marzo 28, 2024

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#4 Tiempos

Estamos hechos de historias | Columna de Mario Candia

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APUNTES DE UN CINEÓFITO

 

Eduardo Galeano decía que no estamos hechos de átomos, sino de historias. El cine es un claro reflejo de ello, las películas son pequeñas historias que generan grandes emociones. C´MON C´MON (Mills, 2021) es uno de los mejores ejemplos para esta premisa: contada en blanco y negro y con la garantía de Joaquín Phoenix en el reparto, esta cinta se filtra en la memoria del corazón. Una historia sencilla pero necesaria: hay muchas películas para niños, o de niños con diálogos de adultos, incluso en muchas de animación los niños resuelven, juzgan y manipulan como adultos, hay excepciones y una de ellas es esta película sin duda. Mike Mills retrata una semana en la vida de un periodista radiofónico, quien realiza en varias ciudades un reportaje sobre la niñez y la juventud norteamericana, micrófono en mano graba testimonios de jóvenes sobre su futuro, sus miedos y sus gustos.  

Sin interrumpir su reportaje, Johnny, interpretado por un Joaquín Phoenix extraordinario, cuida, a petición de su hermana, a su pequeño sobrino Jesse, interpretado por un talentoso Woody Norman, quien se hace a sí mismo, con la ayuda de un guión que provoca desde el inicio la aventura de un viaje por la memoria del espectador. Resulta verosímil y conmovedor el papel de Phoenix, un cuarentón soltero, sin hijos, quien no se despega del celular llamando a su hermana, para informarle a manera de bitácora de todos los detalles de la convivencia con Jesse, la inexperiencia y el miedo son una constante durante esta aventura para él, mientras que Jesse, solo es Jesse, un niño de 9 años. La cinta está llena de diálogos memorables, de berrinches y  sustos. Imperdible la lectura de un fragmento del libro Star Child de Claire Nivola, una película verdaderamente  EN TRA ÑA BLE.

Saltemos de película, pero sigamos con buenas actuaciones, en donde resulta imposible no mencionar a Javier Bardem que hace mancuerna nuevamente con Fernando León de Aranoa. Diez años atrás se estrenó en cines Los lunes al sol

(León de Aranoa, 2002) película con guión del propio director en la que  Bardem daba vida a un parado (desempleado) español, la historia fue inspirada en los despidos masivos en Vigo. León de Aranoa prefiere la ironía al drama, prefiere ese humor negro y cruel que te obliga a reírte con la plena conciencia de que lo que estás viendo es desgarrador.  Hombres de mediana edad que se han quedado sin trabajo, que han perdido a sus familias y que viven al día. Un gran trabajo que les valió muchos premios. Ahora unen sus talentos en El Buen Patrón (León de Aranoa, 2021), donde cuenta una historia desde la otra cara de moneda. Bardem se pone el traje de patrón para darle vida al dueño de una fábrica de básculas, obsesionado con los reconocimientos y premios. La película habla de las semanas previas a la visita de un concejo empresarial local que determinará si Básculas Blanco es la merecedora al premio de la Excelencia.

A contrarreloj Bardem tendrá que resolver su affaire con una becaria, la protesta de un ex trabajador de la empresa, la infidelidad de la esposa de uno de sus empleados y todo para que la visita resulte impecable y ganar el dichoso premio. Fernando León de Aranoa nos muestra con su inigualable humor negro,  a un patrón controlador, cínico  y  abusador, pero con un gran estilo, un patrón gentil, amable y eficaz, siempre capaz de truquear la balanza para lograr el equilibrio perfecto.

No se las pierdan.

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#4 Tiempos

The Babadook o “la película de 2014 que es huesera, pero bien hecha” | Columna de Guille Carregha

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Criticaciones

Disclaimer: no voy por la vida pensando todo el tiempo en el bodrio que fue Huesera. Tampoco camino por las calles tomando de los hombros a cualquier persona que se me ponga en frente para agitarle y gritarle en la cara que “¡Huesera es una película horrible!” Eso solo ha pasado, a lo mucho, tres veces. Y ya me encargué de las subsecuentes multas. La verdad es que ni siquiera me atrevería a contarla entre mis 10 películas más odiadas de la historia (digo, también está difícil hacer cosas más cutres que Ánima Estudios o Zack Snyder), pero sí fue una película que me hizo enojar muchísimo, sobre todo por la manera tan pitera en la que decidieron resolver el conflicto y convertir su “película sobre el embarazo” en una historia sobre cómo “las lesbianas se merecen todo lo malo que les suceda” porque eso de las metáforas visuales nomás no se les da.

