#4 Tiempos
Señor Carretero le vengo a avisar | Columna de Jorge Saldaña
TERCERA LLAMADA.
Hay dos bloques listos. Se anticipa un choque de trenes, una elección a cachetada abierta, pedradas y descalabrados. Los frentes anunciados están resueltos en lo general, pero no en lo práctico y, #CultoPúblico, se deben hacer algunas observaciones y puntualizaciones al respecto antes de entregarnos al desquicio o al desenfreno:
1) En un escenario tan polarizado, lo que está en juego es la gobernabilidad del estado después del 6 de junio. Los márgenes entre el ganador y el derrotado tendrán que ser irrefutables, incontrovertibles, porque de otra forma el conflicto post electoral será mucho más difícil de resolver que la elección misma
2) Ni la coalición de Morena-Verde-PT y Nueva Alianza, ni la del PRI-PAN-PRD-CP, se fraguaron en horas ni en días. Ambas posibilidades se construyeron y estuvieron preparadas hace meses aunque ocultas hasta el último minuto. Ambos bloques esperaron hasta el cierre del plazo para destapar su carta de convenio. Ambos bloques aguardaban que la contraparte parpadeara primero, lo que finalmente ocurrió.
3) Se asume, creo que anticipadamente, que la campaña será una de cachetadas y descalabros por el choque de trenes que implicaría el combate de dos enemigos acérrimos: Xavier Nava Palacios y Ricardo Gallardo Cardona, sin embargo ninguno de estos personajes tiene la candidatura de sus respectivos bloques asegurada. Ambos dependen de procesos internos en los que están participando.
4) Morena tiene perfiles de los que puede echar mano y ya adelantó su dirigencia nacional que serán ellos los que propongan el nombre del abanderado, lo que no significa necesariamente que sea de sus filas y podrían proponer a un candidato de sus mismos aliados, el más probable es Ricardo Gallardo Cardona, sin embargo siguen vivos Juan Ramiro Robledo, Leonel Serrato y un externo que se ha mantenido fuera del desgaste partidista al que ya no se le puede quitar la mirada de encima: ojo con Adrián Esper Cárdenas, podría convertirse en el candidato de ese bloque.
5) Ninguna de las coaliciones registradas el martes decisivo se gestaron localmente. Las dirigencias nacionales de todos los partidos operaron y amarraron el escenario que hoy vivimos desde hace tiempo y desde la capital del país. Son acuerdos federales tejidos con curia y que amarraron con tres nudos ambos bandos.
6) Fueron por lo menos dos las reuniones que tuvo el gobernador del estado, Juan Manuel Carreras con los dirigentes nacionales del PRI, PRD y PAN. Una en la Ciudad de México y otra en la casa de gobernadores en San Luis Potosí por la tarde noche del mismo día del segundo informe del alcalde Xavier Nava. Sustraerse discursivamente de haber maniobrado y anticipado el escenario que se convirtió en realidad el martes, son puros buenos modales del mandatario potosino. En el fondo, supo siempre de la construcción de una coalición que tarde o temprano lo enfrentaría al presidente.
7) Del proceso interno del PAN saldrá el abanderado de la coalición “Sí San Luis”, pues el careo con un candidato del PRI emanado de una elección interna del tricolor, significaría una burla muy cruel para los militantes del Revolucionario Institucional. No hay necesidad de semejante humillación y no imagino quién sería el o la valiente que acepte ser exhibido y sacrificado para perder contra un candidato de sus otrora enemigos electorales. Guardar un candidato fuerte para la alcaldía capitalina, en lugar de perder en casa contra el PAN parecería lo más prudente. Las posibilidades de participar en la elección de alcalde aumentan para Enrique Galindo. Es de los finalistas serios que tienen ADN priista, lo mismo que Joel Ramírez que no se prestaría a una simulación o charada ni al sacrificio en vano, Luis Mahbub ya puede irse descartando, de plano no tiene sangre tricolor y eso los priistas lo huelen.
