Ciudad
#Crónica | Un día rumbeando en SLP con semáforo rojo
La mayoría de las personas están de acuerdo en una cosa, sí hay miedo de contagio por covid, pero hay que trabajar
Por: Ana G Silva
21 de julio de 2020, pasado el mediodía en la capital de San Luis Potosí, pareciera un día normal. Tal vez sí lo es, sin embargo este es el segundo día desde que el estado regresó al semáforo rojo. Vamos de nuevo al encierro, de nuevo sin actividades recreativas, de nuevo (para muchos) sin dinero.
Pero ¿realmente la gente se queda en sus casas?
Si deseas tomar un camión te hallarás con transportes que no tienen ni el 20 por ciento de su capacidad. Comparado con otros días la gente sí suele usar el cubrebocas, al menos la mayoría.
Ahora bien, en lugares como el Centro Comercial El Dorado, por ejemplo, la mayoría de los negocios continúan abiertos. No es mucha la movilidad en la plaza, pero para los empleados del lugar la tensión está en su máximo punto, no solo por el peligro de contagios como suelen significar estos espacios públicos, sino por el riesgo de quedarse sin empleo.
“Nunca sabes si la persona a la que estás atendiendo es asintomática”, dijo Zafiro, una empleada de Burger King en El Dorado, quien expuso que el tráfico de gente en la plaza sí se ha reducido significativamente. Por ello teme por su empleo, ya que, si esto continúa podrían enviarla a una sucursal más alejada, además de que su sueldo puede reducirse a la mitad; Nallely Martínez, quien labora como manicurista, comentó que “no falta quien venga en estos horarios y esté contagiado”.
Jorge, empleado de Caire Beauty Bar, mencionó que las ventas en su trabajo bajaron casi el 60 por ciento en estos dos últimos días, incluso considera que si la semaforización roja continúa podrían cerrar el negocio donde labora.
Andrea, que se dedica a la venta de accesorios para celulares, reveló que en su empleo ya han hecho recorte de personal.
Pero qué mejor que saber que dicen los guardias de seguridad de la plaza. Al hablar con uno de ellos, afirmó que contrario a que bajara el número de personas que visitan la plaza estas aumentaron. Él considera que “la gente dejó de temerle al coronavirus”. ¿Será verdad?
Lo cierto es que no hay clientes en Circus Park ni en Cinépolis, los comedores están prácticamente desocupados, no hay una enorme fila por comprar helados en Dairy Queen y en Italian Coffee parece ser que no van muchos clientes.
En el Centro, como si no pasara nada
Sí, en “el primer cuadro de la ciudad” también ves a más personas con cubrebocas. Sin embargo, y aunque algunas personas han dejado de asistir individualmente, otros siguen visitando esta zona de la ciudad en grupos, “si bien salen menos, salen en grupos, salen familias completas, con los cinco hijos, con el abuelito”, dijo Nathaly López, comerciante de un puesto de huaraches (de los que se calzan) en el Centro.
Pero si de rumbear en el Centro se trata, qué mejor que la marcha de trabajadores de centros nocturnos, en la que exigían que les dejarán abrir sus establecimientos, ya que no perciben ingresos durante la semaforización roja. Cientos de personas se tomaron su tiempo para écharse su taco de ojo y tomar fotos y videos a las bailarinas que se encontraban en los tubos de algunos vehículos.
Según comerciantes del Centro, las autoridades de Salud no se han manifestado en los negocios, donde los puestos se aglomeran de personas y no hay siquiera un horario definido para que los vendedores cierren los locales.
Obvio no es todo culpa de los comerciantes, ya que si se da una vuelta por los negocios de la calle Moctezuma, verá a la señora testaruda que solo va a preguntar por el precio de un cinturón y quiere entrar al negocio con el esposo, la hija y su bebé.
Luis José, vendedor de elotes en Plaza del Carmen, considera que la mayoría de las personas que han asistido al Centro son en su mayoría trabajadores o turistas que visitan la ciudad.
