septiembre 10, 2025

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#4 Tiempos

Hacia una nueva política de drogas | Columna de Víctor Meade C.

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SIGAMOS DERECHO.

Hace unos días me encontré con un informe realizado por el Programa de Política de Drogas (PPD) que lleva a cabo el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en su sede Región Centro, ubicada en Aguascalientes. El informe —publicado en octubre del año pasado— lleva por título «La prohibición de las drogas en San Luis Potosí: elementos para una reforma» y fue patrocinado por el Gobierno del Estado de SLP, con información aportada por la Fiscalía estatal, el Secretariado Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública y diversas instituciones del sector salud. El propósito del informe es recopilar, analizar y presentar evidencia básica de la situación del uso problemático de drogas en el estado para poder tener una discusión informada sobre el impacto que han tenido las políticas prohibitivas en la sociedad e instituciones de San Luis Potosí.

El informe parte del supuesto de que las políticas prohibicionistas del uso de drogas han servido como fundamento para reprimir a las personas usuarias y que; además, pierden de vista que el verdadero problema no se trata del uso de drogas sino de su uso problemático. Esta criminalización a las personas usuarias de drogas —sin entender la problemática como un fenómeno social y de salud pública— resulta, entre otras cosas, en un uso ineficiente de los recursos públicos, en una sobrecarga al sistema penal y en violaciones a derechos humanos. Bajo estas premisas, el informe procede a analizar cuatro elementos importantes de la situación del uso de drogas en SLP, de los cuales me permito resaltar sus generales a continuación.

El primer capítulo del informe (La oferta de tratamiento para el uso problemático de drogas y sus usuarios en San Luis Potosí) analiza el acceso y la calidad de los centros de tratamiento en el Estado para las personas cuyo uso de drogas se considera como problemático. Como uno de sus principales hallazgos, el informe subraya que los centros de tratamiento consideran a los usuarios de drogas como pacientes con alguna patología.

Esto quiere decir que, de entrada, buscan tratar el uso de drogas como si se tratara del padecimiento de una enfermedad, lo cual implica desconocer tanto la dimensión placentera del uso de sustancias como el papel que dicho uso juega en las redes y vínculos con la comunidad. Entender al consumo de drogas como una enfermedad deriva, a su vez, en que la mayoría de los tratamientos contemplan el uso de medicamentos y atención psiquiátrica, lo cual dificulta aún más que las personas terminen los tratamientos.

Ante las problemáticas identificadas que prevalecen en los centros de tratamiento, el informe sugiere, entre otras cosas, transitar a un enfoque sociológico y antropológico que transforme la manera en que las personas se relacionan con las drogas y abandonar la postura centrada en la “rehabilitación” de los “adictos”. En ese sentido, el informe también sugiere tomar medidas que posterguen la edad en que las personas inician su consumo de sustancias, lo cual, indican, se trata de una cuestión de información. En el entendido de que las drogas —legales e ilegales— están ahí, lo importante está en brindar a las y los jóvenes la información completa y herramientas necesarias para decidir qué hacer frente a la alta disponibilidad de sustancias, así como entrenarles para lidiar con la presión social y manejar sus emociones de manera adecuada. Andar entre sombras y a media luz difícilmente lleva a buen puerto, en cualquier situación.

En el segundo apartado (Delitos contra la salud en el estado de San Luis Potosí), el informe analiza el procesamiento de los delitos contra la salud en el estado, así como el funcionamiento de las instituciones policiales y ministeriales. Sobre esto, encuentran que la mayoría de las detenciones por delitos contra la salud se realizan en la capital, por policías estatales, en la vía pública y a hombres de entre 18 y 24 años. El 100% de las detenciones se realizan en flagrancia (motivada por “actitud sospechosa”) y por posesión simple y, en la mayoría de los casos, solo hay una sustancia involucrada. Estas detenciones tienen por resultado castigar al consumo como una política preventiva de otros posibles delitos. Es decir, el punto de partida es, según los cuerpos policiales, que el consumidor va a cometer otro tipo de delitos. Esta estrategia de detenciones a gran escala implica desatender casi por completo la investigación de cómo opera el mercado de drogas ilícitas. Además, las autoridades procesan por posesión simple tanto a comerciantes como a usuarios

, sin distinguir efectivamente entre unos u otros.

