diciembre 1, 2025

Conecta con nosotros

#4 Tiempos

Los fifís aviadores de los niños sin hambre | Apuntes de Jorge Saldaña

Publicado hace

el

APUNTES

 

Con todo respeto a los perros, los hay finos, educados, entendidos, leales, agradecidos y graciosos. Los he visto en todas las razas y sin ella, con “pedigree” o carentes hasta de nombre, pero aún así… hay de perros a perros…

Acercamiento violento de la cámara a la cara de Xavier Nava, la pantalla se va a negros, aparece el texto “Directed By Robert B. Weide” y se escucha “Frolic” de Luciano Michelini (sí, la musiquita y remate de los memes para mayor referencia).

No es gratuito, los hechos recientes dibujan a Nava Palacios como un personaje de caricatura, absurdo, al que “nada le sale bien” como corea el Tri de México o al que “todo se le derrumbó” como canta Emmanuel.

El hombre que lo perdió todo por el todo, el que apostó un “All-in” con par de cuatros, el que pretendió ser el elegido, la “profecía del retorno” de la democracia y resultó ser el farsante más trágico e incompetente del clan.

Si se recuerda, las primeras semanas de la administración de Nava Palacios, él y su equipo se hicieron a la mar de las lágrimas, de los gimoteos, en el “miren lo que me hicieron” justificando su inoperancia, inacción y limitaciones en la narrativa de la pobre víctima.

Pero giró la ruleta y no hay 37. A poco más de tres años del “romper el silencio” y “sonar fuerte” ahora rompen en llanto y sufren fuerte. Pocos vieron “Motivos para seguir”, pero a cambio a ellos les quedaron “Motivos para sufrir” desde vergüenza (como si fuera poco) hasta procesos penales y políticos que les vienen. Si ya los habían bajado del carrusel, lo que sigue los dejará hasta afuera de la feria.

Y es que declaraciones del alcalde Enrique Galindo respecto al daño patrimonial causado por su antecesor, no son en vano, están absolutamente fundadas y tendrán consecuencias. El actual alcalde no tiene, ni ha tenido en su desempeño público, el mal hábito de la queja o del pretexto de la inercia, por eso tiene la credibilidad y las evidencias para denunciar en un acto de no omisión, más que en un acto de simple lamento.

Hay que decir que Galindo, desde la campaña dejó muy claro que no vendría a “quejarse” sino a trabajar, que finalmente quiso ser y es alcalde justamente porque sabe de la problemática citadina y convenció a los potosinos de tener las mejores estrategias para resolverla, es decir, lanzó un “yo no vine a ver si puedo, sino porque puedo vengo”.

Por eso tienen sentido y fundamento sus declaraciones que hasta donde estoy enterado se están convirtiendo en este momento en denuncia formal ante la Fiscalía del Estado.

Mire nada más Culto Público si no es para esconderse en el rincón más obscuro del planeta (como lo está haciendo Xavier Nava) el hecho de haber contratado a más de mil 500 empleados durante su administración, la cifra más alta en los últimos nueve años.

Oficinas de 17 plazas con 50 empleados, dirección de deportes con cientos y cientos de contrataciones, delegaciones atiborradas de jefes, subjefes, coordinadores, subdirectores, etc.

Pero la cosa no queda ahí, no señor. El asunto se hunde en profundo lodazal de pena porque, literalmente, pesa sobre Xavier y sus cercanos ese viejo adagio de “Pena robar y que te cachen”… y los cacharon.

Desviaron, los mismos que se decían niños honestos y sin hambre, nada más 17 millones simulando el empleo de 64 hombres y mujeres de apellidos de alta alcurnia (que se me queman los dedos por escribir sus nombres, pero sus derechos no me lo permiten) que cobraron, de 35 mil pesos mensuales para arriba, durante los 3 años de gobierno de Nava Palacios.

Sí, todos y cada uno tienen relación en mayor o en menor grado con la cúpula navista, los 64 “famosos desconocidos” que el primero de octubre tuvieron que salir de la cueva de Ali Babá para presentarse frescos y decir “yo aquí trabajo” cuando jamás se les había visto poner un pie en las oficinas municipales.

Tercia de ejemplos para que no sufran mis fogosos dedos: El señor licenciado La Fuente, que prestó servicios de asesoría externa a Xavier Nava, pero ¿qué cree?, que también estuvo incluido en la nómina y se presentó hasta peinado para atrás el primero de octubre a trabajar “pues como siempre” (ajá) a la Unidad Administrativa Municipal donde jamás lo vieron más que en contadas excepciones en las que pasaba por su doncella.