Algunas otras personas, como Jessica Flores, de 23 años de edad, explicaron que, aunque tiene miedo de contagiarse por covid y aunque considera que es necesario el aislamiento, quería ver a una persona y por eso salió de su casa; o como Marco Antonio Morales, originario de Irapuato, quien dijo que no puede respetar la contingencia y tiene que salir a la calle para trabajar. Él teme contagiarse y sobre todo porque uno de sus familiares falleció hace unos días por el coronavirus.
Miguel Ángel Salgado y Miguel Martínez, de 54 y 62 años de edad, expresaron que las personas deben acatar las indicaciones de las autoridades ya que para ellos significa alerta máxima por sus edades.
No vayan a las iglesias, no están abiertas
Al igual que en los museos y parques, las iglesias volvieron a cerrar sus puertas a los creyentes. La Catedral, la iglesia del Carmen, San José, San Agustín, Santiago, por mencionar algunas, decidieron que era mejor seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias. Punto para ellos.
Los que no creen en el covid
A pesar de las historias de horror que han contado pacientes, familiares, médicos o personas que hayan estado cerca de alguien con covid-19, sigue habiendo gente que no cree en la enfermedad.
Antonio Córdoba de 70 años de edad, maestro del Tecnológico; y Beatriz Espinoza, de 58 años, ama de casa, son una pareja que se encontraba descansando en el pasaje Hidalgo, pues indicaron que no creen “ni en Dios”.
Relataron que desde que inició la pandemia en el estado no han respetado la cuarentena, incluso Antonio señaló que se ha enfermado en al menos tres ocasiones de gripa y no le ha pasado nada.
Beatríz señaló que ambos suelen traer el cubrebocas en la calle, solo para que los dejen entrar a los establecimientos en el Centro.
Ambos señalaron que consideran que el coronavirus es un engaño “es para ver cómo controlar a la gente, es pura propaganda”, y que “el miedo mata más que la enfermedad”.
Antonio agregó que come saludable, que suele hacer ejercicio cuatro veces a la semana y además es atleta de competencia y no cree contagiarse.
Entonces ¿si la gente no cree en el covid, deberíamos empezar a creer que el Cruz Azul será campeón? Así no suena tan descabellado.
También lee: ¿Por qué volvió el semáforo en rojo a SLP y cómo hay que actuar con él?
Ciudad
#Opinión | La miseria del sexo | Columna de Juan Jesús Priego
Y así acaba esta historia, que no ha hecho más que confirmar mis sospechas, a saber: que la relación sexual, por sí sola, no puede unir a dos seres que no se aman.
Columna de Juan Jesús Priego
Sucede en un cuento de Arthur Schnitzler (1862-1931), el escritor austriaco. Una vez, un joven fue invitado a asistir a un duelo en calidad de padrino de un militar de cierto rango que, al ver ofendido su honor, retó a muerte a un caballero de la alta sociedad vienesa abofeteándolo con su guante. Qué razones había para lavar con sangre esa mancha real o imaginaria, no lo sabemos, pues éstas no quedan muy claras en el relato, aunque todo parece indicar que había unas faldas de por medio, y que estas faldas eran nada menos que las de la esposa del militar.
Como decimos, el padrino nada sabía de los motivos que impulsaron al teniente Loiberger a tomar tan drástica determinación, pero tampoco quiso averiguarlas. ¿Para qué? Como se dice, cada uno sabe dónde le aprieta el zapato; y, además, ¿para qué negar que en aquellos tiempos remotos la gente se mataba entre ella por los motivos más banales y fútiles? «El hecho –dice el narrador de esta historia, es decir, el padrino- de que en ciertos círculos tuviera que contarse con la posibilidad o incluso con la inevitabilidad de los duelos, ya sólo esto, créame, daba a la vida social una cierta dignidad o, al menos, un cierto estilo. Y a las personas de estos círculos, incluso a las más insignificantes o ridículas, les prestaba la apariencia de una continua disposición a la muerte, aun cuando a usted esta expresión le parezca, utilizada en este contexto, demasiado rimbombante».
