septiembre 7, 2024

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#4 Tiempos

¿Podemos dejar de darle tanta importancia a los Óscares? ¿Plis? | Columna de Guille Carregha

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Criticaciones

 

En la universidad a la que (desgraciadamente) asistí, había una especie de tradición al final de los cuatro (horrorosos) años de (falta de educación de calidad, pertinente o estructurada a la que lamentablemente le llaman) la licenciatura. Se trataba de un evento que lleva décadas siendo un clásico cierre de preparatorias y secundarias a lo largo de la República Mexicana: una entrega de premios cotorros organizada por y para el alumnado, donde se celebran cosas tan importantes para un CV profesional como “La más amiguera”, “El que recursó más materias” o “La que vendió más drogas ilegales a precios accesibles a las 7 AM de un martes en el salón de ‘El Cachetes’”. Todo es en plan jijijí jajajá, en onda “seremos amiguis por siempre y este será uno de los momentos cumbres de nuestra nostalgia cuando hablemos de nuestro tiempo como estudiantes”. Una cosilla sencillona con la que rellenar el vacío que nos deja el saber que estamos a nada de entra al mundo adulto y la universidad no hizo absolutamente nada para prepararnos para lo que se viene. De vez en vez, la raza se emociona y organizan un evento de gala en el auditorio de la escuela, con estatuillas mandadas a hacer en algún local de trofeos perdido en e interior de una plaza comercial abandonada desde la década de los 70 en el centro de la ciudad. A veces, a falta de presupuesto real, se intercambian monitos de alambre que claramente hizo una mamá desvelada una semana antes, o ya de plano, pequeñas plaquitas de cartón dibujadas a mano con los plumones de la niña de los plumones. Aún así, por más pompa y circunstancia que se le imbuya a esta ocurrencia de la chaviza, no deja de ser completa y totalmente irrelevante para cualquiera que no sea parte de este cerrado grupo de individuos. Quienes están ahí se la pasan bomba. Para los vecinos de los involucrados es un martes más.

                  En mi escuela, estos premios se llamaban “Micrófonos”. El evento estuvo, efectivamente, muy cotorro. Nos prestaron la cancha de fútbol a mitad de la escuela (también conocida en aquella época como “el salón de usos múltiples”), y hubo mesitas llenas de fruta y refresco para que tuviéramos algo que hacer con las manos en lo que los maestros hacían funcionar la bocina de mediados de los 80 que debió haberse retirado pasando el Y2K. Si mal no recuerdo, hasta contrataron mariachis para que la reunión de 50 individuos vestidos con ropa de diario leyendo nombres a través de un micrófono que a duras penas se escuchaba se viera más jovial antes los espectadores. Nos la pasamos bien, nos reímos, nos terminamos el refresco, dejamos la mitad de las sandías y toronjas en sus platos, y se creó un instante de vinculación fraternal y, de acuerdo a mucha raza, fue un buen recuerdo de la juventud.

                  Por ahí de 2018, después de una celebración exactamente igual a la aquí descrita, uno de los integrantes de la generación que se graduaba ese año, tras ganarse un “Micrófono” relacionado a su interés por el periodismo durante sus ocho semestres de estudio, decidió venderle la primicia de su galardón a un medio de noticias local. Medio local del cual él era parte, pero igual. Se los vendió, y se la compraron. Así, la situación cotorra de que tus amiguis de la universidad te digan “wey, te esforzaste un chingo en las materias de periodismo, yo creo que te va a ir bien en tu carrera si sigues así” se convirtió en un “Otorgan a S. Vega reconocimiento al mejor periodista de la FCC de la UASLP”, acompañado de una imagen en donde el señor Sergio V. se encuentra hablando con Carmen Aristegui. Para darle legitimidad, que le dicen.

