#4 Tiempos
AMLO en la cresta de dos olas | Columna de Jorge Ramírez Pardo
Enred@rte
Es difícil encontrar entre el transcurso de las últimas décadas en México, un presidente tan aceptado por la mayor parte de la población, como lo es Andrés Manuel López Obrador; tan repudiado al mismo tiempo por una élite con los grandes medios de comunicación a su servicio y una pléyade de portales informativos con un motor importante y tenaz de sembradores de falsas noticias cargadas de rencilla y odio personalizado.
Estos últimos son los que se iban a ir del país si Andrés Manuel ganaba la presidencia; suelen tener cuentas de banco y residencia en extranjero, principalmente en EEUU, particularmente con predominio en Miami, donde lavan amarguras con los históricos “gusanos” cubanos, los que sí dejaron Cuba para siempre.
A ello responde AMLO con decires y gestos mañaneros que no invitan a la conciliación, más bien pican la cresta, y eso remarca los elementos de ataque en su contra.
En la cima de dos grandes olas se debate a diario el presidente y parece ser ello parte de su estrategia: es la piedra de choque de los detractores de su gobierno, y sortea el momento más agudo de la consabida pandemia Covid 19.
López Obrador ya vivió antes fuertes controversias, todas parecían el final de su salida política. Fue derrotado (no viene al caso si a la mala) en algunas; en otras salió con cicatrices…
- 1994, contiende con Roberto Madrazo por la gubernatura de su estado natal Tabasco. ¿Perdió? Fue tan sucio el procedimiento que el propio Madrazo, por poco no la libra. Pero, ese es otro tema. Hoy Madrazo, aunque luego contendió por la grande, es casi olvido.
- 2000-2006, durante su mandato como gobernador de CDMX,
- Contra todo pronóstico, construye el segundo piso del anillo períférico.
- En 2005, Vicente Fox, promuve su desafuero. No lo consigue.
- 2006, contiende con Felipe Calderón por la presidencia; con argucias leguleyas y la complicidad de magistrados que devengaban sueldo promedio de medio millón de pesos al mes; con muy dicutido 0.5 % de supuesta diferencia, se obsequia el “gane” a FECAL, quien, para su toma posesión como mandante, entra y sale por la puerta trasera de la sede del Congreso.
- AMLO, subraya su protesta por el evidente fraude, se posesiona del Paseo de la Reforma y obtiene en su contra una de las campañas televisivas más sórdidas y alebosas de la cual personaje alguno mexicano haya sido el blanco de ataque (algo similar a la campaña actual, sólo que la presente con la suma de otros actores e intromisión norteamericana). Pronóstico generalizado, de esta no se levanta…, su carrera política terminó, se afirmaba.
- 2012, contiende por la presidencia con el figurín Enrique Peña Nieto quien hace un contrato matrimonial sexenal con la Gaviota, a su vez figurina de Televisa. Había un clamor a voces de sus propios compañeros de partido para que no fuera el candidato, sino Marcelo Ebrad; este, alto, carismático, en los parámetros de “guapura” convencionales y muy superior a Peña, bajo en estatura y más pequeño en IQ. Los números oficiales en las casillas, marcaban una diferencia difícil de impugnar; sin embargo, había pruebas contundentes de campaña negra y excedida en gastos, tarjetas monex compra/votos; pero, no olvidar, magistrados sobre/asalariados y a modo.
- AMLO, en la plaza del Zócalo a cupo rebazado, se dirigió a sus simpatizantes y, contra lo esperado, en lugar de impugnar la contienda electoral enlodada, anunció la creación de Morena, Movimiento de Regeneración Nacional.
- Comentario generalizado. Ya acabó su carrera política, se decía.
- El resto es historia consabida y en este momento está en la cima de la doble ola, la política y la pandémica.
- A la evidente campaña inducida de odios y falsas noticias, se suma un numeroso grupo mecido por redes de Internet, desinformación y privilegios en entredicho (ello incluye, funcionarios, académicos y creativos privilegiados por la ociosidad y/o becas enquistadas), la inducción en la mayoría de las escuelas privadas y algunas públicas de esquemas ultraconservadores de resignación y rechazo a cualquier aire renovador; desinformación sí, y despolitización de años y años de “para qué o qué caso tiene votar”… (correlativo a fraudes de carro completo y luego troca desconchinflada).
