junio 25, 2025

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#4 Tiempos

Nava ya ponte a descansar | Columna de Jorge Saldaña

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Xavier Nava

Tercera llamada

 

No hay evento en el que se le recuerde contento o si quiera de buen talante, no hay entrevista que no responda de mal modo, no la pasa bien ni por salud mental, sus manoteos agresivos en las sesiones de cabildo son comidilla hasta entre los regidores que más le admiran, vamos, ya encarrerados ni siquiera comiendo su pastel de cumpleaños en el patio de de la Unidad Administrativa hace unos días se le percibió cómodo. Es Xavier Nava Palacios y está enojado.

No es que para ser presidente municipal se tenga por obligación o por requisito ser un sujeto particularmente agradable (que nunca lo ha sido) pero el fastidio de nuestro jefe de la comuna ya es notorio, comprensible, pero peligrosamente notorio.

Y es que ¿cómo no estar enojado si no se sabe en dónde está parado y mucho menos sabe a dónde ir? Vaya situación de pesadilla ésta que sufren los gobernantes y los Uber sin datos.

Si lo revisamos por partes, por lo que se ha dibujado en los últimos siete meses, la de Nava no es una administración encaminada al eje social. No hay un solo programa en este sentido y el que intentaron emprender con los morosos de Interapas resultó, a pesar de que lo defendieron con soberbia y espada, un acto ilegal de desvío de recursos al que tuvieron que poner freno y pedir quedito una disculpa que nadie oyó.

En las colonias no hay solidaridad social de parte del gobierno municipal de ningún tipo, ni de los clientelares de los que acusaron a su antecesor, pero tampoco de los transparentes y justos que prometieron en campaña.

Ya no hay garrafones ni tortillas ni útiles. Que bueno, dirán algunos. Pero tampoco hay otra cosa. Que malo, sobre todo porque no sabemos entonces en dónde y en qué se está aplicando ese millonario recurso que tiene la tesorería (se supone) hasta ahora congelado, así como si no se necesitase.

Las colonias y familias que recibían los apoyos, supongo, deben estar muy contentas con la administración municipal.

¿Es este un gobierno constructor? Pues tampoco. No hay obra pública de reconocimiento, si acaso proyectos de esos de “Render” presentados junto al gobierno del estado, de los que no se tiene certeza de ejecución y mucho menos de arranque.

Por lo demás, los programas de rehabilitación y bacheo han quedado muy cortos, las obras en marcha (entregadas a los cuates por asignación directa) son una bolsita de un primer paquete que presumen desde enero y que consta de unas 80 pequeñas mejoras con un monto total de 60 millones de pesos, no es que esté mal, algo es algo, pero si se compara ese monto con los 100 millones de pesos que pretenden presupuestar para rentar vehículos nuevos pues… ¿dónde está entonces la prioridad?

No hay un puente nuevo. No hay plan para mejora hidráulica y el cuento de los colectores se arruina a la primera lluvia.

¿Es este un gobierno enfocado a la seguridad?

Caray, mejor no digo nada y le dejo la opinión a Usted, mi Culto Público. Creo que tendrán 3210 razones o más, pero me asalta la duda en cada esquina.

¿Es este un gobierno de los servicios de calidad, de las calles impecables, de los semáforos inteligentes, de la iluminación cegadora?

Una vez más lo dejo a su mejor juicio, aunque no dejo de pensar que si tan solo el gabinete municipal se diera una vuelta más allá del cuadrante Tequis-Polanco-Campestre-La Loma (que también carecen de muchas cosas) por cierto se darían cuenta lo lejos que están de la realidad.

La narrativa del gobierno de Nava se puede resumir en la queja permanente

. En la acusación como política de comunicación, en el error y la explicación como eje rector del municipio, en el uso del expediente -justo o no- contra el rival político que no les deja dormir, aunque se trate solo de un fantasma creado por ellos mismos.

Valdría la pena revisar, sin pasiones, cada una de las denuncias presentadas por la presente administración en contra de la anterior, porque parecería que en todas y cada una hay un elemento común: Nava está haciendo exactamente lo mismo.

