#4 Tiempos
Jugando bonito | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
Definamos: jugar bonito es jugar alegre, que se sienta que los engranes de la máquina están en su lugar, que cada espacio está cubierto y cada posición está definida. En el futbol, jugar bonito es agradar a la tribuna.
Alguna vez César Luis Menotti dijo: “hay personas que dicen a la ligera, ganar como sea, no me importa que juguemos mal, mientras ganemos; a mí no me gusta ganar por ganar, yo prefiero mil veces jugar bonito y perder, de esta forma sé que los muchachos han entendido el concepto y que el próximo partido podremos ganar. Si hoy ganamos como sea, mañana es muy probable que volvamos a perder”, concuerdo al 100% con Menotti.
Jugar bonito es convencer, es deslumbrar, es hacer al fútbol un deporte elegante y entretenido, es dar un pase de taquito sin perder la bola, es retroceder regalando metros al rival para hacerlo caer en la trampa, es tirar cambios de juego a lo largo y ancho del campo y que le lleguen al pie o al espacio al compañero, es provocar jugadas de gol, es emocionar a la tribuna.
Les tengo una noticia que no es novedad: San Luis juega bonito. Increíblemente para muchos (me incluyo) San Luis está jug ando el mejor futbol de la liga (junto con Chivas y Juárez), domina la tabla pero no se queda solo en números, el equipo en verdad sabe a qué juega y propone en cada partido. Incluso en aquella derrota frente a Guadalajara, San Luis jugó bonito con 10 ante la expulsión de Zaldívar; se terminó perdiendo pero se jugó bien, ese partido (como aficionado) me dejó tranquilo, el equipo tiene ideas.
Hoy, a un solo partido de igualar la marca de 5 juegos ganados consecutivos en primera (fue en 2008, San Luis le ganó a Pachuca, Jaguares, Atlas, Tigres y Cruz Azul, entre la jornada 2 y la 6 del Apertura 2008), vamos paso a paso, de ganar el domingo, se puede mantener el liderato y empatar esta marca. El rival, Atlas, llega como la mejor defensa del torneo con tan solo 3 goles recibidos, mientras que San Luis es la mejor ofensiva con 13, parece que será un partido con mucho juego en la zona baja de Atlas.
Atención con Brian Lozano, el uruguayo es el quinto jugador con más disparos en la liga con 17, mientras que, por San Luis, Dieter es el mejor con solo 6; la efectividad de Brian es baja pero su culminación de jugadas muy alta en relación a su equipo. En términos del equipo, Atlas es un rival que llega poco, tan solo 69 disparos y 20 a puerta frente a 81 disparos de San Luis de los cuales 29 han tenido destino de portería.
Las estadísticas son frías: San Luis parte como favorito ante los rojinegros, puede ser que el equipo potosino pueda mantener el liderato en sus manos por dos semanas gracias al parón de fecha FIFA.
De mantenerse la tendencia y seguir sumando de a tres, me importa poco ser líder del torneo, lo que quiero y deseo (como aficionado al fútbol) es seguir disfrutando a un equipo que sabe bien cómo jugar bonito.
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#4 Tiempos
Hoy, ante todo | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
De ganar San Luis, momentaneamente recuperaría el liderato del torneo, solo bastaría esperar a que América no gane en su complicada visita a Toluca el próximo domingo.
La derrota contra Pumas dolió pero al menos a mí, me volvió a dejar tranquilo, da gusto ver jugar al San Luis, un equipo que intenta proponer sin importarle el marcador, gane o pierda va al frente, no renuncia al ataque en propuesta, a menos que los rivales lo echen para atrás.
He visto que cierta gente critica los cambios del partido anterior, cuestionan si Coque debió entrar por Mateo, si Vitinho está bien como centro delantero o incluso culpando a Villalpando por fallar una clara que pudo cambiar el marcador final, lo único que yo atino a decir es, mi confianza absoluta a Leal y sus dirigidos, nadie sabe más que ellos, cuáles son sus capacidades, sus errores y sus culpas; San Luis no juega mal, San Luis gusta.