8) Contra lo que desea el ambicioso grupo del alcalde, el proceso interno del PAN tiene recovecos que, al no ser panistas, no conocen. Todo apunta a que la licencia de Xavier Nava Palacios (que solicitará el próximo sábado) tendrá poca vigencia y que de acuerdo al cálculo que ya muchos panistas comparten, el presidente municipal tendrá que regresar derrotado a despachar a la UAM después del 10 de enero del 2021. Sonia Mendoza calculó mal su estrategia de negociar y hasta cabildear por Nava, pero también previó una salida de emergencia a través del apoyo a un candidato independiente. Boris, queriendo o no, con su salida del proceso abrió cancha a Xavier Nava, anulando sus posibilidades de ser contemplado para el proyecto que está tomando mayor fuerza: el de Octavio Pedroza Gaitán, esquema en el que cabe Marco Gama sin mayores dificultades. Si el proceso blanquiazul fuera bolsa de valores, las acciones más rentables llevan las siglas OPG.
9) Aunque Octavio Pedroza en lo particular tiene buenas relaciones con muchos personajes priistas, en lo general a los tricolores no se les ha dado ninguna buena razón para que se apoye corporativamente, alineados y obedientes, al proyecto de un panista, no importa que sea Octavio, la rebatinga en términos prácticos con los liderazgos reales y operacionales del PRI implicarán un esfuerzo extremo, no hablan el mismo idioma, tienen códigos muy diferentes, el triunfo de Octavio no podrá ser considerado nunca un triunfo priista sino al contrario y ya perdidos desde el inicio, sin un candidato que sientan propio, no tienen nada que perder los tricolores en buscar otro camino que por lo menos les de esperanza de participación pública. Es frágil esa coalición en las bases (¿Estará eso maquiavélicamente presupuestado?).
10) Hay más aspirantes a candidatos que los puestos a repartir y casi todos los partidos ya están ocupados. El factor “inconformes” tanto de uno y de otro bloque, pueden ser el fiel de la balanza y dependerá de la habilidad de cada frente para poder contener las desbandadas o en su caso, provocar la suma de los inconformes de enfrente.
11) Tengo dos teorías respecto a Movimiento Ciudadano: Si en la interna panista gana Xavier Nava, el partido de Dante Delgado ofrecerá su candidatura a Octavio Pedroza y romperán al PAN. La segunda es que, Adrián Esper consiga, en los próximos días, ese membrete, haga alianza de facto con Ricardo Gallardo Cardona y al final, acuerden ambos personajes apoyar al que se encuentre más cerca del triunfo.
12) Al presidente le interesan las diputaciones federales para consolidar su proyecto de nación, asunto de la mayor relevancia, pero no dejemos fuera del campo visual que también es de su más alto interés tener al mayor número de gobernadores aliados para la transición del 2024. La continuidad de la 4T está en juego desde ahora, aunque, si se le mira con atención, con cualquiera que fuera el resultado en SLP, Andrés Manuel López Obrador gana: Ambas coaliciones tendrán que negociar diputaciones federales, por lo menos 5, pro 4T, ya sean verdes, morenos o priistas, da igual. Con un probable triunfo de Morena-Verde-PT-Panal tendrá un gobernador aliado llámese como se llame.
13) Bonus 13 de la buena suerte: Para las diputaciones federales la repetición de las respectivas coaliciones es casi obligada, pero para las alcaldías y las diputaciones locales, resultará un verdadero acertijo encontrar candidatos únicos de cada bloque, será un galimatías explicar a los ciudadanos cómo votar por candidatos que en su municipio y distrito son rivales, pero que para la gubernatura son aliados.
Faltan episodios, esto apenas comienza, pero que no se sorprenda nadie si, unos en la arena y otros en el mar, sus animales se empiezan a ahogar. Señor carretero yo nada más le vengo a avisar.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Faltan 7.8 millones y no fueron los Gallardo | Apuntes de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
De una semifinal al viernes botanero | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
No cabe duda de que quiero y mucho a este equipo, San Luis ha sido y siempre seguirá siendo el dueño de mi pasión, mis ganas y mis (falsas) esperanzas. Cualquier equipo de mi ciudad merece mi cariño.
Parece increíble que hace apenas unos meses, San Luis era un extraño protagonista en esta liga MX, San Luis estaba en una semifinal, a 45 minutos de hacer historia y colarse hasta a una Concachampions, lastimosamente el resultado en Monterrey nos dejó solo con las ganas de soñar con la final y del torneo internacional, ya ni hablamos.