                  Es como si alguno de los miles de papás que a diario recibieran una taza con la leyenda “El mejor papá del mundo” la llevaran a su trabajo como prueba fehaciente de que merecen, no solo un aumento, sino ser parte de la junta directiva de la empresa. Y la empresa les dijera “Claro, ¿cómo no? La taza en sí le da legalidad y precedente a tus habilidades como padre y persona, y aunque no hay manera de comprobar que no compraste tú mismo esa taza, como tampoco se puede comprobar que la mesada que utilizó tu hija para regalarte la taza no haya salido de tu nómina, por cuestiones éticas de apariencia y de buena fe, asumiremos que obtuviste esa presea de manera legítima y te otorgamos el puesto más alto al que se pueda aspirar en esta empresa.” Procede, entonces, el imaginario papá de esta historia a intentar dar un discurso de agradecimiento antes de que una orquesta sinfónica le corte sus palabras a la mitad.

                  En otras noticias nada relacionadas con lo anteriormente escrito aquí, se acaban de anunciar las nominaciones a los Óscares. Como cada año, el discurso en Twitter se centra en “a quién le robaron la nominación” o en el clásico “esta nominación valida mi opinión de que esta es una muy buena película y definitivamente no soy un cinéfilo mamador con accesos al internet”. Lo de siempre. La gente se pelea, se desamiga, se lanza memes agresivos, se quote retweetea con insultos velados. Bueh, un día normal en Twitter, solo que con temática específica.

                  Afortunadamente para todos aquellos que le lloran a la Academia por no haber nominado a Greta Gerwig como mejor directora y solo darle *lee sus notas* 8 míseras nominaciones a su película comercial financiada por una compañía multinacional cuyo negocio principal es el de venderle juguetes de (a lo mucho) mediana calidad (¡ahora con 19% menos plomo y asbestos!) a niños de 12 años o menos, los premios Óscar sí son galardones ética y objetivamente otorgados a productos cinematográficos de calidad que serán venerados por generaciones como lo mejor que el séptimo arte le puede ofrecer a la humanidad. No es una versión más cara y pública de los Micrófonos, no señor. Definitivamente tampoco son una estrategia de marketing cuyo único objetivo es el de ponerle un sticker a la carátula del DVD o un hashtag más a la categoría de streaming en donde se encuentra la película para convencer a la gente de que gaste su tiempo/dinero en ver bodrios de tres horas que hablan de la importancia de luchar por ser parte y mantener el débil status quo genérico de Estados Unidos. ¿Qué clase de industria multibillonaria sería así de superficial?

                  Digo, no es como si la manera más sencilla de conseguir un premio de la academia sea literalmente gastar millones de dólares en una campaña de marketing dirigida única y específicamente a los miles de señores viejitos que conforman a la academia, geográficamente ligada a sus lugares de residencia o establecimientos a los que asisten con regularidad, en donde las productoras gastan cantidades inimaginables de dinero en regalos que *legalmente no se pueden considerar como sobornos* para recordarles lo maravillosa que es tal o cual película a través de Rolexes y jamones serranos que, mire usted qué casualidad, tienen la palabra “Oppenheimer” impresa en ellos, ¿no es curioso? Tampoco es como si los votantes de la Academia, al no estar contractualmente obligados a ver las películas nominadas, solo vieran dos o tres que medio les llaman la atención, o que sólo se dejan llevar por el “vi que hablaban mucho de esto en Facebook, debe ser buena” o un “Esa la hizo mi amigo/primo/suegra, y esa persona me cae muy bien”, o el ya conocido “Esa es de Disney. A mi me gustaba Disney de chiquito, y era bueno – seguro Disney sigue siendo bueno, porque le sigue gustando a mis nietos.” Por supuesto que no. Jamás pasaría algo así. Claramente los premios de la Academia se tratan de cientos de críticos y analistas del cine serios, quienes viven para ver cine, discutiendo los verdaderos méritos artísticos de tal o cual producción, sopesando qué tan relevante son los mensajes y temáticas que aparecen dentro de las mismas. ¿Cómo se van a dejar llevar por motivos personales o por seguir las tendencias de redes para pretender ser cool y deconstruidos para seguir recibiendo presupuesto y publicidad?

