diciembre 3, 2025

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#4 Tiempos

Ricardo u Octavio, he ahí el dilema | Columna de Jorge Saldaña

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TERCERA LLAMADA.

 

Culto Público, lo invito a participar en la más bonita, fidedigna, transparente, pero sobre todo útil de las encuestas: He decidido contratar a Massive Caller, la encuestadora de cabecera de Octavio Pedroza, para que publique en los próximos días que su servidor tiene la nariz más respingada y estética de todo el país, compitiendo apenas unos puntos por debajo de la Miss Universo y hermosísima chihuahuense, Andrea Meza.

También romperé mi cochinito y pagaré a la nacional y mundialmente desconocida empresa FactoMétrica, casa encuestadora de Mónica Rangel y casi todos los candidatos morenistas de la elección, para que aseguren por todo lo alto (pero sobre todo por todo lo bajo) que este aprendiz de reportero arrasará contundente e irreversiblemente la elección sobre quién es el vecino mejor portado, el que se levanta más temprano, hace menos ruido los fines de semana y el más simpático de mi populosa colonia.

Mi más cercano competidor (con 5 puntos de diferencia) es una simpática monja en retiro, que organiza el Ángelus todos los días aquí cerca.

Ya encarrerado, pediré a la empresa Demotecnia de María de las Heras, la encuestadora de Ricardo Gallardo, que arroje y publique los resultados de un estudio en el que se asegure que, con 20 puntos de ventaja, en los próximos meses seré el ganador indiscutible del primer concurso estatal de brillo ocular, empatía y encanto natural.

Por el bien de todos, en ninguno de los ejercicios se tomará en cuenta la prueba del traje de baño, pero en todos resultaré ganador.

Así de confiables y fehacientes son las encuestas que los tres candidatos finalistas han usado como material de propaganda desde el inicio de la contienda, para mi gusto una herramienta sobre-utilizada, al grado que hoy se les desestima por completo.

¡Ah!, pero no tema el Culto Público, este audaz golpeatecleados, ha tenido acceso a algunos otros ejercicios, los cuales considero dignos, al menos, de un poco de atención, por la única razón de que me consta no están pagados por candidato alguno, y por no haber sido publicados, aún, en ningún lado como material de campaña.

Me refiero en específico a la encuesta levantada por México Elige, a través de la empresa Investigaciones Digitales, y a la que reposa en el escritorio del gobernador Juan Manuel Carreras elaborada por Arias Consultores.

No tengo autorización expresa de ninguna de las empresas para publicar sus gráficos como lo solicitan en el propio estudio, por ello solamente hago referencia a cada una y dejaré el sitio web y plataformas de contacto de cada una para que usted pueda comprobar la certeza y veracidad de las cifras.

Al grano: ¿Cómo van?

En el estudio de México Opina, Ricardo “El Pollo” Gallardo aventaja la elección con el 35.3 por ciento de las preferencias. Le sigue Octavio Pedroza con el 31.9% (3.4 puntos de diferencia) y en tercer lugar se ubica Mónica Liliana Rangel con el 16.8% (18.5 escalones de diferencia con el primer lugar). [email protected] y www.mexicoelige.com

Aunque ya dije que la encuesta no está patrocinada por el Pollo, ni por ninguno de los contendientes (para que ni empiecen) en lo particular me parece que su metodología está pobremente explicada, no deja clara la forma de elección de la muestra (2 mil 914 encuestados) ni las condiciones de exclusión, o no, de los levantamientos.

El segundo informe electoral al que me refiero, de Arias Consultores, con una técnica y metodología mucho más precisa (hasta el precio del estudio publican) coloca, al 13 de mayo, a Ricardo Gallardo Cardona como puntero de la encuesta con un 32.8 por ciento de las preferencias, seguido de Octavio Pedroza con 26% y en tercer lugar a la doctora Rangel con el 24 de los puntos porcentuales. www.ariasconsultores.com Contacto: Luis Octavio Arias Ortiz. www.facebook.com/ariasconsultores, Paseo de la Reforma 483 piso 14 Colonia Cuauhtémoc. Correo: [email protected]

A simple vista, el estudio de Arias arroja resultados mucho más cerrados entre el triduo puntero, pero ambas casas coinciden en el orden de las preferencias.

