junio 3, 2023

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Guillermo Sheridan en aeroplano | Columna de Julián de la Canal

Publicado hace

el

 

Sin reparos César Huerta califica de aviador universitario al sr. Sheridan (pinchar aquí y aquí); y si aviador, corrupto, como concluye el acusado mismo. La epatante condición aviaria no operó como impedimento para representar un astracán limitado a una escena: un presunto corrupto (sr. Sheridan, “profesor” de la UNAM) acusa de corrupción a otra presunta corrupta (sra. Yasmín Esquivel, “egresada” de la UNAM). Al humor proverbial del “proverbial escritor” se agrega el del rector de la Universidad. El Dr. Graue, oftalmólogo pero anestesista de closet, declara con la somnolencia que amerita la peripecia: “el prestigio de nuestra institución no será empañado”. Da la impresión de que nadie se resiste al sentido del humor del sr. Sheridan, tampoco el sr. rector. Para restituir el lustre institucional, el Dr. Graue considera muy íntegro y honesto que un presunto corrupto denuncie a una presunta corrupta en que lo relevante es que se examine el caso de la presunta corrupta y no el del presunto corrupto. Con británico sentido del humor, el rector expulsó de la UNAM a la directora de tesis de la sra. Esquivel, pero hace mutis por el foro en relación con autoridades del Instituto de Investigaciones Filológicas que toleran hoy como ayer la presunta corrupción del sr. Sheridan consistente en ausentarse de manera habitual del lugar de trabajo. (No es alegato aducir estrategia para deshacerse del humorista excusando comisión de servicios en el cálido gremio de escritores siempre huérfano de risas). Sospechas que contaminan en proporción a los integrantes de los comités dictaminadores del Sistema Nacional de Investigadores de Conacyt. Se estima inverosímil que alguien que no imparte clases, ni dirige tesis, ni forma parte de órganos colegiados, pertenezca al SNI según estipula su reglamento que consigna además que no hay excepciones.

Todo indica error de cálculo. Se atribuye presunción de virtud al sr. Sheridan, pero la motivación para la denuncia se antoja política, sin descartar provecho económico, con pretexto académico. Equipado con su cordial modestia, el presunto aviador-corrupto debió de pensar que a la brevedad el asunto quedaba resuelto, pero en realidad añadió una abolladura más al latón de su maltrecha carrera construida sobre evidencias de fraude. Sin embargo, el pretexto se transformó en plétora y la Universidad atrajo la querella. El comité de ética de la UNAM o bien subestimó a la magistrada considerando que no maniobraría a su favor ya que sus cuarenta años de experi encia profesional eran insignificantes ante la falta original del plagio de tesis

, o bien conjeturó también presunción de virtud. Sorpresivamente se impuso la experiencia de la sra. Esquivel al solicitar un amparo judicial en defensa de sus excesos. Confesión de parte, pero también declaración de intenciones.

En ambos casos esa presunción de virtud condena a la Universidad. La astracanada se levanta como niebla densa alrededor de la institución. La UNAM opera como estado dentro de otro Estado, república de plastilina dentro de la República de México, sin otra ley interna que la que conviene, mientras los que deben asegurar su cumplimiento se hacen de la vista gorda a diario sacudiéndose el sopor a golpe de titular. Un juez otorga un amparo a la sra. Esquivel que la Universidad debe acatar porque la República está sobre la república y el Estado por encima del estado. El comité de ética se excede al comunicar que respetará el fallo judicial porque solo cabe acatamiento al fallo judicial. Sin embargo, hay pruebas fehacientes de que el sr. Sheridan es presunto aviador-corrupto desde hace lustros, conflicto acerca del que la UNAM tiene competencias de actuación. La complicidad del silencio es determinante para el aparato académico que forma parte de la corrupción. Impunidad es la palabra decisiva.

La tediosa soberbia del sr. Sheridan es irrelevante pero no mezclada con impunidad. Dedica varias entregas de su columna a dar seguimiento al asunto Esquivel, aconsejándole con inédita generosidad y dosis copiosas de humor diferentes opciones a fin de enmendarlo. En ningún momento el sr. Sheridan ofrece seguimiento a sus propias irregularidades a fin de enmendarlas. Es más sencillo que la sra. Esquivel escriba nuevas tesis a que el sr. Sheridan subsane décadas entretenidas en acrobáticos bucles etéreos al margen de sus obligaciones profesionales.

