junio 16, 2025

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#4 Tiempos

El verano que pensé que sería divertido ver todos los estrenos del anime de la temporada parte 1 | Columna de Guille Carregha

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CRITICACIONES

 

EL VERANO QUE PENSÉ QUE SERÍA DIVERTIDO VER TODOS LOS ESTRENOS DE ANIME DE LA TEMPORADA PERO QUE, PRONTO, ME DI CUENTA DE MI TREMENDO ERROR CUANDO VI LA CANTIDAD DE SERIES QUE SE ESTRENABAN ESTE MES Y LO COMPARÉ CON LA EXTREMADAMENTE LIMITADA CANTIDAD DE HORAS LIBRES QUE EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI ME PERMITE TENER TODOS LOS DÍAS – PARTE 1

Por alguna razón, decidí hacerme la grosería de obligarme a ver todos los animes que se estrenaran esta temporada en Crunchyroll. No tengo idea qué me poseyó para tomar una decisión tan terrible para con mi cordura, pero pensé que sería divertido disfrutar “en vivo” los más nuevos estrenos que los malpagados animadores nipones le ofrecían al mundo este verano. Obviamente, solo me enfocaría en los animes nuevos. Si se trataba de la secuela o segunda temporada de otra serie que no había visto, no tendría sentido empezar la serie a medias sin tener idea de qué está pasando. Lo mismo si se estrenaban episodios de animes que llevan uno, dos o 25 años en transmisión. No quería perder tiempo para ponerme al corriente, dejando de lado la posibilidad de ver cosas nuevas.

Honestamente, pensaba que estaba a punto de empezar algo así como 14 series, más o menos. Tal vez 16. 18 a lo más. Imaginaba que las temporadas ofrecían un número manejable de estrenos, para que las personas normales del día a día sí tuvieran la oportunidad de ver todo y decidir qué querían seguir viendo.

Estaba equivocadísimo. Por mucho. Me vi como un completo NyE tomando esa decisión. Un delulu. Un ignorante. Son demasiadas. Muchísimas. Apenas y me pude dar la oportunidad de ver los primeros episodios de solo 23 series nuevas. Y digo “solo” porque sé perfectamente que hay, por lo menos, otras 5 a las que no he podido llegar a ponerles play porque si no nada más no avanzaría.

A continuación, una reseña corta – cortísima – de qué me han parecido estas series, incluyendo cuántos episodios he visto hasta ahora. Los títulos están en inglés porque, hasta donde sé, ningún traductor latino se ha atrevido a ponerles “del diablo” o “Unas locas aventuras en” a ninguno de estos animes para que el público mexicano sepa qué esperar de sus monitos chinos.

1. The Ossan Newbie Adventurer, Trained to Death by the Most Powerful Party, Became Invincible (TRES EPISODIOS)
Se trata de OTRA serie más con un escenario de fantasía medieval con tintes de videojuego RPG. La novedad es que el protagonista es un anciano de 32 años, pero que es más fuerte que el 99.99% de las criaturas de su mundo. Las locas aventuras comienzan cuando él cree que es débil pero se madrea fácilmente a todo mundo creyendo que es por accidente. O sea, se ha visto ya esto varias veces, pero tampoco tanto como para ser cansado. Se ve que el presupuesto no es el fuerte de la producción, pero intentan estirarlo lo suficiente como para que los episodios se vean visualmente atractivos y no parezca animado por estudiantes de secundaria contratados bajo la beca Benito Juárez. Está cotorra, aunque un tanto genérica. Si se me olvida que vi esta serie en 9 meses no me sorprendería tanto, pero no me molesta verla.

 

2. Alya Sometimes Hides Her Feelings in Russian (TRES EPISODIOS)

La comedia romántica de preparatorianos de la temporada con su twist chistosón para que tenga algo de caché y se pueda diferenciar de todas las del montón. El de esta es que la protagonista habla en ruso cuando le dice al protagonista que lo quiere. El estilo de dibujo está bonito, los personajes están interesantes y la serie tiene un timing de comedia bastante bueno. Eso sí, no pudieron evitar poner subtramas bien creepy como la clásica “mi hermana menos actúa como si me quisiera dar como cajón mal cerrado porque el incesto es súper hilarante”. A estas alturas de la vida, este tipo de tropos ya se siente como un “los japoneses siendo bien raros” y se puede pasar de largo. Si obviamos esos momentos, la serie promete estar divertida.