Otro es el señor Juan Hernández de los Santos, inseparable compañía del otrora alcalde en desgracia y primer promotor anti López Obrador en tierras potosinas, el heredero, el que bien comía y mejor bebía en el club de tiro Halcones, el compañero de farras y francachelas, un buen hombre que no se desempeño como nada pero que tenía plaza de 45 mil pesos mensuales y finalmente un apellido de esos que suenan familiares “Loredo Siller” a quien incluso dieron base… ¿Qué dirá el Arzobispo?

El resto de los nombres y apellidos me los reservo, Culto Público (aunque no quiero), pero le puedo comentar, con documentos que obran una de mis manos favoritas, que además de los 64 casos de aviadores municipales con aterrizaje forzoso en la administración de Galindo, existen nada más 426 trabajadores que fueron basificados por Xavi y su pandilla.

Coordinadores especializados de la dirección de recursos humanos con sueldo de 44 mil 358 pesos, gente de Oscar Valle. Otro par de beneficiados fueron los coordinadores especializados (vaya usted a saber en qué se especializaban) de la Delegación de La Pila con sueldos de 35 mil 67 pesos, gente del propio alcalde y sus allegados.

Una señorita, gente cercana al Oficial Mayor, con sueldo de 35 mil 67 también, y que por obra y gracia de la corrupción y la desvergüenza, le dieron base, igualmente otra dama, trabajando en Concertación Política, dependiente de la Secretaría General y así hasta contar 426 “pases VIP para vivir del erario” entregados arbitraria e ilegalmente.

El boquete presupuestal es de escándalo y no puede la nueva administración tolerarlo, por eso a todos los están poniendo con ambas extremidades inferiores en la carpeta de rodamiento pública, es decir, de patitas en la calle.

En resumen, sobre Xavier y su pandilla pesa una solicitud de juicio político, una denuncia por daño millonario al erario, su ex jefe de la policía está bajo investigación y con carpeta abierta por abuso de autoridad, su ex jefe de comunicación tendrá que responder a una denuncia por el desvío de otros 17 millones de pesos y su socio ex jefe de deporte municipal está bajo investigación por acoso sexual y laboral.

Por eso le digo, Culto Público, que hay de perros a perros. Por eso a la vida política de Nava y su pandilla parece una broma “Directed By Robert B. Weide”, musiquita incluida.

Para terminar, una pregunta dirigida a quien quiera responder: En un universo paralelo, en el que Nava hubiera alcanzado la gubernatura…¿perdonaría de la cárcel a Ricardo Gallardo por cualquier irregularidad que hubiera sido detectada?

Ahora regresemos al universo que habitamos. Las denuncias y pruebas contra Nava están en la Fiscalía (autónoma, pero no inconexa) y Ricardo Gallardo Cardona es el gobernador: ¿Qué cree que vaya a ocurrir pronto? Hagan sus apuestas, pero recuerden que no hay 37.

BEMOLES.

UNA DE DOS

O nadie teníamos licencia vigente, o nadie teníamos dinero. De la noche a la mañana en San Luis Potosí pasamos de tener la licencia de conducir más cara y temporal, a una gratuita y permanente. La reacción de los potosinos ante esta medida administrativa ha alcanzado niveles sin sospecha, pues literalmente hay personas que están pernoctando afuera de las oficinas recaudadoras para poder obtener su documento ya sea por primera vez o para renovarlo. El efecto masivo ya originó (para bien) que desde la Secretaría de Finanzas se giraran instrucciones para ampliar los horarios de atención hasta las 6 de la tarde y se movilice a un mayor número de personal para que atienda la alta demanda de los potosinos… y eso que apenas vienen las placas gratis. #AndabanSinLicencia #NoSeHagan

NUNCA FALTA

Evidentemente, otra de los efectos del programa de licencias gratuitas es el evidente dolor o de los envidiosos, los resentidos o los incrédulos, mismos que se han tomado su tiempo libre (que ahora tienen mucho) para incluso mandar audios más falsos que los billetes de a 4 con veinte, desalentando a la gente en diversos grupos de WhatsApp diciendo que las “licencias se agotan” ¿Qué ganan a ver? Nada más quedan como el payaso. #GenteSinQuehacer

