abril 19, 2024

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

La mujer en la playa | Columna de Carlos López Medrano

Publicado hace

el

Mejor dormir

 

Encontrarás una mujer especial cada que vayas a la playa. Cualquiera que vacacione en la costa sabrá a lo que me refiero. Esa emperatriz temporal que atrae la primera mirada cuando instalas tus cacharros en el suelo. Siempre hay una. No es la más exuberante ni la más provocativa. Es… solo Dios sabe. La que resalta entre todas, una que está aparte, que no parece de este mismo plano, sino de otro, uno en el que quisieras estar y que ella sugiere a distancia.

Nadie la ve llegar. Simplemente está ahí y sin venir a cuento se vuelve el epicentro de la bahía. Tal vez vino del agua. El sol pega a los lazy sunbathers que han embadurnado sus cuerpos de bloqueador. Que siga el guateque, entonces. En última instancia estarías dispuesto a morir tostado por la chica de Ipanema. La damisela que pasa y sin darse cuenta llena el mundo de gracia y lo pone más bello a base de amor. Hay que escuchar a Jobim.

Generalmente está sola o con un amiga (una nada más). Tiene por costumbre el silencio: apenas emite sonidos y es mejor no perturbarla. Indiferente a todo lo que le rodea, rinde un servicio cósmico desde la quietud. Toma el sol para preservar su belleza, recarga ahí lo que necesita sin recurrir a cervezas de lata ni a coctelería. Es de una clase especial.

Viene de lejos, o eso aparenta. De una latitud en donde has imaginado una vida mejor. Aquel pueblo de calles empedradas al que te prometes ir algún día, pero al que nunca vas y que ni siquiera sabes cómo se llama, aunque has soñado con enamorarte en sus rincones y jamás volver a la subsistencia de cubículo.

Es ella, la mujer de la playa, la que miras de reojo mientras acomodas la sombrilla. El traje de baño le sienta como guante y sus largas piernas apuntan a la meta. Se mueve poco, es una escultura del performance alternativo, hasta que hace el favor de ponerse de pie para introducirse en el mar. Las olas se contienen por un rato, no quieren alejarla.

Bajo el disimulo de las gafas obscuras le echas un vistazo sin pretender fastidiar, como cuando un ave se planta en la terraza del hotel a la hora del desayuno y te mueves lo menos posible con la esperanza de que así la criatura permanezca unos segundos más a tu lado. La escena natural es la recompensa de quienes son pacientes. No puedes manchar la estampa con la ordinariez que te empieza a brotar. El magnetismo dista de ser meramente físico o sexual; hay más bien una fascinación ante la ventura y lo divino.

Pocas imágenes compiten con una mujer que sale del mar. Sobre todo en ese momento en el que desliza las manos por su cabeza para echar su cabello hacia atrás. Por algo Paul Valéry veía ahí el templo de Minerva.

Sal, Venus de las profundidades, y deja que las gotas que caen de tu cuerpo bendigan la tierra y alivien las penurias que la modernidad ha causado al separarnos de lo importante.

Al volver al camastro la amazona prepara su retirada. Parece no caer en cuenta del maremoto que ha ocasionado en quienes la rodean. O no le importa. A su partida dejará un reino de huérfanos. Antes de irse muestra al fin un rastro de arraigo terrenal: carraspea, acomoda el calzón del bikini, le da un trago a la botella de agua escharchada de arena.

Cuando ya se ha ido todo es más triste. Echas de menos el encanto femenino que los moluscos jamás habrán de igualar.

Miras al horizonte de vuelta. Atardece, que no es poco. Así que guarda la calma y contén la baba de la melancolía. Cada que visites la playa volverás a ver una de ellas. Otra mujer de la playa.

Contacto:
Correo: yomiss
@gmail.com
Twitter: @Bigmaud

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Lo único que nos falta | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

 

Ya no sé que pensar de este San Luis, hemos perdido una temporada que parecía de consolidación, hemos olvidado jugar al futbol, algunos futbolistas simplemente no aparecieron en toda la temporada, ya hemos pasado de todo.

Cuidado, el rival en puerta es un gigante dormido, un Toluca que sin ser brillante como otros, están en la pelea por el liderato general, el equipo histórico que nadie considera grande, visita hoy el Alfonso Lastras.

Toluca solo ha perdido dos partidos en el torneo, por cierto uno, el último, por goleada frente al América, hoy Toluca parece que no busca quien se la hizo, sino quien se la pague, hoy Toluca buscará revancha personal. El cuadro del Edomex es un equipo bien armado, con buena dirección y a pesar de no tener grandes nombres, juega bien, práctico, simple y sabe ganar de local o visitante.