Críticas argumentadas y no
- Ya es lugar común y consabido que Joaquín López Dóriga, Ciro Gómez Leiva, Carlos Loret de Mola, Adela Micha, las Denis, Dresser y Merker, Enrique Krause, Pedro Ferriz de Con, han hecho de su indudable oficio de manejo de las formas para la lectura y maquillaje informativo, una mercancía rentable. Ellos y muchos más “comunicadores”, empleados y hasta socios de los medios masivos de más penetración, siempre han tenido gran peso en las definiciones de la opinión de enormes audiencias. Lo tienen aún, pero están muy enojados porque les disminuyó la cuota del llamado cochupo o chayote, cuota de soborno para aplaudir a poderosos o venderles silencios.
- Medios como la revista Proceso y Aristegui Noticias, con historial forjado a contra corriente, como el del presidente AMLO, siempre mantienen una postura crítica, cargada de cifras duras y argumentos. En este momento, su postura analítica es remarcada y poco favorable al mandato federal.
- En Aristegui Noticias sobresale, los lunes, la opinión mesurada y con soportes históricos de Lorenzo Meyer, los miércoles la crítica gubernamental documentada de Alfredo Figueroa, los viernes los anti/solemnes y agudos Ana Lilia Pérez y Fabricio Mejía. Eventualmente Enrique Druessel, José Ramón Cossío, John Ackerman; Jesús Esquivel desde Washington, y Anabel Hernández en el exilio, experta en el tema narcotráfico.
- Las redes de Internet son de una abundancia y versatilidad notable. Predomina lo procaz y sensacionalista chismoso. Sin embargo, ahí, algunos sitios dedicados a la opinión, así sea contraria al mandato presidencial, fluyen con creatividad y posibilidades reflexivas.
- Jorge Zepeda Patterson, casi cada semana en diarios mexicanos y en El País de España analiza el proceder e impacto del mandato presidencial. Aplaude sus programas e intenciones, cuestiona su forma provocadora de dirigirse a sus detractores. En su última colaboración se sale del tema y muestra preocupación por el país.
La apuesta sigue, ¿Es el final político de AMLO o conseguirá, según su deseo, ser recordado como un gobernante atinado?
La novedad de ambigüedad mustia
Ayer, Sergio García Ramírez, publicó un texto de opinión titulado “Al presidente con entrega inmediata”; bien redactado, pletórico de aseveraciones “consideradas”, “altruistas” y formato de sermón de discurso desde púlpito católico derechista para “aconsejar” a AMLO e invitarlo a que procure la armonía. “Usted -le dice-, que tiene predilección por las citas evangélicas, sabe cuál es el destino de una casa dividida. Comienza a ocurrir entre nosotros. Quienes relaciones fraternas se están enfrentando”.
Cabe preguntarle Sergio, quién provocó la división sino la corrupción, desigualdad y fraudes electorales que, entre otros dictaminadores, él mismo avaló. Para asumir el papel de clérigo pontificador, hay que limpiar primero la propia basura.
Es cómodo hacer retórica en envoltura lucidora próvida/patriotera/bien/intencionada, pero…, hay un prietito en la zóricua o morisqueta…, García Ramírez era consejero del Instituto Nacional Electoral cuando el tribunal al qué el pertenecía le obsequió el “triunfo” electoral pletórico de irregularidades a Peña Nieto.
Acá en Pueblo quieto
El munícipe potosino, bien/malaconsejado por un maquiavélico dinosaurio priísta, (su doble padrino “político”; tanto por razones de grilla como por contrato social), no se compromete con ninguna marca partidista, pero chapulinea desesperado entre los colores, amarillo, azúl cielo, tricolor devaluado y anhelos de magenta tinto por alcanzar candidatura para afianzar el delfinato que ya le otorga el Gobernador.
También corrió como pólvora el comentario de Edgardo Pérez Alvelaiz, quien capturó al vuelo otro presunto destape de precandidatura y comentó en twitter: Como no les funcionó el chantaje sentimental de que (Xavier) @navaslp “está en el corazón de @lopezobrador”, ahora exfuncionarios de Horacio Sánchez Unzueta destapan a @EMSRE2019 (Enrique Márquez) como candidato de @PartidoMorenaMx para relevar a @JMCarrerasGob.