De ahí me explico tanto vaivén de trompazos mediáticos, el origen de las denuncias de ida y vuelta, de la guerra declarativa entre los voceros de ambos bandos y la desesperación por la colocación masiva de encuestas cuchareadas.

La elección vive su punto más critico, se está cerrando como Oxxo a las 10 o como banco a las 5, todo está en juego, ya no hay vuelta para atrás, las fichas están en su número y chin chin el que se raje.

Ya no bajaron ni bajarán al Pollo de la contienda, lo harían víctima en automático y virtual ganador antes de la votación. Los amarres con el presidente ya no los desata ni Mario Delgado, Gallardo cumplirá con las diputaciones federales prometidas a la federación y espera el respeto a los resultados finales por parte de la presidencia, la petición de operar a favor de Mónica en el día “D” (versión que corre en las más altas esferas), de ser cierta, llegó demasiado tarde. Los compromisos están firmes y el Gallardismo defenderá con todo lo que tenga a su alcance sus puntos de ventaja.

Bien lo dijo Riva Palacios en su columna de ayer miércoles sobre el Pollo Gallardo, que pese a lo que se diga del candidato, a la fecha todo son “percepciones y no realidades”.

Octavio por su parte, vive su mejor momento, ya no tiene razón para cuidar las formas con la contendiente de Morena, ex compañera de gabinete de su hermano y protegida indirectamente por el gobernador Carreras.

Ya no tiene que cuidar las formas con él, Carreras ya decidió (o lo hicieron decidir desde alguna llamada o reunión en una oficina del Zócalo) sacar las manos y dejar correr la elección tal cual lo arrojan los resultados, por lo tanto, el ingeniero Octavio tiene el campo libre para hacer notar y contrastar su proyecto frente a los dos restantes. La traba constante de “quedar bien” con todo el mundo ha quedado rebasada.

Es tiempo de Octavio para lanzarse con todo por la bandera ANTI-Cuarta Transformación, que hoy pertenece al Pollo mucho más que a Mónica, pero no con golpes bajos, tampoco con expedientes armados a modo que no llevan a ningún lado y que no son rentables electoralmente, esos se quedan en el campo de la velocidad ingrata y efímera de lo mediático. Esa estrategia ya está agotada.

Es hora que su equipo desborde pasión, no importa que haya llegado en mal momento la orden de aprehensión contra Cabeza de Vaca, no importa si su hermano salió o no del gabinete justo después de la acusación (desde mi punto de vista muy débil) de Arturo Segoviano, si Octavio quiere ser gobernador, debe demostrar en los próximos 5 días que todo esto lo puede superar con estrategia, y efectivamente puede ser el gobernador de los potosinos. Fortalecer sus enlaces, invitar a expertos en estrategia, no confiarse, usar sin miedo los recursos, tomando el timón por propia mano y navegar contra viento y marea.

Golpear y callar es lo más fácil, conmover y convencer, lo más difícil.

Octavio trae fragata ganadora, que levante pues las velas y no se desgaste en remeros de las inquinas y fomentadores de la polarización bajuna, agorera de inestabilidad post-electoral. Si el viento hoy no lo tiene a favor, no hay más que buscar el ángulo correcto de las velas.

A Mónica, la doctora, todo parece que le faltará un mes de campaña que no tiene. Su curva de aprendizaje fue muy lenta, la estructura y los recursos le llegaron tarde, el despliegue y la movilización apenas lo están atendiendo y ni idea tienen de la ubicación o diagnóstico de las 355 secciones básicas para ganar puntos. Su única esperanza es la de una intervención presidencial forzada y caprichosa que sería tan notoria como humillante.

En pocas palabras, Culto Público, a 17 días de la contienda, en mi humilde opinión la final está entre el Pollo Gallardo y Octavio Pedroza, alguno de los dos será el próximo gobernador, pero solo de ellos depende dar el último estirón, es la hora de que aguante la riata porque es el último jalón, ahora es cuando chile (verde y coalicionista) en el que hay que dar sabor al caldo.

La guerra de encuestas está rebasada, jueguen sus cartas, vienen las últimas semanas, pongan a trabajar a sus candidatos municipales y diputados locales, no hay más. ¿Quieren ganar o no? Ambos (o el triduo por respeto a los números de la doctora) ofrecen un cambio. ¿Por qué no lo demuestran en los próximos 17 días evitando la guerra sucia, la compra de votos? Con ninguno de los tres en el palacio, nos iría mal a los potosinos, compórtense, si me permiten la sugerencia, más como estadistas y políticos de altura, que como niños berrinchudos arrebatándose el juguete, acusando con sus mamás, llorando a grito pelón o presumiendo los dibujos de sus propias encuestas.