                  O si no, ¿cómo más se puede explicar que Crash ganó Mejor Película en 2006?

                  ¿O que Sergio Vega haya sido el mejor periodista de la FCC de la UASLP en 2018?

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#4 Tiempos

Se asoma la fecha FIFA | Columna de Arturo Mena “Nefrox”

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TESTEANDO

 

Una vez más regresa el futbol de selecciones, lo que puede ser poca cosa para algunos, es muy interesante para otros, entre los que sin duda me incluyo, esto no solo es una oportunidad para que las selecciones nacionales se preparen, sino que también promete encuentros intensos que mantendrán atentos a muchos.

Uno de los partidos más esperados es el Argentina vs. Chile, este clásico sudamericano siempre genera una atmósfera. Los campeones del mundo recibieron a sus vecinos en el monumental de River sin Leonel Messi, quien se perdió el encuentro debido a una lesión. Aun así, Argentina pudo derrotar claramente a los chilenos 3-0 y con ello sumar tres puntos cruciales en su camino hacia el Mundial 2026.

En otros encuentros de la jornada, Uruguay recibirá a Paraguay, mientras que Ecuador se visitará Brasil en un duelo complicadísimo Colombia y Perú también se enfrentarán en un partido decisivo para ambos.

En el ámbito de la Concacaf, el enfrentamiento entre México y Nueva Zelanda el 7 de septiembre es el plato interesante. Este duelo es más que un simple partido; es el debut de Javier Aguirre al mando quien buscará demostrar su fortaleza y cambiarle la cara a un equipo que no parece ofrecer mucho en la región.

Además, Honduras enfrentará a Trinidad y Tobago, Jamaica vs Cuba, Costa Rica vs Guadalupe y Guatemala vs Martinica, por mencionar solo algunos de los partidos de la Liga de las naciones de Concacaf.

En Europa, la UEFA Nations League ofrecerá un espectáculo de primer nivel. Los encuentros como Italia vs. Inglaterra y Alemania vs. Países Bajos se jugarán entre el 4 y el 10 de septiembre. Estos partidos no solo son cruciales para la clasificación, sino que también son una oportunidad para que las selecciones muestren su calidad y se preparen para futuros torneos.

En Europa destaca Francia vs Italia, Dinamarca vs Serbia, Suiza vs España y Croacia vs Polonia, mención aparte la victoria de San Marino frente a Liechtenstein, lo que significó la primer victoria oficial para San Marino en su historia.

Como siempre las “fecha FIFA” caen para romper el ritmo de las ligas, esto muchas veces da cierto respiro a las situaciones particulares de cada club, a veces se aprovechan y en otras rompe tendencias, pero lo que es innegable es que el enfrentamiento deportivo entre naciones, muchas veces representa algo que se ha perdido en el futbol, que es el amor a la representación de una camiseta, por eso, bendito futbol de naciones, ojalá y nunca se acabe.

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#4 Tiempos

¿Por qué demonios decidí ver una película de Menudo en 2024? | Columna de Guilla Carregha

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CRITICACIONES

 

Me quise tomar un pequeño descanso de ver la cantidad industrial de anime que me estoy obligando a consumir para ver algo, cualquier cosa, hablado en el idioma español. Claramente podía haber visto una película mexicana disponible en VIX o Prime Video, pero, bueh, no me odio tanto todavía. Denme un par de semanas y caeré en la tentación.

                  Por alguna razón que aún no logro entender cómo es que me pareció lógica, pensé que estaría divertido ver una película de Menudo. Sí. De Menudo. De esa boy band de Puerto Rico que fue popular a final de los 70 de la que no sabía absolutamente nada además de que cantaban Claridad y que, en algún punto, tuvieron a Ricky Martin entre sus filas. No sé qué me poseyó para tomar la decisión de ver una película de bajo presupuesto estelarizada por un grupo infantil pasado de moda y dirigida a personas de menos de 15 años, pero así está la cosa.