Para la Universidad hay corruptos y corruptos: no es lo mismo la corrupción de un presunto corrupto que la de una presunta corrupta. (Alivia saber que la Universidad ya tiene baños exclusivos para uso de variedad de sexos y géneros). Quizás la distinción restituya el prestigio pero no parece porque ese prestigio vive preferentemente en el discurso frente a la cotidiana corrupción institucional. Muestra de su sentido del humor, el “proverbial escritor” informó que no consiente que nadie desprestigie a la UNAM, “eso sí que no”. Hay que convenir que no necesita ayuda.

También lee: Ritual del regreso a Evelyn Waugh | Columna de Julián de la Canal

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Un lento adiós | Columna de Carlos López Medrano

Publicado hace

el

MEJOR DORMIR

 

No todas las historias acaban con un portazo. La mayoría de ellas más bien pasan por un largo proceso de demolición. Sin el protocolo de un vete al carajo, muñeca, no quiero volver a verte. Los reproches, las lágrimas y los aspavientos son apenas entreactos. La separación tiene un avance gradual. Sutilezas en dosis miniatura que a veces ni siquiera las partes involucradas perciben.

Un día dejas de mandar ese mensaje de cómo estás. Ya casi es medianoche y no quieres ser imprudente. Qué más da, un descuido como otros. Dices que la saludarás mañana (cosa que olvidas hacer). Una semana después se te pasa preguntarle cómo le fue a su perro en el veterinario, consulta de la que te había comentado en un mensaje escueto como para no perder la costumbre de decir lo que sea.

En el último año los encuentros se han vuelto más y más espaciados. Recuerdas que ha transcurrido un mes desde la última ocasión en que salieron a comer juntos, y piensas en llamarla, pero esta tarde estás ocupado. Y también la siguiente. Y la otra. Además, ella no te ha llamado a ti. El orgullo hace que te tragues las ganas.

Cuánto tiempo sin vernos, se dicen al fin cuando coinciden por casualidad, antes de percatarse de que el hil o que los unía es más delgado de lo que solía ser y que no tardará en romperse

. Lo peor es que se desvanecerá sin doler ni hacer ruido (esos síntomas de lo que aún tiene porvenir). Por el contrario se irá sin más. Tan solo llegará un lamento propio de la vejez: notar que cada vez hay menos gente a tu lado. Ana María Matute decía que la vida es ir perdiendo cosas.

De alguna manera, la despedida comienza desde el momento mismo en que conoces a alguien. El ilusorio proceso ascendente eventualmente desemboca en la caída. Pese a que tarde en llegar, llega; ya sea debido a un desgaste social o uno biológico. Incluso las parejas sólidas alcanzan la vejez y con ello la terminación natural de una de las partes. Fue bonito mientras duró.

Las despedidas silenciosas también se dan de manera deliberada, cuando el otro ya no te hace clic. Al notar que se ha pasado de listo, aunque sin la perspicacia suficiente para darse cuenta de que a base de infamia ha agotado el crédito para estar contigo. Has tomado nota de las afrentas y en consecuencias te abstienes de alimentar ese vínculo sin decir nada. Simplemente cesar de ofrecer lo mucho o poco que tienes dentro. Ni siquiera voy a decirte que me voy. Hay un tipo de alejamiento para el que no es necesario moverse.

Una noche, cuando no puedes dormir, recuerdas a personas que alguna vez fueron tuyas. Te preguntas qué ha sido de ellas. Cómo es que ese hasta luego o ese nos vemos pronto quedó en una desconexión definitiva.

Ayer nos encontrábamos allí, tomando una copa, conversando sobre el clima. Y si bien ya no era como en los viejos tiempos, parecía que podríamos mantenernos cerca. Quizá todavía lo estemos, tengo que comprobarlo. Pero tomas el teléfono y descubres que de nuevo ya pasan de las once. O ves que en su foto de perfil sale con alguien más. De modo que cierras los ojos e intentas dormir. Lo dejas pasar.

Sin dimensionarlo, ese acto forma parte de los lentos procedimientos de adiós que tienes abiertos con otras tantas personas.

 

Contacto:

Correo electrónico: [email protected]

Twitter: @Bigmaud

También lee: Peso Pluma o bailar al son que marque el algoritmo | Columna de Carlos López Medrano

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Charla de La Ciencia en el Bar sobre la Vaquita Marina | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

 

Un cetáceo endémico de México conocido como vaquita marina que habita en la parte alta del golfo de California, el Mar de Cortés, se encuentra en peligro de extinción al disminuir considerablemente su número en las últimas décadas, entre otros factores, por las malas prácticas de pesca en esa región marítima de la Península de Baja California. La vaquita marina es el cetáceo más pequeño del mundo son poco sociables por lo que generalmente se encuentran solas; observarlas es muy difícil pues tienden a alejarse de los barcos y suelen estar ausentes en las superficies.