Digámoslo ahora con nuestras palabras: en aquellos tiempos, batirse a muerte con adversarios verdadero o ficticios era una moda tan extendida, sobre todo entre las clases superiores, que nuestro joven narrador ni siquiera se extrañó cuando el teniente Loiberger solicitó amablemente su padrinazgo. Además, ¿no era ésta la séptima u octava vez que un caballero ofendido le pedía exactamente la misma cosa? Sin embargo, es necesario abreviar, y lo haremos diciendo cuanto antes que el muerto, allí, fue precisamente el señor Loiberger, que cayó al suelo con cierta elegancia y sin demasiados aspavientos a causa de una bala que vino a incrustársele a la altura del corazón. Se llevó la mano al pecho, lanzó un suspiro hondo, se tendió en la hierba como quien se dispone a permanecer en esa postura un tiempo muy largo y murió en el acto.
Una autoridad municipal dio fe del deceso –también sin demasiados aspavientos- y el día transcurrió como de costumbre, cual si en realidad nada grave hubiese acontecido. Sin embargo, un problema quedaba sin resolver, y era que la viuda, que vivía en la capital, es decir, en Viena, debía enterarse de la muerte de su marido. ¡Claro, era necesario decírselo, y cuanto antes mejor! ¿Y quién iba a encargarse de tan desagradable tarea? El padrino, naturalmente, que para eso estaba. Y allá va nuestro narrador. Frau Agathe, la esposa del señor Loiberger, lo recibe amablemente y lo hace pasar al recibidor. En realidad nunca en su vida había visto ella a este hombre, pero no le parece feo y hasta le invita una copa…
¡Dios mío, qué bella era Frau Agathe! Su rostro resplandecía como una hoguera encendida. Ahora bien, ¿para qué ponerse a hablar ahora, precisamente ahora, de cosas tan tristes como son las que se refieren a la muerte? Ya lo haría después; por el momento era preciso beber otra copa y disfrutar el momento. Frau Agathe se veía incluso feliz. ¿Para qué romper el hechizo? Entonces el visitante se puso a hablar con la joven viuda –ella aún no sabía que lo era- de cosas que nunca sabremos. Y tanto hablaron y hablaron, y tanto se gustaron el uno al otro que pronto, sin que nadie supiera cómo ni cuándo, ya estaban los dos tomados de la mano en la alcoba de ella. ¡Oh, no se habían reunido allí para entregarse a la práctica de ejercicios piadosos! Y pasó el tiempo. Cuando el visitante despertó por fin, pudo recordar como entre sueños que había venido a esta casa a cumplir una misión. ¿Cuál era ésta? Trataba de recordarlo. ¡Ah, sí, decirle a Frau Agathe que su marido había muerto en la vecina ciudad de Ischl, en el transcurso de un duelo, precisamente!… Aún no salía completamente de su modorra cuando oyeron ambos a lo lejos un ruido de pasos. Quien llegaba era el doctor Mülling, amigo de la familia, para preguntar a la señora si ya se había enterado de la triste noticia. Cuando la supo, la mujer se deshizo en llanto y pidió ver cuanto antes el cuerpo de su marido.
«Desde entonces –cuenta el narrador- no me dirigió ni una palabra… Efectivamente, aquella misma tarde partió sola y a la mañana siguiente condujo el cadáver a Viena. Al otro día tuvo lugar el entierro al que, por supuesto, asistí… Muchos años después nos encontramos en una reunión social. Mientras tanto se había casado de nuevo. Nadie que nos hubiera visto hablar habría adivinado que nos unía una profunda vivencia común. Pero, ¿realmente nos unía? Yo mismo habría podido considerar aquella estival y tranquila, misteriosa y, con todo, feliz hora como un sueño que sólo yo había soñado: tan clara, tan sin recuerdos, tan inocentemente profundizó su mirada en la mía».