3. The Strongest Magician in the Demon Lord’s Army Was a Human (TRES EPISODIOS)

Oh. Miren. OTRA SERIE DE FANTASÍA MEDIEVAL CON TINTES DE VIDEOJUEGO RPG. Como dice el título, es sobre un poderoso miembro del ejercito del mal que es un humano disfrazado. Podría ser una serie más interesante si no fuera porque casi todo está (horriblemente) animado en CGI barato y el personaje principal es una inerte barra de carbono sin emociones ni personalidad… pero que es repiola lanzando hechizos y por eso debería de quererle. Hay supuestas subtramas de intriga, misterio y traiciones militares, pero todo se resuelve casi tan rápido como se presenta. Una serie sin estrella que está bien meh. Lo mejor que puedo decir sobre ella es que, a diferencia de su animación 3D, la serie no está culera.

4. My Wife Has No Emotion (DOS EPISODIOS)

Apenas la cuarta entrada en el desafío autoimpuesto y, aparentemente, la primera serie que posiblemente no quiera terminar de ver mientras siga vivo. Es la “bella” y “enternecedora” historia de un adulto con mala suerte en el amor que compra un robot para limpiar su casa. Como esto es un anime, OBVIAMENTE, la robot necesitaba parecer humana y, POR SUPUESTO, ser muy bonita lo cual, COMPRENSIBLEMENTE, “obliga” al protagonista a enamorarse de ella y pedirle que sea su esposa. Por un segundo pensé que podría tocar temas interesante tipo la película HER, pero en formato chistosón, pero no. Se me olvidó que era Japón. Lo divertido radica en que, básicamente, el sujeto desea con locura y pasión intimar con un dispositivo electrónico, con tintes súper marcados de “¿no es acaso esta la mujer perfecta con la que todos soñamos?”. Dudo mucho que la serie mejore si la sigo viendo, por lo que me cuesta recomendar que cualquier persona vea esto. Puaj.

5. Pseudo Harem (TRES EPISODIOS)

Me cuesta mucho creer que la serie en cuyo título se encuentra la palabra “HAREM” sea una de las más lindas y wholesome de la temporada. Es aún otro romance de preparatoria con su twist chistosón, solo que esta tiene menos presupuesto que la de Alya. La premisa es que son dos estudiantes que claramente se quieren y no son novios. Él es un sujeto medio random y medio otaku. Ella es una aspirante de actriz que tiene la capacidad de adoptar distintos personajes para divertir al vato otaku que le gusta. El “harem” del título es porque el protagonista crea su harem personal con la colección de personajes/personalidades que le presenta su amigovia. El dinero que les dan para animar esta serie es tan bajo que incluso hay secuencias donde los personajes tienen manitas Danup y caras chuecas, pero en general esto es tan wholesome y bonito que se puede obviar la mayoría del tiempo. Me preocupa que el gimmick de las múltiples “personalidades” se vuelva cansado más adelante, pero es una opción entretenida para ver esta temporada.

Estas son apenas cinco de las series que me estoy obligando a ver. Les prometo que, en general, sí estoy disfrutando la experiencia. Pero ver 23+ series es inhumano. Ojalá no muera antes de terminar la temporada, porque me falta reseñar 18.

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#4 Tiempos

La miseria del sexo | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

Sucede en un cuento de Arthur Schnitzler (1862-1931), el escritor austriaco. Una vez, un joven fue invitado a asistir a un duelo en calidad de padrino de un militar de cierto rango que, al ver ofendido su honor, retó a muerte a un caballero de la alta sociedad vienesa abofeteándolo con su guante. Qué razones había para lavar con sangre esa mancha real o imaginaria, no lo sabemos, pues éstas no quedan muy claras en el relato, aunque todo parece indicar que había unas faldas de por medio, y que estas faldas eran nada menos que las de la esposa del militar.