Por su parte, San Luis es una caricatura, es el rival que ya no le gana a nadie, ni siquiera a los que están por debajo de su lugar en la tabla, un equipo que ha perdido mística y que muy apenas sabe a lo que juega. San Luis no solo perdió un torneo, sino que también perdió credibilidad, esta noche solo nos falta perder por goleada.

Repasemos brevemente las peores goleadas de esta franquicia. En el Clausura 2020, el 28 de febrero, Juárez metió 0-3 en la jornada 8 en la cancha del Lastras, afortunadamente ese torneo se suspende en la jornada 10.

En el Apertura 2020, Mazatlán vino y jugando de visitante, barrió 0-5 en la jornada 16 a un San Luis que ya solo peleaba por levantar un poco el orgullo, al menos la gente no lo vivió en el estadio, ya que jugábamos aún a puerta cerrada.

En el Clausura 2021 la cosa fue aún peor, pues Puebla se lleva del Lastras 3 puntos con un 1-4 en favor de la franja en la jornada 15, para rematar en la jornada 17, Pachuca visita y golea 1-5 a una de las peores caras de San Luis con esta franquicia.

En el Apertura 2021, Atlas goleó en su casa a los potosinos con un 2-6 que pudo terminar en peor catástrofe.

Y como olvidar la última y tal vez más dolorosa derrota, 0-5 a manos del América en las semifinales del torneo pasado, justo ahí es cuando se comenzaron a ver las carencias de San Luis, eso que hoy nos tiene preocupados.

Lo único que nos falta es despedir un torneo en el Lastras, pasando vergüenzas, ojalá que Toluca no juegue tan bien como acostumbra. A pesar de que se pronostica una derrota del equipo de casa, que esta no sea compleja, que no se de abultada, ojalá no pase más allá de perder a lo mucho, 3 puntos.

También lee: Ridículo de fin de semana | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

#4 Tiempos

¡Las cosas buenas que tengo! | Columna de Luis Miguel Dorador

Publicado hace

el

Un fin de semana sin celular

 

El viernes inició el fin de semana con una exquisita comida en Marengo, por el rumbo de Chapultepec. Cuando se da el encuentro de tres almas que han recorrido existencias juntos y vuelven a la mesa redonda en la que todos somos iguales, la comunicación entre el caballero, el consejero y el escudero, convierten una sesión ordinaria en una cumbre de altos vuelos en la que toooodo se puede lograr.

La sopa de lentejas tiene un sabor especial, pues la tradición nos habla de que alguien fue capaz de hacer a un lado su herencia por un plato de lentejas… ¿Te imaginas cuando además del plato de lentejas recibes el legado que está escrito y destinado para ti? Eso es extraordinario y permite que se comparta la sal y el vino de la mejor uva en un ambiente en el que las señales nos hablan claramente sobre la importancia de mantener activo el lado femenino de las cosas para poder caminar con los pies firmes sobre un piso que no dejará de tambalear en ese sendero que continuarás avanzando con facilidad porque estás consciente de tu esencia.
¡¡¡Gracias Toño y Gracias Mau!!!

Luego de un silencio casi sepulcral de varios días, la noche del viernes recibí una llamada que me alegró el corazón. Cuando pasa mucho tiempo sin saber de alguien que amas de verdad y de repente aparece nuevamente, todo parece tomar sentido y como se dice, te vuelve el alma al cuerpo.
Gracias, Gracias, Gracias….

Con el alma bien puesta en el cuerpo desperté el sábado muy temprano para ir a realizar la selección de cada uno de los ingredientes para cocinar paella y si bien, los pedidos eran suficientes para resolverlo todo de manera sencilla….. me quedé sin gas. Pero cuando sabes cocinar, el combustible es solamente un factor que no debe alterar el orden de los conocimientos para poder obtener el resultado que buscas y lo logramos. En cuestión de unos minutos ya teníamos un fogón improvisado de carbón y la flama dio lugar a la brasa blanca con la que, una temperatura sostenida nos dio el resultado para poder entregar a los clientes sus pedidos a tiempo y en su punto.