Sobre este espécimen nos estará platicando la maestra en ciencias Mariana Dorantes Gilardi en la próxima sesión de La Ciencia en el Bar, ahora en su modalidad de itinerante. La sesión se llevará a cabo este miércoles 31 de mayo e punto de las ocho de la noche en Cervecería San Luis, que se encuentra ubicada en la Calzada de Guadalupe número 326. La charla se titula: La vaquita marina ¿en peligro de extinción?

Las medidas para la conservación de especies y de medio ambiente, como los decretos de reservas ecológicas, suelen verse limitadas si no son acompañadas por infraestructura y apoyo económico, como ha sucedido con la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California, establecida desde 1993 con el objetivo de “Conservar y proteger los ecosistemas representativos de la región, la biodiversidad, los procesos evolutivos, los hábitats de reproducción, desove, migración y alimentación de especies marinas de importancia ecológica y comercial y, sobre todo, las especies endémicas y/o en peligro de extinción como la vaquita y la totoaba”.

Los esfuerzos de la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California se han visto obstaculizados debido al insuficiente presupuesto federal destinado; la limitada disponibilidad de servidores públicos como inspectores, personal técnico, personal operativo; artes de pesca propias de la región; vedas y decisiones externas que impactan en el manejo de los recursos naturales.

Desde un enfoque científico poco se sabe sobre la vaquita marina, por lo que se requiere realizar estudios para conocer a plenitud aspectos como su edad de maduración sexual, longevidad, ciclo de reproducción sexual, entre otros. La información que se dispone, son estimaciones realizadas con especies similares o en estudios sobre ejemplares atrapados en redes.

¿Cómo se encuentra el estudio sobre la vaquita marina? Lo podremos entender con la información que nos proporcione Mariana Dorantes durante la charla de La Ciencia en el Bar. Mariana Dorantes estudió la licenciatura en Biofísica en la UASLP y realizó su maestría en ciencias del mar y de la tierra en el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), donde existen las áreas de estudio sobre ecología y biotecnología marina. Actualmente realiza su doctorado en Ciencias Interdisciplinarias en el Laboratorio de Biofísica Molecular de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Los esperamos este miércoles 31 de mayo a la ocho de la noche en lo que será la quinta charla del trigésimo quinto ciclo de La Ciencia en el Bar, con el tema la vaquita marina ¿en peligro de extinción?, a efectuarse en Cervecería San Luis, Calzada de Guadalupe 326.

También lee: El Concurso Regional “Pauling” (Fis-Mat), en puerta | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Final deslucida | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Publicado hace

el

TESTEANDO

 

Tigres y Chivas empatan en un aburrido encuentro: un 0 a 0 que no deja tranquilo a ninguno, pero que llena de ilusión a los de Guadalajara por levantar la 13.

Sin embargo, cuidado. Tigres ha sido un equipo de un gol; en cada una de las fases superadas (tomando también el repechaje) Tigres solo ha necesitado superar por un gol a sus rivales, justo la cantidad de goles que necesita el domingo para ser campeón.

Por su parte Chivas, jugó bien, un encuentro en donde necesitaban no perder, pensando en rematar brillantemente en su estadio, hasta el momento parece que la jugada le va a salir a los de Guadalajara, un solo gol es suficiente, pero los seguidores del rebaño quieren ser contundentes.

Es de preocuparse el nivel de ambas ofensivas: tanto los del norte como los de occidente, defraudaron no solo en este encuentro, sino en la liguilla con sus delanteros, del lado de Chivas los goles han caído de zonas diferentes a la ofensiva; por su parte los Tigres, salvando a Córdova, el resto de sus delanteros no han marcado gran diferencia.

Emblemático resulta el caso de Ibáñez, un jugador que la rompió en San Luis y Pachuca, y hoy está completamente perdido en la ofensiva felina; parece como si la camiseta de los Tigres le pesara, como si Nico no pudiera jugar su futbol.

Habrá que esperar, este empate a 0 deja poco sabor en la ida, deseando que la alegría venga en la vuelta, un estadio que estará a reventar por la nación Chiva, un estadio que los de occidente desean se convierta en un carnaval. Pero atentos, Tigres y su deslucido futbol, puede ser el fenómeno del golecito: así, con tan solo una mínima anotación, podría arruinar lo que en papel parece la fiesta de la nación rojiblanca. Cuidado Chivas, y que la final final, sí sea emocionante.

También lee: Orgullo potosino | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

Continuar leyendo

Opinión