#4 Tiempos
Pensar y accionar está en un bache | Columna de Óscar Esquivel
Desafinando
Por un buen gobierno
Al accionar un plan es preciso meditar maduramente, pensarlo repetidas veces. Si el proyecto es de importancia personal o colectiva, realizar una consulta interna será de gran ayuda para alcanzar a ver consumada la obra, realizar conformación de ideas, antes de realizar un proyecto seguramente tendrá gran éxito, para ello hay que tomar en cuenta las capacidades de las personas, sus alcances y conocimientos. No se nace aprendiendo, se nace para aprender, siendo clara la existencia de insuficiencia humana. Por ello el trabajo colectivo es importante, y aun así, falla.
En los límites del conocimiento se encontrarán circunstancias que generarán una acción incorrecta, al no prever una falta, generando al final de la obra toda clase de especulación.
El pasar por el escrutinio riguroso seguramente ganará confianza y manos a la obra, reconociendo que todo puede seguir su curso, esperando una obra bien lograda para alcanzar la meta, si se planea bien no tendríamos de qué preocuparnos, siempre pendientes de las debilidades. Seguros de la realización exitosa al término, sería bueno aliviar el alma, el cuerpo, tranquilamente llevar todo a buen puerto. Con la convicción madura se aceptará el resultado deseado.
Sin embargo existen escrupulosos de las acciones perfectas, los estudiosos especialistas en la materia, pero no del entorno. “Sabios a modo”. Esta clase de personas tecnificadas se dejan dominar por el temor al fracaso, inseguridad durante el proceso, perturbación constante por el futuro. Pendientes de los hombres a su cargo, son exageradamente predominantes, dominantes, asumen la dirección controladora solo para dirigir todo, y esto provoca el entorpecimiento de las operaciones del proyecto, obra o acción.
ACCIONES DE PALABRA… PARA EL PERIÓDICO
Nuestro querido San Luis, con grandes acciones por realizar y pocas respuestas certeras. Deberíamos estar orgullosos de aquello que se propone y se realiza, pero como en botica, aparece el dolor de cabeza de toda autoridad municipal, comenzando en los cráteres por toda la ciudad. Si bien se logran a veces en el programa de bacheo, no son suficientes los resultados. La propuesta del presidente municipal capitalino, en el sentido de solicitar la cooperación de los vecinos para tapar los baches, de entrada, no es una propuesta de mal ver, lo que sucede que ante una declaración desafortunada, sin razonamiento, genera enojo colectivo.
Veamos: si la ciudad capital parece zona de bombardeos, y su Ayuntamiento no cuenta con recursos suficientes, entonces, por qué no entrarle al quite, como buenos ciudadanos tapar nuestros baches, pero ¿a cambio de qué? Propondríamos descuento en el predial, en multas, permisos, debidamente regulados para evitar sospechas, implementar una verdadera reforma al sistema de licitaciones, sin más trámite que los vecinos propongan tres cotizaciones, con igual número de beneficiarios, alcances dentro de la colonia y un autorización de obras públicas y adelante, a tapar hoyos, que a cada quien se le haga su descuento.
Pero la poca visión y la política recaudatoria implementada por el Ayuntamiento no lo permitiría, creemos que les haría falta dinero para otras obras, o de plano miedo a verse descubiertos en las enormes diferencias que hay en precios entre una obra realizada por dependencias públicas y privadas. La última cuida pesos y centavos y de buena calidad, mientras en la pública, casualmente el costo es muchísimo mayor, de mala calidad y el moche por delante, así que, si se desea la participación ciudadana, primero las declaraciones de botepronto deben quedar a un lado, son dañinas, solo causan burla e indiferencia, después, implementar una buena planeación sin politiquerías, seguramente habrá resultados positivos.
CASETAS DE COBRO, EL ANTIALCOHOL
En charlas de café, en reuniones familiares, los políticos, los empresarios, la sociedad toda, está de acuerdo en implementar planes para reducir el consumo de alcohol, sobre todo en jóvenes que se embrutecen hasta perder el sentido. Entonces ¿dónde está la molestia ciudadana con el programa recaudatorio de los retenes antialcohol?