San Luis fue un buen equipo, jugando bien, siendo invicto en casa y con muchísima suerte, terminó dentro de los 6 primeros, un equipo al que daba gusto verlo jugar, sobre todo en el Lastras, el equipo que históricamente más puntos entregó en una temporada, ese equipo que brilló, el mismo equipo que la campaña pasada, dejó de lucir y perdió rápidamente el invicto de local.
El torneo que recién terminó, fue uno triste para San Luis, jugadores y afición sufrieron, la directiva tuvo que salir a dar la cara y el cuerpo técnico decidió hacerse a un lado, San Luis era una caricatura.
Estamos en el comienzo de una nueva pretemporada, si bien el equipo conserva la base con la que ha venido jugando, ha llegado un nuevo cuerpo técnico, Guillermo Abascal es un entrenador con mucha experiencia aún con su corta edad para el puesto, esto no siempre habla bien de un técnico, los entrenadores que rotan de equipo, normalmente lo hacen por malos resultados. Hay que esperar, el beneficio de la duda, lo tiene.
Por otro lado faltará conocer a los refuerzos, el equipo ha liberado plazas de extranjero y los nacionales también tendrán que aportar, la conformación del cuadro es muy importante para los planes del entrenador, más si tomamos en cuenta que está desde el inicio de la pretemporada.
En fin, de jugar una semifinal, ha estar considerados en muchas jornadas como un equipo de los viernes por la noche, espero y añoro que esta sea una buena temporada otra vez, ojalá volvamos a estar dentro de los finalistas, y dejemos de ser un equipo del montón… ojalá.
También lee: Se acabó el Clausura 2025 | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
#4 Tiempos
Irantza Goytia, brillante estudiante potosina | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
Irantza Aleixa Goytia Hernández, jovencita de Tamazunchale, acaba de graduarse en Inglaterra en el nivel medio superior, como parte de su carrera de formación que iniciara en Tamazunchale y que siguiera por el camino de la educación extraescolar, aprovechando los espacios de participación educativa y formativos para niños y jóvenes en el campo de la recreación científica.
En Tamazunchale, la Dra. Pilar Suárez impulsó el programa Expociencias que está dirigido a niños y jóvenes donde desarrollan y defienden un proyecto científico en áreas de las ciencias y las humanidades desde el jardín de niños hasta preparatoria. En este programa Irantza participaría cuando estudiaba la primaria obteniendo uno de los primeros lugares lo que le permitiría representar a San Luis Potosí en Expociencias Nacional, donde a su vez logró acreditaciones para representar a México en concursos internacionales que forman parte del Movimiento Internacional para el Recreo Científico y Técnico, el MILSET.
En Tamazunchale, también participaría en el programa Niñas en la Ciencia que coordina la propia Dra. Suárez. Este programa es un programa internacional de niñas y mujeres haciendo ciencia. Estos espacios fueron detonantes para el reconocimiento al talento de niños y jóvenes en el que destacaría Irantza Aleixa. Desde primero de primaria participó en Expociencias, ganando en dos ocasiones veces a nivel nacional e internacional. Ha participado en diferentes concursos locales. Como la niña presidenta de Tamazunchale, al igual que en foros internacionales sobre STEM.
En uno de los eventos internacionales le ofrecieron una beca para estudiar en Reino Unido, cuando estudiaba bachillerato en el CBTIS 187 de Tamazunchale; en Inglaterra volvió a comenzar sus estudios de bachillerato de donde se ha graduado en Gales Reino Unido en el en el UWC (Colegios del Mundo Unido) Atlantic. La ceremonia donde recibió sus estudios de Bachillerato Internacional, fue presidida por el director, Naheed Bardai estando presente el Primer Ministro de Gales, Eluned Morgan. En esa ceremonia también se graduó Sofía Borbón Ortiz, hija de los reyes de España.
El buen éxito en sus estudios en Reino Unido le permite poder acceder a otra beca para realizar sus estudios profesionales en Inglaterra; Irantza tiene planes también de estudiar en Estados Unidos, aunque la situación actual para estudiantes mexicanos en Estados Unidos no es muy prometedora por la política de Donald Trump.
