mayo 23, 2025

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#4 Tiempos

El verano que pensé que sería divertido ver todos los estrenos del anime de la temporada parte 1 | Columna de Guille Carregha

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CRITICACIONES

 

EL VERANO QUE PENSÉ QUE SERÍA DIVERTIDO VER TODOS LOS ESTRENOS DE ANIME DE LA TEMPORADA PERO QUE, PRONTO, ME DI CUENTA DE MI TREMENDO ERROR CUANDO VI LA CANTIDAD DE SERIES QUE SE ESTRENABAN ESTE MES Y LO COMPARÉ CON LA EXTREMADAMENTE LIMITADA CANTIDAD DE HORAS LIBRES QUE EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI ME PERMITE TENER TODOS LOS DÍAS – PARTE 1

Por alguna razón, decidí hacerme la grosería de obligarme a ver todos los animes que se estrenaran esta temporada en Crunchyroll. No tengo idea qué me poseyó para tomar una decisión tan terrible para con mi cordura, pero pensé que sería divertido disfrutar “en vivo” los más nuevos estrenos que los malpagados animadores nipones le ofrecían al mundo este verano. Obviamente, solo me enfocaría en los animes nuevos. Si se trataba de la secuela o segunda temporada de otra serie que no había visto, no tendría sentido empezar la serie a medias sin tener idea de qué está pasando. Lo mismo si se estrenaban episodios de animes que llevan uno, dos o 25 años en transmisión. No quería perder tiempo para ponerme al corriente, dejando de lado la posibilidad de ver cosas nuevas.

Honestamente, pensaba que estaba a punto de empezar algo así como 14 series, más o menos. Tal vez 16. 18 a lo más. Imaginaba que las temporadas ofrecían un número manejable de estrenos, para que las personas normales del día a día sí tuvieran la oportunidad de ver todo y decidir qué querían seguir viendo.

Estaba equivocadísimo. Por mucho. Me vi como un completo NyE tomando esa decisión. Un delulu. Un ignorante. Son demasiadas. Muchísimas. Apenas y me pude dar la oportunidad de ver los primeros episodios de solo 23 series nuevas. Y digo “solo” porque sé perfectamente que hay, por lo menos, otras 5 a las que no he podido llegar a ponerles play porque si no nada más no avanzaría.

A continuación, una reseña corta – cortísima – de qué me han parecido estas series, incluyendo cuántos episodios he visto hasta ahora. Los títulos están en inglés porque, hasta donde sé, ningún traductor latino se ha atrevido a ponerles “del diablo” o “Unas locas aventuras en” a ninguno de estos animes para que el público mexicano sepa qué esperar de sus monitos chinos.

1. The Ossan Newbie Adventurer, Trained to Death by the Most Powerful Party, Became Invincible (TRES EPISODIOS)
Se trata de OTRA serie más con un escenario de fantasía medieval con tintes de videojuego RPG. La novedad es que el protagonista es un anciano de 32 años, pero que es más fuerte que el 99.99% de las criaturas de su mundo. Las locas aventuras comienzan cuando él cree que es débil pero se madrea fácilmente a todo mundo creyendo que es por accidente. O sea, se ha visto ya esto varias veces, pero tampoco tanto como para ser cansado. Se ve que el presupuesto no es el fuerte de la producción, pero intentan estirarlo lo suficiente como para que los episodios se vean visualmente atractivos y no parezca animado por estudiantes de secundaria contratados bajo la beca Benito Juárez. Está cotorra, aunque un tanto genérica. Si se me olvida que vi esta serie en 9 meses no me sorprendería tanto, pero no me molesta verla.

 

2. Alya Sometimes Hides Her Feelings in Russian (TRES EPISODIOS)

La comedia romántica de preparatorianos de la temporada con su twist chistosón para que tenga algo de caché y se pueda diferenciar de todas las del montón. El de esta es que la protagonista habla en ruso cuando le dice al protagonista que lo quiere. El estilo de dibujo está bonito, los personajes están interesantes y la serie tiene un timing de comedia bastante bueno. Eso sí, no pudieron evitar poner subtramas bien creepy como la clásica “mi hermana menos actúa como si me quisiera dar como cajón mal cerrado porque el incesto es súper hilarante”. A estas alturas de la vida, este tipo de tropos ya se siente como un “los japoneses siendo bien raros” y se puede pasar de largo. Si obviamos esos momentos, la serie promete estar divertida.