                  Supongo que me imaginaba que sería una experiencia como la de ver las películas de The Beatles, producciones hechas como en tres días con sólo el equivalente de 50 pesos de presupuesto, en donde podías disfrutar de Ringo Starr pretendiendo que sabe reírse y ver a los otros tres batallando para no voltear a ver a la cámara en una película tremendamente mala con una historia que no va a ningún lado y que solo es una excusa para ver a la banda cantar/tocar canciones nuevas en el cine.

No. Esperen. Eso es exactamente lo que obtuve. Es lo mismo.

Como suele suceder con las películas basadas en actos musicales que tienen que ser estrenadas siete días después de que un empresario random proponga la idea de hacer una película para no perder la relevancia del producto anunciado (la banda), y succionarle todo el dinero posible a (los papás) del público meta, la historia de Una Aventura Llamada Menudo se centra en las loquísimas aventuras que sufren los Menudo en camino a un concierto.

Fascinante.

De entrada, esta película nunca esconde que está hecha única y exclusivamente para fanáticas de la banda. Por principio, en ningún momento hacen el esfuerzo de introducir a los integrantes de Menudo de alguna forma que ponga en contexto a los papás que fueron obligados a acompañar a sus hijas menores de edad a ver esto en el cine. Se presupone que ya conoces sus nombres, sus personalidades y el estereotipo que representan dentro de la banda. Simplemente aparecen en pantalla y ya. Ya los conoces, ya sabes quiénes son, ya tienes tus pósters en tu cuarto, y ya suspiraste al sentir enamoramiento en esta relación parasocial. Ahí muere.

Disfruta.

La primera vez que vemos a los muchachos, están sentados alrededor de una mesa de su disquera, hablando con su supuesta mánager, una chica de trece años que debemos de creer que es lo suficientemente importante como para decidir el futuro de la “agrupación más popular de Puerto Rico” sin tener que preguntarle a ningún adulto responsable. Dentro de esa reunión, el principal tema a tratar es “¿cómo es que Menudo aparecerá en el escenario del primer concierto de su gira?”. Es una decisión difícil, pues ya han llegado al concierto en motocicleta y necesitan algo más impactante para que se sepa que esta es la mejor gira hasta la fecha.

Suspiro.

Y entonces, Ricky, EL ÚNICO MIEMBRO DE MENUDO AL QUE HACEN CONSTANTE REFERENCIA POR NOMBRE Y QUE TIENE UNA PERSONALIDAD MARCADA (pero que no es Ricky Martin, sino otro), dice que se imagina que estaría genial llegar al venue montados en un globo aerostático. Y, ya está. Como se imaginó que deberían ir en globo, mágicamente aparecen en un globo a mitad del cielo. El único problema es que Ricky no sabe manejar el globo aerostático que se acaba de imaginar y al que teletransportó mágicamente a sus compañeros de banda, por lo que aterrizan chocando contra un árbol en una isla. Ahora, Menudo debe correr contra el tiempo y salir de la isla para llegar a su concierto.

That’s it. That’s the story. That’s the movie.

No pasa nada. O sea, digo “nada” como si “un grupo de karatekas al azar intentando tirar adolescentes de motos en una playa” – lo cual, por cierto, sucede en esta película – fuera literalmente nada. Pero es más como implementar absolutamente cada idea loca que los productores (¿o tal vez la misma banda?) tuvieron, sin siquiera cuestionarla. Si se te ocurrió una idea para la película, esa idea VA A estar en la película.

Se podría decir que la película es una pérdida de tiempo, y lo es, pero también se podría decir que es una experiencia aburridísima, y también sería cierto. Las grandes aventuras que los Menudo viven intentando escapar de la isla son “hacerse amigos de unas niñas scout en una fogata”, “obtener techo camas y comida en una mansión de lujo”, “tener fiestas en la playa con carne asada y personas de su edad” y “salir a andar en motocicleta por la isla”. Claramente son situaciones extremadamente peligrosas que le pondrían los pelos de punta a cualquiera y que terminarían con la sanidad mental de quien las viva. Son tremendos castigos que jamás les podría desear ni a mi peor enemigo.