En un simple elemento recaudatorio, ya no es uno, ni dos, hasta tres en la ciudad, sin embargo, según declaraciones de ellos mismos, en un sábado cualquiera del 70 al 90% a quienes se detiene manifiestan algún grado de embriaguez, entonces los potosinos somos briagos y de ahí se aprovechan para obtener recursos sin tener un solo programa para la prevención. Por ello, apostaron por las “casetas de cobro policiacos” con excesivas multas o el moche por debajo de la puerta.
En Alabama. Estados Unidos, tenían el mismo problema con los jóvenes, briagos como los potosinos, retenes por toda la ciudad, y nunca disminuyeron los accidentes, como aquí ocurre con todas sus ”casetas de cobro”. No se ven los resultados y continúan accidentes automovilísticos al por mayor, por cierto, es raro que muestren datos de avances y darlos a conocer al ciudadano, cifras de resultados o avances en la disminución de accidentes; Entonces, en esa ciudad norteamericana se implementó un programa con personal calificado y entrenado por la alcaldía, pagados por los propietarios de “antros” para disuadir a todo aquel que intentara conducir en estado etílico, en bares, discotecas y hasta fiestas privadas. Estas personas advertían al conductor si lo veían en estado de ebriedad, de que no debería manejar. Si insistía, el personal tenía la facultad de llamar a la policía, y ponerlo a disposición de un juez calificador, no a un tránsito que funge como juez. Resultado: multa 1300 dólares y seis meses de trabajo comunitario, por solo encender el automóvil. En solo un año, se olvidaron de los retenes, que solo ocasionaban mayor número de accidentes por tratar de huir del lugar.
El sentido común o la falta de observación de acciones preventivas en otros lugares de México o el mundo hace ver a la autoridad municipal como un administrador de recursos, no políticos con visión, astutos, de vanguardia. Se nos hace que les da flojera pensar en el bien de las personas o simplemente implementar acciones nuevas, lo que quieren es dinero. La diferencia entre administrar y gobernar es la innovación.
INPODE LO VOLVIÓ HACER
Ante la solicitud de padres de familia al gobernador del estado, de recibir apoyo para asistir a Olimpiadas Paraolímpicas, el gobernador mostró toda su disposición de apoyarlos, instruyó para que se les otorgar el apoyo económico suficiente para los gastos de los deportistas. Este hecho crispó como pollo al director del Inpode, reclamándoles a los padres de familia “porque no la habían visitado a él primero”.
Esto bastó para solo otorgarles mugrosos 5 mil pesos para 5 o 6 deportistas, aparte de traerlos vuelta y vuelta, y solicitarles comprobantes aun cuando fueran mayores a la cantidad del apoyo. Parece que este gobierno está empecinado en mantener a funcionarios con fobias y desdén hacia las personas con discapacidad.
Nos saludamos pronto.
¡Y que viva México!, disfruten la libertad y honremos a quienes nos la otorgaron.
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#4 Tiempos
De CU a mantener el vuelo | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
El miércoles pasado, San Luis se metió al Olímpico Universitario con una misión que parecía cuesta arriba. No solo enfrentaba a un Pumas que venía sólido en casa, sino también a sus propios fantasmas: los de la irregularidad, los de las derrotas que llegan cuando mejor se juega, los de las oportunidades que se escapan entre los dedos. Pero esta vez fue distinto. San Luis ganó con autoridad, con orden, con un fútbol maduro que pocas veces le habíamos visto.
El 0-1 en Ciudad Universitaria no fue casualidad. Fue el reflejo de un equipo que, por fin, entendió cómo competir en escenarios grandes. San Luis supo cuándo presionar, cuándo replegarse, cuándo hacer daño. No se desesperó, no se partió, y sobre todo, no perdió la concentración cuando Pumas quiso despertar. Ese temple, tan ausente en otras jornadas, fue la verdadera victoria de la noche.
Esa actuación le devolvió el alma a un grupo que venía entre dudas. Y también reavivó la ilusión de una afición que, aunque exigente, sigue esperando ese golpe de autoridad que confirme que este proyecto puede trascender. Porque lo del miércoles no fue solo un triunfo más en el calendario: fue una declaración de intenciones.