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#4 Tiempos
Tamtoc, cuna del calendario mesoamericano | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
En el año 2005 se llevó a acabo el proyecto arqueológico Tamtoc en la huasteca potosina, donde se localizó una gran lápida esculpida en bajo y alto relieve en el fondo de un estanque que se conecta a un canal que desemboca en la llamada Laguna de los Patos. Junto a la lápida se encontró cerámica a manera de ofrenda cuyos análisis indicaron que correspondían a tradiciones alfareras asociadas a la costa del Golfo de México del periodo 900 años antes de Cristo a 650 años antes de Cristo.
Análisis posteriores indicaron que esa lápida conocida como Monumento 32, así como la escultura femenina asociada corresponde al periodo Preclásico tardío con inicio en 350 antes de Cristo. El monolito en cuestión está labrado con un mensaje simbólico que no se asemeja a ninguna otra muestra de arte mesoamericano.
Una vez colocado en su posición original y con estudios sobre su orientación con la ayuda de herramientas de la arqueoastronomía se encontró que la orientación implica una peculiar división del año, la cual define la temporada de iluminación del monolito por los rayos solares. La conclusión actual, por parte de los investigadores, es que Tamtoc es una de las ciudades donde tempranamente se utilizó el calendario mesoamericano.
En Tamtoc se desarrollaron importantes rituales vinculados a la vida y la fertilidad, que concurren en la noción de la cosmogonía mesoamericana y por extensión en la cosmovisión. Resultados que tras largos años de análisis son dado a conocer por uno de los involucrados en los estudios astronómicos de la ciudad de Tamtoc, Jesús Galindo Trejo, en una reciente publicación de los Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Las primicias de este descubrimiento nos las compartió Jesús Galindo en el 2007 en lo que fue la primera charla del ciclo Noches de Museo que organizamos en el entonces Museo de Historia de la Ciencia de San Luis Potosí. Dieciocho años después, publica sus resultados aportando a la historia de uno de los más antiguos pueblos originarios del país situada en la huasteca potosina y que marca esa cosmovisión huasteca reflejada en el Monumento 32, que es uno de los monumentos importantes de ese sitio arqueológico.
Parte de los cálculos astronómicos que realizó Jesús Galindo nos los reservamos, como nos lo pidiera entonces, hasta que sean publicados.
Jesús Galindo Trejo es Licenciado en Física y Matemáticas por la Escuela Superior de Física y Matemáticas del IPN. Realizó estudios de Posgrado en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Obtuvo el doctorado en Astrofísica Teórica en la Ruhr Universitaet Bochum en la República Federal de Alemania. Fue Investigador Titular en el Instituto de Astronomía de la UNAM durante más de 20 años en las áreas de Plasmas Astrofísicos y Física Solar. Actualmente es Investigador Titular en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Su actividad de investigación se centra principalmente en la Arqueoastronomía de Mesoamérica. Es miembro del SNI. Pertenece a la Unión Astronómica Internacional. Ha realizado investigación Arqueoastronómica en Malinalco, en el Templo Mayor de Tenochtitlan, en Teotihuacan, en Oaxaca, en la Huaxteca, en Baja California y en algunos sitios de la Región Maya.
Sus inicios en la arqueoastronomía se remontan a fines de la década de los ochenta, cuando participó en nuestro programa de divulgación científica Domingos en la Ciencia de San Luis Potosí, charlas en las que nos hablaba todavía de sus investigaciones sobre física solar y nos adelantaba sus inquietudes en iniciar estudios de arqueoastronomía en el sitio de Malinalco cuando conoció al cronista de Malinalco, quien le señaló que en la historia de ese pueblo había aspectos que podrían estar conectados con la disciplina astronómica. Asimismo, su participación en el proyecto coordinado por la doctora Beatriz de la Fuente, del Instituto de Investigaciones Estéticas, sobre pintura mural prehispánica, lo interesó en la cosmogonía de los antiguos mexicanos.
En una entrevista para la revista ¿cómo ves?, Galindo aseguró que el acercamiento al estudio de las antiguas civilizaciones del país lo ha llevado a acercarse a las 60 lenguas de México, porque de esta manera “se puede penetrar en la mentalidad de aquellos que hace más de 500 años construyeron sociedades y levantaron templos, legados actualmente ignorados por muchos mexicanos”.
