#4 Tiempos
Ricardo u Octavio, he ahí el dilema | Columna de Jorge Saldaña
TERCERA LLAMADA.
Culto Público, lo invito a participar en la más bonita, fidedigna, transparente, pero sobre todo útil de las encuestas: He decidido contratar a Massive Caller, la encuestadora de cabecera de Octavio Pedroza, para que publique en los próximos días que su servidor tiene la nariz más respingada y estética de todo el país, compitiendo apenas unos puntos por debajo de la Miss Universo y hermosísima chihuahuense, Andrea Meza.
También romperé mi cochinito y pagaré a la nacional y mundialmente desconocida empresa FactoMétrica, casa encuestadora de Mónica Rangel y casi todos los candidatos morenistas de la elección, para que aseguren por todo lo alto (pero sobre todo por todo lo bajo) que este aprendiz de reportero arrasará contundente e irreversiblemente la elección sobre quién es el vecino mejor portado, el que se levanta más temprano, hace menos ruido los fines de semana y el más simpático de mi populosa colonia.
Mi más cercano competidor (con 5 puntos de diferencia) es una simpática monja en retiro, que organiza el Ángelus todos los días aquí cerca.
Ya encarrerado, pediré a la empresa Demotecnia de María de las Heras, la encuestadora de Ricardo Gallardo, que arroje y publique los resultados de un estudio en el que se asegure que, con 20 puntos de ventaja, en los próximos meses seré el ganador indiscutible del primer concurso estatal de brillo ocular, empatía y encanto natural.
Por el bien de todos, en ninguno de los ejercicios se tomará en cuenta la prueba del traje de baño, pero en todos resultaré ganador.
Así de confiables y fehacientes son las encuestas que los tres candidatos finalistas han usado como material de propaganda desde el inicio de la contienda, para mi gusto una herramienta sobre-utilizada, al grado que hoy se les desestima por completo.
¡Ah!, pero no tema el Culto Público, este audaz golpeatecleados, ha tenido acceso a algunos otros ejercicios, los cuales considero dignos, al menos, de un poco de atención, por la única razón de que me consta no están pagados por candidato alguno, y por no haber sido publicados, aún, en ningún lado como material de campaña.
Me refiero en específico a la encuesta levantada por México Elige, a través de la empresa Investigaciones Digitales, y a la que reposa en el escritorio del gobernador Juan Manuel Carreras elaborada por Arias Consultores.
No tengo autorización expresa de ninguna de las empresas para publicar sus gráficos como lo solicitan en el propio estudio, por ello solamente hago referencia a cada una y dejaré el sitio web y plataformas de contacto de cada una para que usted pueda comprobar la certeza y veracidad de las cifras.
Al grano: ¿Cómo van?
En el estudio de México Opina, Ricardo “El Pollo” Gallardo aventaja la elección con el 35.3 por ciento de las preferencias. Le sigue Octavio Pedroza con el 31.9% (3.4 puntos de diferencia) y en tercer lugar se ubica Mónica Liliana Rangel con el 16.8% (18.5 escalones de diferencia con el primer lugar). [email protected] y www.mexicoelige.com
Aunque ya dije que la encuesta no está patrocinada por el Pollo, ni por ninguno de los contendientes (para que ni empiecen) en lo particular me parece que su metodología está pobremente explicada, no deja clara la forma de elección de la muestra (2 mil 914 encuestados) ni las condiciones de exclusión, o no, de los levantamientos.
El segundo informe electoral al que me refiero, de Arias Consultores, con una técnica y metodología mucho más precisa (hasta el precio del estudio publican) coloca, al 13 de mayo, a Ricardo Gallardo Cardona como puntero de la encuesta con un 32.8 por ciento de las preferencias, seguido de Octavio Pedroza con 26% y en tercer lugar a la doctora Rangel con el 24 de los puntos porcentuales. www.ariasconsultores.com Contacto: Luis Octavio Arias Ortiz. www.facebook.com/ariasconsultores, Paseo de la Reforma 483 piso 14 Colonia Cuauhtémoc. Correo: [email protected]
A simple vista, el estudio de Arias arroja resultados mucho más cerrados entre el triduo puntero, pero ambas casas coinciden en el orden de las preferencias.