3. The Strongest Magician in the Demon Lord’s Army Was a Human (TRES EPISODIOS)

Oh. Miren. OTRA SERIE DE FANTASÍA MEDIEVAL CON TINTES DE VIDEOJUEGO RPG. Como dice el título, es sobre un poderoso miembro del ejercito del mal que es un humano disfrazado. Podría ser una serie más interesante si no fuera porque casi todo está (horriblemente) animado en CGI barato y el personaje principal es una inerte barra de carbono sin emociones ni personalidad… pero que es repiola lanzando hechizos y por eso debería de quererle. Hay supuestas subtramas de intriga, misterio y traiciones militares, pero todo se resuelve casi tan rápido como se presenta. Una serie sin estrella que está bien meh. Lo mejor que puedo decir sobre ella es que, a diferencia de su animación 3D, la serie no está culera.

4. My Wife Has No Emotion (DOS EPISODIOS)

Apenas la cuarta entrada en el desafío autoimpuesto y, aparentemente, la primera serie que posiblemente no quiera terminar de ver mientras siga vivo. Es la “bella” y “enternecedora” historia de un adulto con mala suerte en el amor que compra un robot para limpiar su casa. Como esto es un anime, OBVIAMENTE, la robot necesitaba parecer humana y, POR SUPUESTO, ser muy bonita lo cual, COMPRENSIBLEMENTE, “obliga” al protagonista a enamorarse de ella y pedirle que sea su esposa. Por un segundo pensé que podría tocar temas interesante tipo la película HER, pero en formato chistosón, pero no. Se me olvidó que era Japón. Lo divertido radica en que, básicamente, el sujeto desea con locura y pasión intimar con un dispositivo electrónico, con tintes súper marcados de “¿no es acaso esta la mujer perfecta con la que todos soñamos?”. Dudo mucho que la serie mejore si la sigo viendo, por lo que me cuesta recomendar que cualquier persona vea esto. Puaj.

5. Pseudo Harem (TRES EPISODIOS)

Me cuesta mucho creer que la serie en cuyo título se encuentra la palabra “HAREM” sea una de las más lindas y wholesome de la temporada. Es aún otro romance de preparatoria con su twist chistosón, solo que esta tiene menos presupuesto que la de Alya. La premisa es que son dos estudiantes que claramente se quieren y no son novios. Él es un sujeto medio random y medio otaku. Ella es una aspirante de actriz que tiene la capacidad de adoptar distintos personajes para divertir al vato otaku que le gusta. El “harem” del título es porque el protagonista crea su harem personal con la colección de personajes/personalidades que le presenta su amigovia. El dinero que les dan para animar esta serie es tan bajo que incluso hay secuencias donde los personajes tienen manitas Danup y caras chuecas, pero en general esto es tan wholesome y bonito que se puede obviar la mayoría del tiempo. Me preocupa que el gimmick de las múltiples “personalidades” se vuelva cansado más adelante, pero es una opción entretenida para ver esta temporada.

Estas son apenas cinco de las series que me estoy obligando a ver. Les prometo que, en general, sí estoy disfrutando la experiencia. Pero ver 23+ series es inhumano. Ojalá no muera antes de terminar la temporada, porque me falta reseñar 18.

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#4 Tiempos

Todo para la vuelta | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

La final del Torneo Clausura 2025 de la Liga MX entre América y Toluca se definirá en una serie muy pareja. Los dos mejores equipos del torneo se han colocado en la final con puntos clave importantes que seguramente marcarán diferencia:

Ambos equipos tienen bloques defensivos sólidos y juego por el centro. Los dos equipos prefieren defender en bloque bajo y atacar principalmente por el mediocampo, lo que anticipa un duelo de control y precisión en el medio sector.

El equipo de André Jardine destaca por limitar las oportunidades de alto valor del rival y alternar entre posesión prolongada y contragolpes letales, con Álvaro Fidalgo como eje creativo y generador. Toluca, por su parte, se apoya en transiciones rápidas y un ataque vertical centrado en Alexis Vega, su jugador más destacado, buscando aprovechar la velocidad para desequilibrar.

A balón parado, ambos equipos están entre los mejores (América con 9 tantos y Toluca con 7), por lo que estas jugadas serán armas tácticas importantes para romper el empate.