Digo y repito: es una simple sugerencia, pero hagan lo que quieran finalmente, si la campaña la polarizan en lo negativo en estos últimos días, en el pecado llevarán la penitencia, el que gane recibirá un estado en hervor, con poco margen de gobernabilidad y con su legitimidad cuestionada.

Para despedirme, un último dato: de acuerdo a PentaMarketing (que hace mucho no publica nada) su servidor lleva 51 puntos de ventaja para convertirme en el primer reportero en ser enviado a Marte, 49 puntos de ventaja para ganar el concurso de las uñas de los pies mejor arregladas y es irreversible mi triunfo frente a todos los potosinos por tener a la novia con más bonitos ojos (esa encuesta la levanté yo y el universo muestral fue de 1).

Ya en serio, faltan 17 días, son pocos para hacer mucho, y muchos para no hacer nada.

Hasta muy pronto, Culto Público y una disculpa de antemano por la extensión de la presente, no tuve tiempo de escribir poco.

Hasta muy pronto.

@jfsh007

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#4 Tiempos

El Piano eléctrico: desarrollo potosino | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

Los diseños de pianos electromecánicos tuvieron su auge en 1929 y en la década de los cincuenta del siglo XX comenzaron a usarse en audiciones públicas. La historia de su desarrollo menciona los nombres de Lloyd Loar, Benjamin Meissner, Rudolph Wurlizer, Harold Rodhes y el piano Neo-Bechstein, entre los principales.

Sin embargo, el nombre de Francisco Javier Estrada no aparece en estos recuentos, a pesar de haber sido el primer reporte de un diseño de piano eléctrico a nivel mundial, como resultado de sus investigaciones en reproducción del sonido por medios eléctricos. El reporte público de Estrada se realizó el 19 de diciembre de 1878 en el periódico El Siglo XIX, donde Estrada daba cuenta de sus experimentos con una cuerda vibratoria y su transducción a señal eléctrica, mediante una membrana de tambor que amplificaba el sonido. Estrada, solo presentó su idea y diseño y la puso al servicio de los interesados a finde que pudieran materializarla y mejorarla, al no poder solventar los gastos necesarios para su construcción y la falta de servicios artesanales especializados. Estrada decidía publicar los principios y la descripción del instrumento citado, temeroso de que algún día, no muy lejano, se presentara del extranjero algún instrumento de música idéntico o semejante, o lo que era peor, alguna petición exótica de privilegio con perjuicio de los artesanos mexicanos.

Ochenta años mediaron entre la publicación del diseño de Estrada y la materialización en el extranjero de un piano eléctrico con funcionamiento electro-mecánico.

Para mayores detalles y más información pueden consultar mi artículo alojado en la dirección:

(PDF) Francisco Javier Estrada el inventor del piano eléctrico. Available from: https://www.researchgate.net/publication/396325293_Francisco_Javier_Estrada_el_inventor_del_piano_electrico.

Francisco Javier Estrada insigne científico potosino que destacó a nivel mundial en el ámbito de la física en el siglo XIX convirtiéndose en el físico más importante de México, tiene una numerosa contribución de aportes, de primicias mundiales, las cuales en su mayoría son desconocidas o adjudicadas a otros personajes.

Hemos estado realizando investigación y difusión sobre la vida y obra de este genial potosino, Francisco Javier Estrada y en esta columna del Cronopio en la Orquesta, hemos tratado algunas de esas trascendentales aportaciones.

Una de las aportaciones técnicas de Francisco Javier Estrada que no aparecen en los registros científicos históricos es la propuesta de reproducción del sonido por medios eléctricos. Su tema central de trabajo que implementó en la década de los setenta decimonónicos fue la reproducción del sonido, colocándose en la frontera del conocimiento en ese tema.

Como hemos apuntado en trabajos anteriores, muchas de sus aportaciones y primicias mundiales han quedado en el olvido y poco a poco se están rescatando para colocar en la palestra mundial el gran genio de Estrada, como el físico mexicano más importante del siglo XIX y uno de los principales a nivel mundial,

cuyas glorias no se proyectaron por la idiosincrasia social del país, aunque su genio de cierta forma era reconocido en el país, aunque no lo suficiente.