Irantza Aleixa Goytia Hernández, fue estudiante de la escuela primaria pública Rafael Ramírez Castañeda, de Tamazunchale, entonces, desarrolló un proyecto que se llama “Conociendo la naranja”, el cual propone que el aceite de la piel de esta fruta, conocido como limoneno puede ayudar a degradar el unicel, que normalmente tarda cientos de años.
Mostró este trabajo en la Expociencias Tamazunchale, obteniendo su acreditación para participar en la Expociencias San Luis Potosí, después, en Expociencias Nacional efectuada en Morelia, donde su proyecto fue considerado de los 50 más interesantes de su categoría y, por tanto, fue invitada a participar en la Feria de la Ciencia y la Tecnología en Paraguay.
Por esta vía a participado en las Ferias de Chile y Brasil representando al estado y al país; ya tuvo otras participaciones con proyectos en las Expociencias de Paraguay 2019, Perú 2019, Chile 2020, Guatemala 2021, Chile 2022, Brasil 2023. En 2019 le fue otorgado el Premio Estatal de la Juventud. El encauzamiento de formación no formal que permiten este tipo de programas ha sido aliciente para que Irantza pueda tener esa experiencia internacional que ha ayudado a su formación aprovechando el talento que ha exhibido. Los espacios de participación en Tamazunchale han sido fundamentales y siguen apoyando a niños y jóvenes de la Región Huasteca Sur.
También lee: Micrometría y la paz del espíritu en la Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
La Habana que vive en Mérida (yo sé que volverás) | Columna de Carlos López Medrano
Mejor dormir
Es difícil decirles que no a algunas mujeres. Basta una inflexión en la voz, un destello felino en los ojos, y uno se queda desarmado. Aquella noche, en Mérida, yo estaba cansado no solo de la jornada, sino del mes entero. El calor del día —una asfixia que oscilaba entre los 38 y 40 grados— había cedido al fin un poco: la luna ofrecía una clemencia que el sol había olvidado. Los tejados coloniales invitaban a dar un paseo.
Ante el acumulado laboral y sus desgastes tuve a bien hacer lo mejor que uno puede hacer en algunas circunstancias: olvidarse de todo y rascarle al día los últimos minutos, con dignidad, porque mañana —ya lo sabes— será otro campo de batalla. No visitaba Yucatán desde que era un bebé, así que debía salir y escarbar algún gramo de historia. Me lo debía, me debía la búsqueda de una grieta. Una ciudad como Mérida no puede reducirse al trabajo. Tenía que salir.
Una breve investigación me reveló la existencia de una cantina: La negrita, la más antigua de Mérida. Buen nombre. Estaba a pocas cuadras del hotel en el que me hospedaba y eso bastó. Salí con la intención de tomar lo que fuera, comer algo sencillo, y luego dormir sin (tantos) remordimientos.
Caminé por la calle 62 en el Centro Histórico de Mérida, en horas en las que ya había bajado el bullicio. La gente andaba sin prisa, las vitrinas mostraban guayaberas bordadas, arte y diseño local; mucho objeto enfocado en turistas que no corresponderán tal amor y que solo le verán el lado kitsch. Las calandrias con sus pobres caballos ya no esperaran a nadie.
Iba firme rumbo a La negrita, cuando a una cuadra y media topé con el jardín de una casona: mesas desperdigadas bajo un árbol enorme, luces tenues como de un antiguo parque y el murmullo prometedor de algo que todavía no empieza. Me detuve a mirar. Fue entonces cuando apareció ella. Una joven de acento cubano, sonrisa amplia y esos ojos de quien sabe convencer sin apurar (el tipo de persona que cautiva no porque imponga nada o levante la voz, sino precisamente porque no lo hace). «Buenas noches, pásele», dijo. «Hoy tenemos un trío con boleros en vivo. Comienza a partir de las diez».
Le agradecí, pero seguía firme con mi plan. No quería comprometerme. Sin embargo, aquella muchacha era muy gentil. Y atractiva, con ese brío que alumbra a las mujeres en sus veintes y que al cabo de un tiempo se disipa para no volver jamás. «Ande, venga, se la pasará muy bien. No me diga que no».
Ella era una de esas mujeres a las que es complicado decirles que no. «Vuelvo más tarde», le dije. «Tengo un compromiso con alguien», agregué, sin precisar que me refería a La negrita.