América tiene ligera ventaja en duelos defensivos (74% vs 71%) y aéreos (63% vs 57%), lo que puede ser clave para neutralizar las ofensivas rivales.
Toluca suele anotar primero con frecuencia, lo que indica que buscarán imponer ritmo desde el arranque de la vuelta para tomar ventaja psicológica.
El enfrentamiento entre Álvaro Fidalgo (América) y Alexis Vega (Toluca) será fundamental para el control del mediocampo y la generación de peligro.

Alexis Vega ha jugado 21 partidos en el torneo, siendo el máximo referente ofensivo con 12 goles y 10 asistencias, con una precisión de pase del 83% y un 69% en pases largos completados. Su regularidad y participación ofensiva lo hacen vital para Toluca.

Del lado de América, Álvaro Fidalgo destaca con un promedio de 90.2% de pases completos, siendo uno de los jugadores con más pases intentados (84.4 por partido) y progresivos (11.4 por partido), lo que refleja su rol como eje creativo y distribuidor del América. Su valoración promedio es muy alta (7.72).

Otros jugadores azulcrema que sobresalen son Henry Martín y Cristian Borja, figuras importantes en goles decisivos en la semifinal, han sido titulares constantes en el equipo. Del lado de Toluca, resaltar sin duda a Marcel Ruiz, Paulinho y Gallardo, por solo hacer mención de jugadores que resaltan en la alineación de Mohamed.

En la dirección técnica, ambos equipos tienen experiencia en finales, técnicos campeones los respaldan, ambos saben muy bien jugar con los tiempos, los cambios y las posibilidades cerradas para el de vuelta.

En fin, la final de vuelta será un choque táctico entre la experiencia y orden del América contra la intensidad y velocidad de Toluca, donde pequeños detalles en defensa, balón parado y transiciones rápidas definirán al campeón, nada está escrito y el domingo en la bombonera, veremos al campeón. Probablemente, el nuevo campeón.

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#4 Tiempos

Ingeniero Labarthe, pionero de la cartografía geológica en México | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Hace sesenta y cinco años, en el mes de mayo, el Ing. Eugenio Pérez Molphe impulsaba el proyecto para la creación de un Instituto de Geología en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, que sería presentado por el Ing. Rubén Ortiz Díaz Infante, Director de la Escuela de Ciencias Químicas, un par de meses después en julio de 1960 se formalizaba la propuesta al Consejo Directivo Universitario de a UASLP, la cual sería aprobada iniciando así las actividades del Instituto de Geología y Metalurgia, como fue llamado en un ´principio, siendo nombrado el Ing. Pérez Molphe como su director.

El proyecto de inicio de la formación en Geología en San Luis se venía gestado dos años atrás, motivada entre otros factores, por la celebración del Año Geofísico Internacional donde estaban participando algunos universitarios potosinos, entre ellos el Dr. Gustavo del Castillo, que recibió en 1957 a investigadores que realizarían algunos experimentos geológicos en el marco de esta celebración.

En 1958 con motivo del Año Geofísico Internacional estuvieron en San Luis Potosí el doctor en geología Robert P. Mayer de la universidad de Wisconsin y el ingeniero geodesta Hermilio Cepeda del Departamento de Oceanografía de la UNAM, con el objeto de realizar experimentos geológicos a fin de determinar la velocidad con que se transmite el movimiento de la tierra, para lo que buscaban una mina abandonada para emplear un sismógrafo a fin de poder colocarlo a considerable profundidad, seleccionando para ello al mineral de Cerro de San Pedro. Para realizar sus mediciones se haría una explosión de dinamita en el Cerro del Mercado en Durango y mediante comunicación por radio con Cerro de San Pedro se trataba de registrar en el sismógrafo el evento.

En 1959 el Ing. Luis S. Jiménez López presidente de la Comisión Nacional de Fomento Minero en el Estado de San Luis Potosí, en un análisis minucioso sobre el panorama minero en México, declaraba que el país necesitaba más ingeniero geólogos, señalando la necesidad de una nueva dinámica en los campos de exploración y explotación de minerales cuyo factor propicie el justo y adecuado aprovechamiento de este núcleo de profesionales.

En esos años, terminaba sus estudios de ingeniería geológica el potosino Guillermo Labarthe Hernández en la Universidad Nacional Autónoma de México, titulándose en la licenciatura como ingeniero geólogo en 1958, año en que contraería matrimonio y regresaría posteriormente a San Luis Potosí.