Para subsanar estas deficiencias, el informe recomienda

—entre otras cosas— aclarar con precisión cuáles son los objetivos de la política de drogas del estado y, con ello en mente, registrar con una metodología bien definida los datos de las personas detenidas. Esto permitiría a la Fiscalía entender quiénes son y en qué circunstancias fueron detenidas esas personas, pues hoy la investigación se realiza de manera informal y sin capacidades técnicas ni materiales, lo cual obstaculiza aún más la posibilidad de atender a las causas concretas. De nuevo, en este punto queda de manifiesto la necesidad de estudiar este fenómeno desde una perspectiva socio-antropológica.

El tercer apartado (El impacto de las detenciones por delitos contra la salud en el incremento de los homicidios. Evidencia de San Luis Potosí) busca determinar si existe una relación causal entre las detenciones por delitos contra la salud —principalmente posesión— y homicidios relacionados con el crimen organizado. Con datos proveídos por la Fiscalía sobre detenciones y homicidios de 2011 a 2020, el informe concluye que a mayor número de personas detenidas por delitos contra la salud, más incrementan las tasas de criminalidad de otros delitos. En vez de cumplir con su objetivo disuadir, las detenciones desencadenan una espiral de violencia. De nueva cuenta, las políticas punitivitas demuestran su ineficacia.

En el cuarto y último apartado (El crimen organizado y la violencia en San Luis Potosí), el informe encuentra que existe una mayor presencia de grupos delincuenciales en el estado de lo que indican las fuentes oficiales. Además, el informe reporta que el CJNG es el grupo criminal con mayor presencia en la entidad, mientras que en segundo lugar le sigue el Cártel del Golfo y el Cártel del Noreste en tercero. El informe sostiene que los enfrentamientos y escalada de violencia en estados colindantes (como Guanajuato y Jalisco) han provocado la presencia de más cárteles en el estado. La información documentada por el informe obliga a poner particular atención a la evolución de estos grupos delictivos, pues solo con una visión integral de la complejidad del asunto se le podrá hacer frente de manera adecuada a la crisis de violencia en el estado.

Siempre es una buena señal que los gobiernos —sea el federal, los locales o los municipales— echen mano de investigaciones independientes, serias y de alta calidad técnica, que les muestren una realidad distinta a la que leen solo con sus datos oficiales, generalmente con menos registros de los reales. Sin embargo, estos valiosos insumos proveídos por el CIDE servirán para muy poco si el gobierno entrante no retoma la batuta y le da continuidad a este proyecto solicitado por Carreras. Los hallazgos y recomendaciones del informe deben ser prioritarios para el desarrollo de la política de drogas que emprenda el gobierno de Ricardo Gallardo, pues, si sus intenciones políticas están en el lugar correcto, deberíamos de contar en el futuro cercano con una política de largo aliento y con la prevención del uso problemático y los derechos de las personas usuarias de sustancias en el centro. Este asunto deberá ser uno de los aspectos fundamentales al momento de designar a la persona que llegue a ocupar la Fiscalía.

De continuar con el paradigma punitivista, seguiremos siendo testigos de como San Luis Potosí rema contra corriente en materia de derechos humanos —como suele hacerlo— y el fin de los noventa años de gobiernos conservadores acabará siendo solo un discurso. Tanto a nivel federal como estatal, necesitamos urgentemente de menos retórica y menos gendarmería. La sociedad potosina requiere reestablecer el equilibrio social y avanzar, con innovación e información completa, hacía una política de drogas plural, regulada y sin tabúes.

Tanto la versión completa del informe como el resumen ejecutivo los pueden consultar aquí: https://politicadedrogas.org/site/proyecto/id/20.html.

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#4 Tiempos

De conformidad con Armani | Columna de Carlos López Medrano

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Mejor dormir

 

Le debo mucho a personas de las que ni siquiera recuerdo el nombre. Hace quince, quizá veinte años, leí un artículo sobre Giorgio Armani en una revista de la que no retengo ni el título ni el autor. Lo único que llevo clavado en el pecho es el párrafo inicial que aún conservo como recorte y que cada tanto acude a mi memoria por dejarme una lección sencilla e invaluable: la de resistir.

El texto decía:

Cuarenta y tantos años y te va… «bien». Ese sentimiento es tan común para muchos hombres. Es una sensación que les da escalofríos en el alma cuando se ven al espejo, porque es el momento en que se dan cuenta de que deben guardar en un cajón sus antiguas ambiciones juveniles. Es la hora de conformarse con lo que se tiene.