De ahí me explico tanto vaivén de trompazos mediáticos, el origen de las denuncias de ida y vuelta, de la guerra declarativa entre los voceros de ambos bandos y la desesperación por la colocación masiva de encuestas cuchareadas.
La elección vive su punto más critico, se está cerrando como Oxxo a las 10 o como banco a las 5, todo está en juego, ya no hay vuelta para atrás, las fichas están en su número y chin chin el que se raje.
Ya no bajaron ni bajarán al Pollo de la contienda, lo harían víctima en automático y virtual ganador antes de la votación. Los amarres con el presidente ya no los desata ni Mario Delgado, Gallardo cumplirá con las diputaciones federales prometidas a la federación y espera el respeto a los resultados finales por parte de la presidencia, la petición de operar a favor de Mónica en el día “D” (versión que corre en las más altas esferas), de ser cierta, llegó demasiado tarde. Los compromisos están firmes y el Gallardismo defenderá con todo lo que tenga a su alcance sus puntos de ventaja.
Bien lo dijo Riva Palacios en su columna de ayer miércoles sobre el Pollo Gallardo, que pese a lo que se diga del candidato, a la fecha todo son “percepciones y no realidades”.
Octavio por su parte, vive su mejor momento, ya no tiene razón para cuidar las formas con la contendiente de Morena, ex compañera de gabinete de su hermano y protegida indirectamente por el gobernador Carreras.
Ya no tiene que cuidar las formas con él, Carreras ya decidió (o lo hicieron decidir desde alguna llamada o reunión en una oficina del Zócalo) sacar las manos y dejar correr la elección tal cual lo arrojan los resultados, por lo tanto, el ingeniero Octavio tiene el campo libre para hacer notar y contrastar su proyecto frente a los dos restantes. La traba constante de “quedar bien” con todo el mundo ha quedado rebasada.
Es tiempo de Octavio para lanzarse con todo por la bandera ANTI-Cuarta Transformación, que hoy pertenece al Pollo mucho más que a Mónica, pero no con golpes bajos, tampoco con expedientes armados a modo que no llevan a ningún lado y que no son rentables electoralmente, esos se quedan en el campo de la velocidad ingrata y efímera de lo mediático. Esa estrategia ya está agotada.
Es hora que su equipo desborde pasión, no importa que haya llegado en mal momento la orden de aprehensión contra Cabeza de Vaca, no importa si su hermano salió o no del gabinete justo después de la acusación (desde mi punto de vista muy débil) de Arturo Segoviano, si Octavio quiere ser gobernador, debe demostrar en los próximos 5 días que todo esto lo puede superar con estrategia, y efectivamente puede ser el gobernador de los potosinos. Fortalecer sus enlaces, invitar a expertos en estrategia, no confiarse, usar sin miedo los recursos, tomando el timón por propia mano y navegar contra viento y marea.
Golpear y callar es lo más fácil, conmover y convencer, lo más difícil.
Octavio trae fragata ganadora, que levante pues las velas y no se desgaste en remeros de las inquinas y fomentadores de la polarización bajuna, agorera de inestabilidad post-electoral. Si el viento hoy no lo tiene a favor, no hay más que buscar el ángulo correcto de las velas.
A Mónica, la doctora, todo parece que le faltará un mes de campaña que no tiene. Su curva de aprendizaje fue muy lenta, la estructura y los recursos le llegaron tarde, el despliegue y la movilización apenas lo están atendiendo y ni idea tienen de la ubicación o diagnóstico de las 355 secciones básicas para ganar puntos. Su única esperanza es la de una intervención presidencial forzada y caprichosa que sería tan notoria como humillante.
En pocas palabras, Culto Público, a 17 días de la contienda, en mi humilde opinión la final está entre el Pollo Gallardo y Octavio Pedroza, alguno de los dos será el próximo gobernador, pero solo de ellos depende dar el último estirón, es la hora de que aguante la riata porque es el último jalón, ahora es cuando chile (verde y coalicionista) en el que hay que dar sabor al caldo.