Como decimos, el padrino nada sabía de los motivos que impulsaron al teniente Loiberger a tomar tan drástica determinación, pero tampoco quiso averiguarlas. ¿Para qué? Como se dice, cada uno sabe dónde le aprieta el zapato; y, además, ¿para qué negar que en aquellos tiempos remotos la gente se mataba entre ella por los motivos más banales y fútiles? «El hecho –dice el narrador de esta historia, es decir, el padrino- de que en ciertos círculos tuviera que contarse con la posibilidad o incluso con la inevitabilidad de los duelos, ya sólo esto, créame, daba a la vida social una cierta dignidad o, al menos, un cierto estilo. Y a las personas de estos círculos, incluso a las más insignificantes o ridículas, les prestaba la apariencia de una continua disposición a la muerte, aun cuando a usted esta expresión le parezca, utilizada en este contexto, demasiado rimbombante».

Digámoslo ahora con nuestras palabras: en aquellos tiempos, batirse a muerte con adversarios verdadero o ficticios era una moda tan extendida, sobre todo entre las clases superiores, que nuestro joven narrador ni siquiera se extrañó cuando el teniente Loiberger solicitó amablemente su padrinazgo. Además, ¿no era ésta la séptima u octava vez que un caballero ofendido le pedía exactamente la misma cosa? Sin embargo, es necesario abreviar, y lo haremos diciendo cuanto antes que el muerto, allí, fue precisamente el señor Loiberger, que cayó al suelo con cierta elegancia y sin demasiados aspavientos a causa de una bala que vino a incrustársele a la altura del corazón. Se llevó la mano al pecho, lanzó un suspiro hondo, se tendió en la hierba como quien se dispone a permanecer en esa postura un tiempo muy largo y murió en el acto.

Una autoridad municipal dio fe del deceso –también sin demasiados aspavientos- y el día transcurrió como de costumbre, cual si en realidad nada grave hubiese acontecido. Sin embargo, un problema quedaba sin resolver, y era que la viuda, que vivía en la capital, es decir, en Viena, debía enterarse de la muerte de su marido. ¡Claro, era necesario decírselo, y cuanto antes mejor! ¿Y quién iba a encargarse de tan desagradable tarea? El padrino, naturalmente, que para eso estaba. Y allá va nuestro narrador. Frau Agathe, la esposa del señor Loiberger, lo recibe amablemente y lo hace pasar al recibidor. En realidad nunca en su vida había visto ella a este hombre, pero no le parece feo y hasta le invita una copa…

¡Dios mío, qué bella era Frau Agathe! Su rostro resplandecía como una hoguera encendida. Ahora bien, ¿para qué ponerse a hablar ahora, precisamente ahora, de cosas tan tristes como son las que se refieren a la muerte? Ya lo haría después; por el momento era preciso beber otra copa y disfrutar el momento. Frau Agathe se veía incluso feliz. ¿Para qué romper el hechizo? Entonces el visitante se puso a hablar con la joven viuda –ella aún no sabía que lo era- de cosas que nunca sabremos. Y tanto hablaron y hablaron, y tanto se gustaron el uno al otro que pronto, sin que nadie supiera cómo ni cuándo, ya estaban los dos tomados de la mano en la alcoba de ella. ¡Oh, no se habían reunido allí para entregarse a la práctica de ejercicios piadosos! Y pasó el tiempo. Cuando el visitante despertó por fin, pudo recordar como entre sueños que había venido a esta casa a cumplir una misión. ¿Cuál era ésta? Trataba de recordarlo. ¡Ah, sí, decirle a Frau Agathe que su marido había muerto en la vecina ciudad de Ischl, en el transcurso de un duelo, precisamente!… Aún no salía completamente de su modorra cuando oyeron ambos a lo lejos un ruido de pasos. Quien llegaba era el doctor Mülling, amigo de la familia, para preguntar a la señora si ya se había enterado de la triste noticia. Cuando la supo, la mujer se deshizo en llanto y pidió ver cuanto antes el cuerpo de su marido.

«Desde entonces –cuenta el narrador- no me dirigió ni una palabra… Efectivamente, aquella misma tarde partió sola y a la mañana siguiente condujo el cadáver a Viena. Al otro día tuvo lugar el entierro al que, por supuesto, asistí… Muchos años después nos encontramos en una reunión social. Mientras tanto se había casado de nuevo. Nadie que nos hubiera visto hablar habría adivinado que nos unía una profunda vivencia común. Pero, ¿realmente nos unía? Yo mismo habría podido considerar aquella estival y tranquila, misteriosa y, con todo, feliz hora como un sueño que sólo yo había soñado: tan clara, tan sin recuerdos, tan inocentemente profundizó su mirada en la mía».