Ahora viene lo más difícil, mantener el vuelo. Este domingo, en el Alfonso Lastras, el Atlético de San Luis recibe a Necaxa, y la exigencia será enorme. No hay mejor momento para demostrar madurez que justo después de una victoria grande. Ganar en CU fue una proeza; ganar en casa, jugando bien y con convicción, sería confirmar que este equipo va en serio.
Necaxa no es un rival cómodo. Es uno de esos equipos que no necesita brillar para complicarte la noche. Sabe esperar, sabe morder en la presión alta y tiene la capacidad de castigar errores puntuales. San Luis deberá ser paciente, no caer en la trampa de la desesperación y, sobre todo, mantener la intensidad de principio a fin. Si el equipo logra imponer su ritmo desde el arranque, tendrá mucho camino recorrido.
El cuerpo técnico también enfrenta un reto importante. Después del esfuerzo en CU, habrá que administrar energías, rotar inteligentemente y evitar el exceso de confianza. Porque si algo ha caracterizado a San Luis este torneo, es que cuando baja un poco la guardia, el golpe llega rápido. La victoria del miércoles solo tendrá valor real si se respalda con un buen resultado el domingo.
En el plano anímico, el grupo parece haber recuperado algo vital, el orgullo.
Durante semanas se vio a un San Luis que jugaba bien, pero sin convicción. En CU hubo otra cara, una que pelea cada balón, que se ordena en bloque y que no teme al rival, sea cual sea su nombre. Esa versión es la que debe presentarse ante Necaxa.El Lastras jugará su papel. Después de un triunfo así, la gente volverá con ganas, con ilusión, pero también con exigencia. El público potosino ya no se conforma con “haber competido bien”. Quiere resultados, quiere consistencia. Y tiene razón, este plantel ha demostrado que puede hacerlo.
Además, los números comienzan a sonreír. Con el triunfo del miércoles, San Luis se metió de nuevo a la conversación por el play-in, y depende de sí mismo para mantenerse ahí. Una victoria más lo consolidaría en zona de clasificación y le permitiría encarar el cierre del torneo con un aire distinto. El margen de error sigue siendo corto, pero las sensaciones por primera vez son positivas.
El Atlético de San Luis ha dado un paso importante, pero todavía no puede detenerse a celebrar. Lo que viene es el examen de la madurez futbolística: sostener la intensidad, mantener la concentración y convertir las buenas actuaciones en una costumbre.
Este domingo, el equipo tiene la oportunidad de confirmar que no fue casualidad, que lo de CU fue el inicio de una nueva etapa. Ganarle a Necaxa sería más que un triunfo, sería la señal de que San Luis, por fin, ha aprendido a ganar seguido.
Porque el fútbol no premia al que brilla un día, sino al que resiste toda una temporada. Y si este grupo logra mantener ese temple y esa convicción, el play-in podría dejar de ser un sueño para convertirse en la consecuencia lógica de un equipo que, tarde pero seguro, está aprendiendo a jugar como los grandes.
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#4 Tiempos
Tradición potosina en Altas Energías, reconocimiento a Jürgen Engelfried | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Por: Redacción
Hace más de treinta años ingresó como profesor investigador del Instituto de Física de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el Dr. Jürgen Engelfried Jatzkowski, tiempo a lo largo del cual ha participado como profesor de la Licenciatura en Física y del posgrado en física, maestría y doctorado, colaborando así en la formación de nuevos físicos mexicanos. En cuanto a su labor de investigación colabora con el Cuerpo Académico de Altas Energías y es fundador del Laboratorio de Altas Energías del Instituto de Física.
El Cuerpo Académico de Altas Energías del Instituto de Física trabaja en temas de investigación, tales como, Física de Partículas Elementales, Partículas con Quark Strange y Charm, Instrumentación para Detección de Partículas, Teoría de Campo, Extensiones Supersimétricas del Modelo Estándar, y se ha convertido en uno de los principales grupos de investigación del país en esa especialidad.
En particular el Dr. Jürgen en el Laboratorio de Altas Energías realiza investigación en partículas elementales y física de altas energías. Sus intereses indagatorios se centran en el área experimental, como la física experimental de partículas elementales, instrumentación en detectores de radiación y altas energías, partículas con quark strange y charm, decaimiento raro de kaones y espectroscopia de resonancias bariónicas.