La guerra de encuestas está rebasada, jueguen sus cartas, vienen las últimas semanas, pongan a trabajar a sus candidatos municipales y diputados locales, no hay más. ¿Quieren ganar o no? Ambos (o el triduo por respeto a los números de la doctora) ofrecen un cambio. ¿Por qué no lo demuestran en los próximos 17 días evitando la guerra sucia, la compra de votos? Con ninguno de los tres en el palacio, nos iría mal a los potosinos, compórtense, si me permiten la sugerencia, más como estadistas y políticos de altura, que como niños berrinchudos arrebatándose el juguete, acusando con sus mamás, llorando a grito pelón o presumiendo los dibujos de sus propias encuestas.
Digo y repito: es una simple sugerencia, pero hagan lo que quieran finalmente, si la campaña la polarizan en lo negativo en estos últimos días, en el pecado llevarán la penitencia, el que gane recibirá un estado en hervor, con poco margen de gobernabilidad y con su legitimidad cuestionada.
Para despedirme, un último dato: de acuerdo a PentaMarketing (que hace mucho no publica nada) su servidor lleva 51 puntos de ventaja para convertirme en el primer reportero en ser enviado a Marte, 49 puntos de ventaja para ganar el concurso de las uñas de los pies mejor arregladas y es irreversible mi triunfo frente a todos los potosinos por tener a la novia con más bonitos ojos (esa encuesta la levanté yo y el universo muestral fue de 1).
Ya en serio, faltan 17 días, son pocos para hacer mucho, y muchos para no hacer nada.
Hasta muy pronto, Culto Público y una disculpa de antemano por la extensión de la presente, no tuve tiempo de escribir poco.
Hasta muy pronto.
@jfsh007
Lee también: ¿Y los diputados locales? | Apuntes de Jorge Saldaña
#4 Tiempos
Cuando México si hace cine de terror bonito | Columna de Guille Carregha
CRITICACIONES
¿Si han visto que, cada vez que me ponen películas de terror mexicanas en frente, casi siempre acabo diciendo algo como “esto podría estar bueno, PERO…” o “me habría encantado SI no hubieran hecho aquello”? Bueno, pues mientras estaba viendo No Voltees (disponible gratis en Tubi) estaba esperando decir las mismas tonterías de siempre. Pero… no. Sí me gustó. De verdad, siento que esta película es genuinamente buena. Y no me refiero a “buena para ser película mexicana”, que de esa categoría conozco varias, ni buena como sinónimo de “pasable” o “entretenidilla”. Simplemente es buena y ya.
Es la clásica historia de dos hermanos que regresan a la casa de su infancia para visitar a su madre quien vive completamente sola y podría o no estar sufriendo de un episodio de demencia senil que les preocupa profundamente. Y, como suele suceder en este género de películas la demencia senil podría o no ser una situación paranormal que está afectando a la señora. Sustos ensue.
A ver. Dije que era buena. No que era original. Hay diferencias.
Por supuesto, a lo largo de la historia, vemos cuáles son los traumas infantiles de los protagonistas, y cómo están ligados al fantasma de la memoria de su padre falleció, quien trataba a sus vástagos de la manera en la que PETA cree que los personajes de Pokémon tratan a las creaturas de ese videojuego.
Siendo esto más un character piece que un “MIRA MIS EFECTOS TODOS TERRORÍFICOS”, me alegra decir que los actores hacen un trabajo muy sólido. Las actuaciones se sienten naturales, y puedes notar que los personajes están cargados de emociones complejas y matices. No es solo la típica película de terror donde los personajes gritan y corren. O sea, si gritan y corren, viene con el territorio, pero no nada más hacen eso. También tienen conversaciones serias acerca de cómo les afectó la existencia de su papá y cómo eso repercute en sus vidas cotidianas. En ningún momento se siente que estén sobreactuando, y eso ayuda a que el espectador se sienta realmente inmerso en la historia.
La construcción de la película es muy precisa en lo que intenta hacer y está muy bien enfocada. Parte de lo que le ayuda a funcionar tan bien, es que la acción se desarrolla casi únicamente en una sola locación, además de que se nos presentan a muy pocos personajes, por lo que se siente concisa y sin pretensiones exageradas de ser algo que no le alcanza el presupuesto para ser. Lo más importante, intenta contar una historia que está muy bien ligada a sus temas principales de drama familiar y abuso infantil. Trigger warning, supongo.