SÍ, PERO COMO DIOS MANDA

Ayer el diputado Juan Francisco Aguilar propuso un punto de acuerdo en el congreso para crear de forma inmediata una Fiscalía Especializada en Feminicidios de manera urgente y de obvia resolución. El resto de los diputados coinciden en la necesidad de dicha figura en la Fiscalía, pero no sin estudio ni a las carreras. El tema amerita su estudio, eso sí, pronto, pero hacerlo como Dios manda. No es “enchílame otra”, pero bien por el diputado JF #DespacioQueLlevoPrisa

RIFADO

Ha generado buenos comentarios el trabajo de Christian Azuara, actual director de Servicios Municipales. Trae un ritmo de trabajo en tres turnos y se está dando atención como hace mucho no se hacía a las demandas de los ciudadanos en materia de imagen, atención a camellones, recolección, rehabilitación, reparación y mejoramiento de todos los servicios municipales que estaban muy desatendidos. Salió mejor director que regidor dicen algunos. Yo no se, pero de que se está entregando a hacer su trabajo, lo está haciendo. Desde aquí se lo agradecemos. #Gracias

Hasta el lunes, Culto Público.

Atentamente

Jorge Saldaña, el que… Hoy nada más Jorge Saldaña.

También lee: ¡Ay nanita!, la Llorona y otras leyendas de inicio de gobierno | Columna de Jorge Saldaña

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Consideraciones sobre la amabilidad | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

Publicado hace

el

LETRAS minúsculas

 

Tenía Víctor Hugo, el gran escritor francés, veintisiete años de edad cuando publicó, en 1829, El último día de un condenado, novela o largo relato en el que se pone a describir los pensamientos íntimos, las agitaciones interiores y los estados de ánimo que se apoderan de un hombre que pronto -muy pronto- va a tener que morir. La justicia ha señalado ya el día y la hora en que deberá tener lugar la ejecución; todo, pues, está listo…

Pero, no: ¡no todo está listo! Puede que lo esté el cadalso, puede que lo esté el verdugo, pero este hombre todavía no está listo. ¡Aún no sabe por qué debe morir! «Soy joven, estoy sano y fuerte –gime en el calabozo-. La sangre circula libremente por mis venas; todos mis miembros obedecen a todos mis caprichos; estoy robusto de cuerpo y de mente, preparado para una larga vida. Sí, todo esto es verdad; y, sin embargo, padezco una enfermedad, una enfermedad mortal, provocada por la mano del hombre».

Afuera, en la calle, todos ríen y se gozan: el calor del sol es bueno, la vida es bella. ¡Ah, tienen razón al mostrarse tan alegres! Para ellos hay futuro. ¿Cómo no sonreír cuando a la noche sigue el día, cuando se espera vivir muchas noches y muchos días? En cambio él… ¡Quizá no haya para él ni otra noche ni otro día!

Llama la atención, sin embargo, cómo es que este hombre se da cuenta de que no le queda mucho tiempo: ¡por la amabilidad del personal penitenciario! ¿De cuándo acá se mostraban tan amables estos monstruos de indiferencia? ¿De cuando acá? «El camarero de guardia acaba de entrar en mi calabozo, se quita el gorro, me saluda, pide perdón por molestarme y me pregunta, suavizando en lo posible su voz ruda, lo que deseo para el desayuno. Me entran escalofríos. ¿Será hoy?».

Es decir, ¿será hoy cuando tenga que ser ejecutado? Tanto refinamiento, tanta delicadeza le parecen francamente sospechosos. Hasta hace poco todos le hablaban a gritos, brutalmente, pero hoy se descubren la cabeza para saludarlo y hasta ejecutan ante él respetuosas reverencias. Sí, es posible que sea hoy. El condenado, entonces, se pone a temblar. Es que no era normal, no era normal en absoluto que…

Pero las cosas se complican todavía más cuando, de pronto, la reja del calabozo se abre y aparece en el marco de la puerta una figura pequeña, de largos bigotes negros, y amable hasta la falsedad. «Sí, es hoy –piensa el condenado al ver a este individuo ejecutando todas las ceremonias de la cortesía-. El mismo director de la prisión ha venido a visitarme. Me pregunta lo que me gustaría o podría serme de utilidad; incluso hasta expresó el deseo de que no tuviera quejas de él o de sus subordinados; se interesó por mi salud y por cómo había pasado la noche. ¡Al salir me llamó señor! ¡Sí, es hoy!».