Lo que sí pasó fue que, mientras más tiempo pasaba viendo The Babadook, más me daba cuenta que esto era exactamente la película que querían hacer en Huesera pero que nada más no les salió. Pero nada.
Ambas películas tienen como protagonista a una madre cuyo principal arco a lo largo de la película la involucra a ella odiando con toda el alma a su hijo debido a una serie de traumas que viene cargando desde hace mucho tiempo. Y, en ambos casos, este trauma termina viéndose reflejado como una criatura sobrenatural que le ataca y hace de su vida un infierno, llevándola al extremo de querer acabar con la vida de su vástago. Pero, mientras en la película mexicana se les olvidó todo esto de que los actores pueden contar gran parte de la historia con sus expresiones, sus diálogos, o su forma de actuar, mucho menos recordar que el trabajo de una película es el de contar historias a través de lo visual, The Babadook logra ponerte en los zapatos de su protagonista desde el principio sin tener que recurrir a diálogos clichés que no aportan nada.

Por ejemplo, durante los primeros 20 minutos de la película, ésta se empeña en hacerte odiar por completo la existencia de un niño de seis años que lo único que está haciendo es ser niño. Grita, corre, llama la atención de su mamá todo el tiempo, se la pasa abrazándola, y lo único que quiere es que le lean cuentos antes de dormir. Se puede decir que es un poco molesto el chamaco pero, pues, ser molesto es la mitad del punto de ser un niño, así que tampoco es como que lo podamos juzgar demasiado por ello.

Lo genial es que le película en sí te condiciona a aborrecerlo. Como todo está contado desde el punto de vista de la mamá, visual y sonoramente, todas las acciones del niño están intensificadas de una manera exagerada cada vez que está en escena. O sea, no solo grita que quiere algún capricho, sus gritos están sobrepuestos a cualquier otro sonido o soundtrack, dejando detrás de si ecos o con el pitch aumentado para que suenen todavía más agudos. La película te acerca a las expresiones de la madre en primer plano, mientras deja al niño convertido en un manchón desenfocado en el fondo de la imagen. No vemos nunca las “cosas terribles” que hace en la escuela, sólo vemos cómo los encargados de la escuela le describen al niño a su madre como si fuera un ente sin nombre capaz de llevar a la locura a los demás alumnos. Sus gritos se cortan en su punto más álgido para pasar, luego luego, a otra escena en donde está haciendo otro destrozo.

En ningún momento la directora de The Babadook consideró que su audiencia era estúpida, por lo que creó una experiencia visual que explicara cómo se siente la madre respecto a su hijo y es difícil no sentirse igual que ella en cada escena.

Supongo que crear toda esta experiencia visual fue un trabajo complicado, porque podría, no sé, haber creado dos o tres escenas en donde la señora se junta con su familia y todos le decían que nunca creyeron que sería madre o que no sabían que le gustaban los niños para que ella sólo se riera y se defendiera. Quizá eso hubiera sido mucho más efectivo, la verdad. Tal vez tener a alguien contándole cómo cuando era más joven no cuidó bien a un niño ajeno y se le cayó por las escaleras. Yo creo que así hubiera sido más creíble todo eso de tenerle miedo y odio a su hijo. O sea, ¿mostrar su estrés a través de trucos de cine? Eso es de amateurs. Los pros resuelven todo con diálogos, porque si no, la gente va a sentir ansiedad viendo una película de terror y, pues, ¿quién quiere sentir terror en una película de terror?

De igual forma, a lo largo de The Babadook la presencia del ser mencionado en el título de la obra es, por supuesto, una gigantesca metáfora relacionada a lo que siente la protagonista en su interior. Así funcionan estas películas con esperpentos infernales que acechan familias. Siempre son una metáfora. Mientras que en Huesera supuestamente representaba las ganas de no quedar embarazada de una persona que se aventó casi un año intentando quedar embarazada a través de incontables métodos, y que trabaja arduamente y feliz para darle la bienvenida a su hija, The Babadook representa la congoja y luto de haber perdido a alguien y cómo, si no enfrentas esos sentimientos a tiempo, te pueden consumir y convertir en un ser deleznable que, incluso, desea matar a sus seres queridos para sentir en paz. Y en ningún momento hay disonancia entre la metáfora y lo que los personajes expresan. Es como si, no sé, si hubieran pensado bien su historia antes de salir a grabar.

Además, la lógica interna de la historia (o sea, la narración sin tomar en cuenta las metáforas), también funciona. Si no sabes nada acerca de lo que representa el Babadook, sí parece una entidad que acecha a los más débiles mentales, que siempre ha existido y que siempre existirá. Sí funciona como espectro. Además, toda la pelea contra este mono suceda casi única y exclusivamente dentro de la casa en la que viven, haciendo sentir que es un problema localizado geográficamente, como si la casa estuviera embrujada. Así, la entidad pasa de ser una sombra que acecha a empezar a tener, poco a poco, injerencia en el mundo real mientras más metida este la mamá en las etapas del duelo.