Participa en las más importantes colaboraciones a nivel mundial en el área de altas energías y partículas elementales, en experimentos de frontera en estos campos, colaboraciones como el Hyperon Beam Experiment de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), que se encuentra en Ginebra, Suiza, donde se encuentra el Gran Colisionador de Hadrones; colabora también en el Fermilab en el experimento CKM Rare Kaon Decays y en el NA62 del propio CERN; en la Red de Física de Altas Energías y en el SELEX Charmed Baryons en el Fermilab.
Proyectos en los que el Dr. Jürgen es el líder mexicano en esas colaboraciones en los laboratorios más connotados a nivel mundial. Por ejemplo, el CERN, el laboratorio de física más grande del mundo, fundado en 1954 en Ginebra, Suiza, es el corazón de la investigación en física de partículas. Con el apoyo de 22 estados miembros europeos, reúne a miles de expertos de más de 70 países que cada año contribuyen a la investigación científica. Su éxito radica en su capacidad para producir resultados de gran interés
, como la confirmación de la existencia del Bosón de Higgs el 4 de julio de 2012.La labor del Dr. Jürgen Engelfried ha sido recientemente reconocida por la División de Partículas y Campos de la Sociedad Mexicana de Física, otorgándole la Medalla 2024 de esa División, por su papel pionero en el establecimiento de la física experimental de altas energías en México, liderando la participación nacional en los experimentos SELEX (Fermilab E781), CKM (Fermilab) y NA62 (CERN). Su impulso a la formación de recursos humanos, el desarrollo de instrumentación de frontera y la creación del grupo de física experimental de partículas en San Luis Potosí han sido determinantes para consolidar esta área en nuestro país.
Con este reconocimiento se enfatiza, tal como lo señala la División de Partículas y Campos, su compromiso y liderazgo han dejado una huella profunda en la comunidad de física de partículas.
El Dr. Jürgen Engelfried estudió la Licenciatura en Física en la Universität Stuttgart, Alemania, titulándose en 1984; la Maestría en Física en la Universität Heidelberg, Alemania, graduándose en 1987 y obtuvo su Doctorado en Física en 1992 en la propia Universität Heidelberg. Poco tiempo después llega a San Luis Potosí a incorporarse al Instituto de Física, donde ha realizado su carrera profesional, contribuyendo a escudriñar los misterios del universo con sus investigaciones en Altas Energías y Partículas Elementales, temas fundacionales de la física en San Luis.
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#4 Tiempos
Monólogo del profesor | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
Seamos sinceros, estimada señora: a nuestros jóvenes cada vez les importa menos lo que en la escuela podamos decirles. Un día la invitaré para que venga y vea. Entonces se sorprenderá al ver la cara que ponen cuando un servidor de usted les esté explicando, por ejemplo, la segunda ley de la termodinámica. ¿Puedo adelantarle algo de lo que verá? Un muchacho de cabellera abundante y estropajosa, con las piernas cruzadas, estará observando el estado general de las suelas de sus zapatos como en una especie de contemplación o arrobo místico; otro, sentado a dos bancos de aquél, hojeará distraídamente la revista que metió de contrabando en el salón y que ha ocultado –ni siquiera discretamente- bajo su libro de texto; aquel, pensando que nadie lo mira (o no pensando nada, pues lo mismo le da), estará ocupado enviando mensajes desde su teléfono celular y contestando los que a su vez le lleguen; en fin, todo esto los encontrará usted haciendo cuando vea y vea, estimada señora.
Mientras tanto, yo seguiré hablando en voz alta, haciendo como que creo que me escuchan. «Tú juegas a quererme, yo juego a que te creas que te creo». ¿Recuerda usted quién cantaba esta canción hace veinte años o incluso veinticinco? ¿Luz Casal? En todo caso, se trata del mismo pasatiempo: mis alumnos juegan a que me ponen atención, y yo juego a hacerles creer que me trago su mentira. De este modo ellos están en paz y yo también.
¡Oh, no me crea usted un resignado! La verdad es que en otro tiempo abrigué ciertas ambiciones pedagógicas y hasta llegué a creer que bastaba con que yo abriera la boca para que mis alumnos se apasionaran por la materia que me disponía a explicarles. Hoy ya no soy tan ingenuo, estimada señora, y hasta me he dado esos baños de realidad que si bien al principio no son nada agradables (el agua de la realidad es fría, bastante fría), al final lo sacan a uno de ese ensueño metafísico del que hablaba en uno de sus libros un famoso filósofo francés.