No tienes que estrujar las neuronas innecesariamente ni armar ningún rompecabezas imaginaro para entender lo que pasa o hacia dónde va la historia. No hay necesidad de generar ideas que comiencen con un “¿qué tal si…?” o “a ver, suponiendo que…” para que los mismos malabares mentales de la audiencia arreglen la falta de coherencia narrativa que no pudieron hacer desde el guión. Todo está ahí, puesto en pantalla para que se pueda disfrutar de la experiencia sin problema. Los simbolismos y metáforas están clarísimos, pero, además, están trabajados con delicadeza. Nada se siente forzado, ni misteriosamente la película termina siendo temáticamente una condenación a lo que supuestamente estaba celebrando la historia originalmente (inserte aquí referencia a Huesera)
La mayoría de los sustos, por ejemplo, vienen de los personajes mismos, de sus acciones, de lo que se ha estado preparando con ellos desde el principio. Es decir, no nos llenan la pantalla de efectos especiales exagerados o de secuencias visuales que solo buscan que el espectador diga “¡asupinshimare, ¿QUÉ FUE ESO?!” Aquí, la esencia del terror se enfoca en lo humano y en lo psicológico. Esto, para mí, es de lo mejor que una película de terror puede ofrecer. Es algo que los buenos exponentes del género ya saben: los monstruos son más aterradores cuando se sienten cerca, cuando son reflejos de algo dentro de nosotros. En ese sentido, la película logra crear una atmósfera densa y atrapante sin tener que recurrir a (tantos) trucos baratos, y en ese sentido, hay muy pocas quejas de mi parte.
O sea, no les voy a mentir, si hay más de dos escenas de efectos especiales y maquillaje aterrador que, pues… mira, lo intentaron, ¿no? Hicieron lo que pudieron con el dinero que tenían y se aprecia el esfuerzo. Pero tampoco es como el enfoque principal de la experiencia, por lo que se puede dejar pasar. Además, las soluciones visuales que se avientan en los últimos diez-quince minutos, sobre todo las pensadas para dar miedo, están rechulas y súper sencillas de llevar a cabo. Pero sí, la falta de ceros en el cheque que les dio la producción si se nota un poquito.
Con esto no estoy diciendo que la película sea aburrida o le falte creatividad. Hay varios encuadres de cámara súper efectivos que construyen tensión y añaden un toque artístico sutil pero preciso. La(mayoría de la)s imágenes están cuidadas hasta el detalle, y, especialmente hacia el final, te encuentras con varias secuencias visualmente impactantes que demuestran que el equipo detrás sabía exactamente cómo usar el lenguaje visual. No están sobrecargadas ni fuera de lugar, sino que parecen tener un propósito claro en la narrativa.
Sobre eso mismo, lo que me fascinó es cómo esta película no intenta ser algo que no es. Muchas veces vemos películas que intentan ser “la próxima gran cosa,” saturando cada escena con imágenes sobrecargadas, efectos especiales de dudosa calidad, o simbolismos tan rebuscados que terminas preguntándote qué acabas de ver. Aquí no. La película sabe muy bien sus límites, y trabaja dentro de ellos de una manera impecable. La gente detrás de la película claramente tenía muy en claro cual era el presupuesto y se trabajó sabiendo que no se podía gastar de más.
Una cosa que si tengo que mencionar que me chocó un poco, sería el escenario. La película se desarrolla en una mansión gigantesca en medio del bosque, algo que no es imposible en México, pero sí bastante raro. No sé ustedes, pero personalmente, nunca he visto algo ni remotamente parecido en la vida real. Da la sensación de que eligieron este lugar para tener una película un poco más “universal” (o sea, más gringa, pues) para poder vender la película al mercado internacional. Y bueno, supongo que les funcionó, porque lograron un acuerdo con Tubi Originals, y qué bueno por ellos. Pero… se siente un tanto fabricado, ¿saben? Como que algo no cuadra.
Ahora, este pequeño detalle no le quita mérito a la historia. La mansión no es solo una locación más: juega un rol en la narrativa, y su diseño contribuye a la sensación de claustrofobia y tensión que se va acumulando a lo largo de la película. Las paredes parecen cerrarse sobre los personajes, y los corredores largos y las habitaciones oscuras ayudan a construir ese miedo visceral que el director busca evocar. Así que, aunque la elección de locación puede ser un tanto “no-muy-mexicana,” realmente termina funcionando bien para los objetivos de la historia.
