pesos pasará a un millón 859 mil pesos.
Otro gran perdedor del presupuesto 2019 será el Instituto Estatal de Ciegos, que solo tuvo 21 mil 910 pesos el año pasado, pero se le recortará a 2 mil 360 pesos para este año.
En cambio, el mayor ganador será la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado, que tendrá un incremento de 139.5 por ciento, al pasar de 3 millones 226 mil pesos a 7 millones 727 mil pesos.
La Secretaría de Desarrollo Económico también tendrá un aumento en los recursos que recibirá del estado, de 87 por ciento.
La Secretaría de Finanzas espera poder recaudar este año 36 por ciento más recursos que el pasado, con dinero proveniente principalmente del pago de control vehicular y la expedición de licencias de manejo, que subirán 36 por ciento cada uno, según las proyecciones de esa dependencia estatal.
Otros organismos estatales tendrán importantes incrementos, como el Archivo Histórico, que subió 363 por ciento; el Centro Cultural Real de Catorce 182 por ciento y la Cineteca Alameda, 103 por ciento.
La Universidad Tecnológica de San Luis Potosí tendrá 60 por ciento más recursos que el año pasado, al igual que el Conalep.
Más obra pública… no etiquetada
San Luis Potosí aumentará la inversión pública en gastos no etiquetados durante este año, pero reducirá casi en la misma proporción los que se hacen con recursos etiquetados, es decir, que tienen como destino específico alguna obra.
Según el Presupuesto de Egresos 2019 que se votará hoy en el Pleno del Congreso del Estado, la inversión pública no etiquetada incrementará un 38.4 por ciento para este 2019, en comparación con los recursos que en ese rubro tuvo la entidad en 2018. Para el año que recién comienza, la inversión pública no etiquetada será de mil 370 millones de pesos, mientras que el año anterior fue de 989 millones.
En cambio, la inversión pública etiquetada tendrá una reducción de 36.38 por ciento, pues este año será de 926 millones de pesos, mientras que el año anterior fue de mil 457 millones. La sustitución de recursos etiquetados por no etiquetados significaría, posiblemente, más dificultad para mantener vigilancia sobre el destino del dinero para esas obras.
En general, este año, los gastos etiquetados tendrán un incremento de 20 por ciento respecto al anterior. En 2018, ese tipo de inversiones fueron por 19 mil 605 millones de pesos, mientras que para 2019, serán de 23 mil 567 millones de pesos.
De entre los gastos no etiquetados, el único rubro que sufrió una reducción fue el de “bienes, inmuebles e intangibles”, que pasará de un millón 355 mil pesos a cero este año. Del resto, las inversiones financieras, materiales y suministros, y servicios generales se mantendrán igual.
Todos los demás rubros de gastos no etiquetados tuvieron crecimientos: el 38.4 por ciento de inversión pública; 32.2 por ciento de transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas, 24.2 por ciento de “participaciones y aportaciones”; 12.4 por ciento, de “deuda pública”, y 7.6 por ciento de “servicios personales”.
Por el contrario, los gastos etiquetados tendrán un incremento marginal de apenas 0.2 por ciento, pues pasarán de 24 mil 229 millones a 24 mil 284 millones.
Solo crecerán algunos rubros de gastos etiquetados: “Participaciones y aportaciones”, un 10.5 por ciento; “deuda pública”, 4.3 por ciento y “transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas”, apenas un 0.99 por ciento.
Salvo la inversión pública con recursos etiquetados, que caerá 36.38 por ciento, el resto de los rubros de gastos etiquetados se quedarán en cero pesos para este año: servicios personales; materiales y suministros; servicios generales; bienes muebles, inmuebles e intangibles; e inversiones financieras.
En total, los gastos de San Luis Potosí crecerán 9.1 por ciento este año, en comparación con 2018. El Presupuesto de 2019 será de 47 mil 852 millones de pesos, mientras que el año pasado fue de 43 mil 835 millones.
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La IA, periodismo, y la coartada perfecta. Apuntes de Jorge Saldaña.
““Vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito”
Por: Jorge Saldaña
Hay épocas en las que la tecnología acelera más rápido que la ley en una carrera en pista sinuosa, de esas con curvas tan cerradas que hasta el volante tiembla.
Estamos ahí. La inteligencia artificial (IA) ya es capaz de imitar una voz al grado de confundir a tu mamá, de injertar un rostro en un cuerpo ajeno con precisión perfecta, de producir un “comunicado oficial” con sellos y sintaxis idénticos a los originales. Que peligroso.
No obstante, lo que de veras me quita el sueño (y eso que soy dormilón) no es solo lo que la IA puede fabricar, sino lo que su misma sombra puede desmentir, es decir, que lo verdadero sea tirado a la basura señalándolo a la ligera como “irreal”.
Dicho en pocas palabras: sí temo a la mentira hecha con IA, pero temo más que la IA se vuelva la coartada perfecta para negar la verdad. ¿Me explico?