Pero Armani decidió que no se conformaría. En julio de 1975…

 

Es lo único que tengo de aquel artículo, y ha sido suficiente. Ahí estaba lo esencial: no renunciar a los ideales. El autor evocaba el carácter de Armani, esa estrella tardía que rozaba los cuarenta mientras seguía a la sombra; trazando para Cerruti, elogiado a medias, con algunos cumplidos y atenciones, aunque bajo el nombre de otro. Condenado al taller ajeno y volver vacío a casa.

Muchos habrían sido felices con lo que Armani tenía por entonces. No estaba nada mal. Una profesión estable, buena paga, un lugar en la industria, sin riesgos, cierta tranquilidad. Sé feliz con tu trabajo. Si se lo proponía, podría llevar una vida manejable, moderadamente satisfactoria.

Pero para los espíritus de primera línea la conformidad es intolerable. Armani sabía que dentro de sí había algo más, y se decidió a buscarlo. Tuvo la fortuna de un fino soporte: su querido Sergio Galeotti. Los primeros pasos de un visionario precisan de alguna confirmación, un guiño que eche para adelante en tiempos de flaqueza. Galeotti representó eso para él.

Al cabo de un tiempo, ese hombre que parecía llegar tarde acabó por adelantarse a todos. Armani se convirtió en el diseñador italiano más famoso de su época, un emblema del estilo europeo. También un magnate y un símbolo. Su apellido se volvió sinónimo de calidad y seducción.

Mucho aprendí de aquel ejemplo. Un volantazo siempre es posible, incluso cuando el calendario insiste en dictar lo contrario, por mucho que las circunstancias se empeñen a adjudicar espacio en un rincón. He vuelto a esas líneas en mis horas de duda para recordarme que no hay límite de edad para dar la batalla, y que nadie la dará por nosotros. Después he encontrado historias semejantes, de hombres y mujeres que, en sus cuarenta, cincuenta, setenta o más allá decidieron no resignarse y se levantaron de la mesa para reclamar lo que aún podían ser, imponiéndose ante un pa norama sin emoción.

De Armani supe más tarde otras cosas. Cada que me adentraba venía mayor fascinación. Trazó para mí un ideal: ir arreglado y rodeado de bellas mujeres. Morir entonces con lentitud, con la gracia de una hoja que cae en una danza admirable. Su apego a la limpieza, heredado de su madre (desde niño tuvo un paño entre las manos para borrar lo que está mal con el mundo); su capacidad de desprenderse de lo que sobra, de lo chillón, de lo que hace ruido. «Hay que descartar todo lo demasiado llamativo», repetía, «y buscar algo más sutil, más silencioso». Así eran sus trajes, bondadosos en su ligereza, como una segunda piel que no aplastaba a quien la vestía. Supo que la comodidad era una expresión de la libertad. Las tres camisas que llevaba en la maleta.

El tono de su piel recordaba a la pulpa de una naranja madura recién abierta, un resplandor cítrico rodeado siempre de gente guapa, como si la belleza tuviera que escoltarlo. Acqua di Giò fue el primer perfume que convirtió en universal lo exclusivo. Alberto Morillas atrapó en un frasco la luz de un mediodía frente al mar, y Armani supo reducirlo en una frase: lo más importante es ser normal.

Él y sus modelos eran un brillo en medio de la decadencia de la civilización, un lujo popular que los pasajeros de un autobús vislumbraban al pasar frente a un anuncio o al mirar una película de Richard Gere. Supo ser el verano en una piscina, un yate cargado de aceitunas y también un rascacielos con pisos de mármol. Como revés a un verso de aquel poema español del siglo XV «Edechas a la muerte de Guillén Peraza», con Armani no se veían pesares, sino placeres.

Los maniquíes sueñan con portar piezas de Armani y ser acomodados por él en un escaparate, con la calma de un pintor impresionista. Diseños que juegan con los ojos, el anhelado capricho de llevar sus telas, que al final él resumía en su atuendo ligero, camiseta, pantalón, chaqueta, el peinado echado para atrás y esa sonrisa simétrica, flecha del estilo que entra por las fosas nasales. Gracias sus propuestas más de uno se animó a ser un yuppie es vez de caer en las sucias garras del jipismo.