La contratación de agencias de cobranza en Interapas y sus nulos resultados. El presunto desvío de recursos a través de la nómina, las licitaciones a modo en medicinas y atención médica, la controversia en licitaciones de obra hechas a la medida, y hasta la retención de pagos a los trabajadores que contratan préstamos a una financiera que sospechosamente acaba de cambiar de dueños.

La diferencia es que, para los navistas, todo está bien hecho, pues suponen los cubre un manto de pureza permanente, y a sus antecesores, a los que acusan de justamente lo mismo que hacen, los mandan a la hoguera mediática alimentada de la gasolina presupuestal inagotable que manejan discrecionalmente por 80 millones de pesos, sin importar un gramo la presunción de inocencia.

Su inseguridad está expuesta, y quieren desde ahora no tener rivales, utilizando la muy vieja práctica del expediente criminal y el escarnio público manipulado desde el poder.

Son erráticos y contradictorios. Con razón no concilian sus pensamientos. Con razón el alcalde está siempre enojado.

Pero, ¡faltaba más!, que si todo esto enfada, irrita, encoleriza al alcalde, pues que se ponga a descansar, que se relaje, total, decían las abuelas: “hazlo de buen modo o no lo hagas” y así como hacen las cosas los colaboradores municipales, ponerlos a trabajar resulta, para los potosinos, hasta contraproducente. Descansen hijos, anden…por nuestro bien ¿sí?

Ni se apuren, que así como van, estén o no estén, su gobierno no será recordado en la historia más allá de lo que se nota una lágrima en una llovizna.

BEMOLES

Hablando de la misma narrativa de la queja permanente, la Secretaría General y el Chiquilín de los Nava, es decir, Jaime Galván Valencia, encontraron la forma para desviar suficientes recursos para, por debajo de la mesa, pagar y contratar a un reportero de Televisa México para que, bajo consigna, esta semana presente un resumen de las demandas interpuestas por esta administración en contra de la anterior. Nada nuevo bajo el sol. La tónica campañera del miedo y la división será utilizada de nuevo. ¿Se darán cuenta que sus enemigos no somos los potosinos y que usar el gobierno y sus recursos para intentar golpear a un rival político es de lo más bajo y vulgar en el arte de la solución de conflictos sin violencia? No, no lo creo. Tip: la principal asesora del secretario general antes manejaba casas de masajes.

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#4 Tiempos

La cuna de la comunicación inalámbrica es San Luis Potosí | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

En este mes de junio se cumplen ciento treinta y nueve años del desarrollo de la comunicación inalámbrica. Desarrollo que es netamente potosino aunque la historia oficial se lo asigne a Marconi que lo diera a conocer diez años después en 1896. El 11 de junio de 1886 Francisco Estrada recibía el privilegio (patente) para comunicar trenes en movimiento con la estación de trenes, asunto que implicaba la comunicación inalámbrica.

No queremos dejar el aniversario en el vacío y de nuevo retomamos este tema que hemos estado dando a conocer a través del estudio de la vida y obra de Francisco Javier Estrada Murguía, el físico mexicano más importante del siglo XIX y que naciera en San Luis Potosí en febrero de 1838.

Las aportaciones de Estrada son abundantes e importantes y muchas de ellas como primicia mundial sea en el ámbito de la electricidad o del magnetismo. Entre ellas la más trascendente es el desarrollo de la comunicación inalámbrica.

La historia de este acontecimiento científico es recogido en mi libro “La Cuna de la Comunicación Inalámbrica” que editara el fondo editorial Rafael Montejano y Aguiñaga en 2021 y que sale a luz después de vencer un sinfín de problemas administrativos como edición financiada por al autor en 2024.