Y admírese usted: los pensamientos del condenado resultaron ser ciertos; su intuición no lo engañó. Era hoy, precisamente cuando debía morir. No se equivocaba.

¿Por qué los humanos dejamos la amabilidad y la cortesía para el último momento? Al parecer, sólo los muertos –o los que están a punto de serlo- logran conmovernos. «¡Cómo admiramos a los maestros que ya no hablan y que tienen la boca llena de tierra! –exclama el personaje único de La caída

, el famoso monólogo de Albert Camus (1913-1960)-. El homenaje se les ofrece entonces con toda naturalidad, ese homenaje que, tal vez, ellos habían estado esperando que les rindiésemos durante toda su vida… Observe usted a mis vecinos, si por casualidad sobreviene un deceso en el edificio en el que usted vive. Los inquilinos dormían su vida insignificante y, de pronto, por ejemplo, muere el portero. Inmediatamente se despiertan, se agitan, se informan, se apiadan».

¡Los hombres sólo somos corteses con los muertos! He aquí lo que el Nóbel francés quiso decir. Pero no sólo lo dice él. He aquí, por ejemplo, lo que Máximo Gorki (1868-1936), el escritor ruso, escribió en su autobiografía: «¡Las misas de difuntos son las más bellas de toda la liturgia! ¡Hay en ellas ternura y piedad para los hombres! ¡Nuestros semejantes no compadecen sino a los muertos!».

Está bien, está bien, así es. Y, sin embargo –me digo-, he aquí un método para cultivar la cortesía: ver en el otro, ese que ahora está junto a mí, un condenado a muerte -¡que lo es, sólo que él no lo sabe, o lo ignora, o no quiere pensar en ello!- y tratarlo como si mañana ya no fuera a estar aquí; tratarlo, en una palabra, con las mismas atenciones que el carcelero dispensó al condenado a muerte en el relato de Víctor Hugo. ¡Ah, si nos viéramos como somos, es decir, como mortales, qué dulces seríamos en nuestras relaciones, y qué corteses!

Dice Aliosha a Lisa en Los hermanos Karamazov, la novela de Fiodor Dostoyevski (1821-1881): «Hay que tratar muy a menudo a las personas como si fueran niños, y a veces como si fueran enfermos». No está mal, no está del todo mal. ¿Con qué delicadeza no trataríamos a una persona si supiéramos que quizá hoy mismo va a morirse? ¿Y cómo estar seguros que no será hoy el día en que morirá? Por eso, más vale ser amables con él.

Otra cita más; ahora la he tomado de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato (1911-2011), el escritor argentino: «¿Sería uno tan duro con los seres humanos si se supiese la verdad que algún día se han de morir y que nada de lo que se les dijo se podrá ya rectificar?».

Todos los hombres son mortales, Juan es hombre, luego Juan es mortal. El silogismo nos sale bien; en el fondo, los hombres no somos tan ilógicos como parecemos a primera vista. Sólo que no siempre sacamos de nuestros razonamientos todas las consecuencias pertinentes al caso.

También lee: Jesús duerme en la popa | Columna de Juan Jesús Priego Rivera

Continuar leyendo

#4 Tiempos

“México, esta niebla que arde” | Apuntes de Jorge Saldaña

Publicado hace

el

APUNTES

Culto Público, si no han leído la novela “Niebla Ardiente” de la muy joven escritora, Laura Baeza, les recomiendo hacerlo como desde ayer

Tuve la oportunidad de conocer a Laura personalmente hará unos cuatro años, ¿Qué les digo? Una de esas circunstancias alineadas que convergieron en el segundo piso de la librería Gandhi del centro, la de los Arcos Ipiña.

Fue en un taller breve de escritura creativa previo a la presentación formal de su libro, el que les recomiendo. Si conocerla fue una circunstancia, convivir con ella e intercambiar casualidades fue de plano como regalo de estrella fugaz.

Fui de los selectos y afortunados que en grupo terminamos sentados con ella en “La Oruga y la Cebada” en el Callejón San Francisco, conversando sobre lo que duele y lo que salva, entre un par de cervezas y una cena sencilla.

Ella me firmó su libro con una frase que ahora, en este 25 de noviembre, regresó a mi atormentada cabeza: “A Jorge, que siempre nos una el deseo por hallar algo más en esta realidad tan rara…con todo cariño, Laura Baeza”. El momento de por sí, ya era una realidad rara.