En el delirio de mis comparaciones, pensaba en cierto diseñador estadounidense de cara atomizada como una extensión de Burger King, ahí donde Armani era una vuelta al Mediterráneo. Como Giorgio, desprecio a la gente que se aprovecha de la ingenuidad de la gente para alcanzar el éxito o, en última instancia, llegar al poder.

El mundo bien pueda dividirse en conformistas e inconformes. Los primeros se abandonan al asiento torcido de la rutina en cuanto les parece tolerable (y no les va tan mal); los segundos viven con el aguijón de no estar nunca en su sitio, y por eso se levantan y vuelven a intentarlo en su despecho. No siempre logran lo que persiguen, pero su combate en sí mismo ya es una inspiración. Giorgio Armani contaba que el mayor legado de sus padres fue un «sentido de dignidad», junto con la tenacidad y fortaleza mental suficiente para resistir en los momentos difíciles. Ropajes aparte, la historia de aquel hombre que, cumplidos los cuarenta, se lanzó a por todas, constituye un regalo de buen moño para quienes aún creemos que nunca es tarde para empezar de nuevo.

 

Contacto

Correo: yomiss@gmail.com
Twitter: @Bigmaud

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#4 Tiempos

Gustavo López, presentación de su libro He aquí al hombre | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Una introspección reconstruyendo su propia génesis a través de la palabra Gustavo López Hernández escribe He aquí al hombre, su libro de poemas que recorre sus sentimientos forjados a lo largo de su vida artística y cotidiana. Si el designio del cometa es el regreso el designio de Gustavo López es transcurrir. Transcurrir que describe en su libro, si bien personal, de gozo universal, pues su palabra se disfruta y nos hace reflexionar sobre nuestro propio transcurrir. 

Su libro He aquí el hombre, será presentado en la librería Gandhi que se encuentra en el edificio Ipiña en Plaza de Fundadores, el día 12 de septiembre en punto de las seis de la tarde, contando con la participación de la poetiza Fabiola Amaro y un servidor.

Gustavo López es un referente en la música popular mexicana y en especial la denominada folclórica, que tuvo su momento de brillantez en los setenta y ochenta en ese México que se apuraba en formar músicos y cantantes que rescataran nuestras raíces musicales y dieran frescura con nuevas obras a ese arte lirico que mezcla la música y la palabra.

López Hernández participó en la formación de ese tipo de grupos musicales, como el caso del grupo “CADE” que difundía el folklor mexicano y a experimentar con composiciones que mezclan ese folklor con otros elementos musicales. Funda, en compañía de otros jóvenes el Centro para el Estudio del Folklor Latinoamericano (CEFOL). Este Centro fue el crisol en la formación de compositores interpretes y músicos que refrescaron el ambiente musical mexicano. Figuras como Eugenia León, Marcial Alejandro, Guadalupe Pineda, Roberto Morales, entre muchos otros, emergieron de ese Centro.

Gustavo López lleva en la sangre la vena musical de su tierra juchiteca donde nació y de donde fue a la ciudad de México a fincar su formación. Estudiando la preparatoria y posteriormente Letras Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, estudios que combinaba con los de música, haciendo algunos estudios en la Escuela Superior de Música.

El célebre grupo de música folclórica latinoamericana, Los Folkloristas, lo tuvo como uno de sus miembros desde 1978 y hasta 1982. Desde entonces se le conoce como un compositor cuyas obras han sido estrenadas en los mejores escenarios mexicanos y sus canciones se han convertido en refrentes de la nueva música mexicana.

Como artista, también ha incursionado con éxito en la pintura, donde su obra se ha presentado en exposiciones individuales y colectivas en Oaxaca y Ciudad de México, así como fuera del país como fue su exposición en Puerto Rico.

Su impronta en la cultura de su estado ha quedado, además de su trabajo musical y pictórico, en la ilustración y creación de obra en el libro Oaxaca Recóndita de Wilfrido C. Cruz que editara el Instituto de Educación Pública de Oaxaca.

En agosto de 2024 publica su primer poemario He Aquí al Hombre, bajo el sello de Laberinto Ediciones, el cual ha estado promocionando en diversas sedes del país, y que ahora llega a San Luis Potosí, con la presentación del libro el viernes 12 de septiembre a las 18:00 horas en la librería Gandhi de Plaza de las Fundadores.

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#4 Tiempos

Periodismo, huachicoleo y agua | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

 

Culto Público, hijos de las palabras que se escriben con tinta… y a veces con sangre.