Pienso en un audio que exhibe una extorsión, en una foto que capta a un político con un criminal, en un contrato auténtico que documenta un desvío.
Con la reforma aprobada en San Luis Potosí (con tan solo 10 días de análisis) que tipifica el “uso indebido” de IA para provocar alarma, alterar la paz social, o dañar la imagen de un tercero, creo que nos pone a todos, pero aún más a los que nos dedicamos al periodismo, en un altísimo riesgo de que la primera reacción del involucrado no sea la responder al fondo, sino señalar al mensajero: “Eso lo creó la IA”, y entonces deberá ser el reportero, y no el delincuente exhibido, el que deberá de demostrar que su evidencia no es sintética o artificial, o se va al bote.
Invertimos la carga de la prueba: del hecho al emisor; del culpable al periodista.
No exagero: Artículo 19 ya advirtió lagunas de precisión en conceptos como “alarma pública” o “paz social” (que son ambiguos y propensos a la interpretación) y un riesgo de discrecionalidad que podría alcanzar desde la crítica política hasta la edición creativa.
Es cierto, la iniciativa del diputado Héctor Serrano, incorpora exclusiones para fines periodísticos, académicos, artísticos y de parodia “siempre que no exista dolo y se indique expresamente ese carácter”. Bien intencionado, sí. ¿Suficiente? No, porque el campo de juego queda resbaladizo y no hay árbitro judicial ni peritos especialistas en el tema.
Las modificaciones al código penal producto de la iniciativa de regulación a la IA, no define con precisión cómo demostrar el dolo, qué es alarma y, sobre todo, quién y cómo lo acredita.
Byung-Chul Han lo dijo en su libro Infocracia, (que me gusta mucho citar): “vivimos bajo tormentas de datos que no construyen verdad sino ruido”. La información, desanclada de la confianza, se vuelve atmósfera. Y en atmósfera turbia, cualquiera puede gritar “fuego” y llamar a los bomberos, o “deepfake” y zafarse de la comisión de un delito.
Nuestro tiempo es el de la sospecha permanente, la duda como política de Estado.
El tema me recuerda a Orson Welles que lo anticipó en 1938 con La guerra de los mundos: una ficción radial que, contada como boletín, desató pánico.
Hoy no necesitamos actores; bastan modelos generativos, un par de clics y un algoritmo de difusión.
Imaginen —no es ciencia ficción— un boletín “verosímil” de la Sedena ordenando toque de queda; una “conferencia” de la Presidenta aceptando una invasión o un “video” de un presunto homicida de un estudiante de estomatología confesando un delito…(saben a lo que me refiero).
¿Qué tal que el homicida alega que el video que se filtró fue hecho con Inteligencia Artificial? ¿Se va a perseguir al medio que lo difundió? En una de esas, hasta el homicida sale libre…¿Ya me entiende, Culto Público a lo que me refiero, me preocupa, y me da comezón?
La IA escribe el guion; las redes, el miedo.
Ahora bien: San Luis Potosí ya legisló. ¿Hacía falta? Sí. Pero…¿Así? ¿Tenemos la suficiente fortaleza académica, experiencia profesional y capacidades para fundamentar una legislación sobre esta materia que nos va ganando la carrera? ¿No será esto un acelerón en plena curva?
El que esto escribe, aprendiz de reportero, alcanza a ver al menos tres riesgos que no podemos ignorar:
1) La coartada perfecta del poderoso.
Frente a una investigación sólida, la respuesta fácil será: “es IA”. Si la norma deja ambigüedades, el periodista puede terminar litigando su autenticidad en vez de publicar, y esto puede generar un efecto inhibidor, una autocensura preventiva por miedo a ser acusado de crear “realidades sintéticas”.
2) La puerta trasera de la censura.
Cuando “alarma social” o “paz pública” no tienen parámetros verificables, cualquier pieza incómoda puede ser encuadrada como “desestabilizadora”. Hoy se promete que no; mañana basta un fiscal con prisas o un juez con miedo o a modo.
3) La prueba imposible.
En la práctica forense, demostrar que algo no fue generado por IA requiere peritajes especializados, sellos de procedencia, cadenas de custodia digitales. No los tenemos para temas como la IA ¿Quién los hará? ¿Con qué estándares? ¿Con qué independencia? Si no definimos eso, la balanza se inclina contra el informador.
Ante ello, creo que necesitamos definiciones más concretas, cerradas y taxativas, lo mismo que una “mente culpable” o como dicen los abogados una Mens rea probada, exigir dolo específico: intención de provocar alarma…me-di-ble y no de “sensación” de la misma.
Además, si alguien alega que una pieza es sintética o fabricada, que lo acredite con peritajes de laboratorios independientes (no “peritos de parte” -que además no hay en SLP- a modo).
Los periodistas también tenemos que tener garantías reales y no meramente declarativas.
Efectivamente hay una exclusión en la iniciativa aprobada para el ejercicio del periodismo, arte, academia y sátira, sin embargo, ¿quién garantiza que opere en los hechos, cuando alguien -como dije arriba- nada más porque sienta calor le llame a los bomberos…?