A la distancia, empiezo a creer que su frase fue más que optimismo, y es más un deber moral, y es que su ficción (vuelta a releer en estos días) se parece demasiado a México.

No es “spoiler” (o como se diga) pero “Niebla Ardiente” detalla el regreso de su protagonista Esther a México pensando en encontrar a su hermana Irene, quien había desaparecido hace años, y a quien creía muerta, cuando de la nada, un primero de enero en un reportaje que vio en la televisión, Esther la reconoce en una marcha y se lanza en su búsqueda.

Pero la novela, la primera de Laura (y creo que premiada) realmente no comienza allí. Comienza donde casi todas las historias de violencia en este país empiezan: en los pasillos de la burocracia, en los que los papeles cuentan más que las personas.

Esther aparece en un México reconocible para cualquiera: expedientes mutilados, archivos “perdidos”, oficinas donde la verdad siempre llega después de que las secretarias coman sus gorditas grasosas y funcionarios que usan el futuro para encubrir lo que nunca harán.

Es en esa atmósfera donde la desaparición deja de ser un crimen y se convierte en un proceso. Como alguien escribió: los países se definen por cómo recuerdan; México, al parecer, se define en cómo olvida.

En medio de esa maquinaria oxidada, Esther descubre a un policía. No es un héroe: es un hombre cansado que simplemente no rompe las reglas pero las dobla para que la realidad duela un poco menos. Ese personaje era como algo que escribió una pensadora feminista de la que en este momento no recuerdo su nombre “la dignidad aparece cuando alguien no mira hacia otro lado”.

En fin, siguiendo con la novela y nuestra realidad, este policía mira. Acompaña. Abre una grieta. Y sin embargo, ni siquiera es lo suficientemente poderoso para luchar contra un país donde las fosas clandestinas actúan como el archivo nacional.

La comparativa y reflexión con la novela va porque hoy es 25 de noviembre y México sigue siendo esa tierra donde la violencia parece que no importa, sino que se repite. Casi 2 feminicidios cada día. 3,284 mujeres asesinadas en 2024. 89% de impunidad. Una agresión física cada siete minutos. Más de 10 millones de mujeres violentadas digitalmente. En San Luis Potosí, 24,000 víctimas por cada 100,000 mujeres.

Uno quisiera creer que estos números son de un país lejano, pero no. Están aquí, sobre las mismas banquetas que caminamos todos los días. Ese es el verdadero crimen de México: haber entrenado a la gente para no sorprenderse.

Sí, no se debe negar que mucho se ha hecho pero poco alivia (hoy casi todos los gobiernos e instituciones hablan de esto, pero mañana la rutina sigue).

Sí, con la llegada de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México, llegaron todas…excepto las que no alcanzaron a llegar porque les truncaron la vida.

El nuestro, es un país donde buscar es amor—y protesta.

Igual que como ocurre en la novela de Laura, que no describe un país imaginado sino nuestro México. Uno donde las hermanas encuentran hermanas, donde las madres encuentran hijas, donde las mujeres salvan mujeres. Un país donde todavía hay justicia, pero casi siempre fuera de los edificios públicos.

Y así como Esther enfrenta la niebla, miles enfrentan la opacidad del Estado día tras día: ventanas cerradas, sistemas incompatibles, versiones contradictorias, funcionarios que deletrean la palabra “protocolo” como si lanzaran un hechizo contra la verdad.

México es hogar de una burocracia tan grande que hasta la violencia tiene formularios que completar.

Tras varios años de no recordar la anécdota con la escritora, hoy vuelvo a esa dedicatoria: “encontrar algo más en esta extraña realidad…”

Ese “algo más” no es una esperanza ingenua. Es algo que se parece más a la obligación de nunca acostumbrarse, “la memoria es la única defensa contra la repetición del horror”.

Por esa razón, espero, que por cada mujer desaparecida o mujer luchando por no desaparecer, o lidiando contra cualquier tipo de violencia, recordemos que la niebla espesa arde. Y que si arde, es porque la herida está abierta.

Hasta la próxima. Jorge Saldaña.