Tantos años de convivir con el carbón en la Sultana del Norte y el aprendizaje de su uso y sus formas, adquirido por la generosidad de mis mejores amigos regiomontanos hizo posible el reto y tooooodo salió bien.
¡¡¡Gracias Monterrey!!!
#soypaella

Por la tarde, tuve la oportunidad de encontrarme con un amigo muy querido en el Hermoso Cariñito, por el rumbo de Juan de Oñate, antes de llegar a Carranza. El lugar es súper agradable porque tiene una terraza que permite en estos días de calor intenso, disfrutar de una atmósfera en la que el aroma del café y el puro envuelven la conversación sobre proyectos que pronto se convertirán en realidad. En la música estuvimos acompañados por “El Ipod” que es el seudónimo de un trovador excepcional y de pronto, ya era de noche y buena hora para ir a descansar.
¡¡¡Gracias Luchito!!!

El domingo por la mañana me fui a desayunar a un cafecito que está por Arista, antes de llegar al Jardín de Tequis. Luego de unos chilaquiles con aldilla era prácticamente obligado pasear por ese Jardín que es un verdadero tesoro.

En este fin de semana también sucedieron muchas cosas en otras partes del mundo y el ataque masivo, por la cantidad de armas empleadas por Irán sobre el cielo de Israel fue neutralizado por una respuesta que evitó de manera muy eficaz el derramamiento de sangre, aunque la tensión en medio oriente sube a niveles en los que los ejes del Mundo manifiestan sus intenciones de encontrar la fórmula pacífica de evitar el crecimiento de un conflicto de siglos… esperamos con verdadera intensión que se encuentre una buena solución.

Con el gran entusiasmo de que esta semana que inicia sea una derrama de bendiciones para tod@s, solo me queda decirles:

¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!

También lee: Van Gogh se va… pero viene algo más! | Columna de Luis Miguel Dorador

Continuar leyendo

#4 Tiempos

El cine todavía | Columna de Carlos López Medrano

Publicado hace

el

Mejor dormir

 

Debería haber una palabra para describir esa sensación que se tiene al salir del cine después de ver una buena película. Es un ánimo inigualable. Tocas tierra con un nuevo brío. La gente del centro comercial no lo vislumbra, pero eres alguien distinto al que compró su entrada dos horas antes.

Emerges de la penumbra con una membrana renovada. Con ella replanteas tus esquemas (aunque quizá lo olvides al día siguiente tras contaminarte de la rutina). Reconectas con lo que en verdad importa. Es como si una aspiradora le diera un servicio a tu mundo interior con calefacción incluida.

La manida (y estéril) controversia sobre si las series han superado al cine, queda desacreditada por momento así. Por más buenas que las series sean, no ofrecen eso que el cine sí. La intimidad acompañada en la sala. Los rituales previos. El camino de regreso en el que rememoras diálogos, en el que te acuerdas de una persona a la que le hubiera gustado esa cinta, aunque ya no se lo dirás nunca. Un gran plan cuando no tienes planes.

Solo esmérate un toque. La gran pantalla impone sus reglas, exige un mínimo de compromiso de tu parte. No te quedes derrotado en casa, envuelto en una triste pijama mientras comes una quesadilla. No: tienes que ponerte de pie, venir, sentarte con propiedad y luego levantar la cara. Alza la oreja también. Déjate llevar por el celuloide.

Ir al cine es como mirar el mar por un rato. Es una terraza particular, lo audiovisual en su tinta. La máxima expresión a la sombra. Así que haz el favor de no hablar en la butaca, si eres tan amable. Que la proyección se encargue de remover lo que hay que remover en ti. Métete en la burbuja sin pesar demasiado. Estás ante un acontecimiento. No es como esos episodios que te echas de un tirón tirado en la cama con la tableta, ese maratón que alimenta tus vicios.

La fortuna aumenta cuando alguna película añosa se cuela en cartelera y se multiplica el efecto de viaje en el tiempo. Como aquella noche en que presenciamos a Olivia Newton-John resucitar en un cine cualquiera. Los movimientos imperfectos de la cámara mientras ella entonaba «Hopelessly Devoted To You» nos transportaban. Estábamos con ella, en un jardín de pasto recién cortado en Los Ángeles. Eso parecía.

Más de una aflicción se cura yendo al cine. Olvida lo horrendo que es todo allá afuera, en donde no encuentras a Sophia Loren ni a Marlon Brando. Maldice la vida que te aleja de las películas. Y vuelve a ellas. Pese a lo infumable de otra épica de superhéroes y secuelas con carteles chillantes (una producción de más de cien millones ya me da desconfianza), recuerda que ante el embate de las desgracias tienes un refugio en ellas. Un escape de las responsabilidades y un respiro incluso respecto a tu propio hogar. Hay que ir al cine todavía.

 

Contacto:

Twitter: @Bigmaud

Correo: [email protected]

También lee: Cómo ser un buen ex | Columna de Carlos López Medrano

Continuar leyendo

Opinión