No se trata de negar el dilema —que es brutal y de múltiples aristas—, sino de evitar que la cura mate al paciente. Porque, paradójicamente, la IA que nos amenaza con fabricar mundos, también puede servir para validarlos.
A ver, para Usted mi Culto Público, le comparto dos escenarios de pesadilla y uno de esperanza:
Un “Falso con consecuencias reales”: Un “comunicado” apócrifo de Protección Civil que ordene evacuar colonias. Pánico, saqueos, accidentes. Nadie herido por la IA; todos por la estampida.
Un “Verdadero desmentido como falso”: Un video auténtico que documenta un abuso policial. Los responsables gritan “deepfake”, “IA”, un juez timorato concede medidas cautelares, y el reportero enfrenta proceso. La evidencia muere antes que el delito.
Uno de esperanza: que la norma haga lo que promete: perseguir mentiras sintéticas dañinas, proteger a víctimas (como las 400 estudiantes de Zacatecas) y blindar la crítica. Se puede, si se afina y lo hacemos de forma acompañada y profesional. No a la ligera.
La delgada línea entre vigilar y castigar —permítanme el guiño— no debería cruzarse hacia castigar al que vigila. La prensa, con sus errores y excesos que a veces tenemos (no me subo al púlpito ni tiro la primera piedra), sigue siendo el semáforo en una avenida oscura: si se apaga “por seguridad”, lo que viene no es orden, sino una carambola con trágicas consecuencias.
Cierro con una imagen. La IA es el Orson Welles de nuestros tiempos: puede narrar invasiones que no existen y desmentir revoluciones que sí ocurrieron. La diferencia será si, en San Luis, ponemos reglas claras, peritos que sepan, y un principio simple grabado en piedra: a la verdad no se le pone grillete; a la mentira, sí.
Insisto, si lo hacemos bien, con profesionalismo y sin miedo, quizá esta vez la radio hablando de marcianos no provoque pánico, sino lucidez.
Mañana será el diputado de Morena Carlos Arreola (qué casualidad) el que anuncie el desarrollo inmediato de foros con ciudadanos, académicos, especialistas, periodistas, abogados y otros grupos para discutir, plantear y afinar la iniciativa aprobada. Aunque lo convoque Arreola, ni modo, me apunto.
Nota: Esta columna no fue redactada con IA, sino con MIR (Mi Ignorancia Regular).
Hasta la próxima.
Yo soy Jorge Saldaña.
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Estado anticipa monto para la UASLP en 2026: Gallardo
El monto, que se incluirá en la Ley de Egresos, será equivalente al de este año mientras se define el convenio universitario
Por: Redacción
El gobernador Ricardo Gallardo Cardona informó que la Secretaría de Finanzas del Estado ya tomó previsiones para garantizar el recurso que corresponderá a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) en 2026, y adelantó que dicha cantidad será integrada desde ahora en la Ley de Egresos que enviará al Congreso del Estado.
Gallardo explicó que, aunque el convenio anual entre la UASLP y el Gobierno del Estado se firma hasta enero, esta vez se decidió anticipar el monto estimado para evitar desfases como los ocurridos este año, cuando los tiempos entre la firma del convenio y la aprobación del presupuesto no coincidieron y generaron presiones financieras para la institución.
El mandatario señaló que Finanzas partirá del mismo monto asignado este año —refiriéndose a los recursos que se destinan al inicio del ejercicio— mientras la universidad y la Federación definen la cifra exacta en su próximo convenio. Con esto, precisó, los legisladores tendrán que ajustar el presupuesto para asegurar que la cantidad prevista quede protegida en la Ley de Egresos 2025, que corresponde al ejercicio fiscal del próximo año.
Gallardo afirmó que el objetivo de esta previsión es que la UASLP arranque 2026 sin complicaciones, sin necesidad de solicitar recursos prestados durante los primeros meses del año, como ha sucedido históricamente debido a la demora en la llegada del recurso federal y estatal.
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FGESLP requiere 5 mdp para echar a andar Fiscalía de Búsqueda
María Manuela García dijo que el monto servirá para contratar personal y fortalecer prospecciones
Por: Redacción
Tras entregar su informe anual de labores ante la Comisión Primera de Justicia del Congreso del Estado, la fiscal María Manuela García Cázares reconoció que la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí enfrenta “muchos retos”, entre ellos el más urgente: transformar la actual Unidad de Desaparecidos en una Fiscalía Especializada, como lo exige la Ley General.
La fiscal destacó que todas las áreas han estado enfocadas en judicializar carpetas y atender los casos más sensibles denunciados por la ciudadanía, aunque admitió que el avance aún es insuficiente frente a la demanda existente.
En materia financiera, García Cázares confirmó que la institución solicitará una ampliación presupuestal para 2025, derivada precisamente de los costos que implica la creación de la nueva Fiscalía de Desaparecidos: más personal, más material, más prospecciones y mayor capacidad operativa.
La ampliación solicitada asciende a 5 millones de pesos como mínimo.
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