Se supone que hay una villana. La dueña de la mansión misteriosa en la mitad de la isla, aquella que las provee con ropa y comida, es la villana. No hace nada. Se supone que está intentando prevenir que Menudo abandone la isla, pero no hace nada. No los detiene, no los encierra; nada. Los únicos obstáculos en el “viaje” de Menudo son las hormonas de los adolescentes y el hecho de que siempre tienen hambre.

Si alguien decide ver esto en el año de nuestro señor 2024, las únicas dos opciones de streaming son dos usuarios que amablemente subieron la película a YouTube, porque no creo que nadie quiera preservar esta obra magna del cine latino en alguna plataforma de streaming. Se puede, entonces, elegir entre “calidad relativamente buena, pero con colores apagados” o “imagen de calidad terrible, pero con colores brillantes y un filtro oscurecido”. Aunado a lo aburrido de la película, no es como si mis ojos se pudieran entretener mucho con lo que veían. Tampoco es como si me hubiera perdido de mucho. Esto claramente se filmó en 5 días, donde el director de fotografía o estaba ausente o no le importaba lo que estaba haciendo, siempre y cuando se hiciera lo más rápido posible. No puedo culpar al tipo. No es como si fuera a hacer una diferencia el esforzarse en hacerlo bien. La película está compuesta enteramente de una colección de tomas que claramente fueron las primeras porque no había tiempo de retomar para conseguir algo mejor, pegadas hasta constituir algo que legalmente podría considerarse una película.

Tal y como está, esto parece ser nada más que una excusa para grabar más de 10 videos musicales en una semana, gastando el presupuesto de dos almuerzos. Luego, los unieron con el pretexto más endeble de pequeños sketches entre ellos y los lanzaron en cines para obtener ganancias. Ni siquiera son buenos videos musicales… a menos que ver a la banda al borde de la risa cada segundo y tener primeros planos incómodamente largos de niños bailando suban la calidad de un video musical con su mera existencia.

No se les puede echar la culpa a estos chicos de 14 años, pero su actuación es pésima. No ayuda que claramente les dijeron que improvisaran todo, lo que significa que tenemos unos 50 minutos sólidos de “adolescentes molestándose entre sí, riendo falsamente, gritando cosas al azar pensando que eso es un chiste y, por alguna razón, golpeando y empujando a Charlie en cada ocasión posible”. Diría “si te gusta ver adolescentes reírse, mira esta película”, pero esa es una declaración bastante creepy ya de por sí. Especialmente porque están sin camisa la mayor parte del tiempo.

Todos los demás personajes/actores sufren del mismo problema. Pueden intentar actuar y, ya sabes, hacer su trabajo, pero literalmente no tienen con qué trabajar. Aunque lo intentaran, aquí no hay nada. No pasa nada. Nada importa. Nada. Un verdadero y genuino vacío.

Me gustaría quejarme y decir que quiero de vuelta mis 90 minutos, pero yo soy el único culpable aquí. ¿Por qué fui y decidí ver esto? ¿POR QUÉ PENSÉ QUE SERÍA DIVERTIDO VER ESTO?

Y, por cierto, el plot twist, ¿la razón por la que la señora no les permite salir de la isla? ¡Es que es fan de Menudo! ¡Y quiere convivir con ellos todo el tiempo posible!

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#4 Tiempos

Angela Martínez en el festival de la niñez a Julián Carrillo | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

En septiembre de 1925 el Teatro de la Paz sería el escenario donde se tocaría por primera vez en provincia música de Sonido 13, creada por Julián Carrillo y sus alumnos, con una orquesta fundada especialmente para tal motivo histórico. En febrero de 1925 en el Teatro Principal de la Ciudad de México ya se había realizado el primer concierto a nivel mundial y ahora tocaba en provincia.