Sistemas como el motor eléctrico, nuevos sistemas de telefonía y la comunicación inalámbrica son parte de sus aportaciones trascendentes que cambiaron a nuestras sociedades y cuyas aportaciones aprovechadas por otros científicos dejan de lado la aportación primaria de Estrada en la historia de la ciencia y la tecnología. Como una aplicación de sus investigaciones en electromagnetismo y reproducción del sonido, se encuentra su propuesta de un piano eléctrico, cuyos experimentos base realizó en San Luis Potosí y con los que propuso un diseño para la construcción de un piano eléctrico que transformaba las vibraciones acústicas en eléctricas con el fin de amplificar el sonido.

El piano como tal no pudo construirlo por carecer de recursos suficientes, así como problemas para abastecerse de los materiales necesarios y el apoyo de los constructores artesanos; sin embargo, publicó en medios de comunicación masiva sus propuestas con el fin de registrar su idea, sus experimentos y su diseño para la construcción del piano eléctrico y su extensión a otros instrumentos de cuerda.

Su propuesta era resultado de experimentos anteriores de Estrada con sistemas telefónicos, donde había realizado mejoras a los ya existentes, logrando construir teléfonos cuya reproducción del sonido era más clara y de mayor intensidad. Parte de esas mejoras las utilizaría en su propuesta del piano eléctrico, entre ellas los fundamentos de micrófonos de carbón y de la comunicación inalámbrica.

Los potosinos debemos estar orgullosos de Francisco Estrada y colocar su nombre como debe de ser, en la historia de la civilización.

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#4 Tiempos

Consideraciones sobre la amabilidad | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

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LETRAS minúsculas

 

Tenía Víctor Hugo, el gran escritor francés, veintisiete años de edad cuando publicó, en 1829, El último día de un condenado, novela o largo relato en el que se pone a describir los pensamientos íntimos, las agitaciones interiores y los estados de ánimo que se apoderan de un hombre que pronto -muy pronto- va a tener que morir. La justicia ha señalado ya el día y la hora en que deberá tener lugar la ejecución; todo, pues, está listo…

Pero, no: ¡no todo está listo! Puede que lo esté el cadalso, puede que lo esté el verdugo, pero este hombre todavía no está listo. ¡Aún no sabe por qué debe morir! «Soy joven, estoy sano y fuerte –gime en el calabozo-. La sangre circula libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; estoy robusto de cuerpo y de mente, preparado para una larga vida. Sí, todo esto es verdad; y, sin embargo, padezco una enfermedad, una enfermedad mortal, provocada por la mano del hombre».

Afuera, en la calle, todos ríen y se gozan: el calor del sol es bueno, la vida es bella. ¡Ah, tienen razón al mostrarse tan alegres! Para ellos hay futuro. ¿Cómo no sonreír cuando a la noche sigue el día, cuando se espera vivir muchas noches y muchos días? En cambio él… ¡Quizá no haya para él ni otra noche ni otro día!

Llama la atención, sin embargo, cómo es que este hombre se da cuenta de que no le queda mucho tiempo: ¡por la amabilidad del personal penitenciario! ¿De cuándo acá se mostraban tan amables estos monstruos de indiferencia? ¿De cuando acá? «El camarero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se quita el gorro, me saluda, pide perdón por molestarme y me pregunta, suavizando en lo posible su voz ruda, lo que deseo para el desayuno. Me entran escalofríos. ¿Será hoy?».

Es decir, ¿será hoy cuando tenga que ser ejecutado? Tanto refinamiento, tanta delicadeza le parecen francamente sospechosos. Hasta hace poco todos le hablaban a gritos, brutalmente, pero hoy se descubren la cabeza para saludarlo y hasta ejecutan ante él respetuosas reverencias. Sí, es posible que sea hoy. El condenado, entonces, se pone a temblar. Es que no era normal, no era normal en absoluto que…

Pero las cosas se complican todavía más cuando, de pronto, la reja del calabozo se abre y aparece en el marco de la puerta una figura pequeña, de largos bigotes negros, y amable hasta la falsedad. «Sí, es hoy –piensa el condenado al ver a este individuo ejecutando todas las ceremonias de la cortesía-. El mismo director de la prisión ha venido a visitarme. Me pregunta lo que me gustaría o podría serme de utilidad; incluso hasta expresó el deseo de que no tuviera quejas de él o de sus subordinados; se interesó por mi salud y por cómo había pasado la noche. ¡Al salir me llamó señor! ¡Sí, es hoy!».