Puede considerarse la obra más completa sobre Estrada en este tema de la comunicación inalámbrica y puede conseguirse con el propio autor en el correo [email protected]

Luis Guillermo Martínez que participó en la presentación del libro, escribe en la Jornada Semanal sobre el libro lo siguiente:

Sobre la formación de la industria en el proyecto de la modernidad, el problema se debe, precisa el autor, a la dependencia industrial con la que se constituyó nuestro país en las postrimerías del siglo XIX y comienzos del XX. De ahí también se explicaría por qué no se le concedió mayor importancia a los descubrimientos y adelantos de Estrada. Bajo el argumento que asegura una relación estrecha entre los avances del conocimiento tecnológico y la vida social, el autor afirma: “Esta relación puede observarse en las repercusiones económicas, de la vida social, la estructura de la familia y las actividades diarias que se desenvuelven en toda la sociedad.” Con esto se acerca en mucho a lo que planteó Marx al hablar de la “Maquinaria y la gran industria” cuando afirma que “la tecnología pone al descubierto el comportamiento activo del hombre con respecto a la naturaleza, el proceso de producción inmediato de su existencia, y con esto, asimismo, sus relaciones sociales de vida y las representaciones intelectuales que surgen de ellas.” ¿De qué manera se relaciona directamente el conocimiento científico y tecnológico con nuestra forma de vida actual? Por medio de la mercancía, la cual se produce gracias a dicha tecnología y se nos presenta como un hecho cotidiano al que nos enfrentamos de forma normalizada. Así, podemos comprender la forma mercantil desde otras perspectivas, ya no sólo como objetos útiles para nuestra vida cotidiana, sino como dinamizadores de nuestra socialidad, y esto es posible gracias a la tecnología que las sostiene o constituye.

Con sus experimentos sobre la reproducción técnica del sonido, Estrada fue puntal para el desarrollo y cambio radical de pensar estos problemas, que en la historia occidental empezaron con una tensión entre la reproducción y lo auténtico. En la actualidad, se dirime sobre la importancia de la forma de percibir el sonido reproducido técnicamente. La sensación fantasmagórica de escuchar a los que no están presentes, ya sea porque se encuentran lo suficientemente lejos para no oírlos de forma natural o porque ya no se encuentran vivos. También el fenómeno de traer al presente sonidos que fueron parte de otra época y, más aún, realizar un encabalgamiento con los sonidos actuales, algo similar a lo que en cine se conoce como montaje y que ahora en música se le llama sampleo, son elementales para los estudios de la filosofía y sus relaciones con la música. Más que Edison, Tesla y Marconi, estos problemas actuales los empieza a trazar Estrada, formando así, nos dice el autor de la obra, un trébol de cuatro hojas.

Agradecemos a Luis Guillermo Martínez sus comentarios y los invitamos a que se acerquen a la obra de este potosino distinguido que colocó al estado y al país en la palestra mundial a pesar del olvido sobre sus importantes contribuciones a la física que ahora marcan nuestras sociedades modernas.

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#4 Tiempos

La decadencia de la risa | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

Ya a finales del siglo XIX, Eça de Querioz (1845-1900), el famoso novelista portugués, se quejaba de lo poco que nos reímos los modernos, lamentándose de que lo que él llamó «la risa antigua» estuviera en vías de franca desaparición. «Nosotros –escribió en un ensayo muy poco conocido-, hijos de este siglo serio, perdimos el don divino de la risa. ¡Ya nadie ríe! Casi ya nadie sonríe siquiera, porque lo que queda de la antigua sonrisa, fina y viva, tan celebrada por los poetas del siglo XVIII, o de la sonrisa lánguida y húmeda que encantó al romanticismo, apenas es un entreabrir lento y helado de los labios que, por el esfuerzo con que se contraen, parecen muertos o de hierro».

Sí, cada vez reímos menos, y, como dije en otra ocasión, si en algo aventajamos a los hombres y mujeres de otras épocas es en nuestra seriedad, que no es meditativa ni religiosa, sino triste, culpable y mortecina: una seriedad, para decirlo ya, muy parecida a la de los cadáveres.