Y así acaba esta historia, que no ha hecho más que confirmar mis sospechas, a saber: que la relación sexual, por sí sola, no puede unir a dos seres que no se aman. Hoy es común, o casi, afirmar que las relaciones sexuales son como el termómetro del amor, de manera que nada puede esperarse de dos seres que no saben -o no pueden- hacerse gozar el uno al otro. Hay quien dice, además, que para enamorarse de una persona antes hay que haberse acostado con ella. Pero esto es falso, pues las cosas, por lo regular, suceden exactamente al revés. Así como los milagros no producen la fe, sino que es más bien la fe la que produce los milagros, así habría que decir también que las relaciones sexuales no producen el amor, sino que, a lo más, cuando éste ya existe sólo lo alimentan. Los que no se amaban antes de ir juntos a la cama, no se amarán más cuando hayan regresado de ella, y hasta es posible en algunos casos que terminen queriéndose menos. Los cuerpos podrán acoplarse todo lo que quieran, pero, si las almas están lejos, entonces no hay nada que hacer.
Me decía hace poco un joven hablándome de su novia, con la que tenía ya estas relaciones y con quien acababa de romper: «Quizá deje más material para el recuerdo una tarde viendo juntos el crepúsculo que una relación sexual». Claro, claro. ¿Podría decirse mejor? He aquí la miseria del sexo.
Ciudad
Reconoce Aradillas labor de Guardia Municipal en Pozos
Durante el acto conmemorativo, la concejal destacó la valentía y vocación de servicio de quienes que forman parte de la corporación
Por: Redacción
En el marco del Día del Policía, el Gobierno Municipal de Villa de Pozos reconoció la labor, entrega y compromiso de los más de 80 elementos que integran la Guardia Civil Municipal, quienes día a día trabajan para salvaguardar la seguridad y el bienestar de las familias poceñas.
Durante el acto conmemorativo, la presidenta concejal Patricia Aradillas
destacó la valentía y vocación de servicio de los hombres y mujeres que forman parte de la corporación. Señaló que este reconocimiento representa un merecido homenaje a quienes, con responsabilidad y honor, se dedican a resguardar la tranquilidad de la localidad.Asimismo, el titular de la Dirección de la Guardia Civil Municipal, David Valdivia Carranza, r
esaltó que ser policía implica enfrentar desafíos complejos y tomar decisiones importantes en beneficio de la sociedad, lo que exige preparación constante, disciplina y un profundo sentido ético.Finalmente, Valdivia Carranza enfatizó que esta fecha no debe ser solo un día de celebración, sino una oportunidad para renovar los votos de servicio, exhortando a los elementos a actuar siempre bajo el marco de la ley, con respeto a los derechos humanos y con el compromiso de servir con honor a Villa de Pozos.
Ciudad
En el “Domingo de Pilas”, Enrique Galindo exhorta a no utilizar pirotecnia
El alcalde destacó que esta campaña busca sensibilizar a la población sobre los riesgos que implica el uso de pirotecnia
Por: Redacción
El alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, encabezó una nueva edición del programa “Domingo de Pilas” en el jardín comunitario ubicado en la lateral de Salvador Nava y la calle Andrés de Vera, en la colonia Himno Nacional 2ª sección, donde se realizaron acciones de recuperación integral del espacio público en beneficio de las familias de la zona.
Durante la jornada se llevaron a cabo labores de limpieza, retiro de maleza y residuos sólidos, poda de árboles y trabajos de remozamiento que permitieron mejorar la imagen urbana y generar un entorno más seguro, funcional y digno para la convivencia comunitaria.
En este mismo marco, el edil entregó premios a niñas y niños que participan en la campaña “Los cuetes no son tus cuates”, quienes recibieron playeras donadas por el Club Atlético San Luis,
equipo de la Liga MX, como reconocimiento a su participación activa en la promoción de mensajes preventivos.
El alcalde destacó que esta campaña busca sensibilizar a la población, especialmente durante las fiestas decembrinas, sobre los riesgos que implica el uso de pirotecnia, y exhortó a la ciudadanía a evitar en lo posible su utilización para proteger la integridad de niñas, niños, adultos mayores, mascotas y personas con discapacidad.
Asimismo, se anunció la colocación de carteles elaborados por las y los menores en el espacio recuperado, como parte de las acciones de concientización comunitaria y apropiación positiva del entorno.
-
Destacadas2 años
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad3 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad4 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Ciudad3 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
Estado2 años
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
#4 Tiempos3 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas3 años
SLP podría volver en enero a clases online

