Y admírese usted: los pensamientos del condenado resultaron ser ciertos; su intuición no lo engañó. Era hoy, precisamente cuando debía morir. No se equivocaba.

¿Por qué los humanos dejamos la amabilidad y la cortesía para el último momento? Al parecer, sólo los muertos –o los que están a punto de serlo- logran conmovernos. «¡Cómo admiramos a los maestros que ya no hablan y que tienen la boca llena de tierra! –exclama el personaje único de La caída

, el famoso monólogo de Albert Camus (1913-1960)-. El homenaje se les ofrece entonces con toda naturalidad, ese homenaje que, tal vez, ellos habían estado esperando que les rindiésemos durante toda su vida… Observe usted a mis vecinos, si por casualidad sobreviene un deceso en el edificio en el que usted vive. Los inquilinos dormían su vida insignificante y, de pronto, por ejemplo, muere el portero. Inmediatamente se despiertan, se agitan, se informan, se apiadan».

¡Los hombres sólo somos corteses con los muertos! He aquí lo que el Nóbel francés quiso decir. Pero no sólo lo dice él. He aquí, por ejemplo, lo que Máximo Gorki (1868-1936), el escritor ruso, escribió en su autobiografía: «¡Las misas de difuntos son las más bellas de toda la liturgia! ¡Hay en ellas ternura y piedad para los hombres! ¡Nuestros semejantes no compadecen sino a los muertos!».

Está bien, está bien, así es. Y, sin embargo –me digo-, he aquí un método para cultivar la cortesía: ver en el otro, ese que ahora está junto a mí, un condenado a muerte -¡que lo es, sólo que él no lo sabe, o lo ignora, o no quiere pensar en ello!- y tratarlo como si mañana ya no fuera a estar aquí; tratarlo, en una palabra, con las mismas atenciones que el carcelero dispensó al condenado a muerte en el relato de Víctor Hugo. ¡Ah, si nos viéramos como somos, es decir, como mortales, qué dulces seríamos en nuestras relaciones, y qué corteses!

Dice Aliosha a Lisa en Los hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski (1821-1881): «Hay que tratar muy a menudo a las personas como si fueran niños, y a veces como si fueran enfermos». No está mal, no está del todo mal. ¿Con qué delicadeza no trataríamos a una persona si supiéramos que quizá hoy mismo va a morirse? ¿Y cómo estar seguros que no será hoy el día en que morirá? Por eso, más vale ser amables con él.

Otra cita más; ahora la he tomado de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato (1911-2011), el escritor argentino: «¿Sería uno tan duro con los seres humanos si se supiese la verdad que algún día se han de morir y que nada de lo que se les dijo se podrá ya rectificar?».

Todos los hombres son mortales, Juan es hombre, luego Juan es mortal. El silogismo nos sale bien; en el fondo, los hombres no somos tan ilógicos como parecemos a primera vista. Sólo que no siempre sacamos de nuestros razonamientos todas las consecuencias pertinentes al caso.

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“México, esta niebla que arde” | Apuntes de Jorge Saldaña

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APUNTES

Culto Público, si no han leído la novela “Niebla Ardiente” de la muy joven escritora, Laura Baeza, les recomiendo hacerlo como desde ayer

Tuve la oportunidad de conocer a Laura personalmente hará unos cuatro años, ¿Qué les digo? Una de esas circunstancias alineadas que convergieron en el segundo piso de la librería Gandhi del centro, la de los Arcos Ipiña.

Fue en un taller breve de escritura creativa previo a la presentación formal de su libro, el que les recomiendo. Si conocerla fue una circunstancia, convivir con ella e intercambiar casualidades fue de plano como regalo de estrella fugaz.

Fui de los selectos y afortunados que en grupo terminamos sentados con ella en “La Oruga y la Cebada” en el Callejón San Francisco, conversando sobre lo que duele y lo que salva, entre un par de cervezas y una cena sencilla.