También lee: La IA, periodismo, y la coartada perfecta | Apuntes de Jorge Saldaña

Continuar leyendo

#4 Tiempos

Diego José Abad ilustre formador de potosinos | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Publicado hace

el

EL CRONOPIO

 

El majestuoso edificio central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí que fuera construido en el siglo XVII y alojara a la Compañía de Jesús se convertiría en un edificio característico de la educación en San Luis Potosí. En ese edificio funcionaría el Colegio de San Ignacio de la Compañía de Jesús orientado principalmente a la educación de primeras letras; posteriormente se establecería en dicho edificio el Colegio Guadalupano Josefino instaurado por Gorriño y Arduengo siendo el primer establecimiento de educación secundaria o superior en San Luis, dando paso posteriormente, al reinstaurarse la República al Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí que se convertiría en el primer establecimiento en obtener la autonomía universitaria dando paso así, en el mismo edificio, a la actual Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

De los profesores ilustres que tendría el Colegio de San Ignacio de San Luis Potosí, se encuentra Diego José Abad, uno de los impulsores del pensamiento moderno en México y que tuviera influencia del jesuita Rafael Campoy, también profesor en San Luis Potosí y de quien tratamos en anterior entrega de El Cronopio en La Orquesta.

La física, o filosofía natural, formaba parte del cuerpo de temas de la filosofía en los cursos que de ella se realizaban en Nueva España y se dedicaba una parte a la lectura de temas de física, principalmente la aristotélica. De esta forma existirían manuscritos sobre la física como parte de cursos de filosofía, situación que se haría común, al ser redactados apuntes para los diversos cursos que se ofrecerían en Nueva España. La mayoría de esos textos se encuentran perdidos, pero existen las referencias que aseguran su presencia, los cuales fueron escritos, en su mayoría, por sacerdotes y frailes que pertenecían a diferentes órdenes religiosas.

Diego José Abad, puede considerarse el más profundo de los jesuitas innovadores; su Curso fue muy influyente, es bastante completo y se ven por todas partes las influencias modernas. Este curso, que ya no lleva el nombre de Cursus Philosophicus

, sino simplemente el de Philosophia, aparece en un manuscrito del Colegio de San Pedro y San Pablo de México, cuyo contenido se enseñó desde 1754 hasta 1756.

Comprende la lógica, la física y la metafísica. Es el primer intento de asimilar (y no simplemente de atacar, como hasta entonces se hacía las más de las veces) las ideas modernas

. En particular, se refiere a Gassendi y los atomistas, y trata de conciliar el atomismo con el hilemorfismo aristotélico. Intenta hacer lo mismo con Descartes, opuesto al gassendismo.

Habla de la necesidad de construir la física con ayuda de la experimentación y la matemática. Acepta el atomismo en el campo físico, mas no en el metafísico. Dice que muchas ideas aristotélicas sobre el cielo han sido abandonadas por los escolásticos después del descubrimiento del telescopio, mediante el cual se han podido ver las manchas del Sol. Lo mismo en cuanto a la noción del vacío, después de los experimentos de Torricelli, Otón de Gericke y Roberto Boyle. Cita a Maignan, y mucho a Descartes en cuestiones de filosofía del hombre. Aunque las más de las veces defiende la tradición, ya se muestra abierto a integrar ideas de la filosofía moderna.

Fue profesor del Colegio de jesuitas de San Luis Potosí donde enseñó gramática a los potosinos y donde fincó su formación filosófica sin rechazar las ideas del pensamiento moderno, pero con una posición crítica.

Diego José Abad nació en Jiquilpan en 1727 y tras la expulsión de los jesuitas moriría en Bolonia en 1779.

Si se interesan en ubicar su obra en el ambiente cultural y científico de la Nueva España pueden consultar nuestro artículo: Manuscritos y libros Novohispanos y Mexicanos de Física y Filosofía Natural, en la dirección:

https://www.researchgate.net/publication/391327380_Manuscritos_y_libros_Novohispanos_y_Mexicanos_de_Fisica_y_Filosofia_Natural

También lee: Francisco Gándara, primer ingeniero higromensor potosino | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

Continuar leyendo

Opinión

Pautas y Redes de México S.A. de C.V.
Miguel de Cervantes Saavedra 140
Col. Polanco CP 78220
San Luis Potosí, S.L.P.
Teléfono 444 2440971

EL EQUIPO:

Director General
Jorge Francisco Saldaña Hernández

Director Administrativo
Luis Antonio Martínez Rivera

Directora Editorial
Ana G. Silva

Periodistas
Bernardo Vera

Sergio Aurelio Diaz Reyna

Diseño
Karlo Sayd Sauceda Ahumada

Productor
Fermin Saldaña Ocampo

 

 

 

Copyright ©, La Orquesta de Comunicaciones S.A. de C.V. Todos los Derechos Reservados