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#4 Tiempos
Meditación sobre el azar | Columna de Juan Jesús Priego Rivera
LETRAS minúsculas
-Dudé de Dios –dijo el hombre visiblemente apenado-. Creo, según he oído decir, que es el único pecado que no tiene perdón. Pero es que estaba al borde del colapso…
El hombre se mesaba los cabellos, se secaba el sudor, lloraba más que gemía.
-Incluso hasta llegué a blasfemar. Dije a Dios cosas que no me hubiese atrevido a decir ni siquiera al peor de mis contrarios. ¿Verdad que para esto no hay perdón?
Yo me limitaba a dejarlo hablar. A todas luces se veía que lo necesitaba. Era necesario que lo dijera todo, que se desahogara. ¿Para qué, pues, interrumpirlo?
-Cuando me dijeron que ya no había trabajo para mí, creí que nunca perdonaría a Dios. ¿Por qué me había dado cuatro hijos si ya no iba a poder mantenerlos? Hoy, claro está, veo las cosas desde otra luz, pero en aquellos días de incertidumbre y desasosiego… ¡Quería morirme! Y, lo que es peor, quería que también mis hijos se murieran. ¿Comprende usted que les deseé la muerte?
Pensé en esos cuatro niños a los que yo no conocía. ¿Sabrían alguna vez que su padre, en un momento de desesperación, pensó lo que acababa de decirme? Pero no, no lo sabrán. Los pensamientos de su padre quedarán guardados para siempre en el silencio de Dios. ¡Que no lo sepan, que su padre no se lo diga nunca! Hay sinceridades que matan.
¡Y pensar que era necesario que yo perdiera aquel trabajo para poder tener el que ahora tengo! Cuando pienso en esto, me lleno de vergüenza. Sí, era necesario vivir esa pena para conocer la satisfacción que ahora experimento. Mis hijos, hoy, están mucho mejor que antes, y me digo a mí mismo: «¡Qué bueno que perdí aquel empleo!».
Sonreí. Porque siempre he creído que la palabra azar es una palabra bastarda que no debió acuñarse nunca. ¿Quién la inventó y qué quiso decir con ella? ¿Que el mundo se mueve como un barco sin timón? ¡Casualidad! ¿Quién es el tonto que cree en las casualidades? La palabra azar no debería existir en el vocabulario cristiano, pero, ya que existe, habría que darle el significado que le daba, por ejemplo, Anatole France (1844-1924): «Azar: aquello que Dios hace cuando no quiere poner su nombre».
A estas alturas de mi vida he llegado a la conclusión de que ni siquiera los libros que caen en nuestras manos lo hacen por casualidad. A veces pienso que, si nos los encontramos en el estante de una librería cualquiera, es porque Dios ha querido decirnos algo a través de ellos.
Y de los encuentros, ¿qué decir? Que es Dios quien nos envía a estas personas que no buscábamos por una razón que generalmente desconocemos pero que forma parte de su misterioso querer. «El destino, al igual que todo lo humano –dijo una vez el escritor argentino Ernesto Sábato (1911-2011)-, no se manifiesta en abstracto, sino que se encarna en alguna circunstancia. Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obras de las casualidades, sino que nos están misteriosamente reservados. ¡Cuántas veces en la vida me ha sorprendido cómo, entre las multitudes de personas que existen en el mundo, nos cruzamos con aquellas que, de alguna manera, poseían las tablas de nuestro destino como si hubiéramos pertenecido a los capítulos de un mismo libro! Nunca supe si se los reconoce porque ya se los busca o se los busca porque ya bordeaban los aledaños de nuestro destino» (Conferencia en la Feria del Libro de Sevilla, 2002).
También ahora, como en los tiempos de Moisés, sólo nos es permitido ver a Dios «de espaldas», es decir, cuando ya ha pasado. Únicamente entonces podemos decir como aquel hombre de quien acabo de contar la historia: «¡Y pensar que era necesario que yo perdiera aquel trabajo para poder tener el que ahora tengo!». Siempre es hasta después cuando se comprende por qué ocurrieron ciertas cosas que en su momento nos parecieron horrorosas, ininteligibles e insoportables.