No era un mal plan. Podía beber algo en el otro sitio, tal vez comer algo y regresar después a la casona para los boleros. Al mismo tiempo no estaba del todo convencido. No sería la primera promesa que el viento se llevara consigo. Ya se vería.
La Negrita era distinta a lo que esperaba. Había imaginado una cantina tradicional: uno de esos tugurios perdidos en el tiempo con ventiladores un aspa rota, mesas de madera raspada, y en el que un grupo de ancianos juega dominó y bebe tragos lentos en el afán de arañar alguna memoria. Y no. Aquello era otra cosa. Un sitio grande, con luces neón colgadas como frutas eléctricas, gente de todas las edades moviéndose al ritmo de un grupo en vivo que disparaba ráfagas de cumbia, salsa y alegría.
Me senté en la barra. El calor había vuelto para apretar los labios, así que pedí una cuba servida en una copa de un litro, como si la sed del Caribe tuviera medida. Luego, animado por el ambiente y la seguidilla de temas ofrecidos por el conjunto que alumbraba el escenario, y para no desentonar, me aventuré con una bebida que no acostumbro: un mojito, igual de generoso, que apuré cuando me avisaron que el lugar cerraba a las diez. Lo lamenté, aquel era un lugar magnífico para quedarse encerrado.
Los meseros eran atentos, veloces, con un ritmo que mezclaba profesionalismo y picardía. Uno de ellos me susurró que si quería seguir la fiesta había un sitio con más música, mezcal y mujeres que iría más allá de la medianoche y que todos —él, sus compañeros, varios clientes, quizás hasta los músicos— acabarían allá. Lo descarté. Yo ya venía agotado. Solo quería volver al hotel y envolverme en el aire acondicionado cual si fuera un chapuzón en la alberca.
Aunque ya se sabe, a veces cuando uno se rinde surgen otros planes. Al regresar por la calle 62, antes de doblar hacia el hotel, escuché el eco de un bolero flotando en el aire. Y ahí estaba de nuevo la casona, como si me estuviera esperando para cumplir la promesa que hice a la muchacha cubana que ahí reapareció.
—Estoy de vuelta para tomarme algo con ustedes —le dije—. Creo que llegué a tiempo.
Me sonrió con un gesto sin sorpresa. No soy el primero al que convence.
Entré. Me senté frente al grupo Trío Ensueño que tocaba los boleros. Detrás de mí, dos parejas cuchicheaban sobre sus andanzas de juventud. A mi derecha, un hombre mayor compartía mesa con dos mujeres cubanas que le flanqueaban. Para alguien que mirara de fuera podíamos pasar por nighthawks del Caribe.
La gerente del lugar, una mujer rubia, se acercó a ofrecer la carta. Le pedí un cóctel. Me miró con una mueca de disculpa: el bartender no había venido y ella no sabía preparar bebidas. Tendría que conformarme con una cerveza, a menos que pidiera algo muy simple. Vamos, le dije, creo que usted puede ayudarme. Qué le parece un gin tonic. Solo ponga ginebra en un vaso y complete con agua tónica. Échele un chorrito de limón. Nada más. Está bien, lo intentaré, dijo, como si le propusiera una travesura.
El acento de la mujer rubia también era cubano. Parecía que había aterrizado en una versión paralela de La Habana, esa que vive oculta en el centro de Mérida. Yo encantado. Todo terminó de encajar cuando vi el nombre del lugar en el menú: Bodeguita del Centro.
Al cabo de un rato, llegó el gin tonic. Fresco, bien logrado. La amable gerente me preguntó, con cierta duda en la voz:
—¿Qué tal le pareció?
—Usted tiene una mano con tino. Le dije que lo lograría.
Asintió con la dulzura que caracterizaba a aquel local, una calidez que no estaba en la decoración ni en la carta, sino en las personas. En ella, en la hostess, en otro mesero que me explicó los platillos, en los músicos que me saludaron al llegar como si fuera un viejo cliente. Me sentí en casa, aunque estuviera tan lejos de ella, aunque no la tuviera ya.
Los boleros seguían desfilando sobre el aire tibio del lugar. El Trío Ensueño desgranaba joyas una tras otra: «Usted», «Sin ti», «Bésame mucho», «Noche, no te vayas», «La gloria eres tú». En un impulso íntimo, grabé un fragmento de esta última y lo envié por video a una persona buena, que estaba a cientos de kilómetros, a modo de carta.