Ella me firmó su libro con una frase que ahora, en este 25 de noviembre, regresó a mi atormentada cabeza: “A Jorge, que siempre nos una el deseo por hallar algo más en esta realidad tan rara…con todo cariño, Laura Baeza”. El momento de por sí, ya era una realidad rara.

A la distancia, empiezo a creer que su frase fue más que optimismo, y es más un deber moral, y es que su ficción (vuelta a releer en estos días) se parece demasiado a México.

No es “spoiler” (o como se diga) pero “Niebla Ardiente” detalla el regreso de su protagonista Esther a México pensando en encontrar a su hermana Irene, quien había desaparecido hace años, y a quien creía muerta, cuando de la nada, un primero de enero en un reportaje que vio en la televisión, Esther la reconoce en una marcha y se lanza en su búsqueda.

Pero la novela, la primera de Laura (y creo que premiada) realmente no comienza allí. Comienza donde casi todas las historias de violencia en este país empiezan: en los pasillos de la burocracia, en los que los papeles cuentan más que las personas.

Esther aparece en un México reconocible para cualquiera: expedientes mutilados, archivos “perdidos”, oficinas donde la verdad siempre llega después de que las secretarias coman sus gorditas grasosas y funcionarios que usan el futuro para encubrir lo que nunca harán.

Es en esa atmósfera donde la desaparición deja de ser un crimen y se convierte en un proceso. Como alguien escribió: los países se definen por cómo recuerdan; México, al parecer, se define en cómo olvida.

En medio de esa maquinaria oxidada, Esther descubre a un policía. No es un héroe: es un hombre cansado que simplemente no rompe las reglas pero las dobla para que la realidad duela un poco menos. Ese personaje era como algo que escribió una pensadora feminista de la que en este momento no recuerdo su nombre “la dignidad aparece cuando alguien no mira hacia otro lado”.

En fin, siguiendo con la novela y nuestra realidad, este policía mira. Acompaña. Abre una grieta. Y sin embargo, ni siquiera es lo suficientemente poderoso para luchar contra un país donde las fosas clandestinas actúan como el archivo nacional.

La comparativa y reflexión con la novela va porque hoy es 25 de noviembre y México sigue siendo esa tierra donde la violencia parece que no importa, sino que se repite. Casi 2 feminicidios cada día. 3,284 mujeres asesinadas en 2024. 89% de impunidad. Una agresión física cada siete minutos. Más de 10 millones de mujeres violentadas digitalmente. En San Luis Potosí, 24,000 víctimas por cada 100,000 mujeres.

Uno quisiera creer que estos números son de un país lejano, pero no. Están aquí, sobre las mismas banquetas que caminamos todos los días. Ese es el verdadero crimen de México: haber entrenado a la gente para no sorprenderse.

Sí, no se debe negar que mucho se ha hecho pero poco alivia (hoy casi todos los gobiernos e instituciones hablan de esto, pero mañana la rutina sigue).

Sí, con la llegada de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, llegaron todas…excepto las que no alcanzaron a llegar porque les truncaron la vida.

El nuestro, es un país donde buscar es amor—y protesta.

Igual que como ocurre en la novela de Laura, que no describe un país imaginado sino nuestro México. Uno donde las hermanas encuentran hermanas, donde las madres encuentran hijas, donde las mujeres salvan mujeres. Un país donde todavía hay justicia, pero casi siempre fuera de los edificios públicos.

Y así como Esther enfrenta la niebla, miles enfrentan la opacidad del Estado día tras día: ventanas cerradas, sistemas incompatibles, versiones contradictorias, funcionarios que deletrean la palabra “protocolo” como si lanzaran un hechizo contra la verdad.

México es hogar de una burocracia tan grande que hasta la violencia tiene formularios que completar.

Tras varios años de no recordar la anécdota con la escritora, hoy vuelvo a esa dedicatoria: “encontrar algo más en esta extraña realidad…”

Ese “algo más” no es una esperanza ingenua. Es algo que se parece más a la obligación de nunca acostumbrarse, “la memoria es la única defensa contra la repetición del horror”.

Por esa razón, espero, que por cada mujer desaparecida o mujer luchando por no desaparecer, o lidiando contra cualquier tipo de violencia, recordemos que la niebla espesa arde. Y que si arde, es porque la herida está abierta.

Hasta la próxima. Jorge Saldaña.

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