Y así acaba esta historia, que no ha hecho más que confirmar mis sospechas, a saber: que la relación sexual, por sí sola, no puede unir a dos seres que no se aman. Hoy es común, o casi, afirmar que las relaciones sexuales son como el termómetro del amor, de manera que nada puede esperarse de dos seres que no saben -o no pueden- hacerse gozar el uno al otro. Hay quien dice, además, que para enamorarse de una persona antes hay que haberse acostado con ella. Pero esto es falso, pues las cosas, por lo regular, suceden exactamente al revés. Así como los milagros no producen la fe, sino que es más bien la fe la que produce los milagros, así habría que decir también que las relaciones sexuales no producen el amor, sino que, a lo más, cuando éste ya existe sólo lo alimentan. Los que no se amaban antes de ir juntos a la cama, no se amarán más cuando hayan regresado de ella, y hasta es posible en algunos casos que terminen queriéndose menos. Los cuerpos podrán acoplarse todo lo que quieran, pero, si las almas están lejos, entonces no hay nada que hacer.

Me decía hace poco un joven hablándome de su novia, con la que tenía ya estas relaciones y con quien acababa de romper: «Quizá deje más material para el recuerdo una tarde viendo juntos el crepúsculo que una relación sexual». Claro, claro. ¿Podría decirse mejor? He aquí la miseria del sexo.

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#4 Tiempos

Verano futbolero | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Apesar de los pesares, el verano futbolero arranca este fin de semana.

Tanto el mundial de clubes, como la Copa Oro, se jugarán en el territorio de los Estados Unidos, algo que bajo otro panorama sería lo ideal, un país multicultural, con una infraestructura increíble y fortaleza económica como para poder generar ingresos sobrevalorados, todo estaría bien, si no hubiera problemas sociopolíticos en Norteamérica.

Las recientes políticas han comprometido las entradas a los estadios y con esto un posible golpe comercial a las proyecciones de FIFA. Pero pasando al punto netamente deportivo, que al fin es lo que importa para esta sección, las cosas suenan muy interesantes.

Por un lado tenemos el nuevo experimento mundial, juntar a algunos de los clubes más importantes del mundo, en un torneo que buscará enfrentarlos con sus mejores jugadores en búsqueda de un gran premio económico, todos los equipos presentarán lo mejor que tienen y es probable que conforme avancen en el torneo su nivel tenga que aumentar, cuando los equipos que solo van a participar queden fuera, y se cierre contra los verdaderos rivales. Un torneo que levanta expectativas y que promete buenos juegos, sobre todo cuando clubes europeos salten a las canchas con sus figuras mundiales.

A la par de este torneo, se jugará el evento principal de CONCACAF. Si bien la región es tal vez la más olvidada del planeta, y sus selecciones fuertes no pasan por un buen momento, es notable voltear a ver a la zona y su torneo insignia a un año antes del mundial. Administrativamente, vamos a poder ver algunos estadios que serán sede de la Copa del Mundo 2026,

así como los preparativos para ciertas ciudades que recibirán afición y participantes. Por lo futbolístico, vale la pena resaltar el mal momento que vive la selección de los Estados Unidos, un equipo que llega con 4 partidos sin ganar y que busca levantar cabeza con Mauricio Pochettino, quien de hacer un mal torneo seguramente se despedirá por ahora de sus posibilidades de dirigir un mundial. Del lado de México, el Vasco Aguirre tiene que demostrar que su equipo puede levantar la cara a un año de la copa. La obligación de campeonar en la Copa Oro sigue siendo imperante, así como desplegar un buen fútbol ante rivales que parecen a modo.

El resto de las selecciones piensan más en su posible clasificación al mundial y tomarán la participación como partidos de preparación ante lo que viene para el cierre del 2025.

Dos torneos interesantes, un mes lleno de futbol y equipos que disputarán en una de las próximas sedes mundialistas. Atentos con el país del norte, y que la política y lo social no sean impedimento para por lo menos distraer un poco de lo verdaderamente importante, sin perder por completo la atención. Que arranque ya el verano futbolero.

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#4 Tiempos

Alcalde Mayor de San Luis, primer editor de Sor Juana Inés de la Cruz | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

Antes que nada, felicito a los compañeros reporteros de La Orquesta que se hicieron merecedores del Premio Estatal de Periodismo 2025, Bernardo Vera, Ana G. Silva, Fermín Saldaña y Sayd Sauceda, reflejo de su profesionalismo y compromiso comunicacional.