En un libro sobre Jesucristo (El Jesús desconocido), Donald Spoto hace la siguiente reflexión: «El azar no implica necesariamente falta de propósito; lo que llamamos caos quizá no sea desorden, sino un claro signo de las limitaciones de nuestra comprensión… La experiencia humana valida este enfoque. En nuestra historia individual, ¿no vemos un momento aparentemente accidental o fortuito, a posteriori, como sumamente significativo e incluso como el comienzo de una nueva etapa de la vida? Si yo no hubiera asistido a tal escuela en tal momento, por ejemplo, no habría tenido ese excelente maestro, seguido ese importante curso ni trabado esa duradera amistad. Si nuestros padres no se hubieran conocido en tal momento, nunca jamás lo habrían sido. Si no hubiéramos asistido a tal reunión, no habríamos conocido al amor de nuestra vida ni iniciado una carrera importante. No es exagerado afirmar que los elementos más importantes de la vida del amor dependen tanto de lo que podríamos llamar accidente significativo como deliberación. El novelista y dramaturgo francés Georges Bernanos lo expresó muy bien: Lo que llamamos azar tal vez sea la lógica de Dios».
Vistas así las cosas, aun cuando me halle en cama y afiebrado –y quiera morirme de pura pesadumbre-, debo poder decirme a mí mismo con convencimiento y seguridad:
-Sí, quizá sea necesario que hoy no salga de casa. Si Dios me tiene encerrado aquí, por alguna razón será. ¿Iba hoy a atropellar a un caminante distraído en la avenida, o es que un camión carguero iba a arrollarme a mí? En efecto, tal vez sea éste el motivo por el que no debo salir. Después de todo, es muy posible…
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#4 Tiempos
Las dos mujeres de Truman. Palabras con cicuta
Apuntes
Hay autores que escriben un solo amor con distintos nombres. Truman Capote lo hizo con los de Nancy Clutter y Holly Golightly: la muchacha asesinada y la mujer que huye. Dos rostros de la misma herida.
Nancy era todo lo que el mundo aprueba: pureza, promesa, familia. Una adolescente que hacía listas, organizaba fiestas y creía que el bien era una costumbre diaria. Holly, en cambio, era todo lo que el mundo juzga: libre, contradictoria, caprichosa, superviviente. Todo sinónimo de “libre y espontánea”.
Ambas están solas frente a una sociedad que las define, una desde la muerte y otra desde el deseo.
Yo creo que Capote estuvo enamorado de una mujer que fue las dos. Una que lo deslumbró por su bondad y lo desarmó por su caos. En Nancy encontró la integridad que él nunca tuvo; en Holly, la libertad que siempre le fue negada. Una mujer que cocinaba con delantal los domingos, pero que podía desaparecer una semana sin explicar por qué. La amaba por lo que lo salvaba y por lo que lo destruía.
En A sangre fría, Capote mira a Nancy como si aún pudiera rescatarla. La describe con ternura casi maternal, pero también con una envidia melancólica: ella no sabía lo que era la vergüenza ni el exceso. En Desayuno en Tiffany’s, en cambio, elige no salvar a Holly. La deja ir. Le permite el privilegio que Nancy nunca tuvo: seguir viva aunque nadie la entienda.
Quizá esa fue la forma en que Truman se reconcilió con su propia culpa. Escribir a la que murió como víctima y a la que se fue como promesa. Una purificada por la muerte, la otra condenada a vivir
. Entre ambas, Capote puso su propia alma: la de un niño que soñaba con el orden de Nancy y despertaba con el desorden de Holly.No se puede amar a dos mujeres tan distintas sin romperse un poco. Pero Capote lo hizo. Amó la pureza que se deja matar y la libertad que se mata sola.
Y quizá, como tantos de nosotros, entendió demasiado tarde que una y otra eran la misma. Que la vida te puede matar por ser buena o por querer ser libre. Y que entre esas dos muertes —la literal y la simbólica— se esconde el precio de vivir como uno quiere.
Punto.
Y aquí estoy yo, leyendo a Truman y sintiendo que me contó la historia antes de que ocurriera. Porque yo también quise que Holly fuera Nancy: que se quedara, que colgara su vestido brillante y se sentara a esperar el desayuno. Pero ella eligió la noche, otro hombre, otra ciudad.
Yo sigo aquí, recogiendo los platos, preguntándome si alguna vez alguien puede amar a una mujer así sin terminar escribiendo sobre su ausencia.
Quizá eso somos los que escribimos: los que convertimos el abandono en literatura.
Los que seguimos hablando con las Holly que quisimos que fueran Nancy, aun sabiendo que la vida —como en Capote— siempre acaba a sangre fría.
Yo soy Jorge Saldaña.
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