San Luis Potosí no podía quedar fuera de esta gira histórica. Cuna del creador de la teoría del Sonido 13 y compositor de la primera obra donde se presentaba la posibilidad de escuchar música creada en cuartos y dieciseisavos de tono. Preludio a Colón sería esa obra primigenia de Sonido 13 que resonaría en el majestuoso Teatro de la Paz. La llegada de Julián Carrillo veinticinco años después de su partida de esta tierra, había llamado la atención de los potosinos y el célebre músico era esperado con ansia.

La niñez potosina, también se daría cita a recibir al maestro Carrillo, quien asistiría a compartir con ellos esa alegría que significó la llegada a San Luis de Julián Carrillo y la alegría de festejar las primeras composiciones en Sonido 13, así como escuchar esos extraños sonidos que propiciaban instrumentos construidos para tal propósito.

La encargada de dar el discurso de bienvenida, en esa reunión con los niños potosinos, sería la profesora Angela Martínez Ortiz el 12 de septiembre de 1925 en el Festival de la Niñez en Honor a Julián Carrillo. “Insigne y preclaro hijo de San Luis, designada por la falange de incansables mentores de la niñez, de los abnegados forjadores de conciencias informes, que libremente difunden sus ideales, vengo a daros el saludo de entusiasmo y admiración ante la trilogía sagrada que representáis: arte, ciencias y energía”. Fueron las palabras con las que inicio su discurso para luego continuar, con temas como: la naturaleza toda es el arte; la ciencia es a la verdad, luz, orden y armonía; potente magia y fuerza creadora es la Energía.

Terminaría su largo discurso con: “Así, maestro Carrillo, sin recelos, sin prejuicios, con el desprendimiento generoso de los grandes y los fuertes, lanzad vuestra clarinada potente al Viejo Mundo, llevadle con vuestro verbo, el presente más valioso que puede ofrendar un pueblo al progreso de la humanidad, la joya más preciada que nuestra Patria se desprende, de su imparcial diadema, para llegarlo a la civilización. ¡Arrojad al surco del porvenir, vuestra simiente de gloria, esperando que ella germinará grande y lozana, del uno al otro confín de nuestro mundo; vivificada por el calor del optimismo, y protegida por radiante sol de la verdad!

La profesora Angela Martínez era una de las reconocidas profesoras de San Luis, que había sido directora de la Escuela Normal de Profesoras e inspectora escolar de las escuelas de niñas en el estado. Ingresó a estudiar para profesora a principios del siglo XX en 1904 siendo directora de la Escuela Normal la profesora Refugio Marmolejo de quien ya hemos tratado en esta columna; la preparación de la profesora Angela Martínez en materias relacionadas con la ciencia que para entonces eran comunes en la Escuela Normal de Profesoras, si reflejan en el contenido del discurso que diera en ese festival de la niñez al maestro Julián Carrillo. Angela Martínez sería preparadora de las cátedras de física y química, catedrática de lengua nacional y catedrática de anatomía, fisiología e higiene escolar. En 1913 la nombraron directora de la Escuela Normal y le tocó vivir la fusión de la Escuela Normal con el Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí que sucediera en 1914, negociando la separación de la facultad de pedagogía de la escuela normal de profesoras y refundando nuevamente esta institución de la que sería directora hasta 1916.

No es de extrañar que al reactivarse la junta auxiliar de San Luis Potosí de la Sociedad de Geografía y Estadística fuera aceptada como miembro en 1953. En 1958 se festejaron en el Teatro de la Paz sus cincuenta años como profesora en San Luis Potosí, donde se ofrecieron importantes conciertos con músicos de Bellas Artes; la profesora Angela Martínez estuvo en el magisterio por más de cincuenta años, convirtiéndose en una de las ilustres profesoras potosinas, formadora de niños y jóvenes que destacarían muchas disciplinas.

Angela Martínez Ortiz nació en Real de Catorce el 31 de mayo de 1891 y con objeto de que pudiera seguir sus estudios su familia se traslado a San Luis Potosí, donde estudiaría las primeras letras bajo la tutela de profesoras como Trinidad Infante que posteriormente guiaría su carrera magisterial. Murió en San Luis Potosí el 31 de marzo de 1982.

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