El rival en turno es un incómodo Mazatlán, un rival de esos que en el papel parecen sencillos, el 15 del torneo visita la casa del sublíder. Pareciera que la suerte está echada para los Sinaloenses. Pero hagamos una pausa: Mazatlán no ha conocido la victoria como visitante, dos triunfos y dos empates lo tienen en una posición poco favorable. Sin embargo le sacaron el empate a Pumas en CU, y a Xolos en Tijuana, dos aduanas complejas. Sus 7 goles a favor lo ponen como una de las peores ofensivas del torneo, habiendo anotado 3 de esos 7 en patio ajeno. Mazatlán solo ha ganado un partido en el torneo, de local ante Puebla, mientras que San Luis sigue invicto en casa. Los de Sinaloa no tienen hombre gol, sus anotaciones se han repartido entre jugadores, y mención aparte, suelen jugar con más potosinos en su cuadro titular, que ni el mismo San Luis (Hugo González y Jair Díaz).
En el papel, Mazatlán parece quien va a pagar los platos rotos, y si todo sale bien, América no saldrá vivo del infierno Toluqueño y San Luis podrá recuperar el liderato. Esperemos que así sea, pero cuidado, que el empate puede rondar la cancha del Lastras, ojalá me equivoque.
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#4 Tiempos
¡¡¡Viva México y Jardín del Sol Naciente!!! | Columna de Luis Miguel Dorador
Un fin de semana sin celular…
Luego de varios días de intensa actividad 4×4 y desveladas por aquellos rumbos de Puerto Vallarta, el pasado fin de semana inició en viernes con todos los preparativos para festejar la independencia de este gran país que es México. Poco a poco, se empezó a ver un desfile de atuendos mexicanos, desde los elegantísimos trajes charros, hasta las chinas poblanas y cualquier atuendo que, con todos los motivos en los colores verde, blanco y rojo, que hacen de la noche mexicana una fiesta de colores cargada de sentimientos patrióticos.
La gran mayoría de los establecimientos de alimentos y bebidas presentaban un menú especializado en platillos de la gastronomía mexicana. Pozole, barbacoa, chiles en nogada, flautas, enchiladas y fritangas de todas las variedades; atoles y champurrados…. Que delicia tanta variedad acompañada de los destilados más finos como lo son el Tequila y el Mezcal. Pirotecnia y canciones de mariachi de fondo y por supuesto, el piano bar de Trashumante no podía dejar de sentirse con la mexicanidad que provocan las canciones rancheras donde se describen tan sentimentalmente todas las emociones que provocan en uno las situaciones de amor, desamor, olvido y reencuentro. El amor a la mexicana siempre ha sido de “Todo o Nada”, como lo canta el Potrillo: “Te quedas o te vas, me quieres o me olvidas”.
Durante la velada me encontré a uno de mis amigos más queridos de la infancia, a quien tenía muchos años sin ver. El reencuentro fue extraordinario y recordamos tantas cosas que vivimos de niños cuando éramos vecinos y amigos prácticamente inseparables. Aún no se si en su casa me veían como el hermano más chico o como la mascotita de todos porque yo era cuatro años menor que el más chico de su casa, pero siempre llevo en mis recuerdos más preciados de la niñez el cariño de mis vecinos, Rogelio, Gerardo, Saúl y por supuesto Oscar y sus Papás (qué hermosa pareja).
¡¡¡Gracias Oscar y nos vemos pronto!!!
El Tequila y el Mezcal son bebidas increíblemente sinceradoras, porque mientras que el primero te da el valor de decir las cosas, el otro te pone mágic@.
¡¡¡Gracias Flaquita!!!
El sábado disfrutamos de un gran desfile conmemorativo por toda la Avenida Principal y verdaderamente se notó que lo prepararon con mucho cariño porque salió muy bonito. Felicidades a Tod@s l@s participantes por hacerlo posible y Gracias, Gracias, Gracias!!!
La noche de este sábado fue muy tranquila. Para algunos el recalentado llego al medio día, mientras que para otros nos tocó pasar por algo rico de comer y llevarlo a casa para disfrutar en familia. Luego de una sobredosis de ternura mexicana, un sushi del Saigón puede ser la increíble conexión entre México y Japón.