Guillermo Labarthe Hernández nacería en San Luis Potosí en febrero de 1934, a principios de los sesenta se incorporaría al Instituto de Geología de la UIASLP que contaba con un número mínimo de profesores y sus actividades se orientarían al apoyo a la docencia y el impulso de la carrera de geología en la UASLP que iniciaba actividades en 1961 a la que se incorporarían alumnos que ya estudiaban ingeniería en la UASLP y que reorientaban su vocación a la geología.

El vínculo del Ing. Labarthe con la UNAM se reflejaría al realizar los primeros trabajos de cartografía en colaboración con esa institución que propició se titularan los primeros geólogos de la UASLP

un par de años después en lo que fue la primera generación de ingenieros geólogos, la cual estuvo formada por Arturo Elías, Jorge Fraga y Manuel Mendiola, que recibieron sus títulos en 1963.

El Instituto de Geología de la UASLP sería el tercer instituto de investigación creado en la UASLP y el segundo que se formaba en el país. Si bien, sus primeros años estuvo enfocado principalmente en el apoyo a la docencia se establecían las raíces que propiciarían se realizaran se manera intensa actividades de investigación a mediados de los setenta.

En el mes de noviembre de 1962 salió a la luz pública la revista “Geología y Metalurgia”, con temas técnico-científicos de interés y que posteriormente, hacia 1977 daría lugar a la serie de boletines publicados como “Folletos Técnicos del Instituto de Geología”. En 1979 el Ing. Guillermo Labarthe Hernández era nombrado director del Instituto de Geología y se iniciaba un intenso trabajo de cartografía geológica siendo un esfuerzo pionero en el país.

En 1976 inicia los trabajos formales de investigación en cartografía geológica del Estado enfocando esfuerzos en la Zona Media y Altiplano del estado de San Luis Potosí, dirigidos por el Ing. Labarthe; estos trabajos serían los primeros que se realizaban en México. Los cuales sirvieron para definir los acuíferos de la zona de San Luis Potosí y Villa de Reyes. Por lo que al perforarse los pozos se sabía que tipo de rocas estaban en el subsuelo gracias al trabajo de cartografía realizado. En cuanto a recursos minerales, los depósitos de caolín que existen en la zona suroeste del estado fueron descubiertos por la cartografía realizada.

Todos estos recursos, acuíferos y minerales están encajonadas en rocas volcánicas, tema que sería parte de la especialización del Ing. Labarthe del que era un experto. La zona de San Luis fue una zona volcánica, y los estudios han ayudado a comprender la evolución de la corteza.

El Ing. Labarthe falleció iniciando el mes de mayo dejando un importante legado para la geología mexicana y en especial la potosina, siendo uno de sus pioneros y el iniciador de la cartografía geológica moderna.

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Monólogo del profesor | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

Seamos sinceros, estimada señora: a nuestros jóvenes cada vez les importa menos lo que en la escuela podamos decirles. Un día la invitaré para que venga y vea. Entonces se sorprenderá al ver la cara que ponen cuando un servidor de usted les esté explicando, por ejemplo, la segunda ley de la termodinámica. ¿Puedo adelantarle algo de lo que verá? Un muchacho de cabellera abundante y estropajosa, con las piernas cruzadas, estará observando el estado general de las suelas de sus zapatos como en una especie de contemplación o arrobo místico; otro, sentado a dos bancos de aquél, hojeará distraídamente la revista que metió de contrabando en el salón y que ha ocultado –ni siquiera discretamente- bajo su libro de texto; aquel, pensando que nadie lo mira (o no pensando nada, pues lo mismo le da), estará ocupado enviando mensajes desde su teléfono celular y contestando los que a su vez le lleguen; en fin, todo esto los encontrará usted haciendo cuando vea y vea, estimada señora.

Mientras tanto, yo seguiré hablando en voz alta, haciendo como que creo que me escuchan. «Tú juegas a quererme, yo juego a que te creas que te creo». ¿Recuerda usted quién cantaba esta canción hace veinte años o incluso veinticinco? ¿Luz Casal? En todo caso, se trata del mismo pasatiempo: mis alumnos juegan a que me ponen atención, y yo juego a hacerles creer que me trago su mentira. De este modo ellos están en paz y yo también.