Al final, todo se resuelve poniendo en uso las habilidades que los personajes ya tienen, y siguen una serie de situaciones lógicas que son fáciles de seguir y las únicas dudas que te dejan son las de “¿qué pasaría si…?” en las que te puedes divertir una vez terminada la película.

La conclusión realmente es buena, cosa extraña en una película de terror, en donde es exageradamente difícil llegar a un final satisfactorio. No necesitas brincos de lógica para justificarlos. En otras palabras, no se escribieron ellos mismos hacia una esquina de la que la única forma que supieron salirse fue decir “y la creatura se vence con cinco minutos de palmazos mientras hueles incienso” y se sintieron satisfechos con su mamada.

Mejor vean The Babadook. Está bonita, y también está en Prime Video.

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#4 Tiempos

#SoyPaella!!! | Columna de Luis Miguel Dorador

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Un fin de semana sin celular

 

Este fin de semana inició con mucha actividad porque, luego de mucha insistencia por parte de amigos y familiares me decidí a emprender un negocio con una actividad que me apasiona… La cocina, y esto arranca con la preparación de un platillo que siempre me ha gustado como lo es la paella valenciana.

Empezamos por elaborar un volante para publicar en mis redes sociales que el fin de semana prepararía paella y para evitar la merma lo haría cuidando en todo momento no hacer más que lo que hubiera sido pedido por los clientes que esta vez se dieron la oportunidad de probar mi versión de este delicioso platillo clásico de la cocina española que ya tiene una fama y gusto en cualquier lugar del mundo.

Desde el miércoles que empezaron a llegar los pedidos, unos para el viernes, otros para el sábado y finalmente los más previsores que hicieron lo propio para contar con una orden de paella en domingo para disfrutar en familia. El jueves me dediqué a realizar las compras para este fin de semana y aproveché para poner especial atención en cada uno de los ingredientes pues de ello depende que una buena receta se convierta en extraordinariamente sabrosa.

El viernes temprano iniciamos con los preparativos para cocinar este platillo una vez nos dieran la 1:00pm en punto y poder armar las órdenes para entregar a partir de las 2:00pm. En todo este proceso me acompañó mi Soldadito de Oro que, todo me indica que le va a gustar mucho el tema de la cocina y lo hace muy bien.

En punto de las 2:00 pm empezaron a llegar los clientes que uno a uno se fueron llevando sus órdenes de paella y fue muy gratificante recibir a una o dos horas más tarde el agradecimiento y la felicitación porque el platillo fue de su total agrado y eso es algo que provoca muchísima felicidad a quienes nos gusta cocinar para los demás.

La cocina es una experiencia muy especial porque a diferencia de muchas otras actividades, donde pueden mezclarse la adrenalina o el especial gusto de ciertas acciones, en la vida solamente encuentro un tema que llega a ser tan íntimo como cocinar y eso es hacer el amor.

¿Porque lo pongo en este plano que para muchos puede sonar ridículo? Por una sencilla razón…. No conozco otra actividad en la que lo que haces llega hasta adentro de las personas y en el caso de los alimentos, estos recorren todo el cuerpo desde la boca hasta el cerebro, recorriendo en cada paso el flujo sanguíneo a través de los nutrientes y provocando una interacción de todos los sentido…. Es verdaderamente fascinante.

Y lo más increíble es poderlo hacer tres días consecutivos alcanzando la satisfacción de los paladares más exigentes.

Por eso, GRACIAS a tod@s por haber permitido que mi aprecio y cariño llegara hasta sus cerebros a través de la paella valenciana del fin de semana.

#SoyPaella!!!

El domingo luego de terminar de entregar las órdenes de los clientes levanté todo lo que había utilizado para este proceso culinario y nos fuimos al cine mi suschef y yo a ver Los Cazafantasmas y nos divertimos mucho comiendo palomitas en Cinemarket de The Park.

¡¡¡Ánimo que ya es Semana Santa!!!

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#4 Tiempos

La mujer potosina en la lucha contra el cacicazgo | Columna de J.R. Martínez/Dr. Flash

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EL CRONOPIO

 

En la década de los cincuenta se agudizaba el movimiento contra el cacicazgo del Alazán Tostado, Gonzalo N. Santos que movía a su antojo la política potosina e imponía a dirigentes a su voluntad. A mediados de los cincuenta un movimiento opositor importante se formó al interior de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí que a través de la academia y de la educación de calidad mostraba las mejores armas para desprenderse de esa sujeción dictatorial que sucedía en San Luis. El Dr. Manuel Nava en conjunto con un importante número de intelectuales y de científicos se echaron a cuestas crear una universidad moderna con la formación de recursos humanos con conciencia social e interés en el progreso de la cultura y educación científica de la población.