Juan Camacho Gayna que naciera en 1653 en el Puerto de Santa María en Andalucía España, y viniera a Nueva España con el séquito del Marqués de la Laguna que vino como Virrey a Nueva España, ocupó el cargo de Alcalde Mayor de San Luis Potosí, se considera el primer editor de Sor Juana Inés de la Cruz.

Español avecindado en San Luis, fue gobernador en el Puerto de Santa María de 1689 a 1692 a su partida de tierras potosinas.

Ostentando el título de Capitán y Caballero de la Orden de Santiago, en 1680, llegó en el sequito de Tomás Antonio de la Cerda y Aragón marqués de La Laguna y Conde de Paredes, quien le confiaría la encomienda de ser su mayordomo, caballerizo y capitán de guardias.

Cuatro meses después de su llegada, el 20 de septiembre de 1680 tendría el título de Alcalde Mayor de San Luis Potosí y teniente de capitán general de esta ciudad y fronteras chichimecas, nombrado por el rey Carlos II. El 20 de diciembre de 1680 se llevaría a cabo la que sería primera reunión de un ayuntamiento con su cabildo; Camacho Gayna ocuparía ese puesto al menos durante cinco años. Lo sustituiría en 1685 Juan Bautista Ansaldo de Peralta como Alcalde Mayor de San Luis Potosí, yendo a la Ciudad de México donde radicó hasta 1687 antes de regresar a España.

La Inundación Castálida se la dedica Sor Juana a la Virreina Condesa de Paredes que se volvió eje de la vida sentimental de Sor Juana.

La Inundación Castálida apareció en Madrid en 1689 con el título:

“Inundación Castálida de la única poetisa, musa décima, Soror Juana Inés de la Cruz, religiosa profesa en el Monasterio de San Jerónimo de la Imperial Ciudad de México. Que en varios metros, idiomas y estilos fertiliza varios asuntos con elegantes, sutiles, claros, ingeniosos, útiles versos; para enseñanza, recreo y admiración. Dedicados a la Excelma. Señora, D. María Luisa Gonzaga Manrique de Lara, Condesa de Paredes, Marquesa de la Laguna, y los saca a la luz D. Juan Camacho Gayna, Caballero de la Orden de Santiago, Mayordomo y Caballerizo que fue de su Excelencia. Gobernador actual de la Ciudad de Puerto de Santa María. Con privilegio. En Madrid por Juan García Infanzón, año de 1689”.

Se reeditó al siguiente año “corregida y mejorada por la autora” con el título Poemas de la única poetisa americana, musa décima…. Sacados a la luz por Juan Camacho Gayna, que constituyó el tomo primero de los tres que forman las ‘obras’ de Sor Juana. Este tomo fue impreso en Madrid en 1690 y reimpreso en Barcelona en 1691, Zaragoza y Sevilla en 1692.

El papel de editor consiste en el trabajo intelectual para preparar los originales del libro, así como el que pone el dinero necesario para la publicación. Una de las evidencias para asegurar que Gayna es el editor, pues Octavio Paz lo pone en duda, es la “Suma del privilegio” que aparece en las páginas preliminares de la obra que dice: “Tiene privilegio D. Juan Camacho Gayna, Caballero de la orden de Santiago, para poder imprimir un libro intitulado ’Varios poemas castellanos de Soror Juana Inés de la Cruz’, por un tiempo de diez años, como más largamente consta de su original, despachado en el Oficio de Manuel Mojica, Escribano de Cámara del Consejo Real. Dado en Madrid en 18 de Septiembre de 1689”.

Camacho Gayna debió ser hombre de cierta cultura. Dados los diversos cargos que desempeñó en España y en Nueva España bajo tres virreyes, sus cartas están escritas con soltura y propiedad.

Durante cinco años fue Alcalde de San Luis, conoció y trató a Sor Juana. El nombre del Alcalde Mayor de San Luis Potosí, quedó vinculado para siempre al de la Fénix de México y Décima Musa, máxima poetisa de nuestra lengua o fácilmente del orbe como lo asegura Peñalosa y lo ratifica Francisco de la Maza, potosino estudioso de la obra de Sor Juana, y del historiador Dr. Alfonso Martínez.

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