Por otro lado, el equipo de arte se autofeló durísimo con lo bien que trabajaron. Desde el principio se nota su esfuerzo por crear un universo real y funcional dentro de la lógica de la película. Se crearon programas de televisión (con la misma calidad cutre de las comedias de Televisa de los 80), y no hay ningún producto a la vista al cual no le hayan inventado una marca original para evitar hacer menciones comerciales innecesarias. O sea, nivel, incluso cuando salen a cuadro las conversaciones de WhatsApp entre personajes HAY MENSAJES ANTERIORES A LO RELEVANTE A LA HISTORIA. Es como si fueran personas reales que interactúan entre ellas antes de que las pongan frente a cámara.
Sé que es un detalle super ínfimo, pero la cantidad de películas en donde las conversaciones por chat entre personas están vacías hasta que empieza la escena de los mensajes de texto que he visto es enorme.
Creo que lo que más me entusiasma de todo esto es la promesa de que este dúo de escritor y director, si vuelven a trabajar juntos, puedan crear otras joyas como esta. Realmente quiero ver más de su trabajo. Han demostrado tener una comprensión profunda de lo que hace que el terror funcione, y con más experiencia y tal vez un poco más de presupuesto, creo que podrían llegar a hacer algo verdaderamente memorable. Con esta película, han sentado una base firme; han demostrado que en México se pueden hacer películas de terror de calidad.
También lee: Mi primer acercamiento al cine de terror | Columna de Guille Carregha
#4 Tiempos
Los desastres NO son naturales, tema de La Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
EL CRONOPIO
La Dra. Patricia Julio Miranda de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la UASLP será la encargada de dictar la siguiente charla del ciclo La Ciencia en el Bar, la cual se llevará a cabo el miércoles 30 de octubre en punto de las ocho de la noche en Cervecería San Luis, ubicada en Calzada de Guadalupe 326 en punto de las ocho de la noche, quien hablará sobre: los desastres NO son naturales.
Esta es la segunda ocasión que la Dra. Patricia Julio participa en el programa de La Ciencia en el Bar; en 2009 cuando disertó sobre Interacción hielo-fuego, trató sobre la perdida de hielos perenes como el caso de los volcanes mexicanos el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, por ejemplo, situaciones derivadas por el cambio climático, tema que es uno de sus intereses de investigación.
El tema de desastres naturales es otro de sus tópicos de trabajo el tema de “Resiliencia a nivel comunitario”, y que tiene que ver el cómo las comunidades viven los riesgos bajo los cuales se encuentran, así como las decisiones que toman a partir de la percepción del riesgo para poder afrontarlos.
En San Luis Potosí, lugar donde se ha practicado la minería y se utiliza el agua subterránea y la proliferación de pozos, es una zona que puede presentar problemas de hundimiento, el cual se conoce como subsidencia, el hundimiento progresivo de un terreno, para lo cual el Instituto de Geología de la UASLP ha realizado estudios que le permiten contar con un mapa de lugares con subsidencia, puntos que ha evaluado la Dra. Patricia Julio en cuanto a aspectos estructurales y sociales.
La Dra. Patricia Julio Miranda ingresó como investigadora a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí en el año 2006, estudió la licenciatura en geografía en la UNAM, una ma estría en geomorfología y el doctorado en vulcanología en la propia UNAM. En la UASLP es profesora en la licenciatura de Arqueología la que ha dirigido y participa en el posgrado en Ciencias Ambientales.
Por qué se presentan los desastres y cómo pueden prevenirse, es el tema que ha inquietado a la Dra. Patricia Julio y del cual nos estará platicando en su sesión de La Ciencia en el Bar, donde podremos enterarnos de la situación que guarda San Luis Potosí en el problema de subsidencia y cuáles son los factores humanos que propician estos problemas y cómo podemos prevenirlos o evitar que progresen esos hundimientos.
En la charla nos hablará sobre:
Aún hay una amplia percepción en la sociedad de que los fenómenos naturales, como sismos, tornados, sequías, etc, son los causantes de la pérdida de vidas humanas y materiales, pero este paradigma ya ha sido superado. Desde las ciencias sociales se ha ido comprendiendo la complejidad de los desastres y la influencia de los factores sociales, incluyendo la crisis ambiental que estamos experimentando, en la ocurrencia de estos. Es por ello que en la charla se ofrecerán argumentos para comprender por qué los desastres NO son naturales.