Al principio, debo confesárselo, casi lloraba al ver que mis alumnos me hacían menos caso que al perro del vecino; pero luego la fuente de las lágrimas se secó, y aquí me tiene usted, haciendo como que enseño y cobrando puntualmente mi sueldo, pues es bien sabido que de aire los hombres no pueden vivir.
A los muchachos ya no les digo nada, y ni siquiera los riño. ¿Qué les puedo decir, por ejemplo, cuando no hacen sus tareas? Podría, sí, hacer como que me indigno, pero esto sería llevar el juego demasiado lejos. Supongamos, por ejemplo, que me quejo con sus padres diciéndoles que sus hijos son unos holgazanes. ¿Qué voy a recibir como respuesta? ¡Ya se lo imaginará usted! Una vez, al principio de mi carrera –es decir, cuando me sentía con derecho a ser exigente- mandé llamar a uno de esos caballeros que se llaman a sí mismos padres de familia para suplicarle que pusiera más atención en los asuntos del que creo era su primogénito. Pero no me dejó ni siquiera terminar. «¿Y usted quién es para meterse en nuestra vida?», me preguntó lleno de rabia, ajustándose con brusquedad el nudo de su corbata. «A usted le pagamos para que dé su clase, pero lo demás ya no le toca».
De acuerdo, de acuerdo, me dije entonces. Quiero decir con esto que aprendí la lección. Desde entonces ya no encargo a mis alumnos ninguna tarea. ¿Para qué? Hoy mi lema es, humildemente, éste: laissez faire, laissez passer: ¡Que cada uno haga lo que le venga en gana!
La vida de mis alumnos, estimada señora, está en otra parte. ¿En qué parte? Vaya usted a saberlo, aunque todo parece indicar que ésta comienza para ellos justo en el instante en que, llegando a su casa, dejan la mochila en el suelo y encienden la computadora. ¡Entonces sí que se sienten vivir! «Ah –se preguntan-, ¿quién habrá inventado la escuela, ese mal que ni siquiera parece necesario?».
En la luna: allí veo a mis alumnos cuando les hablo de cosas que a mí me habría gustado comprender cuando tenía su edad. En la luna, sí, y parecen muy poco dispuestos a bajar a esta tierra que desde hace mucho ha dejado de interesarles.
¿De dónde acá esta indiferencia por todo lo que sea escolar o huela a ello? He encontrado aquí y allá diversas teorías, aunque la que hasta ahora me convence más es ésta del pedagogo francés Guy Avanzini. Escuche usted: «A pesar de todo, los padres, sin quererlo y sin saberlo, al menos en parte, son los responsables de este fracaso». Está hablando el pedagogo del fracaso escolar, que incluye no sólo las malas notas obtenidas en los exámenes, sino sobre todo el disgusto con que los jóvenes se presentan en la escuela. ¡Pero cómo! ¿Son culpables los padres de esta situación? Sí –responde Avanzini-, y ellos los primeros. Ante todo, porque desvalorizan el trabajo escolar, diciendo y pensando que ir a la escuela equivale a perder el tiempo, y luego exaltando el ejemplo de los que triunfan en la vida «sin haber trabajado en la escuela; haciendo la apología del mal estudiante que, sin haber llegado a la edad adulta, alcanza la notoriedad a pesar de la escasez de su cultura y de la regularidad de sus malas notas». Esto, en síntesis, es lo que dice Avanzini. Y el panorama parece tanto más desolador cuanto que nuestros muchachos oyen a cada instante noticias de verdaderos ignorantes que ganan lo que quieren sólo por saber patear un balón, aporrear una guitarra o cantar una canción. Además, ¿no escuchábamos hace poco la noticia de que muy pocos de nuestros legisladores acabaron realmente de estudiar? ¡Y mire usted lo que gana en estos contornos del mundo un legislador! Los hombres que viven mejor son los que han estudiado menos: he aquí el mensaje que les llega a los jóvenes desde todos los flancos. ¿Cómo queremos entonces, estimada señora, que la escuela les interese aunque se un poco? ¡Respóndame usted! ¡respóndame, por el amor de Dios!
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