Sigue diciendo el novelista: «Nunca más he vuelto a oír esa carcajada magnífica de mi infancia. Lo que hoy se escucha es a veces una sonrisa cascada, seca, dura, áspera, corta, que sale a través de una resistencia, como arrancada por unas cosquillas, y que bruscamente muere, dejando los rostros mudos y fríos. ¡He aquí la risotada de nuestro siglo!».

La alegría, hoy, ha acabado convirtiéndose en un lujo; y, si no me cree usted, si mi afirmación le parece exagerada, pregunte a sus vecinos si son felices para que obtenga un centenar de respuestas como ésta: «¿Feliz yo? ¡Cómo se le ocurre, estimado señor!». Y se pondrán a hablarle del trabajo –tan mal pagado-, del cambio climático, de la delincuencia organizada o del estrés. ¡Y conste que hoy tenemos casi todo aquello de los que nuestros antepasados carecieron! Las cajas de música de mi infancia tocaban sólo una canción, y, para colmo, había que darles cuerda; las cajas de música de los muchachos de hoy tocan –o al menos pueden hacerlo- hasta 20 o 30 000 canciones, pero no por eso el corazón de estos muchachos se ha vuelto más alegre, más musical. ¡Qué rostro más avejentado pasean por las autopistas de la vida! ¿Sonreír? No, gracias. La verdad es que ni siquiera se les ocurre.

«Nadie ríe –continúa Eça de Queiroz-, y nadie quiere reír. Tenemos todos el indefinible sentimiento de que la risa estridente y clara desentona con la atmósfera moral de nuestro tiempo». Y se pregunta: «¿De dónde proviene esta desoladora decadencia de la risa? Habría que componer un estudio sobre la Psicología de la taciturnidad contemporánea».

Algún día, si no cambio de parecer, escribiré esa psicología de la tristeza que invita a hacer a sus lectores el autor de La ciudad y las sirenas. Dicho tratado deberá responder a las siguientes preguntas: 1. «¿Por qué estamos hoy tan endiabladamente tristes?»; 2. «¿Quién nos ha robado el mes de abril?»; 3. «¿Por qué razón nos hemos vuelto tan huraños y tan antipáticos?», etcétera.

Que esto es así –es decir, que hoy estamos los hombres más tristes que nunca- lo dicen incuso autores bastante enterados de los problemas de nuestra época. He aquí, por ejemplo, lo que escribió el doctor Luis Rojas Marcos en un libro que apareció en las librerías casi cien años después de que lo hiciera ese ensayo de Eça de Quieroz que hemos venido citando; el libro en cuestión se titula La pareja rota y dice así en una de sus páginas:

«Desde finales de los años sesenta ha brillado la generación del yo, el culto al individuo, a sus libertades y a su cuerpo, y la devoción al éxito personal. La dolencia cultural que padecemos desde entonces es el narcisismo, aunque según dan a entender estudios recientes, la comunidad de Occidente está siendo invadida ahora por un nuevo mal colectivo: la depresión. La prevalencia del síndrome depresivo está aumentando en los países industrializados, y las nuevas generaciones son las más vulnerables a esta aflicción. Así, la probabilidad de que una persona nacida después de 1955 sufra en algún momento de su vida de profundos sentimientos de tristeza, apatía, desesperanza, impotencia o autodesprecio, es el doble que la de sus padres y el triple que la de sus abuelos. En Estados Unidos y en ciertos países europeos, concretamente, sólo un 1 por 100 de las personas nacidas antes de 1905 sufrían de depresión grave antes de los setenta y cinco años de edad, mientras que entre los nacidos después de 1955 hay un 6 por 100 que padece de esta afección».