¡Oh, no me crea usted un resignado! La verdad es que en otro tiempo abrigué ciertas ambiciones pedagógicas y hasta llegué a creer que bastaba con que yo abriera la boca para que mis alumnos se apasionaran por la materia que me disponía a explicarles. Hoy ya no soy tan ingenuo, estimada señora, y hasta me he dado esos baños de realidad que si bien al principio no son nada agradables (el agua de la realidad es fría, bastante fría), al final lo sacan a uno de ese ensueño metafísico del que hablaba en uno de sus libros un famoso filósofo francés.

Al principio, debo confesárselo, casi lloraba al ver que mis alumnos me hacían menos caso que al perro del vecino; pero luego la fuente de las lágrimas se secó, y aquí me tiene usted, haciendo como que enseño y cobrando puntualmente mi sueldo, pues es bien sabido que de aire los hombres no pueden vivir.

A los muchachos ya no les digo nada, y ni siquiera los riño. ¿Qué les puedo decir, por ejemplo, cuando no hacen sus tareas? Podría, sí, hacer como que me indigno, pero esto sería llevar el juego demasiado lejos. Supongamos, por ejemplo, que me quejo con sus padres diciéndoles que sus hijos son unos holgazanes. ¿Qué voy a recibir como respuesta? ¡Ya se lo imaginará usted! Una vez, al principio de mi carrera –es decir, cuando me sentía con derecho a ser exigente- mandé llamar a uno de esos caballeros que se llaman a sí mismos padres de familia para suplicarle que pusiera más atención en los asuntos del que creo era su primogénito. Pero no me dejó ni siquiera terminar. «¿Y usted quién es para meterse en nuestra vida?», me preguntó lleno de rabia, ajustándose con brusquedad el nudo de su corbata.

«A usted le pagamos para que dé su clase, pero lo demás ya no le toca».

De acuerdo, de acuerdo, me dije entonces. Quiero decir con esto que aprendí la lección. Desde entonces ya no encargo a mis alumnos ninguna tarea. ¿Para qué? Hoy mi lema es, humildemente, éste: laissez faire, laissez passer: ¡Que cada uno haga lo que le venga en gana!

La vida de mis alumnos, estimada señora, está en otra parte. ¿En qué parte? Vaya usted a saberlo, aunque todo parece indicar que ésta comienza para ellos justo en el instante en que, llegando a su casa, dejan la mochila en el suelo y encienden la computadora. ¡Entonces sí que se sienten vivir! «Ah –se preguntan-, ¿quién habrá inventado la escuela, ese mal que ni siquiera parece necesario?».

En la luna: allí veo a mis alumnos cuando les hablo de cosas que a mí me habría gustado comprender cuando tenía su edad. En la luna, sí, y parecen muy poco dispuestos a bajar a esta tierra que desde hace mucho ha dejado de interesarles.

¿De dónde acá esta indiferencia por todo lo que sea escolar o huela a ello? He encontrado aquí y allá diversas teorías, aunque la que hasta ahora me convence más es ésta del pedagogo francés Guy Avanzini. Escuche usted: «A pesar de todo, los padres, sin quererlo y sin saberlo, al menos en parte, son los responsables de este fracaso». Está hablando el pedagogo del fracaso escolar, que incluye no sólo las malas notas obtenidas en los exámenes, sino sobre todo el disgusto con que los jóvenes se presentan en la escuela. ¡Pero cómo! ¿Son culpables los padres de esta situación? Sí –responde Avanzini-, y ellos los primeros. Ante todo, porque desvalorizan el trabajo escolar, diciendo y pensando que ir a la escuela equivale a perder el tiempo, y luego exaltando el ejemplo de los que triunfan en la vida «sin haber trabajado en la escuela; haciendo la apología del mal estudiante que, sin haber llegado a la edad adulta, alcanza la notoriedad a pesar de la escasez de su cultura y de la regularidad de sus malas notas». Esto, en síntesis, es lo que dice Avanzini. Y el panorama parece tanto más desolador cuanto que nuestros muchachos oyen a cada instante noticias de verdaderos ignorantes que ganan lo que quieren sólo por saber patear un balón, aporrear una guitarra o cantar una canción. Además, ¿no escuchábamos hace poco la noticia de que muy pocos de nuestros legisladores acabaron realmente de estudiar? ¡Y mire usted lo que gana en estos contornos del mundo un legislador! Los hombres que viven mejor son los que han estudiado menos: he aquí el mensaje que les llega a los jóvenes desde todos los flancos. ¿Cómo queremos entonces, estimada señora, que la escuela les interese aunque se un poco? ¡Respóndame usted! ¡respóndame, por el amor de Dios!

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