Decía Kapuściński que “para ser buen periodista hay que ser buena persona”, pero en México esa bondad se paga caro: aquí la verdad muchas veces se escribe bajo amenaza, con incertidumbre y con miedo.

Hoy se conmemora el Día del Periodista, de esos seres raros que toman por oficio la estaca de la verdad con la que de vez en cuando se mata a un vampiro.

Este oficio que da vida, pero también arranca pedazos de ella. Camus escribió que “nombrar las cosas mal es añadir a la desgracia del mundo”, y eso hacemos cada día: nombrarlas bien, aunque duela, aunque cueste, aunque se arriesgue todo.

Abrazo a todos los que estamos en la trinchera de papel, de la voz y de los teclados, en un país donde informar es un acto de fe y a veces de suicidio, a veces las dos cosas al mismo tiempo, viviendo en una permanente cuerda floja en la que caer obliga a tomar bandos por intereses que no son los mismos al ejercicio de informar.

Por cierto: yo no soy buena persona y nadie es puro ni perfecto, pero aspiro a aprender ser mejor todos los días.

Gracias a los periodistas y medios con nombre y apellido. Gracias a los que prefieren sostenerse en el método y el rigor a tener que decir “cuac-cuac”. Gracias a los que no se dejan usar como balas de cañón.

Ustedes saben quienes son… y quién es quién.
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En este lunes, hijos de mis esperanzas, estaré muy atento al video que seguro publicará el “Batman de Tanquián” (también conocido como Gerardo Sánchez Zumaya) en contra de Omar García Harfuch para que le diga “delincuente” y se le enfrente feroz por haber detenido a su familiar político Héctor N. Por ser parte de una red nacional de huachicoleo que el gobierno federal comenzó a desmembrar.

Recordemos que cuando se le quiso investigar a él y a su familia por tener ex marinos armados para su protección y salieron a la luz los contratos públicos de Pemex que lo hicieron millonario de la noche a la mañana, el huasteco vomitó sandeces en contra de la autoridad de la que se dijo perseguido.

También dijo que no tení a miedo, por lo tanto tampoco tendrá miedo de “decirle sus verdades” a García Harfush ahora que arrestó a su familiar involucrado en el robo de hidrocarburos.

¡Enójate también huasteco! ¿O ya bajaste de nivel y, como ya se ha escrito, vas a enfilar tus arranques de ira públicos contra algún funcionario de tercer nivel de Lagunillas siguiendo tu estrepitosa ida a pique?

Al respecto se le podrá preguntar a la presidenta en la reciente anunciada visita que tendrá a tierras potosinas el próximo día 13 como parte de su gira a todos los estados con motivo de su primer informe.

En San Luis Potosí el huachicoleo une a personajes de la política aparentemente opositora hasta con los payasitos que estrenaron lo mismo tenis verdes que reloj fino.

Por cierto que un día antes de que venga la presidenta, el diputado Cuauhtli Badillo, rendirá informe del primer año legislativo en un lugar muy reducido ¿será para estar acorde con lo que se va a informar? ¿O para dejar afuera a mucha gente y que el lugar parezca abarrotado? (Por cierto que hoy lo agregamos a estas listas de difusión y es parte de nuestro Culto Público)

Me despido no sin antes compartirles El Atril de este día: ¿Siempre sí o siempre no al proyecto de presa Las Escobas?

Primero la CEA dijo que el proyecto de la presa se había cancelado por ser inviable; luego la presidenta Claudia Sheinbaum lo presumió como parte de sus logros en materia hídrica.

Ahora Conagua dice que no está cancelado, solo pospuesto. ¿Entonces…? Lo cierto es que la infraestructura hídrica es necesaria para la entidad, pero en el proceso se ha vuelto un acto de magia que aparece y desaparece de la agenda según la conveniencia.

El proyecto se ha contemplado desde 2009, pero si las cosas siguen así, pasarán más de 15 años en que la obra no vea la luz y seguirán sin decir realmente si se hará realidad o no.

Entre tanto, créame con reservas, pero si en el panorama hídrico potosino estábamos arrinconados en proyectos hidráulicos inviables o impagables, pronto nos daremos un chapuzón en un anuncio federal que nos dejará empapados de futuro en el tema.

Hasta la próxima.

Yo soy Jorge Saldaña

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