¡Dios mío, lo doble de tristes que nuestros padres y lo tripe de ansiosos que nuestros abuelos! ¡Pero si tenemos todo lo que ellos no tuvieron!…

¿Cuáles son las causas de tanta tristeza? Eça de Queiroz aventura la siguiente respuesta: «Yo pienso que la risa acabó porque la humanidad se entristeció. Y se entristeció a causa de su inmensa civilización…, pues cuanto más culta es una sociedad, más triste es su faz. Hemos perdido la simplicidad y, con ella, la risa». Y termina diciendo al lector: «¿Quieres un humilde consejo? Abandona tu laberinto, entra de nuevo en la naturaleza, no te compliques con tantas máquinas, no te sutilices con tantos análisis; vive una buena vida de padre próvido que trabaja la tierra, y reconquistarás, con la salud y con la libertad, el don augusto de reír».

Así termina el famoso novelista. Pero no, no nos convence el consejo, ni creo que se consiga mucho abandonando el laberinto (y, por lo demás, ¿quién podría hacerlo?). Según yo, lo que nos ha quitado «el don augusto de reír» no es el exceso de civilización, sino nuestra falta de religión. ¡Ah, si de veras creyéramos en un Dios que nos protege y nos cuida, cómo nos reiríamos de nuestros pequeños problemas! Es decir, reiríamos. Veríamos entonces las cosas desde esa lejanía sin la cual la risa es imposible. ¿No se ha dicho muchas veces que la risa nace del distanciamiento, de ver las cosas desde cierta altura? Pues bien, si esto es así, sólo Dios y los que creen en Él pueden reír de veras con esa explosión de regocijo que conoció Eça de Quieroz cuando era niño, es decir, cuando los hombres aún tenían fe…

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#4 Tiempos

El primer poeta potosino, Pedro de los Santos | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

Si bien desde los primeros años de la fundación existieron poetas en San Luis y se cultivó este género, como lo hemos tratado en anteriores entregas, estos personajes serían españoles avecindados en la ciudad; el primer poeta nacido en el siglo XVII en estas tierras en la ciudad de San Luis Potosí sería Pedro de los Santos.

Pedro de los Santos. Este personaje es uno de los nacidos en San Luis Potosí, nacería a mediados del siglo XVII; en 1699 era colegial de San Ildefonso y Familiar y Maestresala del virrey don Juan Ortega Montañés.

Emigraría muy joven a la ciudad de México, al parecer estudiaría también en la Real y Pontifica Universidad de México pues en su Romance aparece el título de Bachiller.

Su Romance es el único poema que se le conoce, fue escrito en 1700 y publicado en 1702 conociéndosele con el título de Romance en elogio a San Juan de Dios en las fiestas que hizo México por su canonización. Poema que tendría el segundo lugar en el certamen poético por la canonización de San Juan de la Cruz, que describió el Pbro. Br. Juan Antonio Ramírez Santibañez; donde se apunta: “El segundo lugar, se le dio al que puede tener plaza de Músico suave, pues tira gajes de cantor en el palacio de Apolo y ser Maestresala de las Musas, al Bachiller donde Pedro de los Santos, maestre de la sala del Exmo. Sr. Dr. Don Juan de Ortega Montañés, del Consejo de su majestad, arzobispo de México, segunda vez Virrey, Gobernador, Capitán General de esta Nueva España y Presidente de su Real Audiencia”.

El Padre Peñalosa asegura que en su poema “no faltan, en el romance, algunas características de la poesía barroca, entonces en pleno apogeo, como la hipérbole, las alusiones mitológicas, la bimembración distribuida en dos versos o tal cual detalle de la luz y de color; pero sin el poderío y la plasticidad, sin el ingenio y la audacia de la verdadera y grande poesía barroca”.

Al decir del Padre Peñalosa una copia fotostática de su romance se encuentra en el Archivo Histórico de San Luis Potosí.

En su romance, los últimos versos dicen:

la misma tormenta corre
haciendo que el aire ocupe
mejor sagrada saeta
del Ave de culpa inmune.

Con ella el piélago vence,
con ella el viento confunde
y no admira que con ella
el mismo Puerto salude.

Con ella pone en Granada
columnas que no caduquen
a las injurias del tiempo,
pues su caridad las sube.

Mereciendo mayor palma,
Porque puso en servidumbre
Al mar, no con armas fieras,
Sino con palabras dulces.

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