Los invitamos a escuchar la charla y enterarse de este tema de la voz de la experta en este tipo de problemas así mismo los invitamos a que estén pendientes de la programación de sesiones de La Ciencia en el Bar, los últimos miércoles de cada mes, las cuales se están realizando en la Cervecería San Luis ubicada en Calzada de Guadalupe 326 en punto de las ocho de la noche.
También lee: Las científicas a cargo de La Ciencia en el Bar | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash
#4 Tiempos
La maldición fuera del Lastras | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
TESTEANDO
San Luis está pasando por un momento complicado. La verdad es que sus juegos de visitante se han convertido en una pesadilla, y cada derrota parece pesar más que la anterior. Con cada partido que se juega fuera de casa, el equipo se aleja más de sus objetivos, y eso no solo afecta la tabla, sino también la moral del plantel y la confianza de los aficionados.
Desde que arrancó la temporada 2023-2024, San Luis ha tenido dificultades para sacar buenos resultados en los partidos como visitante. Hasta ahora en el actual torneo, el equipo ha disputado seis partidos fuera de casa y solo ha logrado una empate, lo que se traduce en una preocupante tasa de efectividad del 16.7% en esos encuentros. Las estadísticas son bastante preocupantes: han dejado escapar puntos importantes en campos que deberían ser accesibles, como el Estadio de León donde se esperaba al menos el empate o en Mazatlán de donde los locales alcanzaron a quedarse con un punto.
La falta de puntería en el ataque ha sido un factor clave en esta mala racha. En esos seis partidos, San Luis ha anotado apenas 3 goles lo que resalta una media de 0.5 goles por partido. En contraste, han recibido 1.8 goles por partido, lo que refleja una defensa vulnerable que necesita ajustes urgentes. En un torneo tan competitivo como el fútbol mexicano, cada punto cuenta, y perder oportunidades puede costar caro en la lucha por un lugar en la liguilla.
Lo más alarmante es cómo esta situación afecta la mentalidad del equipo. Jugar de visitante puede ser una presión extra, especialmente cuando las cosas no salen bien. Los jugadores pueden empezar a sentir el peso de las expectativas y eso puede llevar a un círculo vicioso de ansiedad y bajo rendimiento. Es fundamental que el cuerpo técnico no solo trabaje en las tácticas, sino que también ayude a fortalecer la confianza del grupo. La mentalidad ganadora es clave para salir de este bache.
El próximo partido será crucial. Cada encuentro es una nueva oportunidad para demostrar que pueden cambiar su suerte. La clave estará en encontrar un equilibrio entre defensa y ataque. Tal vez sea momento de ajustar la alineación o implementar nuevas tácticas que les permitan adaptarse mejor a las circunstancias del juego visitante. Por ejemplo, podrían considerar utilizar un esquema más defensivo al inicio del partido para ganar confianza y luego buscar el gol cuando se sientan más seguros.
La visita a Juárez parece accesible, sin embargo es compleja la realidad, el equipo de la frontera busca cerrar dignamente el torneo y ve en San Luis, un rival al que históricamente lo derrotan en su casa.
Es hora de que el equipo se levante y muestre su verdadero potencial. La afición espera ansiosa ese momento; un triunfo fuera de casa podría ser justo lo que necesitan para encender una nueva racha positiva.
En resumen, la mala racha de juegos de visitante no define a San Luis, pero sí representa un desafío grande que deben enfrentar con mentalidad y estrategia. Cada partido es una nueva oportunidad para cambiar la narrativa y demostrar que este equipo tiene lo necesario para competir no solo de local, San Luis tiene una gran oportunidad de cerrar bien el torneo, tres visitas y un juego de local, parece un plato interesante en búsqueda de la clasificación, el secreto parece ser en rescatar por lo menos un triunfo de visita, tomando en cuenta que de local el rival parece a modo, con esto San Luis puede volver a ser un contendiente temido tanto en casa como fuera de ella.
¡Vamos, San Luis!
También lee: Un encuentro cargado de historia y pasión | Columna de Arturo Mena “Nefrox”
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