¡Hablando de Japón!
No pueden dejar pasar la oportunidad de disfrutar de una experiencia majestuosa si deciden visitar en el Parque Tangamanga I el Jardín Japonés. Definitivamente el esfuerzo y apoyo de la comunidad Japonesa de San Luis Potosí hace posible que literalmente te transportes a aquel hermoso país del sol naciente al admirar los prados, estanques y puentes con construcciones y detalles típicos de su arquitectura tan característica y tan exquisita en la armonía de todo su diseño. Definitivamente tienen que ir y la mejor muestra de aprecio por uno mismo, es conocer y disfrutar de las culturas ajenas, para encontrar la empatía que nos une como especie. El amor también es respeto.
¡¡¡Gracias a Tod@s los integrantes de esta comunidad japonesa que tiene ya muchos años en San Luis y continúa en crecimiento!!!
Ojalá que pronto las comunidades Alemana, Francesa, – qué se yo – se den a la tarea de hacer una aportación especial como la que hicieron los Japoneses al Parque Tangamanga I. Imagínate poder disfrutar de unas salchichas alemanas acompañadas de col agria y una cerveza de barril en un Jardín Cervecero dentro del Parque, o unas baguettes con tintos de Burdeos…. Un asadito argentino con tango o una paella con tablao y bailaoras en ese inmenso Parque… ¿Se imaginan?
¡¡¡Ánimo que ya casi es viernes!!!
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#4 Tiempos
Cosas que odio: homenaje a Mimmo Repetto | Columna de Carlos López Medrano
MEJOR DORMIR
No soporto al victimismo institucionalizado, forma velada de extorsión. Opresiones inventadas con el fin de obtener rédito y clamar supuestos privilegios ajenos para socavar el prójimo. A los que se inscriben en una causa, no por genuino interés, sino para vivir del cuento e instrumentalizar a su favor las necesidades de terceros, encima sin aportar soluciones efectivas a su situación. No soporto al sentido estratégico en el ámbito de las relaciones personales, a los que se juntan con alguien con el propósito último de sacar una tajada, a los que hacen amistades porque ello les supone trepar en el camino en vez de primar los sentimientos, la conexión humana. No soporto las llamadas telefónicas de más de un minuto, salvo que sea con una mujer o un familiar (querido), y eso a ratos: es preferible juntarse a beber un café. No respeto a quien basa sus opiniones en lo que lee en El País (o cualquier otro diario, pero ese, en su aparente equilibrio, es peor; mejor leer la dignidad de un pasquín). No soporto la sumisión frente a un político y sus simbolismos baratos, a concederle más tiempo del que se le da a escuchar música o ver películas. No soporto el maquillaje en exceso, a la dependencia del bloqueador en las playas. No soporto a religiones con menos de 1800 años de antigüedad. A los que reniegan de Dios para luego hablarte de horóscopos o decir que son brujas o tirarte un ritual de abundancia. No soporto a los materialistas, a los sinólogos que para sí mismos deparan la american way of life. A lo críticos mordaces… de puertas afuera a su club. No soporto a quienes ven en la conversación un suplicio consistente en aguantar lo que dice el otro esperando con ansias el turno para hablar (creyendo que uno no se da cuenta): escuchar ―de verdad ― es una forma de cariño. No soporto la suciedad y la erosión del sentido de belleza, creer que todo vale y que todo merece un reconocimiento. No soporto el olor a marihuana ni la estética de quienes la llevan como un tótem o bandera. A los lentes y prendas demasiado llamativas en general. A los que se esmeran mucho en arreglarse sin alcanzar nunca el secreto del buen vestir: lucir sin esfuerzo. No soporto a los que dicen ultraderecha o extrema derecha a la ligera, a los que te piden sacrificio pero que chillan si los toca el pétalo de una rosa. No soporto a quienes desde la academia higienizan la atrocidad. A quienes eligen lecturas con criterios interseccionales. A las novelas de más de trescientas páginas salvo por un grupo de autores que se pueden contar con los dedos del cuerpo. No soporto ver un «las y los» en un texto y al lenguaje de supuesto incluyente que es, más bien, una manifestación de encono. No