Luego vinieron las complacencias. Una para cada mesa, como si cada cliente trajera una herida secreta que necesitara una canción para sobrellevar en paz. Cuando llegó mi turno, pedí «La barca». Esa melodía que, como siempre, me llevó al sentimiento de añoranza que caracteriza a este tema.
Dicen que la distancia es el olvido
Pero yo no concibo esa razón
Porque yo seguiré siendo el cautivo
De los caprichos de tu corazón
[…]
Hoy mi playa se viste de amargura
Porque tu barca tiene que partir
A cruzar otros mares de locura
Cuida que no naufrague en tu vivir…
Terminé conmovido por la música, por el momento. De tanto en tanto intercambiaba miradas cómplices con el hombre de la mesa de al lado y sus acompañantes, quienes también conocían a fondo esas melodías. Seguí pidiendo de beber.
En una ida al baño noté que era tarde y que al día siguiente tendría que madrugar. El lugar, además, empezaba a cerrar. Hay sitios de los que uno no quiere irse, pero de los que es mejor marcharse a prisa, antes de que lleguen los guardias y apaguen las luces o cualquier imprevisto arruine el recuerdo.
Antes de irme, el hombre de la mesa de al lado se acercó.
—Noté que le gustan las canciones Luis Miguel —me dijo.
—Mucho —respondí, sin saber a dónde iba.
—Déjeme presentarme. Soy escritor. Yo escribí la letra de una canción que quizá usted ha escuchado alguna vez.
—¿Sí? ¿Cuál?
—«Yo sé que volverás», de Luis Miguel. Me llamo Luis Pérez Sabido. Mucho gusto.
Me costaba creerlo. Había escuchado esa letra docenas de veces (musicalizada por Armando Manzanero) sin imaginar que un día coincidiría con su autor en un rincón de Mérida, del que pude haberme perdido de haber cedido a la abulia.
—Es un honor —le dije—. Me encantaría mantener contacto con usted, pero me he quedado sin tarjetas.
—No importa. Vuelve aquí. Suelo venir los jueves de boleros.
—Está bien, volveré.
Al salir, saludé a los músicos que ya charlaban con una cerveza en las mesas del jardín delantero. Agradecí tambaleante a la dueña por el gin tonic improbable y, sobre todo, a la hostess, que aquella noche me había abierto la puerta no solo a un gran lugar, sino de algo más profundo: la historia que había salido a buscar.
—Yo estaba perdido antes de verte —le dije—. Y esta noche me has hecho feliz.
Ella sonrió comprensiva ante mi ridículo.
Volví caminando al hotel con el espíritu renovado, recordando una antigua verdad que había olvidado entre correos electrónicos y obligaciones. Lo importante de la vida está allá afuera, escondido en guaridas donde aún suena la música, donde alguien se sienta a conversar sin mirar la hora, donde una desconocida te cambia la ruta con un guiño.
También está en las viejas costumbres: leer, escribir, dejarse tocar por una canción. Me prometí volver a aquella Bodeguita del Centro… y también a eso que más me gusta de la vida. Que nada destruya nuestros amores. Ni los que ya fueron ni los que están por venir.
Contacto
Correo: [email protected]
Twitter: @Bigmaud
También lee: Un café tomado en Viena | Columna de Carlos López Medrano
-
Destacadas1 año
Con 4 meses trabajando, jefa de control de abasto del IMSS se va de vacaciones a Jerusalén, echando mentiras
-
Ciudad3 años
¿Cuándo abrirá The Park en SLP y qué tiendas tendrá?
-
Ciudad3 años
Tornillo Vázquez, la joven estrella del rap potosino
-
Destacadas4 años
“SLP pasaría a semáforo rojo este viernes”: Andreu Comas
-
Estado2 años
A partir de enero de 2024 ya no se cobrarán estacionamientos de centros comerciales
-
Ciudad2 años
Crudo, el club secreto oculto en el Centro Histórico de SLP
-
#4 Tiempos2 años
La disputa por el triángulo dorado de SLP | Columna de Luis Moreno
-
Destacadas3 años
SLP podría volver en enero a clases online