Este grupo de hombres preparados, intelectuales, ponían a funcionar instituciones de investigación científica en humanidades y en ciencias exactas con la creación de las entonces Facultad de Humanidades y Facultad de Ciencias que estaba conformada por el Departamento de Física. La respuesta del cacique no se hizo esperar y se inició un golpeteo a este grupo de académicos y a la propia universidad, sin quedar eximidos los periodistas que se manifestaban en la prensa independiente de entonces, en particular del Periódico El Heraldo. Las arremetidas fueron agresivas y se hizo común que el periódico expusiera espacios en el periódico indicando que ahí se suprimía una nota por órdenes del dictador, como una forma de manifestar su descontento.

Así letreros como: retirado por la amenaza santista, centrada en un marco blanco que formaba un hueco en las páginas de El Heraldo, o letreros como: propaganda cancelada por orden del tirano, eran comunes como protesta por los redactores de El Heraldo, otro anuncio quitado por consigna santista, o menciones directas: publicación retirada bajo amenazas del cacique Gonzalo N. Santos, aparecían en las páginas de El Heraldo.

En el propio Heraldo fueron publicados algunas inserciones de agrupaciones femeninas potosinas, que lejos de organizar marchas como ahora se acostumbra, tomaban la pluma y publicaban comunicados contra el cacicazgo. Las inserciones solían salir con el nombre de las mujeres que las escribían, llamando a las propias mujeres a manifestarse y exigiendo a la intelectualidad centrara su protesta contra el estado de cosas que sucedían en San Luis. En esos años, mediados de los cincuenta las mujeres recién habían adquirido el carácter de ciudadanía y lo comenzaron a ejercer con valentía.

Juana Martínez Zamarrón, el 15 de enero de 1955 firmaba uno de los desplegados a nombre del Partido Femenino Independiente, con el título El Despertar de San Luis, donde apuntaba, entre otros detalles, “es verdaderamente triste para cualquier ciudadano libre, (no importa el sexo) ver siempre a su patria chica sumida en la miseria, víctima de la explotación de unos cuantos”, remataba el escrito apoyando la labor de la prensa independiente, “a pesar de que la mujer potosina se ha discriminado voluntariamente para tratar sobre los problemas que afectan a la Patria y en particular a nuestro Estado, tengo el gusto de manifestarle que el 99% de estas mismas mujeres, raciocinan, reflexionan y se conduelen de la actual situación porque atravesamos sintiéndose espiritualmente unidas a sus mismos ideales,

que son los de una causa justa que anhela, sobre todo, el mejoramiento de México, y muy especialmente de nuestra provincia”.

El 13 de enero de 1955, Mariana de la Cruz publica el desplegado a nombre del Partido Independiente de Mujeres del Pueblo, con el título: Mujer Potosina: el problema actual es tu problema. “Mujeres de San Luis Potosí, la situación actual plena de sinsabores y sobresalto que se presenta en nuestro Estado, hacen que las representantes del sexo femenino, salgamos de este marasmo de calma y ensimismamiento en que estábamos aletargadas”, … “Mujeres Potosinas: a través de la historia de nuestra Patria, hemos visto cómo el sexo femenino se ha revelado en cuantas ocasiones se han violado o tratado de violar, los sagrados principios de libertad o amenazas a lo constituye la voz y el sentir de un pueblo”; … Mujeres de San Luis Potosí: es preciso despertar, defender con el derecho que nos ha sido otorgado, la supremacía de los sagrados deberes del ciudadano y la Libertad de Prensa que debe imperar en todo pueblo libre”.

El 22 de enero de 1955 Rosa María del Valle, de muto propio publica, Llegó La Hora, donde llama a los intelectuales y profesionistas como personas preparadas tomaran parte activa y dieran soluciones a los múltiples problemas que existen en el estado y en México por las decisiones dictatoriales que se hacían comunes. “Que no se conformen los intelectuales con lamentarse y vivir su propia vida; hay que ver más allá, son miles de seres humanos que esperan de ustedes la luz que ilumine sus tinieblas”.

En otro desplegado en ese mes de enero del cincuenta y cinco, la propia Rosa María del Valle, Juana María Tovar y Carlota García Luna publican el desplegado de título: La Mujer Potosina ante el Cacicazgo. En él apoyan la labor del periódico y apuntan, “Que recuerden los que hacen elecciones a su arbitrio, que ya el pueblo de México y muy especialmente el de San Luis, está lo suficientemente preparado para elegir a sus representantes y que nosotras las mujeres no queremos que se nos mangonee como hasta hoy lo han sido los hombres, especialmente los campesinos y lo sobreros. Pero también, ¿por qué no decirlo?, y lo decimos con tristeza, los intelectuales indiferentes en su mayoría, se conforman con ser simples espectadores de las violaciones que se hacen de la Constitución. Si acoso se lamentan y nada más. Realmente es desesperante esta situación; pero con fe y valor venceremos”.

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Opinión