soporto a los que aplican el doble dipeo. A los que no se arrepienten de nada. No soporto la tara progresista, creer que lo nuevo es mejor y emplear frases como «no puede ser que en pleno XXI ocurra esto», mientras aluden a la Santa Inquisición o la Edad Media cuya comprensión se fundamenta en lo que vieron en una película de Kevin Costner. No soporto el griterío. A figuras públicas que deben su celebridad a decir lo más vulgar que viene a su mente cada que surge un espacio. A los que ponen nombres raros a sus hijos. No soporto la deslealtad, el insultar la inteligencia de los demás. No soporto a los que en emiten en público opiniones diametralmente opuestas a las que dicen en privado. No soporto la desconsideración, la falta de empatía, a las tiendas que nunca tienen cambio. No soporto a la alusión al pueblo como un ente monolítico ni la manía de los izquierdistas de hablar en nombre de todos. No soporto a los intelectuales, a los ingenieros sociales, a quienes ven con desprecio a aquellos a los que se deben. No soporto a los que no contestan a un buenos días ni corresponden con un de nada al gracias. A los no comprenden el estatus especial de los perros en el reino animal. A los que dan a los animales trato de objetos. No soporto las comidas exóticas. No soporto a los que abotonan las camisas casuales hasta el cuello. No soporto el ska, la trova, las letras de los corridos tumbados. A la cultura de hacerte el malote. No soporto los artistas mexicanos que pretenden sonar como estadounidenses, colombianos, argentinos, puertorriqueños, todo excepto a mexicanos. No soporto la falta de pudor. A quienes intiman con cualquiera. La gente que hace bailes random para subir el video a redes. La pedantería. No soporto la deshonestidad intelectual. A los que salen a convivir sin antes darse un baño. No soporto las imágenes genéricas usadas por las empresas de RH para representar al ejecutivo medio y al éxito en oficina: un tipo de 32 años con el cabello engominado en un despacho con paredes de cristal. No soporto a los que asienten mientras su cabeza está en otra parte, a los que usan lentes obscuros en interiores sin tener un problema ocular, a los que timbran más de dos veces sin dar tiempo a que el otro salga. A los que no saben retirarse. No soporto el humor negro del que la mayoría se ríe por compromiso, para mostrar que son irreverentes, que lo entendieron, que tienen criterio y que no se espantan. No soporto a los que usan piezas de pollo en el proceso de cocción del elote, el afán de freírlo todo, a los posmos. A los que ostentan el símbolo de la hoz y el martillo sin en su vida haber agarrado a la pala y sin tener a un solo campesino u obrero en su círculo de amigos. A los que no reconocen su ignorancia en un tema y encima pretenden dar cátedra, a los que escriben más de lo que leen. No soporto a quienes hacen de cualquier suceso una batalla de sexos, de raza, de clase, cuando, quizá, se trate tan solo de eso, de dos seres con ideas contrapuestas. No soporto a los llaveros demasiado abultados, peor si son de peluche. A los hombres que se tiñen el cabello de rubio, a los bigotes irónicos, a las barbas abultadas y largas salvo que seas un viejo sabio. No soporto la costumbre extendida de comer pan dulce en el desayuno antes de pasar al plato fuerte… ¡es como iniciar con el postre y privar al paladar de esa gran sensación de quitar el hambre con lo salado! No soporto a la teoría psicoanalítica, a los filósofos que obscurecen con cada frase y encima se regodean en ello. No soporto a los filósofos en general. A los justicieros sociales que nadie pidió y que no ponen el pecho a las balas, sino simplemente a las flores que les manifiesten lo buenos que son. A los economistas y politólogos al servicio de la dominación, aquellos que le dan un justificante teórico a la barbarie o que emulsionan atropellos con gráficas y artículos indexados. No soporto la zalamería, a los vendehumo, a los oportunistas y convenencieros.
Que cumpla más años dondequiera que esté, maestro Mimmo Repetto. Con cariño y matiz.
Contacto:
Twitter: @Bigmaud
Correo: [email protected]
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